miércoles, 28 de agosto de 2019

Superliga Argentina. Huracán 0 vs. Argentinos Juniors 0... @dealgunamanera...


Huracán y Argentinos Juniors repartieron puntos en el Palacio…


En el partido correspondiente a la cuarta fecha del torneo, el conjunto de Parque Patricios empató frente a Argentinos Juniors por 0 a 0 en el Estadio Tomás Adolfo Ducó.

© Escrito por Nicolás Roncoroni el martes 27/08/2019 y publicado por el Departamento de Prensa del Club Atlético Huracán de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fotos: Daniel Méndez.

Los dirigidos por Juan Pablo Vojvoda disputaron este lunes por la noche su cuarto encuentro de la Superliga Argentina de Fútbol 2019-2020. En este caso, los quemeros jugaron contra la Asociación Atlético Argentinos Juniors.

En la primera etapa del encuentro, los dos equipos se mostraron dispuestos a pelear por la posesión de la pelota. Rodrigo Gómez estuvo cerca de convertir en el arranque con un córner, que quitó Lucas Chaves de gran forma. 

Tiempo después, Andrés Chávez estuvo cara a cara con el portero visitante, pero su definición salió por el costado del arco.

La más clara del primer tiempo llegó de un córner de la derecha, que bajó Saúl Salcedo de cabeza y Juan Fernando Garro no pudo desviar. Sobre el cierre, Carlos Quintana cabeceó dentro del área y el balón se fue bien cerca de la valla de Antony Silva.

Los segundos 45 minutos no tuvieron mayores situaciones de peligro. El arquero Chaves volvió a tener una gran intervención en un cara a cara contra Lucas Barrios. En la última del partido, Droopy Gómez reventó el travesaño rival con un enorme tiro libre.

Finalmente, los de Parque Patricios igualaron 0 a 0 en el cotejo correspondiente a la cuarta fecha. El próximo domingo, los quemeros jugarán contra Newell´s Old Boys en Rosario.

Formaciones:

Huracán: 0

Antony Silva; Gonzalo Bettini, Saúl Salcedo, Mariano Bareiro, Walter Pérez; Mauro Bogado, Adrián Calello, Rodrigo Gómez; Norberto Briasco, Andrés Chávez y Juan Garro. DT: Juan Pablo Vojvoda.

Argentinos Juniors: 0

Lucas Chaves; Jonathan Sandoval, Miguel Torrén, Carlos Quintana, Elías Gómez; Fausto Vera, Francis Mac Allister, Damián Batallini, Diego Sosa, Gabriel Hauche; Santiago Silva. DT: Diego Dabove.

Árbitro: Patricio Loustau.

Estadio: Huracán.
  

   


martes, 27 de agosto de 2019

Carta abierta al (todavía) Presidente Mauricio Macri… @dealgunamanera...

Carta abierta al (todavía) Presidente Mauricio Macri…

Ilustración. ©Blasberg.com 

Señor presidente:

Debo confesar que por varios motivos me cuesta bastante escribir esta carta.

Primero: porque es justo y cristiano hacerla con respeto, aunque usted nos lo falte a cada instante. Pero, como dice el dicho (creo que sufí) “son nuestros enemigos, no nuestros maestros”. Y realmente me cuesta mucho manifestarlo. Espero lograrlo.

Segundo: porque dudo que usted entienda. Sinceramente, me parece muy preocupante verlo cada vez más alejado de la realidad. No sólo de la realidad que vive y padecen los pobres, sino del tiempo y espacio. Y no me refiero a que un 25 de mayo sea para usted “el día de la bandera” o que un martes sea lunes, sino a que un viernes diga una cosa, el domingo otra, el lunes otra y el martes la contraria. No es su sueño el problema, sino los que les han robado a los argentinos. A lo mejor vivir casado con el márquetin tiene estas consecuencias.

