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jueves, 6 de diciembre de 2012

7D: “Al día siguiente vamos por los contenidos”...

7D: “Al día siguiente vamos por los contenidos”...


Así lo expresó el encuestador K, Ricardo Rouvier. En medio de la disputa por el denominado 7D, uno de los encuestadores favoritos del Gobierno, Ricardo Rouvier, titular de la consultora Rouvier & Asociados, publicó un insólito mensaje a través de su perfil de Facebook, ayer miércoles.

“Muchos en nuestro país queremos que, finalmente, el grupo Clarín se ajuste a la ley de medios audiovisuales, mientras se substancia en la justicia la cuestión Papel Prensa”, comienza la publicación en cuestión.

“Y también sabemos que van a hacer lo imposible para evitar o dilatar la aplicación de la norma. Y entre dimes y diretes se ha producido una paradoja jurídica: vence la cautelar y se aplicará la toma de licencias sin haberse definido el juez respecto al fondo de la cuestión. Particularmente pienso que los artículos objetados son constitucionales, pero el grupo piensa lo contrario. Y no me parece lo mejor esta contradicción temporal entre la fecha de adecuación y el problema de su constitucionalidad, en un sistema judicial poco creíble para la sociedad. 

Ahora bien, es importante señalar cuáles son las dimensiones de lo que está en disputa. No creo que el mundo cambie en los próximos días, me refiero que las grandes hegemonías mundiales (económica, social y cultural) y su reproducción local, esto no van a modificarse luego del 7D. La verdadera y profunda lucha cultural no se va a dirimir en esa fecha; el logro de la emancipación subjetiva, la justicia, la libertad sólo se resolverán cuando libremos la batalla cultural que aún nos espera”, sigue Rouvier y finaliza:

“Sí, vamos a dar un paso en estos días, y lo vamos a celebrar. Al día siguiente vamos por los contenidos”, opina quien lleva adelante una de las encuestadoras preferidas por Cristina Fernández junto con Equis y Doris Capurro.

De esta manera, Rouvier afirma que la “lucha cultural” no basta con desarmar un monopolio, sino en controlar los contenidos de ese y tal vez otros medios de comunicación que no comulguen con las expectativas del Gobierno.

La encuestadora reveló en agosto pasado que si las elecciones presidenciales se realizaran hoy, Cristina volvería a ganar con una diferencia porcentual de más de 30 puntos sobre el segundo, repitiendo la performance de 2011.

© Escrito por María Luisa Torres y publicado por Tribuna de Periodistas el jueves 6 de Diciembre de 2012.

 Ricardo Rouvier


sábado, 24 de noviembre de 2012

¡¡¡Ahhh la Santa Oposión...!!! De Alguna Manera...


El "12M"...

En términos de preferencias electorales, tras el 20N al igual que luego del 8N y el 13S, la situación nacional no manifiesta cambios respecto al 23O (23 de octubre de 2011), con el agregado complejo que mientras el FPV mantiene sus “12M” (12 millones de votos), la oposición ya fragmentada, se divide aún más, pues cada nuevo liderazgo opositor que se proyecta a 2015, toma votos en el mismo espacio de aversión al Gobierno, manifiesto el 23O, redistribuyendo el escaso caudal electoral de cada candidato.

Esta penosa circunstancia para la oposición política partidaria, realmente existente, se observa en la imagen que acompaña esta columna que refleja los resultados de un estudio reciente de la Consultora Equis, realizado a nivel nacional entre los días “10N”  y “21N”, con la caceroleada y el paro opositores ya consumados.

Los casos de De la Sota y Macri son paradigmáticos de la creciente división opositora: capturan votos que en octubre optaron por Binner, Duhalde y Rodriguez Saá, básicamente, sin aportar novedades respecto a la arquitectura electoral en su conjunto. Oficialismo y oposición han constituido electorados estancos y por ahora no se observan cambios significativos.

En este sentido, el 13S, 8N y el 20N son manifestaciones de oposición política al Gobierno nacional para que cambie su agenda de gestión plebiscitada el 23O por “12M”  –millones de votos–, que frente a la ausencia de representación opositora de volumen donde expresar el descontento de ciudadanos y dirigentes gremiales, asumen la forma de “caceroleo” o “paro general”.

