lunes, 24 de diciembre de 2012

Lo que viene... "China 3.0"... De Alguna Manera...

"China 3.0"...

 China 3.0

Cómo será el mapa internacional cuando Beijing asuma su liderazgo. La disputa con Estados Unidos. Un imperio y dos imperios. El ascenso de Brasil y la India. ¿El mundo se olvidó de la Argentina o la Argentina se olvidó del mundo?

“Estados Unidos ha sido la única superpotencia desde el fin de la Guerra Fría, pero su dominación global se ha debilitado desde la crisis financiera de 2008. La configuración internacional actual está en transición desde la unipolaridad con Estados Unidos como el único actor líder hacia la bipolaridad con China, emergiendo en los próximos diez años, como una contraparte menos poderosa de Estados Unidos”. China 3.0, publicado el mes pasado por el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores.

El mundo verá en las próximas décadas la confrontación entre Estados Unidos y China por la hegemonía mundial. Desde un punto de vista lógico, hay tres salidas para esa lucha: la victoria china, el empate o el triunfo de Estados Unidos. Esta última opción parece muy improbable, a menos que suceda un derrumbe chino, cuyos motivos, hoy, no se insinúan.

De manera que, puestos a observar los asuntos del mundo, deberíamos prestar atención para ver si nacen en China fuerzas incontenibles que llevarán al país a dominar las relaciones mundiales, a la vez que miramos con cuidado los signos de renovación o decadencia que puedan darse en Estados Unidos. Un imperio o dos imperios.

Existe una opción distinta para la que deberíamos estar preparados. Pueden nacer novedades en la organización mundial que lleven a que el tipo de orden mundial que conocimos en la historia no se repita en el futuro.

Hasta ahora, tuvimos tres tipos de naciones: las imperiales, que imponían su dominio; las altamente evolucionadas; y el resto, que agrupaba a la mayoría, con diversos grados de progreso. Las denominaciones cambiaron, pero siempre tuvimos un mundo en que éstos eran los tres grupos básicos.

En nuestro tiempo, han aparecido naciones que no podrían pretender hegemonías mundiales, pero que mantienen un ritmo de desarrollo importante y que probablemente lleguen a ser líderes regionales. Serán actores de peso en el tablero mundial, no dependerán de imperios, su influencia y su liderazgo serán fuertes en sus regiones, pero no impondrán el dominio sobre otros países. India y Brasil serían dos casos típicos.

Si se produjera una configuración mundial de este tipo (potencias mundiales, líderes regionales y resto del mundo), las derivaciones para las políticas exteriores de los Estados deberían ser, en ciertos casos, importantes. Recuerdo muy bien la dificultad de imaginar nuestra política exterior e interior en la época de la Guerra Fría.

Por ejemplo, para despejar la sospecha de que estoy hablando de categorías abstractas, nuestra estabilidad democrática (¡nada menos!) podría haber estado en peligro si Cuba no hubiese cesado el apoyo al Frente Patriótico Manuel Rodríguez, la fuerza insurgente chilena. Fue necesaria una visita a Cuba en 1986 y una extensa conversación con Fidel Castro para que cesara el envío de armas al Frente Manuel Rodríguez.

En el ejemplo de Chile se ve la importancia que los asuntos exteriores tienen para los interiores. Sin embargo, este dato contrasta con la ignorancia que existe en nuestro país por los temas del mundo y los inmensos efectos que tienen en nuestra existencia, colectiva e individual. Lo que pasa en el planeta casi entra en la categoría de relleno informativo.

La pasividad en el caso que cité habría sido la antesala de la catástrofe. Del mismo modo, no imaginar ahora cómo actuar en estos escenarios, de los que aquí sólo hacemos un boceto, traerá consecuencias peligrosas. ¿Nuestra política exterior tiene algo que ver con los escenarios que se describen en este panorama? ¿Acaso hemos realmente pensado toda la potencialidad del vínculo de Brasil, incorporando el ascenso de ese país? Nadie plantea esos posibles caminos ni nadie exige que existan políticas sobre estas cuestiones.

