domingo, 18 de mayo de 2014

¿CFK apretó a la Iiglesia?... De Alguna Manera...

Grito en el cielo…

¡Peccatoris! Papa Francisco. Dibujo: Diego Temes 

¿CFK apretó a la Iiglesia?  Tras un duro documento, por qué el Episcopado se dio vuelta. El rol del Papa. Tedéum en riesgo.

Tanto el peronismo como la Iglesia están marcados en su historia por la relación amor-odio. Hay puntos extremos, como la quema de iglesias en junio de 1955 o las tres audiencias que Francisco le concedió a Cristina y su obsesivo reclamo para que cuiden a la Presidenta. El humanismo cristiano, la doctrina social, la disciplina vertical, la lucha por el poder, la opción por los pobres y cierto anticomunismo de subsistencia, constituyen la medianera conceptual que comparten. No sería una herejía entonces subrayar que hoy muchos peronistas de todos los palos peregrinan al Vaticano para sacarse una foto con el Papa como antes lo hacían a Puerta de Hierro a la pesca de un encuentro con Perón. Todos lo han hecho.

Desde la presunta izquierda de Juan Cabandié y Estela Carlotto hasta la derecha pesada y comprometida con la dictadura de Gerardo Martínez. Una selfie con Francisco no se le niega a nadie.

El propio Papa se forjó en la fragua juvenil del peronismo ortodoxo de Guardia de Hierro y, en los últimos días, recordó aquellos años al darle un lugar de gran visibilidad a Juan Grabois, hijo de Pajarito, quien fuera dirigente de aquella organización de cuadros blindados.

En la década fracturada, los Kirchner evidenciaron su doble discurso. Reivindican en el relato a los curas villeros que contienen a los pobres, pero en la realidad, como no reconocen la existencia de pobres en su gobierno, les molesta que los sacerdotes iluminen los lugares de mayor marginalidad y exclusión social que ni Néstor ni Cristina pudieron solucionar. Entonces intentan ocultar lo que la Iglesia está obligada a denunciar.

Cada vez que el cardenal Jorge Bergoglio se refería a su principal preocupación que es la exclusión social, a Néstor le daba un ataque de furia. Combatió a Bergoglio con todas sus armas. Lo castigó sacando el Tedéum de la Catedral y con la excusa de hacerlo más federal lo llevó al interior.

Calificó al cardenal como opositor y en un derrape llegó a decir que el diablo también usaba sotana. Cristina, más cristiana, mantuvo esa lucha contra Bergoglio, incluso hasta un día después de que fuera designado Papa. Pero el pragmatismo y el consejo de Rafael Correa, presidente de Ecuador y fervoroso creyente, le hicieron cambiar de opinión. El Papa puso la otra mejilla y transformó la relación de odio en un amor casi celestial e insólito. Nadie trató tan bien y con tanta deferencia a la Presidenta como Francisco. A los opositores del Gobierno, el Sumo Pontífice les dice que quiere custodiar la paz social y que no haya turbulencias hasta la entrega del poder en el 2015. A los oficialistas les recuerda sus dedos en ve de otrora y retoma conceptos como “la patria grande” o la descalificación del neoliberalismo desalmado y consumista que multiplica la pobreza.

El pastor sabe que su rebaño es multitudinario y a escala planetaria. No quiere perder ninguna oveja y eso le hace brotar sus dotes de conductor político. El gran problema del Papa es que Cristina es millonaria, milita en unidades básicas contradictorias como las de Puerto Madero y Louis Vuitton y que, encima, está salpicada por graves causas de megacorrupción. Y como si esto fuera poco, Bergoglio sabe –lo sufrió en carne propia– que la intolerancia K no permite crítica si se quiere permanecer a su lado y en buenas relaciones.

De hecho, en los dos últimos documentos de los obispos argentinos, cargados de frases textuales del Papa, como que “la corrupción es un cáncer social”, debieron ser explicados y minimizados ante la Presidenta en reuniones posteriores.

