sábado, 22 de junio de 2013

La diferencia en hacerse o ser... De Alguna Manera...


Locura presidencial…
 

Es inevitable, pasado cierto tiempo en el ejercicio del poder todos los presidentes enloquecen. Por lo menos eso muestra la historia argentina reciente. Ninguna ideología desarrolló anticuerpos suficientes pues el virus ataca por igual a presidentes progresistas o conservadores, a democráticos o autoritarios. Es cierto que hay alguna diferencia entre los que son buenas y malas personas. Aunque sin ninguna garantía, los primeros tienen posibilidades de recuperarse pasado cierto tiempo como ex presidentes; así sucedió con Alfonsín, que algunos años después de la resaca del poder volvió a ser la misma persona profunda, bien humorada y tierna de cuando asumió la presidencia. En cambio, Menem nunca se sanó; tampoco llegó a la presidencia siendo un cúmulo de virtudes. Y quizás el mayor talento de Néstor Kirchner haya residido en algo poco valorado por sus seguidores: no haber querido ser reelecto inmediatamente. No vale el argumento de que si se intercalaban con su esposa podrían haber logrado 16 años consecutivos en la presidencia, porque si él hubiera sido reelecto y luego recién lo hubiera sucedido Cristina Kirchner habrían logrado la misma duración.


Megalónama
:

La megalomanía es un estado psicopatológico caracterizado por delirios de grandeza, poder, riqueza u omnipotencia. A menudo el término se asocia a una obsesión compulsiva por tener el control.


Pareciera que ningún presidente puede superar el resentimiento que debe producir haber sido primero adorado y premiado con índices de aprobación aplastantes y más tarde, cuando sus políticas dejan de ser útiles, pasar a ser descartado, ridiculizado e insultado. El primer mecanismo de defensa al que apelan los presidentes es la negación, que luego concluye con un autismo profiláctico. Pero antes la paranoia se transforma en odio generalizado al Otro.

Este proceso no es cronológicamente homogéneo; el resentimiento tiene una etapa de incubación en el que los síntomas no son muy expresados para luego producirse una aceleración de lo que vulgarmente llamamos “locura”, donde los presidentes parecen personas totalmente diferentes de las que fueron electas, desconocidas. Para ellos, los desconocidos son los votantes, que antes aplaudían lo mismo que ahora castigan. Igual que en las relaciones personales: cuando el cristal se rompe, el otro, más que extraño, parece siniestro, aquello que había sido familiar pasa a resultar tenebroso.

Eso le sucede a Cristina Kirchner con la sociedad: el despecho que le produce sentirse rechazada la lleva a retroalimentar el rechazo. Por momentos parece que provocara a propósito a la Corte Suprema para que le falle en contra. Auto cumple sus profecías. Carlos Zannini, pareja simbólica de la Presidenta, redobló la apuesta al decir que Lorenzetti tiene ambiciones presidenciales. Y para completar, Diana Conti agregó: “Hay países latinoamericanos que, por fallos de la Corte Suprema, han sacado a un presidente, hay que estar preparado para resistirlo”.

Ambos se refieren a que el presidente de la Corte Suprema llegue a la presidencia del país frente a una acefalía por renuncia de Cristina Kirchner, de su vicepresidente y los presidentes de las dos cámaras del Legislativo. El presidente de la Corte Suprema ocupa el cuarto lugar en la sucesión presidencial y el primer lugar entre los funcionarios no elegidos por voto popular. Esto último lo obligaría a ser presidente interino y llamar a elecciones en seis meses, pero una visibilidad extrema en un momento de crisis podría darle una altísima popularidad, como la que repentinamente tuvo Cobos en la época de la crisis del campo, y eventualmente ser él mismo candidato a presidente, manteniendo el cargo de presidente interino, y ganar la elección representando a una fuerza de unión nacional multipartidaria.

¿Pero para qué Zannini y Conti convocan a esos fantasmas? Últimamente sobran preguntas como ésa: ¿para qué promueven leyes contra la Corte Suprema sabiendo que tiene el poder de declararlas inconstitucionales? ¿Para qué la castigan públicamente si precisan de su benevolencia en fallos sustanciales para el kirchnerismo? ¿Para qué se comprometen con un 7 de diciembre que cambiaría la historia de los medios sabiendo que procesalmente esa fecha estaba fuera de su alcance? ¿Para qué sacan a Tinelli de El Trece para que no haya imitadores humorísticos en un año electoral y terminan con imitaciones más corrosivas para el kirchnerismo en el programa de Lanata? ¿Para qué colocan el fútbol en el mismo horario que Lanata aumentando su visibilidad? Justificaciones triunfalistas del tipo “las derrotas templan la militancia” esconden una acumulación de fracasos que pueden ser mejor explicados por una pérdida de lucidez.