El movimiento opositor del 20N, en esta perspectiva , al igual que el 13S y el 8N tuvo su epicentro en la zona metropolitana y en especial en Capital Federal, acompañado, como el 8N, por el sistema de medios opositores (lo hay oficialista), que magnificó su alcance y asignó al paro volumen nacional y  del conjunto de las actividades, como parte de la estrategia de cambio de clima respecto al 23O, que viene desarrollándose con sagrada furia desde los medios opositores. El 20N no aporta novedades en  esta circunstancia tampoco.

Desde el punto de vista específico del alcance del paro de actividades, indicadores centrales para evaluar la magnitud de la medida, como lo es consumo de energía, no manifestaron variaciones a la baja, mostrando la extensión real del fenómeno.

Al respecto, el periodista Alejandro Bercovich, vía Twitter, publicó que el 20N “hasta las 13hs, en Capital Federal y Gran Buenos Aires, el consumo eléctrico según Cammesa fue de 6.850 MW ( megawatts). El paro no lo afectó: el lunes 19N, con igual calor fue 6.350 MW”.

“Hasta las 15h, el sistema interconectado eléctrico consumió 18.337 MW. Ayer, misma hora y calor, 17.102 MW”, detalló. Fuentes del sector energético coincidieron con el diagnóstico. “No tiene que haber demasiadas variaciones porque los industriales no estuvieron parando”, argumentaron.

“En el caso de los camioneros, por ejemplo, el consumo de combustibles es similar al que se hace un fin de semana”, concluyeron.

En fin, un paro sin energía. En síntesis, nada nuevo en el sistema de preferencias electorales de octubre, modalidades de oposición que asumen la forma de “caceroleo” o “paro nacional”, que en rigor expresan la ausencia de representación política partidaria efectiva y competitiva de aquellos ciudadanos y dirigentes que adversan con el Gobierno nacional.


Esta situación de penuria opositora es necesario cambie y asuma formas político partidarias, porque lo que va a elecciones en 2013 y 2015 no son las expresiones de protesta, territoriales o sindicales, sino los candidatos político-partidarios realmente existentes y cuando esto sucede, si todo sigue igual, aparecerá nuevamente el 230, y  borrará de un plumazo el 13S, el 8N y el 20N.

© Escrito por Artemio López, Director Consultora Equis, y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 24 de Noviembre de 2012.


domingo, 11 de noviembre de 2012

El 8N y las Elecciones China... De Alguna Manera...


Fin K…

Composición del voto K. Fuente: Consultora Equis.

Algo muy grande pasó en la Argentina el jueves, y no fue la elección del presidente de China. El 8N corporizó lo que ya venían mostrando las encuestas: que Cristina Kirchner perdió en el último año una parte significativa de la clase media que la votó en octubre pasado, y que sin el apoyo de ese sector de la sociedad el Gobierno no sólo no puede aspirar a una re-reelección, sino que cualquier candidato kirchnerista, incluida la propia Presidenta, perdería hoy un ballottage.

El gráfico que acompaña esta columna fue publicado en la edición de ayer de PERFIL, dentro de una columna de Artemio López –director de Equis, la consultora de investigación social más cercana al kirchnerismo– con otro fin. Pero una segunda lectura de ese gráfico permite comprender el futuro de la política argentina. La mitad del 54% de los votos que la Presidenta obtuvo en octubre de 2011 es no peronista: 8% provino de kirchneristas no peronistas, y 42% de personas que no son ni peronistas ni kirchneristas, independientes que se sumaron coyunturalmente, los que en conjunto Equis denomina “agregado volátil”.

Esto demuestra que Cristina Kirchner no sólo no podría ganar una elección sin el apoyo de la clase media, sino que tampoco podría triunfar sin la clase media ningún candidato peronista (por eso Scioli calló sobre el 8N), aun si se juntaran todas las líneas del PJ. Esto coincide con los cálculos del asesor electoral del PRO, Jaime Durán Barba, quien sostiene que en sus encuestas siempre le aparece que los peronistas –o sea, personas que votan por el peronismo en cualquier circunstancia– son sólo el 25% del total de la población. La mitad del 54% de Cristina Kirchner en octubre pasado da 27%.

