martes, 22 de enero de 2013

La épica no tiene tetas…De Alguna Manera...


La épica no tiene tetas…


En una de esas frases a las que echaba mano para salir del paso con naturalidad, y de paso sentaba jurisprudencia política, Juan Domingo Perón lanzó alguna vez “mejor que decir es hacer y mejor que prometer es realizar”. Desde hace un tiempo –producto de la creciente incidencia de medios de comunicación, publicidad, internet y ahora redes sociales– se ha ido generando lo que podría erigirse en una extensión de esa máxima peronista: mejor que mejor es mostrar (aunque no se diga, no se haga o se mienta).

Esa lógica es un fenómeno global (lo que no se ve no existe) pero tiene sus particularidades en la Argentina. Si no, díganselo a la diputada Victoria Donda, del Frente Amplio Progresista, cuyo paseo proselitista por una playa marplatense en bikini y short se convirtió en una de las polémicas de un verano desabrido, políticamente hablando.

No es la primera vez (ni será la última) que Donda exhibe sus atributos físicos ni que ello provoque críticas por derecha y por izquierda. Ya le pasó al jurar como legisladora, cuando las barras kamporistas la insultaron supuestamente por su escote.

Por la instantánea playera ahora hasta le entró Elisa Carrió. “No me opongo a la foto”, pero “con todos mis aciertos y errores, yo nunca hice política por los medios. Detesto eso. Las cosas serias del país se han hecho en silencio y con estrategia, que es lo que yo siempre he hecho”. Tiraremos otro manto de piedad sobre la inefable Lilita, autoproclamada como la medida de todas las cosas, aunque con escasa memoria (como refleja una de las fotografías que acompañan esta columna) y nula autocrítica.

Lo más curioso –o no tanto– es que en este punto el kirchnerismo corra por izquierda a Donda. Particularmente porque ninguna gestión ha exacerbado tanto el poder que tiene el mostrar como desde que Cristina Fernández de Kirchner se instaló en la Casa Rosada. El famoso y agotador “relato” no sólo es oral (producto de las dotes inigualables de la Presidenta) sino esencialmente de imágenes.

Así, casi todos los actos de Gobierno o vinculados a él están pensados desde una traducción visual: la actual gira presidencial (en especial la visita a Vietnam, con récord de envíos fotográficos de Presidencia), videoconferencias (aunque haya extras truchos), inauguraciones (pese a que sean cáscaras vacías o se estrenen varias veces), reconocimientos (reales o ficticios), conmemoraciones (en algún caso con un frágil rigor histórico, pero apegado al relato oficial), bienvenidas (como la construcción épica que se hizo de la llegada de la Fragata) o funerales. Ni hablar de la publicidad oficial y de los insólitos spots de la transmisión futbolística estatal. Vale todo.

En esa cuidadosa edición no hay lugar para exabruptos ni desprolijidades. Lo que se expone es pulcro, heroico, fundacional, trascendente, revolucionario, eterno. Es el corazón del relato. No importa la realidad, sino lo que se muestra.

Desde esa presunta autoridad visual-moral es que además el cristinismo se erige en fiscal de lo que exhiben los demás, con o sin razón. Sea Macri con Kiss, Scioli jugando a la pelota o las tetas de Donda y la remera Lacoste de su acompañante de campaña, Humberto Tumini (un ex guerrillero del ERP que estuvo preso en la dictadura).

El riesgo de unos y otros es que lo que se pone a la vista obstruya lo que de verdad hacen o piensan o quieren o proponen. El envase muy por encima del contenido. Los medios, hay que decirlo, mucho –muchísimo– contribuimos para que la imagen sea todo.

Así nos va.

© Escrito por Javier Calvo el domingo 20/01/13 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



Épica: La épica es un género literario en el cual el autor presenta de forma objetiva hechos legendarios o ficticios desarrollados en un tiempo y espacio determinados. El autor usa como forma de expresión habitual la narración, aunque pueden darse también la descripción y el diálogo. En algunos casos, la épica no es escrita, sino más bien contada oralmente por los rapsodas (Recitadores de versos)



Pare de sufrir Señora Presidente... De Alguna Manera...


Pare de sufrir…

¡VIVA PERÓN, ALWAYS, ALWAYS! Cristina Fernández. Dibujo: Pablo Temes.

