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sábado, 24 de enero de 2015

Porquerías… De Alguna Manera...

Porquerías…


Pocos hechos reflejan mejor nuestro grado de descomposición institucional como el caso AMIA. Más allá del atentado en sí (hubo otros tanto o más salvajes en el mundo antes y después), su investigación se convirtió en un océano venenoso, que salpicó y salpica con distintos tonos a todos los que se involucraron. Y si algo le faltaba era la muerte de Nisman.

En las primeras horas tras la aparición del cuerpo sin vida del fiscal, se señaló que la novedad, políticamente hablando, impactaba casi exclusivamente en el Gobierno (http://e.perfil.com/muerteycerteza). Fuera suicidio o asesinato, el final de Nisman afectaba al kirchnerismo, epicentro de la que sería la última acusación del fiscal especial.

Aturdido por el golpe, el Gobierno intentó salir del paso con la doctrina del suicidio, que resultaba más digerible que la idea de que quedara instalado que el oficialismo había promovido ese final. Con claroscuros, la Presidenta abrazó esa lógica en su primera carta facebookiana. Otros dirigentes y adláteres, como siempre en estos casos, la hicieron propia con furia militonta.

La voltereta fue obvia, decidida el miércoles a la noche en Olivos –en un encuentro con Cristina donde al menos participaron Carlos Zannini y Oscar Parrilli– y típicamente K: no hay mejor defensa que un buen ataque. El “nos tiraron un muerto” era más potable que el resto de las alternativas, concluyeron algo tardíamente. Importaba poco la contradicción, lo dicho.

En ese paso, había que encontrar un responsable. El recientemente desplazado Jaime Stiuso caía como anillo al dedo, por sus más que estrechos vínculos con Nisman y la llamada pista iraní. Tampoco interesaba mucho otro aspecto contradictorio de esta película. Hasta ayer nomás, Stiuso fue el jefe de los espías más poderoso desde el retorno democrático, con un peso alimentado también (pero no sólo) por los Kirchner. Ahora es el enemigo público número uno y Cristina aspira a verlo preso.

Para ello, ya comenzaron a moverse algunos resortes pseudojurídicos, por llamarlos de alguna manera, que inquietan a actuales y ex funcionarios defendidos legalmente en no pocas causas por el “stiusismo”. La Cámpora fue corrida de esta ofensiva, donde abundarán los carpetazos entrecruzados. “Estamos jugados”, habría dicho CFK en esa noche de miércoles movida de Olivos. Allí habría planteado un argumento extra para sostener la ofensiva: “Quién le va a creer al ‘asesino’ de Nisman si dice que tengo una cuenta en el exterior”.

A este chiquero de porquerías se suman, como viene ocurriendo desde hace un tiempo, sectores judiciales, políticos y mediáticos que se rigen más por sus deseos e intereses que por avanzar hacia la transparencia.

Nisman se ha convertido en otro capítulo de esta guerra patética, que acaso no termine siquiera el 10 de diciembre. Ya se sabe: en cualquier guerra, la primera víctima simbólica es la verdad.

© Escrito por Javier Calvo el sábado 24/01/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

lunes, 19 de enero de 2015

Alberto Nisman: "Yo puedo salir muerto de esto"... De Alguna Manera...

Alberto Nisman: "Yo puedo salir muerto de esto"...


Las últimas declaraciones del fiscal de la causa AMIA a la prensa.

La última fue una semana de gran contacto con los medios de comunicación para el fiscal federal Alberto Nisman, quien fue hallado muerto anoche en su departamento de Puerto Madero. La prensa lo contactó y publicó sus testimonios en forma diaria luego de que trascendiera la denuncia y el pedido de indagatoria que hizo caer sobre la presidenta Cristina Kirchner, el canciller Héctor Timerman, el diputado Andrés "Cuervo" Larroque, el dirigente kirchnerista Luis D'Elía y el jefe de Quebracho, Fernando Esteche.

En una de sus últimas declaraciones al diario Clarín, la semana pasada, había dicho: "Yo puedo salir muerto de esto [...] Desde hoy mi vida cambió. Es mi función como fiscal y le tuve que decir a mi hija que iba a escuchar cosas tremendas de mi persona", había expresado.

