domingo, 13 de marzo de 2016

Aldo Ferrer y el desarrollo industrial… @dealgunamanera...

Aldo Ferrer y el desarrollo industrial…


Aldo Ferrer fue parte de los economistas estructuralistas que siguieron la estela abierta por Raúl Prebisch con la publicación del Manifiesto del 49 (El desarrollo de América Latina y algunos de sus principales problemas) que desafiaba la visión neoclásica del desarrollo. Ese documento plantea la diferencia entre los países periféricos –productores primarios– y los centrales –industrializados– en la desigual apropiación de los frutos del progreso tecnológico y el consecuente fenómeno del deterioro de los términos de intercambio y abre el cauce a las corrientes heterodoxas y desarrollistas en la región.


© Escrito por Federico I. Poli el viernes 11/03/2016 y publicado por el Diario Perfil de la 
Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Por esa época, un joven Ferrer escuchaba de boca de Prebisch, en un seminario en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, el desencanto con la teoría económica ortodoxa que este ex presidente del Banco Central expresaba porque no le sirvió para resolver los problemas que había enfrentado. Ahí aparece la necesidad de construir una teoría a partir de estilizar los hechos de la realidad de nuestros países. A ese conocimiento contribuiría mucho Ferrer con aportes como La economía argentina (1963) en el que proponía una periodización de la historia de la economía argentina y de sus dilemas, tomando como modelo los trabajos de Celso Furtado de los 50, y su polémico Crisis y alternativas de la política económica argentina (1980).

Creía Ferrer en la importancia de alcanzar una “estructura industrial integrada y abierta” que refería a una estructura económica industrial diversificada con participación de sectores intensivos en conocimiento, abierta al mundo y al comercio intraindustrial, contrariamente a la visión autarquizante que algunos atribuyeron a su “vivir con lo nuestro”. Planteaba que el desarrollo económico se alcanza a través de la competitividad, para la que un tipo de cambio adecuado es un elemento fundamental, junto al aporte de políticas de ciencia, tecnología, capacitación de los recursos humanos. “En la medida en que el tipo de cambio es competitivo genera industria y ocupación, mejora los salarios reales”, Ferrer dixit. En este sentido, defendía las retenciones como instrumento de política económica que permitía compatibilizar, en países como Argentina, el desarrollo de la industria y el agro, por el dilema, que tan bien formularía Diamand, que las productividades diferenciadas introducía al manejo del tipo de cambio.

Sabía Ferrer que el Estado tiene un rol claro en la economía para alcanzar el desarrollo. Siendo ministro de Economía, a principios de los 70, impulsó la creación del Banco Nacional de Desarrollo para financiar la expansión y reconversión de sectores industriales, las infraestructuras y la minería, y la ley del “compre nacional” que permitía utilizar el poder de compra del sector público y sus empresas, que representaba el 40% de la inversión total, para apalancar sectores de complejidad tecnológica.

Afirmaba Ferrer que “cada país tiene la globalización que se merece” porque “el grado de desarrollo alcanzado depende de la aptitud de cada sociedad para participar de las transformaciones desencadenadas por el avance de la ciencia y sus aplicaciones tecnológicas”. Introduce el concepto de “densidad nacional” que hace referencia a que la calidad de las respuestas que cada país da a los desafíos y oportunidades que la cambiante globalización le plantea está en relación con los liderazgos.

La última vez que lo vi fue en Madrid, en octubre de 2012, en un seminario que organizamos con Enrique Iglesias. Le dije a Aldo que ese día debíamos sacarnos una foto porque no teníamos. Aceptó encantado. Lamentablemente, no lo hicimos. El martes cuando me enteré de su desaparición, me acordé con tristeza de esa foto que no fue.


sábado, 12 de marzo de 2016

Un pañuelo sucio… @dealgunamanera...

Un pañuelo sucio…

La titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini. Fotografía: dyn

Hebe de Bonafini, un emblema que ha vaciado de significado el pañuelo blanco.

