martes, 26 de febrero de 2013

Desacreditar al emisor para cautivar al receptor… De Alguna Manera...


Comunicación en la era K: desacreditar al emisor para cautivar al receptor…

 Clarín Miente--- ¿Y el Gobierno Nacional?...

Durante la era del kirchnerismo, y más aún cuando Kirchner se pelea con el Grupo Clarín y negocia con Diego Gvirtz la llegada a la TV Pública, la estrategia comunicacional del Gobierno fue la de estigmatizar a todos los medios de comunicación masivos que poseen una línea editorial contraria a la gestión y mantener una postura de victimización frente a ellos. A partir de esa táctica es que surge el mal llamado “periodismo militante”. La libertad de expresión, como excusa entre ambos bandos.

Está de más decir que lo que acontece en la función pública y lo que llega al ciudadano como información, tiene al medio de comunicación como el distribuidor de esos sucesos. El Gobierno kirchnerista implementó mediante emisoras del Estado o medios de empresas allegadas, la estrategia de restarle credibilidad a todos los mensajes críticos a la administración de Cristina Fernández. Los análisis que realizan los medios de comunicación oficialistas siempre parten de la firme hipótesis de una operación de prensa, poniendo la misma relevancia si la noticia se trata de la compra de una cartera Louis Vuitton de la Presidenta o del trágico accidente de Once que dejó 51 muertos y por el cual están procesados dos ex funcionarios.

No se sabe, a ciencia exacta, cuánto influyó esta estrategia de desacreditar al emisor de mensajes en el abultado 54 por ciento que logró la actual mandataria en octubre pasado, pero se podría afirmar que los medios allegados al oficialismo mermaron los efectos de los mensajes críticos, que tanto machacan a diario medios opositores. Los medios anti kirchneristas apostaron a una fuerte agenda negativa al Gobierno que no tuvo efecto empírico, al menos en la elección última, aunque sí parece haberlo tenido en este 2012 en algunas protestas, que con el correr del tiempo se convirtieron en masivas.

El Gobierno tomó a la productora Pensado Para Televisión como aliada para que, desde el  buen uso del archivo, llegue a un público generalmente informado e interesado por la política.  La idea fue y es desmentir constantemente las informaciones de medios opositores que afecten a la gestión peronista y a sus integrantes, dejando siempre al Gobierno nacional como víctima de contenidos periodísticos que puedan perjudicarlo en la opinión pública. Además de los programas de esta productora (678, TVR y Duro de Domar), se sumó la web Diario Registrado, con la misma función que los mencionados programas. También el diario Tiempo Argentino, perteneciente al grupo Veintitrés, nació para desmantelar supuestas operaciones de prensa contrarias al Gobierno.

Una muestra de cómo repercutió en el receptor esta estrategia de victimización y de desacreditar al emisor que realizó el gobierno nacional mediante sus medios se refleja en las redes sociales o foros de portales de noticias, donde los aficionados a la gestión K aducen como “una opereta de Clarín” los puntos flojos del Gobierno que salen a la luz. Como ejemplo se puede citar el desprecio que hace el gobernador Gildo Insfrán en Formosa a la comunidad QOM, la ley de ART que los legisladores del Frente Para la Victoria votaron junto al Pro en detrimento de los trabajadores, el impuesto al trabajo sostenido por esta administración y la ausencia de políticas federales de transporte, entre otras cosas. El Gobierno, mediante esta táctica comunicacional, logró reafirmar la postura de los que simpatizan con la gestión.

Aquel 8 de noviembre en el que la periodista Cynthia García entrevistaba a los que protestaban en el cacerolazo, la columnista de 678 sabía de ante mano que indagaba a consumidores de medios con una postura firme contraria al Gobierno. García, con más desprecio que respeto a los entrevistados, los enfrentó haciendo el mismo planteo que dicho programa realiza en cada una de las emisiones.

Periodismo ¿militante?

Desde medios opositores han tildado como periodistas “militantes” a aquellos comunicadores defensores de la gestión kirchnerista. ¿Pero un militante no es acaso una persona que realiza actividades en forma desinteresada en algún partido político, organización barrial u ONG? El periodista del medio oficialista, aunque realice un argumento que puede ser válido para defender a la administración K, lo hace cobrando un sueldo pagado por el Estado o por una empresa partidaria al Gobierno.

En todo caso, al periodismo militante se lo puede encajar dentro de aquellos blogs kirchneristas que defienden a la gestión por pura convicción y no por la incentivación de un salario.

La libertad de expresión como excusa

Desde el inicio del debate de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual hasta el famoso 7D, tanto el Gobierno como Clarín pusieron a la libertad de expresión como bandera a defender. La empresa de medios más importante del país buscó salvar así su gran hegemonía en el mercado mientras quedó en evidencia que el Gobierno trató de no perjudicar a empresas cercanas como Telefónica o Uno Medios en la aplicación de la norma.