En su último diálogo con La Nacion, Nisman había enfatizado ante las críticas de los dirigentes kirchneristas a su denuncia: "Todo lo que tenga que decir el imputado Timerman, porque es canciller pero es imputado, lo va a decir delante del juez. Ratifico la contundencia de la prueba que tengo", contestó Nisman ante las descalificaciones que había lanzado el ministro sobre su denuncia contra la Presidenta.

Sobre su relación con el ex director de Operaciones de la Secretaría de Inteligencia Jaime Stiusso, Nisman había señalado: "Yo usé una mínima parte de los informes de inteligencia de Stiusso, no porque fueran malos, sino porque no se podían usar. Eso lo ponía de malhumor a Stiusso. A mí no me manejó ni Stiusso ni nadie. Las decisiones las tomo yo y son exclusivamente mías. Se ha creado un mito alrededor de esta persona".

Y había anunciado: "Le acabo de pedir al secretario de Inteligencia [Oscar Parrilli] que levante el secreto sobre la identidad de los agentes involucrados. Nadie más interesado que yo en que la gente evalúe la prueba".

Nisman había reaccionado luego de la conferencia de Timerman, en la que el canciller exhibió una nota enviada a las autoridades de Interpol en la que les requería que mantuviera vigentes las capturas internacionales contra cinco ex funcionarios iraníes que están prófugos, como sospechosos del ataque a la mutual judía.

Nisman había denunciado que Timerman buscó levantar las circulares rojas de Interpol, que impiden a los buscados salir de Irán sin ser detenidos, a cambio de que la Argentina pudiera comprar petróleo y vender a Irán armas y granos. Para rebatir la carta, Nisman había explicado que una cosa es un pedido de captura, que lo libra un juez y sobre el cual Interpol no tiene facultades para revocar, y otra una circular roja, que la hace Interpol cuando admite el pedido de captura internacional, lo comunica a sus delegaciones en el mundo y permite que el sospechoso sea detenido. De hecho, en la causa AMIA hay ocho sospechosos con pedido de captura e Interpol libró circulares rojas sólo sobre cinco de ellos.  "Timerman no pudo reclamar a Interpol que mantenga las capturas porque Interpol no tiene facultad sobre eso, sólo sobre las circulares", había puntualizado Nisman.

Respecto de las escuchas en las que se basó para hacer su denuncia, Nisman había aclarado que no se trataba de intervenciones nuevas, sino que son escuchas legales que "datan de hace ocho años". Había dicho que eran "teléfonos que ya estaban intervenidos", especialmente el del supuesto agente Alejandro Yussuf Khalil.

© Publicado el lunes 19/01/2015 por el Diario Perfil La Nación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.




miércoles, 29 de enero de 2014

El lavado de dinero que calla el Gobierno... De Alguna Manera...


Aldo Ducler, el narcolavador socio de Capitanich y los Kirchner...


Jorge Capitanich sorprendió a propios y ajenos este miércoles en su habitual ronda de prensa: "El denominado dólar blue es ilegal. Uno observa una contradicción en los diarios que defienden el libre mercado y la transparencia. No pueden hacerse eco de un mercado que no es transparente, donde hay sospechas de transacciones con dinero proveniente del lavado y del narcotráfico", aseguró sin que se le moviera un músculo del rostro.

A semejante disparate, el jefe de Gabinete agregó: "Creo que no puede ser un ariete que genere un comportamiento o un indicador de evolución de variables económicas una transacción de carácter ilegal de aquellos que no tienen el dinero correctamente registrado".

Es curioso el comentario toda vez que el propio Capitanich aparece vinculado a operaciones de lavado de dinero, al igual que Néstor y Cristina Kirchner, a través del tristemente célebre narcolavador Aldo Ducler.

Ese hombre supo ser titular de la clausurada financiera Mercado Abierto, a través de la cual supo blanquear capitales Amado Carrillo Fuentes, fallecido líder del cartel de Juárez. Por esas y otras operaciones, Ducler fue investigado por el gobierno de Estados Unidos.

