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domingo, 7 de abril de 2013

Insubordinación y coraje... De Alguna Manera...


Insubordinación y coraje... 

 'CAZA SUBMARINA'. Mauricio Macri. Dibujo: Pablo Temes.


La reacción popular por las inundaciones debería ser un llamado de atención para la dirigencia. Pero ¿captarán semejante mensaje?  

La opinión política más certera sobre la catástrofe de la inundación está dibujada. El talento de Pablo Temes reflejó ayer, en la página 16 de Perfil, a Cristina totalmente cubierta de barro y con los deditos levantados, como dictando cátedra a toda la humanidad. Un resumen perfecto. Porque a la Presidenta le ocurrió algo inédito y terrible: la tocaron. Quedó demostrado que ella no es como la pelota: se mancha. Su guardia pretoriana suele gritar amenazante: “Che, gorila/ no te lo decimos más/ si la tocan a Cristina/ qué quilombo se va a armar”. Y la tocaron. El cantito fue la crónica de una tragedia anunciada. Sólo que la mugre que la ensució no vino del campo del enemigo, las corporaciones agromediáticas y golpistas. Por eso es tan grave. Se trató de fuego amigo que entró por la retaguardia. Porque los reproches, insultos y agravios vinieron de abajo, del corazón del pueblo mismo y desde la izquierda, de José Mujica, uno de los representantes más cabales de los presidentes que se parecen a sus pueblos.

Como si esto fuera poco, Cristina también fue sacudida por dos tormentas territoriales en sus lugares en el mundo. Los reclamos más duros que le hicieron cuerpo a cuerpo fueron en Tolosa, su barrio de toda la vida, donde se convirtió en inundada, militante de la Jotapé, abogada y esposa de Néstor. Y la primera derrota electoral de alto valor simbólico la sufrió en cdonde construyó su presente de millonaria que inscribió su apellido en tres períodos presidenciales consecutivos ganados en las urnas, algo que no lograron ni Perón ni Menem.

Todo eso pasó en un par de días. De golpe, como ese diluvio universal que se pareció a un castigo bíblico para los oficialismos políticos que en 2011 habían sido ratificados con amplitud por el voto popular. Porque en forma paralela al conmovedor manantial solidario que surgió del subsuelo de la patria apareció con fuerza una suerte de cachetazo gigantesco, incluso para los que más alto aparecen en las encuestas: Cristina, Scioli, Macri, Alicia, Bruera y Larroque fueron aplazados socialmente y van a tener que rendir nuevamente el examen.

Algunos fueron más groseros que otros en sus mentiras de 140 caracteres, como Bruera. Otros explicaron lo inexplicable y no sancionaron a sus colaboradores que intentaron ocultar que estaba en Brasil, como Macri. La cuñada Kirchner y Scioli chocaron contra las duras paredes que pone la gente cuando tiene bronca y putea. No eran agitadores que atacaron, como dijo Alicia. Eran inundados que actuaron en defensa propia.

La cadena progresista se les sale muy rápido y caen en un macartismo rudimentario. Ni agitadores ni rojos uniformados con palos, como los del 24 de marzo, cuando en realidad los patoteros fueron las blancas palomitas vestidas de celeste de La Cámpora, al revés de lo que dijo Cristina.

¿Se habrán asimilado al espionaje ilegal a referentes sociales de Proyecto X, parido por Aníbal Fernández y amamantado por Nilda Garré, que caracterizó al padre Pepe como “simpatizante del Partido Obrero”? Telegrama a la ex SIDE: la actriz Brenda Asnicar también es troska, incluso más que el cura villero.

El presidente uruguayo dirá: “Qué le hace una mancha más al tigre”, pero la patoteada de Andrés Larroque, el comandante de La Cámpora, por la televisión mal llamada pública fue todo un símbolo. Ese video puede servir para dos cosas: para que la oposición lo utilice como spot de campaña, porque parece Herminio Iglesias quemando el cajón, y para proyectarse en las facultades de periodismo y demostrar cuál es el verdadero objetivo de la Ley de Medios. Cristina le dijo: “Cuervo, hacete cargo”, y él fue directamente a la yugular del periodista de Canal 7, Juan Miceli. Con la misma diplomacia con que acusó a Binner y compañía de “narcosocialistas” y el mismo tono del grito a la diputada Laura Alonso, “callate, atorranta”.