En estos meses hemos visto algunos hechos, en China y Estados Unidos, que pueden mejorar nuestro dibujo del futuro. En Estados Unidos se insinúan cambios que forman parte de una lenta evolución, sin ruido y sin transformaciones súbitas. Hay indicios de que puede terminar el largo período de dos grandes mitos estadounidenses. El primero, en su sociedad, el american way of life, donde parecía que todos podían acceder al sueño del consumo masivo, autos modernos e inmensas casas (sostenido en realidad por un gran endeudamiento de hogares y empresas). El segundo, el “destino manifiesto”, donde ese país era el pueblo elegido que decidía lo que era bueno o malo en el resto del mundo.

Hoy pareciera que se inicia  la reconsideración de esas fantasías. George W. Bush ayudó a precipitar la realidad. Su nefasta administración exacerbó las fragilidades intrínsecas de Estados Unidos. La gran crisis de 2008 despertó la conciencia de que el país no era omnipotente y eterno. A partir de allí, la realidad de un mundo más complejo y real comenzó a mojar sus costas.

A su vez, China ha iniciado una gran reflexión acerca de su futuro político. Ya no se trata de su transformación económica y comercial ni de su carrera por el cambio tecnológico y militar. Ahora bajan las cartas del juego esencial, la construcción política de la sociedad.

Hace unas pocas semanas se publicó China 3.0, una compilación  de autores chinos sobre esta cuestión. Es la primera vez que se habla de la ambición política china y su manera de concebir de la organización de la sociedad.

Entre los autores, el director de Asuntos Globales, Pan Wei, sintetiza la etapa que se cierra y la que se abre en China. “Para 2049 finalizará el renacimiento de la civilización china y comenzará la era de la modernización, que tiene otro sentido que el occidental. Para nosotros, esto implica un país fuerte como cualquiera de Occidente y una población rica como cualquiera de Occidente […]. Tendremos una democracia con características chinas, más libertad de expresión con menos individualismo. El multipartidismo divide y no se ajusta a una sociedad cohesionada como la china”.

Estados Unidos comienza a repensarse; China, a imaginar la sociedad de su futuro. Brasil anuncia sus planes de defensa para 2030 y asume, con prudencia, el papel de potencia regional. Vamos hacia un mundo nuevo, que, en estas arenas exteriores, parece inquietar a pocos. Me parece que no es tan grave que el mundo haya olvidado a la Argentina como que la Argentina haya olvidado al mundo.

© Escrito por Dante Caputo y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 23 de Diciembre de 2012.



domingo, 23 de diciembre de 2012

Como entender la crisis actual... De Alguna Manera...

Impunidad y pobreza…

ICONOGRAFÍA DEL EXPOLIO. Dibujo: Pablo Temes.

La mezcla da un cóctel explosivo, con el Gobierno como gran responsable. Los desatinos. Longobardi, otro caso de censura.

Fue como una pesadilla. Las imágenes de los saqueos que se extendieron a varios puntos del país nos trajeron los peores recuerdos de aquellos dramáticos momentos que la Argentina padeció a fines de 2001. Nadie sabe a ciencia cierta quiénes estuvieron detrás de estas acciones que, en muchos casos, demostraron responder a algo organizado. Lo cierto es que en Bariloche, por ejemplo, el intendente advirtió al gobernador de Río Negro que algo de esto podía pasar si no apuraban el envío de bolsones con comida para atender a los sectores más postergados de ese lugar. El reclamo no fue atendido y allí estuvo la excusa para generar hechos que siempre deben ser condenados, pero a los que hay que analizar en superficie y en profundidad. No todos robaban comida. Muchos se llevaron electrodomésticos. Lo hicieron con total desparpajo y hasta con cierta tranquilidad, a la vista de todos. En Villa Gobernador Gálvez los que saqueaban y los empleados y propietarios de los comercios que eran saqueados se conocían. Robar para comer puede responder a una circunstancia de necesidad extrema. Robar electrodomésticos es, lisa y llanamente, un delito. Surgen dos realidades que dieron marco a estos hechos: una es la pobreza; la otra, la falta de respeto a la ley.

La pobreza y la exclusión siguen siendo parte de un paisaje social que está muy lejos del ámbito bucólico que el Gobierno pretende dibujar de la Argentina. Por eso las palabras del jefe de Gabinete, Juan Abal Medina –cuando el viernes dijo que “quieren frenar el gran momento que vive la Argentina”– exhiben la desconexión que existe entre el “relato” del Gobierno y la realidad.

