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sábado, 5 de enero de 2013

Carlos Saúl, el Prócer... De Alguna Manera...


El gobernador kirchnerista de La Rioja homenajeó a Carlos Menem...

   El gobernador kirchnerista inauguró ayer un busto en homenaje al ex presidente Carlos Saúl Menem. Foto: Gentileza, Rioja Política

"Colocó a Argentina en un rol importante en el comercio internacional", dijo Beder Herrera. "Como los scouts, estoy para servirles", dijo el ex presidente.

El mandatario kirchnerista, Luis Beder Herrera, inauguró ayer un busto en homenaje al  expresidente Carlos Saúl Menem en la localidad riojana de Salagasta a 30 kilómetros de la capital provincial.

Durante el acto, el gobernador eligió al actual Senador provincial y dije “él fue nuestro presidente y es un hombre que merece el homenaje que le estamos haciendo. Estoy feliz de que se reconozca su figura, porque además también apoyamos su candidatura a senador nacional”.

Resaltó también que “se siente muy bien su presencia. En su momento colocó a Argentina en el lugar y rol importante en el comercio internacional. A un hombre tan importante y con respeto, le llamo y le pido, con dudas a veces, que me apoye con las leyes nacionales y él me dice: 'Usted es mi gobernador. Mande que yo soy riojano y senador de La Rioja y trabajo para La Rioja'". 

Según publicó el portal Rioja Política, el homenaje se realizó en una jornada donde se presentaron las renovaciones de la Municipalidad de Sanagasta y contó con la presencia de varios funcionarios locales como el intendente José Aparicio, los  ministros de Infraestructura Néstor Bosetti y de Salud Juan Luna. 

Con una gran ovación, el senador Menem  agradeció emocionado la escultura en su nombre y señaló que "como los Scouts, estoy para servirles y trabajar junto a ustedes. Les agradezco, por la inauguración de varios bustos, entre ellos el mío, no sé si lo merezco, pero ahí está y le debo agradecer a este maravilloso pueblo por este gesto".

“No sé si merezco esta escultura, pero haré lo imposible para justificarla", expresó emocionado al cerrar su discurso. (Por supuesto que no la merece)

© Publicado el sábado 05/01/2013 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Nota: Está más que claro que la publicación de esta noticia obedece a dejar un testimonio de lo que en la Argentina ocurre por estos tiempos. El personaje homenajeado sumió a la República en una de las situaciones más críticas que la historia que el país recuerde. Seguramente habrá quienes lo superen, pero eso lo escribiré dentro de un tiempo…

 "Él fue nuestro presidente y es un hombre que merece el homenaje que le estamos haciendo", señaló Beder Herrera. Gentileza, Rioja Política

 El gobernador kirchnerista inauguró ayer un busto en homenaje al ex presidente Carlos Saúl Menem. Foto: Gentileza, Rioja Política

 "Estoy feliz de que se reconozca su figura, porque además también apoyamos su candidatura a senador nacional?, agregó el gobernador riojano. Gentileza, Rioja Política

 El homenaje se realizó en una jornada donde se presentaron las renovaciones de la Municipalidad de Sanagasta. Gentileza, Rioja Política

 Con una gran ovación, el senador Menem agradeció emocionado el homenaje. Gentileza, Rioja Política

 Menem colocó a Argentina en un rol importante en el comercio internacional, dijo Beder Herrera. Gentileza, Rioja Política

 "Como los Scouts, estoy para servirles y trabajar junto a ustedes", señaló el senador Menem. Gentileza, Rioja Política

 El acto contó con la presencia de varios funcionarios locales como el intendente José Aparicio, los ministros de Infraestructura Néstor Bosetti y de Salud Juan Luna. Gentileza, Rioja Política
 
El acto contó con la presencia de varios funcionarios locales como el intendente José Aparicio, los ministros de Infraestructura Néstor Bosetti y de Salud Juan Luna. Gentileza, Rioja Política 

 
No sé si merezco esta escultura, pero haré lo imposible para justificarla, dijo Carlos Menem. Gentileza, Rioja Política 



domingo, 18 de noviembre de 2012

Estilos… El pecado de la soberbia… De Alguna Manera…

El pecado de soberbia... 

Condenados por Alonso. Los que purgan la soberbia en una figura que pertenece al “Purgatorio”. 

La soberbia es un defecto difícil de corregir. Además de ser defecto, es pecado, pero eso ya es asunto de Dios. Para corregir la soberbia, hay que admitir que el otro pueda tener razón, por seguro que se llegue a estar de que por nada del mundo la tiene. Y asimismo acostumbrarse por sistema a dudar de esa razón que es la propia, obligarse a presumir la posibilidad del error aunque existan garantías de estar por completo en lo cierto.

