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domingo, 19 de febrero de 2017

Caso del Correo Argentino. Tarde pero seguro… @dealgunamanera...

Tarde pero seguro…

Poner la cara. Dibujo: Pablo Temes.

Macri fue políticamente correcto pero demasiado lento de reacción. Sondeos.

© Escrito por Nelson Castro y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Le llevó una semana a Mauricio Macri darse cuenta de que el arreglo entre el Estado y el Correo Argentino Sociedad Anónima (CASA) era un escándalo que lo comprometía seriamente. El manejo de un caso que genera un conflicto de intereses innegables –se trata, ni más ni menos, que de la empresa de la familia del Presidente– fue muy malo. La decisión de revocar lo actuado y de comunicarlo mediante una conferencia de prensa abierta a preguntas fue un acierto político. El episodio dejó al descubierto hechos sobre los que el jefe de Estado y su entorno deberían reflexionar seriamente. Aunque en público Macri los defiende, este tema ha dejado varios heridos en su equipo ministerial, entre los que figuran el jefe de Gabinete Marcos Peña y el ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad. Fuera del núcleo duro del partido amarillo las objeciones ya han comenzado a tomar estado público.

El diputado de Cambiemos Mario Negri aseguró en declaraciones radiales que “los errores desgastan aunque es preferible corregirlos”. En el off the record el tono es aún más descarnado: “Más que la economía me preocupan los errores no forzados; hay buenas intenciones pero no se puede seguir por este camino” –aseguró un hombre de contacto fluido con intendentes y líderes territoriales–. Dentro del radicalismo están que vuelan. Al poco cariño que les genera a muchos la figura de Aguad, se suma la desazón por la falta de consulta y participación a la que el Gobierno los tiene acostumbrados.

La conferencia de prensa del Presidente dejó varios puntos para analizar que demuestran errores técnicos que se podrían haber evitado fácilmente. ¿Quién lo asesora? Judicialmente hablando es imposible volver a fojas cero porque no hay manera de comenzar todo el proceso nuevamente. En el entorno de la fiscalía señalan dos posibles alternativas: la primera –que desde el punto de vista técnico genera debate– podría ser retirar la conformidad y exigirle a la concursada que le pague más. La segunda es que, como el juez todavía no ha homologado el acuerdo, lo pactado se podría rectificar –señalan en tribunales buscando interpretar las palabras del Presidente–. Los críticos de la iniciativa advierten que las idas y vueltas no deben convertirse en un instrumento que, ante la aparente buena fe, sirva demorar la solución del conflicto para ganar tiempo en un año electoral.

La participación de la Auditoría General de la Nación (AGN) dejó al desnudo no sólo el desconocimiento de los mecanismos de funcionamiento de los órganos de control sino  también la falta de gestión política del Gobierno, defecto que parece agravarse en los últimos meses. 

Entre los desvelos del Gobierno están las elecciones legislativas de octubre próximo en las que, como siempre, la provincia de Buenos Aires es el terreno de las tensiones más acuciantes. A nivel país el fenómeno María Eugenia Vidal sigue picando en punta con una imagen positiva del 50%. Pero Vidal no puede ser candidata, por lo que el oficialismo busca aún al postulante ideal para el distrito más importante.

El futuro de Cristina Fernández de Kirchner continúa siendo una incógnita, aunque muchos dan por hecho que jugaría como cabeza de lista de legisladores por el kirchnerismo en el distrito bonaerense.  Si bien ése es el escenario preferido por el Gobierno (variante que le permitiría dividir al peronismo y apostar a la polarización entre “lo viejo” y “el cambio”) la definición sobre quiénes estarían encabezando las listas desató una verdadera rueda de pulseadas y especulaciones en el oficialismo.

Jorge Macri trabaja a destajo para ganarse el primer lugar en la lista para el Senado. Su principal problema es la desaprobación que su persona genera entre las mujeres fuertes de Cambiemos: Vidal le prometió que no influiría en sus planes, pero no termina de confiar en él; Elisa Carrió le bajó el pulgar hace tiempo y lo atacó públicamente por considerarlo un hombre poco transparente y con manejos espurios.

A su vez, la propia líder de la Coalición Cívica no cuenta con el aval total de la gobernadora bonaerense, que no ve con buenos ojos su exceso de personalismo. Mauricio Macri es pragmático; si la imagen de CFK continuara creciendo en el segundo y tercer cordón del Conurbano (hoy tiene picos del 42%), jugaría la carta más conservadora inclinando la balanza a favor de Carrió, aún “a riesgo de agigantar la figura de quien le ha dado más de un dolor de cabeza” –razona un dirigente de la provincia de Bs.As. En cambio, un triunfo de Carrió jugando en Diputados la alejaría de la polarización con Cristina y le permitiría al oficialismo capitalizar el logro de manera grupal.

El pasado martes, en Tucumán, el general César Santos Gerardo del Corazón de Jesús Milani se presentó en sede judicial por la causa de la desaparición del soldado Alberto Agapito Ledo. Escueto y sin dar muchos detalles salió de allí airoso sin pensar en la posibilidad de quedar detenido. Pero la segunda vez en la misma semana que Milani visitó una sede judicial –en la provincia de La Rioja–, su destino fue otro.

