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domingo, 4 de noviembre de 2018

Los ciclos dirigidos desde Estados Unidos de Norte América de la política latinoamericana… @dealgunamanera...

Los ciclos dirigidos desde Estados Unidos de Norte América de la política latinoamericana… 


Hay una ilusión bastante recurrente entre los latinoamericanos acerca de su autodeterminación política. ¿Realmente creen que sus políticas estatales son independientes de la influencia de la gran potencia global del norte, EEUU, que es capaz de ejercer presión sobre gigantes económicos como China o Alemania o sancionar a una potencia nuclear como Rusia? Si lo creen así están totalmente engañados y seguramente ese engaño sirve a los propósitos estratégicos de EEUU.

© Escrito por Héctor Casavieja Píriz y publicado el sábado 03/11/2018 por Red Filosófica del Uruguay de la Ciudad de Montevideo, República Oriental del Uruguay.

Pero antes de considerar nuestra situación veamos lo que ocurrió con África. Todos sabemos que los gobiernos africanos fueron levantados y depuestos según antojos de las potencias occidentales desde siempre, por lo menos hasta el ciclo de las “independencias” programadas en todo el continente que ocurrieron casi simultáneamente en los años 60. Es decir, es indudable en el caso africano que la política de casi todos sus estados es manipulada desde el exterior, incluyendo la política de los estados del norte de África cuyos gobiernos están siendo utilizados hoy día como un arma contra los propios africanos en su intento de migrar a Europa.

Y ahora regresemos al caso latinoamericano. ¿Acaso podemos pensar que la historia de América Latina no se encuentra tan manipulada por las potencias occidentales como la de África? Sería imposible sostener que la destrucción sistemática de los gobiernos nacionalistas latinoamericanos de los años 50 y 60 fue simultánea por otro motivo que no sea que el destructor de todos ellos fue, sin duda, EEUU.


También sería imposible sostener que todas las dictaduras militares que se dieron en la región en los años 70, fueron simultáneas por pura casualidad porque bien sabemos que EEUU, a través de esquemas en los que la CIA fue una fundamental herramienta, usó a los ejércitos de los propios países latinoamericanos en su campaña contra la influencia del comunismo soviético y cualquier cosa que se le pareciera, mediante la práctica del terrorismo de estado, mediante la cual se exterminaron decenas de miles de personas por mecanismos tan feroces como la desaparición forzada.

Y fue el retroceso de esa política estadounidense, justamente, lo que permitió que de ese proceso de instalación de autoritarismo militar digitado se pasara en primer lugar a democracias con un sesgo neoliberal totalmente agradable a los ojos de nuestro gran hermano, también simultáneamente en todo el continente. Pero luego, y bien sabemos esto, EEUU concentró sus esfuerzos militares, políticos, económicos y de inteligencia en una campaña en el mundo árabe que duró hasta hoy día, una costosa y larga campaña iniciada allá por el año 2000, aproximadamente, y que tenía como principal objetivo desestabilizar la región sobre todo en países que fueron en el pasado aliados de la Unión Soviética como Libia, Siria, Irán, Irak, Afganistán.


Probablemente esta maniobra fuera al mismo tiempo el producto de la creencia en las alturas del poder estadounidense de que ya no había ningún obstáculo para políticas agresivas de cualquier tipo a partir de la caída de la URSS, algo que sin duda también se reflejó en la intervención de EEUU para desmembrar a Yugoslavia, en el avance de la OTAN hacia el este de Europa, y la introducción de un gobierno pro-occidental en Ucrania, así como en Georgia.

Pero esa zona de avance geopolítico de EEUU se ha enfriado últimamente a causa de la reconstrucción de las capacidades militares y económicas rusas, demostradas en su contención de la desintegración del gobierno pro ruso de Assad, en su creciente influencia sobre Turquía, en su apoyo tácito a Irán, en el aumento de los lazos geoestratégicos entre Rusia y Alemania y la alianza de tremenda profundidad y dimensión Rusia-China.

