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domingo, 29 de noviembre de 2015

Revista Fortune advierte: El triunfo de Macri “es un revés” para Argentina... @dealgunamanera...

Fortune advierte: el triunfo de Macri “es un revés” para Argentina...

Macri tras el triunfo del balotaje. Foto: Quarterolo.

Consideran que el referente de Cambiemos "se define a sí mismo como algo mucho más moderado de lo que es probable que sea".

“La elección del candidato Mauricio Macri como presidente de Argentina el domingo es un revés para la Argentina y para América del Sur””, indica el sitio Fortune.com

Para la publicación, “en los últimos 13 años, Argentina hizo un enorme progreso económico y social.  Bajo los Kirchner (Néstor primero y luego Cristina Fernández de Kirchner), la pobreza se redujo en alrededor del 70%, y la pobreza extrema disminuyó en un 80%. (Esto es para 2003 y mediados de 2013, el último año para el que las estimaciones independientes están disponibles, que también se basan en estimaciones independientes de la inflación) El desempleo se redujo de más de 17,2% a 6,9%, según el Fondo Monetario Internacional (FMI)”.

Además, en el texto consideran que Daniel Scioli, “no parece tener claro lo que iba a hacer para solucionar los actuales problemas económicos del país. En los últimos cuatro años, el crecimiento ha sido lento (un promedio de 1,1% por ciento), la inflación ha sido alta, y un mercado negro para el dólar se ha desarrollado“, y fue “esto lo que dio al líder de Cambiemos una abertura de presentarse como el candidato de un futuro mejor”.

“Con la ayuda de comercialización especializada de una empresa de relaciones públicas de Ecuador, Macri se define a sí mismo como algo mucho más moderado de lo que es probable que sea, ganarse a los votantes que de otro modo podrían tener miedo de un retorno a los años de la depresión pre-Kirchner”, prosiguen.

Algunas de las cosas que el referente del PRO dijo que iba a hacer,  podría tener un impacto positivo, “si se hace correctamente”.

“Una liberalización del tipo de cambio que se libró del mercado negro podría ser un gran paso adelante. Pero mucho depende de cómo se hace: Si causa de la inflación a la espiga y el gobierno no hace nada para proteger a las personas pobres y los trabajadores, que podrían perder mucho”, detallan en el texto.

“Macri también puede tomar medidas para reducir la inflación, que es algo que hay que hacer. Él quiere reducir el déficit presupuestario del gobierno central, que crecerá como porcentaje del PIB con la austeridad. Teniendo en cuenta su ideología, existe un grave riesgo de una espiral descendente de la austeridad y la recesión, que el país sufrió entre 1998 y 2001. Si hay inflación de la devaluación, esto podría empeorar las cosas”, analizan.

“En sus declaraciones de campaña, Macri dejó en claro que está en contra de un papel del gobierno en la promoción de la industria, por lo que el desarrollo económico del país. Ha propuesto recortes de impuestos para los grupos de ingresos más altos y eso sugiere que los recortes presupuestarios están a la vista, dado que el político se ha comprometido a reducir el déficit presupuestario del gobierno“, agregan.

“Macri no tendrá una mayoría en el Congreso, por lo que no está claro lo mucho que puede hacer. Inmediatamente, ha demostrado su inmensa lealtad al gobierno de los Estados Unidos, que había sido previamente puesto de manifiesto en los cables confidenciales de la embajada de Estados Unidos publicados por WikiLeaks. Una de sus primeras declaraciones después de ser elegido era denunciar a Venezuela y amenazar a tener el país suspendido del bloque comercial Mercosur de las naciones de América del Sur“, subrayan desde Fortune.com.

Por otra parte, señalan que “Washington ha mantenido una política de ‘contención’ contra casi todos los gobiernos de izquierda que ganaron las elecciones en el siglo XXI”. Por ello, “hay un poco de entusiasmo entre la élite de los negocios y la política exterior durante la ola de contratiempos entre la izquierda de América Latina, con el caso de  Dilma Rousseff, (Brasil) que enfrenta una crisis recesión,  y Nicolás Maduro (Venezuela)  que enfrenta una crisis económica y la posible pérdida de su primera elección nacional en 17 años”.

