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jueves, 15 de febrero de 2018

Julio María Sanguinetti, sobre el papa Francisco... @dealgunamanera...

Julio María Sanguinetti, sobre el papa Francisco: "Diluye las esperanzas de un mundo que esperaba reformas éticas"…

El Papa Francisco y José MAría Sanguinetti 

El ex presidente uruguayo sostuvo que el Sumo Pontífice "navega en medio de extrañas contradicciones". Analizó el rol del líder de la Iglesia en la actualidad.

© Publicado el miércoles 14/02/2018 por el Diario Digital Infobae de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti analizó en una columna para el periódico español El País el rol del papa Francisco como líder político en la actualidad.

"El papa Francisco (…) navega en medio de extrañas contradicciones: a cada rato desciende de la universalidad de su posición a minúsculos combates políticos de un inexplicable provincianismo argentino, al tiempo que no oculta la raíz populista-peronista que el historiador italiano Loris Zanatta reveló no bien fue ungido", comenzó el ex mandatario.

También recordó que el pontífice avaló de un "modo desconcertante a la señora Hebe de Bonafini, líder de las Madres de Mayo y ferviente kirchnerista, que ha degradado una noble causa con su radicalismo y la corrupción de la entidad que dirige".

Sanguinetti recordó que Bonafini "celebró el atentado contra las Torres Gemelas, en tiempos en que llamaba fascista al entonces cardenal Bergoglio. Cuando este llegó a Papa la recibió ostentosamente, para que en la puerta vaticana despotricara con violencia contra el presidente (Mauricio) Macri, el compatriota electo por su pueblo, al que por entonces había recibido con una frialdad tan notoria que asombró al mundo".


"El hecho es que ahora, en el mismo instante en que la señora de Bonafini se resistía a acatar un mandato judicial, pudo ella leer una carta de Su Santidad en que le decía: 'No hay que tener miedo a las calumnias. Jesús fue calumniado y lo mataron después de un juicio dibujado con calumnias. La calumnia solo ensucia la conciencia y de quienes la arroja'. La destinataria pudo regodearse comentando en la televisión: 'Casi no me compara con nadie…'".

El ex jefe de Estado uruguayo recordó que Francisco no cosechó muchos aplausos en Chile y que en Perú, donde le fue mejor, trató muy bien al presidente peruano Kuczynski, quien pasaba muy malos días por su indulto a Fujimori. "Allí fue ideológicamente bien claro: 'Se estaba buscando un camino hacia la Patria Grande, y de golpe cruzamos hacia un capitalismo liberal inhumano que hace daño a la gente'".

En una palabra —dice Sanguinetti— "con Cristina Kirchner, Correa, Dilma, Evo y Maduro, íbamos hacia la Patria Grande bolivariana que hoy solo sustenta el venezolano… En cambio, habla de un 'liberalismo inhumano' que ¿quién sostiene hoy? ¿Acaso el gradualista Macri, que trabajosamente va enderezando a la Argentina con el cuestionamiento de muchos economistas liberales? ¿El traidor Lenín Moreno, que ha impedido la monarquía de Correa? ¿Piñera, que ya fue presidente y no desmontó la obra social de los gobiernos de la Concertación?", se pregunta.

Y agrega: "Su populismo ha sido reiteradamente expresado, cuando se indignaba porque 'todo entra dentro del juego de la competitividad', como si fuera posible superar la pobreza en una economía incomunicada. O abjurando del 'mercado libre, la globalización, el crecimiento económico o el consumo'. Por cierto, se ha negado reiteradamente a entender el valor social y democrático del desarrollo de las 'clases medias', y hoy por hoy diluye las esperanzas de un mundo, creyente o no, que esperaba reformas éticas que superaran la condenación anacrónica de los divorciados o del uso de anticonceptivos, que ayudan a que la maternidad sea algo querido y no una fatalidad a la que resignarse".

