domingo, 15 de enero de 2012

Alargador de pene... De Alguna Manera...

Adquiere un alargador de pene por Internet y le envían una lupa...

Inicialmente el pontevedrés estaba dispuesto a denunciar la supuesta estafa en Comisaría, pero finalmente desistió.

Quien más y quien menos ha visto, en algún momento de su vida, como sus expectativas hacia los Reyes Magos se frustraban. Sin embargo, pocos habrán padecido la decepción que sufrió hace unos días un pontevedrés al abrir un paquete que anhelaba con ilusión.
Días antes, según trascendió ayer, había dado los pasos precisos para adquirir un alargador de pene. La compra no la realizó directamente en un establecimiento comercial, por así decirlo, físico sino que confió en una página web de las muchas que proliferan por la red de redes.
Un buen día, lo que creía que era el alargador llegó a su poder. Sin embargo, sus ilusiones se cayeron por los suelos nada más abrir el paquete y encontrarse con que el remitente le había enviado una vulgar lupa.
Fue el 6 de enero, día de Reyes, cuando el pontevedrés se personó en la Comisaría Provincial. Su intención inicial fue la de interponer una denuncia al entender que estaba siendo víctima de una estafa telemática, extremo que comunicó a los agentes que se encontraban de servicio. Sin embargo, según trascendió ayer, una vez en la sede policial de Joaquín Costa debió pensárselo dos veces, ya que desistió y decidió volverse por donde había venido.
«Técnicamente sería discutible hablar de una estafa porque agrandar, lo que se dice agrandar, es lo que, a fin de cuentas, hace una lupa», reseñó con ironía un funcionario de la Comisaría.
Otras fuentes, no obstante, precisaron que este tipo de conductas se encuadra en una modalidad de fraude que ha experimentado en los últimos tiempos una cierta expansión. 
Consiste en la compra de toda clase de artículos por Internet donde se exige el pago previo del importe en una cuenta bancaria abierta, en ocasiones, con una identidad falsa. Una vez recibido el dinero, el vendedor suele desaparecer y con él las webs donde ofertaba los productos.
© Escrito por Alfredo López Penide y publicado por el Diario La  Voz de Galicia de la Ciudad de Pontevedra, España el miércoles 11 de Enero de 2012.

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Las dos herencias... Islas Malvinas Argentinas... De Alguna Manera...

Las dos herencias...

 Presidente Mujica de la República Oriental del Uruguay.
 
Malvinas y la violación a los derechos humanos forman parte fundamental del legado que la democracia se vio obligada a enfrentar y con el cual aún sigue luchando. El Gobierno inició el año forzando novedades en los dos temas gracias al respaldo regional obtenido y a los cambios promovidos en la Cámara de Casación.

Malvinas produce ecos contradictorios de guerra, de injusticia, de abusos militaristas, de situaciones coloniales anacrónicas pero también de patrioterismos y de la prepotencia de un despojo. Pocos argentinos han visto o pisado el suelo de las islas. Para la mayoría son ese dibujo en el mapa de la escuela primaria. Pero las Malvinas también muestran para los argentinos la cara oscura de Gran Bretaña: los excesos como potencia por parte de una supuesta nación civilizada; la fuerza como único argumento de una de las grandes democracias del mundo; la negación del diálogo por parte de uno de los árbitros de las relaciones internacionales; el incumplimiento del derecho internacional por una de las naciones que contribuyó a forjarlo, y el desprecio a reclamos cuyo cumplimiento exige a otros países. Cada uno de esos enunciados que surgen de los entredichos por Malvinas descubren una parte de la hipocresía que sustenta un orden mundial que al mismo tiempo que logra grandes avances civilizatorios se sigue sosteniendo en un esquema donde prima la fuerza como gran organizadora. Durante años de reclamos, Gran Bretaña permaneció inmutable, hasta la semana pasada, que fue obligada a salir de su impasibilidad.
 
De dieciséis situaciones coloniales que persisten en el mundo, doce tienen a Gran Bretaña como potencia colonial, y una de ellas es la de las islas Malvinas. Los gobiernos argentinos han intentado muchas estrategias, incluyendo la más desastrosa, que fue la guerra de 1982. 
 
Hubo un período lógico de distensión tras el conflicto durante el gobierno de Raúl Alfonsín. Pero las relaciones diplomáticas se reestablecieron recién en 1989, con el gobierno de Carlos Menem, que aceptó la condición británica de poner entre paréntesis el planteo de soberanía para poder discutir otros temas como comunicación, transporte, economía y abastecimiento.
 
Al mismo tiempo desarrolló una política de “seducción” de los kelpers que incluso llegó a plantear la idea de pagar una indemnización de 150 mil dólares a cada uno. Desde 1989, Argentina dejó de sostener su reclamo ante la Asamblea General de la ONU y sólo lo hizo en el Comité de Descolonización.
 
Esa política fracasó, no solamente porque no hubo seducidos, sino porque hubo engañados. Mientras el gobierno argentino cerraba acuerdos de explotación conjunta para la pesca y el petróleo, Gran Bretaña aumentaba la Zona Económica Exclusiva a 250 millas alrededor de las islas y el gobierno isleño concedía unilateralmente derechos de pesca y de exploración petrolera. Recién a la salida del menemismo, el gobierno de la Alianza volvió a plantear en la Asamblea de la ONU el reclamo de soberanía argentina sin que Gran Bretaña se dignara a responder.
 
Las Malvinas son de Latinoamérica
 
El kirchnerismo priorizó Malvinas en su agenda y lo planteó cada vez que Néstor Kirchner habló en la Asamblea de la ONU, al mismo tiempo que dinamizaba la demanda a Gran Bretaña para que acepte realizar negociaciones pacíficas con Argentina. Gran Bretaña permaneció inmutable.
 
Pero en forma paralela, la Cancillería fue planteando el reclamo a nivel regional y en términos que iban más allá del respaldo meramente simbólico. Así, Malvinas motorizó la primera acción concreta del flamante bloque regional. Esa política empezó con el Mercosur y sus asociados, siguió con la Unasur y finalmente con la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (Celac). Chile, como presidente pro tempore de la Celac, presentó ante el secretario general de la ONU el pedido regional por Malvinas en respaldo a la Argentina.
 