“Un resultado más probable es como lo que vimos en Chile, donde un candidato mediocre no pudo tomar ventaja de 80% de aprobación del presidente del Partido Socialista, Michelle Bachelet, y perdió a un multimillonario de derecha en 2010. Duró cuatro años, y luego el país volvió a Bachelet”, concluyen en el artículo.

© Publicado el lunes 23/11/1950 por la Revista Fortune  (http://fortune.com/?s=Macri) Fuente: Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

martes, 14 de julio de 2015

New Yorker a CFK, con amor: "Dictatorial, corrupta y agresiva"… @dealgunamanera...

Del New Yorker a CFK, con amor: "Dictatorial, corrupta y agresiva"…

Cristina fue entrevistada a solas por el periodista Dexter Filkins. Foto: cfkargentina.com

La revista estadounidense critica duramente a la Presidenta pese a los elogios que la mandataria había hecho del periodista. “La reina del bótox”.

La revista estadounidense The New Yorker tuvo la posibilidad de entrevistar a Cristina Fernández de Kirchner a solas para hablar, entre otras cosas, sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman. Para evitar tergiversaciones, la mandataria se anticipó e hizo grabar la entrevista para difundirla ayer, un día antes de que salga el artículo publicado.

Sin embargo, el medio estadounidense optó por realizar un análisis político sobre la entrevista en lugar de hacer una transcripción del reportaje. Allí, bajo el título de "La muerte de un fiscal", el periodista critica duramente a Cristina Kirchner al considerarla “más dictatorial”, “más corrupta", con “comportamiento agresivo” y “obsesionada con la imagen”.

"Cristina Kirchner se ha vuelto más dictatorial y, de acuerdo con las denuncias de la prensa, más corrupta", asegura el periodista Dexter Filkins en su artículo, para luego agregar que tiene "modales erráticos y una perspicacia política despiadada".

En otro de los párrafos, Filkins recuerda los cables confidenciales dados a conocer por WikiLeaks y destaca que "los diplomáticos norteamericanos señalaron el 'comportamiento agresivo' y su obsesión con la imagen’”.

“Según informan, gasta 'miles de dólares por año en las últimas tendencias y en ponerse inyecciones de silicona en la cara y extensiones de pelo para parecer más joven'. Los medios le dieron el sobrenombre de 'Reina del botox'. La propia Cristina Kirchner a veces sigue el juego, diciéndole a los periodistas: 'Yo ya nací maquillada'", publicó.

Como dato color, el periodista sostuvo que al momento de la nota, la mandatario llegó con "un vestido de volados y un pesado maquillaje", y que, según el mismo relató, la propia Cristina Kirchner se acercó para peinarlo. "Antes de que la entrevista comenzase, ella se inclinó para arreglarme el pelo. '¿Hay alguna chica que pueda ayudarlo?' –preguntó– 'Queremos que salgas lindo'". Luego, ella empezó a alisarse el suyo: "'Quiero arreglarme un poco', dijo. 'Perdoname, además de Presidenta soy una mujer: el vestido, la imagen...'. Detrás de cámara, una asistente le gritó: '"¡Estás divina!'".

Elogios K. “Hace unos meses recibí un pedido de entrevista de la revista The New Yorker, de USA, para hacer una nota en Argentina, hacía unos días que había vuelto de mi visita de Estado a la República Popular China. El periodista Dexter Filkins vino hasta Olivos donde mantuvimos una extensa charla el día 11 de marzo”, recordó ayer Cristina vía Twitter, horas antes de que la nota se publicara.

La mandataria afirmó que una vez que Filkins “se encontró en Argentina quiso saber más sobre ‘el país y sobre los años extraordinarios que han tenido aquí’”. “Me contó entre otras cosas que lo que más lo había sorprendido fue ‘la manera en que la Argentina ha realmente juzgado a los militares’’durante la democracia por delitos cometidos en los ‘70 y principios de los ‘80. Y esto no se ha producido casi en ninguna otra parte del mundo”, agregó.

”Fue una extensa nota que me parece que les va a interesar”, tuiteó no sin antes linkear un artículo con la desgrabación textual de la entrevista y concluyó saludando elogiosamente al periodista: “Un gran saludo a Dexter Filkins por la excelente charla que mantuvimos. Multipremiado periodista, que en el año 2009 obtuvo un Pulitzer”. Sin lugar a dudas, hoy Cristina se llevó una sorpresa.



sábado, 11 de abril de 2015

Anticipándonos a Wikileaks, la muerte de Néstor Kirchner... @dealgunamanera...