Tercero: dudo que sepa usted leer (me refiero a los miles de tropiezos que ha manifestado cada vez que tiene el difícil y engorroso trabajo de pelear con una hoja y media. Nunca, que yo lo recuerde, lo logró airosamente). Y, por tanto, no tiene sentido escribir una carta que no será leída, ¿no le parece? Pero me parece sensato decirlo, a lo mejor… quién sabe…

Simplemente me quiero referir a que usted dijo, según informaba el kirchnerista diario Clarín el 28/9/2016 que "Estamos pensando en cómo generar trabajo para más argentinos. Este es el punto de partida sobre el cual quiero y acepto ser evaluado como presidente y como Gobierno". La pobreza es – según usted dijo – el criterio de evaluación. Permítame, entonces, que le señale que usted ha fracasado estruendosamente. Su gobierno es un fiasco. Puede juntar unos miles de caceroleros de teflón saludándolo (¿despidiéndolo?), convocados por un actor que no fue a la marcha, sino que la siguió por TV (“haz lo que yo digo, no lo que yo hago”), pero la pobreza crece, la desocupación también. Y el descrédito de su gobierno (el suyo propio) ¡también!

Se me ocurren decenas de cosas para decirle, pero, como dije, no servirán o no serían cristianas decir, sólo quisiera señalar una. Una sola. ¡Sea buen perdedor! Y déjenos que lo recordemos al menos por una buena: se fue con la serenidad de los buenos perdedores. Un nene caprichoso rompe todo antes de irse; un mal perdedor da un portazo, un oligarquita tira del mantel para que todo caiga: “si no es mío, no es de nadie”. Usted puede hacerlo (es más, sospecho que ya lo está haciendo), o – por el contrario – puede decir “no supe”, “no pude” (o “no quise”, aunque no necesitamos tanta sinceridad, de la que lo creo incapaz), “pero no quiero que los pobres sufran más todavía”, así que haga la plancha (que de ese modo puede llegar al otro lado del río, es decir “a Punta del Este”, allí Mirtha y Susana lo esperan), no haga nada (algo que sería más propio de su historia) y deje que todo transcurra con normalidad hasta entregar el poder el 10 de diciembre. Será recordado como el peor presidente de la historia democrática argentina, pero como la historia no es lo suyo no se preocupará; volverán los personajes importantes a los billetes y usted no estará, pero usted prefiere los animalitos; en los barrios se contarán chistes y anécdotas sobre usted, incluso grotescas, pero como no los pisa no las escuchará y seguirá allá, en Úbeda. 

Mire, le estoy dando un consejo, y es gratis, no quiero nada a cambio (claro que esto le costará comprenderlo; no está en el ADN neoliberal la gratuidad y no querer nada a cambio… pero sí en el del Evangelio), sea buen perdedor y le aseguro que – al menos en eso – será recordado positivamente. Si no lo hiciere, además de Dios y la Patria, millones de pobres se lo demandarán… millones (unos 5.000.000 más que cuando usted asumió) y por lo que les y nos pidió evaluarlo. Eso hicieron. Eso hicimos. Y por eso mismo también será evaluado el gobierno que asuma en diciembre, claro que este sí tendrá, de verdad, una “pesada herencia”.

© Escrito por Eduardo de la Serna, Sacerdote perteneciente al Movimiento Opción por los Pobres, el domingo 25/08/2019 y publicado en el Blog 2 de Eduardo de la Serna   



lunes, 26 de agosto de 2019

Murió Chicha Mariani, fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo… @dealgunamanera

Murió Chicha Mariani, fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo…

Chicha Mariani tenía 94 años (NA)

Tenía 94 años. Falleció sin poder encontrar a su nieta, Clara Anahí. María Isabel Chicha Chorobik de Mariani murió este lunes a los 94 años. La fundadora y segunda presidenta de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo estaba internada desde el  11 de agosto tras sufrir un ACV.

© Publicado el  martes 20/08/2019 por el Diario Digital de Noticias Infobae de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Mariani fundó en 1996 la Asociación Anahí, en homenaje a su nieta, Clara Anahí Mariani, que el 12 de este mes hubiera cumplido 42 años.

Chicha Mariani tenía 94 años (NA)

Quizás lo más triste de la noticia es que Chicha falleció sin poder conocer a su nieta, apropiada por la dictadura militar con apenas tres meses de vida. Clara Anahí desapareció tras el ataque a la casa de La Plata en la que vivía con sus padres, Daniel Mariani y Diana Teruggi, ambos militantes de Montoneros, asesinados durante esos días.

