lunes, 18 de enero de 2016

Buenas tardes, tristeza… @dealgunamanera...

Buenas tardes, tristeza…

Las palabras vuelven a las conversaciones, las artes, las esquinas y las plazas.

Las palabras no dan abasto con tanto dispositivo y dejan de ser ellas mismas. No les queda otra que recurrir a las nuevas máscaras: los emoticones.

© Escrito por María Álvarez el martes 12/01/2015 y publicado por el Diario Perfíl de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 


Ayer fui a la plaza con una amiga y su hijo de cuatro años, Martín. El sol estaba bajando y el aire era fresco, esas tardes de enero en Buenos Aires son únicas. Apenas llegamos, Martín, con un afilado radar infantil, se sumó al festejo de un cumpleaños desconocido y se puso a jugar carreras y a patear todo tipo de pelotas. Nosotras, cada tanto, interrumpíamos los dilemas amorosos, laborales y domésticos para disfrutar con la pandilla de niños, que parecían amigos de toda la vida.

El sol bajó y el cumpleaños empezó a desconcentrarse ante un partido que terminó. Como pudo, cada padre convenció a su hijo y fueron saliendo del espacio verde enrejado. Martín volvió con la remera mojada y los cachetes rojos de felicidad, y se sentó en el banco. Nosotras seguimos hablando, buscando llegar a esas conclusiones teóricas, tan difíciles de seguir en la práctica, que de a poco se fueron diluyendo con la luz y nos dejaron a los tres en un silencio de motores y pájaros.

“Mamá… Estoy triste”, largó Martín de la nada, y rompió la magia de la tarde. Mi amiga le acarició la cabeza y buscó un pañuelo de papel para secarle el pelo transpirado. Los miré. La frase, además de romper la tarde, me había roto el corazón. Puse el foco en mi amiga con ojos aterrados de sorpresa, pregunta y preocupación. Ella me devolvió la mirada, todavía fregando al chico con papel, y me tranquilizó, sonriente: “Es la nueva moda, por todo dice estoy triste”.

Quedé un poco angustiada con la falsa alarma. Como siempre, quise saber un poco más. “¿Por qué estás triste, Martín?”. “Estoy triste”, repitió. “¿Pero sabés por qué? ¿Cómo es la tristeza?”, insistí. Puso los ojos grandes y se sentó para reflexionar. “Sí”, dijo firme, “como en la película”. Mi amiga, que había aprovechado esos minutos para seguir pensando en sus cosas, subtituló a su hijo y aclaró, despreocupada: “Intensamente”.

Ah, sí, Intensamente, la película de Disney que muchos críticos cuentan entre las mejores del año pasado. Esa que los padres defienden porque habla de sentimientos, en donde Alegría no puede ser si no hay familia, amigos, goles, una casa grande y linda. Como si la familia, por ejemplo, fuese una fuente de felicidad por default. Pero ojo que Tristeza también puede ayudar, siempre que no tire tan abajo.

Y por ahí andan Miedo, Ira y Asco, que no se dejan conocer demasiado ni entendemos bien qué pito tocan. Intensamente, sí, claro, esa película que le pone cara a las emociones.

Ahora me voy muy atrás en el tiempo. En los principios del teatro griego, los actores usaban máscaras para transformarse en personajes, anular las individualidades y evitar cualquier tipo de confusión. De ahí viene el símbolo de las dos caretas flotando: la tragedia y la comedia. Pasaron los años y los actores se fueron sacando las máscaras, aceptando el precio de la confusión y explorando las posibilidades del rostro humano. Así, el arte de la actuación dejó de ser binario y se volvió complejo, en el mejor sentido, expresando aquello que no se puede nombrar con una sola palabra como alegría o tristeza.

Las pobres palabras, esas que hoy no dan abasto con tanto dispositivo y dejan de ser ellas mismas para ser ppio, ok, tkm, xq?, ntp, salu2. Llenas de impotencia, mutiladas, no les queda otra que recurrir a las nuevas máscaras: los emoticones. Ellos vinieron a hacer el trabajo sucio y transmiten cerveza o corazón, bronca o tren, mientras las palabras vuelven a las conversaciones, las artes, las esquinas. Esas caritas nos remontan al pasado, cuando la sonrisa era lo bueno y la mueca lo malo. No hay que generar dudas, mejor lo plano, sin matiz o sutileza. Como si habláramos con números. Pulgar arriba, pulgar abajo, aplausos, músculos, uno o varios, besito, guiño.