Qué Dice La Embajada De Estados Unidos Sobre La Muerte De Kirchner...


Esta historia fue reconstruida con fragmentos, autopartes de una información que aún siendo incompleta al menos propone una hoja de ruta para desentrañar el camino que condujo hace poco tiempo a la muerte de Néstor Kirchner. Seguramente en algunos meses, Wikileaks inundará el mundo con cables secretos que terminarán de armar el puzzle sobre el fallecimiento el 27 de octubre de 2010 de quien fuera en ese momento el Presidente virtual y el hombre más poderoso de la Argentina.

Porque la sensación térmica que se tuvo aquella mañana cuando se conoció la noticia, fue que había muerto quien verdaderamente gobernaba el país, y no un ex Jefe de Estado ni un diputado del montón. Quien estaba —y sigue estando— sentada en el sillón de Rivadavia constituía un formalismo necesario, aunque un placebo a la hora de tomar decisiones. Aquí va parte del rompecabezas que, por primera vez, sale a la luz en la Argentina y en el mundo entero. Después veremos cotejarla con la información que figura en esos cables cifrados de la diplomacia norteamericana que en algún tiempo el portal dirigido por Julian Assange ofrecerá sin fisuras.

La primera parte de esta historia arranca después de la derrota kirchnerista en el Senado en boca de aquel…”Mi voto no es positivo…”.

Pasados los primeros sofocones —y el agravamiento momentáneo a causa del stress del aparato cardiovascular de Néstor K—, después de los conatos de renuncia que nadie creyó demasiado en las propias filas oficiales, se supo por boca poco confidencial de Sergio Massa y Alberto Fernández, que Néstor ingresaba en una vorágine de fundamentalismo político que lo conducía a un abismo irrefrenable de toma de decisiones cuasi totalitarias.

Ahí comenzó a pergeñar Eduardo Duhalde su famoso lema: “Al loco lo traje yo y al loco me lo llevo yo.”.

“Bien, pero… ¿cómo haces para llevártelo?”, le preguntaban sus interlocutores ocasionales. Duhalde respondió con hechos.

En principio, algunas de sus segundas y terceras líneas entraron en contacto con sus pares de las divisiones menores del kirchnerismo. La idea era ir enviando mensajes que llegasen a la cúpula y observar las respuestas.

El hombre de Lomas de Zamora le ofrecía al pingüino mayor una salida consensuada y no traumática. Una especie de transición ordenada, sin venganzas y como suele ocurrir en la Argentina, con una parodia de juicios por corrupción que no afectarían al matrimonio Presidencial y buscarían un chivo expiatorio en las zonas menores. Allí fue cuando comenzaron a soltarle la mano a Ricardo Jaime, un papel carbónico de María Julia Alsogaray por la brutalidad con que se creyó impune.

Dicen que Néstor K no rechazó la propuesta como tampoco la aceptó de pleno. Confiaba en que las elecciones de 2009 le serían favorables y si así hubiera sido retomaría la ofensiva a full contra el duhaldismo. Se habló de armar algo así como megacausas separadas al caudillo lomense y a algunos líderes rurales a quienes Néstor tenía en la mira. Hugo Biolcati era la presa campestre más codiciada para llevar al asador del pingüinaje.

El problema mayor de los K fue que sus medios masivos de comunicación ni influían en la opinión pública ni se tornaban creíbles. Página/12 ya era un líbelo más humorístico que informativo y el multimedio de Szpolski una máquina de consumir partidas oficiales a cambio del vacío. El proyecto 6,7,8 causaba indignación en lugar de adhesiones y eso no era favorable al proyecto de la remontada kirchnerista para deshacer los acuerdos de palabra entre las líneas menores de Kirchner y Duhalde.

Pero la derrota a manos de Francisco de Narváez en el 2009 —el colorado ganó por un margen de casi 5 puntos, solo un fraude bien organizado hizo públicamente que la ventaja conocida fuera menor a la real—, agudizó los odios de unos y el fundamentalismo de otros.

En principio, Néstor dejó entrever con resignación que aceptaría la bandera blanca duhaldista. Pero se crispó enseguida y decidió jugar a la ruleta rusa con un revólver a tambor lleno de balas.

