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lunes, 17 de enero de 2022

Inmoralidad. Palabras vs. Realidad… @dealgunamaneraok...

 Inmoralidad. Palabras vs. Realidad…

Los últimos acontecimientos muestran que la máxima oficial podría ser: “Haz lo que yo digo, no lo que yo hago”. 

© Escrito por Nelson Castro el sábado 15/01/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos. 

Santiago Cafiero tiene agendado un encuentro en Washington para este miércoles 18 con Antony Blinken, secretario de Estado y hombre de confianza del presidente de los Estados Unidos Joseph Biden. El objetivo del gobierno argentino es convencer a los funcionarios de la Casa Blanca de sus esfuerzos para cerrar un acuerdo con el FMI y lograr algún tipo de apoyo. 

¿Cuál es el as en la manga del canciller argentino para embarcarse en esta cruzada? Ninguno. Lleva en su valija una catarata de excusas, promesas y buenas intenciones que chocan de frente con la realidad. 

El oficialismo viene generando una colección de hechos bochornosos e inaceptables a los ojos de Washington y de cualquier país razonable. En los últimos meses, el gobierno de Alberto Fernández y de su jefa, Cristina Fernández de Kirchner, viene apoyando y alineándose con países que sistemáticamente violan las libertades individuales y los derechos humanos. 

Al asumir la presidencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), implícitamente convalidó los regímenes antidemocráticos y totalitarios de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Por supuesto que las consecuencias no tardaron en llegar. 

Para la asunción del dictador Daniel Ortega celebrada en Managua el gobierno argentino fue representado por el embajador en Nicaragua, Daniel Capitanich. Ese acontecimiento dio pie a una de las aberraciones de política exterior más grandes de los últimos tiempos. 

Durante el acto de reasunción de Ortega, Capitanich, compartió la ceremonia con Mohsen Rezai, funcionario iraní acusado de ser uno de los autores intelectuales del atentado terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), hecho por el cual pesa sobre él una alerta roja de Interpol. El embajador debió haberse retirado y denunciado su presencia para pedir su captura, algo que no hizo. Horas más tarde, y luego de la alerta y las quejas de toda la oposición, el Gobierno emitió un tibio comunicado de repudio. 

“Se ha especulado con el posible desconocimiento, la impericia y hasta la falta de profesionalismo del embajador argentino en Nicaragua para afrontar la situación. Nada de esto me parece acertado. Hay una decisión geopolítica de alinearse con estos países, y se tuvieron que tratar el sapo del iraní. Una vergüenza internacional” –aseguró un diplomático de carrera disgustado por los hechos. 

Haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago. El caso de la titular del PAMI Luana Volnovich que fue grabada por turistas argentinos veraneando en el Caribe Mexicano junto a su pareja y número dos de la institución, Martín Rodríguez, es otro ejemplo de la doble moral que caracteriza al kirchnerismo. 

En este caso, agravado por la virtual acefalía en la conducción del PAMI en momentos en que la mayor ola de calor golpea nuestro país.

El episodio de Volnovich exhibe la doble moral que caracteriza al kirchnerismo

“Disfruten de las termas” había escrito la funcionaria en un tuit felicitando a un grupo de jubilados que viajaron a Mar del Plata y a Entre Ríos por el programa PreViaje impulsado por la obra social de los adultos mayores.

También se los escuchó mandar a los jubilados a disfrutar de los parques y vacacionar en las plazas, una muestra que no sorprende. 

¿Está mal que un funcionario público se tome vacaciones? Por supuesto que no. Lo que choca de frente con la ética y despierta la indignación de la gente es el abandono y el doble discurso. 

El propio presidente Alberto Fernández había pedido a sus funcionarios que veraneen en el país. Por otra parte, el PAMI es deficiente en sus prestaciones, y las quejas de los adultos mayores se multiplican día tras día: el programa de atención domiciliaria no funciona como corresponde. Hay problemas con la asignación de turnos para diferentes especialidades. 