Cristina puso el grito en el cielo con el diagnóstico de que “la sociedad está enferma de violencia”. ¿Está ella muy susceptible o el Episcopado demasiado flexible? Es más grave todavía: el Gobierno hace con la Iglesia lo mismo que hizo con todas las instituciones, fracturarlas entre amigos y enemigos. Buscan cuáles son los obispos gorilas para mandarlos al infierno y ponen en un altar a los “compañeros”, como el arzobispo Víctor Manuel Fernández, un intelectual de fuste que participó activamente en la redacción del documento de Aparecida, que es una suerte de hoja de ruta del Papa. Tucho, como le dicen al rector de la UCA, escribió una columna en Página/12 que no se puede dejar de leer para comprender los nuevos posicionamientos. Allí, repite apenas con un poco más de elegancia el discurso K anti Clarín: responsabiliza a los medios de mala praxis. El arzobispo es una figura rutilante, de perfil bajo pero de gran proyección, que reza para que Julián Domínguez sea el candidato bendecido por CFK.

Lo más grave, como siempre es la interpretación de la violencia política. Carlotto reaccionó diciendo que la Iglesia no había hablado cuando se secuestraba gente. Tiene razón la presidenta de Abuelas, la jerarquía calló durante el terrorismo de Estado, igual que los Kirchner. Cuando Cristina les ordenó a los muchachos de La Cámpora que salieran al cruce del documento eclesial, casi como un formulario repitieron que la sociedad estuvo enferma de violencia en el ‘55, ‘76, ‘89 y 2001. Curioso sesgo y olvido de 1974, precisamente el año en el que el peronismo asesinó a dos peronistas íntimos de Perón como Rucci y el cura Mugica. Montoneros y la Triple A dirimieron sus diferencias en plena democracia arrojándose cadáveres.

¿La Presidenta habrá quedado satisfecha con las disculpas que le ofrecieron monseñor Arancedo y compañía, o seguirá con ganas de suspender el Tedéum del 25 y castigar al cardenal Mario Poli por el pecado de criticarla? Voceros obispales quedaron descolocados frente al retroceso del Episcopado. ¿Se puede calificar de apriete lo que hizo el Gobierno con la Iglesia? ¿El “vamos por todo” los incluye? ¿Cuidar a Cristina es autocensurarse?

Dijeron que el principal responsable de la violencia es el Gobierno, pero luego rectificaron porque el texto “era un llamado a toda la dirigencia”. ¿Qué nivel de consultas tuvieron con el Papa? Hay muchas dudas menos una. Por ahora, Cristina sigue firme en su camino: a Dios rogando y con el mazo dando.

© Escrito por Alfredo Leuco el Sábado 17/05/2014 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


Boudou no tiene perdón... De Alguna Manera...


Boudou no tiene perdón...


Trastienda de la cumbre de Cristina con el Episcopado. El vicepresidente, cada vez más comprometido. ¿Licencia?

El crítico documento de la Conferencia Episcopal molestó profundamente a la Presidenta. Sin disimulos, Cristina Fernández de Kirchner lo hizo saber el sábado pasado durante el acto de recordación del cuadragésimo aniversario del asesinato del padre Carlos Mujica. Allí demostró, además, haber confundido el significado real del mensaje de los obispos. La jefa de Estado habló de violencia política mientras que la jerarquía de la Iglesia lo hizo sobre la violencia en el contexto de la ola de inseguridad que asuela el país. No es la primera vez que la Presidenta confunde peras con manzanas.

El documento, que fue aprobado por unanimidad, generó un debate intenso entre los obispos y fue sujeto de más de una lectura y de varias correcciones. La discusión, en verdad, giró sobre si, al término de las deliberaciones de la asamblea, debía haber un documento o no. Como no se llegó a un acuerdo, se votó: votos más, votos menos, unos diez obispos lo hicieron por la negativa; el resto lo hizo por la afirmativa. 

Hubo una filtración que perturbó a los prelados. De ahí la carta que el rector de la Universidad Católica Argentina, monseñor Víctor Fernández, envió a Página/12, en la que daba indicios de saber quién había sido el responsable de la filtración y esgrimía una crítica hacia el medio que la publicó: Clarín. Ello fue una demostración de desconocimiento del ABC del periodismo. El caso Watergate, que puso al descubierto una red de espionaje político montado por el presidente Richard Nixon y que culminó con su renuncia, salió a la luz pública a partir de una filtración de un funcionario del gobierno que por muchos años fue conocido por el apodo de “Garganta Profunda”.