Fue en 1977 que junto a Alicia Licha Zubasnabar de la Cuadra, decidieron crear una organización de abuelas buscando a sus nietos desaparecidos, la que sería conocida como Abuelas de Plaza de Mayo.

Clara Anahí Mariani (NA)

Comenzó buscando sola a Clara Anahí en cuarteles, comisarías, juzgados, convirtiéndose en una de las referentes más importantes de la causa de Abuelas. En 2007 la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires reconoció a Chicha con un diploma de honor por su tarea a favor de los derechos humanos.

El 11 de agosto pasado Chicha había sufrido un ACV que derivó en su  internación. Su estado de salud fue de carácter estrictamente reservado, hasta que este lunes, tras nueve días sin noticias, se conoció su fallecimiento.


domingo, 25 de agosto de 2019

Exitismo débil… @dealgunamanera...

Exitismo débil…

Taciturna, María E. Vidal. Dibujo: Pablo Temes

Macri y Peña no se resignan y sueñan con poder darlo vuelta, como en 2015. Vidal, no.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 25/08/2019 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La última semana, la gobernadora María Eugenia Vidal estuvo reunida con intendentes y legisladores oficialistas. Pese a rumores de chicanas y críticas, todos mostraron reconocimiento y acompañamiento hacia la gestión. No hay optimismo de triunfo en la provincia, la estrategia de aquí a octubre es darle vía libre a cada intendente con posibilidad de ganar para que sostenga representatividad territorial y representatividad regional a través de los legisladores.

“Si en algún momento tenemos posibilidad de volver, nos volveremos a encontrar. Este país es muy dinámico, dentro de dos años la historia puede ser otra”, sostuvo un legislador presente.

Sin embargo, la actitud complaciente hacia la figura de la gobernadora no tuvo eco en la figura del Presidente. “Se vio una actitud crítica –principalmente desde el radicalismo– por la fuerte tensión que se visualiza en el retorno del kirchnerismo”, señala un armador oficialista. También se escucharon quejas por el no adelantamiento de las elecciones en la Provincia. Hoy esto que para muchos fue un error estratégico es contrafáctico, ya que este adelanto no necesariamente garantizaba que se ganaran las elecciones, y mucho menos con los  números que arrojaron las PASO.

“Si la diferencia hubiera sido de 4 o 5 puntos, se podría pensar que adelantándolas se ganaba, pero la diferencia final fue de 22 puntos. Capaz que se adelantaban y se tenía un cataclismo cinco meses antes”, apunta un intendente.

Percepciones. Lo que la mayoría de los legisladores provinciales percibe es que la pertenencia de Vidal a su espacio político hizo que primara por sobre su conducción de gobernadora bonaerense. Lo de Hernán Lacunza fue el último aporte a la causa.

El “trasladado” ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, está trabajando en dos cuestiones: la primera y urgente es cerrar las cuentas públicas, para poder demostrarle al staff del FMI que arriba al país –ayudado con los que ya están en Argentina en la comisión permanente– que se han cumplido satisfactoriamente las metas del primer y segundo trimestre y que se van a cumplir en la proyección las metas del tercer trimestre que termina en septiembre.

Esto último permitiría que, cuando esté aprobado el board el 15 de septiembre de este año, puedan autorizar el desembolso de los fundamentales 5.400 millones de dólares del Fondo que están acordados y después los 900 millones de dólares más que faltan a fin de año, cruciales para no entrar en default dentro del período presidencial de Mauricio Macri.

La segunda cuestión es diseñar algún tipo de estrategia tendiente a mejorar el ingreso de bolsillo de los sectores medios, por eso se insistió en el control de los combustibles y se sancionó el decreto de necesidad y urgencia de los combustibles. Esta situación les dio una muy buena excusa a los gobernadores para enojarse con el macrismo y devolver el enojo que hay en Olivos con los gobernadores a los que se les había pedido –de no poder jugar a favor del macrismo– que fueran con boleta corta.

 Los números demuestran que los gobernadores que fueron con boleta corta terminaron apoyando implícitamente la fórmula del kirchnerismo (no se llega al 47% de los votos a nivel nacional sin el apoyo de los gobernadores).