El crecimiento de las villas de emergencia es un dato incontrovertible que es visible a la mirada del ciudadano de a pie. En Bariloche, por tomar el suceso originario de estas revueltas, es el caso del asentamiento de el Alto. Viven allí 30 mil almas sobre un total de 130 mil que habitan la ciudad. Es decir que casi el 25% de la población se nuclea en ese caserío que se ha transformado en tierra de nadie. La ausencia del Estado allí es estrepitosa y ha convertido el lugar en guarida de delincuentes que complican la vida de la mayoría de gente honesta que reside allí. Lo peor es que, lejos de disminuir, el Alto crece en forma imparable. Es lo que pasa en otros asentamientos en el resto del país. En Capital, el ejemplo más relevante es el de la Villa 31. No es el único; los otros, menos visibles, como la Villa 1-11-14, la Rodrigo Bueno y Ciudad Oculta, son lugares en los que la ecuación se repite. En Rosario están los asentamientos del Gran Rosario, en continua expansión.

En esos ámbitos, el reinado de los planes asistenciales del Gobierno es absoluto. Y éste será uno de los “grandes legados” que dejará el kirchnerismo para el futuro. Es una de las contradicciones más flagrantes que exhibe el oficialismo que, tras una década de permanencia en el poder con un fenomenal crecimiento económico, no ha logrado erradicar estos nichos crecientes de pobreza.

Esto constituye un ejemplo claro de populismo y no de progresismo. Y sobre esto debería anoticiarse también la oposición, si algún día quiere llegar a gobernar el país con logros mejores. En el populismo, los pobres tienen más cosas y reciben asistencia permanente por parte del Estado, pero ninguna de ellas les permite superar su condición de pobres. En el progresismo, en cambio, es la movilidad social ascendente la que impera, esencial para hacer realidad el objetivo de que las personas sean dueñas de su destino.

Los hechos de estas horas le muestran al Gobierno que su insistencia en dibujar los índices de inflación y de pobreza que padece el país constituye una porfía sin destino, ya que un día todo ese castillo de arena es demolido por la realidad. En la Babel de Olivos no hay idea del deterioro que la inflación está causando en el bolsillo de los que menos tienen.

Lo que también hubo fue una desatención de informes de inteligencia y de autoridades municipales que alertaron sobre la factibilidad de estos hechos. ¿En el Ejecutivo esto se ignoró o directamente no interesó?

Los que se llevaron electrodomésticos a la vista de todos actuaron como si estuvieran haciendo la apología de la impunidad. Alguien los empujó a actuar así. Mucha de la gente que vive condenada a la pobreza eterna ve cómo, en esos lugares de miseria, se comercia políticamente con sus necesidades. Ve cómo el puntero político y su entorno lucran con la carencia del otro. Esa corruptela devastadora se palpa por doquier. Y, por supuesto, está la corrupción impune del Gobierno que también ahí se ve. Dado que las fuerzas policiales no saben bien qué hacer ni cómo actuar, todo se hace más fácil para los agitadores del caos y el desorden.

Cristina Fernández de Kirchner, que se quejaba en su último Aló Presidenta de la desprotección que padecen los efectivos policiales, debería reflexionar sobre cuánta es su responsabilidad para haber llegado a esto. En la Argentina pendular vamos de las policías brutales a las policías ineficaces.

En este marco, Cristóbal López, una de las luminarias del empresariado K, echó a Marcelo Longobardi de Radio 10 y de C5N. Marcelo, líder de la primera mañana radial, tenía un contrato vigente hasta el año 2016. En un verdadero “sincericidio”, el señor López hizo saber que la decisión de echarlo tenía que ver con “visiones diferentes” (sic) de la realidad. La brutal medida tiene dos objetivos: sacarse de encima la voz de un periodista que molesta al Gobierno y dejarlo sin aire para 2013, un año electoral. 

