martes, 25 de diciembre de 2012

Sergio “Maravilla” Martínez… De Alguna Manera…


Fenómeno nacional y popular...

Sergio "Maravilla Martínez.

Fue el año de la consagración mediática de Sergio “Maravilla” Martínez. De su instalación como fenómeno nacional y popular, verdadera pasión de multitudes. Millones de argentinos lo abrazaron el 15 de septiembre, aquella noche de su épica victoria ante Julio César Chávez Jr. en Las Vegas, en la que reventaron las mediciones del rating (41 puntos entre televisión abierta y el cable). Como suele abrazarse a los ídolos. A los que vence el irremediable paso de los tiempos.

Acaso el plus de la conmoción que provocó en el país esa pelea por el título mundial de los medianos (sólo comparable a las que causaban las defensas de Carlos Monzón en los lejanos ’70) sea lo que explique la ola de reconocimientos periodísticos que Maravilla recogió esta semana. Fue tan potente el sacudón social que ni los cronistas especializados en boxeo ni los periodistas deportivos de Buenos Aires, ni la sección deportes de un gran diario argentino quisieron/pudieron quedarse afuera. Sergio Martínez fue un boxeador tan grande y un personaje tan irresistible que terminó imponiéndose (con justicia o sin ella, todos los razonamientos son posibles) al año demoledor y a los 91 goles que marcó Lionel Messi y a la medalla dorada en taekwondo que Sebastián Crismanich alzó en los Juegos Olímpicos de Londres.

Si sobre los rings hace rato que Maravilla viene haciendo estragos, este año también demostró ser un superdotado en el juego grande de los medios. Metido en la pantalla chica de los argentinos, supo vender una historia de vida inspiradora en el Bailando por un sueño de Marcelo Tinelli, en un reportaje memorable que le hizo Alejandro Fantino y que superó los dos dígitos de audiencia y en un actuación de stand-up que hizo en Duro de domar. La gente la compró con los ojos cerrados.

De ser casi un desconocido para el gran público y para el establishment mediático que lo ignoraba “porque no era de acá”, Martínez se transformó sin escalas intermedias en un motivo de conversación nacional, ocupó tapas de revistas que jamás se le habrían ofrecido a un boxeador y hasta hizo una videoconferencia con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para anunciar su pelea del 27 de abril del año próximo ante el inglés Martin Murray en un estadio de fútbol. Hoy lo rodean, lo abrazan y lo miman hasta quienes no hace mucho clamaban que el boxeo había dejado de ser negocio porque estaba muerto y rematado.

Pero a no confundirse: los argentinos no se reencontraron con el boxeo gracias a Maravilla. En todo caso, descubrieron primero al personaje y recién después al crack y campeón. Y quedaron fascinados con los dos.

© Escrito por Daniel Guiñazú y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el lunes 24 de Diciembre de 2012.



¡¡¡Huracán es Grande!!! ... De Alguna Manera...


El equipo de Parque Patricios recibió un reconocimiento en el sitio oficial de la FIFA... 

¿Qué tal, eh?

El lema da por sentado que “Grande se nace” y parece que eso no se discute por nada del mundo. Y menos si la que lo afirma es la entidad más importante y prestigiosa que tiene el fútbol en el planeta Tierra. Lo que pasó fue que la FIFA destacó y reconoció en www.fifa.com, su sitio web oficial, la grandeza del Club Atlético Huracán y todo lo que representa no solamente para sus hinchas, claro está, sino también para la historia que rodea a la redonda.

Lo que trata de dejar en claro la Federación Internacional de Fútbol Asociación es que este homenaje, por decirlo de alguna manera, va más allá de los títulos logrados, pese a que en el mismo artículo se mencionan los principales torneos de Primera División amateur (1921, 1922, 1925, 1928), sumado al campeonato de Primera División profesional, en 1973. Y justamente, una de las distinciones que hace la FIFA tiene que ver con el Huracán de aquel año en el que el Globo marcó tendencia y se coronó campeón. “Ese equipo salvó al fútbol argentino”, cita de César Luis Menotti, entrenador del emblématico conjunto quemero, que la entidad pone como ejemplo para reflejar lo que significó.