© Escrito por Pablo Cohen el sábado 12/03/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La lucha de quienes alumbran sus sociedades enarbolando principios humanistas, inextinguibles y fraternos ha sido más reconocida cuando de aquella luz se ha desprendido el coraje que siempre supone decir las cosas correctas en el momento incorrecto. Es fácil erigirse, como lo ha hecho el peronismo, en víctima de los crímenes de la última dictadura; más difícil es aceptar que éstos comenzaron durante la presidencia de María Estela Martínez de Perón y que la tarea de un presidente democrático no consistía en amnistiar a los militares sino en juzgarlos de acuerdo a las reglas del Estado de derecho.

El Estado de derecho es, precisamente, uno de los elementos del contrato social que ha descubierto el kirchnerismo en estos escasos meses de gobierno macrista: ahora que es oposición ha terminado por comprender que una cosa es la legitimidad de origen y otra la de ejercicio.

No se podría entender de otra forma que, con alevosa ansiedad, tantos silenciosos cómplices del lavado de dinero, de la ludopatía y del hacinamiento ferroviario hayan proclamado que la actual Argentina es una dictadura.

En esa línea de pensamiento, un emblema que ha vaciado de significado el pañuelo blanco ha sido Hebe de Bonafini. Ha dicho Bonafini: “El 23 y 24 de marzo, como una cachetada a la Historia, a nuestros hijos y a nosotras, las Madres, llega Barack Obama al país, invitado por otro enemigo de las Madres: Mauricio Macri”. “Me puse a pensar”, agregó Bonafini, “a qué país representa Obama, y me saltó a la cabeza el Plan Cóndor”. Y remató: “Ese hombre tiene las manos manchadas de sangre y acá no lo queremos”.

Es curioso que Bonafini confunda a un presidente negro, demócrata y keynesiano con Richard Nixon, que evoque el Plan Cóndor, pero no la campaña de Jimmy Carter contra las dictaduras latinoamericanas y que se espante por el horroroso entrenamiento que de los estadounidenses recibieron tantos represores sin ahondar en uno al menos igual de cruel, que es el que Francia proveyó a los militares argentinos fascinados por la violencia desplegada contra Argelia. Aparentemente, Hollande y la tradición xenófoba, jacobina y pronazi del pueblo galo no forman parte del odio de la candorosa entrevistadora de César Milani.

La ley de sangre, que rige en Francia contra la mucho más integradora ley de suelo, que sobrevive en los Estados Unidos, tampoco es digna de ese análisis, a pesar de que a nadie puede escapar la reciente visita a la nación de Hollande, un socialista moderado que, como el uruguayo Tabaré Vázquez, simpatiza con Macri.

La señora Bonafini habla hoy de los desaparecidos como de “30 mil revolucionarios” y, así como condena la represión de Macri en episodios menores, no tiene tiempo para recordar que, en plena crisis del gobierno de CFK con el campo, opinó: “La Presidenta tiene mucha democracia y mucha tolerancia, porque otro gobierno los hubiera desalojado a palos y a gases como merecían”.

Tampoco recuerda, las épocas en las que acusaba a Bergoglio de “golpista”, festejaba las muertes de civiles en las Torres Gemelas, pedía desalojar de la Casa Rosada a un vicepresidente electo, llamaba “bolitas hijos de puta” a un grupo de ciudadanos que asistían a la Plaza de Mayo, se solidarizaba con las FARC o insultaba a quienes habían osado participar de la despedida que se le realizó al ex presidente Alfonsín.

En El conocimiento inútil, Jean François Revel escribió una frase que parece de 2016 y no de 1988: “La primera de todas las fuerzas que dirigen el mundo es la mentira”.Bonafini no la escribió, pero nadie la puede acusar de no haber sido profética.



jueves, 10 de marzo de 2016

Roberto Perfumo, el Marisacal. (1943-2016)... Q.E.P.D. @dealgunamanera...

