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miércoles, 11 de marzo de 2020

Coronavirus: adultos mayores y población en riesgo… @dealgunamanera...

Coronavirus: consejos para adultos mayores y población en riesgo…

Cuidados. Fotografía: Matthias Zomer / Pexels

Mientras se confirman los primeros casos de COVID-19 en Argentina, el Ministerio de Salud y PAMI dieron a conocer recomendaciones para prevenir el contagio.

© Publicado el sábado 07/03/2020 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

Mientras las autoridades confirman una lista creciente de pacientes con coronavirus (COVID-19) en Argentina, el Ministerio de Salud de la Nación y el PAMI reiteraron la importancia de extremar los cuidados en adultos mayores, uno de los grupos más afectados por el virus.

Este sábado se conoció la noticia de la primera víctima mortal de coronavirus en la Ciudad de Buenos Aires: se trata de un hombre de 64 años que estaba internado en el Hospital Argerich en un área de aislamiento, a la espera de un diagnóstico confirmado.

Según trascendió, el virus complicó otras enfermedades anteriores que padecía. Falleció esta madrugada, el resultado del hisopado positivo para coronavirus llegó poco después del mediodía.

El hombre había viajado a Francia y regresado a Argentina el 25 de febrero, sin síntomas aparentes de estar incubando la enfermedad. Tres días después, presentó somnolencia, falta de apetito, fiebre, tos y dolor de garganta. El 5 de marzo asistió al servicio de Guardia del Hospital Argerich. Por su cuadro de salud (diabetes, hipertensión, problemas respiratorios y renales) y ante la posibilidad de haber contraído el virus COVID-19, fue internado en ese centro de salud, aislado de otros pacientes.

De acuerdo con organismos internacionales, la tasa de mortalidad por coronavirus es relativamente baja: oscila entre el 0.9 y 2 por ciento de los enfermos, en base a franjas etarias y condiciones de salud preexistentes. En el caso de la población inmunodeprimida y adultos mayores, la tasa llega al 13 por ciento. Los más afectados son aquellas personas con patologías cardíacas y respiratorias.

¿Cómo deben cuidarse los adultos mayores de 65 años?
Las autoridades sanitarias recomiendan reforzar la prevención de infecciones respiratorias: lavado de manos frecuente con agua y jabón, cubrirse la nariz y la boca con el pliegue codo o usar un pañuelo descartable al toser o estornudar, ventilar los ambientes, limpiar frecuentemente las superficies y los objetos que se usan con frecuencia.

Además, sugieren:

  • Minimizar las actividades sociales, fundamentalmente lugares cerrados con concurrencia importante de personas.
  • Consultar a un médico de forma inmediata ante la presencia de fiebre y síntomas respiratorios (tos, dolor de garganta o dificultad respiratoria).
  • No automedicarse ni subestimar ninguna manifestación clínica.
  • Recibir la vacuna antigripal y el esquema secuencial contra el neumococo según recomendaciones nacionales. Si bien no previene el coronavirus, reduce las chances de contraer otras enfermedades respiratorias que podrían ser igualmente peligrosas para ese grupo.
  • Al toser o estornudar, cubrir boca y nariz con la parte interior del codo o utilizando un pañuelo descartable.
  • Evitar contacto directo con personas que tengan enfermedades respiratorias.
  • En caso de ser posible, postergar viaje a áreas de transmisión de coronavirus.
  • En el caso de personas residentes en instituciones para personas mayores, se recomienda evitar las visitas de personas con síntomas respiratorios y quienes hayan estado en lugares de transmisión viral en los últimos 14 días.

    Recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud





domingo, 31 de diciembre de 2017

Es la economía, estúpido… @dealgunamanera...

Es la economía, estúpido… 
Gráfico: Centro de Entrenamiento Ontológico y Profesional

El tema volvió largamente al tope de las preocupaciones. “Un viejo desafío ha regresado –sostiene Roberto Bacman– otra vez la maldita economía”. Es que si se mira la tabla de preocupaciones de los argentinos, la economía volvió a trepar, lejos, al primer puesto. Nada menos que el 71,3 por ciento de los encuestados afirma que es su principal preocupación.