Cuando finalmente se difundió el documento, en el Gobierno el malhumor fue indisimulable. 

De ahí la dura respuesta emanada tanto de la Presidenta como de La Cámpora. Como es sabido, en este tipo de pronunciamiento los obispos no se abocan a la crítica específica de un gobierno. Lo que ocurre es que la responsabilidad primaria respecto de los problemas sociales, económicos y políticos de un país –que son los ítems sobre los que habitualmente se explaya el Episcopado–, recae siempre en el gobierno de turno, sea éste de la ideología que fuere. Esto es algo de Perogrullo. El documento tiene algunos párrafos textuales que reproducen pensamientos del Papa. Uno de ellos es el que señala que “la corrupción es un cáncer social”. Por eso fue desopilante escuchar a Fernández de Kirchner quien, a la manera de un exégeta, intentó rebatir a los obispos utilizando textos del Santo Padre.
 
Este fue el marco dentro del cual la Presidenta se reunió con los representantes del Episcopado. La concreción del encuentro no fue fácil, ya que la mayoría de los obispos había regresado a sus respectivas diócesis. De todos modos, varios prelados hicieron conocer su poco entusiasmo por participar de la convocatoria –otros directamente dijeron que no había que ir– que, según comentó a algunos allegados el miércoles por la noche el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor José María Arancedo, iba a tener lugar el viernes. 

Finalmente cuando se concretó en la tarde-noche del jueves, se hizo al más puro estilo kirchnerista: a los periodistas se les informó que la reunión iba a tener lugar en la Casa Rosada cuando, en realidad, Fernández de Kirchner recibió a la comitiva de la jerarquía eclesiástica en la residencia de Olivos.

El encuentro fue definido como cordial. ¿Podría haber sido de otra manera? Lo cierto es que la Presidenta sacó a relucir la relación directa que tiene con el papa Francisco, como si eso la colocara por encima de los obispos. Expresó que hubiera sido su deseo que se la hubiese anoticiado del documento antes de su difusión pública. Eso hizo acordar a Carlos Menem, quien durante su presidencia supo despachar a algún enviado a la reunión de la Conferencia Episcopal, con el objeto de bajarle el tono a sus pronunciamientos cuando éstos eran críticos de situaciones sobre las que la responsabilidad de aquel gobierno era indiscutible. Nada nuevo bajo el sol.

El fallo de la Cámara de Casación, por el que se confirma todo lo actuado hasta aquí por el juez federal Ariel Lijo en la causa de la venta de la ex Ciccone Calcográfica, fue un cachetazo para Amado Boudou. Todas las presiones ejercidas sobre los camaristas por parte de sus representantes resultaron ser infructuosas. Ese repertorio que incluyó últimamente un intento de intimidación sobre José Guillermo Capdevila, ex director general de asuntos jurídicos del Ministerio de Economía, uno de los testigos clave de esta trama de corrupción que está bajo investigación, ha demostrado ser infructuoso. Es que las pruebas reunidas hasta aquí en la causa tienen una contundencia irrefutable. 

Así las cosas, el camino ha quedado allanado para que Lijo cite al vicepresidente a una declaración indagatoria. De esta manera, se le plantea al Gobierno –en verdad, a la Presidenta– un dilema político: ¿qué hacer con Boudou, un personaje a quien, salvo Fernández de Kirchner y algunos pocos más, ya nadie del oficialismo quiere? En sus filas, son varios los que piensan que si el vicepresidente fuera imputado debería pedir licencia en el ejercicio de su cargo.

Los abogados de Boudou, con cercanía al Servicio de Inteligencia del Estado, ya han dicho que apelarán ante la Corte Suprema, lo que es una obviedad. Por lo que se habla en los pasillos del cuarto piso del Palacio de Tribunales, las chances del vicepresidente de obtener un fallo favorable son muy escasas. Así, pues, quienes lo defienden deberán mejorar sus argumentos y modificar su estrategia defensiva. Lo del apriete ya no va más.

Producción periodística: Guido Baistrocchi.