Lo que ocurrió mientras EEUU se distraía con sus grandes avances geopolíticos en Medio Oriente y el Este de Europa, es que bajo cuerda en América Latina se fueron creando algunos gobiernos claramente anti-estadounidenses como el de Venezuela, Ecuador, Nicaragua o Bolivia, y otros moderadamente nacionalistas o progresistas en sus políticas, como el de Brasil con Lula da Silva o el del Frente Amplio en Uruguay. Si miramos el mapa veremos que ese proceso nació básicamente hacia el año 2000, justo un poco antes de que EEUU iniciara su feroz campaña en el Medio Oriente y cuando todavía estaba más que ocupado en hacer avanzar a la OTAN hacia las fronteras de Rusia. 

Pero EEUU ya no está tan distraído en aquellas actividades por el simple hecho de que su avance se encuentra estancado por el contraataque geopolítico de Rusia y China en toda Eurasia e incluso en África. Y lo peor es que China, que todavía sigue siendo una potencia comunista que solo enfrió estratégicamente su conflicto con EEUU por un período corto de tiempo, ha hecho grandes avances para enlazar a África y a Latinoamérica a su poder económico de crecimiento imparable, lo cual tiene que resultar absolutamente preocupante para EEUU.

Y este es el momento en que debemos sacar las apropiadas conclusiones sobre el paso de un mapa naranja a un mapa azul: EEUU ha decidido no distraer más sus intereses en América Latina, y está interviniendo fuertemente para que se produzca este cambio de color en el mapa latinoamericano, de nuevo en simultáneo, como reflejo de su acción geopolítica total sobre este pobre continente que por el momento es incapaz tanto de unificarse, como de autodeterminarse frente al intervencionismo del hermano norteño.


Es EEUU el que está digitando en este momento con fuerza demoledora el avance del poder conservador favorable a sus políticas regionales en toda Latinoamérica, no solo poniendo bajo presión económica feroz a Nicaragua y Venezuela y manteniendo, por supuesto, la que ya tiene 50 años de historia sobre Cuba, sino usando los sistemas judiciales manipulables, la nostalgia de los militares por el pasado dictatorial, la cooperación de partidos políticos locales, su control corporativo sobre los medios de comunicación y sobre las redes sociales que usan los latinoamericanos, etc. 

Latinoamérica, como desde hace décadas, vuelve a ser encarrilada según los mandatos de su hermano intervencionista con engendros como Macri y Bolsonaro como piezas fundamentales de su ajedrez regional. Y es muy difícil que algo lo impida excepto una toma de conciencia sobre el intervencionismo estadounidense que parece muy lejos de concretarse dada la escasa criticidad y la perpetua distracción en asuntos locales que caracteriza el pensamiento político de los latinoamericanos.

Breve nota final:


Resta decir que en el cambio de color del mapa latinoamericano son Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Uruguay los que aparentemente aún no han sufrido el proceso. Pero son casos muy distintos, sin duda. Venezuela es un enclave fuerte de los intereses de China y Rusia, que la están apoyando militar y económicamente desde la época de Chávez. Nicaragua tiene una vieja tradición antiestadounidense debida al sandinismo y también tiene cierto apoyo de China y Rusia, lo que la hace un hueso duro de roer para EEUU a pesar de su pequeñez.

En ambos casos la intervención militar directa escandalosa ha sido sustituida por la intervención indirecta mediante el agenciamiento de fuerzas internas poderosas y bien financiadas y por el bloqueo y el sabotaje económico. Con respecto a Bolivia, el gobierno boliviano ha tenido la temprana idea de expulsar todas las organizaciones no gubernamentales relacionadas con EEUU impidiendo la infiltración de inteligencia y se apoya, además, en una identidad indígena muy fuerte, muy nacionalista y que puesta a prueba, puede llegar a ser muy resistente.

