Los sujetadores perfectos para cada etapa de la vida…
Un buen sujetador cubre el pecho con la copa y lo
sostiene sin presionar.
Multitud de formas,
modelos, tallas y copas… Los mejores
sujetadores son los que más se adaptan a la etapa de la vida en la que te
encuentras y a las situaciones concretas del día a día. Acertar en la
elección puede traer consigo beneficios para tu salud.
© Escrito por Ana Callejo Mora y Publicado el miércoles 07/03/2018 por el Diario El Mundo de la Ciudad de Madrid, España.
“Es esencial hacer una buena elección del sujetador porque, como su nombre indica, sirve para sujetar el pecho. Para que esta prenda pueda cumplir su función, es necesario escoger la talla o tallas correctas y los modelos idóneos, ya que su uso tiene consecuencias a distintos niveles”, dice Laura Vicente, gestora de Dama de Copas Goya, en Madrid, donde asesoran sobre lencería y dan con la talla correcta de cada mujer.
“Es esencial hacer una buena elección del sujetador porque, como su nombre indica, sirve para sujetar el pecho. Para que esta prenda pueda cumplir su función, es necesario escoger la talla o tallas correctas y los modelos idóneos, ya que su uso tiene consecuencias a distintos niveles”, dice Laura Vicente, gestora de Dama de Copas Goya, en Madrid, donde asesoran sobre lencería y dan con la talla correcta de cada mujer.
“Muchas de las mujeres no le dan demasiada importancia en
la elección del sujetador, pensando que no cumple nada más que una función de
sujeción o simplemente de estética, pero no contemplan las necesidades de
adaptabilidad y comodidad del pecho y de la espalda”, comenta Pilar Medina, de
la Asociación Nacional de Matronas.
A modo general, indica esta matrona, “un buen sujetador es
aquel que cubre el pecho con la copa, no presiona la parte inferior ni el
contorno, no se sube por la parte de atrás y sostiene el pecho completamente. En función del tamaño también es muy importante
la sujeción. Cuanto más grande es el pecho, más anchos deben de ser los
tirantes. Asimismo, en estos casos telas firmes y estructuras más
armadas”.
Diez características a tener en cuenta en la compra de un sujetador
Vicente ofrece el siguiente decálogo para no errar en la
elección del sujetador:
- Es importante saber que la talla de sujetador está compuesta por un número (contorno) y una letra (la copa). El número define el contorno del tórax (debajo del pecho) y la letra, el volumen del pecho. El sujetador es una prenda pequeña, pero muy compleja. Además de que existen más de 100 tallas distintas, hay también muchos estilos de sujetador y los tejidos varían, lo que dificulta el proceso de elección.
- Con respecto a la talla, la banda lateral del sujetador debe estar ajustada y completamente horizontal, de manera que se pueda abrochar el sujetador en los corchetes de los extremos exteriores e ir ajustando a medida que el contorno se estire. Además, para verificar que no lo llevamos demasiado ajustado, hay que poder introducir dos dedos entre la banda y la espalda sin complicación.
- En cuanto a la copa, el aro debe abrazar la base de la mama para envolver todo el pecho. Así, no deberá quedar espacio extra en la copa o que se produzca el efecto “doble mama”. En el caso del pecho más pequeño también es un desafío, ya que muchas veces las copas se separan del pecho y no favorece.
- Hay muchos mitos erróneos que describen el aro como perjudicial para el pecho. Esto no es cierto, simplemente debe ser lo suficientemente largo para que recoja toda la mama y así no se clave en ninguna parte. Nunca debe tocar tejido mamario. El aro es muy importante para dar elevación y forma al pecho, por eso tiene que ser fuerte y abrazar todo la mama.
- Los sujetadores adecuados deben tener el broche detrás, pues la parte delantera -el peto- tiene muchísima importancia para la sujeción.