Esto que Néstor Kirchner tuvo tan claro al construir la transversalidad, ¿puede ignorarlo su sucesora? Claro que no, por eso desde estas columnas se viene conjeturando que Cristina Kirchner no trabaja para la re-reelección sino para la historia, ya que su “ir por todo” no es útil electoralmente, o por lo menos es muy riesgoso porque fortalece el vínculo con el núcleo duro de sus votantes, que igual los tendría (redundancia), y aleja al agregado volátil sin el cual el modelo K finaliza en 2015.

El peronismo es un hacedor de clase media: Perón en los 50, Menem en los primeros años de los 90, al recuperar a los caídos de la hiperinflación de los 80, y el kirchnerismo, que redujo la clase baja del 22% en 2004 al 14% en 2011, aumentando la clase media en igual proporción. Pero quizás el modelo K, como la convertibilidad de Menem, encontró su punto de obsolescencia y ahora, para darles a unos, no le quede más alternativa que sacarles a otros (hasta 2011 mejoraron también las clases media, media alta y alta). Antes del 8N, Cristina Kirchner dijo: “La clase media muchas veces no entiende y cree que separándose de los laburantes, de los morochos, le va a ir mejor”. Y ya después del 8N, el Cuervo Larroque sostuvo: “Quienes más se quejan no son los que menos tienen, sino los que la están pasando bastante bien”.

Hasta 2011, con el modelo K habían ganado casi todos los sectores sociales, y ahora, para que los más necesitados no pierdan, los del medio deben perder. Esto tiene múltiples consecuencias: por un lado, la propia bronca de quienes ven amenazado su nivel de vida; y por otro, la creciente indignación que produce la fortuna de la Presidenta y el enriquecimiento de sus colaboradores, algo tolerado mientras la economía de todos mejoraba.

En el 8N, un manifestante expresó: “Los Kirchner justificaron que se habían dedicado a hacer dinero en sus comienzos porque la política requería recursos, pero ahora que ya llegaron a la presidencia, la fortuna que aumentan ya es para ellos. Nos quitan la plata a los que trabajamos para dársela a los que no trabajan, ¿por qué no da primero la de ella?”.

Aquí surge el segundo factor de agotamiento del modelo K, no ya el económico sino el social. Antes de la crisis de 2001 los políticos del PJ sabían que la clase media estaba en contra de que se les dieran subsidios sistemáticos a personas que no trabajaran. La proliferación de la pobreza en 2002 generalizó un sentimiento de solidaridad que produjo culpa en aquel que no estuviera dispuesto a resignar parte de lo que le sobrara. Doce años después de aquella crisis y una década después del mayor crecimiento acumulado de la historia, la relación entre solidaridad y culpa naturalmente se ha modificado. No tomar nota de ello sería un gran error para cualquier político.

Por ejemplo, los jubilados que marcharon el 8N pidiendo el 82% móvil (aunque movilizados por la Uatre) representan a muchos más que sienten que ya no es tan justo que ellos sigan cobrando menos de lo que les corresponde mientras el Gobierno utiliza los fondos de la Anses para pagar jubilaciones a quienes no aportaron o para otros fines menos directos.

La sábana corta: mientras todo crecía, el plan felicidad era un bálsamo frente a todas las demandas. La continua inflación encogió la sábana, y ya no cubre a todos de la misma manera.

El crecimiento del producto bruto para el próximo año prevé ser moderado, lo que indica que el kirchnerismo no volverá a tener años de “tasas chinas” quizá durante todo lo que resta de su mandato. De ser así, se podrá comprobar lo que dijo la Presidenta tras el 8N acerca de que los dirigentes se ven en los momentos de dificultades, porque le esperan muchas.

Paralelamente, no tiene opción; el Gobierno no podría responder a las demandas del 8N sin al mismo tiempo destruir su identidad. Fue tan enfático en su relato, que impide cualquier margen de flexibilidad. Hoy –no era así antes de 2008–, si tratara de reseducir a la clase media que se aleja espantada, terminaría perdiendo la otra mitad de sus votantes, que integran el núcleo duro de su apoyo.

Les queda Scioli. Siempre y cuando Sergio Massa no se decida a armar una lista del PJ no K para las elecciones legislativas de 2013 en la provincia de Buenos Aires y, de ganar, no modifique todo el mapa político actual. Pero, aun si fuera Scioli el heredero de 2015, el modelo kirchnerista igual pasaría a retiro.

