Mostrando las entradas con la etiqueta Esteban Righi. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Esteban Righi. Mostrar todas las entradas

domingo, 20 de mayo de 2012

Van por Scioli…De Alguna Manera...

Van por Scioli…

¿Con pito y cadena...? Daniel Scioli. Dibujo: Pablo Temes.

Cristinismo feroz. Asfixia política y económica. Ahora buscan abrirle un frente judicial: ¿lo quieren preso?

Cuánto falta para que el cristinismo denuncie ante la Justicia a Daniel Scioli? ¿En qué momento la Presidenta ordenará dar la batalla final para que el gobernador recorra los tribunales hasta ser procesado por un juez con camiseta partidaria? ¿Cuál es la hora señalada para que algún miembro de la agrupación La Verbitsky, o su comandante en jefe, publique el “carpetazo” acusador de los servicios de inteligencia?

Esta guerra arrancó mucho antes y a mayor velocidad que la prevista. ¿Qué pasó? Cristina se está quedando sin proyectiles. Y los misiles que dispara para sobreactuar la gesta de Malvinas o expropiar la YPF que antes ayudó a privatizar tienen un impacto fugaz. La imagen positiva de CFK que cae al mismo ritmo que se desacelera la economía los puso en alerta. El colmo fue comprobar, amargamente, que Scioli no sufre el mismo deterioro.

Encima, en estas horas hubo tres opiniones contundentes contra la re-reelección: Hermes Binner, Ricardo Lorenzetti y hasta Eugenio Zaffaroni, que llegó a decir que el pueblo se cansa de los personajes y que “reelección” es mala palabra para los argentinos. Funciona esta ecuación: menos posibilidades de reelección, más se fortalece el operativo contra Scioli, que aparece como el único que tiene igual o mayor intención de voto que Cristina. Por eso abrieron las compuertas de los ataques.

Primero le vaciaron de poder la Legislatura y designaron como capo al camporista José Ottavis. Colocaron a Gabriel Mariotto para que le respire en la nuca y encabece la desestabilización con pedidos de informes que ni los opositores se atrevieron. Golpearon sobre Ricardo Casal, al que acusan de ser un empleado de la maldita policía. Se turnaron para fustigarlo Sergio Berni, Nilda Garré y Martín Sabbatella, entre otros. Los textos domingueros de Verbitsky intentan voltear al ministro más protegido por Scioli y, por ahora, no lo logran. Casal y Berni llegaron a empujarse frente a la TV como si fueran a cabecer un córner para ver quién anunciaba un operativo antidroga exitoso.

Ahora van por todo, tal como mandó la Presidenta. Dispararon en la línea de flotación mediática del ex motonauta. Sacaron de la cancha audiovisual a Daniel Hadad y después anunciaron en forma obscena por boca de Aníbal Fernández que el gobernador debía rendir cuentas de su lealtad a Cristina porque les pone publicidad a los medios que “ hablan bien de Scioli y nos critican y nos putean a nosotros”. Sincericidio quilmeño. No entienden cómo es que Scioli mantiene tan alta su imagen. Sospechan que es gracias a la energía positiva que les chupa a sus artistas amigos como los Pimpinela, Susana Giménez, Mirtha y Ricardo Montaner, entre otros. Quieren dinamitar esos recitales o encuentros para la tele.

Ahora iniciaron la etapa de la asfixia económica. Cerrarle el grifo de los fondos y que se las arregle como pueda con los intendentes. Quieren ver cómo hace para que no se le incendie la provincia aunque no ignoran el riesgo de que el viento empuje las llamas más cerca de la Plaza de Mayo que de La Plata. Ottavis, que pasó del llano a la vicepresidencia de Diputados, fracasó a la hora de sacar la ley de reforma tributaria. Apareció inexperto y creyó que agrediendo a los radicales y a los socialistas iba a convencerlos de que dieran quórum. Fiel al estilo K, quiso conseguir por violación lo que sólo se puede conseguir por seducción. Guapo para perder, dijo que la UCR “traicionó una vez más su tradición popular”. Jugó fuerte el vecino de Nordelta. Pero perdió los dos primeros partidos por goleada. Hay que decir que Mariotto no lo ayudó demasiado con las graves denuncias de corrupción que hizo. Sugirió que hasta su llegada al Parlamento provincial las leyes salían porque circulaban valijas por debajo de la mesa. Fue suficiente para que los opositores no quisieran aprobar nada a libro cerrado. Y para que la esposa de Carlos Kunkel, la jefa del bloque de senadores, Cristina Fioramonti, quedara en falsa escuadra. Ella hace cuatro años que ocupa esas bancas. O no se enteró de que había valijas voladoras, y por lo tanto falló en el control de la transparencia o fue parte de esa transa.