Los rumores en la cima del poder eran pavorosos. Néstor K mencionaba tres medidas que erizaban la piel. Una posible reforma agraria al estilo Santa Cruz —confiscar campos y venderlos a precio ruin entre el séquito de amigos y parientes—, meter mano en las cajas de seguridad de los bancos —se cree que allí se guardan más de 16.000 millones de dólares— y por último el proyecto que aceleró la llegada al fatídico 27 de octubre: nacionalizar fábricas del Grupo Techint al estilo Hugo Chávez.

La jerarquía de ese poderoso grupo industrial, al mejor estilo de las masonerías o sociedades secretas de poder, se enteró del proyecto y tomó contacto frecuente con quien decía que “… al loco lo traje yo y al loco me lo llevo yo..”.

Techint venía perdiendo 6.000 millones de dólares en Venezuela y en la Argentina el asedio de Hugo Moyano avalado por la Casa Rosada, con la anuencia o la negligencia de la Justicia, era demasiado.

Se dice que el proyecto nuclear iraní precisa de materiales y tecnología de Techint y Hugo Chávez se dispuso a colaborar. Si la Argentina ingresaba en esa vorágine de pre guerra atómica, el futuro del país oscurecería a pasos agigantados.

La cuestión seguía siendo cómo anular los impulsos de Néstor K para convertirse en Emperador, dueño y señor de las leyes y de todo lo que estuviese en pié en la Argentina.

El Gran Masón de Techint —no es tan así, solo una metáfora…— y el duhaldismo se reunieron en secreto con apenas un selecto número de colaboradores.

Hubo una fecha especial que a todos les parecía tentadora. Algo tenía que ocurrir el 27 de octubre del 2010.

¿Por qué y cómo hacerlo?, eran las dudas estilo Hamlet.

Esos vínculos cuasi corporativos se extendieron hasta otros poderosos —a nivel empresas y dinero— del país. Solo el anciano Ezkenazi se negó a convalidar una conspiración en ciernes.

“Si el viejo no se pliega, cuando precise caños —para YPF— que se los compre a los japoneses”, fue el golpe para quebrarle la voluntad al líder del Grupo Petersen. El emisor del mensaje hablaba en nombre de Techint.

El 13 de septiembre del 2010 Néstor K abandonó el sanatorio Los Arcos y su entorno se dedicó efusivamente a cacarear sobre el perfecto estado de salud de su jefe.

Pero los médicos a su alrededor esgrimían otro diagnóstico. “El corazón del paciente quedó seriamente debilitado”. Le recomendaron lo que nunca haría: guardar reposo y alejarse de la TV y de la lectura de los medios de comunicación.

Si algún pico de stress le volviera a ocurrir, sería el último. El corazón del pingüino no soportaría nuevos embates.

El séquito de conspiradores ideó un Día D: el 27 de octubre del 2010.

El porqué de ese día lo explicó así un conocedor de esta historia novelesca pero real: “El 27 de octubre, día del censo, era feriado en la Argentina pero el resto del mundo trabajaba normalmente. Si ese día le ocurría algo al Presidente virtual del país, no podían producirse corridas bancarias y si para colmo los papeles argentinos en el exterior pegaban un salto, el 28 de octubre los bancos porteños abrirían normalmente y nada sacudiría la rutina del movimiento de dinero en la Argentina…”.

Si éste relato pareciera fantasioso, alguien tendría que explicar por qué sin motivo aparente los bonos argentinos dieron un fuerte salto en su cotización y el riesgo país descendió sin demasiada explicación en Wall Street en el mismo instante en que la lógica hubiera mostrado una réplica diferente si las variables no hubieran tenido una influencia de algún grupo desconocido –o no—, que operó a sabiendas de que la muerte de Kirchner podía desbarrancar la incertidumbre de cómo seguiría la política y la economía en la Argentina.

Con estas señales positivas del mercado internacional del dinero, el país lloraría a su muerto un día feriado y retornaría a la actividad normalmente hasta que se disipara el duelo.

Quienes relatan esta historia dicen que hubo dos protagonistas fundamentales que pudieron haber producido el deceso de Néstor K. Dos hombres que lo llenaron de disgustos las últimas horas hasta hacerle ceder su corazón. El primero fue Hugo Moyano, quien telefónicamente lo inundó de amenazas después de sentirse abandonado en un encuentro peronista en la Provincia de Buenos Aires. Se supone —no hay que ser un Einstein para darse cuenta— que el líder camionero enojado debe infundir temor y zozobra a su víctima circunstancial.