Todo autoabastecido en una pequeña imagen: carita llorando. El emoticón vino a poner un límite, a cerrar. En cambio las palabras abren, son exigentes, confunden y demandan; las palabras escritas necesitan frases, las habladas necesitan un tono. En su mundo, no todo es tan simple como la tristeza o la alegría de los emoticones y la película de Disney. Esa que marcó tanto a Martín. Esa que le enseñó que el aburrimiento, el cansancio, las ganas de ver televisión o el hambre pueden llamarse simple y solamente Tristeza.







Copa Ciudad de Buenos Aires. San Lorenzo 1 vs. Huracán 3... @dealgunamanera...

En la Costa mando yo…


Huracán venció por tres a uno a San Lorenzo de Almagro y de esta manera se quedó con la Copa Ciudad de Buenos Aires.

© Publicado el domingo 17/01/2016 por el Departamento de Prensa del Club Atlético Huracán de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Ante una multitud que se acercó en plena temporada vacacional hasta el estadio mundialista José María Minella el elenco dirigido por Eduardo Domínguez demostró madurez, dinamismo y sacrificio en la tercer presentación del verano y fue superior a un equipo veloz pero que no supo aprovechar las opciones de gol que tuvo y que con un desgaste significativo se quebró frente a la eficacia y desequilibrio de los delanteros Quemeros.

Cuando faltaban cinco minutos para la finalización de la primera parte, un tiro libre magistral de frente al arco ejecutado a la perfección por Daniel Montenegro se incrustó en la red de Sebastián Torrico y desató el delirio de la parcialidad de Parque Patricios. Con la ventaja mínima en el marcador, se fueron al descanso.

En la segunda etapa, el Globo sacó una diferencia aún mayor gracias a las apariciones de Cristian Espinosa y Mariano González quienes formaron parte esencial del segundo y tercer gol respectivamente. González eludió a dos hombres y cambió de frente para Espinoza que de primera puso el centro a ras del suelo que esperaba Ramón Ábila quien tras hacer pasar de largo a Torrico, definió en soledad.

Finalmente, el “7” Bravo ensayó un sólo espectacular que concluyó en el rebote que terminó por definir el partido y marcar el tercer gol del encuentro más allá del posterior descuento de cabeza del Cuervo.

Huracán consigue una victoria que sirve de empuje emocional, ayuda a tomar confianza, descontractura las dolencias típicas de una pretemporada y demuestra que así como en el barrio, el Globo dice “En la costa mando yo”.

San Lorenzo: 1 

Sebastián Torrico; Julio Buffarini, Juan Mercier, Matías Caruzzo, Emmanuel Mas; Franco Mussis; Pablo Barrientos, Leandro Romagnoli, Sebastián Blanco; Héctor Villalba y Martín Cauteruccio. Director técnico: Pablo Guede.

Huracán: 3 

Marcos Díaz, José San Román, Mario Risso, Federico Mancinelli, Luciano Balbi; Mauro Bogado, Mariano González, Patricio Toranzo; Daniel Montenegro; Cristian Espinoza y Ramón Ábila. Director técnico: Eduardo Domínguez.

Goles: en el primer tiempo, a los 44 minutos, Montenegro (H). En el segundo tiempo, a los 7 minutos, Ábila (H) y, a los 11, Caruzzo (SL), en contra; a los a los 33, Facundo Quignon (SL).

Cambios: en el segundo tiempo, a los 12 minutos, Facundo Quignon (SL) por Romagnoli; a los 18, Diego Mendoza (H) por Ábila; a los 23, Enzo Kalinsiki (SL) por Barrientos y Rodrigo Tapia (SL) por Caruzzo; a los 26, Alejandro Romero Gamarra (H) por Montenegro; a los 31, Ezequiel Miralles (H) por Toranzo; a los 36, Lucas Villarroel (H) por Espinoza y, a los 41, Alejandro Melo (SL) por Cauteruccio.