La Presidenta dramatiza su día a día pero otros “dejan la vida” en eso. Tuits desmitificadores.

Pare de sufrir, señora, no se ponga dramática. Tal vez esté escuchando demasiados discursos de Evita y, en su afán por identificarse con ella, hacia el final de sus últimas cadenas nacionales la voz se le está desgarrando como si padeciera un dolor que no se justifica. Usted no tiene ninguna enfermedad grave, ni siquiera es una buena actriz capaz de simularla.

Resulta difícil entonces creerle a quien dice “dejar la vida” en un puesto para el que se propuso sin que la obligaran y que es remunerado con un salario de 100 mil pesos mensuales. Más casa, comida, viajes, hoteles, aviones, helicópteros, servicios, personal, seguridad, todo pago.

Expensas incluidas. La vida se deja en el tren, señora. En la villa. En las calles, señora. Porque esto, después de diez años, no cambió demasiado. Salvo en los depósitos bancarios de sus funcionarios.

Insistir en el “sacrificio enorme” que supone el ejercicio del más alto cargo público al que puede aspirar un ciudadano, y que para cualquiera sería un placer y un privilegio, es ofensivo para los millones de personas que cada día tienen que rebuscarse la suerte. Piense, sencillamente, en una familia de cartoneros.

Puede verlos, cada noche, salir con el carro, padre, madre, hijos, a ver qué hay en las bolsas de basura. La vida se deja en los trenes, señora, viajando como se viaja. En las calles, muriendo como se muere.

Nora Cortiñas, 82 años, madre de Plaza de Mayo, viene cada día desde Caseros, en el Sarmiento, a continuar con su pacífica lucha diaria. ¿Comprende, señora, la distancia entre las condiciones en que se realizan esos esfuerzos y el suyo?

A propósito, Nora Cortiñas pertenece a la Línea Fundadora de Madres. ¿Alguna vez se preguntó usted por qué están separadas las Madres desde 1986? Si hubieran hecho usted o su marido un “esfuerzo” por enterarse, seguramente no habrían aprobado los subsidios millonarios que administraba Sergio Schoklender para la fundación de Hebe de Bonafini y que acabaron en la “pesadilla compartida”.

Esas son las tareas, señora, en las que usted debe empeñarse y trabajar después de hacer su caminata en la cinta de ejercicios cada mañana, de producirse, de vestirse de negro y de pintarse “como una puerta”. Para eso le pagamos.

En parte, se comprende, usted debe responder a la puesta en escena que le organizan.

Tiene a un equipo numeroso pensando en la disposición de las cámaras, la luz, el diseño de “la” imagen, “la” foto, “la” edición de sus mensajes para difundir por la agencia Télam o por las redes sociales.

Así, recortada sobre el perfil de Evita o en teleconferencias con obreros de película o fieles elegidos, el guión de cada acto prevé hasta el momento en que, cuando el tono le sale más afónico y hace mención a su “coraje”, a la “soledad”, a lo que le cuesta –no en términos económicos, claro– y al “esfuerzo”, el coro de funcionarios e invitados debe levantarse de sus asientos y aplaudir.

No está mal. Todos lo hacen. O lo harían. O lo hacían. Ya en 1983, a Raúl Alfonsín le inventaron un gesto para saludar y asimilaron las siglas RA, de República Argentina, sobre un fondo de colores celeste y blanco como etiqueta adhesiva para pegar en los autos y lugares públicos. Los aplaudidores de entonces sabían que debían ponerse de pie cuando Alfonsín se despedía recitando el preámbulo de la Constitución Nacional.

Pero eso fue hace treinta años, señora, y uno de los beneficios de la continuidad democrática, después de tanto tiempo de repetir el ciclo –ver, escuchar, confiar, creer y decepcionarse–, es, precisamente, el de no comprar más el producto sólo por la campaña publicitaria o la estrategia de marketing.

El impresionante desarrollo de las llamadas redes sociales descompone y desestructura en minutos cualquier imagen o discurso que se intenta instalar.

Usted puede sufrir mucho, señora, pero al instante habrá alguien rebajando el drama con un tuit redactado de apuro: “Quiero compartir ese sacrificio y los ochenta millones de la cuenta bancaria”, que será retransmitido y respondido a su vez por otros cientos o miles. Así es, así son las redes, no hay piedad ahí.