Este “heraldo de la reina (Jorge Fernández Díaz dixit) no es un muchacho valiente que lucha contra el poder. Es el poder”. Y éste es el gobierno más poderoso y castigador de la libertad de expresión desde 1983 hasta la fecha. Por eso atemoriza a los miedosos. Porque el Cuervo se sienta a la derecha de la papisa Cristina, camina a su lado, dirige la batuta. Con severidad patronal se dirigió a un periodista al que considera su esclavo, y alerta y vigilante, después de exigirle que se identificara, lo conminó a que se presentara en el lugar después del noticiero. El movilero atinó a preguntarle hasta cuándo iba a seguir el operativo de propaganda de entrega de agua y colchones con el chaleco de La Cámpora, y el comisario cristinista dijo: “El operativo sigue el fin de semana, el mes que viene, el año que viene y los próximos veinte años”. Cristina eterna.

Quedará en la memoria colectiva el coraje de una empleada doméstica que gana 2.500 pesos y tiene seis hijos, que se atrevió a recriminarle a Cristina en su propia cara algo que hace temblar a ministros y poderosos empresarios. Se insubordinó la chica que se gana la vida limpiando casas ajenas y que en ese momento estaba agotada de pasarle lavandina a la suya. No aceptó la orden de Carlos Zannini: “A Cristina no se le habla, se la escucha”.

Los inundados querían ser escuchados, desahogarse (en el más amplio sentido de la palabra), y se resistieron a tener que escucharla a Ella. El grito “que se vayan”, o “vuelvan a Calafate, millonarios”, fue una fotografía de una Argentina más verídica que la que Cristina muchas veces confunde con las tandas de Fútbol para Todos. Se dice que padece “bovarismo”, quien se cree sus propias mentiras. Un baño de realidad que seguramente debe haber sacudido a la Presidenta. ¿Cuánto hacía que nadie la contradecía? ¿Cuánto hacía que nadie se animaba a darle una opinión distinta, descarnada y sin eufemismos?

Hasta el propio hermano de la Patria Grande, el Pepe Mujica, planteó con todas las letras lo que piensa. Dejando de lado el lenguaje vulgar de la intimidad, dijo lo que piensa: que Cristina es más terca que Néstor. Que ella es menos política, y que no va a disculparse porque ya no sabe qué hacer frente al maltrato y la humillación a los que Cristina somete también a Uruguay.

Que el lenguaje coloquial de “vieja” o “tuerto” no nos tape el bosque del contenido del reclamo. Uruguay vive extorsionado por Argentina, y sus funcionarios ya no saben cómo denunciarlo. Inconscientemente o no tanto, el Pepe encontró la manera. Es que el mecanismo para domesticar de Cristina es siempre el mismo, fronteras adentro o afuera: si no hacés lo que yo digo, te corto los víveres. Se puede referir al Mercosur, a Scioli o a Peralta.

Lo más grave, además de las vidas perdidas y la bancarrota de miles de familias, es que la ausencia o la lentitud burocrática del Estado y el chiquitaje mezquino del pase de facturas alimentaron ese nefasto fantasma que no termina de morir: el de diciembre de 2001.

© Escrito por Alfredo Leuco el domingo 07/03/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.






Yo, yo, yo… De Alguna Manera...


Yo, yo, yo…

MACRI, SCIOLI Y CRISTINA ante la inundación: su primera reacción fue ponerse ellos mismos en víctima.

Una metáfora muy usada en economía es que cuando la marea baja (hay recesión) se ve quién no tenía traje de baño (estaba desnudo de recursos y quiebra). Las inundaciones en las ciudades de Buenos Aires y La Plata dejaron desnudos frente a la sociedad a Macri y a Scioli, nada menos que los hasta ahora dos principales candidatos a presidir el país en 2015, con consecuencias en su imagen pública, aún impredecibles, que van desde “no pasa nada y dentro de un mes todos se olvidaron” hasta “les pasará lo mismo que a Reutemann con la inundación en Santa Fe”, el comienzo de la decadencia política de ambos.

Cualquier pronóstico sobre qué quedará en la memoria social podría ser drásticamente modificado por otro cambio de humor social, pero, aun en el mejor de los casos, tanto para Macri como para Scioli, en el inconsciente colectivo de los votantes quedará algo que podría ser reactivado ante cualquier otra nueva decepción.

Lo que dejaron las inundaciones en Buenos Aires y La Plata, y en esto ya se incluye a Cristina Kirchner además de a Macri y a Scioli, es cierta forma de solipsismo, característico de los líderes políticos, que se podría adecuar de su traducción más o menos literal “solamente yo existo” (ego solus ipse en latín) a “sólo yo importo”.

En las primeras reflexiones públicas frente a las inundaciones, tanto Macri como Scioli y Cristina Kirchner, coincidieron en colocarse ellos mismos en víctimas. Macri, de la Presidenta, que no le aprueba los créditos para las obras; Scioli, de sectores del Gobierno nacional (nunca la Presidenta) que no entienden su mensaje gandhiano y lo castigan retaceando fondos a su provincia; y la Presidenta, contando que ella también había sufrido inundaciones tan graves cuando, de joven, era vecina de la misma zona.