Murió Roberto Perfumo, una gloria del fútbol argentino…

Roberto Perfumo. Fotografía: CEDOC

A los 73 años, el Mariscal falleció luego de sufrir un traumatismo de cráneo. En Racing integró el mítico Equipo de José campeón de América e Intercontinental. También jugó en River y participó de dos Mundiales con la Selección.

© Publicado el miércoles 10/03/2016 por el Diario Perfl de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El exfutbolista Roberto Perfumo falleció hoy a los 73 años luego de haber sufrido un traumatismo de cráneo, producto de una caída en la escalera de un restaurant.

El Mariscal, como se lo conocía al ex defensor de Racing, Cruzeiro y River dejó un gran recuerdo en los fanáticos del fútbol por su temperamento y por su nivel en la última línea. Años más tarde volcó sus conocimientos tácticos como entrenador y posteriormente se dedicó al análisis en medios deportivos.

Tuvo destacadas labores como comentarista en los partidos de fútbol de Primera División y siempre se caracterizó por su buen humor en las transmisiones de Fútbol para Todos. Además, fue panelista del programa Hablemos de Fútbol, en ESPN + y escribía columnas en la contratapa del Diario Olé.


Nacido en Sarandí, Buenos Aires, un 3 de octubre de 1943, Perfumo se inició en las Inferiores de River, donde debutó en la quinta división con 17 años. Sin embargo, años más tarde pasó a Racing.

En la Academia, Perfumo demostró su nivel y logró ganar campeonato argentino, Copa Libertadores y Copa Intercontinental (1967) en el memorable equipo de Juan José Pizzuti, en el cual fue figura y líder.

Su carrera como futbolista continuó en el Cruzeiro de Belo Horizonte, donde fue campeón en tres oportunidades. Regresó a River en 1975 y, fiel a su costumbre, dio otras tres vueltas olímpicas: Metropolitano y Nacional de 1975 y Metropolitano de 1976.

En la Selección Argentina, el Mariscal llegó a jugar dos Copas del Mundo: Inglaterra ’66 y Alemania ’74 y totalizó 37 partidos oficiales con la Celeste y Blanca. El sabor amargo fue aquella eliminación en La Bombonera ante Perú en 1969.

Al retirarse, Perfumo inició su carrera de entrenador en Sarmiento de Junín en 1981 y continuó en Racing (1992), Olimpia de Paraguay y Gimnasia y Esgrima La Plata, donde consiguió la Copa Centenario en 1993.


miércoles, 9 de marzo de 2016

Copa Bridgestone Libertadores 2016. Sporting Cristal 3 vs. Huracán 2... @dealgunamanera...

 
No se entrega nunca…


Huracán perdió esta noche por tres a dos ante Sporting Cristal por la tercera fecha del Grupo 4 de la Copa Bridgestone Libertadores en el Estadio Nacional de Lima.

© Publicado el miércoles 09/03/2016 por el Departamento de Prensa del Club Atlético Huracán de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fotos: Daniel Méndez.

Sepa perdonar si soy reiterativo, si soy cansador o si repito siempre lo mismo. Pero es que me tiemblan las piernas, las manos, no puedo controlar los latidos y hasta me cuesta escribir. Que huevos tiene este plantel. Que coraje para ir en busca de algo que ya parecía perdido y que estaba ya con un resultado irreversible. Ojo, así fue todo el partido. Desde el primer minuto, el Globo se le plantó de igual a igual al elenco peruano, lo fue a buscar, lo encaró y cuando más merecía estar en ventaja perdió el rumbo.

La presión sobre Daniel Montenegro, los pases aéreos a la espalda de Luca Sosa y la efectividad con la que se manejó el local fueron determinantes para el resultado. A los veinticinco, Horacio Calcaterra desbordó a Sosa por derecha y envió un centro atrás que Gabriel Costa aprovechó para convertir el primer gol del partido. Con las variantes y muchos titulares ausentes, los de Parque Patricios parecían entregados frente a un rival que hizo poco para llevarse la victoria pero que volvió a golpear diez minutos después cuando la visita iba en busca de la igualdad. Misma vía pero desde un lateral para dejar en el camino a Luca Sosa, pero esta vez fue Santiago Silva quién estiró la diferencia con un derechazo certero entrando al área.