El socio comercial de Guillermo Moreno en una cadena de pancherías y ex comandante en jefe del Ejército en los dos últimos años del kirchnerato, quedó detenido.

En sus últimas apariciones públicas el militar trató de desligar de su situación al kirchnerismo para no afectarlo políticamente, ya que, de confirmarse las imputaciones que pesan sobre él, marcarían tal vez la contradicción más grande del gobierno “Nacional y Popular”, por haber mantenido como jefe del Ejército a un oficial acusado por delitos de lesa humanidad.

En la controvertida entrevista que le realizara la propia Hebe de Bonafini por la Televisión Pública en el año 2013, Milani resaltó las bondades “de los últimos 10 años” (. . .) y aseguró que “las Fuerzas Armadas de otras épocas se creían los dueños del mundo, de la gente y creían que eran distintos y que hoy las nuevas fuerzas quieren participar del nuevo proyecto nacional de país”.

En cuanto a las causas que lo tienen en la mira, le aseguró a Bonafini algo, que según su relato, también le juró a su hija “yo ni maté, ni torturé, ni estuve”. Como se ve, los testimonios obrantes en los expedientes judiciales dicen otra cosa. Kirchnerismo puro.

Producción periodística: Santiago Serra.



domingo, 10 de julio de 2016

El delirio de no querer festejar el Bicentenario… ©dealgunamanera...

El delirio de no querer festejar el Bicentenario…


Está claro que la fiesta fue magra. En comparación con los festejos del bicentenario de la Revolución de Mayo, lo de este fin de semana fue como festejar un cumpleaños en enero, pero no por eso dejó de generar polémica entre los que están a favor y en contra. A favor de que se festeje fuerte y en contra de que se tenga que pagar, obviamente.

© Escrito por Nicolás Lucca, en El Relato del Presente, el domingo 10/07/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Con la cabeza agobiada por los problemas que nos arroja la recesión económica, el clima de bicentenario no se hizo presente. Estamos en otra. Tan en otra que no registramos que Carrió le pidió a María Eugenia Vidal que haga algo con el jefe de la policía bonaerense, ya que su pasado en la lucha contra el narcotráfico fue tan improductivo que daba para sospechar de algún tipo de connivencia. Otra que no lo registró fue Patricia Bullrich, que salió a bancar al jefe de la poli de Buenos Aires sobre el que pesa la misma consideración que se podría tener sobre el jefe de la Federal, que pasó la última década al frente de la superintendencia de Drogas con los resultados que ya conocemos.

Tampoco registramos que Horacio Rodríguez Larreta acepta la renuncia de un funcionario porque a un grupo de actores que vive puteándolo no les gustó que ese funcionario dijera que son unos ladris; del mismo modo que ni nos dimos cuenta que a doscientos años de la declaración de la independencia de este cacho de tierra al que llamamos Patria, el debate político sigue vigente, aunque flojo de encanto. Hoy no discutimos sobre qué país queremos dejarles a nuestros hijos y nietos, si no sobre si corresponde o no que el dibujo de Eva en la 9 de Julio esté iluminado por las noches o no, sobre si hay que pagar las tarifas con aumento, si reclamamos el Ahora 12 para la factura de gas, o nos calentamos a leña pero con wifi.

El Papa envía una carta para saludar a los argentinos por el bicentenario y remarca que “la Madre Patria no se vende”. Mientras muchos nos preguntábamos qué habrá querido decir el amigo famoso de Gustavo Vera, si cancelaron la venta de España o qué corno, el kirchnerista despechado lo tomó como bandera y lanzó la contrarrevolución tirando toda la carne al asador. La carne alcanzó para un hashtag en Twitter, pero hay que reconocerles la voluntad.

Cristina Elisabeth agitó la previa al bicentenario dolarizando ahorros y tuiteando desde su departamento en Recoleta. La mishiadura económica nos afectó a todos y la expresi vio como en dos meses pasó de ser recibida por multitudes y dar discursos ante miles de personas en Comodoro Py, a ser recibida por Parrilli, veinte pibes y 52 banderas, tener más policías que militantes en tribunales y quejarse de una cámara de seguridad en la esquina.

Luego de una semana de hitazos triunfalistas, Cris se quiso tomar el palo antes de la medianoche del 8 de julio, pero el clima la hizo volver a su departamento, donde la esperaba el orfanato camporista cantando villancicos nuevos como “la Recoleta es de Perón”. Sí: la Jefa se instala en el barrio más paquete y aristocrático de la ciudad de Buenos Aires, pero la militancia lo toma como un acto de rebeldía.

Cristina, consciente de que estaba frente al grupo de Edipos irresueltos más grande que ha dado este país, mostró de primera mano lo fácil que le sale dibujar los hechos. Se los encontró de pedo porque le cancelaron el vuelo, pero les dijo que “solamente nosotros podemos hacer un acto peronista en calle Juncal”. Luego dijo que se quedó pensando en lo que dijo el Papa con eso de que “la Patria no se vende”. La que le entregó un cacho de tierra soberana a los chinos y la exploración petrolera a Chevron no profundizó demasiado en el tema, pero alcanzó y sobró para que cayeran algunas lágrimas de emoción entre quienes la escuchaban.