Incidencia: en el segundo tiempo, a los 39 minutos, fue expulsado Blanco (SL).

Arbitro: Jorge Baliño.

Estadio José María Minella.

Fotos: Daniel Méndez
 










jueves, 7 de enero de 2016

Año nuevo con sorpresas… @dealgunamanera...

Año nuevo con sorpresas…

"Basta de arbolitos". Mauricio Macri. Dibujo: Pablo Temes.

Curiosamente, no fue el dólar la preocupación del final de 2015. Inundación, prófugos y una nueva oposición que se va armando.

© Escrito por Manuel Mora Y Araujo el martes 05/01/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En la Argentina el año nuevo con nuevo gobierno no siempre se asocia a expectativas tranquilas. Nuestros años nuevos, y la temporada veraniega que los acompaña, suelen ser políticamente complicados. Este de 2016 venía bien, con un gobierno nuevo dotado de energía y espíritu activo, y con las oposiciones y las corporaciones obstruyendo poco. Hasta que estalló lo inesperado: la fuga de los presos de la cárcel de General Alvear con su secuela de violencia y su carga de inquietantes ramificaciones políticas y mafiosas. Sin hablar del drama de una parte del país que se encuentra bajo el agua y con perspectivas inciertas de retornar a la normalidad.

del drama humano, el problema de las inundaciones remite en las percepciones de mucha gente de la ausencia de una política medioambiental. Es un problema universal y no sólo argentino, y como en muchos otros países, también entre nosotros tiende a ocupar un lugar marginal en la agenda política. Pero la problemática ambiental, fuera de agenda, reaparece este fin de año en la política no sólo por el impacto de las inundaciones sino además porque la ex presidenta Cristina de Kirchnercritica al presidente Macri por estar influido por la viuda de Douglas Tompkins, a raíz del tema de las represas hidroeléctricas en Santa Cruz –que es por sí mismo un tema de política pública, y no uno menor–. La contraposición entre desarrollo y medio ambiente como tema opositor.

La seguridad, el medio ambiente, las represas hidroeléctricas, no parecían estar entre los mayores ejes temáticos de esta transición política. Su irrupción en la agenda tal vez contribuya a instalarlos. Y son, si se quiere, una buena señal, porque son problemas que el país arrastra. Este año nuevo, la inflación, los salarios, el tipo de cambio, podrían habernos arruinado la fecha, pero no fue así. Por el contrario, y más allá del impacto de la suba de precios en diciembre, ha prevalecido un clima de expectativas positivas.

Un observador impresionístico no deja de advertir que para estas fiestas volvieron a verse en las góndolas de los supermercados de los barrios pudientes los consabidos fideos italianos y algunos otros productos importados, lo que no significa nada pero en la Argentina es una señal de “buen clima” de consumo de las clases medias. El tipo de cambio no se espiralizó; el ajuste no estalló.
Dentro y fuera del país la situación política argentina despierta más interrogantes que certezas.

Siendo todavía escasos los hechos, las palabras adquieren mayor significado. Al presidente Macri le hace un gran favor, sobre todo en el ámbito internacional, la inusitada y desubicada reacción del gobierno de Venezuela; ante el mundo, y hasta en nuestra América Latina más “bolivariana”, le suma a Macri y le resta a Maduro. Del mismo modo, algunos de nuestros conocidos libretistas nacionales y populares no paran de sorprender. Días atrás, José Pablo Feinmann publicó en Página/12 una pieza notable por el compendio de ideas reaccionarias que combina, acusando a Macri de serla máxima expresión de la deshumanizada modernidad capitalista y a la vez de someterse acríticamente a las enseñanzas del gurú hindú Sri Sri Ravi Shankar. No se entiende qué puede tener eso de particularmente malo, aun si fuese cierto; para Feinmann es inconsistente.

Mauricio Macri, quien asumió el mando con una referencia a Arturo Frondizi, debe estar desorientado con adversarios que lo acusan de estar influido por un líder ecologista o por un líder espiritual. Si Macri esperaba ser atacado por neoliberal, ahora puede dormir tranquilo.