Faltan los medicamentos oncológicos y todo tipo de insumos en hospitales de la institución, entre muchas otras falencias. Nada de ello se refleja en los videos a puro disfrute de sus directores, en el Caribe. Cabe señalar, además, que la propaganda kirchnerista ya no puede ocultar tamaño descontrol. La referencia de Volnovich a la utilización del PreViaje por parte de un grupo de jubilados es una excepción y no la regla. Un jubilado que gana la mínima –siete de cada diez– no puede acceder con 29 mil pesos de haberes ni a un PreViaje, ni a pagar los costos de servicios de su vivienda, ni a sus medicamentos ni a la canasta básica de alimentos. Los jubilados son los castigados de siempre. 

En un gobierno con apego a buenos principios morales, Luana Volnovich y su pareja Martín Rodríguez habrían sido inmediatamente expulsados de sus cargos. “Debieron haberse ido hace rato. Junto con Victoria Donda son de lo más flojo que tiene esta gestión. Volnovich sabe que su poder es prestado. Duerme bajo la frazada de La Cámpora y es sano que la gente lo tenga bien claro” –dijo con disgusto un funcionario del riñón albertista, que prefirió no opinar ante la consulta sobre un posible pedido de renuncia.

Responsabilidades compartidas y falta de límites en una gestión de doble comando donde el poder no emana de quien tiene la firma. 

El mismo criterio debería aplicarse para con el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi. “Tiene otra capacidad de gestión, otro compromiso y otro volumen político”, sostienen quienes lo defienden dentro del Gobierno. La inmoralidad dentro del oficialismo no tiene límites. 

“Basta de pelearnos” dijo el Presidente ante un grupo de empresarios el jueves pasado. 

Curiosa afirmación de quien encabeza un gobierno que lo único que hace es confrontar con todos todo el tiempo.







domingo, 19 de septiembre de 2021

Crisis gubernamental. Se habló de traición… @dealgunamaneraok...

 Crisis gubernamental. Se habló de traición…

 


Acordes. ¿Acordes? Dibujo: Pablo Temes. 

El Gobierno está anclado en el pasado. Lo muestran los cambios que ha implementado en el gabinete.

Escrito por Nelson Castro el sábado 18/09/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


Fueron muy pocos los que predijeron el resultado de las primarias abiertas y simultáneas del domingo pasado. A las 6 de la tarde del domingo, voces importantes del oficialismo auguraban un triunfo de entre 7 y 8 puntos en la provincia de Buenos Aires, donde la oposición festejaba como una victoria si la derrota era por un margen de 4 puntos. Lo que nadie imaginó fue la fenomenal crisis que el resultado final produciría en el Frente de Todos contra Todos.

En uno de los últimos reportajes que Alberto Fernández le concedió a quien esto escribe, en agosto de 2019, dijo:


—Cristina ha cambiado. Es otra. Aprendió de sus errores.

—No se equivoque. Eso es absolutamente imposible. Cristina tiene una personalidad patológica que nada ni nadie podrán cambiar –fue la respuesta.


Por si tenía alguna duda, el Presidente acaba de toparse con esa realidad. Y vivirla en carne propia. Cristina Fernández de Kirchner es mala y dañina. Ella lo sabe y lejos está de querer modificar esa condición suya. Es más, lo disfruta.


Su carta, en la que la palabra “yo” aparece 19 veces, ha sido un mojón que pulverizó la figura presidencial. Es una carta asertiva y reivindicatoria.


Cada palabra, cada punto y cada coma, son la expresión de las características patológicas de la personalidad de la ex presidenta en funciones: el narcicismo, la obsesión y el síndrome de hubris. Uno de los síntomas del hubris es que la persona que ocupa el centro del poder se cree la dueña de la verdad; está convencida de que su pensamiento es el único que vale; desprecia las ideas ajenas; los errores son de los otros que, por ende, son la causa de todos los males.

 

Por supuesto que CFK no está sola. 

 

La acompaña en esta movida su séquito de secuaces que siempre han sentido desprecio por AF, a quien nunca le perdonaron los años en que supo ser crítico de ella y de ellos. A la manera de unos verdaderos nerones, ni a ella ni a ellos les importaron las consecuencias que este enfrentamiento tiene para el país. Han vaciado de poder al Presidente. Si esto se lo hubiera hecho a CFK, lo habrían calificado de “destituyente”.