- Ocasionalmente, los sujetadores o tops deportivos pueden tener el broche delante para las mujeres con movilidad reducida o las que tienen problemas en los hombros. Otro caso en el que tienen broche delantero es el de los sujetadores postoperatorios, que se usan tras cirugías de aumento, reducción o mastectomía.
- El peto es la parte central del sujetador que une ambas copas. Éste puede tener distintas alturas, dependiendo del formato de sujetador que nos probemos. El peto está diseñado para separar el pecho y debe quedar bien pegado al esternón, ya que es la única manera en la que podrá cumplir su función.
- En un sujetador plunge (indicado para juntar el pecho), el peto es más bajo y permite la unión de ambos senos. En los sujetadores balconet, el peto tiene una altura media y separa muy bien el pecho para crear el escote perfecto. Por último, en un full cup (cubre todo el pecho), el peto es mucho más alto que en los casos anteriores y, aunque no es tan ancho como en los sujetadores balconet, separa muy bien el pecho para no crear el efecto “un solo pecho” en ropa sin escote.
- Verificar la altura de los tirantes es el último paso al ponernos un sujetador, ya que primero hay que encajarlo bien; luego, colocar el pecho; y después, ajustar los tirantes. La medida ideal es aquella en la que puedas introducir dos dedos sin esfuerzo. Teniendo la talla de sujetador correcta ya no es necesario un gran ajuste en los tirantes, porque si el contorno es exacto y funciona, soportará el 70 por ciento del peso del pecho, haciendo que los hombros se liberen.
- Otro punto importante son los tejidos. Mucha gente piensa que los tejidos sintéticos o los encajes nos producen rozaduras o alergia, pero solo pasa en casos extremos. Toda la ropa que llevamos, en general, está hecha con tejidos sintéticos, por lo que nos daría alergia toda la ropa. El algodón no es una buena fibra para un sujetador porque cede mucho con el uso y no tiene la fuerza necesaria para sujetar. Los modelos de copa preformada o foam pueden tener una capa de algodón en su interior, porque están realizados en otras fibras sintéticas. Los modelos de tela o copa suave tienen que estar compuestos por fibras tipo poliamida y poliéster, que no se deforman. Todos los sujetadores tienen que tener un porcentaje de elastano para que sean elásticos y así se adapten al contorno de cada mujer.
¿Has elegido bien? Consecuencias para la salud.
A continuación, Vicente enumera las consecuencias para la
salud de elegir bien o mal un sujetador:
Consecuencias positivas de una buena
elección
Mejora la postura corporal. Al ajustar correctamente el sujetador, se
agarra a las dorsales, provocando que nos pongamos rectas.
Reparte mejor el peso del pecho en nuestra espalda. Deriva el peso del pecho
directamente a las dorsales, no a las cervicales -zona donde recae el peso de
un pecho mal sujeto-.
Aumenta la salud del pecho a largo plazo, al inmovilizarlo.
Reduce el dolor de espalda y de hombros. Al encontrarse todo el pecho debidamente
sujeto, la espalda está preparada para aguantar el peso y los hombros ya no se
ven machacados por
los tirantes.
Consecuencias negativas de no acertar
Se clavan los aros, porque no tienen la amplitud deseada, provocando dolor e incomodidad
innecesariamente. Además, no suelen quedarse inmóviles.
No sujeta. No
tiene el contorno que necesitamos para que agarre en las dorsales y la
copa no abarca toda la mama.
Tira hacia delante. Si no sujetamos el pecho, éste tira de nosotras de forma natural
hacia delante y hacia abajo, provocando que tengamos una mala postura y daños
en la espalda.
Molesta en las cervicales. Al no agarrar las dorsales, el peso del pecho
recae por completo en los tirantes del sujetador, que se clavan en los hombros,
provocando hendiduras en la piel y el tejido adiposo. Además, tira de nuestro
cuerpo hacia delante y perjudica la parte alta de la espalda.
Desconocimiento de la talla correcta.