Los acuerdos plantearon el cierre de los puertos a los barcos que llevaran la bandera de Malvinas. Por lo menos hay una flota de más de 25 barcos pesqueros en esa condición que, para Argentina, y ahora para toda América latina, es ilegal. Acordaron lo mismo sobre los barcos de guerra británicos con destino a las islas. Y además dispusieron compartir toda la información sobre el movimiento de barcos petroleros en el mar austral. Los acuerdos incluyeron a aliados tradicionales de Argentina, como Uruguay, en cuyos puertos se abastecen los barcos que van a las islas. Y Chile y Brasil, dos países cuyas diferencias históricas con Argentina fueron usadas en el pasado por Gran Bretaña. La declaración de la Celac fue suscripta además por 33 países. De las 16 situaciones de colonialismo, en doce la potencia colonial es Gran Bretaña y de esas doce, siete se encuentran en la región que abarcan los países de la Celac. Un dato que preocupó también a Londres fue que varios de los países que firmaron la declaración de la Celac son anglófonos y caribeños y forman parte del Commonwealth, por lo que están muy ligados a Londres y a las colonias británicas del Caribe.
 
“Pequeñas victorias”
 
A principios de enero el semanario británico The Economist destacó este proceso de “malvinización” en los organismos regionales latinoamericanos como “pequeñas victorias” de la diplomacia argentina en el diferendo con Gran Bretaña. En esa enumeración incluyó lo que definió como un cambio en la Cancillería de los Estados Unidos. The Economist señaló la diferencia entre 1982, cuando Washington respaldó a Gran Bretaña durante la guerra y las declaraciones de la secretaria del Departamento de Estado, Hillary Clinton, en 2010, exhortando al Reino Unido a aceptar las negociaciones pacíficas que el Foreign Office rechaza.
 
Finalmente, el león rampante dio señales de molestia. Frente a la crisis, Gran Bretaña tomó distancia de la Comunidad Europea y se encontró con un proceso de formación de un bloque regional que comienza a intervenir con posiciones comunes en el ámbito internacional. Así el conflicto dejó de ser bilateral. La posición argentina es acompañada ahora por los demás países latinoamericanos que empiezan a votar posiciones comunes, entre ellas, las relacionadas con Malvinas. Un tema que estaba encapsulado en la relación con Argentina, ahora ensombrece su relacionamiento con la región menos afectada por la crisis.
 
El primer ministro británico, David Cameron, tan conservador como Margaret Thatcher y hasta de carácter parecido, ordenó a su ministro de Relaciones Exteriores, William Hague, para que presionara a los gobiernos del Mercosur que habían suscripto la declaración. Hague habló con los gobiernos de Uruguay, Chile y Brasil. Los tres reafirmaron la posición de solidaridad con Argentina. Hague hizo un informe ante el Parlamento tergiversando sus respuestas y afirmando que esos países habían cambiado de posición y que estaban dispuestos a dejar pasar buques con destino a Malvinas que no llevaran la bandera de las islas. “Uruguay, Chile y Brasil, no se suman al bloqueo que pidió Argentina”, dijo. Por su lado, Cameron hizo declaraciones a los medios sobre la importancia de mantener el escudo militar en Malvinas y que la soberanía estaba fuera de discusión. A instancias de la Cancillería argentina, Chile, Uruguay y Brasil confirmaron su posición en forma pública: “Consideramos a las Malvinas como una colonia británica, por lo tanto su bandera es ilegal”, reafirmó Pepe Mujica. Entonces Hague advirtió a los países que se sumaran al supuesto bloqueo planteado por el gobierno argentino. Hubo otro comunicado de la Cancillería: “Argentina no propicia un bloqueo”.
 
Un cambio de escenario
 
Las presiones, las declaraciones periodísticas y los comunicados duraron sólo diez días. En apariencia nada cambió porque cada quien se mantuvo en sus posiciones. Pero hubo un cambio muy importante y fue que por primera vez Gran Bretaña rompió el silencio, tuvo que moverse infructuosamente para neutralizar las acciones de la diplomacia argentina y se mostró molesta por el nuevo modo regional que adoptó el conflicto. Por primera vez desde la guerra, Argentina encontró la forma de que el carácter de potencia colonial se convierta en una rémora para Gran Bretaña. Seguramente tuvo la ayuda de la crisis que afecta a las economías centrales que las obliga a reposicionarse en el mundo, pero este cambio abrió una luz en el conflicto. Aun cuando el contenido de la reacción británica haya sido tan hostil y cerrado, puso de manifiesto que está obligada a dar explicaciones y que le resultará muy difícil de aquí en adelante mantener su rechazo sin argumentos a los reclamos por una negociación pacífica del diferendo.
 
Casación y la otra herencia
 
La guerra de Malvinas fue parte de la herencia dolorosa que dejó la dictadura. Otra parte fueron las violaciones a los derechos humanos. Y así como Malvinas comienza a descongelarse, la confirmación pública (la revelación fue tapa de Página/12 el 30 de diciembre pasado), realizada esta semana por los jueces que integran la Cámara de Casación de que tomarán como prioridad los juicios por delitos de lesa humanidad fue otra señal, y muy fuerte, de que una de las últimas barreras de esa retorcida herencia fue eliminada. Tal como anticipó este diario, los nuevos jueces que se incorporaron a fines del año pasado, más los que quedaron, anunciaron que tomarán medidas para acelerar los juicios por delitos de lesa humanidad.
 
Durante más de 20 años, la nueva democracia lidió con todo tipo de obstáculos que surgían de aquel pasado para impedir la acción de la justicia. Hubo carapintadas, leyes de punto final y obediencia debida y hubo amnistía. Cuando asumió Néstor Kirchner logró que el Congreso anulara esas leyes que impedían la realización de los juicios a los represores. Una decisión luego convalidada por la Corte.
 
Cuando los organismos de derechos humanos creyeron que finalmente ese reclamo por el que tanto habían luchado se estaba resolviendo, apareció un obstáculo que otra vez parecía insalvable: la Cámara de Casación Penal, el segundo tribunal en importancia después de la Corte Suprema, frenó el comienzo de los juicios.
 
Carlos Menem, que de alguna manera había refinado el sistema de los jueces de servilleta designó en 1992 a los integrantes de la Cámara. En ese momento, su ministro de Justicia, León Arslanian, calificó las designaciones como un “esperpento”. Los elegidos, y sobre todo el encargado de presidir el tribunal, Alfredo Bisordi, eran conocidos conservadores y algunos promilitares.
 