Finalmente, el Presidente, a quien desde el mismo momento de ser electo le ha molestado que se lo tilde de “títere”, ha demostrado serlo. No solo eso: le teme a CFK. Es lo que se vio a lo largo de todos estos meses en los que se sometió a los desplantes, las críticas y el ninguneo de la ex presidenta en funciones. Es algo que no tiene vuelta atrás. Es irremediable.

 

 

“Ganó Cristina” es la frase que más se escuchó por estas horas en los pasillos de la Casa Rosada.   


“Siempre se puede estar peor. Sabíamos perfectamente que venían por nosotros, pero no imaginábamos esta locura. Es cierto que el albertismo que conocemos hasta hoy ya no existe pero también es cierto que toda la sociedad vio lo que Cristina es capaz de hacer cuando no se cumplen sus deseos. Las elecciones las perdimos todos pero el desequilibrio institucional lo generó ella. Esto no será gratis para nadie”, reflexionaba un funcionario con despacho en Balcarce 50.


“Alberto es lo que es y hubo una cantidad enorme de errores no forzados, pero ella está desquiciada. No le importa ponerse al Gobierno de sombrero. No es capaz de soportar un no como respuesta”, continuó.


“Alberto podrá conservar la investidura pero acá terminó su carrera política. La resistencia y los deseos de mantener su rumbo le duraron 24 horas”.


“La jugada estaba orquestada desde el lunes, cuando el día pasó de largo y no hubo ninguna determinación o anuncio oficial después de la derrota. Todos los que salieron a decir que habían renunciado son unos payasos. Cuando uno renuncia, lo hace de manera indeclinable como hizo (Juan Pablo) Biondi. El resto fue humo, fue parte del plan para presionar y desgastar al gabinete. Esto fue contra Alberto pero los afectados somos nosotros”, señaló con mucho enojo otra fuente cercana a la cartera de ministros.


“Con el diario del lunes es más fácil entender todo; ahora se ve todo mucho más claro como si nos hubieran puesto una lupa. Cristina habló de operaciones en su contra. ¿Por qué no habló de cómo, desde hace meses, desde el Patria nos vienen operando a nosotros? Al principio nos llamaba la atención porque no creíamos que fueran tan sucios pero, por citar un ejemplo, ellos mismos –con jugadores ignotos y operadores que salieron a chupar las medias por un cargo–  publicaban críticas a la suba de precios, sector por sector, muy detalladamente, a medios de comunicación amigos y en sus propias cuentas de Twitter. Cuando algo no les cerraba, empezaban las operaciones de desgaste”, aseguró otro interlocutor con bronca incontenida.


“Fuimos una coalición mientras se hizo caso a los caprichos de ella, cuando las cosas se pusieron difíciles hizo volar todo por el aire. Vamos a ver con qué ánimo siguen los que quedan. ¿A quién le vamos a responder?”, concluyó.


“Volvimos para ser mejores”, fue uno de los eslóganes de campaña que más utilizó AF. Muchos votantes independientes, que estaban enojados con Mauricio Macri, le creyeron. Se ilusionaron con la posibilidad de alguien que fuera una bisectriz que marcara una alternativa diferente a la grieta que embrutece. Hace tiempo que está claro que eso era una mentira. Finalmente, AF resultó ser un mentiroso.


El penoso transcurrir de estos días, en los que se vio al Presidente en su mendicación para que algún gobernador aceptara ocupar la Jefatura de Gabinete, evidenció su falta de poder.    


Su gobierno ha quedado definitivamente anclado en el pasado. Es lo que representan los cambios que ha implementado en el gabinete. Es un elenco de derrota y fracaso. Con un jefe de Gabinete, Juan Manzur, y un nuevo ministro de Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero, sometidos al vilipendio de CFK. Con un nuevo ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, siempre presente en el recuerdo por haber dicho que la inseguridad era una “sensación”.   


“Tengo miedo del encuentro con el pasado que vuelve a enfrentarse con mi vida”, reza la letra de Volver, perfecta síntesis del triste presente de la Argentina.







domingo, 6 de junio de 2021

Promesas incumplidas. Entre vacunas y excusas... @dealgunamaneraok...