Cuando se jugaban diez minutos de la segunda parte, otro error arbitral -no expulsó a Jorge Cazulo en la primera etapa- terminó por sancionar penal de Sosa que deribó en su expulsión y le dio la posibilidad nuevamente a Silva de ampliar el número a favor del Cristal en el marcador. Pero como ya lo he dicho y me permito aburrir hasta el hartazgo, Huracán es el Ave Fenix. Con uno menos, con tres goles de diferencia, ante la adversidad de la altura y del árbitro -no son excusas, el Globo es responsable del resultado- los dirigidos por Eduardo Dominguez fueron a escribir otra página en la historia de hazañas. Al minuto Ramón Ábila, que había ingresado en el entretiempo, capturó un rebote en el punto penal tras un remate del Rolfi y la mandó a guardar. Cuando faltaban catorce minutos para finalizar el encuentro, no fue un rebote sino una habilitación de Cristian Espinoza para calcar la secuencia y esta vez no con violencia sino con suma calidad picarla ante la salida de Diego Penny y ponerse a tiro de la epopeya.

El resultado, termina siendo anécdotico, estadísitico, ficticio. Porque Huracán ganó, mucho más que lo que hubiera sido un punto o tres. Huracán consigue darse cuenta que puede, que tiene lo que se necesita para salir del fondo de la tabla del Torneo local, para pelear otra copa internacional porque tiene un plantel, un cuerpo técnico, una hinchada que no se entrega nunca.

Sporting Cristal: 3

Diego Penny; Jorge Cazulo, Alberto Rodríguez, Renzo Revoredo, Jair Céspedes; Horacio Calcaterra, Josepmir Ballón, Carlos Lobatón; Gabriel Costa, Irven Ávila, Santiago Silva. DT: Mariano Soso.

Huracán: 2 

Gonzalo Marinelli; Carlos Araujo, Federico Mancinelli, Mario Risso, Luca Sosa; Matías Fritzler, Lucas Villarruel; Cristian Espinoza, Daniel Montenegro, Mariano González; Ezequiel Miralles. DT: Eduardo Domínguez.

Goles: PT 25m. Costa (SC); 35m. Silva (SC). ST 11m. Silva, de penal (SC); 12m. Abila (H); 32m. Abila (H).

Cambios: Ramón Ábila, Mauro Bogado y Alejandro Romero Gamarra por Matías Fritzler, Lucas Villarruel y Ezequiel Miralles

Arbitro: Mario Díaz De Vivar (Paraguay).

Estadio: Nacional de Lima.





domingo, 6 de marzo de 2016

Diario Tiempo Argentino… @dealgunamanera...

Diario Tiempo Argentino…


A los lectores:

En las primeras páginas de Anatomía de un instante, libro del español Javier Cercas, el escritor cita a Jorge Luis Borges: “Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un momento: el momento en el que el hombre sabe para siempre quien es”.

© Escrito por Gustavo Cirelli el lunes 29/02/2016 y publicado por el Diario tiempo Argentino de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En las primeras páginas de Anatomía de un instante, libro del español Javier Cercas, el escritor cita a Jorge Luis Borges: “Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un momento: el momento en el que el hombre sabe para siempre quien es”.

Por estas horas, que fueron semanas y ya suman meses, los trabajadores de Tiempo Argentino marcaron con su pulso, compromiso y profesionalismo, quiénes son, de qué madera genuina y solidaria están hechos y cuál es el destino colectivo que no dudaron en escribir cuando la mentira y la desidia arrinconaron a los laburantes y a sus familias contra el abismo de la angustia, la incertidumbre que impone la estafa no sólo moral de no cobrar los salarios desde diciembre -con el medio aguinaldo incluido-, la falta de certezas sobre el futuro laboral y por ende también, como consecuencia directa, el silenciamiento de voces necesarias en estos tiempos para narrar desde un punto de vista singular al conjunto de la sociedad qué es lo que está ocurriendo en esta nueva etapa que se abrió en el país y que ha nublado la esperanza de muchos, para alegría algunos. Falta la voz de Tiempo. 