Hasta ahora, no. El gobierno nacional podrá verse exigido por la situación económica y social; eso lo veremos en los próximos meses, pero no ha sucedido hasta ahora. Podrá verse sorprendido por acontecimientos como los de estos días; pero todavía es temprano para arriesgar pronósticos acerca de sus habilidades para capear temporales. De cómo se desarrollen los hechos en esos frentes dependerá, en buena medida, la suerte de este gobierno. Pero también dependerá de cómo se organicen y posicionen los grupos políticos opositores. Y al respecto, el año nuevo comienza con buenos vientos para el Gobierno.

La propensión del gobierno de Macri a hacer uso de los DNU abre un gran signo de interrogación. Tal vez termine concluyéndose que es una respuesta pragmática a necesidades coyunturales; tal vez, que responde a una estrategia política. Hay que esperar para ver. Mientras tanto, el vasto espacio peronista entra en una etapa de redefiniciones. Se entiende que Cristina de Kirchner tratará de mantener el liderazgo, pero no está todavía dicho si se tratará de un liderazgo combativo –como los antikirchneristas suponen– o articulador –como le gustaría al peronismo moderado–. Además, ese liderazgo ¿tenderá a fortalecerse o a diluirse con el paso del tiempo? Más allá de algunas obvias posturas típicamente opositoras, el peronismo exhibe estos días una amplia gama de matices; seguramente será implacable ante eventuales errores del Gobierno, pero no está dicho que será homogéneamente inflexible y destructivo a toda costa. Para muestra hay algunos botones: en el plano de las palabras, declaraciones del senador Urtubey, o la plataforma expuesta con claridad meridiana por Gustavo Marangoni en La Nación del pasado miércoles.

En el plano de los hechos, el bastante sorprendente experimento del municipio de La Matanza –con más población que muchas provincias–, que concentra en la nueva gestión de gobierno local a un alto número de funcionarios de las gestiones nacional y provincial anteriores.

No se descarta que termine sorprendiendo un tipo de peronismo “orientado a la gestión”, que intente desafiar al macrismo a competir en ese terreno donde se suponía que no encontraría competencia alguna. Tal vez la nueva oposición se muestre también pragmática y empuje para la actualización de la agenda de las políticas públicas, que en nuestra Argentina habitualmente es definida por las circunstancias o por las ideologías y no por las estrategias.

Feliz año nuevo.



martes, 5 de enero de 2016

Historia de la Guerra por Malvinas: ¿Quiénes apoyaron a Argentina en la guerra por Malvinas?... @dealgunamanera...

Historia de la Guerra por Malvinas: ¿Quiénes apoyaron a Argentina en la guerra por Malvinas?

Escudo de las Islas Malvinas

Uno de los aspectos menos considerados cuando se recuerda la controvertida decisión de la Junta Militar argentina de 1982, de ocupar las Islas Malvinas, es el de los gobiernos latinoamericanos que ofrecieron o trajeron ayuda bélica contra los ingleses.

© Escrito por Modesto Emilio Guerrero, periodista, analista internacional y escritor el domingo 05/04/2015 y publicado http://www.aimdigital.com.ar de la Ciudad e Paraná, Provincia de Entre Ríos.


Fue un hecho geopolítico inédito en la historia continental desde las guerras de Independencia, aunque esa ayuda no significó en todos los casos apoyo político a la Junta genocida.

De hecho, este aspecto dividió aguas en el mapa diplomático latinoamericano. 

Los gobiernos de Chile, Colombia y Trinidad Tobago se colocaron del lado de la potencia invasora, Inglaterra, y de su socio global, Estados Unidos.

En sentido contrario, la mayoría del resto de naciones apoyaron a Argentina como Nación, aunque algunos gobiernos se conformaron con el gesto diplomático.

Pero los gobiernos de Perú, Venezuela, Cuba, Brasil, Nicaragua y República Dominicana, aportaron pertrechos bélicos o lo ofrecieron sin haberlo podido entregar, o lo enviaron y la Junta Militar lo abandonó.

