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martes, 28 de enero de 2014

Elia Espen, Madre de la Plaza... De Alguna Manera...


Madre de la Plaza: "Me gustaría decirle un montón de cosas a Cristina"…

Elia Espen tiene 82 años y está enfrentada con las Madres que adhieren al gobierno. Foto: Cedoc

Se llama Elia Espen y está enfrentada con las Madres oficialistas. Una entrevista lapidaria con el gobierno y con Hebe de Bonafini.  Tiene 82 años. Dice lo que piensa, le moleste a quien le moleste. Se llama Elia Espen, es Madre de Plaza de Mayo, y suele apoyar los reclamos de los trabajadores. Marcha, religiosamente, todos los miércoles con un grupo de jubilados que exigen el cumplimiento del 82% móvil y fue investigada en el famoso Proyecto X. En 2012, por aparecer en actos con partidos de izquierda, asegura que la echaron de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.

Sentada en la mesa de un bar, a metros del Congreso de la Nación, Espen recuerda con tristeza el día en que se lo llevaron a su hijo Hugo, un joven de 27 años, estudiante de arquitectura de la Universidad de Buenos Aires y militante del PRT.

-¿Le sorprendió el ascenso del General César Milani?
-Pienso que el gobierno busca una amnistía encubierta y lo tienen a Milani por si acaso, por las dudas. Haberlo puesto a Milani es una cosa como decir “no nos van a tocar porque va a salir el ejército a defendernos”. No pueden salir a defender personas de los organismos de derechos humanos –se refiere a Hebe de Bonafini- a Milani que dice que por ser joven no sabía. ¿Y Alfredo Astíz que era? También era joven, pero el traidor se metió entre nosotras y así hay tres madres desaparecidas. Ser joven no justifica nada, lo que valen son los hechos. Hoy tenemos a Sergio Berni, a Milani, y a Alejandro Granados, ¿estos son los que defienden los derechos humanos?

-¿Qué opina de la política de derechos humanos durante los gobiernos de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner?
-Siempre digo lo mismo, que esta política fue impulsada por un matrimonio que estaba en Santa Cruz haciendo los negociados que hizo. En esa época, cuando las Madres eran atacadas y perseguidas, ellos –como defensores de los Derechos Humanos- nos hubieran mandado una esquelita muy chiquitita, que decía “los Kirchner estamos con ustedes” pero no los conocíamos y tampoco lo hicieron. Cuando vieron la oportunidad de llenarse de plata, se juntaron, habrán pensado que estas taradas –por las Madres- las podían engañar de la forma que quisiesen. Siempre hicieron las cosas en beneficio propio y, el que opina distinto, lo dejan a un lado. Se olvidan que respetar los derechos humanos es también cuidar a las personas que no tienen trabajo, educación, salud, que los jubilados estemos ganando bien y no que la defensora de los derechos humanos –por Cristina- nos haya vetado el 82% móvil.

-Ha apoyado a los petroleros de Chubut, a los trabajadores despedidos de Kraft, a los jubilados y ha participado en incontables marchas, ¿la sociedad acompaña?
-La sociedad no se compromete mucho. Algunos chicos, la juventud, un grupo de políticos que nos acompañan. Pero viajo todos los días en el tren Sarmiento y observo que la gente está cansada, trabaja todo el día y se preocupan por sus cosas. Lo entiendo. Pelean por su supervivencia.

-¿Alguna vez estuvo en Casa Rosada?
-Nunca me invitaron, fui una vez por los detenidos uruguayos que los querían extraditar y fuimos a impedirlo. Estaba con Adolfo Pérez Esquivel. Entramos, esperamos, nos sentamos para presentar la carta. Cristina no nos recibió, vino un secretario que nos dijo que la carta llegaría a Presidencia pero jamás nadie nos contestó. Con los trabajadores de Kraft también fuimos en una camioneta a Olivos, tampoco nos atendió. Volvimos y nos metimos en las rejas de la Casa Rosada, yo con el pañuelo. En ese momento estaba en sus oficinas. Le queríamos explicar qué estaba pasando realmente en Kraft. Ni las rejas pudimos pasar. No soy de las Madres de Plaza de Mayo de ellos