Es la historia de un amor…

Capitanich fue socio de Aldo Ducler, y su consultora integró el fondo de inversión Fondagro. Por caso, el ex diputado radical Carlos Ullrich denunció que fue Coqui el que presentó a Ducler a potenciales inversores del norte del país, reunidos en el Hotel Covadonga a tal efecto.

Según reveló oportunamente el periodista Alfredo Leuco, fueron “tiempos de gloria, de plata dulce para MA Bank, la banca offshore de Mercado Abierto, la financiera de Ducler”.

Néstor Kirchner utilizó a su vez los servicios de Ducler para enviar afuera del país los hoy evaporados fondos de Santa Cruz, dinero que le fue entregado como compensación por regalías petroleras mal liquidadas por Domingo Cavallo.

Aquel pago millonario a Kirchner fue un premio del menemismo a la militancia de la provincia de Santa Cruz a favor de la privatización de YPF, que tuvo como miembro informante a Oscar Parrilli.

“En ese momento, Kirchner era su gobernador preferido: el mejor alumno del modelo de convertibilidad”, recuerda Leuco.

En esa oscura trama aparece la silueta del actual ministro de Economía, Axel Kicillof, quien asesoró por más de cuatro años a Capitanich y hasta escribieron un libro juntos. “Axel trabajó en la consultora M-Unit que tuvo grandes contratos con Gildo Insfrán en Formosa, incluso la privatización de su banco, y que fue parte de la sociedad con Aldo Ducler”, según Leuco.

Está comprobado que, desde cuentas bancarias monitoreadas hasta entonces por Ducler, se hicieron al menos cuatro transferencias a la cuenta 0835-860194-3, abierta el 5 de marzo de 2003 en el Credit Suisse.

Allí se transfirieron fondos de Morgan Stanley pertenecientes a los Kirchner. Parte de las transacciones fueron publicadas oportunamente por el periodista Walter Goobar, hoy alineado con el kirchnerismo:

-El 12 de marzo de 2003, 220 millones de dólares.
-El 12 de marzo de 2003, 60 millones de dólares.
-El 13 de marzo de 2003, 60 millones de dólares.
-El 17 de marzo de 2003, 60 millones de dólares.

Al 31 de diciembre de 2003, el saldo era de 402.737.082 dólares. Otra cuenta se abrió en la Unión de Bancos Suizos.

“Para la UBS, la provincia de Santa Cruz es el cliente 0240486-608, pero en lugar de enviar los resúmenes de cuentas a la gobernación de la provincia, al Ministerio de Economía o a la Casa de Santa Cruz, los suizos los enviaban a Reconquista 360”, asegura Goobar.

Concluyendo

Jamás Capitanich ni los Kirchner explicaron los alcances de su relación con un narcolavador comprobado como es Aldo Ducler. Ni siquiera cuando lo demandó el diputado Carlos Ulrich.

¿Desde qué lugar puede hoy el gobierno apuntar a aquellos que intentan buscar refugio en el dólar “paralelo”, sabiendo que el oficial está limitado a nivel gubernamental?

Mucho podría decirse al respecto, pero basta mencionar que solo se trata de otra contradicción más del kirchnerismo, una de las tantas.

© Escrito por Christian Sanz y Carlos Forte el miércoles 29/01/2014 y publicado por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


martes, 17 de abril de 2012

Que pasa... Que pasa General... De Alguna Manera...

¿Qué pasa que está lleno de menemistas 
el gobierno popular?

 El entonces Gobernador de la Provincia de Santa Cruz Néstor Carlos y el ex Presidente de la Nación Carlos Saúl.

Entusiastas del menemismo durante los noventa, hoy ocupan cargos relevantes y defienden las medidas del oficialismo con la pasión de antaño. Quiénes son los ménemokirchneristas.

En su relato, el kirchnerismo gusta presentarse a sí mismo como la contracara de la década “neoliberal” de los `90. Se trata, por supuesto, de una reinvención de su propio pasado, de pura propaganda. Una impostura que pretende aggiornar las maneras y el discurso a las condiciones legadas por el Argentinazo del 2001 para adornar un esquema económico de emergencia, una  improvisación con la que se sostuvieron las privatizaciones de los ´90 a pesar de la devaluación de la moneda y con el cual empresarios y banqueros volvieron a obtener ganancias siderales. 