A la luz de lo que pasó con Esteban Righi, Daniel Rafecas y cada vez más con Scioli, parece que es más peligroso ser un aliado racional de CFK que un claro adversario. Se castiga más a los moderados que a los enemigos. Eso disciplina, pero también genera resentimiento.

El último manotazo lo dio Hernán Lorenzino, quien formalmente figura como ministro de Economía. Empujó a Scioli para que sacara el impuestazo por decreto y pagara él solito el costo de pelearse con los productores rurales a la vera de las rutas. Para que tuviera su propia Resolución 125. Rápidamente salieron a informarle que eso era imposible e ilegal. Scioli es prudente pero no come vidrio. La Presidenta también necesita los casi 3 mil millones que podrían recaudar por la vía del Impuesto a los Bienes Personales.

Se fueron cumpliendo todos los pasos del plan sistemático para sacar de la cancha a Scioli. Hasta ahora no tuvieron éxito. Faltan dos etapas más que profundizan el embate. La primera es utilizar los servicios prestados por Héctor Icazuriaga y armar una causa que lleve a Scioli a un procesamiento como el de Macri. Los expedientes que se preparan son variados: la basura, la Bonaerense, Boldt y el juego, los espectáculos masivos que organiza, la acusación por la protección que le brindan los grandes medios, y no descartan algún tema personal. Los sabuesos no descansan. Espían y escuchan a Scioli como nunca.

La gran pregunta que estremece a los argentinos con memoria es qué harán si nada de esto funciona. En los 70 apelaban a la justicia revolucionaria, a los fierros y a la violencia. Nadie cree ni quiere que la tragedia se repita ni como comedia. Ni que el infantilismo irresponsable se imponga. Pero a veces les hacen olfatear tanta sangre a los tiburones que los muchachos van y muerden desesperados. De última, es una tarea militante. Lo hacen por la patria. Y por Ella.

© Escrito por Alfredo Leuco y publicado en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 19 de Mayo de 2012.



Republiqueta... De Alguna Manera...

Republiqueta…

Guillermo, El Noble. Secretario Moreno. Dibujo: Pablo Temes.

Horrores Oficiales. El Gobierno comete graves errores políticos, económicos e institucionales. Los riesgos.

Es la economía, estúpido”, fue la ya legendaria frase que Bill Clinton transformó en su caballito de batalla durante la campaña que lo llevó a la presidencia de EE.UU. en 1992. Esa frase cobra vigencia en nuestro presente. Y este presente desnuda en forma paulatina la dimensión de la crisis económica que comienza a sentirse y que se ve potenciada por el empecinamiento de la Presidenta en negarla. Esta idea de que todo se podía solucionar aplicando la metodología de Guillermo Moreno, lejos de traer soluciones lo único que logra es hacer predecibles los problemas de un mañana de incertidumbre. Moreno, ministro de Economía en funciones, aglutina a buena parte del gabinete en su contra. Las renuncias de cuatro secretarios del Ministerio de Industria son producto del hartazgo de gente consustanciada con el proyecto K que se cansó de asistir con impotencia a los desaguisados de Moreno, siempre apoyados por Cristina. 

La falta de protagonismo del ministro de Economía, Hernán Lorenzino, es consecuencia de una intrascendencia patética. Allí los aportes técnicos los hace alguien a quien Moreno poco aprecia, el viceministro Axel Kicillof. En esta semana se conocieron sus ideas sobre el desdoblamiento del mercado cambiario, que generaron una apresurada desmentida desde el oficialismo. Como lo han reflejado los hechos, muchas de las desmentidas del Gobierno han terminado de ser confirmadas por la realidad. Las muy pocas fuentes que conocen lo que pasa en el círculo áulico de la Presidencia confirman que la idea del desdoblamiento cambiario le fue acercada a CFK. De hecho, así es como funciona hoy el mercado cambiario.