Y el golpe mortal lo arrojó en la última cena de Néstor K uno de sus empresarios de bolsillo quien ya comenzaba a volar sin tutorías: Lázaro Báez.

En el Calafate, Báez arrojó sobre la mesa de Néstor una avalancha de encuestas, mediciones y pronósticos macabros para el futuro del kirchnerismo que terminaron apagando el ya debilitado corazón del santacruceño.

Fue el golpe de gracia, el tiro final de malas noticias difícil de soportar para alguien que jugó todas sus fichas a su propio entronamiento por décadas en el poder local.

¿Por qué Báez, un empresario de mediano pelo santacruceño devenido en multimillonario con el kirchnerismo, habría accedido al pedido de los conspiradores de aturdir a su ex jefe con noticias terroríficas?

 Es que Lázaro Báez está involucrado en una operación de lavado de dinero —Austral Construcciones S.A.— por sumas multimillonarias, diez millones de los cuáles han sido bloqueados en Lichtenstein, un paraíso fiscal en Europa meridional donde se dice solo viven 37 personas. Báez debía zafar de una cárcel segura incluso con influencia de Estados Unidos y sin Néstor K en el camino ahora puede reconocer —cuando lo convoque la justicia— que él solo era un testaferro o intermediario de una persona que ya no está viva.

Lázaro Báez hizo todo —eso dicen las fuentes consultadas— para castigar esa noche el débil y abatido ritmo cardíaco de su ex jefe y protector.

Fue el final previsto. Se cree que la muerte no se produjo cuando la anunciaron sino horas antes, pero había que darla a conocer cuando el sistema bancario local estuviese cerrado y Wall Street abierto. Ni corridas ni bonos en picada sino todo lo contrario.

Que el cajón en que se lo veló en Casa de Gobierno estaba vacío —y hasta que eligieron para la puesta en escena un tamaño menor al que hubiese correspondido a un hombre de estatura alta—, son parte de otra historia que algún día se contará en detalle.

El día del censo hubo llantos en la Casa de Gobierno y festejo algo desmedido alrededor de los conspiradores y sus hombres de confianza. Hay quienes le besaron el anillo al Iluminati de esta historia conspirativa pues la estrategia dio sus frutos.

Si la Justicia dilucida la certeza de esta narración. ¿Alguien será juzgado por conductas conspirativas?

Esperemos que pronto Wikileaks complete esta historia con los cables que enviaron los diplomáticos norteamericanos desde la Argentina, el 27 de octubre del 2010 y días posteriores.

© Escrito por Jorge D. Boimvaser el lunes 28/02/2011 y publicado por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

domingo, 24 de junio de 2012

¿Golpe a Cristina?... De Alguna Manera...

¿Golpe a Cristina? Los contactos de Moyano con Scioli, Duhalde y Magnetto...

 Dupla de terror…

La teoría de la conspiración permanente. Para entender la película, no hay que verla completa y sin pausa, sino analizar fotograma por fotograma. Allí podrá percibirse cómo es la movida que con envidiable precisión se lleva adelante en estas horas por parte de referentes políticos y sindicales a efectos de ralear el poder de Cristina Kirchner. El primero en mover, ha sido Daniel Scioli, quien:

-Admitió en mayo de este año que quiere ser Presidente de la Nación en 2015.

-Se reunió con Mauricio Macri y luego jugó al fútbol con Hugo Moyano.

-En el momento más convulsionado de la Argentina, escapó a Italia en un misterioso viaje que justificó en supuestas “razones personales”.

-Frente a la impronta moyanista, optó por el silencio y la inoportuna prudencia.

Al mismo tiempo que esto ocurre, Moyano movió sus piezas de manera magistral:

-Bajo el pretexto de reparaciones salariales y legales, hizo una durísima crítica al gobierno de Cristina Kirchner.

-Lo realizó a través del canal que en su momento fue su gran enemigo: TN, del grupo Clarín. No olvidar que el líder de la CGT fue el inventor de la consigna “Clarín miente”.

-Rompió lanzas con su otrora aliado, el ministro de Planificación Julio De Vido, al tiempo que empezó un tibio diálogo con el ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández.