El juez que taponó las causas
 
Bisordi tenía fama de racista y amigo de la dictadura. La historia pareció confirmarlo: la colectividad judía lo acusó de antisemita y denunció que Bisordi había obstaculizado la investigación del atentado a la embajada de Israel. Dirigentes de esa colectividad aseguraron que Bisordi había difundido la hipótesis de que la explosión era obra de los mismos israelíes, una línea de investigación que no estaba sostenida por pruebas. Tiempo después, Bisordi puso en libertad a tres neonazis condenados por golpear salvajemente a un particular al que catalogaban de judío.
 
Bisordi no era un fenómeno aislado. La democracia heredó simpatizantes de la dictadura en el Poder Judicial, en las Fuerzas Armadas, en las policías, en ámbitos empresarios, en los medios de comunicación, en la Iglesia, en la política, en los sindicatos, en la educación, y en todas las áreas. La antinomia dictadura-democracia no se acabó en diciembre de 1983 cuando asumió Raúl Alfonsín y nunca fue nada más que militares-civiles. En cada uno de esos ámbitos hubo que decantar el polo democrático de ese antagonismo sin puntos de conciliación. Quizás el de los militares fue el más visible y por lo tanto también el parteaguas entre impunidad y justicia. Lo real es que esta sociedad debió conquistar la democracia en cada uno de esos ámbitos y que cada una de esas confrontaciones se llevó su tiempo. Uno de los ámbitos más difíciles fue la Justicia y no porque se ocultaran.
 
En otras áreas, los simpatizantes de la dictadura trataron de mimetizarse. En la Justicia el escudo más cerrado fue la tradición corporativa de los jueces. Todos sabían quiénes eran, pero nadie los acusaba y cuando alguien los acusaba, había otro que los protegía. La renuncia de Bisordi para evitar el juicio político, y los juicios contra los jueces Otilio Romano y Luis Miret en Mendoza, dan cuenta de que ese conflicto dictadura-democracia en la Justicia empieza a definirse por democracia.
 
Un tribunal ganado para la Justicia
 
A la renuncia de Bisordi, que después se dedicó a defender al represor Luis Patti, le siguió el año pasado el retiro de otros jueces y la incorporación de cuatro jueces nuevos que, junto a algunos de los que quedaron, le dieron al tribunal de Casación un perfil más coherente con el contexto democrático. Los nuevos jueces llegaron a sus cargos por concurso y no a dedo como sucedió antes con Bisordi. Fue un proceso de limpieza y democratización del segundo tribunal de la Argentina. Si a Néstor Kirchner se le asigna el mérito por la transformación de la Corte, habría que hacer lo mismo con Casación. Bisordi odiaba a Kirchner y llegó a decir que el ex presidente era un aprendiz de dictador y que la Justicia estaba mejor en la época de los militares. Kirchner no se arredró ante la corporación y colocó a Bisordi en el banquillo de los acusados, le quitó la aureola de juez intocable, lo contrastó con su historia y expuso sus complicidades. El retiro de Bisordi fue un triunfo democrático, pero también fue un triunfo de Kirchner acompañado por los organismos de derechos humanos. Y no fue conspiración ni conflicto de poderes, fue una disputa política legítima y a la luz del día.
 
El anuncio de una batería de medidas para acelerar los juicios por delitos de lesa humanidad está diciendo que finalmente Casación deja atrás el período Bisordi y se suma a la democracia.
 
© Escrito por Luis Bruschtein y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 15 de Nero de 2012.

La imagen presidencial... De Alguna Manera...

 La imagen y los votos siguen en ascenso... 

 

La Presidente ganaría hoy con un 61,5 por ciento. Los datos surgen de un sondeo de la consultora CEOP. Sobre la salud presidencial, un 68,8 por ciento dijo estar preocupado y un porcentaje similar consideró que no la afectará en su gestión.

Superando todos los pronósticos y las adversidades, si hoy se realizaran elecciones nuevamente, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner volvería a ganar por una mayoría todavía más abrumadora que la del 23 de octubre de 2011. Así lo establece una encuesta de la consultora CEOP que encabeza Roberto Bacman y que marca una intención de voto del 61,5 por ciento para el Frente para la Victoria. El otro dato saliente del sondeo es que ningún dirigente del pelotón opositor logró consolidarse. Por el contrario, el líder del Frente Amplio Progresista, Hermes Binner, bajó un par de puntos hasta quedar segundo con un 15,8 por ciento y el radical Ricardo Alfonsín se desplomó al 7,8. Por otro lado, el estudio analiza también el traspaso de los subtes a la órbita de la Ciudad de Buenos Aires y arroja un amplio rechazo al aumento implementado por decreto por el jefe de Gobierno, Mauricio Macri (ver aparte).

“A un mes de la asunción de Cristina Fernández para llevar a cabo su segundo mandato consecutivo, el sondeo deja al descubierto que las percepciones de los argentinos no presentan ningún cambio estructural. Incluso todo parece indicar que el posicionamiento altamente favorable al gobierno nacional a lo largo del año pasado, por estos días tiende a ser mayor”, aseguró Bacman en diálogo con Página/12.

El tamaño de la muestra es de 1179 casos, con una submuestra de 730 casos del Area Metropolitana de Buenos Aires para analizar el traspaso del subte de la Nación a la Capital Federal. Las entrevistas se realizaron por vía telefónica entre el 6 y el 12 de enero de 2012, arrojando un margen de error del 2,85 y una confiabilidad del 95,5 por ciento en el primer caso y un margen de error de 3,62 en el segundo.

Para Bacman, es necesario analizar el crecimiento; por un lado, la imagen positiva y el indicador de gestión, y, por otro lado, la intención de voto. “Es posible que la enfermedad haya ayudado en cuanto a la imagen positiva, pero también hay que tener en cuenta que la intención de voto de la Presidenta fue la única que creció. Y del otro lado, nadie de la oposición pudo consolidarse. Hasta hace un mes Binner estaba creciendo y ahora se cayó”, asegura el titular de CEOP.

Para entender ese fenómeno, Bacman explica que se mantiene una percepción que prevaleció durante el 2011: “En la Argentina sólo existe un único proyecto de gobernabilidad concreto”, el del Frente para la Victoria. En cambio, la oposición no ha logrado hasta el momento articular e instalar en el imaginario colectivo que posee una “opción viable”. Y este sigue siendo su principal desafío.