Y finalmente nos queda considerar el caso de Uruguay, un caso muy especial, porque sin duda Uruguay, dada su total debilidad geopolítica, ha optado por mantener relaciones lo más amistosas posibles con EEUU (recordemos la recepción de prisioneros de Guantánamo en tiempos de Mujica, o las relaciones muy amistosas entre este y la embajadora de aquel país) al tiempo que liga cada vez más su economía a China, que constituye hoy día su principal comprador. La fortuna de Uruguay consiste, quizás, en que no tiene prácticamente importancia para EEUU y el discurso oficial uruguayo es sumamente apacible y silencioso cuando se trata de criticar las políticas estadounidenses en Latinoamérica o en el mundo.

La izquierda gobernante en Uruguay ha optado, por lo que se ve, por un pragmatismo de sobrevivencia frente a un poder que podría borrarla de un plumazo al primer pronunciamiento equivocado. Sin embargo, no es una izquierda como la de Bachelet en Chile, que de izquierda solo ha tenido el nombre ya que ha aplicado políticas neoliberales siempre y además, ha mantenido el eje Chile-E.E.U.U. sin cambio alguno.



domingo, 8 de abril de 2018

Lula: ¿Son efectivas las pruebas en su contra?... @dealgunamanera...

Caetano aseguró que nunca aparecieron pruebas implacables contra Lula da Silva…


El analista político e historiador, Gerardo Caetano, aseguró que en el fallo del juez Sérgio Moro y de los integrantes del Tribunal Superior de Brasil, “no aparecieron pruebas efectivas” contra el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, y advirtió que “el Poder Judicial, militar y para-militar están marcando el rumbo del país norteño”.


© Publicado el viernes 06/04/2018 por el portal La Red 21 de la ciudad de Montevideo, República Oriental del Uruguay.

En diálogo con los periodistas Carlos Rodríguez y Ana María Mizrahi de televisión Nacional, Caetano calificó la situación que vive Brasil como “extraordinariamente grave”.

El historiador recordó que cuando Henry Kissinger ejerció como secretario de Estado de los Estados Unidos y llevaba adelante una política que distribuía al mundo “en barrios y elegía socios privilegiados, no vaciló con respecto a América Latina: Brasil. Porque allí donde vaya Brasil irá América Latina”. Por lo cual remarcó la importancia que tiene el país norteño para Latinoamérica.

Añadió que los últimos años de Brasil “han sido trágicos”. En tal sentido citó la caída de Dilma Rousseff “a manos de un golpe institucional, porque fue una decisión política que no cumplió los tiempos exigidos por la Constitución”.

Luego el cambio absoluto de política por parte de un gobierno que no había sido electo por el pueblo, porque si bien Michel Temer acompañó la fórmula en 2014, “llevó adelante políticas exactamente inversas a las que se había comprometido en la campaña junto con Rousseff”.

También se refirió a un “proceso penoso donde existió un impulso de corrupción, el que atraviesa a toda América Latina, y termina golpeando al sistema político brasileño en su conjunto y echa dudas sobre el futuro”.

“Hay que ver la gravedad de lo que está pasando. Porque el Tribunal Superior de Brasil definió sobre una asunto fundamental, que tiene connotaciones políticas, y lo hizo por 6 votos contra 5, eso es algo que los tribunales constitucionales deben evitar”, expresó Caetano.

A todo ello se suman los “pronunciamientos militares”, que sin dudas “presionaron”.

Caetano se refirió a las declaraciones que realizó el comandante en jefe del Ejército, Eduardo Villas Boas, un día antes de la decisión de la Corte de Justicia. Además, “recibió el respaldado de militares en actividad, de nostálgicos de la dictadura y de un candidato ultra fascista y militarista como lo es Jair Bolsonaro”.

El historiador remarcó: “Ello es presión, porque era una amenaza de intervención militar”.