La última edición del diario fue hace una eternidad, el viernes 5 de febrero. Desde entonces por imposición ajena a los periodistas, fotógrafos, diagramados, correctores, retocadores de fotos, infógrafos, asistentes, columnistas, y todos y cada uno de los que hicieron el diario estos casi seis años, Tiempo se vio forzado a quebrar el contrato con sus lectores, un vínculo que, en verdad se enriqueció por el afecto solidario expresado en plazas y en el multitudinario festival en apoyo a los trabajadores del Grupo 23 en el Parque Centenario, y en sus visitas a la redacción; redacción que en horas de domingo volvió a latir al ritmo del periodismo, cómo indica la lógica. Un bálsamo.

Lo ilógico ha sido cada instante vivido desde el incumplimiento de la responsabilidad empresarial de pagar sueldos y respetar las condiciones laborales de la redacción de Tiempo, situación que también sufren los trabajadores de Radio América y sus familias. Las falsas promesas, la ofensiva dilación de pagos ante la urgencia que es por demás evidente; la insoportable levedad de los días envueltos en la mentira, e incluso, la indiferencia de algunos que deberían actuar de oficio -ni hablar por convicciones- (ya habrá tiempo para acordarse de ellos) en defensa de los derechos de los trabajadores encuentra su contracara, en ese abrazo cotidiano, ejemplar, de quienes permanecen hace semanas en las instalaciones del edificio del diario para preservar la fuente laboral, también las herramientas de este oficio terrestre tan vapuleado por ciertos empresarios; sin olvidar a algún que otro ex colega genuflexo -que son infinitamente pocos, por cierto- que se relamen en su onanismo ante el infortunio de aquellos que fueron pares: nunca nadie desde las páginas de Tiempo deseó que un trabajador quedará en la calle. Ahí radica la verdadera grieta de la que se ufanaron tantos: canallas o no canallas. No hay grieta entre quienes piensan distinto, eso se llama libertad de expresión.

En esta columna deberían estar mencionados, uno a uno, los compañeros trabajadores de prensa de Tiempo que se pusieron de pie (“cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un solo momento”) para que no le roben ni le impongan su destino.

Quien esto escribe tuvo la oportunidad de estar en el lugar indicado en el momento justo, y fundar un diario junto a Roberto Caballero y decenas de entrañables colegas (algo inusual en la vida profesional); diario que narró una época intensa, y con el nervio intacto para seguir: estas páginas lo acreditan.

Pero antes, durante y después de esta experiencia inigualable, quien esto escribe, es un trabajador de prensa que en los últimos años asumió la responsabilidad de la dirección periodística, y como tal, se apartó de la participación colectiva expresada en asambleas, pero sin desconocer nunca que el cuerpo y el alma de un medio de prensa está junto a los que mantienen vivo el oficio. Esta edición en la que se expresa mucho más que la calidad periodística de Tiempo durante más de 2000 días, surgió por iniciativa de los trabajadores que votaron romper el cerco de silencio con los lectores y demostrar, como ya se mencionó, que el nervio profesional no se negocia. A continuación el comunicado completo que fue aprobado en la asamblea de trabajadores, el viernes 26 de febrero:

“Los trabajadores del diario Tiempo Argentino decidimos desafiar el lock out patronal que impide la salida del matutino en su formato papel desde hace 24 días y resolvimos publicar una edición completa a la que podrá accederse el lunes en formato digital en las páginas:



Ante la sostenida negativa de la empresa a imprimir el producto de nuestra labor profesional.