© Escrito por Nelson Castro el Domingo 18/05/2014 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


Chubut: Súper Dinosaurio... De Alguna Manera...

Encuentran fósiles de un ‘súper dinosaurio’…

Gigantesco. El fémur del dinosaurio hallado comparado con el técnico del MEF, Pablo Puerta. Los fósiles fueron hallados por un peón rural en el paraje El Sombrero. Foto: Gentileza MEF

Fueron hallados en Chubut por expertos del Museo Egidio Feruglio. "Es el más grande conocido hasta ahora", aseguran.

El dinosaurio más grande del mundo conocido hasta el momento es argentino. Así lo aseguran investigadores del Museo Egidio Feruglio (MEF) de Trelew, provincia de Chubut, quienes ayer anunciaron su hallazgo: los restos de un enorme ejemplar, con un peso de 77 toneladas –el equivalente al de catorce elefantes africanos adultos–, de la familia de los Saurópodos.

Los fósiles fueron hallados por un peón rural en el establecimiento La Flecha, ubicado a 260 kilómetros al oeste de Trelew. Se trata de un dinosuario del grupo de los Saurópodos herbívoros, caracterizado por su andar cuadrúpedo. Vivió hace unos 90 o 100 millones de años, en el período Cretácico superior, la última parte de la era de los dinosaurios. El largo del animal probablemente alcanzó los 40 metros desde la cabeza hasta la cola y su altura debió haber alcanzado unos 20 metros con el cuello erguido (el equivalente a un edificio de siete pisos).

“Dado el tamaño de los huesos encontrados, que superan a los más grandes anteriormente conocidos, como el Argentinosaurus de Neuquén, el nuevo dinosuario se convierte en el más grande conocido”, le esplicó a Pperfil el paleontólogo José Luis Carballido, quien encabezó el Grupo de Investigación responsable del hallazgo junto Diego Pol.  Los expertos aún no han determinado qué nombre recibirá el nuevo dinosaurio. “Muy probablemente reciba un nombre que hable de su magnificencia y homenajee tanto a la provincia de Chubut como a sus descubridores", afirmaron.

La excavación comenzó a principios de 2013 y aunque el hallazgo se produjo hace tres meses, recién se dio a conocer ayer. El equipo, conformado por un total de 30 personas, determinó que en esa zona de la meseta chubutense existe un enorme campo de fósiles, que podría albergar restos de otros siete ejemplares. “La excavación actual representa el 20% de lo que será el final del proyecto”, dijo Carballido.

Esta semana, se conoció otro importante descubrimiento de investigadores argentinos: una nueva especie de dinosaurio, ligado al grupo de los brontosaurios. "Es el típico dinosaurio que se ve en las películas y en dibujitos animados”, le ejemplificó a PERFIL el paleontólogo Sebastián Apesteguía", investigador del Conicet y la Fundación Azara.

El hallazgo del equipo argentino se publicó en la prestigiosa revista científica PLOs One y, de acuerdo con otro de los expertos, el doctor Pablo Gallina, "se decidió denominar a esta especie Leinkupal laticauda (Leinkupal, en idioma mapuche, significa "familia que desaparece" y laticauda es "cola ancha").

© Escrito por Florencia Ballarino y Enrique Garabetyan el Sábado 17/05/2014 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Al rescate de la historia del mayor dinosaurio conocido.


El hallazgo en Chubut de una especie de saurópodo, de cuello largo, supera todo lo imaginable: 40 metros de largo y 20 de alto.

El hallazgo en Chubut del dinosaurio más grande conocido permitirá resolver preguntas sobre la condición climática extraordinaria de la Patagonia hace millones de años y estudiar el tamaño corporal gigante como intento de escape de los herbívoros a la predación de los carnívoros, afirmó ayer el director de la campaña.

“El dinosaurio saurópodo, herbívoro, de largos cuello y cola y un cráneo pequeño en relación con el resto del cuerpo podía aumentar más de 6.000 kilos al año”, contó el paleontólogo José Luis Carballido, director de la campaña que recuperó el ejemplar a 260 kilómetros al oeste de Trelew.