En este escenario de disputa por el mercado de medios, vale la pena citar a Armand Mattelart, reconocido sociólogo experto en estudios sobre la comunicación que en la década del 70 planteaba:  “Ese principio burgués de la defensa de la libertad de prensa, no es en realidad sino la defensa de la propiedad de los medios de comunicación social, por grupos monopolistas que, mientras estigmatizan la inmoralidad de un grupo político, silencia la inmoralidad de la prensa amarilla, representada por la víctima de la agresión”.

Es innegable que medios como Clarín, TN o la Revista Noticias recurren a elementos ficticios para pretender desgastar la imagen de la Presidenta pero también es evidente la posición de víctima que ha tomado el Gobierno en cuanto a su posición comunicacional para enfrentar los mensajes críticos. Adquirir consenso en la opinión pública es ganar terreno en el poder político y económico y contar con apoyo popular. Esto es, precisamente, lo que buscan tanto el Gobierno como poderosas empresas periodísticas.

© Escrito por Cristian Guimera el lunes 17/12/2012 y publicado por plazademayo.com de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.




Mentime y llamame Marta… De Alguna Manera…

Diputados: insólita explicación de Timerman por venta de reactor nuclear a Irán...


El Canciller lo desmintió rápidamente, pero existió. Minutos después de que el canciller Héctor Timerman comenzara este martes al mediodía la defensa ante tres comisiones de la Cámara de Diputados del memorándum de entendimiento que el Gobierno firmó con Irán en el marco del atentado a la AMIA, un cruce con el diputado de la UCR Ricardo Gil Lavedra provocó polémica.

En su segunda pregunta, Gil Lavedra inquirió al canciller sobre la venta de reactores nucleares a Irán en el 2008, una información que según señaló el diputado figura en la página web de Cancillería.

“Lo corregiremos, debe ser un error”, contestó sorprendido Timerman desmintiendo rotundamente la información.

Sin embargo, el funcionario, mal informado, y ante el asombro de la pregunta, se apuró a negar lo señalado por Gil Lavedra, ya que la información de la venta del reactor nuclear a Irán, en 2008, fue celebrada por el propio Gobierno nacional y difundida oportunamente, tratándose de un reactor nuclear de baja potencia.

Incluso, según datos del INDEC, en un gráfico de intercambio comercial con Irán —en ascenso— la venta en concepto por reactores nucleares en 2008 equivalió a más de 5 millones de dólares.

Segundos después del cruce, el sitio web de Cancillería estaba caído.

Ante el error de Timerman, el canciller interrumpió el debate para aclarar su propia equivocación, aunque la aclaración no hizo más que oscurecer. El funcionario explicó que las exportaciones se dividen por categorías, y que la número 84 corresponde a “reactores nucleares” y que —según dijo el ex periodista— incluye, entre otras cosas, “artículos de grifería” o “bombas de aire”. “Eso exportamos, no reactores nucleares”, dijo el canciller ofuscado.

Sin embargo, según el listado de categorías, en la número 84 no se menciona en ningún punto a “artículos de grifería”.

© Publicado el martes 26/02/2012 por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


 


De un lector con data:

No solo no se puede acceder a Cancillería en la sección comercial, sino que tampoco en:


Donde se podía ver toda la ficha de Irán.

¿Por qué lo quitaron si supuestamente está todo normal? Primero Timerman dijo que no negoció con Irán, no lo están haciendo y no lo harán... No cómo el Radicalismo que le vendió cereales (sic). Pero después le viendo el siguiente documento:


Se puede ver cómo desde el 2006 aumento el intercambio comercial desmintiendo a Timerman.Además le preguntaron sobre el rengloncito "Reactores Nucleares". Primero dijo que era un error, después vino un alcahuete y le dijo que el rubro o capitulo es más extenso e incluye otros bienes.

Entonces otra vez Timerman dice erróneamente que nunca le vendimos a Irán Reactores Nucleares de ningún tipo. ¿De ningún tipo?, en la web del INVAP, figura que se vendieron reactores nucleares para la industria farmacéutica o medicinal a varios países, entre ellos ¡Irán! ¿De ningún tipo?

lunes, 25 de febrero de 2013

Huracán 0 vs. Rosario Central 1... De Alguna Manera...


La cima sigue siendo Canalla... 


Esta tarde en Parque Patricios Rosario Central derrotó por 1 a 0 a Huracán y de esta manera se consolida líder del torneo con 43 puntos. El tanto de la visita fue convertido por Fabián Carrizo a siete minutos del final del encuentro. El equipo de Miguel Ángel Russo obtuvo el décimo triunfo consecutivo en el campeonato. El globo fue alcanzado por Dep. Merlo y se complica con su promedio de descenso.