Entre vacunas y excusas 


“Con las vacunas al plato”. Carla Vizzotti. Dibujo: Pablo Temes

No importa cuánto griten sus funcionarios, será el Gobierno quien cargará el peso de los errores.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 05/06/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

El conflicto desatado por la fallida adquisición de las vacunas de Pfizer, para cuya investigación fue la Argentina el país que mayor cantidad de voluntarios aportó para sus ensayos, llegó a su punto más controversial esta semana. 

Mucho se habló de las garantías que exigía el laboratorio en su contrato y que, según dichos del propio Alberto Fernández, “no firmó porque lo ponía en una situación muy violenta de exigencias”. Todo se desmadró cuando el titular del Fondo Covax, Santiago Cornejo, aseguró en una reunión virtual organizada por el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) que nuestro país había rechazado esas vacunas. El Gobierno salió al cruce de sus dichos, y el propio Cornejo tuvo que recular y desmentirse en menos de 24 horas con declaraciones y notas que, como siempre ocurre en estos casos, más que aclarar, oscurecieron. 

¿Pero más allá de la foto del Presidente con Fernando Polak, tuvo Argentina la intención de negociar con Pfizer como primera opción? Todo indica que no. 

El 29 de octubre de 2020, el Senado de la Nación aprobó la Ley N° 27573 de Vacunas Destinadas a Generar Inmunidad Adquirida contra el Covid-19, que luego el Poder Ejecutivo de la Nación promulgó mediante el Decreto N° 872/2020. Las garantías de indemnidad o cláusulas de inmunidad fueron los puntos más conflictivos de la ley, incluso señalados como objeto de la discordia para que se haya caído el acuerdo de compra con Pfizer. Luego apareció la palabra “negligencia” introducida por la diputada del Frente de Todos Cecilia Moreau, término que bien podría haber sido enmendado en el marco legislativo si en lugar de tratar de explicar lo inexplicable hubiese habido voluntad de avanzar. Aún nada de esto ha ocurrido. 

Volviendo al fondo Covax, debemos recordar que Argentina recibió a fines de mayo 204 mil dosis de AstraZeneca adquiridas por el gobierno argentino a través de ese mecanismo. El contrato entre las partes tiene cláusulas de inmunidad y exigencias de renuncia a los derechos de reclamo que son muy duras y están perfectamente explícitas. Veamos su cláusula de inmunidad: 

“El comprador –el Estado argentino– renuncia, expresa, incondicional e irrevocablemente, con respecto a sí mismo y a sus activos, a cualquier derecho de inmunidad bajo las leyes de cualquier jurisdicción sobre la base de la soberanía o de otra manera que pueda existir ahora o en el futuro, y acuerda no hacer valer ningún derecho o reclamo en ninguna acción o procedimiento legal, donde sea que ocurra dicha acción o procedimiento. 

Esta renuncia incluye la renuncia a cualquier derecho de inmunidad soberana en cuanto al Comprador y cualquier propiedad suya, ya sea comercial o no comercial, incluida cualquier cuenta bancaria que pertenezca al Comprador”.

Luego de leer estas exigencias y de conocer la posición argentina respecto de las condiciones de Pfizer, la pregunta que surge es sobradamente justificada y de sentido común: ¿Por qué el Estado argentino se preocupó de inmediato por los aspectos legales del contrato con el laboratorio estadounidense y no manifestó los mismos cuidados respecto de la cláusulas de inmunidad de AstraZeneca? 

Hasta el momento, nadie del Gobierno dio ninguna explicación con fundamentos de peso para esta preferencia. 

El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, tuvo un deslucido papel durante el informe de gestión que brindó en el Senado. Sus expresiones, su tono y las chicanas hacia la oposición y los medios son parte del repertorio habitual de Cristina Fernández de Kirchner y sus secuaces. En la previa las respuestas que dio por escrito hicieron agua respecto de la preparación del sistema sanitario para afrontar la segunda ola a pesar de tener el espejo de Europa y conocer los detalles de lo que vendría. Hoy las vacunas son para el Gobierno sinónimo de votos para la pelea política en las elecciones de medio término.   