Por último, Sanguinetti afirmó que, como ciudadano, "desearía que ayudara a defender la libertad individual, los sistemas democráticos y una economía moderna que —regulada por reparadoras leyes sociales— genere riqueza para poder distribuir. Es desde ese ángulo que lamento que los Gobiernos, aun socialdemócratas, no encuentren esa voz de apoyo para luchar contra la pobreza mediante un real desarrollo, basado en la productividad, bien lejos de la demagogia que condena a los pobres, como ocurre en la doliente Venezuela de hoy".




martes, 25 de octubre de 2016

La Iglesia prohíbe esparcir o guardar cenizas de las cremaciones… @dealgunamanera...

La Iglesia prohíbe esparcir o guardar cenizas de las cremaciones…

El prefecto de la Congregación para la doctrina de la Fe, Ludwig Müller, ofreció hoy una rueda de prensa en el Vaticano (EFE).

Vaticano. Un nuevo documento expresa que no se pueden conservar en casa, dividir entre familiares, ni dispersar en aire, tierra o agua.

© Publicado el martes 25/10/2016 por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Las cenizas de los católicos que desean ser cremados no pueden ser esparcidas, divididas ni conservadas en la casa sino que deben ser guardadas en un lugar aprobado por la Iglesia y consagrado, de acuerdo con nuevas normas emitidas hoy por el Vaticano. Las instrucciones fueron divulgadas antes del Día de Difuntos, que se celebra el 2 de noviembre, en el cual los fieles recuerdan a sus muertos y oran por ellos.


Según lo difundido por AP, durante la mayor parte de su historia bimilenaria, la Iglesia católica solo permitió el entierro con el argumento de que expresaba mejor la esperanza en la resurrección. Pero en 1963, el Vaticano autorizó explícitamente la cremación siempre que no implicara una negación de la fe en la resurrección.

El nuevo documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe insiste en que es preferible el entierro, pero expresa las normas para conservar las cenizas del número creciente de católicos que prefieren la cremación. Explica que lo hacía para contrarrestar "ideas nuevas contrarias a la fe de la Iglesia" que surgieron desde 1963, como las del New Age de que la muerte es una "fusión" con la Madre Naturaleza y el universo o una "liberación definitiva" de las ataduras del cuerpo.

El Vaticano expresó que las cenizas y fragmentos óseos no se pueden conservar en casa porque con ello se priva a la comunidad católica de recordar al difunto. Por eso, las autoridades eclesiásticas deben escoger un terreno consagrado, como un cementerio o iglesia, para recibirlas. En casos extraordinarios un obispo puede permitir que se conserven las cenizas en el hogar, dice el documento.


El informe agrega que las cenizas no se pueden repartir entre familiares, conservar en relicarios ni dispersar en el aire, la tierra o el agua porque ello crea la apariencia de "panteísmo, naturalismo o nihilismo", sostienen las normas. Reitera la doctrina de que a los católicos que optan por la cremación por razones contrarias a la fe cristiana se les debe negar la sepultura cristiana.

Las nuevas instrucciones están fechadas el 15 de agosto y dicen que el papa Francisco las aprobó el 18 de marzo. No estaba claro si eran retroactivas o qué deben hacer los católicos que eliminaron los restos de sus seres queridos en formas que ahora se consideran indebidas.


A continuación se publica el documento completo

CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE

Instrucción Ad resurgendum cum Christo acerca de la sepultura de los difuntos y la conservación de las cenizas en caso de cremación

1. Para resucitar con Cristo, es necesario morir con Cristo, es necesario «dejar este cuerpo para ir a morar cerca del Señor» (2 Co 5, 8). Con la Instrucción Piam et constantem del 5 de julio de 1963, el entonces Santo Oficio, estableció que «la Iglesia aconseja vivamente la piadosa costumbre de sepultar el cadáver de los difuntos», pero agregó que la cremación no es «contraria a ninguna verdad natural o sobrenatural» y que no se les negaran los sacramentos y los funerales a los que habían solicitado ser cremados, siempre que esta opción no obedezca a la «negación de los dogmas cristianos o por odio contra la religión católica y la Iglesia». Este cambio de la disciplina eclesiástica ha sido incorporado en el Código de Derecho Canónico (1983) y en el Código de Cánones de las Iglesias Orientales (1990).