Carballido opinó sobre el gran impacto mundial del trascendente hallazgo: “A la gente le fascina tanto como a nosotros un nuevo dinosaurio, y evidentemente el tamaño de los huesos de este ejemplar llama la atención”.

Además, “la enorme cantidad de restos encontrados –unos 200 hasta ahora–, pertenecientes a más de siete ejemplares, representa el hallazgo más completo de este tipo de dinosaurios a nivel mundial, lo cual permitirá avanzar mucho más en el conocimiento de este grupo de dinosaurios”.

¿Fue la Patagonia un lugar particularmente habitado por dinosaurios? “La pregunta no es por qué en la Patagonia había tantos dinosaurios, sino por qué los encontramos ahí”, replicó.

“En la Patagonia podemos hacer estudios de afloramientos cretácicos gracias a los ambientes desérticos y a la erosión que permite que caminemos sobre rocas cretácicas: en Misiones no se encuentran dinosaurios porque está la selva arriba de las rocas”.

El investigador enfatizó como uno de los puntos importantes del hallazgo que va a permitir empezar a contestar varias de esas preguntas en el porte de los ejemplares. “Pertenecen a los principios del Cretácico Superior –entre 100 y 90 millones de años, de cuando tenemos al gigante Argentinosaurus Huinculensis en Neuquén–; estos huesos de una nueva especie que debe haber tenido evidentemente una condición climática excelente”, observó.

El nuevo dinosaurio se convierte en el más grande conocido, alcanzando una masa corporal de 77 toneladas métricas –quizás mayor–, superando al menos en 5 toneladas al Argentinosaurus.

El largo del animal probablemente alcanzó los 40 metros desde la cabeza hasta la cola, y su altura debió haber alcanzado, con el cuello erguido, probablemente unos 20 metros.
 

La principal hipótesis es que el tamaño corporal tiene relación con el intento de escape a la predación, llamado también “carrera armanetista”, por la que un herbívoro puede eludir a un carnívoro.

“Ocurre en cualquier ecosistema sistema actual; por ejemplo con el elefante, que pasa a ser inmune a la predación porque se hace energéticamente costoso y riesgoso atacarlo”, precisó.
Carballido contó que los paleontólogos y técnicos del Museo Egidio Feruglio (MEF), en Trelew, encontraron “varios ejemplares adultos diferentes, a los que seguro no atacó ningún predador”.

Al ser más difíciles de depredar, los ejemplares enormes van dejando mayor descendencia –también observada en la megafauna pampeana de los peludos de tres metros y osos y pájaros enormes–, pero para su desventaja, son más lentos a los cambios ambientales.
 

“Este linaje de gigantes no llegó a los 60 millones de años, cuando se extinguieron los dinosaurios, porque evidentemente hubo un cambio en el ambiente: no se adaptaron y terminaron por extinguirse”, indicó.

Un grupo de especialistas fue reunido para abordar tanta variedad: Leonardo Salgado, experto en saurópodos; Alejandro Otero, especialista en La Plata de la reconstrucción muscular de dinosaurios; el histólogo Ignacio Cerda, y otros investigadores de universidades argentinas.

Al destapar un tesoro como el encontrado, sigue una actividad de experto forense: observar la posición de los cuerpos respecto del sitio de los huesos y hacer un mapa de lo que se saca.


Con técnicos del MEF y de otras instituciones, más voluntarios y estudiantes, los científicos deben remover toneladas de roca.

“Trabajamos con maquinaria de Vialidad y de la Comisión Nacional de Energía Atómica, y luego a pico, pala y martillo neumático sobre piedra dura, para extraer el fémur petrificado que pesa más de 600 kilos, y los bocones de huesos cubiertos con yeso para protección los movimos con una grúa hidráulica”, describió.

De esa manera seguirán trabajando en sucesivas expediciones al Establecimiento La Flecha (Sucesión Mayo), unos 260 kilómetros al oeste de Trelew, unos 25 kilómetros al sur de la ruta 25, en dirección al paraje El Sombrero.

En ese lugar, un avezado peón rural marcó el sitio del hallazgo sobre el que trabaja un grupo que lidera Carballido junto con Diego Pol, con la asistencia del departamento técnico del MEF encabezado por Pablo Puerta.