El narcótico ideológico del relato ya no produce el mismo efecto. El duelo ya cumplió dos años. Le quedan algunos días de gloria (¿el 7D?), pero cada vez serán menos.

© Escrito por Jorge Fontevecchia y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 10 de Noviembre de 2012.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Cristina y Perón... De Alguna Manera...


Cristina y Perón…


Corren ríos de tinta, se gastan litros de saliva y suceden horas de tele despotricando sobre la utilización secuenciada de la cadena nacional por parte de la Presidenta que, se dice, hasta ha osado interrumpir el prime time televisivo para informar sobre la marcha de los acontecimientos nacionales. Apenas eso.

El derecho a comunicar de la Presidenta es obviamente indiscutible y el hacerlo por cadena nacional, un atributo que le corresponde no sólo por su investidura, sino y fundamentalmente por las condiciones de la coyuntura política nacional que no son extrañas para nadie, modelada por el cerco mediático al que es sometida la palabra presidencial y en particular la opacidad explícita que le asignan los medios opositores a la comunicación de la gestión de gobierno.

No es novedad esta circunstancia de cerrojo y distorsión informativa que resiste el Gobierno nacional, es muy común en la historia del peronismo.

Ya el General Perón advertía en el año 1947 cuando la oposición de los medios tradicionales contra su gobierno era tan tenaz como intensa:

“Me he de tomar el trabajo de ser yo mismo quién informe a la opinión pública.

”Yo no he de olvidar jamás una lección que recibí cuando aún era niño.

”Discutía yo con una persona mayor sobre la veracidad de cierta afirmación por haberla leído en un diario. Esa persona tenía un perro al que llamaba León. ‘Mire, amigo’, me dijo, y dirigiéndose al perro lo llamó: ‘León, León, León’. Y el perro vino. ‘¿Ha visto?, me dijo. ‘Le digo León y viene; pero no es León, es perro’.

”Desde entonces, cuando leo o me dicen algo, lo primero que hago es discurrir por mí si ello es o no. No sea cosa que digan que es León y luego resulte perro’.”(Extraído del libro La chispa de Perón de Fermín Chávez,editorial Cántaro, 1990).

Si la sabiduría de Perón nos muestra la necesidad ineludible de la comunicación directa en los gobiernos populares entre el/la Presidente y su pueblo, desde el punto de vista de la opinión pública, el supuesto rechazo a la comunicación por cadena nacional por parte de Cristina dista mucho de ser mayoritario y en general su aceptación y rechazo replican la opinión que los consultados tienen sobre la gestión de gobierno y la imagen de la Presidenta.

Los resultados del monitor nacional realizado por Consultora Equis sobre 1.200 casos muestra que el 50,3% de los consultados observa bien o muy bien la utilización de la cadena nacional por parte de Cristina Kirchner, mientras un 30,2% rechaza esta modalidad de comunicación como mala o muy mala, mientras a un 16,1% de los consultados le resulta indiferente y un 3,4% no sabe o no contesta.

Ciertamente los mayores niveles de rechazo al uso presidencial de la cadena se dan en Capital Federal y parte del primer cinturón bonaerense, mientras la aceptación crece a medida que nos desplazamos hacia el sur del país y el centro norte nacional, donde los niveles de rechazo caen a la mitad y la aceptación crece notablemente.

Estimados lectores de PERFIL, cantemos: 

Atento, atento, atento que camina el #cadenacionalismo por toda la Argentina… 

Cordialmente.

© Escrito por Artemio López, Director de Consultora Equis  y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 14 de Septiembre de 2012.


martes, 21 de agosto de 2012

Pobreza e indices de la U.C.A. ... De Alguna Manera...

El INDEC no está solo…


La utilización del discurso opositor bajo el formato estadístico es otro fetichismo de estos días sin oposición político-partidaria sólida. Una de las más prolíficas en centimil advierte sobre la evolución de la pobreza reciente y puebla habitualmente diarios y revistas que adversan al gobierno nacional. Es la Iglesia la que divulga cifras de pobreza generadas en la universidad privada UCA, aprovechando el imaginario que supone a la institución católica “comprometida con los que menos tienen”. Nada más arbitrario y contradictorio con la historia reciente de la cúpula eclesial, protagonista de cuanto proyecto conservador y excluyente existió en el país. En noviembre de 2011, el Observatorio de la Deuda Social de la UCA le hacía decir a La Nación: “Un cóctel preocupante de pobreza, inseguridad, riesgo alimentario, empleo precario y déficit de viviendas envuelve a gran parte de los 12,8 millones de personas que viven en el área metropolitana de Buenos Aires, formada por la Capital Federal y treinta municipios aledaños”.