En un partido abierto y con pocas interrupciones por el árbitro Vigliano, Central pudo llegar al gol sobre el final del encuentro. Si bien ambos tuvieron varias chances claras de marcar en la primera etapa, al comenzar el complemento el conjunto rosarino fue quien con el correr de los minutos quería quedarse con los tres puntos. Cuando parecía que el cotejo finalizaba empatado, apareció el ingresado Fabián Carrizo y con un remate desde afuera del área, que Daniel Islas no llegó a detener, pudo marcar el gol del triunfo sobre el final del partido.

El pueblo canalla se ilusiona y tiene con que, su equipo gana de local y visitante sin importar el rival que tenga enfrente. La próxima semana Central tendrá una parada difícil ante Banfield pero con esta racha “de ganador” parece que nadie lo frenará hasta volver a primera.

Síntesis:

Huracán 0

Daniel Islas; Federico Mancinelli, Rodrigo Erramuspe, Alexis Ferrero, Guillermo Sotelo; Daniel Vega, Walter Busse, Matías Giménez, Jonathan Bustos; Matías Defederico y Jerónimo Barrales.

DT: Juan M. Llop

Suplentes: Gastón Monzón, Leonardo Zaragoza, Sergio Casais, Santiago Chacón, Gonzalo Martínez, Cristian Sánchez Prette y Mauro Milano.


Rosario Central 1

Mauricio Caranta; Paulo Ferrari, Franco Peppino, Nahuel Valentini, Rafael Delgado; Hernán Encina, Nery Domínguez, Jesus Méndez, Diego Lagos; Antonio Medina y Javier Toledo

DT: Miguel A. Russo

Suplentes: Gastón Pezutti, Carlos Casteglione, Alejandro Gagliardi, Pablo Becker, Nicolás Freitas, Federico Carrizo y Néstor Bareiro
 
Cambios: Casais por Bustos; Milano por Defederico y Chacón por Vega en Huracán; Carrizo por Lagos y Barreiro por Medina en Central

Gol: (83) Federico Carrizo (RC)

Amonestado: Nery Domínguez (RC)

Arbitro: Mauro Vigliano

Líneas: Marcelo Aumento y Ariel Scime

4to. árbitro: Ramiro López

Estadio: Tomás Ducó

© Escrito por Marcelo Savio el lunes 25 de Febrero de 2013 y publicado por Mundo Ascenso.

Las fotos:



Los goles:




Las estadísticas:










Silencio doloroso… De Alguna Manera...


Once, AMIA y los emblemas profanados...

"Que la oposición no me sea indeferente..." León Gieco. Dibujo: Pablo Temes.

Personajes simbólicos de la lucha contra la impunidad se mantienen llamativamente callados. ¿Por qué?

¿Dónde estuvieron el viernes Estela Carlotto, León Gieco, Martín Sabbatella o el rabino Daniel Goldman? ¿Qué argumento o cuál persona les impidió estar en la Plaza de Mayo luchando, como hicieron siempre, contra la impunidad, reclamando verdad, juicio, castigo y condena para los responsables de la muerte de 51 personas? ¿Qué ocupaciones los retuvieron durante todo un año para no producir algunos modestos gestos solidarios de cariño para los familiares de las víctimas? ¿Es posible que ellos, que edificaron su vida entrelazando esas banderas de los derechos humanos, hayan comprado esa perversa idea de que esos valores, que son universales, hoy tienen camiseta partidaria? No es mi intención cargar las tintas sobre estas cuatro figuras públicas. Las pongo sólo como ejemplo porque encarnan distintos orígenes. Cada uno es representativo de un tipo de expresión llamada progresista que al final de este proceso deberá rediscutirse para reconstruir el contenido vaciado de las palabras.

¿Quién es hoy progresista: Adolfo Pérez Esquivel y Nora Cortiñas o Hebe Bonafini? ¿El que defiende siempre la vida de todos o el que lo hace sólo de una parcialidad y en algunas ocasiones? ¿Quién expresa la lucha por la libertad de los artistas para decir lo que a cada uno se le antoje: Manuel Callau, Luis Brandoni y Juan José Campanella o Federico Luppi?

¿Quién busca la verdad y denuncia la corrupción del gobierno más poderoso desde 1983: Jorge Lanata u Horacio Verbitsky? ¿Investigar y tener una mirada crítica desde el periodismo sólo es válido cuando el gobierno de turno no nos simpatiza?

Este gobierno profanó algunos emblemas fundantes de nuestra mejor tradición democrática. Y lo han hecho en nombre del progresismo, de la izquierda y pronto, de la revolución bolivariana. Es triste comprobar que treinta años después de haber recuperado la República, todavía tenga vigencia el nefasto lema dictatorial: “El silencio es salud”.