Esto lo saben y lo leen desde Olivos. Allí la última semana hubo muchas rispideces con Miguel Pichetto. El involucramiento del ex senador peronista en la campaña le hizo sentir que tenía un espacio de poder como para sugerir cambios en el gabinete, que lo incluían a él como posible jefe de Gabinete. La sorpresa llegó el lunes, cuando los cambios solo quedaron a nivel de Dujovne. “No hubo manera de torcerle el brazo a Mauricio Macri y Lilita Carrió, sobre todo a esta última, que dijo: ‘Si lo sacan a Peña rompo la coalición’. Esta situación dejó con mucha indignación al ala peronista de Cambiemos”, sostiene una voz cercana a la mesa chica presidencial.

Los últimos días se ha escuchado a Marcos Peña reflexionar que en 2015 sacaron 15 puntos en las PASO y lo revirtieron, pero hay dos datos a tener en cuenta: en 2015 no fueron 15 puntos, sino que fueron 8-9 puntos. En 2015 Scioli no pasó el piso de los 40 y en 2015 era el candidato del oficialismo, tras doce años de gobierno, con todo lo que implicaron los últimos cuatro años del mandato de CFK.

En ese momento Mauricio Macri era lo nuevo, la oposición. Hoy tienen 15 puntos abajo, cuatro años de ser oficialismo y una crisis económica feroz.

Estoicos. Al igual que Marcos Peña, el único que se muestra optimista de cara a octubre es el presidente Mauricio Macri. “Macri y Peña no tienen el gen de los tipos que “gozan” el poder, sino que lo padecen. No tienen escuela en política, son éxito o nada”, sostiene un analista

La política incluye el fracaso en la agenda, incluye la derrota, veamos: el ex presidente de Brasil Lula da Silva perdió cuatro veces antes de ser presidente, De la Sota, el ex gobernador de Córdoba, había perdido tres veces antes de ser gobernador.

Para Macri no incluye la derrota ni el fracaso (solo perdió una vez como candidato a jefe porteño en 2003), la política para él es el logro, el éxito, el avance.

No está inscripta en su registro mental la posibilidad de un futuro que no esté atravesado por el éxito, porque en su vida fue todo más o menos exitoso como empresario, dirigente deportivo y político.

El exitismo lleva a muchas personas a confiar ciegamente en sus acciones y en las de las personas a las que también creen exitosas, y esto conlleva –la mayoría de las veces– a no escuchar otras voces. De esto mucho sabe el Presidente y su álter ego, Peña.

Producción periodística: Lucía Di Carlo.




sábado, 24 de agosto de 2019

Carta abierta a Luis Brandoni... @dealgunamanera...

Carta abierta a Luis Brandoni...


"Le hablo a usted, Luis Brandoni. Hace ya tiempo que quería decirle algunas cosas. No lo tuteo porque no me conoce, aunque yo sí a usted; bueno, quién no conoce a Luis Brandoni en la Argentina. ¿Ve?, en esto me lleva ventaja, porque mis palabras son las de un ciudadano anónimo, lo que hace que a veces lo que uno dice se transforme en una muda súplica. Pero las suyas son palabras precedidas por la fama de un actor que tiene tantas películas memorables en su haber. Es por eso que creo que hay una responsabilidad especialísima en usted.


De todas las películas que interpretó, hoy quiero recordar una: “La Patagonia Rebelde”. ¿Se acuerda? Seguro que sí, Luis. Se lo abrevio al lector: es una historia real ocurrida en el sur argentino a principios del siglo XX, cuando los trabajadores laneros pedían mejores condiciones y salarios dignos, y el gobierno radical, en defensa de los intereses de los dueños de las estancias, dio la orden al ejército para que terminara con esas protestas. Usted que es tan memorioso, ¿se acuerda cómo termina esa represión, Luis? El teniente coronel Héctor Benigno Varela, cumpliendo con la orden de “normalizar” la situación, terminó fusilando a casi 1.500 trabajadores y deportando a otros cientos hacia Chile y España. En esa película, usted, Brandoni, interpretaba al gallego Soto, Antonio Soto, un español escapado de la miseria de su país, que al momento de las huelgas se desempeñaba como secretario general de la Sociedad Obrera de Río Gallegos. 