Montada en la caja de una camioneta, a la Presi le pidieron que se quede hasta la medianoche para celebrar el bicentenario con la muchachada. Complaciente con los pibes que se bancaron ser señalados como parias emocionales con capacidades ideológicas diferentes, la expresi tiró un claro, conciso y esperanzador “Olvidate” acompañado de un arengador “no me quedo acá hasta las doce”. No existe dinero que pueda pagar tamaña sabiduría de estadista. Finalmente Cris se retiró y la camioneta pudo continuar vendiendo huevos por el barrio. 

El actor Diego Reinhold, descendiente de los mapuches que habitaban los bosques alemanes de Saafeld, se quejó de que los festejos se llevaran a cabo en la plaza que está al lado del Teatro Colón porque el teatro se llama Colón. Porque está claro que Cristóbal Colón combatió la independencia argentina a pesar de la pequeña desventaja de haber nacido italiano, nunca haber pasado ni cerca del Río de la Plata y haber fallecido 310 años antes. Sin embargo, Reinhold fue la cara visible, pero detrás de él hubo cientos de nabos con acceso a Internet que nos corrieron con que esto es una pesadilla, con que no podemos tener a un ex rey de invitado, con que es una vergüenza que se organice un desfile militar para una fecha patria y con que es un embole que no contemos con recitales de los amigos de Teresa Parodi.

No veía berrinche colectivo tan infantil desde que en preescolar nos cancelaron la salida grupal al show de Carlitos Balá en la calle Corrientes. El planteo es simple, estimados: ¿Cómo creen que España llegó a ser el “imperio donde nunca se pone el sol”? ¿Con amor? ¿Y cómo creen que conseguimos la independencia del imperio con el ejército más poderoso del mundo de aquel entonces? ¿Con charlas en las plazas? ¿Cuáles creían que eran “los laureles que supimos conseguir” si no fueron en campos de batalla? ¿Qué creían que significaba “o juremos con gloria morir”? ¿Qué organicemos un pacto suicida con todas las chicas llamadas Gloria?

Puedo entender que tantos años llamando imperialistas a esos países a donde van a gastar su dinero reventando la tarjeta de crédito les dejó la comprensión al mismo nivel de un australopithecus con retraso madurativo, pero combatir al imperio en el siglo XIX requería algo más que pancartas.

El Grito de Asencio no fue un discurso arengador ni el sitio de Montevideo consistió en un abrazo solidario convocado por Whats App. Y si bien del Éxodo jujeño podrían haber participado del saqueo para que no quede nada a los que vengan después, lo cierto es que tampoco fue llevado cabo por ensayistas. El Combate de Las Piedras, la batalla de Tucumán, la batalla de San Lorenzo, Suipacha, el cruce de los Andes, la batalla de Chacabuco, todos fueron hechos claves y concretos que consiguieron, aseguraron y garantizaron nuestra independencia. Y no, no se gestaron desde una reunión en una unidad básica, ni gracias a un videíto en YouTube, ni por una campaña de carteles de actores prebendarios en Facebook.

Se definen militantes, un vocablo derivado de militar, reivindican a San Martín, Rosas y Perón, se sienten parte de un movimiento creado por Teniente General, pero les irrita que los militares del siglo XXI marchen por las bestialidades que cometieron los militares del siglo XX, ese mismo siglo XX que nos dio al "Sheneral". Entiendo que la incoherencia la llevan en el ADN, pero no dejan de sorprenderme que hayan aprendido a atarse los cordones. Doce años de realismo mágico les dejó las neuronas empastadas y realmente creen que con firmar un papelito alcanza para que las cosas ocurran. Si aplaudieron la construcción de millones de viviendas sólo porque se prometieron en un decreto, cómo no van a creer que fuimos independientes gracias a que los godos se asustaron y abandonaron la mitad de sus posesiones de ultramar luego de enterarse que treinta y tres rebeldes habían firmado un documento en el living de una casa. 

También patalearon por la presencia del rey emérito Juan Carlos de Borbón. No registraron que en Argentina hablamos español, somos mayoritariamente católicos, y el 100% de nuestros patriotas nacieron en territorios pertenecientes a la corona. Son los mismos giles con apellido europeo que hablan en primera persona para criticar la colonización europea desde una computadora en un departamento en la Buenos Aires que perteneció a los querandíes. Lindo mensaje para los que aspiran a superar La Grieta: en España pasaron doscientos años, ocho reyes, diez gobernantes que no fueron monarcas, varias formas de gobierno, un par de dictaduras y una monarquía republicana, pero invitar al Juanca es entregar nuevamente los dominios del Virreinato del Río de la Plata a su majestad.


El mundo gira, pasan los años, pasan los siglos, y las cosas cambian tanto que nada es determinantes. De hecho, si llegaran a registrar que el primer país que nos reconoció como un par libre e independiente fue el Reino Unido de la Gran Bretaña, entran en un colapso nervioso. Y lo hizo recién en 1826, tras 16 años de guerras contra los godos que dieron paso a las guerras intestinas que se prolongaron por otros sesenta años.

