lunes, 6 de julio de 2015

Argentina ganó algo más valioso que un título… @dealgunamanera...

Argentina ganó algo más valioso que un título…

Así sufrieron los penales los jugadores argentinos. Foto: AFP

Pese a la final perdida en Chile y la mezcla del fútbol con la política, el seleccionado de Martino se trajo algo duradero: una identidad.

Vea, vea, vea, Señor Presidente, tenemos el mejor equipo del continente”, le gritaba el público enfervorizado del Buenos Aires Lawn Tennis Club a un sonriente Videla mientras Guillermo Vilas era paseado en andas por delante del Palco Oficial. Era marzo de 1977 y la Argentina acababa de derrotar por primera vez en la historia a los Estados Unidos en la Final Americana de la Copa Davis.

“El que no salta es un holandés, el que no salta es un holandés”, fue el grito de batalla de la final del Mundial 1978. Decenas de miles de fanáticos saltaban y cantaban en las tribunas del Monumental aquel histórico 25 de junio. Los miembros de la junta militar ni cantaron ni saltaron. Hubiese sido un desliz imperdonable para gente enjuta que tampoco se permite tener sexo con la luz prendida. Pero sonreían manejando una batuta imaginaria, cual Barenboim de la tortura y el terror.

Millones replicaron el ritual, que se mantuvo indeleble hasta el presente con sus matices: reemplácese “holandés” por “inglés”, “militar”, “bostero”, “gallina” o lo que corresponda. Y muchos miles dedicaron idéntico cantito un año después, cuando una multitud se reunió en la Plaza de Mayo a pedirle a Videla que saliera al balcón de la Rosada para festejar el título mundial juvenil de Maradona y amigos.

1977. 1978. En la Argentina gobernaba Videla. En Chile gobernaba Pinochet. Dos personajes siniestros y repugnantes. Lo suficiente como para que comprendamos que ellos tenían demasiado más en común que lo que intentaron instalarnos a través de amenazas de guerra y traiciones regionales.

Los últimos días han tenido una cuota casi idéntica de ilusión por el gran fútbol y patetismo por la provocación de ida y de vuelta de la mano de argumentos que no tienen que ver ni con una pelota, ni con la realidad.

Lo de la pelota es obvio. Respecto de la realidad me gustaría recordar que, un rato antes de que un puñado de militares chilenos decidiera apoyar a los ingleses en la Guerra de Malvinas –33 años después supimos que ese apoyo se debió al eventual conflicto por el Beagle–, otro puñado de militares, pero argentinos, pretendió perpetuarse en el poder provocando uno de los más grandes crímenes de lesa humanidad que recuerda nuestra tierra: mandar al muere a chicos de mi generación –clase 63, número de sorteo 282, ausente de Malvinas por no haber tenido instrucción ya que fui número bajo para la colimba–, muchos de los cuales no conocían ni las armas que no pudieron usar, ni el mar cerca del cual murieron.

Me da una profunda tristeza que desde las redes sociales o los mensajes que se dejan en los programas de radio, de un lado y del otro de la cordillera mezclemos tanto las cuestiones hoy, momento en el que lo que nos enfrentó fue tener los dos mejores equipos de fútbol de la región. Seguro, los más ambiciosos.

También, desde algunos medios. Parece mentira que gente de prensa que vive a diario un fútbol miserable, vacío de visitantes y repleto de ladrones, instale cuestiones vinculadas con el miedo de unos o la arrogancia de los otros. Serán los mismos que, prontamente, hablarían de vergüenza, barbarie y descontrol si eso que siembran se convirtiese en violencia de tribuna. Saben perfectamente que se dirigen a un público que, en algunos casos, no está en condiciones de manejar adecuadamente las provocaciones. Ponemos en mano de un orangután una granada sin espoleta. Y no nos importa.

Doy fe de que la cuestión de la distorsión no fue sólo asunto nuestro. Tuve el honor de ser invitado a participar en un par de programas de radio chilenas y, en ambos casos, hubo que atravesar tanto el asunto de la violencia instalada por una rivalidad que, en el fútbol, no es tal, como el de la receta que tendría Sampaoli para frenar a Messi o si Martino mandaría a Di María a tapar a Isla.

Y mientras de un lado circulaba por cadena de WhatsApp una torpe versión adaptada del “Brasil, decime qué se siente”, del otro se despidió al equipo de su concentración santiaguina con carteles indignos de bien paridos. ¿Por qué habría idiotas de un solo lado de la cordillera?