“No va a pasar nada raro”, dijo la Cristina Fernández refiriéndose al dólar, en uno de los “Aló Presidenta” de la semana. Sin embargo, a juzgar por lo que se observó en algunos bancos, el número de quienes no le creyeron va en aumento. De ahí que la cantidad de depósitos en dólares que se están retirando de las cuentas bancarias va en aumento, así como también la demanda de cajas de seguridad. ¿Cuál es el problema de fondo que ha llevado a esta situación? El creciente déficit fiscal. La respuesta es simple; la solución, no.

Entre los pagos correspondientes a la deuda externa y las necesidades de una mayor importación de combustibles, el Gobierno tiene una necesidad mayúscula de dólares que hoy no están en la cantidad suficiente para cubrir los requerimientos del momento. Por eso es que el cerrojo sobre las operaciones es casi total. Así y todo, el drenaje de la divisa norteamericana sigue un curso imparable. El cerrojo complica el desempeño de la economía y la vida de la gente. La existencia de un dólar paralelo al oficial de creciente valor y con una brecha que aumenta es el epifenómeno de esta circunstancia de impredecible evolución.

En este marco, la situación fiscal de las provincias agrega un factor más de inquietud política. El viernes se conoció un dato que inquieta: los giros de fondos de la Nación a las provincias fue el más bajo de los últimos años. A la cabeza de las afectadas está la provincia de Buenos Aires. De ahí la necesidad imperiosa de Daniel Scioli de aprobar la reforma tributaria y crear nuevos impuestos. Es una necesidad compartida con la Nación. En las protestas que el campo viene llevando adelante contra esa iniciativa, el núcleo principal es el referido a los impuestos que aspira a llevarse el Gobierno nacional y que están incluidos en el paquete que deben tratar los diputados bonaerenses la semana entrante. Sobre la aprobación de esta ley hay expectativa en las intendencias. En muchas de ellas ya se verifica un atraso significativo del pago a sus respectivos proveedores. La gota que derramaría el vaso sería la imposibilidad de pagar los sueldos de sus empleados.

Para Scioli, la semana que pasó terminó un poco más tranquila de lo que la empezó. Su declaración, en la que reconoció sus aspiraciones presidenciales para 2015, impactó en la Casa Rosada. Fue ese un misil que le estaban reclamando los intendentes del peronismo que no quieren ver atada su suerte a los caprichos de la Presidenta, hoy encarnados por el vicegobernador Gabriel Mariotto y por La Cámpora.

En las huestes del gobernador se vivían con euforia las reacciones producidas por sus expresiones. Lo primero que allí confirmaron fue que hay mucha gente dentro del peronismo dispuesto a acompañarlo, señal inequívoca del poco afecto que despierta el kirchnerismo. Nadie puede asegurar cómo seguirá esta historia.

La situación judicial por la que atraviesan Mauricio Macri y Amado Boudou es un ejemplo contundente de la realidad política que se vive. El jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene un procesamiento dictado por el controvertido juez federal Norberto Oyarbide y confirmado en fallo unánime por la Sala I de la Cámara Federal. En su momento, Macri buscó la recusación del Dr. Oyarbide, maniobra en la fracasó ya que le fue denegada. Así las cosas, el próximo paso procesal habrá de ser el juicio oral y público, lo que es muy bueno, porque allí es donde se exhibirán las pruebas que serán la base de la sentencia a través de la cual se establecerá definitivamente y a la vista de todos, la culpabilidad o la inocencia de Macri.

Veamos ahora lo sucedido con Boudou en el escandaloso caso de tráfico de influencias destinado a obtener el levantamiento de la quiebra de la ex Ciccone Calcográfica, al que se le ha agregado la causa por enriquecimiento ilícito. Como se recordará, tras un silencio de dos meses desde que se ventiló el caso de la ex Ciccone, el vicepresidente, por indicación de Fernández de Kirchner, acusó al juez federal Daniel Rafecas, al fiscal Carlos Rívolo y al entonces procurador general de la Nación, Esteban Righi. A poco menos de dos meses de la recordada pseudoconferencia de prensa, el éxito de la estrategia del vicepresidente es evidente, ya que los doctores Rafecas y Rívolo fueron apartados del caso y Righi renunció. 

Esta diferente realidad se resume en el siguiente apotegma: para el kirchnerismo, todo; para sus opositores, en cambio, la ley. Triste realidad que aleja a la Argentina del ideal promisorio de una república y la acerca a la penosa dimensión de una republiqueta.

Producción periodística: Guido Baistrocchi.

© Escrito por Nelson Castro y publicado en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 19 de Mayo de 2012.