-Comenzó a frecuentar a referentes del peronismo disidente y gobernadores justicialistas no alineados con la Casa Rosada. Hasta Macri aseguró que apoyará su reclamo.

-Se incrementaron repentinamente sus contactos con el ex presidente Eduardo Duhalde y gremialistas de la talla de Luis Barrionuevo, su ex enemigo.

-Amenazó con una fuerte movilización, sin dejar abierta la posibilidad de diálogo. “Pase lo que pase, el paro se hace igual”, advirtió esta semana.

-Logró inusual apoyo a su medida por parte de la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias (CEEA). "Queremos una menor presión tributaria en toda la economía", aseguró esa entidad.

-Consiguió el apoyo parcial del titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Ignacio de Mendiguren. “Debe modificarse el ajuste por inflación", aseguró hace horas el representante de esa entidad.

-Comenzó a acercarse al CEO de Clarín Héctor Magnetto. No es que le interese hacer amistad con él, pero ambos se necesitan mutuamente. Moyano necesita apoyo mediático; Magnetto a su vez sabe que juega una carrera contra el tiempo para no perder las más de 200 licencias que hoy ostenta el grupo Clarín.

Al tiempo que todo esto ocurre, Duhalde —cercano también al grupo Clarín— se encargó de mostrarse inusualmente activo en torno a un ciclo de conferencias organizado por el Movimiento Productivo Argentino (MPA) que él mismo lidera. Allí, bien lejos de la polémica, se dejó fotografiar junto al ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso.

Todo lo descripto, podría ser parte de una gran coincidencia en tiempo y espacio —que en realidad vulnera todas las leyes del azar— o la germinación de algo más profundo y preocupante.

Sabrá el lector valorar cuál es el lugar que le cabe a todos los sucesos descriptos, pero es dable que antes conozca algunos otros antecedentes que rodean a sus protagonistas.


Yankees come home

Hace un año y medio aproximadamente, estalló el escándalo de los cables de Wikileaks, donde miles de documentos reservados y confidenciales fueron expuestos públicamente gracias a las gestiones del hoy perseguido Julián Assange.

Uno de esos cables, dejó al descubierto las asiduas visitas del CEO del grupo Clarín, Héctor Magnetto a la sede de la embajada de Estados Unidos. Lo que allí pudo verse fue tan escandaloso como revelador:

“Durante varios años antes, la compañía (el grupo Clarín) se había abstenido de realizar tal cobertura contra el gobierno, ya que estaba en deuda con Kirchner por salvarlo de la amenaza de bancarrota después de una crisis con acreedores extranjeros, y también porque el público estaba desesperado por estabilidad política. Sin embargo, una serie de reveses políticos en varias provincias, junto con la recuperación de la salud financiera de Clarín, han finalizado el período de gracia de Kirchner con el Grupo”.

Para no dejar dudas al respecto, el mismo documento aclara: “Héctor Magnetto y su equipo dejaron la impresión clara que Clarín ya no está satisfecho con la gestión de la actual administración del país”.

En la misma sintonía —y cerca de la misma fecha—, se descubrieron subrepticias reuniones entre el CEO del grupo y algunos de los líderes de la oposición argentina. No es ilícito juntarse, solo se cuestiona el hecho de que esto se haya hecho ultra reservadamente.


Volver a los 17 (de diciembre)

Pocos saben que existe un expediente que lleva adelante el juez Norberto Oyarbide y que investiga la posibilidad de que lo ocurrido a fines del año 2001, cuando Fernando De La Rúa debió dejar el poder, haya sido un “golpe institucional” llevado adelante por ciertos referentes del peronismo y el sindicalismo.


La denuncia fue presentada por el propio ex presidente aliancista y, aunque muchos predijeron que sería desestimada raudamente, la Justicia avanzó al encontrar elementos inquietantes que daban algún fundamento a las sospechas. A saber:

-En un almuerzo informal con financistas y banqueros de Estados Unidos, Eduardo Duhalde pronunció una frase que provocó silencios y miradas entre los comensales: “En diciembre, el presidente de la Argentina soy yo”. La afirmación de Duhalde quedó plasmada en un informe de inteligencia reservado norteamericano que llegó a dos escritorios de Buenos Aires. Ninguno de esos dos escritorios era el de De la Rúa.