Lo justo sería decir, con una apropiada dosis de dialéctica, que el kirchnerismo  es la negación y continuidad del menemismo, su reconversión “nacional y popular”. Un cambio de frente dictado por factores internos y externos, sociales, políticos y económicos, antes que por cualquier veleidad ideológica o por supuestos “principios”. 

De tal modo, resulta que quienes apoyaron fervorosamente  la privatización de YPF, por ejemplo, ahora pretendan encabezar una cruzada “nacional y popular”… para recomprar la empresa. 

Un dato curioso de esta transmutación de neoliberales en nacionales y populares, al menos en uno de sus múltiples aspectos, es el reciclaje del personal político disponible. El lector encontrará a continuación un listado de políticos y funcionarios conversos, como el matrimonio Kirchner-Fernández, que si bien no pretende ser exhaustivo, brinda un panorama de la acotada (por decir lo mínimo) “renovación” ofrecida por el kirchnerismo en el curso de una década de gobierno. 

Ya sea por sincero entusiasmo con “el proyecto” K, por pragmatismo o por mera supervivencia política, son muchos los que pegaron el salto. Si bien algunos de ellos permanecieron varios años en el oficialismo y luego emigraron a otras fuerzas políticas o sencillamente se retiraron, esto no cambia lo fundamental: el vaciamiento de la política en nombre de la reconstrucción de la política, la falsificación de una trayectoria, la jactancia de lo que se adolece. 

Por otra parte, difícilmente pueda destacarse como un mérito el errante itinerario de los K para formar una base política propia, una sucesión de ensayos que fueron de la alianza con Duhalde en 2003 a la “transversalidad”, de la concertación con una parte de la UCR a la “revitalización” del Partido Justicialista, y que hoy día parece circunscripta a la alegre muchachada de La Cámpora. 

Primero los hombres, luego el Movimiento, luego la Patria.

Están en todos lados, acumulan poder en todas las áreas, forman parte de la estructura del kirchnerismo. Ninguna parte fundamental del armado del poder se salva. Ni siquiera aquella que debería ser levantada como baluarte contra aquellos años menemistas para darle un poquito de rigurosidad al relato kirchnerista. Por ejemplo, el titular de la Oficina Anticorrupción ocupó un lugar en el menemato: fue jefe de gabinete del ministerio del Interior de Carlos Corach entre 1993 y 1997. A continuación, un listado incompleto de aquellos hombres y mujeres que sirvieron al proyecto del presidente riojano y hoy forman parte del kirchnerismo, que dice no ser la continuidad de aquellos años.

Firmes junto al proyecto.

Daniel Scioli: ex motonauta. Ingresó a la política bajo el ala de Carlos Saúl, de quién dicen supo tener un busto en el quincho de su casa del Abasto porteño. Electo diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires en 1997 en la lista menemista. Ex vicepresidente de la Nación en el primer mandato de Néstor Kirchner. Ex candidato testimonial para diputado en 2009. Actual gobernador de la provincia de Buenos Aires. 

Aníbal Fernández: electo intendente de Quilmes en 1991. En aquel entonces se definía como menemista. Bajo el kirchnerismo, fue ministro del Interior, jefe de gabinete de ministros y actualmente ocupa una banca en el Senado de la Nación. “No voy a dejar de reconocer la relación afectuosa que tengo con Menem”, declaró en septiembre de 2009. 

Jorge Argüello: ex vicepresidente del Concejo Deliberante porteño durante la intendencia de Carlos Grosso (1989-1992). Legislador porteño durante la gestión de Aníbal Ibarra, luego fue diputado nacional por el partido de Gustavo Béliz. En 2003, fue reelecto, pero en la lista del macrismo. A poco de reasumir su banca, lo tocó la varita mágica y se convirtió en “nac & pop”. Tras concluir su mandato legislativo, fue designado representante ante la ONU. Actualmente, es titular de la embajada argentina en Washington. 