Esta medida busca visibilizar un conflicto que se inició a mediados de diciembre, cuando la empresa dejó de abonar el medio aguinaldo de 2015, y se agravó en los últimos tres meses con la falta de pago de los salarios de diciembre, enero y febrero de 200 trabajadores. Además, pretende demostrar que el matutino sigue vivo y que sus trabajadores de prensa estamos en condiciones de ofrecer contenidos profesionales como lo hicimos en los últimos seis años.

Hace tres semanas el presunto comprador del diario Mariano Martínez Rojas decidió dejar de imprimir el matutino, una situación que profundizó la crisis con los trabajadores debido a la extendida deuda salarial. En respuesta la asamblea de trabajadores decidió iniciar una permanencia ininterrumpida en defensa de las fuentes de trabajo, medida que ya fue denunciada ante el Ministerio de Trabajo.

Durante la jornada, difundiremos los contenidos del diario bajo el hashtag #VuelveTiempo. Los invitamos a reproducir las notas con total libertad y dialogar, si lo consideran necesario, con nuestros delegados gremiales.

Asamblea de Trabajadores Diario Tiempo Argentino”

Los lectores de Tiempo, a lo largo de estas interminables semanas, se vieron privados de informarse cómo habían decidido hacerlo. No encontraron en sus páginas –ni al diario, por cierto- las investigaciones, informes, entrevistas, fotos, ni a sus columnistas (ninguno dudó en colaborar en esta edición -disculpas para aquellos que en la urgencia no pudieron ser contactados: también hubiesen escrito-). Y en ese silencio ensordecedor, el lector debió esperar hasta hoy para informarse con Tiempo, una vez más. 

Mañana no.

Mañana, como desde hace semanas, los trabajadores del diario deberán colgar el oficio por un rato para reclamar lo que les corresponde: cobrar los salarios adeudados y seguridad laboral para ejercer libremente el periodismo. De eso, ni más ni menos, se trata. Mañana seguirán exigiendo respeto.

Alguien, al pasar, en pleno cierre, lanzó una humorada oportuna: “Luche y vuelve (Tiempo)”.

La sonrisa confirma que el ánimo está intacto.



La infidelidad en el reino de Josefina... @dealgunamanera...

La infidelidad en el reino de Josefina...


El que sigue es un problema de lógica precioso. Para abordarlo, le pediría que lea el enunciado pero no lea la solución. Créame: la única gracia posible es que lo piense usted y verá que encima se va a divertir. Lo voy a presentar como si fuera un cuento. Acá voy.

© Escrito por Adrián Paenza el domingo 06/03/2016 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Suponga que hay un país, que desde que fue fundado ha sido siempre gobernado por mujeres, algo así como un verdadero “matriarcado”. En el momento que se produjeron los hechos que quiero contar acá, la reina era conocida con el nombre de Josefina.

Josefina había tenido siempre problemas con la infidelidad de los hombres que habían jurado lealtad a sus respectivas mujeres el día de su casamiento. Con el objetivo de resolver este tipo de situaciones, había promulgado algunas leyes ciertamente curiosas.

La primera decía que para que una mujer pudiera casarse, tenía que aprobar un test de lógica de manera tal que pudiera manejarse en la vida con una capacidad “lógica impecable”.

Por otro lado, en el reino de Josefina, toda mujer sabía sobre la fidelidad de todo hombre casado pero con una sola excepción: ¡su propio marido! Es decir, cada mujer sabía cuán fiel era todo hombre casado que viviera en cualquier otra casa, salvo en la propia.

Pero había más: por una cuestión de “elegancia y etiqueta”, ninguna persona podía acercarse a una mujer y hablarle sobre la fidelidad de su marido. Con eso se completaba el círculo: una mujer no podía ni saber ni averiguar nada a través de otras personas sobre lo que sucedía en su propia casa respecto a la fidelidad de su esposo.

Las casas de este reinado estaban congregadas en un lugar muy reducido, de manera tal que –por ejemplo– cualquier disparo producido con un arma de fuego podía ser oído por todos los habitantes. Es decir, cualquier explosión que se produjera en una casa del reino, era escuchada claramente en toda otra casa.