Como parte de los sondeos mensuales que realiza la consultora, en esta oportunidad se evaluó el impacto de la enfermedad de la Presidenta, que afortunadamente no se trató de un carcinoma sino de adenoma folicular. Un 68,8 por ciento dijo estar entre mucho y bastante preocupado por la salud de CFK mientras que un 26,9 poco y nada. Un porcentaje similar (65,8) al que se mostró preocupado por la Presidenta consideró que la no afectará en su gestión.

Si bien no se preguntó puntualmente por el conflicto entre el líder de la CGT, Hugo Moyano, y el Gobierno, Bacman aseguró que “la gente no lo ve todavía como un conflicto gremial sino más bien político y que como la sangre no llegó al río, el enfrentamiento aún no tiene consecuencias”. De todas maneras, aclaró que un escenario de conflictos gremiales como los que sucedieron durante el gobierno de Raúl Alfonsín es uno de los temores más grandes que tiene la gente. A pesar de que la enfermedad presidencial congeló el tema, desde el Gobierno señalaron que Moyano no se comunicó en este tiempo con Cristina Fernández (ver aparte).

“La gente se asusta mucho acá cuando ve la crisis en europa. Por eso en 2009 cuando la crisis no llegó acá fue un gran éxito para el Gobierno. Confía en la capacidad para controlar las crisis económicas internacionales”, agrega el titular de CEOP. Según el sondeo, un 59,8 por ciento considera que el próximo mandato del Gobierno será positivo y un 30,7, negativo.

© Escrito por Sebastian Abrevaya y publicado por el Diario Página/12 d la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 15 de Enero de 2012.


 

Fuente: CEOP.

Repetir... De Alguna Manera...

Repetir...

“La cabeza es el órgano de los intercambios, pero el corazón es el órgano de la repetición.” (Gilles Deleuze)

El kirchnerismo, como cualquier cultura, muestra su esencia eterna e inmanente en la repetición. “La vida es una repetición”, escribió el filósofo danés Soren Kierkegaard. Esto se reflejó una vez más en las analogías –repeticiones– entre el comportamiento del Gobierno en el caso de la salud de la Presidenta con similares estilos y costumbres de cuando se toman decisiones de índole política y económica.

El miércoles el Gobierno salió a responder (incompletamente) a la nota de Nelson Castro del domingo pasado en Perfil, donde se detallaron inconsistencias en el cuidado de la salud de la Presidenta que se podrían sintetizar en: ¿por qué se decidió operar con tanta urgencia si aunque hubiera sido un cáncer de tiroides su avance es lento? Fundamentalmente, ¿por qué no se esperó y buscó un segundo análisis de especialistas en cáncer específicamente de tiroides antes de operar? ¿Por qué se invirtió el protocolo durante la operación: extirpación primero y luego análisis? Y, ¿por qué se comunicó tan mal, escuetamente y sin conferencia de prensa médica?

La velocidad en operar y el hecho de no haber contado con un segundo análisis no resultan ajenos a la forma asertiva con que se administra el Estado en áreas sensibles y complejamente técnicas como la economía y las relaciones internacionales, donde se avanza con una determinación que no deja espacio para la duda, lo que sirve tanto para llegar rápido en el camino del éxito (Fútbol para Todos) como en el del fracaso (la 125 y su enfrentamiento con el campo).

Esa confianza absoluta en lo propio como derivado de un orgullo autóctono es constitutiva de la esencia pura del peronismo. El excelente documental Pulqui, un instante de la patria de la felicidad, dirigido por Alejandro Fernández Mouján, obligatorio para quien precise comprender el peronismo, recrea la historia de cuando la Argentina –en 1951– quiso competir con Estados Unidos y la Unión Soviética creando un avión a reacción nacional llamado Pulqui, fabricación que se discontinuó al ser derrocado Perón en 1955. En la película también se recuerda que visitando la Ciudad de los Niños en La Plata Walt Disney se habría inspirado para hacer Disneylandia. No debería extrañar, entonces, que hoy se le den consejos económicos a Europa: es una recuperación de aquel pasado como asunción de identidad sintética.

Los errores de comunicación, como no haber informado originalmente que el diagnóstico de cáncer tenía una mínima posibilidad de error, no explicar desde el inicio que aunque terminara descubriéndose que no se tratara de un tumor canceroso se operaría igual porque, aunque haya excepciones, ésa es la práctica más común en todo el mundo, y luego de la operación no haber permitido una conferencia de prensa donde los médicos aclararan todas las dudas son prácticas cotidianas en el ejercicio del poder donde los ministros y secretarios de Estado tienen la boca cosida y están aterrorizados ante la posibilidad de decir una palabra de más.

Pero no sólo con la salud de la Presidenta se observan formas de operar repetitivas. Sólo en la edición del día de ayer PERFIL publicó dos notas que son ejemplo de repetición: el kirchnerismo prepara a Boudou para futuro candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, reproduciendo el método usado con Scioli de un vicepresidente dócil que luego es catapultado a la gobernación.

La otra nota fue que la renuncia de la esposa de Zannini al frente de la Casa de la Provincia de Santa Cruz en Buenos Aires reflejaba que el kirchnerismo le soltaba definitivamente la mano al gobernador Peralta. Pero también mostraba otra repetición cultural: los kirchneristas eligen esposas con fuerte espíritu militante: a la mencionada de Zannini se agrega la de De Vido, Alessandra Minniceli, que integró la Auditoría General de la Nación, y la de Moreno, Marta Cascales, directora suplente de la empresa estatal Ar-Sat, que juntas produjeron la serie anti Clarín y La Nación El pacto; más el ejemplo emblemático de Néstor y Cristina  Kirchner.

Estos pequeños detalles reflejan mejor los códigos genéticos kirchneristas que decenas de discursos. Pero la repetición no debe ser pensada sólo como retrospectiva sino como un movimiento hacia adelante: Kierkegaard utilizó la palabra danesa gjentagelse donde gjen es “de nuevo” y tage es “tomar”. La repetición es algo tan viejo como nuevo, que si bien existía empieza a ser de nuevo. “La repetición es siempre trascendencia”, escribió Kierkegaard, para quien en ella estaba la libertad porque al repetir se escapa del fatalismo determinista de la arbitrariedad cambiante de la fortuna. El repetir es un deber de la autenticidad que en cada repetición recupera una nueva originalidad de sí mismo.