Es la réplica exacta de lo que me sucedió a mí en 2009 cuando Electroingeniería le compró Radio del Plata a Marcelo Tinelli. Lo ocurrido con Longobardi deja al descubierto dos situaciones: una, la intolerancia del Gobierno hacia los periodistas que ejercen su profesión con una visión crítica de la realidad; la otra, el propósito final de la Ley de Medios que no es otro que la destrucción del Grupo Clarín y la conformación de un multimedios K en el cual sólo haya lugar para las voces afines al oficialismo. Así pues, el caso de Longobardi, a quien hago llegar mi absoluta solidaridad, es un paso más en pos del “vamos por todos y por todo”, operativo que Fernández de Kirchner puso en marcha en el mismo momento que reasumió el poder, el 10 de diciembre de 2011.

Producción periodística: Guido Baistrocchi.

© Escrito por Nelson Castro y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 23 de Diciembre de 2012.


 

25 Años sin Sumo... De Alguna Manera...

No nos une el amor, sino la ausencia...

Sumo. Foto: Archivo Diario Clarín.

Diez testimonios de protagonistas y testigos de época para extrañar, como nunca, el legado de Sumo.

Tan importante como hacer una nota de tapa-efeméride (no más de dos por año, según nuestro dogma interno), era encontrar una justa razón. Y entre las cientos de posibilidades que se barajan alrededor de un aniversario más o menos redondo de la muerte de Luca, habita el contrasentido que más de una vez hizo que nos preguntáramos: ¿cómo es que hay TANTAS bandas y solistas citando a Sumo, pero tan poca música/gestos/actitudes que nos lo recuerden? 

Casi que para materializar a esa banda tan evocada, todo sería tan fácil como presentar una lista de lo que fue y no es. Enumerar las razones por las que el rock argentino atraviesa una crisis creativa es el portal que utilizamos para espejar el recuerdo y traer todas aquellas virtudes que hicieron de Sumo una banda tan importante.

Sumo. Brilla tu luz para mi...


¿Capricho periodístico? Más que eso: cada ítem fue corroborado por protagonistas y testigos de época: desde su primera baterista, la inglesa Stephanie Nuttal hasta comunicadores que se abrieron de orejas a su sonido, como Lalo Mir y Tom Lupo. 

Podríamos haber consultado también a Pettinato, pero no podría mejorar nunca esto que escribió en su singular Sumo por Pettinato : “De pronto, como si surgiera de una dimensión paralela, los artistas no entregamos nada a nadie, pero sí dejamos salir determinadas cosas, para que como una nube de polvo o un relámpago de sémola, distraigan y sorprendan, para rápidamente desvanecerse. Sin sentido el arte viene. Sin sentido se va. 

Sin sentido la música surge. Sin sentido cambia por otra, y la otra y la que viene también se irán”. Y así las cosas.

© Escrito por José Bellas, Pablo Raimondi y Ezequiel Ruiz y publicado por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el jueves 20 de Diciembre de 2012. 

Las fotos:


 




 



Juego de la "Opo"... De Alguna Manera...


Operación 'cambio de clima'...

Juego de la "Opo"...

Como parte de la operación “cambio de clima” respecto del que se instaló en el país tras los casi 12 millones de votos que recibió Cristina Kirchner en octubre de 2011, y 38 puntos de diferencia respecto de la segunda fuerza, varias acciones coordinadas se sucedieron.

Desde los pronósticos socioeconómicos apocalípticos que nunca se cumplen, pues no están diseñados para cumplirse sino para alentar expectativas negativas, hasta encuestas que suponen que a pesar de mantener los niveles de consumo y empleo sin cambios significativos respecto de los existentes en el momento del rotundo triunfo oficialista de 2011 la Presidenta hoy se desmoronó en popularidad a punto tal que perdería una elección contra Fernando Iglesias.

Al cotillón opositor se sumó también el caceroleo de segmentos medios altos y altos porteños, fogoneado por los medios opositores y convocado por “espontáneos organizadores” pertenecientes mayoritariamente al grupo de activistas de partidos opositores presentes en las redes sociales.

Recientemente dos movilizaciones y un paro general del sindicalismo opositor y sectores vinculados a la producción agropecuaria cuyo eje central es la baja del impuesto a las ganancias para el 19% de trabajadores formales que lo pagan parecían completar la operación “cambio de clima”, dándole más profundidad social a la “opo”, hasta ese momento muy sesgada hacia los segmentos medios altos y altos.