Julio César Alak: fue electo intendente de la ciudad de La Plata en 1991 y reelegido en 1995, 1999 y 2003. Partidario consecutivamente de la reelección y de la re reelección de Menem. En 2008, fue convocado por Cristina Fernández para integrar el directorio de Aerolíneas. Actualmente se desempeña como Ministro de Justicia y Derechos Humanos. 

Julián Domínguez: durante el gobierno de Carlos Menem fue jefe de Gabinete del Instituto de Previsión Social, director del Instituto Nacional de la Juventud, jefe de Gabinete del Ministerio del Interior. También fue ministro de Obras y Servicios Públicos durante el gobierno de Carlos Ruckauf y más tarde vicejefe de la Jefatura de Gabinete de Eduardo Duhalde. Con los Kirchner, pasó por la jefatura de gabinete, el ministerio de Defensa y el Agricultura. Actualmente preside la Honorable Cámara de Diputados de la Nación.

Rafael Bielsa: entre otros, fue asesor de Gabinete de la Secretaria Legal y Técnica de la Presidencia entre 1989 y 1990 y de la Dirección General de Estudios y Proyectos de la Presidencia de la Nación entre 1990 y 1991. En 1991, fue nombrado responsable del proyecto de Informatización de la Subsecretaria de Justicia y permaneció como asesor de gabinete de esa secretaría durante varios años. Fue Ministro de Relaciones Exteriores durante el gobierno de Néstor Kirchner y diputado nacional K entre 2005 y 2007. Frustrado candidato a la gobernación de Santa Fe. Actualmente se desempeña como “Secretario de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la lucha contra el Narcotráfico”, pero casi no se nota. 

Roberto Dromi: ex Ministro de Obras Públicas de Carlos Menem, arquitecto de las privatizaciones durante el gobierno del riojano. Actualmente se desempeña como asesor del Ministerio de Planificación. Marxista de Kicilof, propone recomprar YPF a buen precio con los fondos de la Anses. 

Carlos Bettini: ex jefe de Gabinete de Elías Jassan, ministro de Justicia durante el gobierno de Carlos Menem. Desde 2004, embajador argentino en España. 

Oscar Parrilli: Fue diputado menemista durante aquellos años y miembro informante ante la cámara durante la sesión que aprobó la privatización de YPF (ver aparte). 

Haroldo Lebed: El secretario de Relaciones Institucionales del ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca fue intendente de Carmen de Patagones entre 1991 y 1995 y apoyó al gobierno del doctor Menem. Versátil, en 2001 fue secretario de Agricultura de Duhalde. Coherente, en 2009 fue la cabeza patagónica de Unión Pro.

Noemí Rial: La actual viceministra de Trabajo fue, entre 1991 y 1993, fue  gerente general de la Administración Nacional de Seguros de Salud (ANSAL), que obedeció las políticas del menemismo en esa área. 

Norma Soutullo: Actual síndico de Enarsa, fue subsecretaria de Coordinación e Innovación en el gobierno de Néstor Kirchner. Antes, durante el menemismo, fue la directora de Asuntos Jurídicos de Corach. Se vio envuelta en un módico escándalo por su decisión de delegar la responsabilidad de la seguridad informática en una empresa privada, Pricewaterhouse, mediante contratación directa. El Serpaj denunció que esa empresa copió los discos rígidos de algunos servidores del Ministerio de Justicia del que dependen organismos sumamente sensibles. 

Alfredo Scoccimarro: Titular de la Secretaría de Comunicación Pública y hombre que maneja los fondos de la pauta publicitaria, fue vocero de Armando Canosa, subsecretario de Transporte de Menem entre 1996 y 1999. Periodista de oficio, en esa época montó un programa radial sobre infraestructura y transporte financiado por las empresas del sector, algo supuestamente incompatible con sus funciones. Según sus colegas, “era un tipo muy consustanciado con la causa menemista, un liberal hecho y derecho”. En 2003, fue nombrado vocero del Ministerio de Infraestructura y Transporte, a cargo de Julio De Vido. Se transformó en el vocero personal de Néstor Kirchner cuando éste dejó la presidencia. 