Mientras tanto, la práctica de la cremación se ha difundido notablemente en muchos países, pero al mismo tiempo también se han propagado nuevas ideas en desacuerdo con la fe de la Iglesia. Después de haber debidamente escuchado a la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el Consejo Pontificio para los Textos Legislativos y muchas Conferencias Episcopales y Sínodos de los Obispos de las Iglesias Orientales, la Congregación para la Doctrina de la Fe ha considerado conveniente la publicación de una nueva Instrucción, con el fin de reafirmar las razones doctrinales y pastorales para la preferencia de la sepultura de los cuerpos y de emanar normas relativas a la conservación de las cenizas en el caso de la cremación.

2. La resurrección de Jesús es la verdad culminante de la fe cristiana, predicada como una parte esencial del Misterio pascual desde los orígenes del cristianismo: «Les he trasmitido en primer lugar, lo que yo mismo recibí: Cristo murió por nuestros pecados, conforme a la Escritura. Fue sepultado y resucitó al tercer día, de acuerdo con la Escritura. Se apareció a Pedro y después a los Doce» (1 Co 15,3-5).

Por su muerte y resurrección, Cristo nos libera del pecado y nos da acceso a una nueva vida: «a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos… también nosotros vivamos una nueva vida» (Rm 6,4). Además, el Cristo resucitado es principio y fuente de nuestra resurrección futura: «Cristo resucitó de entre los muertos, como primicia de los que durmieron… del mismo modo que en Adán mueren todos, así también todos revivirán en Cristo» (1 Co 15, 20-22).


Si es verdad que Cristo nos resucitará en el último día, también lo es, en cierto modo, que nosotros ya hemos resucitado con Cristo. En el Bautismo, de hecho, hemos sido sumergidos en la muerte y resurrección de Cristo y asimilados sacramentalmente a él: «Sepultados con él en el bautismo, con él habéis resucitado por la fe en la acción de Dios, que le resucitó de entre los muertos» (Col 2, 12). Unidos a Cristo por el Bautismo, los creyentes participan ya realmente en la vida celestial de Cristo resucitado (cf. Ef 2, 6).

Gracias a Cristo, la muerte cristiana tiene un sentido positivo. La visión cristiana de la muerte se expresa de modo privilegiado en la liturgia de la Iglesia: «La vida de los que en ti creemos, Señor, no termina, se transforma: y, al deshacerse nuestra morada terrenal, adquirimos una mansión eterna en el cielo». Por la muerte, el alma se separa del cuerpo, pero en la resurrección Dios devolverá la vida incorruptible a nuestro cuerpo transformado, reuniéndolo con nuestra alma. También en nuestros días, la Iglesia está llamada a anunciar la fe en la resurrección: «La resurrección de los muertos es esperanza de los cristianos; somos cristianos por creer en ella».

3. Siguiendo la antiquísima tradición cristiana, la Iglesia recomienda insistentemente que los cuerpos de los difuntos sean sepultados en los cementerios u otros lugares sagrados.

En la memoria de la muerte, sepultura y resurrección del Señor, misterio a la luz del cual se manifiesta el sentido cristiano de la muerte, la inhumación es en primer lugar la forma más adecuada para expresar la fe y la esperanza en la resurrección corporal.

La Iglesia, como madre acompaña al cristiano durante su peregrinación terrena, ofrece al Padre, en Cristo, el hijo de su gracia, y entregará sus restos mortales a la tierra con la esperanza de que resucitará en la gloria.

Enterrando los cuerpos de los fieles difuntos, la Iglesia confirma su fe en la resurrección de la carne, y pone de relieve la alta dignidad del cuerpo humano como parte integrante de la persona con la cual el cuerpo comparte la historia. No puede permitir, por lo tanto, actitudes y rituales que impliquen conceptos erróneos de la muerte, considerada como anulación definitiva de la persona, o como momento de fusión con la Madre naturaleza o con el universo, o como una etapa en el proceso de re-encarnación, o como la liberación definitiva de la “prisión” del cuerpo.

