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miércoles, 31 de julio de 2013

El Estado Mayor Conjunto y Microsoft... De Alguna Manera...


El Estado Mayor Conjunto y Microsoft...


Datos en bandeja de plata. En medio del escándalo de espionaje que atraviesa no solo Estados Unidos —de la mano de las filtraciones del “topo” de la CIA, Edward Snowden—, sino la insólita omisión que hace el gobierno con respecto a las actividades de espionaje ilegal del flamante jefe del Ejército con vistas a ser ascendido, César Milani, se suma la amnesia temporaria de la Presidenta con respecta al Proyecto X y la cantidad preocupante de datos que, en bandeja de plata, el Gobierno le ha facilitado a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) gracias a su predilección por el “monopolio bueno”, Microsoft, vinculado al escándalo norteamericano.

A este respecto, resulta necesario releer un artículo divulgado en el blog del experto en programación, Javier Smaldone, publicado el 10 de junio de 2010.

Todavía no lo termino de digerir (soy un ingenuo, ya lo sé), pero resulta ser que el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas Argentinas aparentemente ha decidido realizar una migración masiva a productos de Microsoft.

Aún haciendo caso omiso del pobre nivel de seguridad que ofrecen los productos de Microsoft (ya insuficiente para el uso que puede darles mi tía, ni que hablar de sistemas militares), es increíble que las fuerzas armadas de un país decidan adoptar como plataforma para sus comunicaciones, sistemas privativos (de código cerradísimo), producidos por una empresa extranjera y sobre los cuales recaen varias sospechas respecto de la intromisión de los servicios de inteligencia de los EE.UU.

Y no sólo eso. El asunto parece ser tan notable, que hasta ha sido publicado por Microsoft como “caso de éxito”. (Es hasta gracioso ver el detalle completo de programas y versiones utilizados, algo que cualquier especialista en seguridad tendría reparos en publicar, tratándose de sistemas militares).

Cuando empecé a leer el artículo, tuve la tentación de extraer y comentar algunas afirmaciones (por lo general de integrantes de las Fuerzas Armadas) que reflejan un avanzado grado de estupidez. Desistí de ello, ya que hubiera terminado copiando casi textualmente el boletín de Microsoft. [Actualización: El artículo original ha sido eliminado del sitio web de Microsoft. Puede consultar la versión almacenada en archive.org.]

Por lo tanto, me limitaré a reproducir aquí el copete del artículo:

El Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de la República Argentina, está implementando una plataforma de comunicaciones y colaboración en tiempo real, que lo coloca a la vanguardia, en la región. Sobre un ambiente nativo Microsoft Windows Server 2008 R2 y con la integración de Microsoft Exchange Server 2007, Office Communications Server 2007 y Office system 2007, el Centro de Operaciones Conjunto, materializado en la Sala de Mando y Control y el estándar de Escritorio Operacional definido para determinadas Autoridades-Usuarios; provee una infraestructura versátil, segura, confiable, fiable y de múltiples prestaciones en tiempo real, que mejoran cualitativamente el desempeño de sus funciones y potencian las facilidades disponibles tanto en el territorio nacional como en los lugares donde nuestro país tiene Organizaciones Militares de Paz en el exterior.

Las más recientes implementaciones resultan innovadoras en grado sumo, ya que logran identificación unívoca de usuarios, presencia enriquecida, modalidades de conexión y vías de comunicación unificadas, disponibilidad contextual y universal. Se dispone de mensajería instantánea encriptada y propietaria, de un servicio de conferencia entre varios interlocutores, que permite compartir aplicaciones entre muchas otras prestaciones que reducen muy considerablemente (en el orden del 80%) el tiempo de gestión operacional, enriqueciendo verdaderamente las comunicaciones y obteniendo una importantísima reducción de los costos operativos (más de 75%).

Que los militares son imbéciles (eso de “inteligencia militar” desde siempre fue una contradicción en términos) ya lo sabemos de hace rato. Que el Estado Mayor Conjunto argentino gusta acomodarse bajo las suelas de los EE.UU también es una perogrullada. Pero… entregar así el control de la información y de los sistemas de comunicaciones con anuncios, bombos y platillos incluidos, es realmente paralizante.

Me viene a la mente el eslogan utilizado en las publicidades del actual gobierno argentino, con la Dra. Cristina Fernández de Kirchner a la cabeza: “Esto también lo hiciste vos”. Me paraliza todavía más pensar que pueda ser cierto.