Según Vicente, “la mayor parte de mujeres no conocen su
talla y copa de sujetador, porque, por un lado, nunca han sido asesoradas; y,
por otro, usan copas demasiado pequeñas y
espaldas muy anchas. Gracias al Bra Fitting (asesoramiento
del sujetador adecuado) hemos descubierto que el 99 por ciento de nuestras
clientas han cambiado de talla tras ser asesoradas. Las más equivocadas son la 85B,
90B, 90C, 95C y 95D, que suelen convertirse en 85E, 90E, 80F, 85F y 90F. Desde Dama de Copas recomendamos revisar la talla de sujetador cada seis
meses.
Esta experta recuerda que una misma mujer puede tener
hasta cinco tallas correctas, “dependiendo del formato del sujetador, del
tejido, e incluso del color. Por eso, recomendamos siempre probarse la prenda
al comprar lencería, desaconsejando totalmente la venta por internet”.
“La gran mayoría de las mujeres no saben cómo elegir el
sujetador en función del contorno de espalda y la copa adecuada. El criterio más habitual suele ser el estético y
la sensación de comodidad al probarlo, pero sin ser exhaustivas en el tallaje
para su elección. Es muy importante seguir una serie de criterios para
asegurarnos del buen cuidado de la mama”, destaca Medina.
El primer sujetador: de algodón y sin aros.
“La transición de la niñez a la adolescencia es la
primera etapa de grandes modificaciones, donde la niña comienza a conocer su
cuerpo y a experimentar todos los cambios que en él se están produciendo. En esta época, lo más
importante es tener un buen soporte, ya que el pecho comienza a crecer y desarrollarse a
ritmos muy variables según cada niña, pero también imprevisibles”, afirma
Medina, destacando que los sujetadores de algodón y sin aros suelen ser los más
apropiados.
No hay una edad predeterminada para la compra del primer
sujetador, depende mucho del desarrollo de cada mujer. “Desde el momento en el que
el pecho empieza a generar incomodidad se deben usar tops sin aros. Con el crecimiento de la mama comenzamos a usar
sujetadores -propiamente dichos-, pero sin aros. Cuando el desarrollo está más
avanzado y el pecho ya tiene un tamaño considerable, hay que pasar a usar
sujetadores con aro”, señala Vicente, y recalca que este proceso es individual.
Para las mujeres que sufren un aumento considerable de
pecho en algún momento del ciclo menstrual, ¿es aconsejable usar un sujetador de una talla
mayor esos días? “Si el aumento de sensibilidad y tamaño genera muchas
molestias con los usados habitualmente, indudablemente se recomienda uno que se ajuste a las
necesidades de este momento del ciclo y seguir las recomendaciones generales en
la elección de un sujetador”, afirma la matrona.
Comodidad ante todo en el embarazo.
En el embarazo, “lo más importante es la comodidad, con
sujetadores de materiales transpirables como el algodón. Algunas mujeres
embarazadas no experimentan grandes cambios en el pecho y continúan utilizando
sus sujetadores ya que se
encuentran muy cómodas. Será necesario plantearse el cambio cuando estos no cubran la mama por completo o al levantar
los brazos se moviliza la copa hacia arriba, y si dejan demasiadas marcas”,
especifica Medina.
Por el contrario, existe otro grupo de mujeres que
desde el comienzo de la gestación presentan gran sensibilidad y aumento de
pecho, por lo que deberán
elegir sujetadores elásticos que sujetan, pero que, a la vez, dan gran
adaptabilidad a los cambios que experimenta el pecho en este período.
Lactancia: funcionalidad con sujetadores sin aros.
Durante la lactancia materna, dice la matrona, “como recomendación general se
suele necesitar una talla más que la que la mujer tiene en el final del
embarazo. En la elección del sujetador para esta circunstancia también hay
mucha variabilidad en gustos y sensaciones. Como en la gestación, uno de los
aspectos más importantes es que la mujer se sienta cómoda, tanto en la sujeción
que le proporciona el sujetador como en el tipo de material, ya que el pecho se
encuentra muy sensible -en especial el pezón, que puede estar dolorido e incluso agrietado-.