Pero existe otro recurso, pues la soberbia es cuestión de formas (la deciden la miradita, la sonrisita, el tonito asertivo, el airecito impaciente, mucho más que el contenido de lo que se pueda decir). Ese recurso es el de la falsa modestia, en la que Borges tanto descollara. Es decisivo que no se note que toda esa modestia es falsa, o el efecto de soberbia se verá quintuplicado. A Borges no se le notaba, porque lucía apenado de sí.

Claro que una cosa es la literatura y muy otra es la política. Porque en la literatura lo indefinido, lo vacilante, lo insinuado, lo ambiguo bien pueden ser un prodigio, y de hecho a menudo lo son. Los políticos, en cambio, trabajan de tener la verdad o al menos de convencer a los demás de que son ellos quienes la tienen. ¿De qué modo pueden persuadir de esa verdad sin caer en petulancias? ¿Cómo habrán de explicar sus certezas sin caer en magisterios? ¿Qué dirán para demostrar que los demás se equivocan, que tropiezan o no entienden, sin sonar peyorativos y sin sugerir desprecios?

El justicialismo de por sí propende a la inmodestia retórica: expide sus Veinte verdades (Perón) no menos que un Manual de zonceras argentinas (Jauretche). Sin embargo, no registro que a Perón lo impugnaran por soberbio, entre tantas objeciones que tanto le prodigaron. Quizá fue su estilo, tan campechano, lo que lo eximió de suscitar ese fastidio. Carlos Menem, su discípulo, no paraba de decirse genial; no recuerdo, sin embargo, que le endilgaran soberbia. El día que explicó, por ejemplo, lo del viaje a Japón en siete minutos con un cohete que salía a la estratósfera, lo hizo con lengua en enredo y con la vista extraviada. Por eso no sonó soberbio, y a la gente en general le encantó.

Pasada la irritación que suscita la soberbia, pasado lo que es ante todo el efecto de una forma, seguirá la discusión en el rubro contenidos. Habrá que prestar atención y seguir los argumentos. No vaya a ser que nos deslumbre un estilo modosito, y nos vuelvan a contar el cuento del cohete que viaja a Japón.

© Escrito por Martín Kohan  y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 16 de Noviembre de 2012.


domingo, 4 de noviembre de 2012

Cortinas de humo… De Alguna Manera...


Cortinas de humo…
Menemización Kirchnerista. Néstor Kirchner. Dibujo: Pablo Temas.
 
Menemizacion y relato… El planeta K demoniza a Menem pero lo imita. Falsas épicas y problemas cada vez más graves.

En medio de la fenomenal regresión al pasado a la que se ha lanzado el Gobierno, se asiste desde lo institucional a un singular proceso de “menemización”, a través del cual el oficialismo pretende dos cosas: la primera, la obtención de la suma del poder público; la segunda; su permanencia en el poder por un tiempo indefinido sintetizado en el slogan “Cristina eterna”. Los hechos a través de los cuales se verifica el citado proceso de “menemización” son los siguientes:

El per saltum. Ese mecanismo fue instaurado por el menemismo con el objetivo de evitar que algún juez independiente pusiera freno a cualquiera de las medidas que pretendía imponer el gobierno de Carlos Menem. Se utilizó en el caso de la escandalosa y desastrosa privatización de Aerolíneas Argentinas y en la concesión de los Aeropuertos. Más allá de la injerencia en el Poder Judicial que significa esa medida, lo más criticable de esta iniciativa es que el único propósito es el de lograr la destrucción del Grupo Clarín. De ahí el apuro con el que el Congreso sancionara la norma. El per saltum es un mecanismo claramente anticonstitucional ya que anula el derecho del recurso que está consagrado en el Pacto de San José de Costa Rica al cual adhiere la Constitución Nacional.

El voto a partir de los 16 años. Esta fue otra iniciativa que pretendió concretar el ex presidente Carlos Menem. Lo hizo en aquellos años en los que buscaba nuevos instrumentos destinados a posibilitar su perpetuación en el poder. Lo mismo sucede hoy. La forma como el kirchnerismo obtuvo la sanción de esa norma en Diputados habla a las claras de que lo que se busca es cooptar a un grupo etario de votantes que le dé la cantidad de sufragios necesarios para conseguir los dos tercios de ambas Cámaras del Congreso que haga posible la reforma de la Constitución y, consecuentemente, habilite la re-reelección.