Puedo entender a regañadientes que ante un momento de fútbol pobre alguno busque la alternativa de llamar la atención apelando a la mugre. Pero por la pretensión constante del seleccionado chileno, equipo que juega como cuadro grande desde el último Mundial para acá, y por la consolidación de una idea fantástica que insinuó la Argentina en el estreno, que afianzó ante Colombia y expresó brutalmente ante Paraguay, la de ayer era una final cuya previa ameritaba más que nunca hablar de fútbol. Y no atizar tristemente un fuego que, curiosamente, estaba apagado desde hace décadas. Porque una cosa es lo que usted piense de “los chilenos” –confieso que he tenido muchísima suerte con mis amigos trasandinos, pese a haber sido corrido a monedazos una vuelta en la Davis de 2000– y otra cosa es que ambos países vivamos en un conflicto permanente, que en realidad no existe.

¿Qué es lo que hace que tantos millones de personas pretendamos resolver alrededor de un partido de fútbol cuestiones que, de ser ciertas, nada tiene que ver con el deporte? ¿Qué pretendemos que hagan Mascherano, Messi, Medel y Vidal que no somos capaces de pretender de Cristina y de Michelle?

En un día de mucha gente yendo a las urnas, los argentinos deberíamos saber dónde y a quién se le reclaman las cosas de valor. Y que un éxito futbolero nos cambia el estado de ánimo durante un rato pero no revive a los muertos en una entradera del Conurbano, ni alimenta al pibe desnutrido, ni le da una mejor vida al jubilado. Ni mete en cana al funcionario corrupto.

Luego, el partido. Un partido decepcionante porque ninguno de los dos equipos se destacó en el aspecto del juego para el que demuestran tener más oficio, mayor vocación. Lo más sencillo sería entrar por el camino de los miedos. Sería faltar a la verdad. Lo que en realidad sucedió fue que los dos invirtieron brutalmente la ecuación éxito-fracaso que exhibieron en el resto del torneo. Tanto Martino como Sampaoli muestran, de modos diferentes, claro está, muchísima más vocación por construir y agredir que por desplegar defensas graníticas.

La Argentina afianzó la dupla Mascherano-Biglia que nació en el Mundial de Brasil como una herramienta clave para soltar casi permanentemente a Zabaleta y a Rojo. El Tata aprovechó aquella ocurrencia de Sabella pero ya no como un recurso para solidificar la estructura defensiva sino para permitirse sumar más gente en ataque, más un hombre con las características de Pastore.

Chile va potenciando un juego de posesión que a veces se contrapone con la característica frenética de sus dos hombres de punta, que ayer aparecieron demasiado frecuentemente por detrás de otros jugadores con menos oficio de área que ellos mismos. Sin embargo, la presencia de Bosejour como uno de los “cinco” del fondo –es mucho más hombre de medio juego exterior y de ataque que de defensa– y el enorme oficio de Isla para atacar por la banda derecha son parte de esa impronta de equipo protagonista que Chile viene buscando desde la llegada de Bielsa, con un correlato nítido de su heredero.

A esos equipos nadie debería ponerle en duda la ambición. Ni criticar la falta de ajuste que esa ambición les provoca en defensa.

Anoche fue diferente. Tanto como para encontrar de los dos lados a las principales figuras de la mitad de la cancha hacia atrás.

Chile tuvo su rato de superioridad cuando, al comienzo, dejó en claro que tenía más jugadores para desdoblarse en la recuperación y el avance que su adversario. Después, en un partido parejo, finalmente impreciso y que empezó con piernas ásperas y terminó con piernas tiesas, la Argentina dejó una leve sensación de superioridad. Fundamentalmente en el par de ocasiones nítidas más que dispuso respecto de su rival.

Los penales sacaron del maleficio histórico a los chilenos y, durante muchas de las horas que se vienen, llenarán el aire de reclamos de éxito por parte de la prensa y la opinión pública argentina.

Por lo pronto, fue una final en la que el entorno tuvo, previsiblemente, cero influencia. Se jugó como se jugó por las características, los momentos y las decisiones de los jugadores. Con más errores que aciertos, con el infortunio de la pronta salida de Di María, de enorme influencia en el resto del juego y el coraje descomunal de Mascherano, cuyas piernas aún se estarán preguntando cómo es que su cerebro y su corazón las siguieron haciendo correr. Pero nada de esto fue consecuencia de las bravuconadas, las provocaciones, Pinochet, las Malvinas y Chito Faro, ese de “Cuando pa’ Chile me voy”.