Además, la sepultura en los cementerios u otros lugares sagrados responde adecuadamente a la compasión y el respeto debido a los cuerpos de los fieles difuntos, que mediante el Bautismo se han convertido en templo del Espíritu Santo y de los cuales, «como herramientas y vasos, se ha servido piadosamente el Espíritu para llevar a cabo muchas obras buenas».

Tobías el justo es elogiado por los méritos adquiridos ante Dios por haber sepultado a los muertos, y la Iglesia considera la sepultura de los muertos como una obra de misericordia corporal.


Por último, la sepultura de los cuerpos de los fieles difuntos en los cementerios u otros lugares sagrados favorece el recuerdo y la oración por los difuntos por parte de los familiares y de toda la comunidad cristiana, y la veneración de los mártires y santos.

Mediante la sepultura de los cuerpos en los cementerios, en las iglesias o en las áreas a ellos dedicadas, la tradición cristiana ha custodiado la comunión entre los vivos y los muertos, y se ha opuesto a la tendencia a ocultar o privatizar el evento de la muerte y el significado que tiene para los cristianos.

4. Cuando razones de tipo higiénicas, económicas o sociales lleven a optar por la cremación, ésta no debe ser contraria a la voluntad expresa o razonablemente presunta del fiel difunto, la Iglesia no ve razones doctrinales para evitar esta práctica, ya que la cremación del cadáver no toca el alma y no impide a la omnipotencia divina resucitar el cuerpo y por lo tanto no contiene la negación objetiva de la doctrina cristiana sobre la inmortalidad del alma y la resurrección del cuerpo.

La Iglesia sigue prefiriendo la sepultura de los cuerpos, porque con ella se demuestra un mayor aprecio por los difuntos; sin embargo, la cremación no está prohibida, «a no ser que haya sido elegida por razones contrarias a la doctrina cristiana».

En ausencia de razones contrarias a la doctrina cristiana, la Iglesia, después de la celebración de las exequias, acompaña la cremación con especiales indicaciones litúrgicas y pastorales, teniendo un cuidado particular para evitar cualquier tipo de escándalo o indiferencia religiosa.

5. Si por razones legítimas se opta por la cremación del cadáver, las cenizas del difunto, por regla general, deben mantenerse en un lugar sagrado, es decir, en el cementerio o, si es el caso, en una iglesia o en un área especialmente dedicada a tal fin por la autoridad eclesiástica competente.

Desde el principio, los cristianos han deseado que sus difuntos fueran objeto de oraciones y recuerdo de parte de la comunidad cristiana. Sus tumbas se convirtieron en lugares de oración, recuerdo y reflexión. Los fieles difuntos son parte de la Iglesia, que cree en la comunión «de los que peregrinan en la tierra, de los que se purifican después de muertos y de los que gozan de la bienaventuranza celeste, y que todos se unen en una sola Iglesia».

La conservación de las cenizas en un lugar sagrado puede ayudar a reducir el riesgo de sustraer a los difuntos de la oración y el recuerdo de los familiares y de la comunidad cristiana. Así, además, se evita la posibilidad de olvido, falta de respeto y malos tratos, que pueden sobrevenir sobre todo una vez pasada la primera generación, así como prácticas inconvenientes o supersticiosas.

6. Por las razones mencionadas anteriormente, no está permitida la conservación de las cenizas en el hogar. Sólo en casos de graves y excepcionales circunstancias, dependiendo de las condiciones culturales de carácter local, el Ordinario, de acuerdo con la Conferencia Episcopal o con el Sínodo de los Obispos de las Iglesias Orientales, puede conceder el permiso para conservar las cenizas en el hogar. Las cenizas, sin embargo, no pueden ser divididas entre los diferentes núcleos familiares y se les debe asegurar respeto y condiciones adecuadas de conservación.