“El más grande de todos”

Medios de todo el mundo destacaron ayer el descubrimiento del dinosaurio más grande hasta ahora conocido, en la meseta chubutense, y consideraron a la región como la que alberga a “casi la mayor cantidad de huesos de dinosaurios del planeta”.

De esta forma calificó a la Patagonia el portal árabe Al Jazeera, al tiempo que el australiano The Australian nombró el hallazgo como el “fósil de un súper dinosaurio”. La BBC de Londres destacó el descubrimiento del “dinosaurio más grande de todos”, y la “notable condición” de los casi 150 huesos encontrados por los investigadores argentinos. El diario chileno La Tercera, por su parte, puso énfasis en las características del dinosaurio, al remarcar el hallazgo de “una nueva especie de dinosaurios saurópodos” –de cuello largo–, “los primeros encontrados en América del Sur”. En tanto, The Japan Times volvió también sobre la especie del dinosaurio y remarcó que desenterraron “un dinosaurio de cuello largo único en Argentina”.


En el portal del diario El Mundo de España, el artículo más leído es el del hallazgo del dinosaurio de hace 95 millones de años, que lo calificó de “excepcional descubrimiento”. Si bien el hallazgo se realizó hace algo más de tres meses, el anuncio fue realizado anteayer por el director del museo, Rubén Cúneo, junto con otros investigadores.

“Reconstruir el ecosistema de hace 100 millones de años”

El hallazgo de los restos del dinosaurio más grande del mundo en la provincia de Chubut permitirá “reconstruir cómo era la vegetación y cómo funcionaba el ecosistema” en ese lugar hace cien millones de años, aseguró ayer el paleontólogo José Luis Carballido, a cargo de la investigación.

Carballido describió el lugar: “Hay una gran cantidad de troncos e impronta de hojas que nos permitirá reconstruir cómo eran las plantas, la vegetación y cómo funcionaba el ecosistema 
 

Asimismo, dijo que “algo impresionante de zona es que hay gran cantidad de vientres de animales”.

Los restos del dinosaurio saurópodos, al que aún no se le dio un nombre, fueron encontrados en proximidades de la localidad de Las Plumas por investigadores del museo paleontológico Egidio Feruglio de Trelew, luego de que un peón rural informara que había encontrado restos óseos.

El peón descubrió un fémur que “es el equivalente al de 14 elefantes africanos, por lo que se deduce que el animal pesaba al menos 100 toneladas” dijo el paleontólogo Pablo Puerta, investigador de ese centro.

De las excavaciones participaron “voluntarios y estudiantes que se acercaron a darnos una mano”, dijo el paleontólogo, quien añadió que el tema se pudo mantener en reserva porque se le pidió al grupo que no difundieran los datos ni publicaran fotos a través de las redes sociales.

Carballido graficó el momento que más lo conmovió: “Después de trabajar 10 días, cuando subí a una barra y vi la cantidad de huesos que aparecían fue impactante”.
En declaraciones a TN dijo que al caminar por la zona encontraron cosas que no se habían hallado en otro lugar.

“El campo donde están los materiales de trabajo “es privado, tiene alambrado y tranquera y hay una suerte de yacimiento cerca de allí, donde viven los dueños del campo, por lo que entendemos que está seguro, y además contamos con la ayuda de la Secretaría de Cultura de Chubut”, señaló.


A partir del hallazgo, la idea es “hacer un parque turístico para que la gente pueda acercarse al lugar a ver cómo se encuentran los huesos y para asegurar la preservación de la zona, para lo cual habrá que ver que dice la reglamentación”.

Algunos huesos fueron llevados al museo paleontológico para su análisis e investigación, en tanto que otros permanecen en el lugar, protegidos con yeso para pasar el invierno y retomar la campaña en la primavera.


Los científicos estiman que harán falta dos temporadas más de campaña en campo para terminar la excavación, y no descartan que puedan encontrarse otros restos de dinosaurios de gran tamaño.

© Escrito por Cecilia Carbajal el Domingo 18/05/2014 y publicado por el www.elciudadanoweb.com de la Ciudad Rosario Provincia de Santa Fe.