martes, 3 de marzo de 2015

Daniel Refecas, Un juez incómodo… De Alguna Manera...

Un juez incómodo…

Rafecas ‘mitá y mitá’. Juez Rafecas. Dibujo: Pablo Temes

El rechazo a la imputación a la Presidenta animó al Gobierno y planteó dudas jurídicas.

El fallo del juez federal Daniel Rafecas fue absolutamente inesperado aun cuando no sorpresivo. Como se dijo en esta columna hace dos domingos, Rafecas se sentía incómodo con la causa. Por eso, no bien salió sorteado para hacerse cargo del caso, se excusó, pero la excusación fue rechazada por la Cámara. La incomodidad del juez fue totalmente entendible: había quedado muy complicado en relación con cualquier causa que roce al Gobierno tras su traspié en el caso que involucra a Amado Boudou en la compra de la empresa Ciccone Calcográfica.

Debe recordarse que allí, el magistrado apareció a través de mensajes vía WhatsApp dando consejos a un amigo que, casualmente, era asesor legal del procesado vicepresidente.
Lo primero que en los tribunales llamó la atención del fallo de Rafecas fue que en ese ámbito se han abierto muchas investigaciones basadas en denuncias anónimas –siempre que tuvieran elementos suficientes para ordenar la instrucción– y en el caso de la presentación de Pollicita –con una denuncia debidamente fundamentada en la que solicitaba una batería de medidas de prueba– terminó siendo desestimada por el juez sin hacer lugar a ninguno de los pedidos del fiscal.

Los que conocen los antecedentes del magistrado aseguran que nunca hizo algo así. Asimismo, no declaró la nulidad del requerimiento por indeterminación del hecho delictivo ni tampoco sobreseyó a la Presidenta. Eso implica que si la volvieran a denunciar, todo empezaría otra vez ya que la desestimación no causa estado, a diferencia del sobreseimiento que, de quedar firme, adquiere la categoría de cosa juzgada.

La cercanía de la decisión del juez con el acto de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso es otro dato que no dejó de llamar la atención y generar suspicacias entre varios de sus colegas.
El juez Rafecas sostiene que “no hay delito sino actos preparatorios”. En verdad, lo que el magistrado puede afirmar es que no se concretó el encubrimiento, pero no debería dejar de lado la posibilidad de que se hubiera intentado. Lo que no hubo es consumación del delito. Pero para concluir que no se intentó y que las conductas desplegadas y denunciadas no forman parte del inicio de los actos de ejecución, hubiera sido necesario, al menos, dar curso a la investigación para ver los resultados que arrojaban las medidas de prueba solicitadas por Pollicita.

En este sentido veamos lo que dice el Código Penal respecto de la tentativa de delito: el artículo 42 sostiene que “el que con el fin de cometer un delito determinado comienza su ejecución, pero no lo consuma por circunstancias ajenas a su voluntad, sufrirá las penas determinadas en el artículo 44”, que a su vez expresa: “La pena que correspondería al agente si hubiere consumado el delito (de tentativa), se disminuirá de un tercio a la mitad.

Si la pena fuere de reclusión perpetua, la pena de la tentativa será de quince a veinte años. Si fuese de prisión perpetua, la tentativa será prisión de diez a quince años. Si el delito fuera imposible, la pena se disminuirá en la mitad y podrá reducirse al mínimo legal o eximirse de ella, según el grado de peligrosidad revelada por el delincuente.”
Precisamente, en la página 59 de su denuncia, el fiscal Alberto Nisman había hecho mención a esta circunstancia. Por ello sorprendió que no se diera curso a la investigación para aclarar la situación de los incriminados en la denuncia.

En varios ámbitos tribunalicios se analizó también la actitud del juez de haber salido a hacer declaraciones públicas con el nivel de detalle que lo hizo, lo cual sólo se explica en el marco de su poca voluntad de investigar el caso.

El juez sabe que estando pendiente la resolución de la Cámara no debería expedirse públicamente salvo que quiera asegurarse su plan de ser recusado justamente por haber hecho declaraciones públicas de tamaño calibre. En palabras sencillas, él no quiere realizar la investigación y está haciendo todo lo posible para excusarse o ser recusado.