Recordó, además, que el 31 de marzo de 1964, Brasil tuvo el primer golpe de Estado inspirado en la doctrina nacional y en la lógica del terrorismo de Estado.

El investigador reconoció que en su momento dijo que la hipótesis de un golpe militar “no estaba sobre la mesa”. Sin embargo, “con lo que acaba de ocurrir en Brasil y con sus impactos, nadie puede decir que ahora no está arriba de la mesa”.
                   
Dijo que “la militarización de los estados se da en América Latina desde hace tiempo y es algo muy peligroso, porque la militarización de la represión frente a los delitos internos puede llevar a la militarización de la política”.

Poderes extra-constitucionales 


Al ser consultado si se puede creer en la Justicia brasileña, el historiador respondió que hoy se habla de los “poderes fácticos extra-constitucionales”.

“El poder económico está actuando desde hace tiempo. El Parlamento brasileño tiene 23 partidos integrados por distintas bancadas de sectores poderosos, como la evangelista y la agropecuaria, y todos presionan y definen”, indicó.

Agregó que también es “extraordinario y sesgado el poder mediático”, como sucede con  O Globo y Band News.

Asimismo, aseguró que “hoy el Poder Judicial, el poder militar y el  para-militar definen el rumbo político del país”.

Añadió que “el asesinato vil de la activista Marielle Franco es un acto de terrorismo de Estado, porque está probado que fue la Policía Federal, y eso que causó un gran impacto ocurre en forma cotidiana en Brasil”.

Por lo cual, remarcó que la principal hipótesis que se manejaba en las recorridas de Lula da Silva por su país era que “en esas giras de campaña podía ser asesinado”.

También expresó que “lamentablemente todos los partidos brasileños, incluido el Partido de los Trabajadores con muy honrosas excepciones, ingresaron en la lógica de la corrupción”.

“La corrupción no es de derecha ni de izquierda, pero tiene impactos diferentes en ambas. Cuando de forma directa o indirecta, por poco o mucho monto, partidos de izquierda participan en la corrupción, sus efectos son devastadores para la izquierda”, indicó.

Por ello, planteó que en Brasil “se debe impulsar una reforma política, porque Lula logró el 60% de los votos en el balotaje y luego en el Parlamento, de acuerdo a  diversas lógicas de representación, tenía el 25% de los escaños”.

Mientras que el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que es “minoritario a nivel nacional tiene más escaños y en cualquier gobierno siempre está presente”.

Nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario. 


Por otro lado, Caetano dijo que “hay una presunción fuerte sobre Lula, pero nadie es culpable hasta que se demuestra su culpabilidad, y la culpabilidad tiene que demostrarse con pruebas”.

“Las pruebas efectivas, implacables e incontrovertibles no se han mostrado. En el fallo del juez Sérgio Moro, del Tribunal de Puerto Alegre o de los integrantes del Tribunal Superior de Brasil, no aparecieron pruebas efectivas contra Lula, sino convicción”, aclaró.

Agregó que “más allá del fondo del asunto, hay presunción de que el PT, como todo los partidos, ingresó en una lógica de compra de votos, pero lo más grave es que hubo enriquecimiento personal, como en el caso del ex presidente del PT, José Dirceu”.

“Pero en el caso del ex presidente Lula, las pruebas no han aparecido y el trámite jurídico, que es tan importante como el fondo, ha sido extraordinariamente acelerado”, cuestionó.

Dijo que en el mismo momento en que ocurre todo ello “hay presunciones y pruebas muy marcadas de que el actual presidente Temer ha estado involucrado directamente con temas de corrupción, donde funcionó la compra de votos, pero lo liberan de toda responsabilidad, por lo menos hasta ahora”.

Contrareforma


Caetano planteó también que en América Latina se está viviendo un momento que se puede denominar de “contrarreforma, con derivas autoritarias y una revancha de las posturas más conservadoras”.