Sin ignorar la impericia que hubo para ser claramente superior al adversario en la final –aun jugando mal, como contra Jamaica, o peleándola, como contra Uruguay, Argentina siempre lo había sido hasta entonces– y de la perplejidad que provoca ver a un tremendo campeón como Messi sin poder levantar la copa una vez más en competencias oficiales de mayores con la celeste y blanca, sigo convencido que el seleccionado de Martino se trajo de Chile algo más valioso y duradero que un título: una identidad.

© Escrito por Gonzalo Bonadeo el domingo 05/07/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

domingo, 5 de julio de 2015

Luis A. Capomasi... Apenas 48 años de trabajo... 20 Marzo 1967 - 25 Junio 2015 - ... @dealgunamanera

20 Marzo 1967 - 25 Junio 2015...

Hoy 25 de Junio de 2015 comienza el principio del Fin de un Ciclo comenzado el 20 de Marzo de 1967. Apenas 48 años de trabajo.

Pasaron 17.629 días y en ellos cientos de miles de experiencias. Todas han sido útiles, es la vida misma que ha trascurrido en eso días, donde con sólo 16 años de edad emprendería la más hermosas de las aventuras que fue el vivirla.

Pasaron muchas experiencias profesionales: 

Armada Argentina, donde aprendí además de la bella especialidad de ser Radiotelegrafista, a valorar lo importante de la Sociedad Civil y desdeñar el autoritarismo; 

Frumento Hermanos S.A.C.I.F.I. (Parabrisas y Cristales para Automotores), donde aprendí a que todo es según el Cristal con que se mira; 

Compañía Gillette de Argentina S.A., donde aprendí la mayor parte de lo que hoy soy como persona y profesional; 

Top Toys S.A. (Juguetes), donde aprendí la diferencia entre una empresa internacional y una nacional; 

Molinos Río de la Plata S.A., donde aprendí que la burocracia en los negocios hacer perder mercados;

Bic Argentina S.A., donde aprendí que a los líderes se les puede ganar con astucia en la aplicación de las estrategias y sus tácticas; nuevamente a la; 

Compañía Gillette de Argentina S.A. y su División Escritura (Paper Mate, Sylvapen, Waterman y Paker), donde re aprendí que muchas veces las segundas partes pueden ser buenas; 

EMI Odeón de Argentina S.A., donde aprendí que “no ser del palo” te libra de prejuicios y podes tomar acciones sin más trámite que tomarlas; 

Stafford Miller Argentina S.A., donde aprendí que la globalización es un  hecho real, concreto y que cierra empresas, dejando a su gente sin trabajo; 
Merak S.A. / Vali S.A.C.I.F.(Encendedores de Cocina), donde aprendí que los estafadores no tienen  condición social y también pueden ser personas millonarias en dinero y muy pobres en conductas; 

Famiel S.A. (Magiclick), donde aprendí que siempre que se quiera, se puede y que el valor de una marca no tiene precio; 

Productos de Agua S.A. (Cunnington, Neuss, Cellier, Córdoba), donde aprendí que el personalismo muchas veces no deja crecer a una compañía; nuevamente Top Toys, hoy Errekaese S.A., donde estoy aprendiendo a jugar como un niño…

Exprofeso omití mi otro oficio que es el de la docencia, y ha sido mi lugar de formación profesional quien me ha brindado la posibilidad de volcar mis experiencias profesionales a futuras generaciones en la disciplina de Marketing y Ventas. La Fundación de Altos Estudios en Ciencias Comerciales es la institución educativa donde ejerceré hasta dentro de unos pocos meses la más ímproba de las profesiones, desde mi punto de vista claro. Marketing Básico, Política y Desarrollo de Producto, Marketing de Servicios, Práctica Profesional I, Dirección Comercial, Administración de Ventas, Práctica Profesional II son algunas de las asignatura que ejerzo y con mucha pasión he tratado siempre de que quienes cursan, no sólo entiendan de procesos lógicos, sino que también aprendan a pensar, aprendan a utilizar un pensamiento lateral y no lineal, que el prejuicio es un enemigo de la creatividad, que las ideas pueden fluir si nos proponemos un ambiente afín para ello, que al fin de la cuenta, la vida del educando también puede ser bella si la meta no es sólo obtener una distinción llamada título, sino que la vida misma es un aprendizaje constante. 