Así lo refleja un informe de Cáritas, brazo social de la Iglesia, y el Observatorio de la Deuda Social, que dice que el 34,9% de la población, unos 4,4 millones de personas en esa área metropolitana, vive bajo la línea de pobreza.

Señalábamos en noviembre de 2011 al respecto: “Se conoció recientemente en la tapa de un importante matutino nacional un estudio sobre pobreza realizado en el área metropolitana de Buenos Aires, formada por la Capital Federal y treinta municipios aledaños, donde residen 12,8 millones de personas. Fue presentado por Cáritas, el brazo social de la Iglesia, y realizado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina. El estudio afirma que actualmente, en esa región metropolitana, el 34,9 por ciento de la población residente es pobre por ingresos.

El brazo social de la Iglesia se equivoca. Erraba en 2009 cuando insistía en que la pobreza era similar a la de 2001 en la crisis de salida de la convertibilidad, y sigue equivocándose hoy. Dejemos de lado la discusión sobre valorización de canasta básica, que para el estudio eclesial es de 2150 pesos para un hogar tipo metropolitano.

Hay inconsistencias tan notables en el nivel de incidencia de la pobreza metropolitana que informa el estudio que hasta pareciera increíble que Cáritas las propale sin medir las consecuencias políticas que supone que una institución de connotación religiosa distorsione datos sobre cuestiones tan sensibles a la comunidad como los niveles de pobreza. Veamos las pifias más de cerca.

Según el Observatorio de la Deuda Social Argentina, una consultora opositora, vinculada con la universidad privada UCA, existe hoy el 34,9 por ciento de pobres en la región metropolitana. Esto es un nivel similar de pobreza que el de 2004, más precisamente la existente en el segundo semestre de aquel año, cuando la pobreza, según el impoluto Indec de entonces, ascendía a 37,7 por ciento en el Gran Buenos Aires.

En ese momento concurrían tres factores que, analizados en conjunto, desbaratan de raíz el cálculo falaz del Observatorio de la Deuda Social.
  1. El 7,3 por ciento de desocupación de hoy en el GBA era del 15.3 en 2004.
  2. El trabajo informal, hoy del 34,5 por ciento, en 2004 llegaba al 47,7.
  3. Hoy existe la Asignación Universal por Hijo, que transfiere 440 pesos por hogar beneficiario, de alto impacto en ciudadanos bajo la línea de pobreza, cuando en 2004 no existía.
Según Cáritas tendríamos a fines del año 2011 los mismos niveles de pobreza que en el segundo semestre de 2004, cuando se observaba el doble de desempleo abierto, el 30 por ciento más de trabajo informal que en la actualidad y aún no existía la Asignación Universal por Hijo. Un disparate por donde se lo mire.

Seis meses después, el mismo Observatorio hace decir al mismo matutino: “Contra lo que dice el Indec y pese al crecimiento a ‘tasas chinas’ de los últimos años, casi el 22% de la población vive aún bajo la línea de pobreza, con un ‘núcleo duro’ de indigencia del 5,4%”.

Al contrario de del informe anterior del Observatorio, que mostraba un nivel de pobreza muy alto, decimos que no existe ningún ejemplo planetario de reducción tan drástica de la pobreza en tan corto lapso como el que señalan los informes de la UCA: ¡del 34,9% al 22% de la población en un semestre!

Trece puntos de pobreza menos en seis meses. Según el Observatorio abandonaron la pobreza en 180 días 5,2 millones de personas. A razón de 860 mil pobres menos por mes, 28.600 por día, 1.192 por hora, casi veinte por minuto. Medalla de Oro Olímpico en desempobrecimiento. Si fuera cierto.

Ahora, en materia de baja de la pobreza, el Indec no está solo: El Observatorio de la Deuda Social de la UCA, o sea lo más cercano a Dios en materia de medición de pobreza, lo acompaña.


sábado, 10 de marzo de 2012

Los números acompañan a la Presidenta... De Alguna Manera...

Los números acompañan a la Presidenta...