-¿Hay diferencias entre las Madres cercanas al gobierno y otras, críticas, como usted?
-Totalmente. Me gustaría mirarla a la cara a Cristina y decirle un montón de cosas. Educadamente, sin insultos. Pero nunca tuve esa oportunidad

-¿Qué le diría?
-Que piense, que piense mucho. Que acá no se trata de favorecer sólo a los amigos y parientes sino que hay 40 millones de argentinos. Que todos tienen los mismos derechos. Le diría que se fije por lo que está pasando Félix Díaz, que a los qom los están matando en el norte, que lo escuche.

-¿Por qué otros referentes de las organizaciones de derechos humanos están enamorados de este gobierno?
-No sé cómo encontrar la palabra justa para no ofender a nadie.

-¿Puede decir lo que piensa con libertad?
-Yo lo digo.

-¿Le trajo consecuencias?
-Me han echado de Línea Fundadora, me ha dejado mucha gente de hablar, pero no me importa. No me iré de este mundo sin decir lo que pienso.

-¿Molestó que se junte con partidos de izquierda?
-Molesta estar en la calle. Pero este gobierno no defiende a los trabajadores y tiene desaparecidos y no los menciona, como Luciano Arruga, Jorge Julio López. El ocultamiento del crimen de Paulina Lebbos, ¿no tienen nada para decir?

-¿Qué significa el pañuelo blanco que lleva puesto?
-Un santuario, algo sagrado. Yo le di mi pañuelo a una chica, Vicky Moyano, nieta recuperada que sufrió un montón, que pasó por todo. Entonces se lo di a ella en un acto por Trosky como homenaje a todos aquellos que están en la lucha. Jamás se lo daría a Aníbal Fernández (en diciembre del 2013, Hebe de Bonafini le entregó su pañuelo blanco al senador del Frente Para la Victoria, el ex intendente de Quilmes por ser “un genio”).

-¿Hace mucho que no ve en persona a Hebe de Bonafini?
-Hace añares que no hablamos. En la separación de 1986, una de ellas, Juanita –por Juana Meller- con quien hablábamos mucho, me pidió que me quedara con ellas, que me harían bordar el pañuelo. Por suerte me fui a Línea Fundadora. Te repito, no quiero que mis hijas y nietas me digan el dia de mañana que no hice nada, que no estuve en la calle luchando sino detrás de un escritorio juntando papeles y plata.

-¿Qué país sueña?
-Quiero un país donde pueda caminar, no mirarnos con odio, porque este gobierno consiguió eso, enemistar a todos los que piensan distinto. Podes ser comunista, peronista, radical, socialista, de derecha, lo que quieras, pero hoy no es así. Que haya trabajo y libertad de expresión en serio, dejando de lado las banderas partidarias. Lo tenemos que conseguir entre todos, la unidad es lo importante. Eso quería mi hijo, Hugo. “Yo sé que habrá que pelearla mucho pero lo conseguiremos” me dijo días antes del 18 de febrero de 1977 cuando se lo llevaron. Era sábado, temprano, en nuestra casa de Flores, en Páez y Boyacá. Hugo me contaba que desaparecían compañeros de la facultad, ahí le dije “¿Por qué no te vas del país?” “Yo me tengo que quedar, tengo que estar acá”, me respondió con sus 27 años. Ese día, perdí mi oído derecho por los golpes que me dieron. Tiempo después me contaron lo que le habían hecho a Hugo, las torturas y los vuelos de la muerte. El día que conocí a Azucena Villaflor, cambió nuestra vida. Ella sabía muy bien cómo organizarse. Ella nos decía a qué iglesias ir para buscar ayuda. Ese año, me tocó ir a la iglesia Britania, en Medrano y Sarmiento, poco antes de que desaparecieran a las madres. De repente, un muchacho se acercó y nos dice: ¡Te tenés que ir! No sé si habré hecho bien en irme. Pero no estaría acá contando la historia de mi vida.