Sí, los militares se cargaron a la democracia varias veces a lo largo de cuatro décadas. Y de la última pasaron otras cuatro décadas. Y entiendo que el delirio personalista los lleve a confundir las instituciones con las personas. Pero si los militares de hoy en día tienen que pagar por los errores cometidos por la institución de hace cuarenta años, bajemos la persiana y mudémonos de planeta: el Estado también es una institución y es la misma que reprimió, desapareció gente y asesinó a mansalva, y no por eso vamos a impedir que siga existiendo como tal. Supongo que no debería ser muy difícil de entender, pero aprovecho la onda papal que aplican y les digo que deberíamos suprimir los tedeums en fechas patrias, dado que Mario Poli no debería dar la cara luego de todas las muertes y torturas cometidas por la inquisición durante siglos.


Por último, para relajar los ánimos y llevar algo de calma a esos espíritus tan preocupados por el qué dirán los progres del mañana al ver la foto de este bicentenario, les comunicó que el último militar de la dictadura que tuvo una acusación por su accionar cuando era un purrete de 21 años, se encuentra procesado desde hace un buen tiempo. Se llama César Milani.

Si tan sólo hubieran prestado atención cuando les enseñaron la diferencia entre Gobierno y Estado, o entre personas e instituciones, no estarían sufriendo tanto y se sentirían felices de habitar un país que celebra dos siglos de independencia del imperio más grande que ha conocido el mundo.

Y eso costó sangre. Mucha, mucha sangre derramada a lo largo de décadas para que hoy no tengamos que discutir qué modelo de país tenemos. Con probar la receta que nos dejaron por escrito por una vez, quizás, en una de esas, salimos adelante.


Domingo. “Juremos no dejar las armas de la mano hasta ver al país enteramente libre o morir con ellas como hombres de coraje”, dijo José de San Martín y no, precisamente, en su muro de Facebook.

Publicado por Lucca. Todo el contenido publicado es de exclusiva propiedad de la persona que firma, así como las responsabilidades derivadas.


jueves, 9 de julio de 2015

Las pruebas que ocultó Horacio Verbitsky sobre el General Milani... @dealgunamanera...

Las Pruebas Que Ocultó Verbitsky Sobre Milani...

Horacio Verbitsky

Vericuetos del casdo del conscripto Ledo. El desdoblamiento propuesto por Robert Louis Stevenson en “El Hombre y la bestia” es más común de lo que se piensa, especialmente en la escena política argentina.

El domingo 28 de junio pasado, haciendo uso de su añeja profesión de periodista, Horacio Verbitsky ironizó en Página 12 sobre el retiro de su ex aliado César Milani al titular su nota “Razones personales”. Sin asomo de rubor, Verbitsky apunta en el copete: “La razón personal de Milani fue que el poder Ejecutivo perdió la confianza en él. Nunca debería haberla tenido”. Ese “nunca” que transfiere alegremente al Poder Ejecutivo, lo comprende como cómplice y encubridor del asesino del conscripto Alberto Agapito Ledo.

En un alarde informativo, donde combina la pericia profesional con informaciones suministradas por fuentes judiciales y de inteligencia, el periodista Verbitsky aporta un dato clave que omitió prolijamente el Verbitsky Presidente del CELS, durante todos los años que eslabonaron el irresistible ascenso del general Milani a la jefatura del Ejército: el estrecho vínculo entre el renunciado y otros connotados represores “entre ellos uno de los condenados por el asesinato del obispo Angelelli”.

Al comentar la causa por enriquecimiento ilícito que el juez federal Daniel Rafecas, le sigue al teniente general retirado César Gerardo Santos del Corazón de Jesús Milani, el periodista Verbitsky constata (recién ahora) que el imputado le compró un departamento en Moldes 2372, al comodoro falangista Luis Fernando Estrella, condenado a cadena perpetua hace un año, junto con el archiconocido genocida Luciano Benjamín Menéndez, por el asesinato –en 1976- del obispo Enrique Angelelli. Estrella también fue condenado a perpetua por secuestrar, torturar y asesinar, en la base de Chamical,  a los sacerdotes Juan de Dios Murias y Gabriel Longeville, estrechos colaboradores del Pelado Angelelli “Después del golpe del 24 de marzo de 1976 –escribe Verbitsky- Estrella fue designado segundo jefe de la base de la Fuerza Aérea en Chamical, mientras Milani revistaba en el Batallón de Ingenieros en Construcciones 141 del Ejército con asiento en la ciudad de La Rioja. Estas dos unidades fueron el eje de la represión en la provincia”.

Efectivamente. Ambos, además, estaban bajo las órdenes de quien fuera Jefe del Batallón 141 e interventor militar en la provincia de La Rioja: el coronel Osvaldo Héctor Pérez Battaglia, un genocida a quien una muerte oportuna salvó de ser condenado a perpetua por el asesinato del obispo Angelelli.

El vínculo entre Milani y el comodoro Estrella, iniciado en la represión clandestina en La Rioja, continuado en el alzamiento carapintada de 1987 y comercializado a fines de los noventa en la operación inmobiliaria, que relató con precisión el periodista Verbitsky, nunca había sido tomada en cuenta por el Verbitsky presidente del CELS, esa especie de Cardenal Mazarino que –entre gallos y medianoche- asesoraba a la ministra de Defensa Nilda Garré y es, por lo tanto co responsable del irresistible ascenso del espía militar con más poder desde los tiempos de la dictadura.