Adenda

Tres años después, esto es lo que dice uno de los integrantes del colectivo “Carta Abierta” (los intelectuales más cercanos al Gobierno), sobre la compra de equipamiento para las Fuerzas Armadas:


Tal parece que esto vale para “componentes” físicos, pero no para el software. Quizás no sea importante que el software de comunicaciones de las FF.AA. esté bajo control exclusivo de una empresa norteamericana, con firmes vínculos con la Agencia Nacional de Seguridad de los EE.UU. (NSA).

© Publicado el miércoles 31/07/2013 por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.




lunes, 24 de junio de 2013

La Corrupción según Carta Abierta...


Discutiendo con Ricardo Forster: ¿Existe la corrupción K para Carta Abierta?...


Ricardo Forster es integrante del colectivo oficial “Carta Abierta”, desde donde se intenta dar un cerco discursivo a la gestión de Cristina Kirchner. Para los integrantes de esa agrupación, lo que ha hecho el kircherismo es casi una epopeya, sin fisuras, sin nada que rever.

La corrupción es apenas un esbozo de golpismo y las denuncias contra los funcionarios K son un intento fugaz de volver con “las botas” a Balcarce 50. Nada nuevo bajo el sol.

No soy un tipo necio, soy de los que reconocen algunos de los logros de este gobierno, como la conformación de la Corte Suprema de Justicia o el avance sobre los dictadores de los años 70.

Sin embargo, ello no obnubila mi criterio periodístico a la hora de observar el preocupante nivel de corrupción que embebe a ciertos funcionarios que se encuentran en el “corazón” del modelo.

Las pruebas de ello abundan: ¿Quién duda de la culpabilidad de un Ricardo Jaime, un Aníbal Fernández o de un Amado Boudou? Y ello obliga a otra pregunta: ¿Por qué el oficialismo de turno se permite la existencia de esa clase de funcionarios?

Volviendo a Forster, tuve la oportunidad de entrevistarlo el pasado sábado en el programa que conduzco, “Políticamente incorrecto”, que se emite por MDZ Radio. Allí, el filósofo se mostró molesto por el hecho de que le pregunten por la corrupción en el seno del kirchnerismo y nuestra charla terminó de manera pastosa, incómoda, infructuosa.

“Yo reconozco los logros del gobierno si quiere, pero usted reconozca la corrupción”, le dije.

No tuve suerte. Forster insiste en que todo señalamiento se trata de un show mediático que está a la altura del golpismo contra Cristina.

-“Lea nuestra carta número 13”, me dijo.

-“Ya la leí”, respondí. Y es absurdo lo que allí se sostiene.

El diálogo radial merece ser escuchado, porque muestra a las claras cómo se puede ser necio sin recurrir más que al discurso.

Todo es relativo, según Forster y sus “colegas” de Carta Abierta, todo es opinable. No es que Boudou es corrupto y no puede justificar cómo hizo su fortuna, sino que ello debe valorarse según el cristal con el que se lo mire.

Suena absurdo, claro que sí, pero es lo que dice este filósofo, a quien respeto a pesar de todo. No pierdo la fe de que alguna vez pueda caer en la cuenta de su error. Mientras tanto, me conformo en volver a escuchar una y otra vez este diálogo inconducente, pero diálogo al fin. Un regalo para ustedes, caros lectores:


© Escrito por Cristian Sanz el lunes 24/06/2013 y publicado por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


sábado, 20 de abril de 2013

El empleado del mes… De Alguna Manera...

La peor semana...
 
EL EMPLEADO DEL MES. Lázaro Báez DIBUJO: PABLO TEMES.

CKF, con viento en contra… El “Lázarogate”, el revés por la Ley de Medios y el 18A impactaron en el Gobierno. A qué juegan Scioli y Massa.

Por falta de lectura, quizás no conocían la anécdota. Hubiera sido un aporte. Cuentan que estaba por comenzar el gobierno de John Kennedy, realizaba el Presidente una de sus primeras reuniones de gabinete y le preguntó a sus colaboradores: ¿qué hacemos con Edgar Hoover? Como el titular del FBI estaba en el cargo desde antes de la II Guerra Mundial, atribuida su permanencia y continuidad en el cargo (siguió luego de Kennedy) por conocer costumbres y hábitos comprometidos de los políticos, se supuso que el nuevo mandatario se encargaría de despedirlo. Pero el responsable de la “nueva política” prefirió consultar. Casi todos cuestionaron a Hoover hasta que Robert Kennedy, hermano presidencial, selló la discusión con una referencia popular: “Entre tener adentro un tipo que mea para afuera y tener afuera un tipo que mea para adentro, prefiero lo primero aunque sea indeseable”. Ese episodio demuestra cínicamente que en materia de secretos la política norteamericana exigía el mayor de los cuidados, no dejar cabos sueltos, alimentar inclusive a elementos de sospechosa calaña.