Hoy, y hasta tanto me sea otorgado el derecho al Retiro, serán días de regalo, para luego y a través de otras actividades, seguir trabajando para contribuir a mi manutención, pero también a mi placer por los viajes por las rutas de la Argentina.

Hoy 22 de Junio de 2015 comienza el principio del Fin de un Ciclo comenzado el 20 de Marzo de 1967.

Allá vamos…

© Escrito por Luis Antonio Capomasi el domingo 05/07/2015 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


03-1967 - 12/1971
02/1972 - 12/1973

02/1974 - 05/1986 (Primera época)


06/1986 - 05/1987 (Primera época)
06/1987 - 07/1988

08/1988 - 02/1992
03/1992 - 05/1994 (Segunda época)


06/1994 - 04/1998


03/1998 - 06/2015


05/1998 - 09/1999


10/1999 - 04/2003


6/2003 - 5/2005

03/2005 - 12/2009

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6/2005 - 12/2012

06/2012 - Actual


2009-2015... A 6 Años del "Choreo" a Huracán... @dealgunamanera...

En una final caliente, los errores de Brazenas fueron determinantes…

Brazenas les da explicaciones a los jugadores de Huracán.  Foto: La Nación / Mauro Alfieri

El árbitro le anuló mal un gol a Huracán y hubo falta de Larrivey a Monzón en el decisivo tanto de Moralez; además, no le cobró un penal a Vélez.

Una de las frases de cabecera de Gabriel Brazenas es "el mejor árbitro es el que pasa inadvertido". Se había preparado mucho para este partido, a tal punto que reconoció que era "un honor" dirigir Vélez y Huracán. Pero ayer, en Liniers, entre sus fallos y las responsabilidades de los asistentes tuvo un muy mal arbitraje. Con sus errores fue determinante en el triunfo por 1 a 0, el mismo que coronó a Vélez como el campeón del Clausura 2009. Es cierto que la final tuvo muchos chispazos y factores extraños, como la suspensión por el granizo, la cantidad de gente que se coló en el campo de juego y la poca colaboración de los futbolistas a la hora de las simulaciones y las agresiones. Sin embargo, más allá de algunos aciertos (que los tuvo), cometió errores importantes.

Ya a los 9 minutos del primer tiempo el juez de línea Ricardo Casas le anuló en forma incorrecta un gol a Huracán tras un tiro libre desde la izquierda de Defederico y un cabezazo de Eduardo Domínguez. El defensor central estaba habilitado por Otamendi.

Tuvo aciertos: en esa primera etapa no hubo penal de Goltz a Papa ni tampoco de Eduardo Domínguez a Moralez. Acertó en sancionar el penal de Araujo a Moralez y en no convalidar por posición adelantada un tanto a López.

En la segunda etapa empezó el descontrol. Más allá de que le anuló bien un tanto a Nieto por offside a instancias del línea Hernán Maidana, Brazenas acumuló desaciertos: a los 22 minutos, Otamendi tocó la pelota con la mano y, como ya estaba amonestado, debió ser expulsado. A los 36, hubo un planchazo de Arano sobre Cubero dentro del área. Para el árbitro no fue nada, pero debió cobrar penal y haber expulsado al lateral izquierdo de Huracán.

El gol del triunfo también estuvo viciado de nulidad. Luego del cabezazo de López y antes de la definición de Maxi Moralez hubo una infracción de Larrivey a Monzón (similar a la anterior de Arano a Cubero) y la acción no debió seguir. El balón estaba por quedar en poder del arquero y Larrivey le cometió foul; en ningún momento logró conectar el balón.

Los jugadores de Huracán se fueron de control, le protestaron a Brazenas y el árbitro les repitió: "No hubo foul, no hubo foul; no fue foul".

Hubo un expulsado por doble amarilla (Moralez), por sacarse la camiseta en el festejo, pero en los ocho minutos que adicionó Brazenas debió expulsar a varios más: no había sancionado nada por las reacciones entre Cubero y Arano, pero los agarrones y las provocaciones continuaron. Tras un mano a mano que Monzón le desvió a Larrivey al tiro de esquina, varios futbolistas del Globo se le fueron encima al delantero de Vélez, que recibió varios golpes en la mandíbula y en las orejas.