© Escrito por Luis Gasulla el Lunes 27/01/2014 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


jueves, 28 de noviembre de 2013

YPF, Repsol y el relato reinventado... De Alguna Manera...

Tres cambios de discursos en menos de un año...


"La historia es un acto de fe. No importan los archivos, los testimonios, la arqueología, la estadística, la hermenéutica, los hechos mismos; a la historia incumbe la historia libre de toda trepidación y de todo escrúpulo; guarde el numismático sus monedas y el papelista sus papiros. La historia es inyección de energía, es aliento vivificante. Elevador de potencia el historiador carga las tintas, embravece, alienta; nada de entibiar o enervar; nuestra consigna es rechazar de plano lo que no robustece, lo que no positiva, lo que no es lauro". Honorio Bustos Domecq fue el autor ficticio más importante de la literatura argentina y, aunque muchos kirchneristas no lo sepan, el más reivindicado por el gobierno “nacional y popular”. Bajo ese nombre irreal, inspirado en los apellidos de los abuelos de los célebres escritores, Adolfo Bioy Casares y Jorge Luis Borges publicaron una serie de cuentos imperdibles entre 1942 y 1967.

El kirchnerismo, como negación de la realidad, es capaz de asegurar que, en realidad, fuimos los americanos quienes conquistamos a Europa, ya que es falso lo que la historiografía liberal ha desparramado en los manuales escolares desinformando que los españoles conquistaron nuestras tierras.

En la lógica del relato, 500 años después, hay periodistas que difaman a los próceres del siglo actual, al contar que, durante la última dictadura militar, Néstor Kirchner no fue un perseguido político y que sería falso que estuvo detenido durante aquellos oscuros años. “Es el único perseguido que huye en avión, un par de años antes, a la Patagonia y se dedica a hacer plata con su nombre real”, dijo en un reportaje el periodista Lucas Carrasco, que supo conocer de cerca a las usinas del pensamiento oficial. “Muestren una foto de Kirchner con un militar”, exigen a los gritos los comunicadores que defienden las bondades del modelo más que a su propia madre ante la crítica del pasado del ex presidente en los años de plomo. Tampoco se esmeran en hallar una foto de él con alguna Madre o Abuela de Plaza de Mayo, no durante la dictadura, sino durante el alfonsinismo o los noventa.


“¿Qué es el kirchnerismo?”, le pregunté a un ferviente defensor de Cristina y de Néstor Kirchner, desde la primera hora quien estaba molesto con una nota en la que me preguntaba cómo el discurso oficial había reinventado a Jorge Bergoglio tras convertirse en Papa. “Es el peronismo de estos tiempos, nacional, popular y, fundamentalmente, antiimperialista”, respondió, sin dudar, mi interlocutor. ¿Y qué sería el peronismo? Un movimiento, es la respuesta que suele tirar la pelota afuera para definiciones más acotadas.

El antiimperialismo nació en el siglo XIX como oposición al imperialismo cuestionando los mecanismos de dependencia neocolonial caracterizados de sujeción económica y financiera.

El kirchnerismo es capaz de apoyar, fervientemente, la privatización de la empresa petrolera estatal, expropiar –eso sí, solo una parte, la de un socio devenido en enemigo-, afirmar que a los españoles no se les dará un centavo, abrirse al mundo con la multinacional Chevron y volver a sentarse a negociar una indemnización con los malditos imperialistas españoles. Los últimos tres cambios de postura se produjeron en menos de un año y una misma persona fue su protagonista. El hombre que simbolizó la expropiación fue premiado como Ministro de Economía y, a las pocas horas de asumir su cargo, aceptar el pago de una millonada –en España, aseguran que serán 5.000 millones de dólares- pero sin revelar los detalles del acuerdo por una cuestión de “confidencialidad”. Axel Kicillof es un marxista de película… de los hermanos Marx.