¡Esto no fue todo, amigos lectores de Perfil! Al aproximarse las fiestas, y como es casi una tradición en el país, se largaron saqueos notablemente organizados en busca de plasmas, microondas, computadoras, iPads y cualquier otro dispositivo cuya innovación tecnológica hace las delicias de los “movimientos sociales”.

La mejor caracterización de los saqueadores la dieron los intendentes del conurbano bonaerense, en cuyos distritos se concentró el 80% de los arrebatos, cuando en conjunto advirtieron que “ están organizados”, y catalogaron de simples “ladrones” a quienes están al frente de los incidentes en puertas de supermercados.

Finalmente, frente a episodios delictivos tan groseros, cabe recordar la sentencia que Juan Domingo Perón expresó ante los diputados de la JP en enero de 1974, frente al sangriento copamiento del Regimiento de Azul por parte de la guerrilla de ultraizquierda nucleada entonces en el Ejército Revolucionario del Pueblo, que provocó una reforma del Código Penal para castigar con más eficacia y severidad estos atentados violentos contra la democracia:

“En este momento, con lo que acabamos de ver, en que una banda de asaltantes que invoca cuestiones ideológicas o políticas para cometer un crimen, ¿ahí nosotros vamos a pensar que eso lo justifica? ¡No! Un crimen es un crimen cualquiera sea el móvil que lo provoca, y el delito es delito cualquiera sea el pensamiento, o sentimiento, o la pasión que impulse al criminal. 

Siempre que hay voluntad criminal es un delito, y eso lo tiene que penar la ley, no nosotros”.

© Escrito por Artemio López y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 23 de Diciembre de 2012.

Complicidades… De Alguna Manera...


Complicidades…
 

Triste conclusión: las palabras poco importan. Constatación melancólica: se vaciaron de consecuencias. Decir es zafar. Reino de impunidades perpetradas de manera reiterada. La Argentina navideña de 2012 es un carnaval de naderías, muchas de ellas antiguas, auténticos vejestorios de una cultura política regurgitante. El caso de la fragata Libertad adquiere, en este sentido, una poderosa expresividad. Navega ahora rumbo a la Argentina. Lo más probable es que será recibida en Mar del Plata como si regresara de una batalla victoriosa, al cabo de la cual el país avanzó varios casilleros. Penosas pamplinas. Lo que sucedió fue un desastre.

Importan mucho más radiografiar los hipotéticos intereses nacionales encarnados en esa gira ultramarina, la 43ª del buque escuela. La construcción de esta fragata de tres palos se inicia el 11 de diciembre de 1953 y fue botada por el gobierno de la Revolución Libertadora el 30 de mayo de 1956. Desplaza 3,765 toneladas métricas de carga, su eslora es de 103,75 metros, su casco de 91,7 metros, la manga de 14,31 metros y su calado de seis metros. Propulsada por dos turbinas diésel, puede navegar a un máximo de 13,5 nudos (25 km/h). La tripulan 24 oficiales, 187 marineros y 150 cadetes. ¿Buque de guerra? Tiene cuatro cañones QF 3 Hotchkiss de tiro rápido, de 47 mm, fabricados en 1886 para defender embarcaciones ligeras y que la Libertad lleva para disparar salvas de honor.

Otra vez: los hechos son menudos, pero el contexto de ruido y furia son mucho más trascendentes. Una y otra vez, recurrentemente, el país se disfraza de atuendos mitologizados (soberanía, nacionalidad, dignidad), pero sólo para encubrir chapucerías proverbiales. Retenida por una demanda judicial contra la Argentina, quedó anclada en el puerto de Tema, en la república africana de Ghana, desde el 2 de octubre de 2012.

Ghana es un país singular y, para los amantes del nacionalismo, el escenario de una historia importante. Colonia británica llamada Costa de Oro, nace en 1957 como república independiente, la primera nación africana al sur del Sahara en liberarse del colonialismo europeo, bajo el liderazgo de su primer presidente, el líder anticolonial Kwame Nkrumah. Nkrumah procuraba un nuevo estado nacional que no cayera en el neocolonialismo y fue el primer estadista africano en promover el panafricanismo, una ideología de libertad, justicia, igualdad y educación para todos. Derrocado por un golpe militar en febrero de 1966, para el ex agente de la CIA John Stockwell, la CIA fue la responsable. Pero Ghana regresó a la democracia en 1992 y no se ha apartado de ese camino. Ahí estuvo retenida ochenta días la argentina Libertad, dibujando una parábola agónica y vergonzosa.