Desde afuera, entonces, dos individuos propios volcaron litros de orín sobre los Kirchner y su hermético entorno santacruceño encabezado por el próspero empresario Lázaro Báez, quien no leyó la historia de los Kennedy. Nunca viene mal un librito. En su derrame humillante, una mejicaneada oral sobre fondos que tal vez provenían de otra mejicaneada (vaya uno a saber), Leonardo Fariña y Federico Elaskar se vistieron de “arrepentidos” sin causa, iluminaron a Báez, enterraron de nuevo a Néstor 15 subsuelos más abajo, enmudecieron a la viuda e hijos y, si continuaban en sus revelaciones íntimas sobre movimientos de dinero non sancto, merecían por devotos la inscripción en La Cámpora y Carta Abierta. Finalmente, disponían de más confianza con el ex presidente que los militantes de esas agrupaciones.

Fue ese estallido en el programa de Jorge Lanata, curiosamente el periodista importado por el monopolio el año pasado que, en un solo domingo, pudo descolgar el cuadro “Clarín miente” que el poderoso diario no logró durante años. Se paralizó Cristina al menos 24 horas, también su equipo, ni hablar de la Justicia; víctimas de un ACV colectivo, no respondieron a las acusaciones, se puso en vilo hasta la concesión de dos gigantescas represas en Santa Cruz que ya parecían otorgadas a Báez. Allí habló De Vido: las obras se hacen de cualquier manera, no hay negocio que se detenga.

Quizás la Justicia tardía ni siquiera encuentre una prueba, pero en la Casa Rosada admiten que el confesionario público de Fariña y Elaskar fue una de las peores derrotas políticas para CFK: el fango se filtró hasta en los sectores más carenciados, algo más que suspicacia sobre venalidad en la gestión. Doble el impacto, además, porque luego los dos insolventes morales, repentina y sospechosamente, modificaron su declaración en otro canal de TV, se desmintieron a sí mismos, pidieron nerviosos perdón a sus denunciados alegando que se habían equivocado porque eran jóvenes. Nueva categoría de la estupidez organizada. Mientras, Ella, conmovida por el turbión impúdico, se hundía tensa en un bache comprensible sin que los masajes y las pastillas pudieran aliviarla, insomne, aferrada a un control remoto en la madrugada como si fuera un tótem de la filosofía oriental que en el ejercicio ritual del zapping le devolviera sosiego.

Para colmo salió en letra de molde lo que ya sabía: el fallo a favor de Clarín por la Ley de Medios en la Cámara Civil y Comercial. “La peor semana de Cristina”, otra vez, la quinta o sexta en 2013 y todavía no se llegó a la mitad de año. Ofuscada insistió con una réplica: arrancar con fórceps la “reforma judicial” en el Congreso para demostrar poder, a pesar de que también sabe que un juez suspenderá la vigencia de esas leyes por inconstitucionales y la elección directa de los consejeros a la Magistratura no podría realizarse en octubre como Ella dice querer. Para decir, si ése es el curso, “no me dejan gobernar”. Este juego parece una premeditada acción del Gobierno: montar una discusión con la excusa de que la mafia judicial también impide que el pueblo vote, que la mayoría se exprese, como si el kirchnerismo fuera el proscripto peronismo de la Revolución Libertadora.

Aun faltaba, en la semana traumática, la movilización del 18A con multitudes voceando su nombre. No favorablemente, claro. Demasiado para una sola mujer, atendible que se sujetara a un viejo dicho popular –corazón que no ve, corazón que no siente– y se embarcara a otro país, desatendiéndose de otra medicina que heredó de su marido: tanto dijo Néstor que la gente debía participar y movilizarse, que la prédica tuvo su premio: la muchedumbre marchó fustigando al Gobierno.

Lo más curioso de la protesta: casi nadie vociferó contra la re-reelección, como en otras oportunidades. Más que un cambio de opinión, ese olvido obedece a la realidad de que el gentío entiende ya como alternativa imposible lo de “Cristina eterna”. Ni siquiera en la organización previa del evento se debatió la desaparición de la consigna, para ellos es un hecho consumado. Y para Ella, otro misil en su línea de flotación, de ahí que atosigara con 60 tuits de rabia mientras buena parte del país se le plantaba en las calles. Como si la palabra pudiera parar la marea humana.