En la base de la investigación del fallecido fiscal Nisman estaba el inexplicable memorándum firmado entre la Argentina e Irán. Para tener idea de su verdadero alcance era –es– necesario conocer cuáles fueron la interpretación y el alcance que de este acuerdo hizo el gobierno iraní.
Ello quedó claramente reflejado por dos hechos. El primero fue la declaración del vocero de la Cancillería iraní quien, el 12 de febrero de 2013, afirmó que el ministro de Defensa de su país, Ahmad Vahidi, de ninguna manera accedería a prestar declaración indagatoria ante el juez que está a cargo de la causa, Rodolfo Canicoba Corral. Esto dejó absolutamente descolocado al canciller Héctor Timerman, quien unos días antes había dicho exactamente lo opuesto.

El segundo revés para los argumentos por los que el Gobierno impulsó el memorándum lo señaló un editorial del diario progubernamental Tehran Times en el que se leía textualmente que “según la ley y la Constitución de Irán, sólo una corte iraní competente puede citar e interrogar a ciudadanos iraníes sobre la base de pruebas firmes. Por lo tanto este MDE (memorándum de entendimiento) no ha creado la obligación de que las personas asistan a la reunión, y tendrán derecho a decidir libremente si asisten o no… Como la reunión se realizará en territorio iraní, prevalecerá la ley de Irán y un juez iraní presidirá la reunión, pero como no ha sido el juez iraní quien ha acusado a las personas, éste no estará autorizado a interrogarlas”.

De la lectura de este texto surge claramente que Irán firmó el acuerdo con la idea de que a través de él se clausurara cualquier posibilidad de investigar a los acusados de haber tenido participación en el atentado terrorista contra la AMIA. ¿Pudo haber sido tan ingenuo el gobierno argentino de desconocer esto? ¿De quién fue esta idea equivocada y mala? Se sabe que dentro de la Cancillería argentina muchos funcionarios de carrera con real conocimiento de la situación política de Irán se mostraron sorprendidos por el acuerdo, del que fueron severamente críticos. A ninguno de ellos se los tuvo en cuenta.

Como también se señaló en esta columna, la denuncia y la actuación de Nisman generaban dudas y controversias. Era grave que su denuncia hubiera sido cierta; y era grave también que hubiera sido falsa. En uno de los reportajes que concedió en los días previos a su muerte, el fiscal aseveró que tenía todas las pruebas y que las escuchas eran sólo una parte de ellas. Esas evidencias se la llevó consigo a su eterno reposo. Todo ello, unido al presuroso fallo del juez Rafecas que en el Gobierno se celebró con gran euforia, no hace más que confirmar la dimensión de magnicidio institucional que alcanza la muerte de Alberto Nisman.

Producción periodística: Guido Baistrocchi y Santiago Serra.
© Escrito por Nelson Castro el domingo 01/03/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 


La oposición, la oposición, se va a la PQLP... De Alguna Manera...

Las críticas de la oposición…

Sergio Massa, Ernesto Sanz, Elisa Carrió y María Eugenia Vidal coincidieron en sus cuestionamientos. Imagen: DyN, Bernardino Avila, Joaquin Salguero

Los candidatos opositores sostuvieron que la Presidenta pintó un panorama demasiado idílico de su gestión. Elisa Carrió también dijo que mintió cuando habló de su actuación en la causa AMIA y el juez Galeano.

Para los principales referentes de la oposición, el denominador común del discurso de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la apertura de las sesiones del Parlamento fue la carencia de verosimilitud. “La falta de realismo termina alejando a la gente de la política”, dijo el diputado y precandidato presidencial del Frente Renovador, Sergio Massa, al mismo tiempo que cuestionó la ausencia de menciones a “la inflación, la inseguridad y el Impuesto a las Ganancias”. En sentido similar se pronunciaron los demás dirigentes opositores como Elisa Carrió, Ernesto Sanz y María Eugenia Vidal, entre otros.

Massa advirtió sobre el discurso que dio ayer la Presidenta ante la Asamblea Legislativa que “la sociedad esperaba que se avanzara en una propuesta para reducir Ganancias a las pymes y a los trabajadores que están muy presionados, y que van a perder en la paritaria porque lo que tengan se lo va a robar la AFIP”.