El kirchnerismo corre por izquierda a la oposición que, en gran parte, aplaude la reinserción del gobierno con el mundo. Festeja la llegada del “sensato” jefe de gabinete de ministros que retomó una vieja costumbre menemista de comunicarse con la sociedad: pequeñas conferencias de prensa al estilo Carlos Corach con periodistas que, a duras penas, pueden meter un bocado ante la repetición de datos, cifras, estadísticas sin fin a una velocidad que envidiaría Aníbal Fernández.

El relato ya no puede esperar a la noche, con 678, para engañar a los otros y a los propios. Ahora lo hace bien temprano, cuando el público está despabilándose. El relato todo lo justifica. Sin Guillermo Moreno, los flamantes ministros cuentan las novedosas ideas para defender “el bolsillo de los trabajadores”: sentarse con los empresarios para “esperar alcanzar nuevos acuerdos de precios”.

Hace años que repiten la frase como si se tratara de un disco rayado. Mientras tanto, la nafta “súper” de YPF aumentó un 57% en lo que va del año. El término “inflación” sigue sin aparecer en el vocabulario de los kirchneristas de ayer, hoy y siempre. Tampoco la solución al problema.


El narcotráfico desaparece de las tapas de los diarios y la ¿victoria? del gobierno contra el Grupo Clarín pareciese que se produjo en el siglo pasado. El nuevo enemigo público número 1 del “proyecto” ya no es Magnetto, ni siquiera Sergio Massa. Ahora la culpa de todo la tiene el novio enamorado del candidato pródigo que se escapó unos días a descansar a Miami. Pero Insaurralde tiene peor defensa que Boca y respondió que fueron “cuatro días y me volví un día antes”. ¿Para qué seguir?

En el placer de la literatura, Bustos Domecq ha transmitido, desde la historia, la más deslumbrante reivindicación del relato del kirchnerismo. Es justo reconocerlo.

© Escrito por Luis Gasulla el jueves 28/11/2013 y publicado por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


martes, 30 de julio de 2013

Asesinan a otra joven qom en Chaco... De Alguna Manera...


Hallaron el cuerpo desnudo de una aborigen de 15 años en una escena escabrosa.

A la joven la encontraron semi desnuda colgada de un árbol. Foto: Gentileza Diario Norte

Hace un mes, el joven qom, Maximiliano Pelayo, era asesinado por la policía chaqueña de Fontana, ciudad satélite de Resistencia, tras recibir cuatro disparos por la espalda. Al día siguiente del asesinato, el Ministro de Seguridad, Juan Manuel Pedrini, dejaba su cargo para ocuparse plenamente de la campaña electoral que lo llevará como primer candidato a diputado nacional por el Frente Para la Victoria.

Su reemplazante, Marcos Verbeek, intervino la comisaría Nº2 de Fontana y, tras idas y vueltas, terminó admitiendo que al joven lo había asesinado la policía. Esta semana un nuevo asesinato conmocionó a la provincia de Chaco.

Emilia Juana Gómez, una joven aborigen de 15 años fue hallada sin vida, la madrugada del pasado sábado, en el predio de una exdesmotadora en la localidad de Quitilipi. Según la autopsia, murió por asfixia. Su cuerpo presentaba múltiples lesiones producto de golpes y las violaciones que sufrió por vía anal. El caso está siendo investigado por el fiscal Marcelo Soto.

A la joven la encontraron semi desnuda colgada de un árbol. El Ministro de Seguridad se reunió con su familia quien comprometió a brindar absoluto apoyo de parte de la gobernación. El Ministro se reunió con el jefe de la policía del pueblo, Francisco Sánchez quien informó que hay un solo detenido que es el sospechoso de haber asesinado a Emilia Juana Gómez.

Diario Norte de la provincia de Chaco estuvo con la familia de la víctima quienes se quejaron de la falta de información oficial que han recibido durante toda la semana. Denunciaron que el barrio aborigen donde viven, llamado Cacique Moreno, se encuentra abandonado por el Estado provincial y que reciben constantemente amenazas de "muchachos que vienen de otros lados a molestarnos".