En su reconocimiento, además de darle un espacio al estadio Tomás Adolfo Ducó, declarado Patrimonio Histórico y de Defensa Estructural de la Ciudad de Buenos Aires, en 2007, también hace un repaso por la rica historia del club. Desde el nacimiento y sus dos fundaciones (la primera el 25 de mayo de 1903 con el recordado “Verde Esperanza y No Pierde” y la segunda el 1º de noviembre 1908) hasta el equipo que en el Clausura 2009 cautivó a todos de la mano de Angel Cappa, Javier Pastore y Matías Defederico, pese al subcampeonato. Con esto, ya no quedan dudas que este es un Globo terráqueo. ¡Felicidades, Huracán!

© Escrito por Nicolas Migliavacca y publicado en el Diario Deportivo Olé de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 23 de Diciembre de 2012.




Un cuento de Navidad... De Alguna Manera...


Un cuento de Navidad...   


Hace mucho tiempo, en un lugar lejano, un viajero llegó a una tierra que no conocía. De inmediato le llamó la atención la hermosura del lugar, de sus arroyos y sus campos. Habiendo caminado un rato, comenzó a vislumbrar las casas de un sencillo poblado. Las casas coloridas con las puertas abiertas de par en par irradiaban un aire de paz y alegría. Al viajero le resultaba difícil creerlo… ¡él venía de un lugar tan distinto!

Poco a poco se siguió acercando. Vio unos niños jugando y a sus padres que salían a su encuentro y con una enorme sonrisa le invitaron a quedarse con ellos unos días.

El viajero aprendió muchas cosas, por ejemplo a hornear el pan, a trabajar la tierra, a ordeñar las vacas… pero había una que le llenaba de curiosidad. Cada día, a veces en varias ocasiones, los miembros de la familia se acercaban a una mesita donde habían colocado las figuras de María y José, junto a un burrito color marrón y una vaca; y muy despacito dejaban una pajita entre María y José. Con el correr de los días la cantidad de pajitas iba aumentando e iban formando un colchoncito que se iba haciendo cada vez a más mullidito.

Cuando le llegó al viajero el momento de partir, la familia le entregó un pan calientito y frutas para el camino, lo abrazaron y se despidieron. Ya se iba cuando, dándose vuelta, les dijo:

- “Quisiera hacerles una pregunta antes de marcharme… ¿Por qué iban dejando esas pajitas a los pies de María y José?”

Todos sonrieron, y el niño más pequeño le dijo:

- “Cada vez que hacemos algo con amor, buscamos una pajita y la llevamos al pesebre. Así vamos preparando para que cuando llegue el niñito Jesús, María tenga un buen lugar para recostarlo. Si amamos poco, el colchón va a ser un colchón delgado y por lo mismo frío; pero si amamos mucho, Jesús va a estar más cómodo y calientito.”

Por fin el viajero pareció comprenderlo todo y sintió ganas de quedarse con esa familia hasta la Nochebuena. Pero una voz adentro suyo lo invitó a llevar por otros pueblos el maravilloso mensaje de amor que había aprendido de esta sencilla familia…  

Aprendamos nosotros también y tengamos reservado en nuestros hogares un lugar calientito y cómodo donde María pueda recostar al Niñito Jesús el día de Navidad.

© Publicado por Tengo Sed de Ti.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Lo que viene... "China 3.0"... De Alguna Manera...

"China 3.0"...

 China 3.0

Cómo será el mapa internacional cuando Beijing asuma su liderazgo. La disputa con Estados Unidos. Un imperio y dos imperios. El ascenso de Brasil y la India. ¿El mundo se olvidó de la Argentina o la Argentina se olvidó del mundo?

“Estados Unidos ha sido la única superpotencia desde el fin de la Guerra Fría, pero su dominación global se ha debilitado desde la crisis financiera de 2008. La configuración internacional actual está en transición desde la unipolaridad con Estados Unidos como el único actor líder hacia la bipolaridad con China, emergiendo en los próximos diez años, como una contraparte menos poderosa de Estados Unidos”. China 3.0, publicado el mes pasado por el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores.