Hago todas estas aclaraciones positivas de la repetición porque también los medios y periodistas oficialistas salieron a criticar duramente a los medios y periodistas que se atrevieron a meterse con la salud de la Presidenta, repitiéndose también ellos. Como no podría ser de otra forma, porque todos estamos sometidos a lo incondicionalmente imperado de la ley de la vida.

No deberían enojarse; la presión de la prensa mantendrá alerta al  jefe de la Unidad Médica Presidencial, Luis Buonomo, quien desde que asumió Néstor Kirchner ha cometido suficientes errores como para obligarlo a esmerarse.

“No hay ciencia más que de lo general y no hay ciencia más que de lo que se repite”, escribió  Gilles Deleuze en su libro Repetición y diferencia. También él destacó el papel de la repetición que “expresa al mismo tiempo una singularidad contra lo general, una universalidad contra lo particular, un elemento notable contra lo ordinario, una instantaneidad contra la variación, una eternidad contra la permanencia. Desde todo punto de vista, la repetición es la transgresión”.

La repetición no es copia, no es el retorno de lo igual sino de lo mismo que no es igual. “La tarea de la vida –concluye Deleuze– consiste en hacer coexistir todas las repeticiones en un espacio donde se distribuye la diferencia.”

Pasó sólo un mes de los cuatro años que Cristina Kirchner tiene para gobernar y hacer de la repetición misma algo nuevo cada vez. Esto recién comienza.

© Escrito por Jorge Fontevecchia  y publicado por le Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 14 de Enero de 2012.

Historia africana y criolla de Montevideo... De Alguna Manera...

Historia africana y criolla de Montevideo...

 
  Hay tres circuitos imperdibles: las murgas, el Desfile de Llamadas y la movida en la zona del puerto.

Por las calles del sur de la capital uruguaya, el verano promete tres grandes atractivos, vinculados a la música, el canto, el baile y la gastronomía: murgas, llamadas y puerto.

El sur de la capital de Uruguay, sus zonas más antiguas, se vuelven una fiesta especialmente en épocas de carnaval, con tres grandes atractivos para el turista y el lugareño. Esos tres circuitos imperdibles son las murgas, el Desfile de Llamadas y la movida en la zona del puerto.


Las murgas

La particular conformación de música y canto que es la murga uruguaya moldea parte de la identidad nacional y funciona a lo largo del año. Pero su espíritu, sus temas, su mayor vibración suceden en carnaval. Entre sus influencias negras y criollas, reaparece con claridad el mestizaje con íconos del carnaval europeo –regido por el dios Dioniso devenido Rey Momo– y con la estética y los personajes del Carnaval de Venecia y de la Commedia dell’Arte –un séquito conformado por Pierrot, Colombina y otras melancólicas apariciones–. Esta atractiva multiculturalidad renace cada verano, a lo largo de la avenida 18 de Julio, sobre todo, entre Plaza Independencia y Plaza Cagancha. Por allí desfilan corsos, carros alegóricos, bellezas femeninas y cabezudos durante casi cuarenta días: el Desfile Inaugural Carnaval 2012 será el jueves 26 de enero.

En este contexto, por su parte, las murgas se presentan sobre los tablados, para contar cantando de qué va la cosa. Porque, si en algo se parecieran la murga uruguaya y la porteña, es en la capacidad de retratar el sentir popular en versos sencillos y pegadizos de picante contenido socio-político, y un abanico variopinto de amor, fútbol e ilusiones.

Las murgas, con su coro de unas 15 personas, más los instrumentistas (bombo, platillo y redoblante), se esmeran con profesionalismo para perfeccionar cada año sus composiciones y performances, pues desde 1910 existe el concurso oficial de Carnaval. En la categoría de murgas, Patos Cabreros y Curtidores de Hongos ganaron varias ediciones; también fueron premiadas tres de las murgas que suelen pasar por la Argentina: Araca la Cana, Agarrate Catalina y Falta y Resto.

Entre febrero y marzo, se despliega un ambiente de fiesta popular que ya es marca made in Uruguay y que se ha ganado su propio museo: el Museo del Carnaval, en la Rambla esquina Maciel.

El Desfile de Llamadas

Un capítulo especial del Carnaval es el Desfile de Llamadas. En él, se muestra, con potencia y reivindicación, la colectividad negra de Uruguay. El nombre de este evento se deriva del ritmo contagioso que los tambores generan, como una convocatoria, una llamada. Los instrumentistas, muchos de ellos aficionados a la música por herencia familiar, se congregan hacia la calle Isla de Flores, entre el barrio Sur y Palermo. Algunas de las agrupaciones que participarán del Desfile de Llamadas 2012, previsto para el jueves 9 y viernes 10 de febrero, homenajean, en sus nombres, sus raíces africanas: Las Panteras de Benguela, Kiamba, Cenceribó, Makalé, Swahili, Tucurucumba, entre otras. En cada comparsa, avanzan banderas, estandartes y pendones; también está la figura de un brujo anciano, el gramillero; una especie de ama de llaves, llamada mama vieja, y un escobero de fantasía, para barrer las malas ondas.

El ritmo mayor de las comparsas es el candombe, y su celebración recuerda el día de San Baltasar, de quien eran devotos los cautivos negros durante la Colonia. Hoy participan negros y lubolos, es decir, blancos maquillados e integrados a los rituales de los afrodescendientes. 

El bullicioso Desfile de Llamadas despierta fascinación creciente desde el siglo XVIII. En el siglo XXI, para poder asistir, conviene reservar lugar. ¿Dónde? En la red Abitab, para localidades con plateas establecidas; en los restaurantes y parrillas de los alrededores; o bien, entre los vecinos que abren sus casas y balcones por algún dinero –en estas fechas, se cotiza en dólares–.

La movida en el puerto

Para seguir la diversión, también está el circuito en la zona cercana al puerto. Por allí (en la esquina de Piedras y Pérez Castellano, mirando hacia la Rambla), conviene conocer el pintoresco recorrido de bares, restaurantes, y casas de diseño. Especialmente atractivo es el Mercado del Puerto. Dentro del edificio de hierro forjado donde antiguamente funcionó un mercado de abasto, hoy hay locales para comer al paso o para sentarse a una bien servida mesa. Conviven allí vendedores ambulantes, artistas callejeros, y un espíritu tan uruguayo como cosmopolita.