En 2007, siendo coronel, Milani pasó a ocupar la Subdirección de Inteligencia del Ejército y a fines de ese mismo año fue ascendido a general de brigada, con acuerdo del Senado, sin que los senadores dijeran ni mú.

El 30 de enero de 2008, el flamante general de Brigada pasó a ocupar la Dirección General de Inteligencia sin que el CELS, ni su presidente Verbitsky se alarmaran.

El 31 de diciembre de 2010, el Senado aprobó su ascenso a general de división, y nuevamente el CELS se calló la boca. Por esas fechas su protectora, Nilda Garré, pasó de ministra de Defensa a titular del flamante ministerio de Seguridad.

El 4 de enero de 2011, el general de división Milani ascendió a Subjefe del Ejército, conservando la Jefatura de Inteligencia, sin que Verbitsky recordara la extraña amistad del flamante Subjefe con el asesino de Angelelli, el comodoro Luis Fernando Estrella. Apenas hubo una denuncia del Partido Obrero, acusándolo de haber participado en una de las intentonas “carapintadas”, lo cual fue desmentido por el CELS y su Presidente después de consultar una nómina elaborada por la Corte Suprema. Dijeron que “aparentemente” no había participado en asonadas.

El 3 de julio de 2013 ascendió a Jefe de Estado Mayor en reemplazo del Teniente General (retirado) Luis Pozzi.

Once días más tarde, en el programa PPT, que conduce Jorge Lanata, el ex preso de la dictadura en La Rioja, Ramón Olivera, lo acusó de haber secuestrado a su padre y hecho desaparecer al conscripto Alberto Agapito Ledo, al que le falsificó un acta de deserción.

Milani, el hombre que había servido en la sombra para espiar a los opositores del gobierno, la eminencia gris que se aprestaba a reemplazar con éxito a históricos buchones de la SIDE como “Jaime” Stiusso, el ex carapintada que se había adaptado con ductilidad al discurso “nacional y popular”, aparecía de golpe metido de cabeza en el genocidio que se ensayó en el Operativo Independencia y se generalizó con el golpe del 24 de marzo.

Al comienzo, como otros organismos de derechos humanos cercanos al gobierno, el CELS intentó una negativa tramposa: no se habían encontrado pruebas de que Milani hubiera participado en el sangriento Operativo Independencia, que condujo el feroz general “peronista” Acdel Vilas. Para ellos el Operativo en cuestión había terminado el 24 de marzo de 1976 con el golpe de estado que derrocó a la viuda de Perón y generalizó el terrorismo de Estado. Una delimitación burocrática y falsa, que pretendía dividir arbitrariamente –a partir del día del golpe- lo que sería el ensayo de la masacre con la masacre misma. En la realidad, el Operativo se prolongaría durante la dictadura militar con genocidas entrenados en Vietnam y expertos en el tema de las famosas “aldeas estratégicas”, como el general Antonio Domingo Bussi.

El 16 de  julio, el Presidente Verbitsky dijo al diario La Nación que en los archivos del CELS no había “informaciones que lo vincularan (a Milani) con violaciones a los derechos humanos o acciones contra el orden democrático”. En una inesperada fusión, el Periodista Verbitsky salió a respaldar a su doble del CELS, escribiendo: “Tiene razón el general de división César Milani cuando dice que las denuncias en su contra tienen el fin político de perjudicar al gobierno nacional”.

Al día siguiente (17 de julio) el Verbitsky del CELS emitió un comunicado de cinco puntos, para absolver al general de las críticas formuladas por el senador radical Gerardo Morales. El punto 3 merece ser citado en su totalidad:

“3. En ocasión del ascenso de Milani en 2010, se presentaron dos denuncias en su contra, sobre las que el CELS fue consultado. Una sostenía que participó en el alzamiento ‘carapintada’ de 1987. La fuente que el CELS utiliza para identificar a los partícipes en esa rebelión es la resolución de la Corte Suprema que, al decidir el pase del expediente a la entonces vigente justicia militar, identificó uno por uno a todos los que intervinieron. Milani no figura entre ellos. La otra impugnación le atribuía actividades violatorias a los derechos humanos durante la llamada Operación Independencia en Tucumán. La información consolidada presente en los registros del CELS no permitía constatar la información y, por lo tanto, cuestionar la proposición de ascenso. No obstante, se solicitó a la Comisión que amplíe la consulta con otras fuentes”.

Cuando empezó a escucharse la voz de las víctimas, especialmente las de Marcela Brizuela de Ledo, madre del conscripto Alberto Agapito, y su hija Graciela, el Verbitsky del CELS comenzó con discreción y muñeca un giro para no quedar pegado a un genocida carapintada, comprometiendo su relación y la del CELS con sus padrinos internacionales, como la Fundación Ford.