Ser víctima es el papel preferido de todos los políticos argentinos: si no se puede ser víctima de otro político local que tenga más poder, se es víctima de las corporaciones y los poderes económicos internacionales, y si no, el caso más repetido de todos quienes acceden a la presidencia: víctima de los que gobernaron en el pasado y dejaron una pesada herencia.

Hay ego también en el sufrimiento: “Mi sufrimiento es el mayor de todos”. Scioli declaró días antes de la inundación: “Mientras algunos me atacan, la gente me dice ‘aguantá, Daniel’”.

No podría haber político exitoso sin una dosis muy importante de ego, pero el solipsismo es sólo ego, una carencia de otros recursos a los que apelar en los momentos difíciles. Es una gran desnudez de empatía, recurso fundamental para conquistar la aprobación de los otros.

En situaciones normales, los políticos sobreactúan la empatía y esconden su egocentrismo. La inundación los arrancó de su zona de confort haciendo caer su armadura y dejándolos emocionalmente expuestos.

“Yo”, “yo” y “yo” vinieron a decir la primera vez que hablaron Macri, Scioli y la Presidenta. Yo, sólo yo.

Pero no sólo de ellos tres: la inundación también dejó al desnudo el solipsismo de Alicia Kirchner, quien hasta la semana pasada era la principal candidata del kirchnerismo para las elecciones de octubre próximo, siendo cabeza de lista del principal distrito electoral del país. Alicia atribuyó los insultos que recibió al llegar a un centro de recepción de donaciones en La Plata a la acción de “agitadores y violentos que no quieren que se los ayude”. La víctima era ella.

Aunque la votación de octubre de 2013 está mucho más cerca que la de 2015, también es prematuro hacer pronósticos sobre las consecuencias electorales que la inundación tendrá de aquí a poco más de seis meses. Pero en algo afectará a Alicia Kirchner, la carta electoral más importante que tenía el Gobierno. En la provincia de Buenos Aires se concentra no mucho menos de la mitad de todos los votos del país, y la inundación hirió a la principal candidata de ese distrito.

Se atribuyó la desacostumbrada actitud de la Presidenta de ir a poner la cara y el cuerpo frente a los inundados y bancarse sus críticas a cuestiones emocionales porque en la zona afectada vive su madre, Ofelia. Pero no deben ser menores las causas electorales, ya que el futuro de su gobierno depende de los votos que el kirchnerismo consiga justo en la provincia inundada.

“Terca”, le dijo Mujica a la Presidenta, además de “vieja”. La obstinación es una de las posibles consecuencias del solipsismo. Profecía: aunque no fuera por una inundación, Narciso también murió ahogado.

© Escrito por Jorge Fontevechia el viernes 05/04/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


domingo, 31 de marzo de 2013

Preguntas con respuestas… De Alguna Manera...


Preguntas con respuestas…

EL CAMINO DE LOS SENDEROS QUE SE BIFURCAN. Daniel Scioli. DIBUJO: PABLO TEMES.

Cristina, Scioli y lo que puede venir. En qué terminará la tensión entre la Presidenta y el gobernador. La posibilidad de un megaarmado no kirchnerista. ¿Qué hará Ella?

¿Por qué Cristina quiere destituir a Scioli?
Porque, junto con Massa, son los únicos dirigentes que tienen mayor intención de voto que ella y eso los coloca como herederos naturales de un peronismo obsesionado por el poder. Para colmo, Cristina los caracteriza como dos neoliberales menemistas y defensores de las corporaciones mediáticas. Por eso los fustigó incluso por cadena nacional en su discurso del Congreso. Se amargan al pensar que Scioli podría quedarse con lo que construyeron políticamente. No reparan en que Néstor lo eligió en cinco ocasiones. Eso fue pragmatismo y utilización de su figura.

¿Hay alguna posibilidad de arreglo?
Sólo si el gobernador se rinde incondicionalmente. Eso significa que renuncie públicamente a sus anunciadas pretensiones presidenciales, acepte ser candidato a diputado en octubre y asuma su banca. Esa es la traducción del alineamiento que reclamó Diana Conti.

¿Scioli está dispuesto a hacer eso?
De ninguna manera. Es su última trinchera. Con todo el fuego graneado que recibió, jamás desmintió su candidatura y eligió TN (territorio monopólico, dirían los K) para comprometerse a terminar su mandato provincial.

¿Cómo termina esto?
Por ahora los kirchneristas seguirán apuntando sus cañones a Scioli. Desde Unidos y Organizados ya dispararon Fernando Navarro y Roberto Baradel. Desde el Gabinete nada menos que Randazzo, que aspira al lugar de Scioli, y De Vido, el que alimenta con obras y dinero a los intendentes que hacen los actos para Alicia Kirchner, la cuñada candidata.