Al final del partido, cerca de 300 hinchas de Vélez coparon el playón del club, cargaron a los jugadores visitantes y le "agradecieron" al árbitro porque se vieron favorecidos. Algunos hasta acompañaron a Brazenas en la retirada y le gritaron: "Gracias por todo" o "Tenés que ser el árbitro del Mundial". El juez dijo: "La verdad es que no sé la razón por la cual los simpatizantes de Vélez no paraban de decírmelo [muchas gracias], no me doy por aludido. Mi actuación la tengo que analizar con tranquilidad, viendo las jugadas puntuales varias veces por televisión".

Sobre el gol anulado a Domínguez sostuvo que se apoyó en el offside que le marcó el asistente Ricardo Casas y sobre el tanto que le dio a Vélez agregó: "No vi falta previa de Larrivey al arquero Monzón y por eso lo convalidé".

El marco y los protagonistas no lo ayudaron, pero no fue la final que soñó dirigir Brazenas en el Clausura 2009. Al margen de sus aciertos, los errores no permitieron que pasara inadvertido y terminó siendo decisivo en el resultado de la consagración.

10 partidos dirigió Brazenas a Huracán, de los cuales ganó uno (el último ante Central, en Rosario), empató otro y sufrió 8 derrotas.

26 partidos dirigió Brazenas a Vélez, de los cuales ganó 9, empató 10 y perdió 7. Con él como juez, llevaba 8 cotejos sin victorias.

© Publicado el lunes 06/07/2015 por el suplemento deportivo del Cancha Llena del Diario La Nación de la Ciudad Autónoma e Buenos Aires.


sábado, 4 de julio de 2015

El kirchnerismo como consecuencia y no como causa... @dealgunamanera...

El kirchnerismo como consecuencia y no como causa...

2003: Kirchner asume en un país desequilibrado emocionalmente. Foto: Cedoc Perfil

La dificultad que encontrará Scioli para satisfacer a los kirchneristas y Macri a los antikirchneristas, definida por el contexto. 

Tanto Scioli como Macri tienen límites de acción en función del contexto que encontrarán. Ni Scioli podrá satisfacer completamente a los kirchneristas, ni Macri completamente a los antikirchneristas. Karl Marx sostenía que cada generación construye su historia, pero con los materiales que le legaron las generaciones anteriores. En las crisis cada uno cae desde su altura, y en las recuperaciones sube desde la suya. Siempre hay una combinación entre lo dado y lo producido.

La Argentina que encontró Néstor Kirchner después de la crisis de 2002, a pesar de que en 1989 ya había habido una megadevaluación y una caída brusca de consumo, no es la misma que se encontró Menem al asumir. Nadie había depositado esperanzas en la economía de Alfonsín, había sido electo presidente por sus méritos republicanos, y su fracaso en lo que no era su fortaleza –como los 13 paros generales y el epílogo de su penúltimo ministro de Economía diciendo “les hablé con el corazón y me contestaron con el bolsillo”– se justificó en un hombre sin experiencia ejecutiva que nunca había administrado una provincia ni una ciudad, porque los continuos golpes militares habían impedido a los políticos hacer esas experiencias.

Ni Scioli podrá satisfacer totalmente a los K, ni Macri completamente a los antikirchneristas

Menem sí cargó de expectativas económicas su presidencia de la mano de expertos en ese campo, aunque fueran los frustrados ejecutivos de Bunge & Born del comienzo y luego los cuadros de la Fundación Mediterránea con Cavallo a la cabeza.

El fracaso de la economía de Menem, con la convertibilidad estallando por el aire después de haber sido el mejor alumno del Fondo Monetario Internacional, produjo en la población una frustración distinta: la de haber creído y sentirse engañado.

No fueron Menem ni Cavallo los que entraron en descrédito sino el capitalismo, la economía ortodoxa y, por desplazamiento, cualquier ortodoxia. Todo pensamiento clásico pasó a ser puesto en duda. La falta de certezas sobre cualquier fundamento hizo que toda previsión de futuro careciera de valor y sólo pudiera ser palpable el presente. En una crisis terminal, donde cada uno se tenía que salvar como podía, se tuvo que crear un tácito pacto de tolerancia generalizada en el que todo valía.