Esto ocurrió, a pesar de que algunos gobiernos adversaran al gobierno militar, incluso con denuncias en organismos internacionales por violación de derechos humanos. Para el año 1982, la Junta Militar, comandada en ese momento por el General Fortunato Galtieri, ya estaba denunciada en decenas de países y organismos, por múltiples asesinatos, detenciones masivas, desapariciones y persecución indiscriminada.

Estados Unidos acompañó a Inglaterra contra Argentina, un hecho previsible en la naturaleza imperial de ambos, en el contexto de la Guerra Fría y de la práctica regular de EEUU en la región. El asunto es que con ese apoyo, EEUU contravino todo lo pautado en el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).

La Junta Militar esperaba lo contrario, debido a su sociedad con Washington desde 1976. Esto explica la reacción sorprendida de Ronald Reagan, al decir: “nunca creí que se iban a atrever”. El Departamento de Defensa había actuado directamente desde 1976 en Argentina “contra el riesgo comunista”, con el mismo criterio geopolítico que lo había hizo en Chile desde 1970, en Brasil durante el gobierno de Goulart, en Guatemala contra Árbenz, en la Argentina de 1955, y en otros países, regidos por la Doctrina de Seguridad Nacional y la disputa global de la Guerra Fría.

El Tiar fue promovido por Estados Unidos en 1947 para congregar a los Estados latinoamericanos y a EE.UU en un sola entidad militar ante a la amenaza militar de Europa. Según el Tratado, todo Estado parte estaba obligado a defender a cualquiera de sus miembros cuando fuera amenazado o atacado por un Estado extra continental. En 1982 hizo lo opuesto.

En aquella década, ese riesgo solo venía de la Europa fascista y el Japón del Mikado, derrotado dos años antes, en 1945, y del propio Estados Unidos, que metía sus Fuerzas Armadas donde le daba la gana. Al gobierno estadounidense, el Tiar le servía para controlar los ejércitos y Estados latinoamericanos, con guerra o sin ella.

Lo que no esperaban, tanto la Junta como Londres y Washington, era que varios gobiernos adoptaran posturas independientes y apoyaran la reivindicación de Argentina en Malvinas, incluso en el terreno militar, como establecía el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca.

Entre los países que se destacaron por haber hecho efectivo un aporte militar para enfrentar a los ingleses, se cuentan Perú y Venezuela. Ambos gobiernos convocaron a sus poblaciones a la calle contra Inglaterra. Otros quisieron, pero no pudieron o no se atrevieron.

Bajo la responsabilidad criminal de Galtieri y la Junta Militar esa ayuda militar fue mal utilizada o simplemente defraudada, bajo el mismo criterio irresponsable y oportunista con el que había sometido al país a una guerra técnicamente tan desigual, usufructuado muchas donaciones de la población, y manipulado la voluntad nacionalista de los combatientes.

Perú aportó una escuadrilla de por lo menos diez cazas bombarderos Mirage V, artillados con misiles teledirigidos AS30, todos fueron despachados clandestinamente del Perú a Argentina, en abril y mayo de 1982. Una Comisión Investigadora del Senado peruano reveló la ayuda militar años después en una Sesión reservada del 23 de setiembre de 1991: “en abril del 82 … el Primer Ministro Manuel Ulloa-, consultó al jefe de las Fuerzas Armadas Peruanas, si era posible entregarles unos aviones a los argentinos y el jefe militar contestó que sí”, informa el blog conflictomalvinas.com

En Venezuela, el gobierno socialcristiano de Luis Herrera Campins, bajo la presión de un poderoso movimiento nacional contra los británicos y EEUU, decidió aportar piezas militares, en una acción temeraria, tratándose de un país y un gobierno que estaban sometidos a Washington mediante el petróleo.

El general de las Fuerzas Aéreas de Argentina, Rómulo Henríquez, ex agregado militar en Washington durante el gobierno de Arturo Illía, declaró EN 1999 para el libro Reportaje con la Muerte, que dos aviones de la Fuerza Aérea de Venezuela llegaron clandestinamente a Tucumán en mayo de 1982. Esos aviones nunca fueron usados y permanecieron en hangares militares de esa ciudad durante años. (Reportaje con la Muerte, pág. 171, M. E. Guerrero, Ediciones B, Buenos Aires 2002).