¿Y qué hará Scioli?
Jamás pegará un portazo. Ejercitará su paciencia de monje a la espera de una tarjeta roja que lo expulse del Frente para la Victoria. Quiere ser la víctima absoluta. Especula con que la crisis con los docentes y los proveedores también ensucie a la Casa Rosada, como ya está pasando. Esta vez la Presidenta tomó sus precauciones y no confronta directamente con Scioli. Ya aprendió la lección: el año pasado percibió en las encuestas que mientras más castigaba al gobernador, más se erosionaba su imagen.

¿Cuál es la peor noticia para Scioli?
Que Cristina y Alicia miden muy bien y todos los meses crecen un poco en la consideración popular. Ambas Kirchner merodean los cuarenta puntos y eso es un gran capital simbólico después de una década en el poder.

¿Cuál es el peor escenario para Cristina?
Que termine de fraguar algo así como un nuevo tipo de Frejuli, que en este caso serían las siglas del Frente por la Justicia Social y la Libertad, que actuaría como paraguas de peronistas, macristas en su versión desarrollista, radicales y otros partidos flamantes, como los de matriz sindical que fundaron Moyano y Venegas.

¿Quién sería el candidato a presidente de ese espacio?
Lo decidirán más adelante. Es una coalición de fuerte impacto que podría ganar en Capital con Lavagna-Michetti, en Córdoba con Schiaretti-Baldassi, en Santa Fe repitiendo la fórmula Del Sel-Salomón, y que haría una elección pareja y polarizada en la provincia de Buenos Aires con De Narváez-Posse o Solá.

¿Están cerrados estos acuerdos?
No. Hay veleidades y vanidades, y mucha incomprensión todavía. Pero muchos van en ese rumbo. Es un encuentro que podría mostrarse a sí mismo como “propositor” y no “opositor” para plantear no una crítica llorona permanente sino la superación del kirchnerismo con el compromiso de mantener los avances sociales, mejorar las instituciones y terminar con el odio.

¿Sería una opción de centroderecha?
Planean evitar ser considerados “la restauración noventista”, como coinciden en calificar esa posibilidad desde el kirchnerismo y desde la oposición socialdemócrata (FAP-UCR). Estudian rescatar lo mejor de Perón, Yrigoyen y Frondizi y mostrarse capaces de llegar al poder y administrar correctamente manteniendo un fuerte rol del Estado. De hecho podrían estar juntos gobernadores actuales como De la Sota, Macri, Peralta y Colombi, ex gobernadores como Das Neves, Busti y Solá, intendentes con votos como Jesús Cariglino, entre otros, y ex ministros de Néstor que van a reivindicar los mejores momentos del kirchnerismo como Lavagna, Alberto Fernández e Iribarne.

¿Y cómo jugarían Scioli y Massa en este caso?
Es una construcción independiente de sus decisiones. Serían bien recibidos si deciden huir del kirchnerismo.

¿Cuál es la principal trampa que el Gobierno nacional tiene en estudio?
Frenar la propaganda política, que es la única forma que los partidos y militantes tienen para hacer conocer sus ideas, con la excusa de que es proselitismo. Ya lo hizo Jorge Landau y resultó patético que el oficialismo, que es una maquinaria publicitaria que pagamos todos, se queje por los pocos avisos de los opositores. Eso es un signo totalitario: “vamos por todo” significa que sólo el cristinismo puede hacer autobombo, y para colmo con los dineros públicos. Ayer PERFIL informó sobre la negativa de cuatro canales de TV a emitir los spots de Francisco de Narváez.
Pero eso no alcanza para garantizar la posibilidad de la re-reelección.
Por supuesto. Pero también está en estudio la opción de buscar cualquier excusa y suspender, por única vez (jaja), las elecciones primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO), que visibilizan los mejores competidores posicionados para los comicios generales. En la práctica, las PASO son un instrumento que evita la atomización del voto opositor, y ésa es una amenaza para el Gobierno.

¿Cómo hará Cristina para seguir en el poder, tal como les prometió Carlos Zannini a varios intendentes?
Una gran elección, superior al 45% en octubre, actuaría como presión para intentar sumar los dos tercios de ambas cámaras y decretar la necesidad de una reforma constitucional que habilite a CFK. Se podría acompañar con una consulta popular que actúe como operativo clamor. Y las posibilidades de mínima serían apoyar la fórmula “Zannini al Gobierno, Cristina al poder”, prometiendo que CFK sea jefa de Gabinete o se presente como candidata a gobernadora de Buenos Aires, desde donde conduciría los destinos de la Nación.

Falta mucho para ver el final de esta película. Pero hay algunas fotos que dan señales y, como siempre, abren más preguntas y respuestas.

© Escrito por Alfredo Leuco el sábado 30/03/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.