A quienes nombré, sin ningún ensañamiento ni mala intención, repito, no les exijo nada en lo personal. ¿Quién carajo soy yo para reclamarle algo a alguien? Sólo menciono sus casos para poner en debate una de las novedades más nefastas que incorporó el kirchnerismo.

Se puede discutir si se trata de una virtud de estratega o de un defecto de amoralidad. Depende de qué lado de la ideologitis uno se ponga. Pero uno de los misterios más indescifrables de Cristina es cómo hace para obligar a que gente que fue muy valiosa, por acción u omisión, vaya en contra de su propia naturaleza.

Se entiende la manera en que la Presidenta sodomiza a los empresarios, por ejemplo. Muchos (no todos) tienen muertos en el placard. Evaden impuestos en pala, tienen trabajadores en negro, viven de la teta del Estado. Son ferozmente extorsionados y por eso callan con una cobardía inédita. Son carne de extorsión porque tienen cosas que ocultar.

Están claros los mecanismos que utiliza Cristina con gobernadores, intendentes o legisladores nacionales. Primero los obliga a tener perfil bajo, después les corta el chorro de los fondos, y, si con esto no alcanza, les niega la firma para que puedan conseguir un crédito, como ocurre con sus enemigos íntimos: Scioli, Macri y De la Sota. Los diputados y senadores dependen de la bendición de Cristina para renovar su banca y tiemblan ante su dedo pulgar que puede apuntar para arriba o para abajo según el verticalismo que exhiban.

Pero, ¿qué herramientas utiliza para fomentar que Carlotto, Gieco o Sabbatella miren para otro lado y no quieran ni ver el tren criminal en el que gran parte de los muertos eran nacidos y criados en el territorio del ex intendente de Morón? ¿Cómo hace para que el rabino Goldman se haya quedado mudo frente al pacto de Argentina e Irán? Ninguno se ha enriquecido ilícitamente ni creo que tenga algo tenebroso que ocultar. Todos hicieron un camino ético A de C (Antes de Cristina). Todos demostraron coraje en distintos momentos para enfrentar a la dictadura o para denunciar los negocios sucios de Menem. Nadie podría asociar sus apellidos a la impunidad. Y sin embargo, hoy han autodesactivado su propio ADN. ¿Qué les pasó? Los que iban en el tren eran en su mayoría trabajadores humildes y estudiantes. Por el lado del clasismo, no tienen excusas.

Al principio, los familiares fueron sumamente respetuosos con Cristina. Me animaría a decir que la mayoría la había votado y algunos lo expresaron. No eran ni son un invento de Magnetto ni parte de la oligarquía destituyente. Una matriz corrupta de funcionarios, empresarios y sindicalistas los asesinó igual que a Mariano Ferreyra. La Presidenta, con su distancia y frialdad, fue construyendo a los familiares no como opositores, pero sí como gente sencilla que se sintió discriminada y maltratada. Por eso Cristina fue abucheada el viernes. Porque puso a los familiares en el freezer y luego los hirió, en lugar de abrazarlos junto a su corazón como hizo, por ejemplo, Dilma Rousseff ante un suceso similar en una discoteca cercana a Porto Alegre. No corresponde hacer psicologismo barato. Está claro, tal como también se vio en Cromañón, que Cristina tiene una dificultad seria para sentir el dolor de los demás. Pero la cuestión es más grave porque obliga a sus seguidores a tener la misma actitud, contradiciendo sus saludables trayectorias.

Podrán argumentar que la oposición política y mediática utiliza el caso de Once o de la AMIA para dañar al Gobierno que ellos defienden y al que consideran el mejor de la historia. Supongamos que sea así. ¿Qué les impidió a León o a Estela aparecer entre los familiares y decir: “Cristina es lo más grande que hay, pero quiero que haya justicia para los muertos de semejante masacre evitable”? ¿Dónde está la sensibilidad humanitaria para no hacer un acto en la estación de Morón? Hasta podrían haber movilizado a su militancia municipal y ponerse a la cabeza del reclamo de sus vecinos. El rabino Goldman fue capaz de criticar a Luis D’Elía cuando viajó a Irán para abrazar a los sospechosos del atentado. Pero ahora el líder de la comunidad Bet-El, que tuvo en Marshall Meyer al Pérez Esquivel de los judíos, no sale a la opinión pública con contundencia.

¿Podrían seguir apoyando a Cristina y marcar al mismo tiempo su disidencia sólo en un par de temas como Once y AMIA? ¿O el “vamos por todo” sovietiza e isabeliza las relaciones y el que no compra todo es expulsado culturalmente del colectivo cristinista? ¿Hay pánico de marchar rumbo a la Siberia de los disidentes? ¿Quién es más progresista: el rebelde o el sumiso? ¿Será ese el miedo que engendra el silencio?

© Escrito por Alfredo Leuco el domingo 24/02/13 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.