También señaló que “la gente esperaba medidas contra la inseguridad”, como una “convocatoria al Consejo de Seguridad” o “definiciones de inversión en materia de prevención, porque la gente vive con miedo”. Massa criticó que “en todo el discurso no mencionó una sola vez la palabra inflación, cuando la plata no alcanza”.

Por su parte, el aspirante a la presidencia y jefe del radicalismo, senador Ernesto Sanz, afirmó que el discurso de la mandataria “no tuvo nada de interesante” y señaló que “cuando se grita mucho es porque faltan ideas y ayer la Presidenta tuvo que gritar demasiado”. El legislador mendocino dijo que “esperaba otra cosa, pero el discurso no tuvo nada interesante para el futuro del país”. Sanz consideró que en el mensaje de apertura de las sesiones, la jefa de Estado hizo “una autobiografía del kirchnerismo, pero los argentinos necesitábamos saber cómo va a ser el tramo final de su gobierno, no una lección parcializada de historia”.

La diputada y también precandidata Elisa Carrió dijo que podía “poner al descubierto las mentiras” de la Presidenta en relación con el atentado a la AMIA, y aseguró que la mandataria “apoyó” la investigación del ex juez de la causa Juan José Galeano. La diputada aseguró que CFK se negó en su momento a acompañar el pedido de juicio político a la Corte por su negligente accionar en la investigación del atentado a la Embajada de Israel, y que ahora en su discurso en el Congreso la Presidenta cuestionó el papel del Máximo Tribunal.

“De la AMIA puedo hablar porque es un tema que me toca muy de cerca, porque desde 1996 al 2001, en absoluta soledad me tocó firmar un dictamen diciendo que era una vergüenza lo que se había hecho, y que después confirmó en una sentencia donde se demolió el fraude procesal que había hecho el juez Galeano en esa causa”, dijo la Presidenta en su discurso el domingo. Carrió sostuvo ayer que cuando la Cámara de Diputados aprobó el primer informe sobre el caso, el dictamen de Cristina Kirchner “reivindica la actuación del juez Juan José Galeano”.

Desde el PRO, la precandidata a gobernadora bonaerense y vicejefa de Gobierno porteño, María Eugenia Vidal, afirmó que el discurso fue “fiel a su estilo y a sus convicciones; sin autocrítica y confrontativo, no vale la pena seguir polemizando o discutiendo con la Presidenta, proponemos otra cosa para la Argentina que viene, somos la alternativa de cambio”. 

© Publicado el martes 03/03/2015 por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


domingo, 1 de marzo de 2015

Godoy Cruz de Mendoza 2 vs. Huracán 1... De Alguna Manera...

Un vuelo a Belo con escala en Mendoza…


Huracán perdió esta noche por dos a uno frente a Godoy Cruz por la tercera fecha del Torneo de Primera División en el estado Malvinas Argentinas.

En la primera parte, el recambio Quemero demostró ganas y actitud aunque tuvo escasez de orden y juego. De todas maneras, plantearon un papel digno en todas las líneas. Guillermo Sotelo apareció más adelantado en el campo y supo romper las líneas “tombinas” con centros cruzados para las diagonales de Ramón Ábila quién no pudo convertir en reiteradas ocasiones. Los de Mendoza también tuvieron las suyas y la caída del arco visitante llegaría en la última pelota del primer acto. Todo comenzó en los pies de Leandro Fernández quién encaraba de frente al arco custodiado por Matías Giordano. Abrió hacia su izquierda donde entraba sólo Iván Bella para enviar un centro a ras del suelo que encontró al ecuatoriano Jaime Ayoví en soledad para definir y convertir el tanto. Así, el Globo mereció más sin embargo la falta de eficacia y la mala toma de decisiones le impidieron no sólo estar en ventaja sino que significaron irse perdiendo al descanso.