Además de los dos aparatos, la Junta recibió gran cantidad de municiones de 7.62mm, bombas MK-82/84, algunos torpedos y tanques lanzables para Mirage III y repuestos para éste avión, según el blog especializado conflictomalvinas.com

Brasil, un país con hipótesis de guerra contra Argentina desde comienzos del siglo XX, aportó dos aviones EMB-111 Bandeirante en versión patrulla marítima para la Armada Argentina. Vinieron a reemplazar a los dos P-2H Neptune que quedaron fuera de servicio luego de la misión del Sheffield.

República Dominicana ofreció públicamente el envío de tropas para apoyar a la Argentina, pero nunca salió de puertos dominicanos. En cambio, Uruguay, que había mantenido una posición equidistante, modificó parcialmente su postura y ofreció ser mediador en el canje de prisioneros entre la Argentina y Gran Bretaña, preparó el Operativo Maíz para habilitar el Hospital Militar y el Hospital Maciel para recibir heridos argentinos de guerra, y además, habría pasado datos al gobierno argentino para detectar submarinos y buques sospechosos, pero esto nunca fue confirmado.

Cuba, que había cumplido órdenes de Moscú favorables a la dictadura en 1976, decidió facilitar información de la KGB en Londres sobre el lugar del desembarco de las fuerzas inglesas. La Habana ofreció dos batallones de casi 6.000 hombres de tropas especializadas en combate en clima frío, entrenados por los rusos en Siberia, además, de aviones MIG-21 pilotados por cubanos, MIG-23BN Flogger H, especializada en ataques antibuque y submarinos clase “Foxtrot”. Ninguno de esos aparatos o equipos pudieron desembarcar en territorio argentino.

Otro gobierno que tampoco pudo cumplir su ofrecimiento de ayuda militar fue Nicaragua. Públicamente había anunciado estar dispuesta a enviar tropas entrenadas en la guerra a los “Contras”, además de municiones para los cañones AA de 20 y 35mm. Panamá, un pequeño país del Istmo, con un pequeño ejército, se limitó al apoyo diplomático.

Tres países europeos también se atrevieron a colocarse del lado argentino, aunque más por razones de competencia geopolítica con la agresiva Inglaterra: España fue el único país europeo-occidental que condenó el ataque británico y votó contra la Resolución de la ONU, y trascendió que habría enviado “extraoficialmente” un paper con indicaciones técnicas sobre los Harriers ingleses, por ser el mismo modelo operado por su Armada.

La URSS, en cambio, en agradecimiento a Argentina por el trigo y la carne aportada contra el embargo norteamericano, suministró fotos satelitales y utilizó aviones TU-95 desde Angola para seguir a la Flota británica. Se sabe que también desplegó en la zona de conflicto un submarino nuclear y uno de propulsión convencional para hacer seguimiento a los buques británicos. El blog citado sostiene que también facilitaron sus equipos de comunicación de alta tecnología para que los diplomáticos argentinos pudieran comunicarse con Buenos Aires sin ser infiltrados.

Irlanda e Italia, se limitaron, como lo hicieran Panamá y otros países latinoamericanos aliados de EEUU, al apoyo diplomático.

En cambio, el gobierno de Kadaffi en Libia, ofreció la lista de armas de guerra más completa: 15 misiles aire-aire Matra R530 con cabeza buscadora por infrarrojos, cinco misiles aire-aire Matra R530 con cabeza de autoguiado por radar semiactivo, 20 misiles aire-aire R550 Magic, 20 misiles Istrella con lanzador Kasef (SAM-7), 60 misiles Istrella con lanzador Maksuf (SAM-7), 10 morteros de 60mm con accesorios, 492 proyectiles de mortero de 60mm, 10 morteros de 81mm con accesorios, 498 proyectiles de mortero de 81mm superexplosivo, 198 proyectiles de mortero de 81mm iluminantes, 1000 bombas iluminantes de 26,5mm, 50 ametralladoras calibre .50, alrededor de 49.500 proyectiles calibre .50, unas 4.000 minas antitanque, más de 5.000 minas antipersonales y el compromiso de buscar misiles AM.39 en el mercado negro de armas.