Lo principal es la buena onda y los sabores. El ánimo alegre lo dan los dueños de cada local y los comensales. Los sabores: pescado frito, chivitos, más carnes y achuras, sándwiches… Y el infaltable medio y medio. ¿Qué es? Un espumante tradicional uruguayo –blanco o tinto– que combina partes de vino y partes secretas según el marchante, que pueden incluir champagne, vermouth, grapa… Genera tanta frescura como alegría en el bebedor. Sírvase con amigos, como prolegómeno o conclusión de un fascinante recorrido por Montevideo en verano.

© Publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 15 de Enero de 2012. http://turismo.perfil.com/

CFK, Claves no reveladas...

Claves no reveladas...

 
 Sillón Ad Hoc. Dibujo: Pablo Temes

Lo que dice, y lo que no, el comunicado oficial y cómo se llegó al diagnóstico y la operación. Anticipos de PERFIL, confirmados.

Imaginar todo lo sucedido alrededor del cáncer de tiroides que afortunadamente la Presidenta nunca tuvo hubiera sido difícil y propio de una mente afiebrada y atravesada por una estructura compleja de pensamiento. La realidad, sin embargo, ha superado una vez más –y con creces– a la ficción. Y la historia de este episodio, del que esta columna dio datos precisos que aquí habremos de ampliar y explicar en detalle, ha dejado, lamentablemente, una secuela de desprestigio para la medicina argentina.

Como se sabe, felizmente la doctora Cristina Fernández de Kirchner no tenía un cáncer de tiroides. Como ya dijimos, ésa ha sido una muy buena noticia para ella, para su familia y para la institucionalidad del país. En cualquier país –y mucho más en la Argentina– es muy importante que el presidente se halle en buen estado de salud para completar la totalidad de su mandato.

No hace falta dar más explicaciones acerca de la trascendencia que el estado de salud del jefe de Estado adquiere. El impacto político producido por una afección que compromete seriamente su salud es mayúsculo.  Junto con ese impacto hay otro que, a su vez, se proyecta sobre la población en general. Vaya aquí un ejemplo que ilustra el significado de este concepto:

Cuando en 1985 se le diagnosticó un cáncer de colon al presidente de los Estados UnidosRonald Reagan, la claridad con que se informó a la ciudadanía sobre esa enfermedad tuvo una consecuencia positiva de alto impacto en la salud pública, ya que en conocimiento de la eficacia de los métodos diagnósticos destinados a identificar lesiones colónicas que se encuentran en los primeros estadios del mal, mucha gente concurrió a la consulta, por lo que el diagnóstico precoz de dicha enfermedad aumentó significativamente, lo que hizo que muchos de esos pacientes fueran sometidos al tratamiento correspondiente y se curaran.

Aquí pasó algo similar en los días siguientes a la difusión pública del carcinoma papilar que finalmente la Presidenta nunca tuvo. La cantidad de consultas que comenzaron a recibirse en los consultorios de los servicios de Endocrinología aumentó significativamente. Pero, a partir del alta presidencial y del brusco cambio diagnóstico, las redes sociales explotaron con las dudas de muchísimos pacientes que tras haberse sometido a una punción biopsia de la tiroides o haber estado a punto de hacerla fueron invadidos por la desconfianza acerca de la eficacia de ese recurso diagnóstico. El tema del falso positivo irrumpió en sus vidas, dato no menor que trajo a muchos de ellos incertidumbre y angustia.

Otro tanto ocurrió y sigue ocurriendo en el mundo médico. Destacados patólogos argentinos, que viven el episodio con dolor profesional, se ven en la obligación de tener que explicar esto a especialistas destacados de todo el mundo, para quienes la patología argentina tiene exponentes de referencia en el campo de las afecciones tiroideas.

Dicho ésto, vayamos a la narración y explicación completa de lo que sucedió con el cáncer que la Presidenta no tuvo:

El jueves 22 de diciembre, ante la detección de un nódulo palpable en el lóbulo derecho de su tiroides, la Presidenta se dirigió a Diagnóstico Maipú a los efectos de realizarse una serie de estudios complementarios. Se le hizo allí una ecografía que estuvo a cargo deldoctor Alejandro Boroda, en la que se visualizó un nódulo en el lóbulo derecho de la glándula, por lo que se procedió a efectuar una punción biopsia por aspiración con aguja fina. Las muestras de tejido obtenidas fueron analizadas por los doctores Julio San Martino y Liliana Balsells, quienes diagnosticaron un carcinoma papilar de tiroides. Este resultado le fue comunicado a la Presidenta ese mismo jueves 22, día en el que además se decidió que la paciente fuera sometida a un estudio tomográfico a los fines de descartar o confirmar la existencia no sólo de ganglios a los que se hubiera extendido el supuesto carcinoma, sino también de metástasis que comprometieran otros órganos.

Ese estudio se hizo el martes 27 de diciembre por la mañana y su resultado fue negativo. Con todos estos datos, el doctor Pedro Saco y su equipo junto con la Unidad Médica Presidencial acordaron la necesidad de operar, fijándose para ello la fecha del miércoles 4 de enero. Con todo esto ya cerrado, la Presidenta ordenó que se comunicara la mala nueva a la población. El comunicado leído en la noche de ese día por el secretario de Medios Alfredo Scoccimarro fue claro: la doctora Fernández de Kirchner padecía un carcinoma papilar sin extensión a los ganglios linfáticos ni metástasis.

En los días subsiguientes al anuncio de la enfermedad de la Presidenta, la doctora Melisa Lencioni, citóloga del Hospital Universitario Austral e integrante del equipo del doctor Saco, procedió a examinar los extendidos con que se hizo el diagnóstico de carcinoma. Como curiosidad, vale señalar que la muestra no fue remitida al Hospital Austral, sino que la doctora Lencioni debió desplazarse hasta el consultorio del doctor San Martino a los efectos de realizar su cometido. Allí apareció una discrepancia. “No hubiera sido tan categórica en llamar a esto carcinoma papilar”,  dijo –palabras más, palabras menos–, y expresó, además, que hubiese preferido utilizar la palabra neoplasia dejando abierta así la posibilidad al estudio de toda la glándula para definir sobre la malignidad o benignidad del tumor. Ese fue el primer falso positivo. Esta conversación, narrada por una fuente que tuvo participación en todo este engorroso episodio, desmiente el punto uno del comunicado del Austral, que se analiza y explica más adelante.