En la segunda etapa, saber aprovechar los momentos fue determinante para ambos equipos. Tras veinte intrascendentes minutos, dónde Godoy Cruz cedió la pelota y retrocedió en el campo, Huracán controlaba las acciones pero no sabía entrar y lastimar al rival. Con el ingreso de Iván Borghello, llegó el gol. Con el pivoteo característico de Ramón Ábila, a los setenta y cinco de juego, el “Memo” disparó con la cara interna del botín derecho y la complicidad del arquero local, Sebastián Moyano, fue la consecuencia de la igualdad en Mendoza.

Luego de la expulsión de Eduardo Dominguez, los dirigidos por Néstor Apuzzo se dormirían en una jugada puntual. A los 88 minutos, desde un lateral, cuatro cabezazos concluyeron con el disparo de Juan Fernando Garro y la estirada de Giordano que nada pudo hacer. El abuso del pelotazo para Wanchope, la falta de puntas, la poca creación, la desatención en jugadas puntuales, la escasez de conversión y la ausencia de muchas figuras fueron la ecuación para este magro producto. Sin embargo, Huracán deberá pensar en lo que viene, el martes nuevamente por la Copa Bridgestone Libertadores viaja a Brasil, luego de esta escala en Mendoza.

Godoy Cruz de Mendoza: 2

Sebastián Moyano, Diego Viera, Leonel Galeano, Juan Alvacete; Lucas Ceballos, Fernando Zuqui, Emanuel García, Iván Bella; Agustín Díaz; Leandro Fernández. DT: Daniel Oldrá.

Huracán: 1

Matías Giordano; Martín Nervo, Santiago Echeverría, Eduardo Dominguez, Luciano Balbi, Iván Moreno y Fabianesi, Ezequiel Gallegos, Gabriel Robledo, Guillermo Sotelo, Daniel Montenegro, Ramón Ábila. DT: Néstor Apuzzo- Gabriel Rinaldi.

Cambios: Iván Borghello, Nicolás Bruna y Santiago Carrera por Robledo, Moreno y Fabianesi y Ábila respectivamente.

Goles: 46′ Jaime Ayoví (GC); 75′ Iván Borghello (H); 88′ Juan Fernando Garro (GC).

Expulsado: Eduardo Dominguez 38′ ST.

Árbitro: Luis Alvarez.

Estadio: Malvinas Argentinas (Godoy Cruz)
 
© Publicado el sábado 28/02/2015 por el Departamento de Prensa del Club Atlético Huracán de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



 


¿Hay justicia?... De Alguna Manera...


¿Hay justicia?


Strassera: la muerte del simbólico fiscal promueve reflexión. Foto: Marcelo Aballay


La Justicia es un sistema, pero K y anti K viven futboleramente repudiando al árbitro cuando cobra en contra.
 
La simbólica muerte del fiscal más emblemático de la Argentina pocas horas después de que el juez Rafecas desestimara la denuncia del fiscal Nisman –y del codenunciante fiscal Pollicita– sosteniendo en su fallo que el Gobierno no sólo no buscó encubrir la investigación sobre el atentado a la AMIA, sino que hizo todo lo posible por esclarecerlo, llenó de perplejidad a muchos, dejando omnipresente la pregunta sobre si existe la justicia. Para tener dimensión del fallo de Rafecas, vale imaginar que si Nisman hubiera sido un particular denunciando judicialmente a otro particular, podría hoy ser demandado por falsa denuncia y responsabilizado por el daño que produjo su acusación.


Los abogados siempre les explican a sus clientes que la justicia es una virtud que, como a todas, los humanos nos acercamos a su cumplimiento siempre imperfectamente, pero a  lo que los tribunales de todo el mundo se dedican es a aplicar el derecho, a decir si los hechos se adecuan a las normas sancionadas sin entrar en esencia a discernir sobre la calidad de esas normas.  “Los hechos” tampoco son necesariamente los hechos porque los jueces ponderan evidencias sobre los hechos y no pocas veces distintas personas consideran evidencia a distintas cosas. Y luego viene la interpretación sobre esa evidencia. Cualquier persona que pasó por un juicio convencida de su razón escuchó de su abogado la advertencia sobre que “hay media biblioteca a favor y media biblioteca en contra”.