© Publicado el domingo 31/12/2017 por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

“Desde mediados de diciembre se fue reinstalando como el gran problema de los argentinos –redondea el titular del CEOP–, con un crecimiento impactante mes tras mes. Y al menos, a la luz de estos resultados parece imparable. No debe sorprender a nadie que algo más de siete de cada diez argentinos terminan el año preocupados por la economía. 

Una mirada más profunda nos permite detectar que específicamente lo que más los desvela son tres factores: una percepción importante apunta a concluir que lo que se gana no alcanza para llegar a fin de mes, la inflación (otra vez la tan temida inflación) con fuerte tendencia al crecimiento y además una sensación de que la marcha de economía posee un rumbo impredecible. En síntesis, se han encendido todas las luces de alerta con respecto a la economía”.

Si se mira la tabla de preocupaciones, hoy la inseguridad está más de 30 puntos por debajo de la economía, cuando en épocas del kirchnerismo solía estar 20 puntos por arriba. Lo llamativo es que los índices delictivos no parecen haber cambiado para mejor, sino más bien lo contrario. Según los datos oficiales de la procuración bonaerense el delito subió cuatro por ciento en 2016.

Aún así, la economía está en el centro de la escena, sobre todo en base a lo señalado por Bacman, las dificultades para llegar a fin de mes. El brutal aumento en las tarifas y los aumentos de sueldos por debajo de la inflación son los ingredientes fundamentales. Pero, además, los jubilados (parte sustantiva en cualquier encuesta) terminan el año con gravísimas preocupaciones económicas, no sólo por el recorte que se avecina, sino por los aumentos desproporcionados en los medicamentos y la reducción en las prestaciones del PAMI. En ese marco, no es casualidad que la economía se haya disparado como principal problema.


domingo, 29 de mayo de 2016

La Matanza. “No podemos dejar que la gente se muera de hambre”… @dealgunamanera...

“No podemos dejar que la gente se muera de hambre”…


La intendenta del distrito más poblado del conurbano contó que la demanda en los comedores creció un 150 por ciento en los barrios más vulnerables. Dijo que si el Gobierno no da respuestas, destinará recursos del municipio a comprar comida.

© Escrito por Nicolás Lantos el domingo 29/05/2016 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En La Matanza, el distrito más poblado de la provincia de Buenos Aires, a media hora del Obelisco, hay al menos 150 mil personas que no llegan a cubrir las necesidades alimentarias más básicas. La demanda de alimentos en comedores de colegios, iglesias y centros de jubilados aumentó un 50 por ciento en promedio, llegando al 150 por ciento en los barrios más comprometidos socialmente y la respuesta del Estado nacional y provincial son insuficientes. Ese es el panorama que pinta la intendenta Verónica Magario, en diálogo con Página/12.

“El hambre no admite espera. Hay que darle respuesta ahora mismo”, dice la jefa comunal, que pide al gobierno provincial que declare “la emergencia social y laboral” para “destinar partidas” extraordinarias a los comedores de los sectores que quedaron a la intemperie por el aumento de precios y tarifas y la pérdida de empleo. Y advierte que si en los próximos días no tiene una respuesta satisfactoria de la gobernadora María Eugenia Vidal, tomará la decisión de “sacarle recursos al funcionamiento normal del municipio” para utilizarlos en la compra de alimentos.

“En las escuelas públicas de La Matanza los comedores crecieron un 50 por ciento promedio, pero llegaron al 150 por ciento en los sectores más vulnerables. La demanda también llega por las iglesias y los centros de jubilados. Hoy, los abuelos, después del aumento de tarifas, están pagando más de un tercio de una jubilación mínima en servicios. Sumale los medicamentos que dejó de cubrir PAMI. Hay un sector de abuelos que dejó de cenar para tomar un mate cocido o un té. Todo esto se suma a la baja de consumo y a las pérdidas de puestos de trabajo en el sector privado y en el sector informal, que es el primero que se pierde. Tenemos un registro de 150 mil personas por afuera del sistema en lo que respecta a cubrir las necesidades alimentarias más básicas”, plantea Magario.