-Previo a la caída de De la Rúa hubo reuniones, conspiraciones, saqueos, movilizaciones y declaraciones públicas referidas a la posibilidad de que no terminaría su mandato.

-El diario El Mercurio de Chile, en su edición del 9 de enero de 2002, publicó una nota titulada “Menem acusa a Duhalde de derribar a De la Rúa”. Allí, el ex presidente vinculó al que alguna vez fue su compañero de fórmula, junto a Carlos Ruckauf y Raúl Alfonsín de haber operado para que caiga el entonces mandatario. En su declaración ante la justicia argentina, Menem ratificó todo lo que dijo ante el diario chileno.

-Existe una carta certificada escrita por un agente de Inteligencia llamado Mario Aguilar Rizzi varios meses antes del 19 de diciembre en la que se habla de la posibilidad de que De La Rúa no finalizara su gobierno. Ese documento le fue entregado a quien escribe estas líneas un año antes y este a su vez lo presentó en junio de 2001 a funcionarios de Casa de Gobierno. Es una de las pruebas más concluyentes aportadas por De La Rúa a la Justicia por la precisión de lo descripto en comparación a lo ocurrido meses más tarde.


Allí, se habla de “la existencia de un plan de desestabilización” llevado adelante por Duhalde, Moyano, Ruckauf, Alfonsín y otros importantes referentes a nivel nacional. ¿Casualidad o causalidad?


Concluyendo

A diferencia de lo ocurrido en 2001, los contactos que en estos días llevan adelante Scioli, Moyano y Magnetto no solo son públicos, sino que todos sus protagonistas se esfuerzan en que esto se vea claramente.

Es un dato no menor, sobre todo en el marco de sospecha permanente que vive hoy el oficialismo de turno. ¿Qué dudas tiene Cristina respecto al avance que está ocurriendo en estas horas? Ninguna en realidad. Ella sabe cómo, cuándo y por qué se dan cada uno de los contactos entre los protagonistas de esta nueva-vieja novela.

Francisco “Paco” Larcher, número dos de la ex SIDE —en realidad el número uno— le da todos los detalles al respecto a la mandataria. Lo hace cada mañana.

Ello explica la virulencia con la que esta avanza contra Moyano, apelando a medidas que llegan al extremo de lo judicial. También da razón de ser a su recurrente negativa de encontrarse con el titular de la CGT.  “Se rompió el diálogo para siempre”, aseguran en el entorno de la Presidenta.

¿Cómo sigue el culebrón? Imposible saberlo con precisión, aunque hay un dato que puede orientar la respuesta: Moyano quiere meterse de lleno en la política y dejar el sindicalismo de lado. Se lo confesó a su propio hijo Pablo, a quien quiere heredarle esa lucha.

“Mi sueño es llegar a ser como Lula Da Silva”, admitió hace unos meses en una entrevista que le realizó un medio foráneo. Como puede verse, su horizonte se ve reflejado en el ex presidente de Brasil: un “trabajador” que llegó a ocupar la primera magistratura.

Es por ello que hace unas horas aseguró que estaba dispuesto a abandonar la desgastante jefatura de la CGT. Ello explica todo, incluso el por qué del repentino apoyo recibido por parte de Barrionuevo y otros “gordos” sindicales.

Mientras esto ocurre, Cristina vigila de cerca a Moyano. A diferencia de otros “enemigos”, a él le tiene un reverencial temor. No solo porque tiene un gran poder de convocatoria “de calle” —algo que aterroriza a la mandataria— sino porque el camionero conoce demasiados secretos sobre los orígenes de la fortuna de ella y su marido.

Es un secreto que reposa en el mismo país que lo tiene jaqueado en una investigación judicial por lavado de dinero: Suiza.

© Escrito por Christian Sanz y publicado por Tribuna de Periodistas el domingo 24 de Junio de 2012.


domingo, 27 de febrero de 2011

Wikileaks en Página /12... De Alguna Manera...

Wikileaks en Página/12...

A partir de hoy, los lectores de Página/12 comenzarán a tener acceso a todos los cables de Wikileaks sobre la Argentina. Se trata, en su mayoría, de más de dos mil despachos originados en la embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires. La publicación es el resultado de una convergencia entre Wikileaks y Página/12 basada en el derecho de los ciudadanos a ser informados.