El 21 de julio de 2013 el Periodista Verbistky escribió en Página 12 que Milani tal vez debería “dar un paso al costado”, pero arropó el consejo con tres infamias de las que no tiene regreso por más esfuerzos que haga:

1)”Tiene razón el general de división César Milani cuando dice que las denuncias en su contra tienen el fin político de perjudicar al gobierno nacional”. O sea que la madre y la hermana de Alberto, que militaban en Madres de Plaza de Mayo de La Rioja, que defendían la política de derechos humanos y que le pidieron ayuda, sin éxito, a Hebe de Bonafini eran meros títeres de Magnetto y la oposición…

2) “No hay datos fehacientes de la relación de Milani con el soldado desaparecido Alberto Ledo”. ¿Y el sumario por deserción redactado y firmado por el subteniente Milani? Y los testimonios que ubican a Ledo como asistente de Milani? ¿Y el pedido de indagatoria formulado por el fiscal federal Carlos Brito, basado a su vez en nuevos testimonios que incriminan a Milani?

3) La famosa foto donde se ve a Milani con otros carapintadas durante el levantamiento “es apenas una conversación con ellos porque él no se amotinó?”. ¿Cómo lo sabe Verbitsky?. ¿Se lo dijo el propio Milani? El promotor de aquel levantamiento  y verdugo de La Perla, Ernesto “Nabo” Barreiro, no vacila en considerar al asesino de Ledo como un “compañero peronista”, según lo declaró a los medios hace poco tiempo, cuando proponía revelar donde había cadáveres de desaparecidos a cambio de una reducción de la pena.

Al acercarse el tema espinoso de las promociones militares de fin de año, en las que el jefe del Ejército debía ascender al grado máximo de teniente general, el Presidente del CELS optó finalmente por impugnar al hombre que hizo desaparecer al soldado Ledo, aunque todavía con un lenguaje lo suficientemente suave y ambiguo (ajeno a la mordacidad que se le conoce al Periodista Verbitsky), como para no molestar demasiado ni a Nilda ni a Cristina, fieles sostenedoras de “Nenino”.

Su cambio de posición, sin embargo, le valió una chicana del jefe del bloque mayoritario en el Senado, Miguel Angel Pichetto, que dijo sin ambages: “Milani era bueno cuando estaba en el ministerio de Defensa y de pronto es un personaje deleznable cuando no está acompañando a Nilda Garré”. Por cierto, la chicana del senador Pichetto desnuda que el jefe del Ejército no se limitaba a cumplir órdenes de la entonces titular de Defensa, lo que orgánicamente sería correcto, sino que la “acompañaba” lo cual marca una proximidad personal entre jefa y subordinado que no parece muy apropiada y que incluye al Presidente Verbitsky, en una suerte de asesoramiento clandestino que no se atreve a decir su nombre. Así fue, por otra parte, Pichetto sabía de qué hablaba.

A partir de ese momento, a medida que las causas judiciales por crímenes de lesa humanidad empezaron a multiplicarse, el Periodista y el Presidente coincidieron en tomar distancia de Milani. Su designación “fue un grave error”, sentenció Verbitsky, dando a entender que la calificación podría ser mucho más dura si no estuvieran Nilda y Cristina de por medio. Favor con favor se paga y una mano (sucia) tapa la otra, por eso cuando la unidad existencial llamada Horacio Verbitsky, que integran el periodista, el asesor en las sombras y el presidente del CELS, fue denunciada por Gabriel Levinas como colaborador de la Aeronáutica durante la dictadura, la Presidenta exhibió al Perro en su propio podio presidencial, como un triunfador en el Kennel Club para la Victoria.

Ahora, alentado por el auspicioso retorno al close up, Verbitsky recuperó durante un rato su añejo oficio periodístico y exhumó el vínculo inmobiliario entre César Milani y el comodoro Estrella. Que es como decir, el vínculo entre el asesinato de Alberto Ledo y el del obispo Enrique Angelelli.

El eslabón perdido entre un crimen de lesa humanidad y un magnicidio, también de lesa humanidad, eslabón que alguien busca afanosamente en el áspero territorio de La Rioja.

© Escrito por Miguel Bonasso el miércoles 08/07/2015 y publicado por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.    

viernes, 3 de julio de 2015

Bonasso denuncia hackeo por publicar que "a Ledo lo ficharon los menemistas en 1974"... @dealgunamanera...

Bonasso denuncia hackeo por publicar que "a Ledo lo ficharon 
los menemistas en 1974"...

El periodista Miguel Bonasso. Foto: Cedoc

El periodista señala que el diario El Sol, de La Rioja, publicó en abril de ese año un listado de "Activistas de Izquierda", en donde figuraba el joven desaparecido.

El periodista Miguel Bonasso publicó un artículo que generó gran repercusión: "Un diario menemista fichó al conscripto dos años antes de que Milani lo hiciera desaparecer". Según su crónica, el diario El Sol, de La Rioja, publicó en 1974 una lista de "activistas de Izquierda",entre los cuales figuraba Alberto Agapito Ledo, de 18 años.

"El 11 de abril de 1974, dos años antes de que el subteniente César Milani lo hiciera desaparecer para siempre, Alberto Agapito Ledo había sido denunciado públicamente como “subversivo” por el diario El Sol, fundado en mayo de 1972 por el espía de la SIDE Tomás Alvarez Saavedra y dirigido en sus primeros meses de vida por Eduardo Menem", escribió Bonasso en su portal y agregó a Perfil.com que la publicación, por ese entonces, tenía influencia de Amado Menem, hermano mayor del expresidente.