Las presiones sobre jueces y fiscales que molesten al poder. En el gobierno de Carlos Menem, fue moneda corriente en cada caso en el que un fiscal o un juez, a través de sus investigaciones o sus decisiones, puso en aprietos al entonces presidente o a algunos de sus funcionarios. Uno de los casos más conspicuos fue el del fiscal Carlos Stornelli que, con su investigación en el caso del contrabando de armas, enfureció al doctor Menem que hizo todo lo posible por apartarlo de la causa. Eso mismo es lo que hace el actual gobierno. Hace unos meses sucedió con el fiscal Esteban Righi, que fue prácticamente forzado a renunciar a su cargo, y con el juez federal Daniel Rafecas y con el fiscal Carlos Rívolo, que fueron desplazados de la escandalosa causa que complica –y mucho– al vicepresidente Amado Boudou. Ahora eso se repite con la reagudización de la guerra contra Clarín en la que el Gobierno ha forzado la renuncia del juez Raúl Tettamanti, e intenta el desplazamiento del doctor Ricardo Recondo de su cargo en el Consejo de la Magistratura y del doctor Francisco de las Carreras de la Cámara Federal en lo Civil y Comercial.

Lo que está haciendo la Presidenta en su desenfrenado enfrentamiento contra Clarín es de una profunda gravedad institucional presente y futura. La colonización judicial que está produciendo el kirchnerismo es brutal y peligrosa. Están siendo nombrados jueces de dudosas cualidades éticas y que, en muchos casos, exhiben un muy pobre conocimiento del Derecho. Jueces como éstos son fácilmente manipulables, lo que es ideal para cualquier gobierno. En ese tren, el ministro de Justicia Julio Alak –quien, como abogado, algún día recapacitará sobre los disparates que dice y hace– ha señalado que la Corte debería votar a favor del Gobierno en la controversia por los artículos 161 y 45 de la Ley de Medios, porque de no hacerlo así habría un conflicto de poderes porque un poder sanciona una ley y otro impide su aplicación. Lo primero que hay que señalar es que lo que está en discusión no es una ley, sino sólo dos artículos de una ley. Lo segundo que hay que decir –cosa que cualquier abogado por más pobre que sea su nivel técnico sabe– es que es tarea de los jueces es hacer el control de constitucionalidad de una ley. Vaya un ejemplo: en el año 2001, el entonces juez federal Gabriel Cavallo declaró la inconstitucionalidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. Esas leyes, como tales, habían sido aprobadas por el Congreso. Más allá de las naturales controversias que un fallo puede generar, a nadie se le ocurrió decir que el juez estaba cometiendo ninguna atrocidad institucional. Ese fallo, además, fue la piedra angular sobre la que después cabalgó toda la política de derechos humanos instrumentada por Néstor Kirchner.

El 7D le sirve al Gobierno como cortina de humo perfecta. Lo ubica dentro del marco de la épica, que es donde más cómodo se encuentra. Al fin y al cabo es más cómodo enmarcar la realidad dentro de esa épica que enfrentar sus problemas. Algo de ello están experimentando los representantes sindicales de la CGT Balcarce, donde algunos ya han comenzado a darse cuenta de que, lejos de traerles alegrías, las cercanías del poder pueden arrojarlos al mundo de las tempestades. Ellos saben que el problema de la inflación no se arregla con la sucesión de los Aló Presidenta por la Cadena Nacional de Radio y Televisión. “Qué fácil se la están haciendo a Moyano”, se sinceró un dirigente sindical que tiempo atrás se enfrentó al líder de los camioneros y que se va decepcionando todos los días un poco más con el Gobierno. Es que el grave problema de la inflación no es un título de Clarín; el déficit energético no es un título de La Nación; el cepo cambiario no es un título de PERFIL. Estos y otros títulos son datos de la realidad, de una realidad a la que mucha gente conoce no por haberla leído en los diarios, escuchado en la radio o visto en la televisión, sino por padecerla en su vida de todos los días.

Producción periodística: Guido Baistrocchi.

© Escrito por Nelson Castro y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 3 de Noviembre de 2012.

El 2002 aún no terminó… De Alguna Manera...


El 2002 aún no terminó…

Carlos Saúl y Cristina

Esta semana se cumplió un año del cepo cambiario. La historia dirá si ese día lo que realmente hizo el Gobierno fue decidir que al final de su mandato, o el día que se desactive el cepo, la Argentina vuelva a vivir otro sacudón económico de magnitud.


Pedro Guerra. El hombre blanco.

Cristina Kirchner actuó como Menem: no quiso cambiar a tiempo cuando Brasil torció su rumbo. En el caso de Menem fue en 1999, cuando Brasil devaluó fuertemente su moneda después de haber mantenido el valor de un dólar en alrededor de un real durante más de cuatro años. Que nuestro principal vecino comenzara a recorrer un camino diferente fue la última señal que faltaba en Argentina para decidir salir ordenadamente de la convertibilidad. Pero se decidió lo contrario: profundizar el modelo proponiendo como plan superador hasta la dolarización.