La sinrazón encuentra alguna justificación formal en las palabras de la Presidenta cuando en Córdoba, tras el fallo adverso de la Corte Suprema, dijo: “La única batalla perdida es la batalla no dada”. Pero quizás lo definió mejor cuando al día siguiente, en el acto del Día de la Bandera en Rosario, comparó su lucha con la de Belgrano, de quien destacó que “lo tildaban de loco”.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el sábado 22/06/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

Clemente José Andrada... Un gesto noble… De alguna Manera...


Un gesto noble…


No, no fue ninguna patoruzada. Fue un gesto de nobleza y de búsqueda de la Verdad y la Ética. En una votación absolutamente democrática, el instituto de enseñanza Julio Argentino Roca, de Santa Rosa, La Pampa, pasará a tener el nombre de quien lo merece: del primer director que tuvo ese instituto, Clemente José Andrada.

No fue fácil llegar a esa votación en la que intervinieron docentes, alumnos, ex alumnos y ex docentes del instituto. Elementos conservadores se opusieron. Uno de ellos, el sacerdote José Miguel Padilla, del Instituto Nuestra Señora de Luján, salió a la palestra para reivindicar la figura de Roca. Ese sacerdote había apoyado al levantamiento de los “carapintadas”. Pese a todo, la votación tuvo lugar y se llegó al triunfo de la Ética al terminar con el nombre del genocida Roca nada menos que en una institución de enseñanza.

Algo justo. Roca, el que pidió la importación de diez mil Remington, el fusil a repetición con que los norteamericanos habían diezmado a las tribus sioux y pieles rojas, para “exterminar a los salvajes, a los bárbaros de nuestras pampas”. Así se hizo para luego, como postre, repartir cuarenta millones de hectáreas entre 1800 socios de la Sociedad Rural.

Un crimen indescriptible para aquellos Creadores del Mayo de 1810 y de la Asamblea del Año XIII, que nos enseñaron a cantar el “Ved en trono a la noble Igualdad. Libertad, Libertad, Libertad”.

Pero a la Ética no se la puede traicionar porque siempre regresará a lo que se hizo a costa de sus principios. Y hoy, las poblaciones de ese Sur argentino reaccionan. No a los genocidas, no a los ladrones de tierras. Sí a los que trajeron la paz, y se basan en el trío de palabras “Igualdad, Libertad, Fraternidad”, que expresaban el espíritu de Mayo, siempre permanente en la emancipación argentina pese a los dictadores de turno y a los que basaban todo en las razas superiores, los llamados occidentales y cristianos, que conquistaron todo con la Cruz y la Espada.

Un instituto de enseñanza en La Pampa que nos da el ejemplo. Una lección de Ética.

Otra noticia de las buenas es el anuncio del Congreso Educativo II, que realizarán las organizaciones que aspiran a construir el Movimiento Pedagógico Latinoamericano y cuyas sesiones se llevarán a cabo en San Carlos de Bariloche el 28 y 29 de este mes.

Anuncios así hacen aparecer el optimismo. La unión de docentes latinoamericanos en búsqueda de los mismos fines que pensaron nuestros grandes libertadores. Educar para la Paz, educar para el Progreso, educar para una Igualdad que una a las poblaciones de todo el continente y que no las separe en barrios de lujo por un lado y en villas miseria por el otro.

Entre otros temas a tratar, figuran: “El trabajo docente y la construcción de la unidad latinoamericana”, “Salarios, inflación e impuestos, la distribución de la riqueza en la Argentina actual”, “El nivel medio obligatorio, ¿de la escuela selectiva a la inclusión educativa?”, “La escuela infantil: ¿el camino hacia un nivel integrado?”, “Educación, integración e inclusión”, “Nivel primario, la jornada completa y el trabajo colectivo”, “Nivel Superior, ¿hacia la expansión del sistema formador?”, “Panorama latinoamericano: el trabajo docente y la construcción de la unidad latinoamericana”, “La cultura popular y los pueblos originarios”, “Pedagogía: hacia la construcción de una pedagogía latinoamericana”, “Género: la red de mujeres latinoamericanas y las trabajadoras de la educación” y “La organización de los estudiantes secundarios”.

Como se ve, un programa que piensa en el futuro. Un paso más en búsqueda de la unidad latinoamericana. ¿Qué mejor para impulsarlo que la enseñanza primaria y secundaria? Un congreso docente que mira hacia el futuro. Eso es también abrir los ojos ante nuestras realidades actuales y reaccionar con el sentido de mejorar, de traer más paz y menos violencia social. Nuestras felicitaciones a los organizadores y los deseos de muchos éxitos para el futuro. Que se vaya abriendo la senda que nos indique el camino a seguir en el futuro.