El mundo verá en las próximas décadas la confrontación entre Estados Unidos y China por la hegemonía mundial. Desde un punto de vista lógico, hay tres salidas para esa lucha: la victoria china, el empate o el triunfo de Estados Unidos. Esta última opción parece muy improbable, a menos que suceda un derrumbe chino, cuyos motivos, hoy, no se insinúan.

De manera que, puestos a observar los asuntos del mundo, deberíamos prestar atención para ver si nacen en China fuerzas incontenibles que llevarán al país a dominar las relaciones mundiales, a la vez que miramos con cuidado los signos de renovación o decadencia que puedan darse en Estados Unidos. Un imperio o dos imperios.

Existe una opción distinta para la que deberíamos estar preparados. Pueden nacer novedades en la organización mundial que lleven a que el tipo de orden mundial que conocimos en la historia no se repita en el futuro.

Hasta ahora, tuvimos tres tipos de naciones: las imperiales, que imponían su dominio; las altamente evolucionadas; y el resto, que agrupaba a la mayoría, con diversos grados de progreso. Las denominaciones cambiaron, pero siempre tuvimos un mundo en que éstos eran los tres grupos básicos.

En nuestro tiempo, han aparecido naciones que no podrían pretender hegemonías mundiales, pero que mantienen un ritmo de desarrollo importante y que probablemente lleguen a ser líderes regionales. Serán actores de peso en el tablero mundial, no dependerán de imperios, su influencia y su liderazgo serán fuertes en sus regiones, pero no impondrán el dominio sobre otros países. India y Brasil serían dos casos típicos.

Si se produjera una configuración mundial de este tipo (potencias mundiales, líderes regionales y resto del mundo), las derivaciones para las políticas exteriores de los Estados deberían ser, en ciertos casos, importantes. Recuerdo muy bien la dificultad de imaginar nuestra política exterior e interior en la época de la Guerra Fría.

Por ejemplo, para despejar la sospecha de que estoy hablando de categorías abstractas, nuestra estabilidad democrática (¡nada menos!) podría haber estado en peligro si Cuba no hubiese cesado el apoyo al Frente Patriótico Manuel Rodríguez, la fuerza insurgente chilena. Fue necesaria una visita a Cuba en 1986 y una extensa conversación con Fidel Castro para que cesara el envío de armas al Frente Manuel Rodríguez.

En el ejemplo de Chile se ve la importancia que los asuntos exteriores tienen para los interiores. Sin embargo, este dato contrasta con la ignorancia que existe en nuestro país por los temas del mundo y los inmensos efectos que tienen en nuestra existencia, colectiva e individual. Lo que pasa en el planeta casi entra en la categoría de relleno informativo.

La pasividad en el caso que cité habría sido la antesala de la catástrofe. Del mismo modo, no imaginar ahora cómo actuar en estos escenarios, de los que aquí sólo hacemos un boceto, traerá consecuencias peligrosas. ¿Nuestra política exterior tiene algo que ver con los escenarios que se describen en este panorama? ¿Acaso hemos realmente pensado toda la potencialidad del vínculo de Brasil, incorporando el ascenso de ese país? Nadie plantea esos posibles caminos ni nadie exige que existan políticas sobre estas cuestiones.

En estos meses hemos visto algunos hechos, en China y Estados Unidos, que pueden mejorar nuestro dibujo del futuro. En Estados Unidos se insinúan cambios que forman parte de una lenta evolución, sin ruido y sin transformaciones súbitas. Hay indicios de que puede terminar el largo período de dos grandes mitos estadounidenses. El primero, en su sociedad, el american way of life, donde parecía que todos podían acceder al sueño del consumo masivo, autos modernos e inmensas casas (sostenido en realidad por un gran endeudamiento de hogares y empresas). El segundo, el “destino manifiesto”, donde ese país era el pueblo elegido que decidía lo que era bueno o malo en el resto del mundo.

Hoy pareciera que se inicia  la reconsideración de esas fantasías. George W. Bush ayudó a precipitar la realidad. Su nefasta administración exacerbó las fragilidades intrínsecas de Estados Unidos. La gran crisis de 2008 despertó la conciencia de que el país no era omnipotente y eterno. A partir de allí, la realidad de un mundo más complejo y real comenzó a mojar sus costas.