"Amado dirigía un grupo de extrema derecha llamado 'Defensores de la Fe'. Directamente botoneaban ciudadanos, donde te podía matar la Triple A", señaló Bonasso a este portal. El joven soldado Ledo, que por entonces tenía 20 años, 
desapareció el 17 de junio de 1976, mientras cumplía el servicio militar.

Hackeado

Bonasso denunció que ni bien publicó el artículo ayer por la noche, el sitio fue hackeado, al igual que su cuenta en Facebook. Le había pasado algo similar en 2013. 

Aquel entonces Pedro Agote, responsable legal de la página en Argentina le dijo en un correo electrónico: "por lo que he consultado, el sitio ha sido declarado inseguro precisamente porque está hackeado"

El periodista relató que ese correo lo tiene la Justicia: “Lo mandé como prueba a (Sebastián) Casanello en la causa que el denuncia
 por amenazas de SMS en mi celular (2012) donde me dicen "Sr. Bonasso, desde la OJOTA-SI, Stiuso y Pocino le tienen interceptada la línea por orden de su ‘amiga’ Garré”.

© Escrito por Ramón Indart el viernes 03/07/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


sábado, 2 de mayo de 2015

Los candidatos. Daniel Scioli... @dealgunamanera...

Daniel Scioli: "La Argentina no necesita ningún shock"… 


Defendió al jefe del Ejército, César Milani, y a La Cámpora; apoyó la política económica del Gobierno, negó el cepo al dólar y se mostró de acuerdo con la negociación con los fondos buitre. En el ciclo Conversaciones en La Nación, el gobernador y precandidato a presidente por el Frente para la Victoria, Daniel Scioli, desplegó el repertorio del manual kirchnerista. "No soy cualquier candidato, pertenezco al espacio oficalista", avisó Scioli, en un mensaje dirigido más a la tropa propia que al votante independiente.

Tenso por momentos, eludió responder a ciertas preguntas y se molestó con algunas repreguntas. Así, durante 32 minutos, en el centro de la Redacción, Scioli también fue claro respecto de su eventual gobierno. "La Argentina no necesita ningún shock, ningún líder revolucionario", dijo.

-¿Conservará al general Milani como jefe del Ejército en caso de llegar a la Presidencia?
-En primer lugar, yo tengo una responsabilidad institucional que es gobernar la provincia de Buenos Aires, en el marco de un espacio político que conduce la Presidenta. Así que de mi parte esperen siempre la prudencia y la responsabilidad en no interferir en ninguna cuestión hasta que la gente democráticamente consagre a los candidatos.

-No ha contestado la pregunta. ¿Va a estar Milani o no?
-Le contesto conceptualmente. Mi visión es que hay un reencuentro del Ejército con la sociedad. Yo lo veo no solamente en las celebraciones que se llevan adelante en los aniversarios del Ejército, sino también en tareas comunitarias, de catástrofes naturales y de intervenciones en urbanizaciones que necesitaban de la capacidad y logística del Ejército, y que las coordinó el general Milani. Lo que veo es una rejerarquización y un avance. Se ha recuperado un espíritu de autoestima en el Ejército Argentino.

-Es probable que continúe, entonces...
-Yo lo que le acabo de decir es la respuesta a lo que yo siento... Sí hay que reconocer de qué manera incluso se han integrado espacios del Ejército Argentino a soluciones habitacionales. Le doy un ejemplo: en Tandil, 720 familias van a poder tener su vivienda a través del programa Procrear, en terrenos del Ejército que estaban inutilizados.

-Le quiero recordar, gobernador, que Milani está acusado de tener un servicio de inteligencia muy amplio en el país y además ha sido acusado de haber violado los derechos humanos durante la dictadura...
-En la Argentina rige, que yo sepa, todo lo que hace a las garantías constitucionales. En ese sentido, es el Poder Judicial el que debe dar las responsabilidades o aclarar cualquier otro tipo de cuestión. Mientras tanto, él está cumpliendo sus funciones.

-En un eventual gobierno suyo, ¿La Cámpora va a seguir ocupando el lugar que ocupa en ministerios, en empresas públicas y en empresas privadas con representación del Estado?
-En primer lugar, veo que se busca a veces demonizar a jóvenes que...

-No estoy demonizando a La Cámpora. Estoy diciendo que son la representación personal de la Presidenta....
-Son representación de jóvenes con afinidad por estas políticas, que le han dado a la mayoría del pueblo argentino avances significativos en materia laboral.

-Es decir, ¿usted va a mantener los cargos que tienen hoy los dirigentes de La Cámpora?
-Soy integrador, no discriminador. Siempre evalúo y busco sacar de cada persona lo mejor. No se puede generalizar y decir: "Tal agrupación, tal cosa, y tal agrupación, tal otra". Busco que cumplan las expectativas y las responsabilidades que uno les asigna. Y aliento a la juventud, de cualquier sector político, ya sea la juventud radical, la de Pro, la juventud peronista, La Cámpora, a que sean protagonistas de este momento de la Argentina. Ellos no son el futuro: son el presente y el futuro del país.

-Hablando de avanzar, ¿va a mantener el cepo al dólar?
-¿Sabe cuántos miles de millones de dólares se han vendido a ahorristas? 4500 millones.