Según lo pautado, el miércoles 4 de enero la Presidenta fue operada de lo que, se creía, era un carcinoma papilar de tiroides, habiéndosele practicado una tiroidectomía total. En el quirófano central del Hospital Austral, sobrecargado de médicos. Estuvieron los patólogos: doctores Daniel Eduardo Siguelboim y Alberto San Román, jefe del servicio. La escueta información oficial que se dio señaló que todo había marchado sobre rieles. Lo mismo sucedió con la convalecencia de la Presidenta, por lo que fue dada de alta en el mediodía del sábado 7 de enero. Fue allí entonces que ocurrió lo impensado cuando se informó que la Presidenta nunca había tenido un cáncer. La muy buena noticia sorprendió a la opinión pública y shockeó a la comunidad médica. Algunos que comprendieron lo que vendría hicieron saber la necesidad de dar una conferencia de prensa para explicar lo que había pasado: la respuesta que obtuvieron fue el no rotundo de la Presidencia. En esa Babel, nadie advirtió que la dinámica de los hechos que sobrevendrían a esta novedad no se puede manejar por decreto.

La mezcla de incredulidad, sorpresa, polémicas médicas y, entre otras cosas, nuestra  columna de PERFIL, desencadenaron el enojo presidencial. Ya se sabe que el enojo es la dínamo de gran parte de las conductas reactivas de la Presidenta y muchos de sus colaboradores. En consecuencia, se dio la orden de difundir el informe histoanatomopatológico de los doctores San Martino y Balsells. A esa altura, el concepto de falso positivo había pasado a formar parte del acervo informativo de los argentinos. El diagnóstico de la Presidenta había sido un falso positivo, cuya incidencia es del 1% al 2% de los casos.

En un quirófano tan recargado de gente, y ante una situación que no dejaba bien parado al equipo médico actuante, hubo quienes empezaron a contar detalles de lo que pasó durante la operación. Nos tocó saberlo y contarlo.

Esto enfureció al Gobierno, a sus medios afines, a la Unidad Médica Presidencial y afectó al Hospital Austral. El miércoles, las versiones de renuncia  del jefe de la Unidad, Luis Buonomo, fueron muy fuertes. Terminaron cuando él mismo  en respuesta a la consulta de una colega, dijo: “Estoy aquí con la Presidenta y en un rato sale un comunicado del Austral aclarando todo”.  El comunicado salió unas tres horas después. No se sabe quién lo redactó; sí se sabe que lo aprobó la Presidencia. Es un comunicado que quedará en la historia por las dudas que genera y que, por ende, lejos de aclarar, oscurece. Vayamos a su análisis:

El punto uno dice:

“No hubo elementos suficientes surgidos del examen y de la revisión de los preparados de la punción citológica realizada a la señora Presidenta de la Nación, doctora Cristina Fernández de Kirchner, que obligaran a modificar el diagnóstico inicial de carcinoma papilar ni la indicación quirúrgica programada.”

Ya se ha relatado más arriba cómo fueron los hechos del análisis que hizo la doctora Lencioni, citóloga del equipo del doctor Saco. La redacción del párrafo, además, deja una entrelínea que confirma lo narrado en esta columna: en efecto, no se dice que no hubo elementos que obligaran a modificar el diagnóstico, sino que “no hubo elementos suficientes”. Es decir que algo hubo que generó dudas, pero que no fue suficiente. Ante esa circunstancia, ¿por qué no se optó por una nueva punción biopsia? ¿Por qué no se pidió una nueva opinión, como es de rutina en estos casos? 

El segundo punto del comunicado expresa lo siguiente:

“Durante la exploración quirúrgica se constataron los nódulos conocidos del lóbulo derecho, así como la presencia de un nódulo palpable en el lóbulo izquierdo y adenopatías visibles en el área  recurrencial derecha y pretraqueal. De acuerdo con esos hallazgos, se decidió la realización de una tiroidectomía total junto con linfadenectomía del sector VI (recurrencial derecho y pretraqueal), extirpándose la  pieza operatoria en un solo block.”

En referencia al segundo punto, se hace necesaria una explicación técnica. Durante una operación como la que se le realizó a la Presidenta, el equipo médico actuante incluye al patólogo, que está allí para realizar lo que se denomina biopsia intraoperatoria. La forma cómo se procede es la siguiente: el cirujano, una vez que abre y se encuentra con la tiroides delante de sí, toma los nodulos y se los entrega al patólogo para que los analice en ese mismo momento.

El objetivo de este procedimiento es no sólo el de confirmar el diagnóstico previo, sino también el de examinar otras áreas de la glándula.

Por lo tanto, es de buena práctica que el patólogo le pida al cirujano que tome muestras de más de una zona a los fines de asegurar el diagnóstico.

Del análisis del punto dos de este comunicado, queda claro que aquí se actuó de una manera distinta, ya que se realizó la extirpación total de la glándula tiroides y de los ganglios adyacentes sin previa realización de la biopsia intraoperatoria.

Pasemos ahora al punto tres del comunicado:

“La biopsia por congelación realizada informó neoplasia folicular para el nódulo dominante del lóbulo derecho, y neoplasia folicular sospechosa de malignidad para el nódulo izquierdo, cuya histología definitiva se difirió. De acuerdo a este informe se dio por cerrada la cirugía.”

Del tercer punto, surge que el estudio biópsico que se hizo en el quirófano fue, en realidad, un estudio posoperatorio, ya que la tiroides había sido removida en su totalidad.

Por lo tanto, desde el punto de vista práctico, se diría que fue algo sin sentido.

Pero lo sorprendente de este párrafo no termina ahí, ya que en él se habla de una “neoplasia folicular sospechosa de malignidad” en el nódulo hallado en el lóbulo izquierdo. Ese decir que aquí nos encontramos frente a un segundo falso positivo.

Hay que señalar que ese estudio se hizo con toda la pieza extraída y, por lo tanto, con suficiente cantidad de tejido.

Finalmente, el último punto del comunicado expresa:

“El informe anatomopatológico definitivo es el oportunamente comunicado; dicho informe fue revisado por Servicio de Anatomía Patológica del Instituto de Oncología Angel H. Roffo, de la Universidad de Buenos Aires, que coincidió plenamente con lo informado en el mismo.”

De lo expresado en el último párrafo del comunicado, llama la atención que no se informe quiénes fueron los patólogos del Instituto Roffo que examinaron la muestra, que ninguno de los patólogos que participaron de la operación firmara el comunicado del Austral y que no se conozca el informe anatomopatológico definitivo.