El humilde asentamiento se encuentra entre inmensos basurales y densos yuyales. La familia de Juana Gómez se suma a la de tantas otras que piden justicia y verdad en el norte argentino.

(*) Escrito por Luis Gasulla el martes 30/07/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



miércoles, 3 de julio de 2013

Asesinan a otro joven qom en Chaco... De Alguna Manera...


Asesinan a otro joven qom en Chaco...


La familia denunció que recibió cuatro disparos por parte de la policía. El curioso relato oficial. El domingo por la tarde, en la localidad de Fontana, ciudad satélite de la capital chaqueña, Resistencia, fue asesinado Maximiliano Pelayo, joven de la comunidad qom. Como ocurrió cuando apareció muerto Florentín Díaz, también en Chaco, en medio de una feroz represión a militantes sociales y aborígenes que cortaban la ruta 95, hay dos versiones de los hechos.


Según las autoridades provinciales, Pelayo habría sido baleado al quedar en medio de un tiroteo entre bandas del barrio. Al acudir el Servicio de Emergencia, los efectivos policiales se retiraron del lugar, regresaron, poco después, y se encontraron el joven muerto. Así lo explicó el subsecretario de Seguridad Pública de Chaco, Mauro Flores, en diálogo con Radio Facundo Quiroga, uno de los pocos medios locales que se hicieron eco de la noticia. Sin embargo, Flores no pudo explicar por qué razones, si la Policía local no tuvo que ver con el crimen, hay dos uniformados detenidos.

Pero la familia de Pelayo afirma que se trató de “una ejecución” y que Maximiliano recibió cuatro disparos por la espalda, supuestamente efectuados por los efectivos policiales. Luego de ocurrido el hecho, la familia habría recibido amenazas a sus teléfonos particulares para que no denunciaron lo ocurrido.

Miguel Chamorro, titular del Foro contra el Narcotráfico, presentó un pedido formal a la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura Provincial, la diputada Nancy Mariel Gerzel, para que se investigue el homicidio. Para Chamorro, dirigente social, se trata de otro hecho de “violencia institucional contra las comunidades originarias” como el de Miguel Fernández, Néstor Patricio y Díaz.

Maltrato habitual. Un año atrás, los pueblos originarios de la ciudad de Resistencia, difundían un comunicado por la “preocupación e indignación por el maltrato cotidiano de parte de la policía provincial”. Eran vecinos de los barrios Toba, Camalote, El Timbó, Mapic, COTAP y Chililly, entre otros.

En julio de 2012, Fernández apareció muerto en la laguna del barrio El Timbó, supuestamente, tras escapar de la policía, un hecho similar al de Nestor Patricio, quien también falleció ahogado. Pablo Melagrini también apareció muerto, denunciaba el comunicado, tras ser acusado de un homicidio que no habría cometido.

Para el Gobierno provincial, Florentín Díaz murió por un accidente de tránsito pero, para su familia, un móvil policial lo atropelló en medio de la represión que estaban sufriendo los vecinos de Castelli en mayo de este año. En este hecho, el gobernador Jorge Capitanich no estaba en funciones y responsabilizó, indirectamente en una entrevista en el programa oficialista 678, al vice, Juan Carlos Bacileff Ivanoff, con quien ha tenido serias discusiones en el manejo de las políticas públicas.

Una semana antes, Bacileff Ivanoff aclaró que “el problema con los indígenas es de Formosa". "No pasa nada en nuestro querido Chaco”, aseguró en declaraciones a FM Identidad. Sin embargo, todos los jóvenes mencionados que fallecieron en extrañas circunstancias eran integrantes de pueblos originarios.

El 1º de julio, manifestantes pedían justicia por Maximiliano Pelayo frente a la Comisaría de Fontana. Un familiar del joven relató que “le encajaron cuatro balazos de armas reglamentarias por la espalda”. Chamorro es contundente: “Se trató de otro fusilamiento”. La Justicia tendrá la última palabra.

© Escrito por Luis Gasulla el miércoles 03/07/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.