7. Para evitar cualquier malentendido panteísta, naturalista o nihilista, no sea permitida la dispersión de las cenizas en el aire, en la tierra o en el agua o en cualquier otra forma, o la conversión de las cenizas en recuerdos conmemorativos, en piezas de joyería o en otros artículos, teniendo en cuenta que para estas formas de proceder no se pueden invocar razones higiénicas, sociales o económicas que pueden motivar la opción de la cremación.


8. En el caso de que el difunto hubiera dispuesto la cremación y la dispersión de sus cenizas en la naturaleza por razones contrarias a la fe cristiana, se le han de negar las exequias, de acuerdo con la norma del derecho.

El Sumo Pontífice Francisco, en audiencia concedida al infrascrito Cardenal Prefecto el 18 de marzo de 2016, ha aprobado la presente Instrucción, decidida en la Sesión Ordinaria de esta Congregación el 2 de marzo de 2016, y ha ordenado su publicación.

Roma, de la sede de la Congregación para la Doctrina de la Fe, 15 de agosto de 2016, Solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María.

GerhardCard. Müller Prefecto +Luis F. Ladaria, S.I.

Arzobispo titular de Thibica Secretario



domingo, 23 de octubre de 2016

Frases picantes… @dealgunamanera...

Frases picantes…

Papa Francisco. Dibujo: Pablo Temes

El real significado de gestos y dichos del Presidente a gremios y empresarios.

Dos frases pronunciadas por Macri en la semana aún resuenan en los ámbitos políticos y empresariales: en una de ellas, les pidió a los empresarios que dejen de lado “temores y mezquindades”;  en la otra, que “se rompan el traste” para ponerse a la altura de la situación actual, que es compleja y, en algunos casos, dramática. El contexto estuvo marcado por el inicio de las negociaciones entre el gobierno nacional, la CGT y las seis principales centrales empresariales que acordaron esta semana estudiar –sector por sector– el pago de un bono extraordinario de fin de año para trabajadores privados y estatales con un piso de $ 2 mil. Diciembre, con su potencial conflictividad, es un desvelo para el Gobierno. 

¿Acaso el Presidente se cansó del empresariado argentino? Es probable que sí, sobre todo conociendo de primera mano a muchos de los protagonistas de este universo del cual formó parte hasta hace muy pocos años. “El Gobierno está intentando poner en el eje de toda la política pública a los individuos en situación de vulnerabilidad, con el objetivo firme de combatir el flagelo de la pobreza. Mauricio ha repetido en más de una oportunidad que no puede ser que uno de cada tres argentinos la esté pasando mal”, destacan fuentes de la Casa Rosada.

Ante esta situación, la cantidad de peros y reparos puestos por las diferentes entidades empresariales lo sacó de quicio. Desde la Unión Industrial Argentina insistieron en que el pago de la compensación salarial dependerá de cada uno de los sectores  y de cada una de las empresas, debido a que se firmaron 800 convenios colectivos y 400 acuerdos sindicales, situación que implica diferentes realidades dentro de los distintos rubros de la industria. No fue la única entidad empresarial que levantó la voz; lo mismo hicieron aquellas que nuclean a los comerciantes y a las pymes. 

Conoce de primera mano a muchos protagonistas de ese universo que integró hasta hace poco

Consciente y sabedora de las dificultades de este tiempo, la Iglesia tomó la decisión de constituirse en una protagonista activa en la ardua tarea de abrir canales de diálogo en la búsqueda de consensos. De ahí que su rol haya sido fundamental en la concreción del  encuentro. El Episcopado tiene aún muy a flor a piel el recuerdo de aquellos dramáticos días de finales de 2001 y de comienzos de 2002. En ese tiempo, la memoria nos trae el recuerdo de las conversaciones y las gestiones de los tres obispos designados por la Conferencia Episcopal Argentina para generar diálogo  y consensos entre cada uno de los sectores de cuyo compromiso dependía mantener la paz social. Esos tres obispos fueron monseñor Jorge Casaretto y los hoy fallecidos monseñor Juan Carlos Maccarone y monseñor Ramón Artemio Staffolani.