Video: TV Canal 10 Córdoba.

¡Qué tiempos esos; los del gallego Antonio Soto y los suyos, Luis, cuando interpretó a ese luchador que enfrentó con dignidad la explotación miserable y el maltrato de los terratenientes!

Pero hagamos más memoria. ¿Sabe de los apellidos de esa oligarquía estanciera que relata la película? Recordemos algunos: Adolfo Bullrich, vendedor de todo lo que la campaña de Roca le quitó a los pueblos originarios y dueño de la mansión que hoy es el Patio Bullrich. Es el tatarabuelo del ex ministro de Educación y actual senador macrista Esteban José Bullrich Zorraquín Ocampo Alvear, tal su apellido popular. Y familiar directo de la Patricia, la ministra de Seguridad de la Nación, la tía segunda de Esteban, descendiente de Honorio Pueyrredón, ministro de Agricultura y posteriormente ministro de Relaciones Exteriores del presidente Hipólito Yrigoyen, cuando ocurrió la represión en la Patagonia. Estaban también los Braun, los Peña Braun, los familiares directos del “patriota” (según Carrió) Marquitos Peña, el jefe de Gabinete del Gran Bonete Mauricio. Ah, casi me olvidaba de Pinedo, el apellido que selló el tratado Roca-Runciman, el que entregó a los ingleses el comercio de las carnes, los frigoríficos y tantas cosas que hacían a la soberanía de la Nación. Aquel es el familiar directísimo del calmo don Federico del PRO, el que fue presidente por unas horas. ¡Qué apellidos! Y no por apellidos sino porque cada una de esas familias han transcurrido el siglo XX y ahora el XXI preñados del mismo dogma de clase.

Pero volvamos al presente. Déjeme ahora recordarle al lector, también a usted y a mí, las palabras que por estos días les dirigió a los militantes y argentinos macristas, en un video que grabó en Madrid, adonde aclara que estaba “cumpliendo un compromiso asumido hace muchos meses”. Allí, con una bien actuada voz, tan cercana al tono de homilía dominical de un cura párroco, dijo lo siguiente: “Acá estamos, en España… ¡preocupado… pero no derrotado! Al contrario, queda mucho por hacer, todavía. Por lo pronto, el sábado, el sábado 24, salgamos a las calles y las plazas de todo el país para mostrar y mostrarnos que somos muchos, muchos más los que queremos un país republicano, democrático y decente. Y prepararnos para la de ‘en de veras’, la del 27 de octubre, con fiscales en todas las mesas, convencidos y seguros. Perdimos la República muchas veces… otra vez no”. Y finaliza sollozando: “Abrazos y viva la patria… eh”.

¿Qué es lo que lo que tanto le preocupa, Luis? ¿Qué insinúa con ese tono mendicante, de hablar bajito, cuando balbucea: “Queremos un país republicano, democrático y decente... con fiscales en todas las mesas, convencidos y seguros”? ¿A qué argentinos está alertando cuando clama bajito: “Perdimos la República muchas veces… otra vez no”?

Su soberbia indigna, pero más su falta de sentido democrático y republicano, el que reclama para sí y para los suyos como patrimonio, dejándome a mí y a millones afuera. Por eso quiero contarle sucintamente quién soy yo, aún a sabiendas de que quizás usted nunca se entere de mis palabras.