Juan Carlos Pezoa: El actual titular de la Secretaría de Hacienda de la Nación fue director de Relaciones Fiscales y Económicas con las Provincias en el Ministerio de Economía durante la gestión de Domingo Cavallo. También fue diputado nacional del PJ por la provincia de Buenos Aires entre 1995 y 1999. Durante la presidencia de Néstor Kirchner, fue nombrado Secretario de Gabinete y Relaciones Parlamentarias de la Jefatura de Gabinete a cargo de Alberto Fernández, a quien conocía de su paso por el equipo de Cavallo. Fue designado interventor del Enargas en 2007, a pesar de no haber tenido ningún antecedente vinculado con energía o combustibles, y renunció a los pocos meses. Recientemente tuvo un duro enfrentamiento con los gremios estatales por suspender los pagos extra por premios y remanentes en los salarios públicos, en el marco del ajuste en el Estado. 

Sergio Massa: Intendente de Tigre. Se inició en la política de la mano de la Unión de Centro Democrático de Álvaro Alsogaray. Fue presidente de la Juventud Liberal bonaerense entre 1994 y 1996 y pasó luego a las filas del Partido Justicialista como muchos otros miembros de la Ucedé. Fue brevemente subsecretario de la Juventud del Ministerio del Interior y luego paso integrar el cuerpo de asesores del Ministerio de Desarrollo Social durante la gestión de Palito Ortega. Fue nombrado por Duhalde al frente de la Anses y luego ratificado por Néstor Kirchner hasta 2007, año en el que se alzó con la intendencia de Tigre. Fue Jefe de Gabinete de Ministros de la Nación entre 2008 y 2009. Ex candidato testimonial. El escándalo de los wikileaks lo dejó muy mal parado. Continúa al frente de la comuna de Tigre y se lo considera alternativamente un “oficialista díscolo” o un traidor al proyecto K, según la circunstancia. Mantiene vasos comunicantes tanto con macristas como con kirchneristas por igual. 

Daniel Filmus: El actual senador nacional por el Frente para la Victoria fue, durante la cuestionanda intendencia porteña de Carlos Grosso, director general de Educación entre 1989 y 1990; más tarde, fue designado subsecretario de Educación hasta 1992. Pasó a ser Jefe del Gabinete de Asesores de la ministra de Educación Susana Decibe y asesor del ministro Jorge Rodríguez, quien luego sería jefe de Gabinete de Carlos Menem. Entre 2003 y 2007, fue Ministro de Educación de Néstor Kirchner. Dos veces intentó sin éxito alcanzar la jefatura de gobierno de la ciudad de Buenos Aires (2003 y 2007). 

Mario “Pacho” O´Donnell: Titular del Instituto Manuel Dorrego, orientado a la revisión historiográfica, en los noventa estuvo enrolado en el menemismo. Fue  Secretario de Cultura de Buenos Aires y de la Nación, y además Senador Nacional y Embajador en Panamá y en Bolivia. En 1999, se candidateó en la interna del PJ porteño para la jefatura de gobierno, en fórmula con Daniel Scioli como vice; el Ministro de Trabajo de Menem, Antonio Erman González, encabezaba la lista de diputados nacionales y Claudia Bello, la de senadores. Tras un resultado controvertido, finalmente compartiría boleta con su adversario en la interna, el ex ministro de Justicia Raúl Granillo Ocampo.

Guillermo Oliveri: Secretario de Culto del gobierno de Cristina Fernández. Fue concejal en la ciudad de Buenos Aires durante los 90 y jefe del bloque del PJ. Alineado con la ultramenemista Claudia Bello. En las internas del PJ, apoyó a Scioli en 1997. Encabezó la lista de legisladores porteños del PJ en 1999, junto a Cristian Ritondo -ex segundo de Miguel Angel Toma en la Secretaría de Seguridad, actual jefe del bloque macrista en la legislatura de la ciudad. 