Explicó que a la década de las reformas de carácter social ahora aparecen las “contrarreformas laborales, previsionales, de retracción de la presencia del Estado y de militarización de la seguridad”.

(*) Gerardo Caetano Hargain es historiador y politólogo uruguayo.



¿Cuáles son las pruebas contra Lula Da Silva?


En el centro del debate sobre la situación del ex mandatario está un departamento valuado en 1, 2 millones de dólares. Dudas, acusaciones y defensas.

© Publicado el jueves 25/01/2018 por el portal El Intransigente de la Ciudad de Salta, República Argentina.

"Hay pruebas por encima de lo razonable de que el expresidente fue uno de los principales articuladores, si no el principal, del esquema de sobornos en Petrobras", dijo ayer el juez João Pedro Gebran, relator en la instancia de la Cámara de Apelaciones de Porto Alegre, sobre la causa contra Luiz Inacio Lula Da Silva. Gebran, junto a sus colegas Leandro Paulsen y Víctor Laus, ratificaron el fallo del juez federal Sergio Moro, que lleva adelante los casos relacionados con el denominado Lava Jato, que expuso la trama de corrupción en la petrolera estatal.

La decisión unánime de los magistrados de confirmar la condena y aumentar la pena contra el ex primer mandatario complicó sus chances de presentarse en octubre próximo, para las que tiene un alto porcentaje de aceptación. 

Las pruebas del caso mantienen al rojo vivo un debate sobre si alcanzan o no para sostener en esta situación Lula, que el último 12 de julio se convirtió en en el primer presidente brasileño condenado penalmente desde el restablecimiento de la democracia en 1985. En ese momento, Moro apuntó a Lula por los delito de corrupción pasiva y lavado de dinero. 

El epicentro de la causa: 

- Sobre Lula pesa la acusación de haber recibido de la constructora OAS un departamento tríplex, en el balneario Guarujá, por un valor de 1,2 millones dólares, como  presunto soborno para garantizar a la empresa contratos con Petrobras durante su gestión entre 2003-2010.

- Moro fijó por eso una pena de nueve años y medio de cárcel (que solo se concretaría cuando esté firme, como sucede en el sistema argentino).

- Para eso se valió del testimonio del titular de OAS, que afirmó a la justicia que Lula había ordenado destruir todos los documentos sobre el departamento, mientras que el ex presidente aseguró que nunca estuvo en esa propiedad. El ejecutivo fue beneficiado con una reducción de su condena por su testimonio. Este es precisamente el punto que más debates abre sobre el caso.

- Ayer,  el juez Leandro Paulsen, presidente de la Cámara, redobló la apuesta y aseguró "Lula fue beneficiario personal y directo de los sobornos puestos a disposición del PT".

- "Infelizmente está siendo condenado un expresidente, pero que pactó y cometió crimen", sentenció Gebran Neto.

- Alejándose de las acusaciones por su decisión, los jueces del tribunal de Porto Alegre, destacaron que se juzgaba "hechos" y no "personajes". Lo hicieron como respuesta ante los reclamos del abogado de Lula, Cristiano Zanin Martins, sobre la "motivación política" del proceso.





domingo, 21 de enero de 2018

Algunos le tienen miedo al Papa… @dealgunamanera...

Algunos le tienen miedo al Papa…


El presidente de la Conferencia Episcopal dice que es “absolutamente mentiroso” decir que el viaje a Chile fue un fracaso. El obispo Oscar Ojea critica duramente la cobertura del viaje de Francisco.

 Para Oscar Ojea, “existe una decisión de escamotear su mensaje”.