Me llamo Marcos Doño; soy periodista y escritor. Como la mayoría de los millones de argentinos, soy un ciudadano común con una historia particular llena de momentos felices y también trágicos. Me crié en una familia de clase media; mis abuelos paternos eran inmigrantes venidos de Turquía y los maternos de Ucrania, escapando a las persecuciones y los pogroms antisemitas. Fueron luchadores incansables, como lo eran todos los inmigrantes llegados a principios y mediados del siglo XX. Mis abuelos paternos trabajaron en la ciudad de Buenos Aires, en Córdoba, en San Isidro y en el partido de Tigre, donde nació mi padre, un genio natural, músico de jazz y luego un pequeño industrial, un trabajador incansable que se vio obligado a salir al ruedo de la vida desde muy temprano, a los ocho años, trabajando de canillita. Los maternos se asentaron en una colonia de un campo de Entre Ríos, donde junto a otros fundaron una cooperativa agrícola. Eran esos gauchos judíos que cuenta la novela homónima de Gerchunof. Y eran socialistas; socialistas de Palacios y de Repetto, como me decía siempre mi zeide (abuelo). Y hablando de ese patriotismo republicano que usted declama como un puñal que se clava en contra de los otros argentinos, los que usted denuesta con cada sílaba, hay un hecho que quiero destacar: mis abuelos tenían la costumbre de colgar la bandera argentina del balcón en cada fecha patria. Y una de esas banderas me fue dada en herencia como un tesoro invalorable. Así crecí, como tantos millones de argentinos, envuelto en esta identidad, educado en la escuela pública, aprendiendo día a día el sentido fundamental del trabajo y la honestidad como los valores esenciales para una vida digna. La ironía maldita quiso, sin embargo, que un día, mejor dicho una noche eterna, cuando estaba secuestrado y torturado, uno de mis verdugos me dijera: “Que seas zurdo vaya y pase… pero donde la cagaste es en que sos judío… vos no sos argentino”. Pero resulta que yo estaba allí, estaqueado en esa cama de metal, desaparecido para el mundo, por ser un joven apasionado que se había decidido a luchar por la Patria, por la República y por la Democracia que usted y los suyos dicen defender y yo no, señor Luis Brandoni.

La República perdida, esa que tanto le asusta, se vuelva a perder con el peronismo, fue secuestrada durante la larga noche que dio inicio el 24 de marzo de 1976 con el golpe de Estado. ¿Recuerda usted, Brandoni, los apellidos de esos cruzados de la muerte que asolaron la Argentina durante los años de la dictadura videlista? Busque y se va a encontrar con la sorpresa de que son las mismas familias, los mismos apellidos que vienen de lejos en el tiempo haciendo las mismas iniquidades desde que decidieron que la Argentina sería por siempre su propiedad privada. Son los mismos apellidos que aborrecían a San Martín y Belgrano y su política de construir una América grande, respetando a sus pueblos originarios en su cultura y en el derecho a la propiedad de sus tierras y sus bienes. A José de San Martín lo odiaban como hoy se odia a otras y a otros. Por eso el Libertador debió irse y morir en Francia, porque no quiso participar de la desunión nacional que promovía el odio a una clase. Y porque su asesinato estaba resuelto. Bien, la mayoría de estos apellidos los va encontrar también reunidos en la Sociedad Rural Argentina. Son los mismos que no tuvieron empacho en insultar y silbar a Raúl Alfonsín, su amado Alfonsín, quien fue claro cuando dijo que Macri era el límite para un radical, en un acto antidemocrático en contra de todo lo que representaba su política distributiva. Usted lo sabe, don Luis, esos gritones ganaderos no eran peronistas.

No, Luis. La vida y la historia no son blanco y negro. Y como en las mejores familias, en los partidos hay de todo; un Alfonsín y un Sanz, un Moreau y un Negri, un Néstor y un López Rega, como el que lo persiguió a usted. Y también a mí, don Brandoni. Y también a tantos peronistas asesinados por esa banda de ultraderecha, las Tres A, que usted siempre pone en punta de lengua cuando quiere tipificar al peronismo de antidemocrático y antirrepublicano. Eso se llama maniqueísmo, Brandoni. Porque usted sabe, o debería saber, que el “brujo” López Rega era de la misma estirpe ideológica que Rivarena Carlés, aquel allegado al radicalismo que casi un siglo atrás comandó la Liga Patriótica durante la Semana Trágica.

No hay ángeles ni demonios, como usted quiere don Luis Brandoni. Sólo hay seres humanos. Por eso la historia es así, sinuosa, como los amores y los odios. Pero si se trata de robo, de saqueo masivo, de robar la República, debería coincidir conmigo en que son ellos, don Luis, los que verdaderamente se robaron la República, una y otra vez. Y mire usted, son los apellidos que hoy defiende con tanto ahínco como la garantía de la democracia y el republicanismo. Tampoco ignora usted, Brandoni, quiénes llenaron las cárceles de la dictadura de los Pinedo, los Bullrich, los Ortiz Ocampo, los Alvear. En su mayoría eran peronistas. ¿Entonces?