En el caso de Cristina Kirchner sucedió en octubre del año pasado, cuando nuevamente la economía Argentina llegó a un cruce de caminos y otra vez se tomó el opuesto a nuestro principal socio comercial. Ese mes Brasil había decidido dar por concluida casi una década de revalorizaciones de su moneda: excepto en 2009, la cotización del dólar en reales bajó año tras año durante todos los que el kirchnerismo lleva en el poder: pasó de costar 3 reales en 2003 hasta llegar a casi 1,50 en 2011, hasta que hace un año Brasil devaluó el treinta por ciento su moneda, llevando el dólar a los 2 reales actuales.

Para la Argentina fue una indicación más de que llegaba la hora de asumir el retraso cambiario que se venía acumulando desde hacía varios años por la creciente inflación. Y como la inflación era la causa del problema, había que implementar un plan antiinflacionario.

Es falso que se haya puesto un cepo al dólar, como sostiene el oficialismo, porque había que asegurar un balance comercial suficiente para pagar la deuda en dólares dado que la Argentina no puede acceder al crédito internacional. El superávit comercial se obtiene –es una obviedad– con un tipo de cambio competitivo.
Se instauró un control de cambio y no se quiso devaluar el peso frente al dólar porque el Gobierno no quiere resolver el problema de la inflación.

Para que una devaluación no se traslade a la inflación es necesario compensarla con medidas antiinflacionarias que inicialmente enfrían la economía, lo que le ha venido pasando a Brasil en 2012. Lo clásico es a través de una reducción del gasto público.

El Gobierno argumenta que no quiso enfriar la economía porque su premisa principal es combatir el desempleo, pero finalmente terminó enfriándola igual y más que en ningún otro país sudamericano. Otro ejemplo de la homeostasis de la economía es que con el control de cambio se frenó la fuga de capitales, o sea su salida del país, pero también se frenó la entrada de capitales. ¿Qué empresa haría nuevas inversiones si le avisan que, de tener ganancias, no podría retirarlas ni acumularlas en una moneda que le garantice su valor?

El Estado viene sustituyendo la caída de la inversión privada con inversión pública. Pero un día descubrirá que finalmente termina siendo el único capitalista. Y el día que el Estado sea el único capitalista, quebrará.

Cuando se quiera salir del cepo se correrá el riesgo de que el “efecto escasez” aumente la devaluación necesaria para satisfacer la demanda de dólares por arriba de lo que habría sido necesario para recuperar el atraso cambiario. Si hoy se diera por concluido el control de cambio al dólar, podría haber una avalancha de compradores que impulse su cotización por arriba del dólar blue. No pueden salir del cepo, y por eso cada vez tuvieron que endurecerlo más. Como con la convertibilidad, fue fácil entrar pero es difícil salir.

¿Aprendieron los políticos la lección de la crisis de 2001? ¿No es el endeudamiento creciente de los años 90 para financiar los déficits algo parecido a una inflación creciente también para financiar el gasto público? ¿No se trata del mismo modelo: sentarse sobre la olla a presión para que aguante, hasta el día que no aguante más?

Resulta difícil para un extranjero comprender que un país que tiene una de las mayores cantidades de recursos naturales y de territorio por habitante del mundo se haya empobrecido continuamente desde 1930. Parte de la explicación podría estar en su propia riqueza, la llamada “enfermedad holandesa”, que explica que cuando se tiene una bonanza sin mucho esfuerzo la tendencia al gasto lleva al error. Es probable que la Argentina haya acumulado tantas malas políticas económicas durante décadas precisamente porque sus recursos naturales siempre le permitieron sobrevivirlas. Desde esa perspectiva, la supersoja de los últimos años sustenta ideas económicas sólo posibles para ciclos de crecimiento, pero que más tarde o más temprano se harán insostenibles. Como, por ejemplo, devaluar diez por ciento menos que la inflación de manera repetitiva durante varios años.

En octubre del año pasado, Cristina Kirchner estaba en su mejor momento. Acababa de ganar las elecciones por un amplio margen, hablaba de sintonía fina y lo esperable era que aprovechara ese capital de imagen para soportar la pérdida de popularidad que implicaban los costos políticos de corregir las deficiencias de su modelo. Se especulaba con el ejemplo de Perón, quien en su segunda presidencia en 1952 puso en práctica medidas económicas más equilibradas.

De hecho, tras las elecciones de octubre pasado hubo señales de que iban en esa dirección cuando comenzaron a bajarse los subsidios. Pero, tras breves titubeos, rápidamente se arrepintieron.

Que el Gobierno elija convivir con los riesgos de una alta inflación tiene una explicación más política que económica y se puede sintetizar en la frase “inflación de poder”, que desarrollaré en la columna de mañana.

© Escrito por Jorge Fontevecchia y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 2 de Noviembre de 2012.