Aunque conflictomalvinas.com lo da como un hecho consumado, nunca se pudo confirmar si este paquete llegó y fue usado en Malvinas contra el imperio inglés.

Aviones ingleses sobre el Cementerio de Darwin


Así es la base militar británica en Malvinas



lunes, 4 de enero de 2016

Alumnos que suman... @dealgunamanera...

Usan un invento de alumnos de secundaria para prevenir inundaciones...


Ciencia y educación. Es una red de sensores que mide el nivel del Río Luján y dispara alertas a los celulares de los vecinos cuando está por desbordar. Ganó un importante concurso de tecnología y el Municipio de Pilar lo utilizará para responder mejor ante situaciones críticas.

© Publicado el domingo 03/12/2015  por el Diario Clarín Zonales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Los chicos de cuarto año del Colegio Mano Amiga, de Pilar, que crearon un dispositivo que mide el nivel del Río Luján con el objetivo de prevenir inundaciones, siguen dando cátedra. No sólo fueron elegidos como los autores del mejor proyecto entre otros 300 presentados en un importante concurso de tecnología: ahora, su invento será llevado a la práctica por las autoridades municipales.

La Comuna se puso en contacto con la escuela para poder utilizar el dispositivo, que permitirá alertar sobre las crecidas hasta que se realicen las obras estructurales necesarias. Los Bomberos y Defensa Civil ya forman parte del plan ideado por los alumnos Salma y Valeria Godoy, Francisco Reibaldi, Christopher Legris Kaigar y Agustín Martínez Bastón. Ellos contaron con la guía y coordinación del profesor Andrés Obregón y el director Rubén Fiorini.

"Nosotros colaboramos en la primera parte, que fue el prototipo de la alarma. Los chicos lo idearon y le dieron vida. Luego la perfeccionaron ingenieros y ahora queda en manos de Defensa Civil", comenta Obregón, quien dicta clases de Matemática, Introducción a la Física y Literatura. Y añade: "El sistema es muy complejo para que los alumnos lo sigan. Se implementarán puestos de monitoreos que controlarán el nivel del río y desde allí evaluarán cuándo dar alerta a la población".



El cuartel de Bomberos fue el lugar designado para la reunión en la que los integrantes de la Fundación Mano Amiga, una ONG que tiene a su cargo el colegio de Pilar para fomentar la formación y el desarrollo social, explicaron a los responsables de Defensa Civil, a vecinos del Río Luján, a los mismos bomberos y a la secretaria de Servicios Públicos, Analía Leguizamón, cómo funciona el instrumento de medición.
Para implementarlo en un principio se ubicarán tres sensores en los puentes de los ferrocarriles San Martín y Urquiza, y en el de Ruta 8.

El dispositivo, que ganó el concurso "Samsung Soluciones para el Futuro" correspondiente a 2014, detecta cuando el agua sube por encima del nivel normal del río y en ese mismo momento envía la información a una central, que a su vez la retransmite a los vecinos de la zona, permitiendo una evacuación ordenada y una mejor asistencia a los damnificados por parte del personal de Bomberos y Defensa Civil.

En el futuro, en total serán 15 los sensores instalados entre Suipacha y Escobar. Las alertas tempranas se enviarán a través de mensajes de texto o por una aplicación que se podrá bajar en cualquier celular e informará en tiempo real la altura del Luján.

Lo que parecía un simple boceto terminó siendo una idea sólida y un impulso para continuar creciendo. "Por nuestra parte seguiremos colaborando con el tema de la inundación porque nos toca muy de cerca, ahora estamos trabajando en unas barreras de emergencia para que la gente pueda utilizar en caso de inundaciones", afirma el profesor.

Además, los chicos adelantan que ya están pensando nuevas ideas y resaltan la importancia de vivir estas experiencias. "Para nosotros fue muy gratificante, ya que pudimos aprovechar nuestro tiempo haciendo algo útil que beneficia a la comunidad. No queremos quedarnos de brazos cruzados", aseguran los alumnos de Pilar.