© Escrito por Washington Uranga el domingo 21/08/2017 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

De regreso de Chile, donde acompañó al Papa en su viaje pastoral, el obispo Oscar Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, se mostró molesto con la presentación que los medios de comunicación han hecho de la gira papal. “Todo lo que tiene que ver con presentar la visita como un fracaso por la falta de gente es absolutamente mentiroso” aseguró el obispo en diálogo con Página/12. A su juicio la estadía de Francisco en Chile fue “sumamente positiva, una verdadera fiesta, una fiesta popular”.

Respecto de la forma como se informó sobre la gira papal el obispo de San Isidro dijo tener la sensación de que “algo estaba armado” y “mi impresión es que existe una decisión de escamotear el mensaje del Papa”. Sensiblemente preocupado Ojea afirmó que “al Papa se le tiene miedo, se le tiene miedo a su liderazgo y a su capacidad de aglutinar a las personas en torno a sus ideas y a su figura”.

“Yo lo viví desde adentro” dijo el obispo, y “puedo dar testimonio de los alcances extraordinarios de la presencia de Francisco, de su vínculo con la gente, lo que se disfruta. Sin embargo, agregó, “hay personas que escamotean los temas como si hubiese un mandato de no ponderar demasiado al Papa. Siempre aparece un ‘pero’... es como si existiera la decisión de no dejarlo crecer”. Interpelado acerca de los motivos de esta situación Ojea insistió en el hecho de que el Papa reúne multitudes detrás de sí. “¿Quién junta tanta gente hoy en cualquier país de América Latina?”, se preguntó. “Yo vi multitudes no solamente en los actos, sino en las calles. Decir que hubo poca gente es una visión miope. Yo viví una fiesta, una fiesta popular”, subrayó.

Respecto de las críticas y las objeciones que se han formulado al Papa durante su reciente gira, el obispo Ojea aseguró que “no se deja pasar el mensaje de Francisco, se lo escamotea, se lo esconde y, mientras tanto, se pone el foco en si el Papa saludó o no al presidente electo Sebastián Piñera o si es pertinente o no que alguien tenga que esperar mucho tiempo en una calle para ver al Papa pasar”.

Ojea aceptó referirse también a las críticas que el Papa recibió de parte de algunos católicos que reclamaban la destitución del obispo de Osorno, Juan Barros, acusado de complicidad con abusos contra niños, niñas y jóvenes cometidos por el sacerdote Gustavo Karadima. Bergoglio pidió públicamente perdón por el tema, recibió a las víctimas, pero se mostró molesto con quienes acusan a Barros señalando que se trata de “una calumnia” y que no existen pruebas contra el obispo. Ojea dijo a este diario que “es cierto que en Santiago se reunió un grupo de unas cincuenta personas que se manifestaron con una pancarta pidiendo la destitución de Barros, pero este fue un tema que si bien tuvo gran presencia mediática no alcanzó ninguna repercusión popular”. Y razonó que “siendo esta una cuestión tan particular, con este sesgo informativo se pretende poner en jaque todo lo que ha trabajado Francisco y ha trabajado la Iglesia respecto de tolerancia cero en relación a los abusos. Es un tema doloroso, difícil, en el cual el Papa ha tenido posiciones muy claras. En el caso particular del obispo Barros no existen pruebas judiciales que lo incriminen”.

El obispo de San Isidro admitió que en ciertos sectores de la sociedad chilena existe malestar con la Iglesia, lo que llevó incluso al Papa a admitir en su reunión con los obispos que el solo hecho de presentarse con ropa eclesiástica puede hacerle pasar un mal momento a algunos sacerdotes en ciertas ocasiones. “Pero esta es la realidad” habría dicho Francisco en esa ocasión, pidiendo además a los obispos que “acepten esta realidad cultural y también la carga que significa para la Iglesia llevar sobre sus espaldas los errores cometidos en el pasado”.