Y conste que por esos días yo no sólo no era peronista sino que muchas veces me había comportado como un gorila profesional. Pero eso sí, mi gorilismo jamás rozó el odio, como el que usted transpira. ¿Cómo podría odiar sabiendo que allí anidaba el clamor de la mayoría del pueblo argentino trabajador? Lo mío era un antiperonismo como el de Julio Cortázar o el del Che Guevara. Era más bien un arraigo cultural, una costra de prejuicio nacida de la mirada general de una clase media que odiaba al general, y también de cierta ortodoxia marxista que cabalgaba en mis venas y que me impedía acceder, como lo haría años después, y como finalmente lo hicieron Cortázar, el Che y tantos, a la comprensión de un movimiento popular que para otros millones nunca dejaría de ser la encarnación de todos los males de la Argentina. Reconozco que en mí siempre había anidado una llama que más de una vez me hacía repensar mi posición.

Esa llama la había encendido mi madre, quien desde lo puramente sentimental se había sentido cerca de ese pueblo peronista al que el odio de clase no esperó para etiquetar como el “aluvión zoológico”, desde ese primer 17 de octubre, cuando las masas obreras llegaron y se concentraron en la Plaza de Mayo.

Seguro que usted, Brandoni, como tantos otros millones de argentinos, están convencidos al día de hoy quienes comenzaron con la grieta. Pero no busque tan cerca porque no fue ni Cristina, ni Néstor, ni Perón, ni en alguna grieta lejana en el tiempo, que de tanto en tanto se abre. Esta última, la que divide a peronistas de gorilas, no la va a encontrar en los cuentos y diatribas de Jorge Lanata, Majul, Leuco y usted mismo. ¡No! Al menos tenga valentía intelectual de buscarla en el odio de clase que bautizó a la clase trabajadora de “aluvión zoológico”, cuando la alegría de sentirse dignificados y visibles los llevó a marchar y concentrarse por primera vez en la historia en la Plaza de Mayo, ese 17 de octubre de 1945. Ahí la va encontrar, en el odio explícito y explicitado de una clase social en contra de otra. Hoy, el aluvión tiene otros nombres para ese odio de clase. Se llama “grasa militante”, “choripaneros”, “planeros”, “camporistas”, “vamo' a volver”.

Por todo esto, por sus dudas y por las dudas que peligrosamente usted está tratando de inyectarle a la población, don Brandoni, quiero decirle lo siguiente: Yo soy un ciudadano común que sufrió la cárcel de la dictadura por espacio de casi dos años. Yo viví la muerte, la tortura y las vejaciones más indecentes en carne propia y las sufridas por mujeres y hombres que lucharon por recuperar la República perdida, la República de todos.

Yo soy un ciudadano que se alegró como millones de argentinos cuando la democracia volvió de la mano de Alfonsín como presidente. Un Alfonsín que fue votado por propios y por peronistas. Un Alfonsín que poco tiempo después, cuando su gobierno estuvo acorralado por los militares golpistas carapintadas, se sostuvo en el poder por el apoyo y la lucha de todos los argentinos que salimos a defender la democracia y la República.

Yo soy un hombre común, Brandoni. Soy un hombre decente y republicano que a pesar de haber sufrido el exilio y escarnio, y de haber estado tantas veces cerca de la muerte junto a mi esposa, pude formar una familia maravillosa con tres hijos y nietos que somos parte de la construcción de esta Nación que usted cree es honesta sólo si se la piensa como usted. Por eso yo no voy a permitirle que desde el odio y el resentimiento más profundos, únicas guías de su lengua, me acuse a mí y acuse a millones de argentinos de ser parte de una especie de conspiración que quiere destruir la República.

Le pido que repase en su memoria los apellidos que hoy gobiernan este país y que usted hoy defiende con tanta pasión, alimentado por su memoria cada día más selectiva, tan selectiva como lo es una clase dominante en detrimento de la clase dominada. Son ellos, Brandoni. Allí va a encontrar los apellidos que se robaron la República y la Democracia con toda la indecencia que se pueda uno imaginar.

Y concluyo: no lo odio Brandoni como sí usted me odia a mí. Lo que sí puedo afirmar y decir con razón es que le he perdido todo respeto".