Hablando de futuro, nos preocupa la política interna que lleva a cabo la empresa Volkswagen. El despido de 19 trabajadores por razones sindicales no hace quedar bien a esa empresa que precisamente se originó para construir un automóvil que pudiera tener todo el pueblo, el “auto popular”, así como lo expresa su nombre. Conozco a los despedidos, me consta que son trabajadores de ley, honrados. Y su cesantía no concuerda con la consideración que debe tener una empresa extranjera para con trabajadores del país que no han demostrado ninguna inconducta y que sólo han luchado por sus derechos dentro de la ley. Como hombre que por su familia pertenece a los dos países –Argentina y Alemania–, me duele mucho este proceder de la empresa, ya que la conducta de estos despedidos ha sido bien fiel al trabajo y a las obligaciones para con él, y por supuesto han defendido los derechos de todos cuando estos no han sido respetados en todo su contenido. Espero que se oiga este llamado para llevar de nuevo la felicidad para estos trabajadores y sus familias.

Y, por último, regresemos a La Pampa, esa provincia tan gaucha. Estamos cerca del 12 de octubre, llamado antes, con toda irresponsabilidad, Día de la Raza. Yo lo titularía Día del Robo y la Esclavitud. Todo eso se puede encontrar en los documentos enviados por los conquistadores a Europa. El oro y la plata, como principales objetivos, y la esclavitud para los pueblos originarios. La mita, la encomienda, el yanaconazgo y otras designaciones para la esclavitud de las poblaciones autóctonas. El asesinato horrible con torturas inimaginables para los que se opusieron a la “civilización europea”.

En nombre de la civilización y de la religión católica. Por eso me pareció un acto de alto coraje civil lo que en el 2004 llevaron a cabo los pampeanos: establecieron una ley por la cual, en los 12 de octubre, se mantuviera en los edificios oficiales la bandera argentina a media asta. Como duelo por los miles de muertos por los conquistadores españoles en su “colonización”, por lo horrible de las ejecuciones y por haber traído la enfermedad mental que es el esclavizar a su semejante, en nombre de la civilización occidental y cristiana.

El proyecto fue originado por la diputada Gette y lleva el número 2122. Todo un ejemplo antidemagógico y de recuerdo a las miles de víctimas del “descubrimiento”. Los gauchos pampeanos que lucharon por nuestra independencia se deben haber movido con gusto en sus tumbas, como se deben haber alegrado los descendientes de los muertos en las masacres de Roca ante el cambio de nombre de ese instituto de enseñanza.

Argentina, vamos para adelante.

© Escrito por Osvaldo Bayer el sábado 22/06/2013 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


Chau Roca...

FOTO: archivo Plan B, cuando la escuela y la avenida principal llevaban el mismo nombre. Ahora, la calle se llama San Martín Oeste y el establecimiento educativo se llamará Clemente Andrada.
 
Por amplio margen la comunidad educativa votó por el cambio de nombre. Mayor diferencia en la urna de alumnos que en la de docentes. De todos modos, el rechazo fue generalizado: el 74,89 % le dijo no a Roca. Che Guevara, el segundo más votado. Clemente Andrada fue el primer director de la institución. Obtuvo 243 votos y fue de los 9 candidatos el más votado. Segundo quedó Ernesto Che Guevara.

La elección tenía dos tramos, una vez rechazado el nombre de Roca, debía proponerse uno entre los que se habían seleccionado. Podían optar por Ernesto Che Guevara, Osvaldo Bayer, Clemente José Andrada, Pueblos originarios de La Pampa, Simón Bolívar, José Martí, Alfonsina Storni, 22 de abril, y Adolfo Pérez Esquivel.

Se presentaron a votar 928 personas, y el por amplio margen ganó el cambio de nombre de la Escuela.

Votaron 466 alumnos por el SI al cambio de nombre y 72 por el NO

Entre los docentes, ex alumnos, y  ex docentes el resultado fue 229 por SI y 152 por el NO

En total asistieron a la elección 544 alumnos y 384 docentes

El total indica que 695 personas votaron contra Roca y 224 por mantener el nombre del responsable del genocidio de los pueblos originarios. En porcentajes, Roca fue rechazado por el 74,89%, mientras que por el apoyo al ex presidente se manifestaron el 24,14%

Votación por candidatos

El primer número en cada candidato corresponde a ex alumnos, ex docentes y docentes actuales. El segundo a alumnos de hoy. El tercero es el total.

CLEMENTE JOSÉ ANDRADA 87, 156: 243

CHE GUEVARA 20, 112: 132

PUEBLOS ORIGINARIOS 44, 60: 104

BAYER 41, 26: 67

ALFONSINA STORNI 13, 33: 46

22 DE ABRIL 3, 39: 42

BOLIVAR 8, 16: 24

JOSÉ MARTI 8, 8: 16

ADOLFO PÉREZ ESQUIVEL 3, 11: 14

© Publicado por Plan B Noticias el sábado 08/06/2013 de la Ciudad de la Pampa.