–¿Cuándo comienza a advertirse esta situación?
–Esto empieza a verse en febrero, marzo, fundamentalmente, cuando abren las escuelas y empezamos a tener indicios por el aumento en los pedidos de leche y de alimento, y se empezó a ver no solo en las escuelas, sino también en los barrios y en los centros de jubilados. Esto es producto de que crecieron muchísimo los precios de los alimentos y de los servicios y así aparecen las primeras demandas puntuales de asalariados que llegaban justo a fin de mes y ya no les alcanza. A eso se suma la gente que se quedó sin trabajo.

–¿Cómo se puede solucionar este problema?
–Cuando tenés despidos, falta de trabajo y hambre hay que declarar la emergencia y dedicar fondos a eso. En la provincia se declaró la emergencia hidráulica y en seguridad. Ese endeudamiento que se votó sirvió para destinar partidas extraordinarias y para agilizar los trámites de las inversión y de compra de equipamiento en seguridad y en las obras contra las inundaciones. Ahora, frente a este escenario, hay que declarar una crisis social y laboral y destinar partidas para lo más urgente, que es el hambre.

–¿Hubo respuestas del gobierno provincial a estas demandas?
–Yo el problema se lo llevé a la gobernadora Vidal en febrero y no tuve respuesta. Recién a fines de marzo empezaron a prestar atención y a darse cuenta de que estaba pasando algo grave. Hace un mes y medio estuve con los ministros de Desarrollo Social, (Carolina) Stanley y (Santiago) López Medrano, y pedimos asistencia alimentaria para estos sectores. Ni siquiera les pedimos que nos den los recursos a nosotros, sino que los hagan llegar a través de las escuelas, de las iglesias. las sociedades de fomento, los centros de jubilados. Producto de eso se empezaron a implementar operativos de la nación en los barrios, con el camioncito, pero lo que hacen ahí es el trámite para obtener el DNI y la inscripción a la Asignación Universal, no dan alimentos. Los que nos mandan a nosotros alcanzan apenas para dos mil personas, y son alimentos secos. Nada de carne, nada de leche, nada de fruta o de verdura. Por eso la decisión de este municipio es empezar a generar partidas para alimentos, para comedores, porque no podemos dejar que la gente se muera de hambre.

–¿De dónde saldrían esas partidas?
–Habrá que sacar de otros presupuestos del municipio. Del alumbrado, de las obras... El municipio pagaba un millón setecientos mil pesos por bimestre de luz y ahora tengo que pagar ocho millones por mes. Con eso se podría dar de comer a veinticinco mil chicos y podría sostener veinticinco mil becas en diversos programas de educación y recuperación para niños y adolescentes. Los municipios no podemos sostener esto. Lo que estamos haciendo es tomar una decisión de sacarle recursos al funcionamiento normal del municipio para comprar comida. En vez de asfalto, en vez de luminaria, yo voy a comprar alimentos. ¿Cuánto puede durar esto? Un par de meses, no más. Además los municipios tenemos nuestra recaudación atada a la caída del consumo, a través del IVA y de la tasa de Seguridad e Higiene, que se aplica sobre las ventas empresas y comercios, que también cayeron.

–Hace algunos días el asesor presidencial Jaime Durán Barba dijo que no hay hambre en el país y que si hay, es por culpa del gobierno anterior...

–En febrero intentaban decirnos que era la herencia. Desde marzo para acá los funcionarios con los que tratamos se empezaron a dar cuenta de que la crisis es real y más allá de lo que intenten mostrar, ya no tienen cómo justificar lo que está pasando y se sabe que es producto de las medidas económicas y el plan económico del Presidente. Ellos en privado reconocen esto, pero dicen que no tienen plata para dar soluciones. Si el municipio puede cambiar partidas, yo creo que el gobierno provincial también tiene herramientas para hacerlo. Estoy esperando en estas horas una respuesta para ver si la provincia aumenta los cupos a comedores. Si no, esta semana comenzaré a mover las partidas para dar comida a nuestra gente. Le pedí a los maestros que abran las puertas de todos los comedores, a las sociedades de fomento, a los clubes, a los centros de jubilados, que abran sus puertas para recibir a los vecinos que no tienen un plato y que nosotros nos encargaremos de llevar comida.