Este diario se interesó en los materiales de Wikileaks desde que, el año pasado, otros colegas en todo el mundo comenzaron a difundir cables secretos o confidenciales que hilaban la comunicación entre la embajada estadounidense en la Argentina y el Departamento de Estado. A la vez el australiano Julian Assange, alma mater de Wikileaks, definió su papel en el circuito mundial de las noticias: sería un vehículo de la libertad de expresión.

Assange acaba de refirmarlo en medio de una situación personal compleja, porque la Justicia sueca quiere extraditarlo de Londres bajo cargos que el investigador niega. A principios de este mes alentó a sus amigos de todo el mundo a que siguieran haciendo campaña en favor de esa meta. No le faltó buen humor. “Hay cuatro cosas que no pueden ocultarse eternamente: el sol, la luna, la verdad y el postre”, dijo al saber que miles de personas estaban organizando cenas para juntar fondos en su defensa. Por esos días la convergencia entre Wikileaks y Página/12 maduraba hasta transformarse en un convenio de partes.

Los gobiernos y las articulaciones de poder económico trabajan en pos de una ilusión: que muchas de sus acciones queden en secreto. Y los periodistas tienen la suya: romper el secreto. En esa tensión permanente y natural entre las dos ilusiones, a veces se cumple una y a veces otra. Esta vez es el turno de la segunda.

La gran ventaja del convenio entre Página/12 y Wikileaks es que el diario se obliga a deberes que cumple con gusto desde que apareció hace casi 24 años. Por lo pronto, tendrá que develar secretos. Además, deberá hacerlo con rigor. Si un artículo menciona un despacho diplomático, los lectores tendrán acceso al texto completo. No podrá deformar ni manipular el contenido. Protegerá a empleados estatales de bajo rango y evitará poner en riesgo la integridad física y la vida. E iniciará un proceso de difusión de documentos del que ya participan, entre otros, medios como The New York Times, The Guardian y La Jornada de México.

Al divulgar miles de documentos escritos en embajadas estadounidenses repartidas por todo el planeta, Wikileaks usó el criterio de abrir puertas y ventanas. Los postres están ahí en la mesa, pero Assange nunca dijo que a él le gustaba el sabor de cada uno de ellos. Sólo ejerció su derecho a informar para que otros puedan ejercer su derecho a conocer. Por eso Luiz Inácio Lula da Silva, unos días antes de dejar la presidencia de Brasil, dijo que la detención de Assange en Londres era “un atentado a la libertad de expresión”, aseguró que en todo caso había que culpar a quienes escribieron los cables y no a quien los difundía e ironizó sobre que “la diplomacia más poderosa del mundo está, como en el Lejano Oeste, poniendo carteles de Se busca vivo o muerto” para conseguir el silencio de Assange.

Igual que Wikileaks, Página/12 tiene claro que está revelando documentos y no verdades absolutas. La investigación, el conocimiento profundo y el contraste de una documentación con otra y con los hechos son los que acercan a los ciudadanos a la verdad. Ni el documento más exacto es cándido. Los textos obtenidos por Wikileaks fueron escritos por la diplomacia norteamericana. Tienen énfasis y obsesiones. Son notorias sus diferencias de calidad en la apreciación de una situación u otra y el sesgo de sus análisis. Se ve de manera nítida la forma hegemónica de relacionarse con el resto del mundo. Los diplomáticos no sólo preguntan. También influyen y presionan para impulsar sus intereses económicos, estratégicos y militares.

En los documentos desfilan presidentes, funcionarios de menor rango, dirigentes políticos, empresarios, consultores, diplomáticos y periodistas. Algunos, estén de acuerdo o no con las posiciones centrales de Washington, mantienen su dignidad. Otros parecen desesperados por agradar a sus anfitriones. Estos últimos podrán comprobar, a medida que vayan leyendo los cables, que no siempre esa desesperación es correspondida por el respeto y que hasta un tostado fuera de temporada queda registrado con ironía.

En los cables, el pensamiento y la actitud de cada interlocutor aparece en el marco del vínculo con los diplomáticos estadounidenses y tal como es descripto por el embajador de turno, su segundo o el consejero político. Los lectores tendrán la posibilidad de sacar sus propias conclusiones y Página/12 hará lo de siempre: ayudarlos. Porque Assange tiene razón: las cosas no pueden ocultarse eternamente.

© Publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el lunes 21 de Febrero de 2011