“Cuando esta pesadilla termine, cada uno deberá hacerse cargo”, dijo con tono admonitorio. Es el mismo tono y la misma actitud desafiante y provocadora que habitualmente utiliza Axel Kicillof, tal como se vio en el anuncio que hizo el viernes sobre la vacuna Covaxin producida por el laboratorio Bharat Biotech de la India.

Allí aprovechó para despotricar contra todos. Nada que sorprenda, sobre todo si se analiza la sustancia del anuncio. Ahí se ve que la llegada de estas vacunas está sujeta a las siguientes condiciones: 

1-Estar aprobada por la Anmat.

2–Tener permiso de exportación de la India.

3–Tener disponibilidad del laboratorio.

4–Ver el calendario nacional, porque, según dijo el gobernador bonaerense, “en  este momento tenemos mucha disponibilidad de vacunas (sic)”. 

Como se ve –una vez más– mucho ruido y pocas nueces.   

Uno y otro parecen no advertir que el primero que deberá hacerse cargo de los devastadores efectos de los errores cometidos será el Gobierno. No importa cuánto griten sus funcionarios, no importa cuánto descalifiquen, no importa cuánto insistan en cargarles las culpas a los otros, nada ni nadie podrá tapar el sol con las manos. 

El vacunatorio vip, las promesas de llegadas de vacunas incumplidas, las vacunas no compradas, las contradicciones entre los funcionarios, la lentitud en el ritmo de vacunación, la incertidumbre en la aplicación de la segunda dosis, y promesas de mejoras significativas para el personal de salud que nunca llegaron son hechos irrefutables. 

Recién ahora asoma un horizonte de esperanza con el comienzo de la producción de la vacuna Sputnik V y la llegada de más vacunas del programa Covax y de AstraZeneca. Pero, en este largo camino se perdieron miles de vidas. En los últimos veinticuatro días, diez mil. Son muertes que se podrían haber evitado de haber habido vacunas. Es la dolorosa verdad. 

Producción periodística: Santiago Serra.

domingo, 23 de mayo de 2021

La vuelta a fase 1… @dealgunamaneraok...

 La vuelta a fase 1…


Corona mortal.Dibujo: Pablo Temes. 

Volvemos a ella, pese a la lógica kirchnerista que nos hace creer que lo que no se puede nombrar no existe.

Para el presidente Alberto Fernández la semana comenzó de una manera y terminó de otra completamente distinta. El pasado martes el primer mandatario había descartado volver a la fase 1 de la cuarentena en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). “No, ahí ya tengo un problema sociológico. La gente no lo resiste”, respondió de forma taxativa al ser consultado en Radio 10 sobre la posibilidad de volver a un cierre total de actividades. Aprovechó el espacio mediático amigo para chicanear a Horacio Rodríguez Larreta y lamentó “el tiempo que han perdido” desde el Gobierno porteño, en la discusión por la presencialidad en las aulas. Alguien debería decirle al Presidente que, en temas delicados, las oscilaciones tan bruscas no solo desconciertan a la gente, sino que dañan su credibilidad.

 

El punto de quiebre se produjo solo 24 h después, luego de las recomendaciones de los especialistas y de las charlas vía Zoom con los gobernadores. “Nadie controla nada, esperábamos más compromiso de la Ciudad y fueron bastante permisivos. Además los gobernadores expusieron su preocupación por lo que ocurre en sus distritos y dieron el visto bueno para elevar las restricciones pero la verdad es que también hay disgusto con ellos porque nadie quiere hacer el papel de malo. Por eso el Presidente tuvo que tomar el camino más duro”, se quejaron desde la Rosada.

 

En el anuncio se evitó hablar directamente de fase 1, pero, en esencia, las nuevas medidas van en esa dirección más allá de la lógica kirchnerista que pretende hacernos creer que lo que no se puede nombrar no existe. “Tenemos que pedirles a todas las jurisdicciones que vuelvan a poner los controles”, había dicho Alberto Fernández.