Y de ese “vale todo” de 2002 al “vamos por todo” K hay un hilo conductor, un encadenamiento lógico donde se ve con claridad al kirchnerismo como consecuencia y no como causa de una nueva cultura de valores relajados, más básica y a tono con el clima de época.

También el menemismo fue consecuencia y no causa de época: emergió cuando caían el Muro de Berlín y el comunismo, había una tendencia mundial a reducir el Estado y privatizar empresas públicas, y Reagan y Thatcher eran las estrellas que se retiraban llenas de éxito. Y cuando Néstor Kirchner asume, el péndulo mundial estaba pegando la vuelta, después de 15 años de la generalización del neoliberalismo los resultados prometidos no aparecían y comenzaban a emerger las protestas y los movimientos sociales en todo el mundo, hasta llegar a 2007 con la mayor crisis financiera desde el crack de 1929.

Al quemarse los manuales también se crea una atmósfera indulgente sobre el cumplimiento de normas porque no se sabe bien cuánto valor conservan. La tolerancia y el relajamiento de los valores preexistentes comienzan a generalizarse y a cosechar adhesión. Pasan a tener fuerza electoral retroalimentando desde la cultura a la política. ¿Cómo no iban a creer que podían “ir por todo”, envalentonados por la subida de la marea del “vale todo”?

Hoy estamos en la resaca de ese ciclo y entenderlo como un estadio social más que político/ideológico ayuda a comprender que aunque la mismísima Cristina Kirchner estuviera por ser reelecta en octubre próximo no le sería posible en una tercera presidencia continuar de la misma forma.

Pero al tiempo que se produce una fatiga del “vale todo”, al haber estado instalado como valor durante tantos años dejará una estela en varias generaciones, que impediría que Macri, si fuera electo presidente, pudiera volver a ilusionar a la mayoría de los argentinos con la globalización, la productividad y hasta cualquier valor tradicional educativo, cultural y religioso. Por el contrario, la Argentina exporta al mundo su carácter de época iconoclasta con un Papa indulgente y modelos que van desde la política con Podemos en España hasta la economía con la deuda en Grecia.

El pequeño detalle del traje sin corbata de los líderes de Podemos en España y de los ministros griegos es otro pequeño significante de rebeldía a las sujeciones de la ortodoxia.

Entre "el vale todo" de 2002 y el "vamos por todo" K 
hay un encadenamiento lógico

El corrimiento hacia el medio que tanto haría el kirchnerismo con una presidencia de Scioli, como el que haría el PRO en una presidencia de Macri, también es una consecuencia del marco de posibilidades que ofrece el contexto. No es casual que todos aquellos que tienen posibilidad de suceder a Cristina Kirchner sean moderados y hagan gala de un discurso conciliador.

No es posible otra estrategia, como no hubiera sido posible privatizar en 2003 o estatizar en los 90. El populismo se dio simultáneamente en varios países de Sudamérica como resultado del excedente que generó el aumento del precio de las materias primas; no fue sólo un fenómeno argentino. Y se está agotando también en toda Sudamérica por las mismas causas compartidas.

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© Escrito por Jorge Fontevecchia el sábado 04/07/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

viernes, 3 de julio de 2015

Copa Argentina... Huracán 0 vs. Independiente Rivadavia de Mendoza 1... @dealgunmanera...


Perdió la corona…


Huracán perdió por uno a cero frente a Independiente Rivadavia de Mendoza por los 32avos. de la Copa Argentina en la cancha de Instituto y de esta manera quedó eliminado.

En lo que fue la presentación del último campeón, Huracán no hizo honor del título que ostenta y quedó eliminado ante un rival de una categoría menor.

En la primera parte quién fue el jugador más presente en el partido, Juan Pablo Pereyra, participó en la primera jugada de gol que tuvo su equipo y que desperdició. Para nosotros, Patricio Toranzo disparó desde afuera del área a los treinta y dos minutos de juego pero Gaspar Servio contuvo el remate.

El Globo estuvo abocado, por lo menos en la primera etapa y de manera satisfactoria, a la recuperación de la pelota. Uno de los mejores, Federico Vismara, fue el encargado de realizar la tarea y el más claro del equipo que dirige Nestor Apuzzo.

Por el contrario, la elaboración de la jugada estuvo ausente.

En el segundo acto, Martín Nervo casi en contra pero el travesaño fue testigo de uno de los primeros estruendos en el arco de Marcos Díaz.