-¿Me quiere decir que no hay cepo?
-Yo le quiero decir que se han vendido 4500 millones de dólares a ahorristas y se han girado utilidades de empresas al exterior por US$ 2000 millones. Como todo país, responsablemente, administra sus divisas.

-Cambio la pregunta, entonces. En un gobierno suyo, ¿el país va a volver a un sistema de mercado cambiario libre?
-Pero no es un gobierno mío. Esto es un desarrollo en etapas de una recuperación de la Argentina social, económica, productiva, con un pilar de desendeudamiento, un pilar de industrialización. Entonces, en la medida de las posibilidades, se van fijando prioridades. ¿Ahora qué viene? El momento de alentar mayor inversión para sostener este crecimiento, de la asociación público-privada, de trabajar cada vez más en la competitividad de cada sector. Evidentemente se han fijado prioridades. Y la prioridad ha sido el mercado interno. En buena hora, por primera vez en muchos años, hay una administración de un Banco Central integrado a los intereses y a los objetivos de un país.

-Lo que usted me está diciendo es que si lograra estos objetivos que se ha propuesto en materia de inversión, por ejemplo, ¿el mercado cambiario podría volver a ser libre?
-Vienen momentos extraordinarios para la economía argentina. A partir de lo que se está haciendo, y no por lo que quiere instalar quien emerge como el líder de la nueva alianza que se ha conformado. No subestimemos, no despreciemos el trabajo que se está haciendo y que es sólido en generar esas condiciones para que el país sea sujeto de inversiones.

-Hay un problema que es la inflación, que está alrededor del 30% anual. ¿Qué va a hacer usted para bajarla?
-Es menos.

-Es lo que dicen los sindicatos...
-Yo creo que, hacia el futuro, la Argentina no necesita ningún shock, ningún líder revolucionario. Lo que necesita es gradualidad, normalidad y mantener principios fundamentales de la organización económica, que la microeconomía termine resolviendo los problemas de la macroeconomía.

-¿Qué va a hacer con los bonistas, llamados fondos buitre, que han ganado el juicio ante el juez Thomas Griesa y que hoy no cobran, que están en default?
-Yo respaldo la estrategia que está llevando adelante la Presidenta junto al ministro de Economía en este tema. Hubo dirigentes políticos o economistas que habían hecho pronósticos de que si no se arreglaba inmediatamente este tema, iba a tener consecuencias devastadoras para el país, y vemos tranquilidad.

-¿Usted cree que el Gobierno no está negociando con los fondos buitre?
-Creo que el Gobierno tiene una posición clara, justa y objetiva.

-Si usted es presidente, va a heredar esta situación de default...
-Yo respaldo, en el contexto de la repuesta que le dije antes... Yo no soy cualquier candidato, yo pertenezco al espacio oficialista. Con mis opiniones no quiero interferir de ninguna manera en decisiones que está llevando adelante estratégicamente la Presidenta, que yo vengo respaldando y que están dando resultados que contrastan con lo que habían augurado muchos gurúes.

-¿Usted le cree al Indec?
-Ha evolucionado, porque ha sido supervisado por los técnicos del Fondo Monetario Internacional.

-Un poquito...
-Ha evolucionado. ¡Qué bueno! Mirá lo que logré en esta nota: que Joaquín Morales Solá reconozca que ha evolucionado el Indec. Yo le saqué un título a usted, no usted a mí.

-¿Va a reanudar la relación con el Fondo Monetario?
-De hecho, si están los técnicos del Fondo hablando temas puntuales con técnicos del Indec, evidentemente hay relación. Creo que hoy o ayer salieron críticas del Fondo a la economía argentina. Bueno, ¿qué significa? Que debemos estar haciendo las cosas bien.

-¿Usted no cree en el FMI?
-No. Creo que debemos estar haciendo las cosas bien, a partir de una opinión de ellos, que hemos visto acá y en el mundo cómo se han equivocado.

-Hablaba usted recién de la necesidad de debates. Sabe que acá nunca hubo debates entre candidatos a presidente. ¿Aceptaría un debate presidencial?
-Yo siempre debatí, desde el inicio de mi carrera política, usted lo debe recordar. Nunca eludí el debate.

-Vamos a tener el primer debate presidencial este año...
-Veremos de qué manera se puede organizar, de forma que sea equitativa, en forma ecuánime y despojada de todo tipo de cuestión. 


Backstage

Cuando desde La Nación se vio aterrizar el helicóptero de Daniel Scioli, en el set de la Redacción ya estaba todo listo para la entrevista que minutos después conduciría Joaquín Morales Solá. Scioli ingresó a toda velocidad junto con sus asesores Jorge Telerman, Gustavo Ferrari y Carlos Giralt. Hubo poco tiempo para los saludos, el maquillaje y la distensión. Raro en él, había llegado retrasado. Mientras le quitaban al gobernador el brillo de la cara, Telerman, vocero de la campaña, pidió ver cómo sería el enfoque de las cámaras. La imagen vale más que mil palabras.

Jorge Rosales. La Nación.

© Escrito por Joaquín Morales Solá el sábado 02/05/2015 y publicado por el Diario La Nación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.