 

En su alocución del viernes por la tarde Axel Kicillof, como ya es su costumbre, aprovechó el tiempo para sobreactuar su extremismo y ahondar la grieta. Les pegó directamente a Horacio Rodríguez Larreta y a Mauricio Macri. Desde el Gobierno de la Ciudad agradecen sus esfuerzos: “Es lo único que puede hacer. Cuando las cosas no le salen la única herramienta que le queda es volver a instalar a JXC como el enemigo común. Por eso Horacio nunca le va a responder, sabe que es una estrategia para salir de su propio atolladero. El Conurbano es un descontrol y no tiene ninguna chance de revertir eso”, señalaron con dureza.


 

La vuelta a fase 1 es consecuencia directa del fracaso del plan de vacunación y de los errores en la negociación de los inóculos llevada adelante por el Gobierno. Santiago Cafiero terminó de reconocer esto último en la entrevista que le concedió ayer a CNN Radio.

 

Los números de la pandemia en la Argentina son duros: hay alrededor de 3,4 millones de contagiados por Covid y más de 72 mil argentinos fallecidos. Como dijo el senador Martín Lousteau, eso equivale, más o menos, a 1.411 tragedias de Once, 371 Cromañón y 111 guerras de Malvinas.

 

Además de eso, se produjo una caída de 10 puntos del PBI, a lo que hay que agregar que, bien ajustado, el desempleo es del 15% –contabilizando a la gente que ha dejado de buscar trabajo–. La inflación, que sigue su curso imparable, hace que la pobreza suba a niveles estremecedores. Y, por si esto fuera poco, ya han cerrado 23 mil empresas.


La situación de la economía complica día a día la gestión –si es que así se la puede llamar– de Martín Guzmán. Su pérdida de poder no se detiene. Con el transcurrir de los días la efervescencia creada alrededor de la gira europea realizada por el Presidente va sedimentando y, al hacerlo, se ve la pobreza de sus logros. La solución de la deuda está aún lejana. A ese frente externo se le agrega el interno, todo lo cual complica la gestión del ministro de Economía contra quien las críticas se multiplican. A ese abanico de reproches hacen un notable aporte las voces de los sectores del kirchnerismo duro, desde donde parten dardos llenos de inquina. Alguna vez –no hace mucho– Guzmán supo ser un mimado de CFK. Eso ya es historia.

 

El conflicto desatado con el campo por las exportaciones de carne terminará siendo un boomerang. “El Gobierno necesita bajar el precio del asado en tiempos electorales. Las elecciones de medio término es lo único que tienen en la mira. Si no, no se explica una medida que, más allá del precio actual de la carne, le provoca una pérdida de ingresos en dólares vía exportaciones que no se debería dar el lujo de resignar”, aseguró una fuente del sector. En efecto, la Argentina recibe un ingreso de unos 2.700 millones de dólares al año y el impacto por el cierre de las exportaciones por treinta días podría alcanzar unos US$ 250 millones. Puertas adentro, pelearse con el agro sigue estando en las primeras páginas del manual nac & pop.

 

Mientras esto ocurre, el kirchnerismo sigue avanzando en pos de lograr sus objetivos. El más importante es el de la suma del poder público. La gran batalla se dará en las elecciones de noviembre venidero. Pero, en el ínterin, Cristina Fernández de Kirchner arremete con fuerza. La nueva ley del Ministerio Público es su próximo objetivo. La aprobación del proyecto en las comisiones de Diputados marca la decisión del oficialismo de avanzar impúdicamente. Hoy no tienen los votos en la Cámara baja para la aprobación del proyecto. Por ello es que los próximos comicios serán clave. En el Gobierno apuestan todo a las vacunas. Las encuestas de varias consultoras están mostrando que, entre quienes recibieron el inóculo, el nivel de aprobación que logra el Gobierno aumenta. No es un dato menor. La oposición debería tomar nota de esta circunstancia.

 

Por otra parte, el audio que se filtró de la ex presidenta en funciones, preguntando a qué hora cerraba Rapanui, testimonia su desprecio no solo por la votación del proyecto sobre la participación de las mujeres en el sector pesquero, sino también por el valor que para la democracia tiene el rol del Congreso, que no es el de ser un simple validador de los proyectos del Poder Ejecutivo, tal como lo señala la Constitución Nacional que CFK prometió cumplir.



© Escrito por Nelson Castro y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

 

Producción periodística: Santiago Serra.