Estando ese recuerdo tan fresco, a nadie debe sorprender esta actitud activa de la Iglesia. Ninguno de los miembros de su jerarquía quiere que aquello se repita. Hasta el mismísimo papa Francisco ha sido un puntal clave en la trama de esta historia. “La Iglesia ha venido trabajando para lograr reunir en una mesa a las partes para que se escuchen entre sí y no como mero signo formal. El esfuerzo y el tiempo ganado estuvieron dados en que, por primera vez después de 12 años, los participantes se miraron a los ojos, se escucharon y se entendieron”, subraya una fuente que trabajó incansablemente en la concreción de las reuniones. 

La Iglesia ve con buenos ojos cómo está respondiendo el Gobierno. “Con el kirchnerismo no había ninguna chance. Hablaban ellos y punto. Por supuesto hasta que Jorge Bergoglio se convirtió en Francisco. Allí CFK tuvo la viveza política de dar un volantazo y alinear el Gobierno detrás del papa latinoamericano, luego de un primer momento de ofuscación y enojo.

Otro gesto para destacar es el de la CGT en cabeza de los nuevos triunviros. En una de las últimas reuniones se les escuchó decir –especialmente a Héctor Daer y a Juan Carlos Schmidt– que “los muchachos de los movimientos sociales también son trabajadores”, un reconocimiento justo que tardó en llegar pero que facilitó el diálogo. 

En plena época de vacío kirchnerista al por entonces cardenal Bergoglio, varios de los que hoy forman parte del gabinete nacional ya se encontraban trabajando con diferentes sectores de la Iglesia. Hay gestos que no son casualidad y que hablan de una comunión con el otro. A lo largo de las dos horas que duró la reunión que tuvo lugar el miércoles pasado en el Ministerio de Desarrollo Social con trabajadores sociales y cooperativas, fue la propia ministra 
Carolina Stanley quien llegó con el termo bajo el brazo y les cebó mate a sus interlocutores. Es un dato no menor, que habla del trato de inclusión a sectores vulnerables que habían sido carcomidos por La Cámpora y que hasta hoy se sentían huérfanos políticos. Hay que recordar que Stanley fue una de los figuras del Gobierno que merecieron el encomio del Santo Padre durante su reunión del sábado 16 con el Presidente; la otra fue la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal.

Quizás Macri esperaba un poco más de cooperación de los empresarios en momentos en que todos hicieron un esfuerzo. De todas las partes reunidas en la mesa de discusión, fueron los hombres de negocios los más desconfiados y reticentes”, sentenció una fuente que participó en el detrás de escena. En consonancia con la preocupación presidencial estuvieron las palabras de Adrián Werthein, presidente del Consejo Interamericano de Comercio y Producción, que sesionó en Buenos Aires. “Hay que creer e invertir porque el riesgo de venezuelizarse es inminente”, sentenció en una distendida conversación con periodistas. Su reflexión es una verdad indiscutible.

La economía no termina de arrancar. Los así llamados “brotes verdes” con los que se ilusiona el Gobierno son de un verde mustio. En el fin de semana pasado, las ventas por el Día de la Madre experimentaron una caída del 4,8% en relación con el año último. Si no hay más inversiones que  generen más trabajo genuino y de buena calidad, las chances de revertir la fenomenal pobreza que hoy castiga a un tercio de la población de nuestro país serán nulas. En lo que va de la actual gestión, la pobreza –que ya era alta al final de la gestión de Cristina Fernández de Kirchner– ha aumentado significativamente. La pobreza es la condición sobre la que pivotan los populismos. Y los populismos llevan a la venezuelización, es decir, al chavismo. 