Retomando su argumentación respecto del manejo que se hace del mensaje de Francisco, el obispo Ojea sostuvo que “siempre que hay algo importante en el mensaje papal, inmediatamente tiene que ser contrastado con algo malo, con algo negativo. No quieren dejarlo avanzar demasiado. Todo lo que tiene que ver con el mensaje a futuro, con la dignidad, se corre”. Según el Presidente de la Conferencia Episcopal “es verdad que es incómodo hablar de las explotaciones mineras en América Latina, es incómodo decir ante las mujeres detenidas que es preciso recuperar la dignidad, es incómodo defender los derechos de los pueblos originarios. Es incómodo pero el Papa lo hace y da un mensaje sobre estos temas que son incómodos para muchos”.





sábado, 21 de octubre de 2017

Objetivo 6: Asegurar agua potable y saneamiento... @dealgunamanera...

 Objetivo 6: Asegurar agua potable y saneamiento...


Cuando nos referimos al agua potable y saneamiento, las evidencias no son muy positivas. En América Latina, es un sector que se caracteriza por bajas coberturas y mala calidad del servicio ofrecido, debido a los inconvenientes financieros de las prestadoras de estos servicios.

© Escrito por Fernanda Medeiros (España/Brasil) el jueves 05/11/2015 y publicado por MSD Idiomas Madrid de la Ciudad de Madrid, España.

La falta de incentivos para la mejora de la gestión ha conducido el sector a un nivel de sostenibilidad no tolerado. Además, existen divergencias entre la política tarifaria y las inversiones y financiamiento, que caminan en direcciones opuestas. Dentro del marco institucional y regulador, se requiere ajustes para mejorar la gestión de las empresas responsables por los servicios de saneamiento y para permitir que los órganos gubernamentales competentes ejerzan su función con eficacia.

Los servicios de agua y saneamiento intervienen de manera positiva en los indicadores de nutrición, salud y educación. Asimismo, representa la competitividad de un país en el sentido de contribuir con la mejora sostenible de calidad de vida de la población.

Si bien este sector ha sido incluido en los previos Objetivos del Milenio, debemos entender que con solo ampliar los recursos destinados no se garantiza inversiones sostenibles, ni tampoco que el agua potable y saneamiento va a llegar a los que más los necesitan. Por lo tanto, es necesario una política y metodología que priorice la asignación de recursos a favor de esta parte de la población desfavorecida y que mejore la gestión de las empresas del sector.


El uso del agua debe ser basado en un coste al recurso hídrico. En estos momentos, las tarifas cobradas por las empresas solamente incluyen costes a corto plazo, cuando deberían incluir costes a plazos intermedios. De este modo, observamos que estas compañías están retrasadas y no son capaces de reflejar un coste medio a plazos intermedios, debido a la falta de una medición precisa del uso del servicio por parte de la población.

Una de las estrategias para mejorar la gestión de servicios es optimizar la capacidad instalada a través de la ampliación de la medición de su uso, antes de ampliar el sistema con nuevas inversiones. Una mayor medición contribuirá a la identificación de elementos para en el futuro, abordar el problema del agua que no se factura. En el mismo sentido, el sector debe revisar la distribución de recursos a favor de un mejor financiamiento de las inversiones y adecuar los incentivos obtenidos. A fin de mejorar la gestión de esta prestación de servicio, también se abrieron puertas a la participación privada a través de concesiones.

Los principales desafíos del sector son:

Mejorar las coberturas y la calidad del servicio. 

Si bien las áreas que están mejor atendidas se sitúan en los centros urbanos, hay pequeñas ciudades, zonas urbanas marginalizadas y zonas rurales que carecen de este servicio, principalmente en América Latina. En los pequeños centros urbanos donde no llegan estos servicios, la población cuenta con la diminuta cobertura de compañías privadas. Estas empresas no garantizan el uso adecuado de los sistemas implantados ni tampoco reúnen las condiciones mínimas de sanidad exigidas. Además, el precio del servicio ofrecido es muy elevado.

Aumentar las inversiones y establecer una política financiera.