Por ello, es importante que no haya costuras en esas zonas tan delicadas”.
Otro de los aspectos a tener en cuenta es la
funcionalidad, debido al número indeterminado de tomas de leche materna a lo
largo del día. Suele resultar más fácil la lactancia con aquellos
sujetadores con copa movible, aunque sin relleno.
Normalmente, “no se recomiendan los aros, puesto que pueden obstruir
algún conducto de salida de la leche. Si fuese necesaria una sujeción extra, son preferibles las ballenas laterales flexibles. Hay algunas mujeres que por el aumento en el peso
del pecho lo utilizan incluso por la noche, refiriendo un mejor descanso”,
concreta Medina.
En la menopausia y tercera edad.
Los cambios en la mama en la menopausia “están sujetos a las variaciones hormonales
de la actividad irregular del ovario. Algunas mujeres en este período, además
de pérdida de firmeza, refieren hinchazón o molestias debidas a estas
alteraciones. El sujetador deberá aportar contención al pecho con unos tirantes
adecuados para no sobrecargar ni el cuello ni los hombros y, en algunas ocasiones, se tendrán que
utilizar copas con relleno para compensar esa falta de firmeza”. Así lo cuenta
la especialista de la Asociación Nacional de Matronas, quien puntualiza que en
la tercera edad nos guiaremos por los mismos criterios que en la menopausia.
Vicente señala que los preferidos por las mujeres de 65 años y mayores de esta edad son los sujetadores de estilo full cup, que cubren el pecho por completo, recolocando toda la
piel dentro de las copas. Durante la
menopausia el pecho aumenta y la piel se vuelve más sensible. Por eso es muy
importante ajustar la talla y la copa.
Adaptados y con estilo para pacientes con cáncer de mama.
Miguel Rojas, psicooncólogo de Grupo
Español de Pacientes con Cáncer (Gepac), reconoce que la elección del sujetador preocupa a
las pacientes que sufren o han sufrido un cáncer de mama. “Son varios los factores que intervienen. A pesar de
que existen varios tipos de cirugía que permiten conservar la mama, en
ocasiones no es posible y la propia intervención quirúrgica crea un impacto al
verse sin ella. Buscar un sujetador puede darle esa seguridad a la
paciente para verse mejor y que los demás
también puedan verla bien. Es por eso que buscan sujetadores que además de ser
válidos para ellas, tengan un diseño (color, forma y estampados) que les
permitan tener la prenda que necesitan y adaptada a sus nuevas circunstancias, pero manteniendo su estilo de vestir”.
Rojas aconseja que el sujetador principalmente sea sin
costuras y de materiales como el algodón, debido a que la piel está mucho más sensible.
Como se comentaba anteriormente que tenga un diseño que sea similar al estilo
de la paciente para que se sienta a gusto consigo misma. “Por último, y no
menos importante, en algunos casos y debido a la falta de movilidad que pueden experimentar algunas
pacientes, conviene que el sujetador se abroche por delante”.
¿Hay sujetadores de invierno y de verano?.
Por último, una duda que presentan algunas mujeres:
¿existen sujetadores de invierno y de verano? “Como tal, no los hay, puesto que
no sentimos frío en el pecho para protegerlo todavía más, aparte de la ropa. Para que el pecho no
sude lo importante es que el peto del sujetador separe las mamas y que el
contorno eleve el pecho, separándolo de la
tripa. De esta forma, la piel transpira de forma natural y evitamos sudoración
y problemas derivados, como rojeces e inflamación en esas zonas. Todo se
consigue con un sujetador de talla correcta”, describe la gestora de Dama de
Copas Goya.
No obstante, Vicente explica que “los sujetadores más
frescos son generalmente los de tela, de encaje o spacer cup (copa moldeada muy fina). Mientras que los
menos frescos suelen ser los de copa moldeada o foam,
que son más gruesos y mantienen el pecho más caliente”.