Producción periodística: Santiago Serra. 


domingo, 10 de julio de 2016

Desde España, así nos ven. Argentina, Bicentenario de la Independencia…

Argentina, Bicentenario de la Independencia…
 
El presidente argentino, Mauricio Macri, saluda al público este sábado en Tucumán. Fotografía: AFP

Macri encabeza los festejos por la independencia y critica al kirchnerismo: "Nos encontramos un Estado muy castigado por la mentira y la corrupción"

© Escrito por César G. Caleros, corresponsal en Buenos Aires, y publicado por el Diario El Mundo de la Ciudad de Madrid, España.

Siguiendo la estela de los próceres de Argentina hace 200 años, el presidente Mauricio Macri ha conmemorado este sábado en la ciudad norteña de Tucumán, cuna de la independencia, el nacimiento de la nación argentina. Dos siglos de idas y vueltas marcados por el afán de un país de convertirse en potencia mundial gracias a los extraordinarios recursos materiales y humanos que atesora y las continuas convulsiones políticas, sociales y económicas que han impedido la realización de ese sueño.

Con la presencia del Rey Juan Carlos entre los invitados internacionales y el saludo epistolar del papa Francisco, Macri ha firmado en la Casa Histórica de Tucumán el Acta del Bicentenario de la independencia en un momento delicado para Argentina, inmersa en su enésima crisis económica y con el cinturón más apretado que nunca por los ajustes adoptados por el Gobierno conservador de la coalición Cambiemos. 

Ante la presencia de los gobernadores del país, Macri ha recordado en su discurso a los padres de la patria argentina, "un conjunto de ciudadanos que pueden parecer superhombres, pero no lo eran". "Seguro que tuvieron angustias y miedos, pero les movilizó su deseo de ser libres", ha subrayado el mandatario argentino, que se ha referido a Juan Carlos como "querido rey". 

En un breve discurso, el presidente argentino ha augurado que el país va ahora "rumbo a un increíble futuro", ha hecho un llamamiento a la unidad de toda la sociedad y ha criticado sin nombrarla a su predecesora en el Gobierno, Cristina Fernández de Kirchner.

"Todas las transiciones son difíciles, pero ésta es especialmente difícil porque nos encontramos un Estado muy castigado por la mentira y la corrupción que nos sigue irritando todas las semanas", se ha lamentado Macri. Una herencia que le ha servido al mandatario conservador para justificar algunas medidas impopulares aprobadas por su Gobierno; "Tuvimos que tomar muchas decisiones difíciles que me dolieron porque sé que a muchos argentinos les está costando; si hubiera habido otra alternativa la habría tomado, pero no la había".

Macri, que acaba de regresar de una gira internacional para tratar de captar inversiones, se refería así a los exorbitantes aumentos de las tarifas domésticas (gas, luz y agua) aprobados por su Gobierno al eliminar los subsidios que regían antes para esos servicios. Una declaración que llega después de que la Justicia haya anulado en varias provincias el denominado 'tarifazo', y a la espera de que la Corte Suprema se expida en los próximos días sobre la legitimidad de la medida.

Argentina llega a sus 200 años de vida como nación independiente con otro lastre que parece casi imposible de erradicar: la corrupción. Los escándalos que afectan a dirigentes y funcionarios del Gobierno kirchnerista han conmocionado a buena parte de la opinión pública.

Por los tribunales están desfilando desde hace varios meses ex ministros y empresarios beneficiados por los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y su mujer, Cristina Fernández (2007-2015). La propia ex mandataria, investigada en varias causas, tiene desde hace unos días sus bienes 'congelados' por decisión de un juez. 

"Nunca imaginamos que iba a ser tanto el saqueo", dijo Macri en su discurso de este viernes en el Monumento de la Independencia de la localidad de Humahuaca, el mismo escenario donde el líder conservador cerró su campaña electoral el año pasado.

El 9 de julio de 1816, el Congreso de Tucumán rompió definitivamente los lazos con la corona española y declaró la independencia de las entonces denominadas Provincias Unidas en Sudamérica.


El acta original con la firma de los 33 diputados presentes se perdió y en su lugar se conserva una copia en el Archivo General de la Nación. Ahí se encuentran los fundamentos de un país conformado por un crisol de nacionalidades.