La gestión del Gobierno es positiva para un 58,6 por ciento, según Equis.

Una encuesta de Equis da a Cristina Kirchner con el 58,2% de intención de voto. A tres meses del nuevo mandato de CFK, un trabajo de Artemio López señala que la Presidenta tiene un 65,3 por ciento de imagen positiva y 58,2 de intención de voto. Macri tiene 37,8 y 13,6.

“A diferencia de algún otro colega, yo digo que la imagen positiva de Cristina Kirchner no sólo se mantiene, sino que la intención de voto crece un poquito por la forma en la que se sigue cayendo y desperdigando la oposición. CFK está en el 58 por ciento de los votos, que de todas maneras es su techo.” Artemio López presentó en esos términos su encuesta periódica, que se realiza a un día de que la Presidenta cumpla tres meses de su nuevo mandato. El titular de Equis hizo el sondeo en el área metropolitana y afirma que la estructura de voto y las motivaciones de voto no cambiaron para nada: alto consumo, baja en el desempleo, fuerte impacto de los planes sociales, actualización de jubilaciones, planes sociales y sueldos por encima de la inflación. “Esa es la base de la imagen y el voto de la Presidenta. Y eso no se movió.”

Las conclusiones surgen de la encuesta realizada por Equis en Capital Federal y Gran Buenos Aires. En total fueron consultadas, mediante entrevistas telefónicas, 800 personas, respetándose las proporciones en cuatro segmentos socioeconómicos: pobre por ingresos, nivel medio en riesgo, nivel medio no vulnerable, nivel medio-alto y alto.

–Da la impresión de que hay una caída de la imagen del Gobierno y de los votos del oficialismo a partir del accidente de Once, ¿es así? –le preguntó Página/12 a Artemio López
–Los mecanismos que llevaron al 54 por ciento obtenido por Cristina no han cambiado. Más allá de los climas que se crean a través de esos hechos, más en los medios que en la gente, las jubilaciones subieron más de un 35 por ciento, la Asignación Universal por Hijo, 22,7, y los primeros convenios están en un porcentaje parecido a este último. Yo no convalido los datos de inflación del Indec y tampoco los que da la oposición, que es del 22 por ciento. Y fíjese que esos aumentos a jubilaciones, asignación y salarios están incluso por encima de lo que dice la oposición. A esto agregue que por ahora sigue manteniéndose el consumo y que baja la desocupación. Para el ciudadano de a pie eso es lo que vale.

–¿Pero no impacta en imagen y voto la tragedia de Once?
–Nosotros preguntamos todo el tiempo sobre el servicio de ferrocarriles. Las opiniones son muy negativas. Lo eran antes de las elecciones de octubre y también ahora. Es como con los temas de inseguridad: siempre la gente es crítica. Pero eso no cambia ni la imagen del Gobierno ni el voto. Además, le aclaro algo fundamental: nadie rentabiliza políticamente una tragedia. Y el ciudadano común cree que no hay una figura de la oposición que pueda manejar mejor ni el subte ni el tren ni nada.

–Pero parece poco creíble que se mantenga la intención de voto de la Presidenta, incluso por arriba del 54 por ciento que consiguió en octubre.
–Hay un reacomodamiento de votantes, aparece Mauricio Macri en la escena nacional, toma votos de Hermes Binner, se desdibujó el Peronismo Federal, se desdibujó el radicalismo. De manera que no aparece nadie en la oposición en forma destacada. Le insisto en que nadie cree que lo que no puede resolver el gobierno nacional lo pueda resolver otro.

–¿No impacta la polémica sobre los subtes?
–No. Hay varios temas aquí. Primero, que buena parte de la composición de la muestra son ciudadanos del Gran Buenos Aires. Son pocos los que viajan en el subte. Segundo, incluso los de GBA que viajan en subte no son muy críticos. Son menos críticos que con el ferrocarril. Estoy convencido de que los temas centrales de las razones de voto no cambiaron y mientras no cambien, no creo que haya variaciones en la delantera que lleva Cristina. Pienso que la Presidenta está en su techo, no va a llegar al 60 por ciento de la intención de voto. Pero tampoco va a bajar significativamente, a menos que cambie la situación de fondo en los hogares.

© Escrito por Raúl Kollmann y publicado por el diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 10 de Marzo de 2012.