Usted lo sabe porque en estas últimas semanas dedica parte de su horario de trabajo a practicar el mismo juego. Es un impulso en procura de la satisfacción inmediata. Un signo de los tiempos. La comunicación ha comenzado a girar en reversa.

Para aliviarse de un pesar inútil, señora, ahora que comienza a comprender el fenómeno de las redes... ¿No cree que debería revisar su estrategia en la “guerra” contra Clarín y la cadena de medios que tanto la desanima y le hace sentir que está “dejando la vida”? Todo indica que sus tropas llegan tarde adonde ya no pasa nada.

© Escrito por Carlos Ares el domingo 20/01/13 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


lunes, 21 de enero de 2013

Obama asumió su segundo mandato… De Alguna Manera...

Obama asumió su segundo mandato…

Una multitud se acercó al Capitolio a ver a Obama jurar su segundo mandato. AFP 

Miles de personas se acercaron al Capitolio para escuchar su discurso. Ante miles de personas que lo esperaban en Washington, y una transmisión online que sumó también una buena cuota de espectadores, el presidente estadounidense Barack Obama asumió hoy su segundo mandato en el complejo de monumentos de esa ciudad, desde donde exhortó a la nación a iniciar el rumbo hacia la prosperidad y libertad para todos los ciudadanos.

“Nuestro país no puede ser exitoso cuando a unos pocos que cada vez son menos les va muy bien y cada vez más apenas lograr salir adelante”, señaló Obama en un discurso que duró 18 minutos.

“La prosperidad de Estados Unidos debe descansar sobre los anchos hombros de una creciente clase media”, agregó, haciendo eco del llamado que hizo en campaña y que lo catapultó a la reelección, informó AP.

Obama también habló contra la discriminación de los inmigrantes en Estados Unidos. “Nuestro recorrido no está completo hasta que encontremos una mejor forma de dar la bienvenida a los empeñosos y esperanzados inmigrantes que todavía ven a Estados Unidos como la tierra de la oportunidad”.

Según el presidente, las “posibilidades de Estados Unidos son infinitas”, al tiempo que aseguró que la economía está en recuperación y que una década de guerra está llegando a su fin.

El festejo inaugural se extendió a toda la capital, con un jubiloso desfile por la Avenida Pensilvania y dos fiestas de gala que se realizaban esta tarde.

En la ceremonia de investidura, Obama delineó una ambiciosa agenda para su segundo mandato y dedicó varias frases a la amenaza del calentamiento del planeta al decir que, si se fracasa, “será una traición a nuestros hijos y generaciones futuras”. En su primer mandato, Obama apenas lidió con el tema.

En una era en la que se avecinan recortes al gasto, Obama declaró que el país tiene un compromiso con programas de salud costosos como Medicare, Medicaid y Seguridad Social. “Estas cosas no minarán nuestra iniciativa, nos fortalecen”, indicó.

Tal vez buscando un nuevo comienzo, Obama invitó a varios legisladores a la Casa Blanca a tomar café antes de su discurso, incluyendo a líderes republicanos con quienes ha tenido frecuentes diferencias. Entre ellos estuvo el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, quien indicó en un comunicado que el segundo mandato de Obama representa “un inicio fresco cuando se trata de hacer frente a los grandes desafíos de nuestros días”.

Después de su discurso, el presidente almorzó con los legisladores en el Capitolio.

© Publicado el lunes 21/01/2013 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

Las fotos
Obama habló de igualdad de ciudadanos y de una "creciente clase media". AFP

El expresidente Bill Clinton y su esposa y secretaria de Estado de Obama, Hillary. AFP

Miles de personas asistieron a la asunción de Obama frente al Capitolio. AFP

En su discurso, Obama sijo que la economía de EE.UU. está en recuperación y que una década de guerra está llegando a su fin. AFP

El vicepresidente Joe Biden besa a su esposa durante la asunción. AFP

Obama saluda a la jueza de la Corte Suprema Sonia Sotomayor. AFP 

Obama y su vice Joe Biden, atrás de ellos sus respectivas esposas. AFP

Un decoradísimo Capitolio fue escenario de la reasunción de Obama. AFP

Obama también habló contra la discriminación de los inmigrantes en Estados Unidos. AFP