Después de la movilización y el descrédito, no es Cristina la única preocupada por conservar políticamente la cabeza en su sitio: la conmoción también afecta a Daniel Scioli y Sergio Massa, héroes del doble estándar, del mostrar y no ejercer, hasta hace horas intocables en la vanguardia de las encuestas. Uno porque aparece comprometido con la Casa Rosada aunque allí no lo quieren; y el otro porque se le agota el tiempo para coquetear entre la oposición y el Gobierno. Se prometían pacífica convivencia y ahora estalló el conflicto que el próximo 11 alcanzará el climax cuando el tigrense junto a otros intendentes salga a cuestionar la política de seguridad bonaerense. ¿Ataca a Scioli por orden de Cristina o por su propia aspiración presidencial? Mucho diálogo con De la Sota, Barrionuevo, Lavagna, pero a la hora de la verdad sentó a su diputado Roberti para que el cristinismo pudiera reunir el quórum y aprobar las leyes judiciales.

A la histeria o a los pactos secretos se los llevará la correntada junto a los carteles con sus nombres. Raro que no lo sepan dos hombres que viven junto al río.

© Escrito por Roberto García el viernes 19/04/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



domingo, 24 de febrero de 2013

Carta Abierta y el acuerdo con Irán... De Alguna Manera...


Desde Carta Abierta respaldan el acuerdo…

Miradas. Ricardo Forster, Eduardo Jozami y María Pía López, algunos de los intelectuales K. 

Aseguran que lo peor sería que los acusados se negaran a declarar, piden que se revise la causa judicial, critican el rol de la oposición y acusan a los medios por explicarlo mal.

Los intelectuales de Carta Abierta, que en general respaldan las políticas del Gobierno, advirtieron que el acuerdo con Irán para juzgar a los acusados por el atentado a la AMIA es positivo, y cuestionaron a la oposición por difundir conceptos “falsos” sin ofrecer alternativas para descongelar la causa judicial.

“También estaría de acuerdo con una solución negociada en la cuestión Malvinas. Estoy de acuerdo con este memorándum, aunque sepa que Irán tiene intereses contrapuestos a los de la Argentina. Es una salida de política exterior necesaria”, expresó en diálogo con Perfil María Pía López.

Para López no existe ningún riesgo para la Argentina con este entendimiento: “Peor de lo que estamos, no podemos estar”, aseguró. “Lo peor que puede pasar es que los acusados se nieguen a declarar”, sostuvo.

López añadió que es necesario que el memorándum vaya acompañado de una revisión de la causa judicial, en especial del accionar de las fuerzas de seguridad argentinas en relación con el atentado a la mutual israelí.

Ricardo Forster, por su parte, dijo en el programa 6, 7, 8 –que se emite por la TV pública– que el acuerdo es una decisión soberana del Estado argentino para ver si es posible recuperar alguna posibilidad de que algún día se pueda echar un manto de verdad sobre el atentado: “Sin rescindir un principio soberano, sin ni siquiera aceptar el tipo de sociedad iraní. Se trata de hacer un acuerdo con un país que no sabemos si es culpable, porque la causa es muy turbia. El Gobierno está tratando de avanzar y el juez va a tener por primera vez la posibilidad de tomarles declaración a los acusados. Esto es un avance”, explicó.

Para Forster, la oposición formula juicios mezquinos sobre este acuerdo, sin argumentos. Además, consideró que hubo dirigentes cómplices del encubrimiento del atentado, muchos de los cuales –afirmó– forman hoy parte de la oposición. “Tampoco hay alguien que represente a la comunidad judía: hoy la AMIA está gobernada por una combinación de ortodoxos y macristas. Y la gobiernan a su antojo”, expresó.

Eduardo Jozami, en tanto, advirtió que en un principio tanto la AMIA como la DAIA habían aceptado el acuerdo. “El escándalo posterior no se explica sin las presiones de los Estados Unidos e Israel. El aislamiento iraní es prioridad para el Estado judío y el Pentágono no ha descartado bombardear ese país”, explicó el intelectual.

Agregó que el malestar que se generó alrededor del acuerdo es producto de la acción de los medios y de la oposición. “La lógica maniquea que guía a la oposición mediático-política hizo el resto, acumulando una tras otra inexactitudes y simplificaciones”, expresó y reconoció: “El memorándum con Irán no es la panacea para resolver la causa Amia y nadie puede asegurar los resultados, pero no es menos cierto que constituye el único intento para destrabar la causa”.

© Escrito por M. C. el domingo 24/02/13 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.