A los setenta y dos, Juan Pablo Pereyra apareció una vez más antes de ser reemplazado y por detrás de todos con el pecho o lo que fuera, venció la valla Quemera. El vigente campeón tuvo las suyas y se vio renovado con el ingreso de Agustín Gil Clarotti quién peleó todas las que tuvo, generó algunas y fue muy solidario con Ramón Abila para que Wanchope la metiera aunque la definición esta noche no fue buena.

Huracán: 1

Marcos Díaz, 19 Santiago Echeverría, 21 Martín Nervo, 25 Eduardo Domínguez, 3 Carlos Arano, 8 Lucas Villarruel (33 Agustín Gil Clarotti), 5 Federico Vismara, 30 Daniel Montenegro, 18 Patricio Toranzo (11 Agustín Torassa), 7 Cristian Espinoza, 9 Ramón Ábila. DT: Néstor Apuzzo

Suplentes: 22 Matías Giordano, 36 Hernán Pereira, 14 Ezequiel Gallegos, 16 Iván Moreno y Fabianesi, 35 David Distéfano.

Independiente Rivadavia: 1

Servio, 4 Podesta, 6 Agüero, 2 Silva, 3 Parisi, 8 Dolci, 5 Coronel, 11 Villarreal, 10 Rearte (14 Cerutti), 9 Nadaya (15 Méndez), 7 Pereyra (18 Imperiale). DT: Quinteros

Suplentes: 12 Scapparoni, 13 Masoero, 16 Gautier, 17 Aguirre

Árbitro: Héctor Paletta

Amonestados: Vismara (H), Nadaya, Podesta y Coronel (IR)

Gol: 27 ST Pereyra (IR)

© Publicado el jueves 02/07/2015 por el Departamento de Prensa del Club Atlético Huracán de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.






Bonasso denuncia hackeo por publicar que "a Ledo lo ficharon los menemistas en 1974"... @dealgunamanera...

Bonasso denuncia hackeo por publicar que "a Ledo lo ficharon 
los menemistas en 1974"...

El periodista Miguel Bonasso. Foto: Cedoc

El periodista señala que el diario El Sol, de La Rioja, publicó en abril de ese año un listado de "Activistas de Izquierda", en donde figuraba el joven desaparecido.

El periodista Miguel Bonasso publicó un artículo que generó gran repercusión: "Un diario menemista fichó al conscripto dos años antes de que Milani lo hiciera desaparecer". Según su crónica, el diario El Sol, de La Rioja, publicó en 1974 una lista de "activistas de Izquierda",entre los cuales figuraba Alberto Agapito Ledo, de 18 años.

"El 11 de abril de 1974, dos años antes de que el subteniente César Milani lo hiciera desaparecer para siempre, Alberto Agapito Ledo había sido denunciado públicamente como “subversivo” por el diario El Sol, fundado en mayo de 1972 por el espía de la SIDE Tomás Alvarez Saavedra y dirigido en sus primeros meses de vida por Eduardo Menem", escribió Bonasso en su portal y agregó a Perfil.com que la publicación, por ese entonces, tenía influencia de Amado Menem, hermano mayor del expresidente.

"Amado dirigía un grupo de extrema derecha llamado 'Defensores de la Fe'. Directamente botoneaban ciudadanos, donde te podía matar la Triple A", señaló Bonasso a este portal. El joven soldado Ledo, que por entonces tenía 20 años, 
desapareció el 17 de junio de 1976, mientras cumplía el servicio militar.

Hackeado

Bonasso denunció que ni bien publicó el artículo ayer por la noche, el sitio fue hackeado, al igual que su cuenta en Facebook. Le había pasado algo similar en 2013. 

Aquel entonces Pedro Agote, responsable legal de la página en Argentina le dijo en un correo electrónico: "por lo que he consultado, el sitio ha sido declarado inseguro precisamente porque está hackeado"

El periodista relató que ese correo lo tiene la Justicia: “Lo mandé como prueba a (Sebastián) Casanello en la causa que el denuncia
 por amenazas de SMS en mi celular (2012) donde me dicen "Sr. Bonasso, desde la OJOTA-SI, Stiuso y Pocino le tienen interceptada la línea por orden de su ‘amiga’ Garré”.

© Escrito por Ramón Indart el viernes 03/07/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.