Esto habría de adquirir mucha importancia porque Josefina había determinado con otra ley que si una mujer llegaba a descubrir (por algún medio) que su marido le era infiel, debía matarlo a la medianoche del mismo día en el que ella se hubiera enterado.

Aún con todas estas restricciones, la vida transcurría normalmente hasta que un día, sorpresivamente, Josefina congregó a todos los habitantes del reino a una reunión que se hizo en la plaza central. Allí pronunció un discurso que tuvieron que escuchar –forzosamente– todos los habitantes. En tono admonitorio le advirtió a la población toda que ella se había enterado hacía nada más que una hora, que en el reino había por lo menos un hombre casado que era infiel a su mujer.

¿Qué cree usted que pasó a partir de allí?
  

Solución

Para pensar lo que sucedió en el reino de Josefina le voy a proponer que vayamos imaginando juntos potenciales situaciones. En el momento que ella pronuncia su discurso, todas las mujeres del reinado sabían lo que sucedía con todos los hombres salvo con sus propios maridos. Le propongo que empecemos, usted y yo, suponiendo que en el reino hay (y esto es importante) un solo marido infiel.

De acuerdo con todo lo que escribí más arriba, todas las mujeres sabían que había un marido que era infiel, pero había una excepción: su propia mujer.

Pero lo interesante es que ella era la única del condado para quien ¡todos los maridos eran fieles! Por lo tanto, cuando ella escucha a Josefina en la plaza, no tiene más dudas: el infiel tenía que ser su propio marido. Llega la noche y lo mata (tal como estaba estipulado por la ley).

En definitiva, si en el reino hay un solo marido infiel, su mujer se entera en el momento que escucha el discurso de Josefina y lo mata la misma noche que se entera.

Ahora, pasemos al caso siguiente, en donde en lugar de un solo marido infiel, hubiera dos.

La situación es distinta, porque al haber dos, las mujeres de estas dos personas creían que había solamente uno. El resto de las mujeres, saben perfectamente que hay dos. Si usted recuerda lo que escribí más arriba, si hay uno solo esa misma medianoche su propia mujer lo va a matar. Cuando llega la medianoche y no se escucha ningún disparo, eso les indica a estas dos mujeres que tiene que haber más de un infiel. Por lo tanto, las dos mujeres que creían que había solo uno, saben que hay dos, y por lo tanto, a la segunda medianoche ¡matan a sus propios maridos!

La moraleja es que si hay dos maridos infieles, las mujeres de ambos no los matan la misma noche, sino a la segunda y eso resuelve este caso.

¿Quiere pensar qué sucedería si en lugar de uno o dos maridos infieles, los que engañaban a sus mujeres fueran tres?

Sigo yo. Supongamos que son tres los infieles. Como en el caso anterior, todas las mujeres del reino saben que son tres, salvo las tres esposas que creen que son dos. Estas tres saben que si hay dos (como vimos en el caso anterior), a la segunda noche deberían escucharse dos disparos. Cuando esos disparos no se escuchan, ellas saben que tiene que haber un tercero y que es el marido de cada una el que está engañando. ¿Qué tienen que hacer entonces? La tercera noche, se escuchan tres disparos y cada una de estas tres mujeres mata a su marido.

A esta altura creo que está claro cuál es el patrón. Si en el reino de Josefina hubiera 20 maridos infieles, habrá que esperar que pasen 19 noches sin que se escuche ningún disparo. Pero seguro que en la vigésima noche, habrá veinte tiros que implicarán la muerte de 20 hombres infieles. Y lo mismo si en lugar de 20, el número de maridos infieles fuera cualquier número “n”. En la “enésima” noche habrá “n” disparos.

Y esta es la conclusión final. Como siempre, haciendo gala de una lógica impecable, no hay lugar para infidelidades en el matriarcado de Josefina. No quiero imaginarme lo que pasaría en nuestras sociedades con leyes de ese tipo... pero esas conclusiones se las dejo a usted.