La justicia de Ghana no había hecho otra cosa que admitir una demanda judicial, pero la cuestión no sólo fue capciosamente ignorada por el gobierno argentino. A un desconocimiento ya estructural sobre temas decisivos del acontecer del mundo, se le asoció una mala praxis difícil de superar en su torpeza. Héctor Timerman corrió a las Naciones Unidas para “denunciar” el hecho. Lo miraron, divertidos y desconcertados.

¿Peligro para la paz mundial? ¡Estos argentinos, no cambian nunca! Hasta que, por descarte, en el Gobierno apelaron al buen sentido y a los cánones profesionales. Malamente empachados de “transgresión”, tuvieron que recurrir a la ley y a las instituciones. Convocaron a una funcionaria proba, Susana M. Ruiz Cerruti, para pilotear el reclamo argentino en el Tribunal Internacional del Mar, con sede en Hamburgo. Canciller de Raúl Alfonsín de mayo a julio de 1989 (primera mujer en alcanzar ese puesto, y hasta ahora la única), la diplomática de 72 años logró que ese juzgado planetario protegiera a la Argentina y es sólo por ese trámite que el buque busca ahora puerto argentino de regreso a casa.

Emborrachado de arrogantes bravuconadas, desde el vamos el Gobierno hizo todo mal. Nadie supo prever algo así, porque es un grupo gobernante cuya mirada sigue enceguecida por una mezcla letal de ignorancia e incompetencia. Símbolo de esa altanería grosera fue la propia Presidenta (“¡Se podrán quedar con la fragata, pero con la libertad! ¡Con la dignidad de este país no se va a quedar nadie!”, vociferó). Un manejo político deplorable se complementó con trapisondas y apuñalamientos de vodevil. El mediocre ministro de Defensa, Arturo Puricelli, se lavó las manos durante interminables días, hasta que aceptó los sacrificios rituales ordenados por la Casa Rosada: el jefe de la Armada, almirante Carlos Alberto Paz, tuvo que irse el 15 de octubre, reemplazado por su subjefe, el vicealmirante Daniel Martin. También echaron a funcionarios como Lourdes Puente Olivera, directora Nacional de Inteligencia Estratégica Militar (mucho cargo para tanto vacío), Luis María González Day, y el director general de Organización de la Armada, Alfredo Mario Blanco.

Lo que importa del manejo exhibido por las autoridades argentinas es que ejercen su poder político de manera inmadura y tóxica. Se vanagloriaron del fallo del Tribunal Internacional del Mar, pero sin mencionar el tema de las deudas pendientes. Se hacen buches con la palabra “buitres”, mientras persisten en su estólida decisión de no negociar nada con acreedores impagos. No es falta de tacto. Son fieles a sí mismos. Ministro de Economía del gobierno legal de un país que integra el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Hernán Lorenzino perpetró el colmo de la jactancia imbécil al exclamar por Twitter: “¡Buitres, no pasarán!” y calificar a los bonistas litigantes de “piratas financieros”.

Ese es el sino del Gobierno y sus corifeos. Se entusiasman entre ellos y se ponen duros de estímulo artificial. Ante un Carlos Zannini regocijado, Juan Abal Medina habla de “Cámara de mierda” y luego se disculpa. En el brindis de fin de año, la indescriptible Diana Conti atacó al “electorado histérico” de la Capital Federal por el imponente 8N y aclaró, para que entiendan su femenina y delicada prosa, “queremos que a las cacerolas se las metan en el culo”. Ovacionada, fue superada empero por Guillermo Moreno, que, empapado de sudor, arrancó con el lema que prefiere: “Olé, olé, olé, olá, Héctor Magnetto, no jodas más, tarde o temprano te vamos a ir a buscar”. La gente que dice estas cosas y a la que le pasan casos como el de la Libertad, gobierna la Argentina desde hace casi una década. No me digan que los argentinos no tenemos nada que ver.

© Escrito por Pepe Eliaschev  y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 23 de Diciembre de 2012.