A su vez, China ha iniciado una gran reflexión acerca de su futuro político. Ya no se trata de su transformación económica y comercial ni de su carrera por el cambio tecnológico y militar. Ahora bajan las cartas del juego esencial, la construcción política de la sociedad.

Hace unas pocas semanas se publicó China 3.0, una compilación  de autores chinos sobre esta cuestión. Es la primera vez que se habla de la ambición política china y su manera de concebir de la organización de la sociedad.

Entre los autores, el director de Asuntos Globales, Pan Wei, sintetiza la etapa que se cierra y la que se abre en China. “Para 2049 finalizará el renacimiento de la civilización china y comenzará la era de la modernización, que tiene otro sentido que el occidental. Para nosotros, esto implica un país fuerte como cualquiera de Occidente y una población rica como cualquiera de Occidente […]. Tendremos una democracia con características chinas, más libertad de expresión con menos individualismo. El multipartidismo divide y no se ajusta a una sociedad cohesionada como la china”.

Estados Unidos comienza a repensarse; China, a imaginar la sociedad de su futuro. Brasil anuncia sus planes de defensa para 2030 y asume, con prudencia, el papel de potencia regional. Vamos hacia un mundo nuevo, que, en estas arenas exteriores, parece inquietar a pocos. Me parece que no es tan grave que el mundo haya olvidado a la Argentina como que la Argentina haya olvidado al mundo.

© Escrito por Dante Caputo y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 23 de Diciembre de 2012.



domingo, 23 de diciembre de 2012

Como entender la crisis actual... De Alguna Manera...

Impunidad y pobreza…

ICONOGRAFÍA DEL EXPOLIO. Dibujo: Pablo Temes.

La mezcla da un cóctel explosivo, con el Gobierno como gran responsable. Los desatinos. Longobardi, otro caso de censura.

Fue como una pesadilla. Las imágenes de los saqueos que se extendieron a varios puntos del país nos trajeron los peores recuerdos de aquellos dramáticos momentos que la Argentina padeció a fines de 2001. Nadie sabe a ciencia cierta quiénes estuvieron detrás de estas acciones que, en muchos casos, demostraron responder a algo organizado. Lo cierto es que en Bariloche, por ejemplo, el intendente advirtió al gobernador de Río Negro que algo de esto podía pasar si no apuraban el envío de bolsones con comida para atender a los sectores más postergados de ese lugar. El reclamo no fue atendido y allí estuvo la excusa para generar hechos que siempre deben ser condenados, pero a los que hay que analizar en superficie y en profundidad. No todos robaban comida. Muchos se llevaron electrodomésticos. Lo hicieron con total desparpajo y hasta con cierta tranquilidad, a la vista de todos. En Villa Gobernador Gálvez los que saqueaban y los empleados y propietarios de los comercios que eran saqueados se conocían. Robar para comer puede responder a una circunstancia de necesidad extrema. Robar electrodomésticos es, lisa y llanamente, un delito. Surgen dos realidades que dieron marco a estos hechos: una es la pobreza; la otra, la falta de respeto a la ley.

La pobreza y la exclusión siguen siendo parte de un paisaje social que está muy lejos del ámbito bucólico que el Gobierno pretende dibujar de la Argentina. Por eso las palabras del jefe de Gabinete, Juan Abal Medina –cuando el viernes dijo que “quieren frenar el gran momento que vive la Argentina”– exhiben la desconexión que existe entre el “relato” del Gobierno y la realidad.

El crecimiento de las villas de emergencia es un dato incontrovertible que es visible a la mirada del ciudadano de a pie. En Bariloche, por tomar el suceso originario de estas revueltas, es el caso del asentamiento de el Alto. Viven allí 30 mil almas sobre un total de 130 mil que habitan la ciudad. Es decir que casi el 25% de la población se nuclea en ese caserío que se ha transformado en tierra de nadie. La ausencia del Estado allí es estrepitosa y ha convertido el lugar en guarida de delincuentes que complican la vida de la mayoría de gente honesta que reside allí. Lo peor es que, lejos de disminuir, el Alto crece en forma imparable. Es lo que pasa en otros asentamientos en el resto del país. En Capital, el ejemplo más relevante es el de la Villa 31. No es el único; los otros, menos visibles, como la Villa 1-11-14, la Rodrigo Bueno y Ciudad Oculta, son lugares en los que la ecuación se repite. En Rosario están los asentamientos del Gran Rosario, en continua expansión.