Si Nisman fuera un particular que acusó a otro particular, hoy podría ser demandado por falsa denuncia


La pregunta sobre si hay justicia es muy parecida a la pregunta sobre si existe la objetividad en el periodismo. La prédica que reclama “el fin de la hipocresía”, sustituyendo el periodismo profesional (“una mera máscara para esconder sentimientos y preferencias personales”) por el periodismo militante, tiene el mismo fundamento que la que propone jueces y fiscales comprometidos con una orientación determinada. En ellos hay algunos aciertos en el diagnóstico del problema de la subjetividad humana, pero la terapia que proponen para corregirlo daña más que lo que repara.


Otro ejemplo son los países de partido único donde el Poder Judicial, junto con la prensa, depende del poder político. Por eso, cuando se aspira a la justicia aplicando un estricto rigor como si se tratara de una ciencia, inexorablemente se cae en la frustración. La justicia sólo puede ser humanamente alcanzada como un sistema dentro del cual haya diferentes instancias y que cada una pueda rever la anterior junto con un sistema de división de poderes que amortigüe las consecuencias de la subjetividad humana.


Personalmente, siempre desconfié de la intencionalidad política de Nisman, inicialmente a favor del kirchnerismo y al final en contra, por sus anacronismos al desestimar casi ofensivamente la denuncia de Eliaschev dos años antes de que se firmara el acuerdo con Irán, y luego esperar otros dos años para recién presentar su acusación cuando la mayoría de las escuchas en las que basó su presentación eran previas aun a la firma del tratado con Irán.


Habiendo sido Perfil el diario que publicó la denuncia de Eliaschev, sin tener intereses comerciales ni sociales para odiar especialmente a este gobierno y habiendo sido crítico del kirchnerismo desde el primer día, nunca este diario sobreactuó republicanismo ni santificó a Nisman tras su muerte. Lo que también le permitió poder criticar libremente a quienes hacían uso político del cadáver de Nisman dando como cierta una hipótesis de su muerte, aunque fuera la más probable.


En la última contratapa titulada “Inflación de significantes” se criticó el sensacionalismo de la retórica oficialista al usar expresiones como “terrorismo mediático”, “golpe blando” y “partido judicial”. Lo mismo le cabe a la oposición, especialmente a Elisa Carrió, cuando apela al efectismo de anunciar ahora un “autogolpe” y repetidamente referirse a la muerte de Nisman como “magnicidio”.


La Justicia es un sistema, pero K y anti K viven futboleramente repudiando al árbitro cuando cobra en contra.


Ayer la escritora Mori Ponsowy publicó una columna en el diario La Nación, titulada “Había tierra fértil para el kirchnerismo”, y refiriéndose a las motivaciones del 25% que todavía apoya a la Presidenta, analizó la posibilidad de que antes del surgimiento del kirchnerismo ya hubiera “una base formada de millones de personas que de verdad piensan en términos de conspiraciones, gente que no puede leer la política más que como un juego de suma cero, que cree en la posibilidad de golpes de Estado en nuestro país después de treinta años de democracia, y que está convencida de que hay un enemigo por vencer”.


Tesis sostenidamente compartida por estas columnas con el agregado del pronóstico de que esa forma de ver la realidad continuará tras la finalización del kirchnerismo porque incluye también a parte de la oposición, como se percibe en el in crescendo del discurso de Carrió, que al “autogolpe” que dará el Gobierno mañana domingo –al inaugurarse el año legislativo– sumó que “la designación de Wado de Pedro, actual miembro del Consejo de la Magistratura, seguramente es producto de haber negociado con el juez Rafecas la desestimación de la denuncia del fiscal Nisman y de la acusación del fiscal Pollicita, ya que éste estaba acusado ante el Consejo de la Magistratura por su actuación en el caso Boudou, un acuerdo con el Gobierno que incluye la salida de Capitanich y su reemplazo por Aníbal Fernández”.


Si cada sector al que le toque ser la oposición del momento se comportara como esos fanáticos del fútbol para quienes el árbitro merece siempre ser insultado cuando cobra en contra de su equipo y es un groso cuando lo hace a favor, aunque se vaya el kirchnerismo, no habrá justicia porque la Justicia es un sistema de valores compartidos.


© Escrito por Jorge Fontevecchia el sábado 28/02/2015 y  publicado por el Diario Perfil de la ciudad Autónoma de Buenos Aires.


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