Llegamos así al final del análisis de este comunicado que nos ha permitido saber que, en el caso de la Presidenta, hubo un “nódulo palpable” en lóbulo izquierdo que no fue identificado en la ecografía; en vez de una biopsia intraoperatoria, como marcan las normas de práctica, se le hizo una posoperatoria, y en exámenes histoanatomopatológicos vistos por al menos siete patólogos, hubo dos falsos positivos.

Afortunadamente, como ya hemos dicho, la Presidenta no tiene cáncer y eso es una muy buena noticia.

En cambio, el manejo del caso y las confusas explicaciones públicas dadas al respecto no han hecho más que causar un desprestigio a la medicina argentina que inquieta a destacados profesionales que todavía no aciertan a comprender por qué pasó lo que pasó.

© Escrito por Nelson Castro y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 14 de Enero de 2012.

Argentina 2002... SIDE... Prostitución... De Alguna Manera...

Argentina 2002...

 El juez Oyarbide y el ex agente Martins (de camisa azul) en una fiesta. Foto: Cronista Comercial

La historia de Carla, que como otras 40 chicas argentinas terminó en el prostíbulo The One, en México, es la historia de la Argentina 2002.

Por entonces, no aparecía ni un solo aviso de trabajo en los diarios. O, mejor dicho, los únicos que aparecían eran los que pedían “recepcionistas”, “mozas”, “modelos” o “chicas de buena presencia”.

En su diálogo con Página/12, publicado el miércoles pasado, Carla (no es su verdadero nombre), contó que es de una localidad del oeste del Gran Buenos Aires. Digamos Gregorio de Laferrere. En verdad, es una localidad muy parecida a Laferrere.

Cuando salió a buscar trabajo estaba cerca de cumplir los 18 años. Aunque no lo contó, su vida no era nada sencilla: en aquel momento ya tenía un bebé. Y apenas estaba saliendo de la adolescencia.

¿Qué salida le daba la Argentina de 2002 a una chica linda y desesperada por tener unos pesos para alimentar un bebé en Laferrere? Sólo podía ser moza, recepcionista, modelo o chica de buena presencia; todas alternativas de contacto probable con el mundo de la noche.

Carla reveló en este diario que como moza le pagaban 25 pesos por día. La inexistente oferta de trabajos llevaba a que se aceptara cualquier cifra para tener algo para llevar a casa. Pero, arriba del escenario, las que hacían el baile del caño se llevaban los 25 pesos y ¡las propinas! Eso hacía una enorme diferencia.

“El problema –contó– es que había que ser voluptuosa y yo no tenía lolas suficientes. Me empezaron a hacer la cabeza. ‘Hacete las lolas, nosotros te damos la plata’, me insinuaban.”

El testimonio de Lorena Martins, la hija de Raúl Martins, permite conocer por primera vez la trama interna de la organización. “Tienen todo estudiado. Seleccionan pibas a las que piensan que van a quebrar. Tienen que ser lindas, pero apuntan a las que vienen con una situación familiar complicada. Saben que tarde o temprano las quiebran y se enorgullecen de quebrarlas”, reveló Lorena.

A Carla le prestaron el equivalente a 3000 dólares, una fortuna en la Argentina 2002. Y empezó a ganar propinas, pero nunca las suficientes para pagar aquel crédito de las lolas y al mismo tiempo mantenerse ella y el bebé. Luego empezó a aceptar bailes privados y algún sexo oral y finalmente a algún cliente. Aunque no eran muchos, a esa altura ya habían logrado quebrarla en forma casi total.

En forma estudiada, las cosas se llevan en ese punto a cierta familiaridad. Martins las invita a sus fiestas, las hace participar de su cumpleaños o el de sus socios, como llenando el vacío que tienen en sus propias casas. Hay un video de un cumpleaños de Raúl Martins. El ex SIDE, dueño de los prostíbulos, toma el micrófono y dice: “Esta casa (por el prostíbulo) ha sido para muchas chicas la primera casa”. Y era así: la casa de la Argentina 2002 para buena parte de esas adolescentes era el prostíbulo.

La familiaridad deriva en “la invitación” a Cancún. Es que todo empieza realmente con una invitación: “Vení a vernos, no te preocupes por el alojamiento, nosotros allá tenemos donde te podés quedar, el pasaje me lo devolvés en cuotas, y por ahí conseguís un trabajito de modelo o de recepcionista. Les gustan mucho las chicas argentinas y allá se gana en dólares. No es Argentina”.

Como muchos, Carla pensó que acá no había mucha esperanza. Ezeiza resultó una salida hacia un quiebre brutal. Se encontró con 40 argentinas –eran mayoría en The One– sometidas a sexo brutal, drogas, golpes, tequila. “Más de una vez me llevaron desmayada por la borrachera, pero además me levantaba y tomaba, porque no se podía soportar de otra manera. Yo era chica, tenía sólo 20 años, en un país en el que no conocía a nadie y a ellos los veías rodeados de policías, funcionarios, narcotraficantes, matones. A mi familia en Laferrere no le podía decir nada. Que todo iba bien, que el trabajo de recepcionista no tenía problemas, que cómo estaba mi hijo, que los extrañaba. Ellos, acá, sólo esperaban el giro de los dólares que les hacía cada mes. Pocos dólares, pero salvadores.”

Carla pudo volver. Aprovechó una interna en la organización de Martins. El abogado del ex SIDE, Claudio Lifschitz, la ayudó a salir de Cancún y estuvo un año para desintoxicarse del alcohol. Hoy tiene un pequeño kiosco, una pareja y la pelea bastante bien en Laferrere. Todavía habla con algunas chicas que están en México: “Irse de allá no es fácil. Hay chicas que quedaron embarazadas, tienen un bebé y todo se les hace más cuesta arriba. Otras cayeron en las adicciones y no quieren que las vean sus familias acá. Algunas se enganchan con los matones, porque te agarrás a lo que sea”.

Cuando Página/12 reveló la denuncia de Lorena Martins contra su padre y la historia de Carla, no faltó quien intentara descalificar sus testimonios basado en la “calidad moral” de las víctimas. Y la realidad es que no se trata de una historia de prostitutas, se trata de una historia de agentes de la SIDE, policías, inspectores y funcionarios de acá y de allá aprovechándose de centenares de pibas de 18 años de Laferrere, en la Argentina 2002.

©  Escrito por Raúl Kollmann y publicado en el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 15 de Enero de 2012.