Juan José Mussi: En diciembre de 2010, asumió como Secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, en reemplazo de Homero Bibiloni. Es un importante operador político entre los intendentes de la tercera sección electoral. Fue intendente de Berazategui entre 1987-1994 y 2002-2011. Durante este interregno, fue ministro de salud de la provincia de Buenos Aires. En 1994, fue electo convencional nacional constituyente para la reforma constitucional que habilitó la reelección de Carlos Menem. En 2002, fue designado por Duhalde como Secretario de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior, cargo que ocupó hasta noviembre de 2003, ya bajo la presidencia de Néstor Kirchner. Estuvo implicado en la “megacausa” por defraudación a IOMA. 

Este listado es incompleto ya que no se agregan, para no ocupar páginas y páginas, los nombres de los diputados que votaron las leyes del menemismo durante los noventa y que hoy levantan la mano para votar joyas kirchneristas como la Ley Antiterrorista, o los nombres de los intendentes que eran menemistas con tanta pasión en los noventa como cristinistas lo son hoy en día. Sin embargo, este listado da cuenta de los vasos comunicantes entre aquella época y la actual, que no sólo se vincula a través de nombres propios, sino que cuenta con políticas estratégicas similares. Para finalizar, algunas palabras –para Menem con cariño– de serios referentes del menemismo de ayer que no quisieran ser recordadas hoy por quienes las pronunciaron. Pero lo dicho y hecho, dicho y hecho está.

Néstor Kirchner, ex presidente de la Nación:

“Casi diría, con toda seguridad, que desde el paso de aquel gran General, haya un presidente que haya escuchado tanto a la Patagonia Sur y a Santa Cruz en particular”. “Hoy, (…) por el honor que significa la presencia del presidente Menem, acá está el pueblo de Santa Cruz acompañando el proceso de transformación en la periferia de la Patria argentina. 

Hemos saludado a nuestro presidente y al pueblo de la República siempre con el corazón en la mano, con nuestra conciencia y actitud soberana permanente que hacemos en nuestra tierra. Por eso, con el mismo cariño con que lo recibimos hoy, también con la misma fuerza que ha dado permanentemente a un hombre del interior de la Argentina…”. 

Cuando el santacruceño arribó a la presidencia, no tenía empacho en declarar tajante que “nunca” fue menemista. “Si hay alguien que nunca estuvo con el menemismo, que lo combatió en 1988 y por eso me respetan tanto, fui yo”, decía. 

Oscar Parrilli, secretario general de la Presidencia: 

“No pedimos perdón por lo que estamos haciendo, esta ley servirá para darle oxígeno a nuestro gobierno y será un apoyo explícito a nuestro compañero presidente Menem”. En 1992, el entonces diputado por el PJ neuquino se dirigía así a la Cámara en calidad de miembro informante de la privatización de YPF.

Cristina Fernández, presidenta de la Nación:

“Señor presidente: Venimos a requerirle que, a través de una declaración, nuestra Honorable Legislatura se expida exigiendo a los diputados nacionales del Distrito que posibiliten el tratamiento del proyecto de Ley de la nación que trata sobre la transferencia del dominio público de los Yacimientos de Hidrocarburos del Estado Nacional a las provincias en cuyos territorios se encuentre. (…)

Es que un conjunto de legisladores de la Cámara de Diputados de la Nación, cada uno con sus respectivas razones, vienen obstruyendo la posibilidad de que aquella Ley de Federalización de Hidrocarburos de y de Privatización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales tenga siquiera su tratamiento en esa Cámara.

Como se comprenderá, ninguna argucia reglamentaria debe estar puesta al servicio de retrasar las soluciones que nuestra Provincia necesita.

Del dictado de esa ley depende hoy el envío de los 480.000.000 de U$S y el pago de nuestra parte en la licitación de las áreas ya concretada”.

Proyecto de declaración presentado la Legislatura de Santa Cruz por la entonces diputada provincial Cristina Fernández el 17 de septiembre de 1992. Aprobado sobre tablas. Su tratamiento inmediato fue mocionado por el entonces también legislador Héctor Icazuriaga, actual jefe del Servicio de Inteligencia.

© Escrito por Andrés Hansy y publicado por plazademayo.com el lunes 16 de Abril de 2012