En esos ámbitos, el reinado de los planes asistenciales del Gobierno es absoluto. Y éste será uno de los “grandes legados” que dejará el kirchnerismo para el futuro. Es una de las contradicciones más flagrantes que exhibe el oficialismo que, tras una década de permanencia en el poder con un fenomenal crecimiento económico, no ha logrado erradicar estos nichos crecientes de pobreza.

Esto constituye un ejemplo claro de populismo y no de progresismo. Y sobre esto debería anoticiarse también la oposición, si algún día quiere llegar a gobernar el país con logros mejores. En el populismo, los pobres tienen más cosas y reciben asistencia permanente por parte del Estado, pero ninguna de ellas les permite superar su condición de pobres. En el progresismo, en cambio, es la movilidad social ascendente la que impera, esencial para hacer realidad el objetivo de que las personas sean dueñas de su destino.

Los hechos de estas horas le muestran al Gobierno que su insistencia en dibujar los índices de inflación y de pobreza que padece el país constituye una porfía sin destino, ya que un día todo ese castillo de arena es demolido por la realidad. En la Babel de Olivos no hay idea del deterioro que la inflación está causando en el bolsillo de los que menos tienen.

Lo que también hubo fue una desatención de informes de inteligencia y de autoridades municipales que alertaron sobre la factibilidad de estos hechos. ¿En el Ejecutivo esto se ignoró o directamente no interesó?

Los que se llevaron electrodomésticos a la vista de todos actuaron como si estuvieran haciendo la apología de la impunidad. Alguien los empujó a actuar así. Mucha de la gente que vive condenada a la pobreza eterna ve cómo, en esos lugares de miseria, se comercia políticamente con sus necesidades. Ve cómo el puntero político y su entorno lucran con la carencia del otro. Esa corruptela devastadora se palpa por doquier. Y, por supuesto, está la corrupción impune del Gobierno que también ahí se ve. Dado que las fuerzas policiales no saben bien qué hacer ni cómo actuar, todo se hace más fácil para los agitadores del caos y el desorden.

Cristina Fernández de Kirchner, que se quejaba en su último Aló Presidenta de la desprotección que padecen los efectivos policiales, debería reflexionar sobre cuánta es su responsabilidad para haber llegado a esto. En la Argentina pendular vamos de las policías brutales a las policías ineficaces.

En este marco, Cristóbal López, una de las luminarias del empresariado K, echó a Marcelo Longobardi de Radio 10 y de C5N. Marcelo, líder de la primera mañana radial, tenía un contrato vigente hasta el año 2016. En un verdadero “sincericidio”, el señor López hizo saber que la decisión de echarlo tenía que ver con “visiones diferentes” (sic) de la realidad. La brutal medida tiene dos objetivos: sacarse de encima la voz de un periodista que molesta al Gobierno y dejarlo sin aire para 2013, un año electoral. 

Es la réplica exacta de lo que me sucedió a mí en 2009 cuando Electroingeniería le compró Radio del Plata a Marcelo Tinelli. Lo ocurrido con Longobardi deja al descubierto dos situaciones: una, la intolerancia del Gobierno hacia los periodistas que ejercen su profesión con una visión crítica de la realidad; la otra, el propósito final de la Ley de Medios que no es otro que la destrucción del Grupo Clarín y la conformación de un multimedios K en el cual sólo haya lugar para las voces afines al oficialismo. Así pues, el caso de Longobardi, a quien hago llegar mi absoluta solidaridad, es un paso más en pos del “vamos por todos y por todo”, operativo que Fernández de Kirchner puso en marcha en el mismo momento que reasumió el poder, el 10 de diciembre de 2011.

Producción periodística: Guido Baistrocchi.

© Escrito por Nelson Castro y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 23 de Diciembre de 2012.