Las inversiones en el sector de los últimos años presentan una gran volatilidad y una tendencia decreciente. La volatilidad se debe al grado de dependencia de las compañías con las financiaciones del Estado. Por esta razón, es necesario que los países dispongan de una política financiera que garantice la generación de recursos necesarios para financiar el sector y medios para obtener inversiones sostenibles para mantenerlo estable.  

Mejora de la situación económica de las empresas. 

Hay evidencias de que la situación económica de las empresas de agua potable y saneamiento no son las mejores. Los ingresos obtenidos son suficientes para cubrir solamente los costes operativos. En los últimos años, no ha habido mejora sino que los indicadores apuntan hacia una dirección opuesta. Estas empresas están deteriorándose y no hay ninguna estrategia de mejora eficiente puesta en marcha.

Sistema de tarifas adecuado. 

Si bien se reconoce que el agua tiene un valor social, económico y ambiental y que su uso debe estar interrelacionado con estos valores, no se ha establecido un coste al recurso hídrico por lo que las tarifas cobradas incluyen solamente los costes por los servicios ofrecidos. Las tarifas cobradas estarían más adecuadas si incluyesen un costo intermedio a un plazo intermedio.

Ajustes en el marco institucional y regulatorio. 

Recientemente hubo cambios en el marco legal y regulatorio del sector que incluyeron contratos de explotación, funciones del ente rector, directorios de las empresas municipales, plan maestro optimizado y por último, tarifas y ampliación al ámbito rural y pequeñas ciudades. Como todas las ciudades son los prestadores de servicio en un mercado libre de competencias y fijan sus propios precios, los gobiernos adoptan las políticas tarifarias y prácticas operativas incapaces de mantener la sostenibilidad y el crecimiento del sector.

Generación de incentivos para una gestión de servicios eficaz. 

La prestación de servicios y aprobación de tarifas son de responsabilidad municipal en el ámbito urbano lo que colabora, en gran parte, a la generación de incentivos para la mejor gestión. Esta estrategia debería ser una prioridad para la gestión de las empresas una vez que torna posible identificar la medición de agua no facturada de acuerdo con el avance de la ampliación de cobertura.

Aumentar la sostenibilidad de las inversiones. 

Las inversiones realizadas desde un nivel central no son sostenibles porque las decisiones fueron tomadas sin tener en cuenta la participación y empoderamiento de las empresas. Se ha identificado que parte de los servicios es sostenible y otra parte, está colapsada. De esta manera, se considera que la construcción de obras y otras actividades pueden colaborar con la mejora de la sostenibilidad de las inversiones.


Hemos visto que hay mucho lo que hacer en las zonas menos desarrolladas. Si bien el sector del agua potable y saneamiento es un recurso básico para una población, sabemos que no alcanza a todos. Quizás por ser un recurso básico, se torna incluso olvidado por existir otras prioridades en las políticas de los Estados. Entretanto, hay que darle especial atención, ampliar sus límites y ofrecer una mejor calidad de vida a todos los ciudadanos.

A través de mayores inversiones en el sector y aplicación de políticas adecuadas para la regulación de tarifas y mejora de la calidad del servicio, será posible atingir la sostenibilidad en el sector. Lo que nos queda por saber es cuánto de inversión estará destinada a este objetivo para poder repartir entre las empresas prestadoras de servicio (públicas o privadas) y la ampliación de los recursos en los próximos 15 años.

De tal manera, debemos pensar que siempre habrá áreas aisladas y alejadas, en las cuales nunca llegarán este recurso, sea por inviabilidad de las obras o bien por los bajos beneficios al introducir un sistema adecuado. En este caso, será más conveniente aplicar políticas sociales que apoyen la movilidad de la población más carente a zonas que estén atendidas por estos recursos básicos.

Referencias bibliográficas:

Marmanillo, Iris. (2007). Agua potable y saneamiento. Banco Mundial, pp. 325-351.