© Escrito por Marcos Doño el Sábado 24/08/2019.




martes, 20 de agosto de 2019

Patronato de Paraná 2 vs. Huracán 1... @dealgunamanera...


El Globo cayó ante Patronato en Paraná…


El conjunto de Parque Patricios perdió ante el Patrón por 2 a 1 en el partido correspondiente a la tercera fecha de la Superliga Argentina 2019-2020. Gabriel Ávalos y Hugo Silveira convirtieron los tantos del local, mientras que Norberto Briasco metió el descuento para la Quema.

Publicado el domingo 18/08/2019 por el Departamento de Prensa del Club Atlético Huracán de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El equipo que conduce Juan Pablo Vojvoda realizó esta mañana su tercera presentación en la Superliga Argentina de Fútbol 2019-2020. Los quemeros enfrentaron al Club Patronato de Paraná, que venía de caer como local frente a Boca Juniors.

Los dirigidos por Mario Sciaqua se adelantaron rápidamente en el marcador. A los 2, Gabriel Ávalos ganó de cabeza después de un córner y puso el 1 a 0 para los rojinegros. El Globo no tuvo grandes chances en la etapa inicial. La de mayor peligro llegó tras un centro de Rodrigo Gómez y un desvío de Juan Fernando Garro, que se fue por arriba del travesaño.

El Patrón estuvo a nada de hacer el segundo con Hugo Silveira, que superó a Antony Silva y definió por encima de la valla quemera. En el segundo tiempo, Huracán estuvo cerca de marcar mediante un zurdazo de Walter Pérez, el cual salió por al lado del palo. A los 15, el uruguayo Silveira cabeceó un centro de la derecha y metió el 2 a 0.

Tras el segundo gol, Patronato contó con varias oportunidades para incrementar el resultado. Gabriel Compagnucci pateó de media distancia y el balón se fue pegado al palo. Posteriormente, Antony Silva le tapó un tiro dentro del área a Federico Mancinelli y, en el rebote, Saúl Salcedo bloqueó a Cristian Tarragona. A su vez, Silveira quedó cara a cara con el portero paraguayo, que intervino de enorme manera.

A los 31, el ingresado Norberto Briasco paró la pelota con el pecho y remató de derecha para poner el 2 a 1. Sobre el final, la institución de Parque Patricios pudo llegar a la igualdad con un tiro libre de Andrés Chávez y una tijera del paraguayo Salcedo, pero ambas ejecuciones fueron a las manos de Matías Ibáñez.

Sin tiempo para más, Huracán perdió 2 a 1 ante Patronato como visitante. Los quemeros volverán a jugar el lunes 26 de agosto cuando reciban a Argentinos Juniors en el Palacio Tomás Adolfo Ducó.

Síntesis:

Patronato (Paraná): 2

Matías Ibáñez; Christian Chimino, Federico Mancinelli, Matías Escudero y Mathías Abero; Gabriel Compagnucci, Julián Chicco, Damián Lemos, Santiago Rosales y Gabriel Ávalos; y Hugo Silveira. DT: Mario Sciacqua.

Huracán: 1

Antony Silva; Gonzalo Bettini, Saúl Salcedo, Mariano Bareiro y Walter Pérez; Lorenzo Faravelli, Adrián Calello y Rodrigo Gómez; Juan Garro, Andrés Chávez y Javier Mendoza. DT: Juan Pablo Vojvoda.

Gol en el primer tiempo: 2m. Gabriel Ávalos (PAT).

Goles en el segundo tiempo: 14m. Hugo Silveira (PAT); 30m. Norberto Briasco (HUR).

Cambios en el segundo tiempo, al comenzar, Cristian Tarragona por Rosales (PAT); 15m. Juan Vieyra por Faravelli (HUR); 24m. Norberto Briasco por Garro (HUR); 29m. Fernando Coniglio por Mendoza (HUR); 33m. Lucas Mancinelli por Silveira (PAT) y 42m. Lautaro Comas por Ávalos (PAT).

Amonestados: Lemos, Salcedo, Tarragona, Abero.

Árbitro: Germán Delfino.

Estadio: Patronato.

  
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