sábado, 24 de noviembre de 2012

¡¡¡Ahhh la Santa Oposión...!!! De Alguna Manera...


El "12M"...

En términos de preferencias electorales, tras el 20N al igual que luego del 8N y el 13S, la situación nacional no manifiesta cambios respecto al 23O (23 de octubre de 2011), con el agregado complejo que mientras el FPV mantiene sus “12M” (12 millones de votos), la oposición ya fragmentada, se divide aún más, pues cada nuevo liderazgo opositor que se proyecta a 2015, toma votos en el mismo espacio de aversión al Gobierno, manifiesto el 23O, redistribuyendo el escaso caudal electoral de cada candidato.

Esta penosa circunstancia para la oposición política partidaria, realmente existente, se observa en la imagen que acompaña esta columna que refleja los resultados de un estudio reciente de la Consultora Equis, realizado a nivel nacional entre los días “10N”  y “21N”, con la caceroleada y el paro opositores ya consumados.

Los casos de De la Sota y Macri son paradigmáticos de la creciente división opositora: capturan votos que en octubre optaron por Binner, Duhalde y Rodriguez Saá, básicamente, sin aportar novedades respecto a la arquitectura electoral en su conjunto. Oficialismo y oposición han constituido electorados estancos y por ahora no se observan cambios significativos.

En este sentido, el 13S, 8N y el 20N son manifestaciones de oposición política al Gobierno nacional para que cambie su agenda de gestión plebiscitada el 23O por “12M”  –millones de votos–, que frente a la ausencia de representación opositora de volumen donde expresar el descontento de ciudadanos y dirigentes gremiales, asumen la forma de “caceroleo” o “paro general”.

El movimiento opositor del 20N, en esta perspectiva , al igual que el 13S y el 8N tuvo su epicentro en la zona metropolitana y en especial en Capital Federal, acompañado, como el 8N, por el sistema de medios opositores (lo hay oficialista), que magnificó su alcance y asignó al paro volumen nacional y  del conjunto de las actividades, como parte de la estrategia de cambio de clima respecto al 23O, que viene desarrollándose con sagrada furia desde los medios opositores. El 20N no aporta novedades en  esta circunstancia tampoco.

Desde el punto de vista específico del alcance del paro de actividades, indicadores centrales para evaluar la magnitud de la medida, como lo es consumo de energía, no manifestaron variaciones a la baja, mostrando la extensión real del fenómeno.

Al respecto, el periodista Alejandro Bercovich, vía Twitter, publicó que el 20N “hasta las 13hs, en Capital Federal y Gran Buenos Aires, el consumo eléctrico según Cammesa fue de 6.850 MW ( megawatts). El paro no lo afectó: el lunes 19N, con igual calor fue 6.350 MW”.

“Hasta las 15h, el sistema interconectado eléctrico consumió 18.337 MW. Ayer, misma hora y calor, 17.102 MW”, detalló. Fuentes del sector energético coincidieron con el diagnóstico. “No tiene que haber demasiadas variaciones porque los industriales no estuvieron parando”, argumentaron.

“En el caso de los camioneros, por ejemplo, el consumo de combustibles es similar al que se hace un fin de semana”, concluyeron.

En fin, un paro sin energía. En síntesis, nada nuevo en el sistema de preferencias electorales de octubre, modalidades de oposición que asumen la forma de “caceroleo” o “paro nacional”, que en rigor expresan la ausencia de representación política partidaria efectiva y competitiva de aquellos ciudadanos y dirigentes que adversan con el Gobierno nacional.


Esta situación de penuria opositora es necesario cambie y asuma formas político partidarias, porque lo que va a elecciones en 2013 y 2015 no son las expresiones de protesta, territoriales o sindicales, sino los candidatos político-partidarios realmente existentes y cuando esto sucede, si todo sigue igual, aparecerá nuevamente el 230, y  borrará de un plumazo el 13S, el 8N y el 20N.

© Escrito por Artemio López, Director Consultora Equis, y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 24 de Noviembre de 2012.


viernes, 23 de noviembre de 2012

Rebeldes con causa... De Alguna Manera...


Rebeldes con causa...

 'La voz de su amo.' Martín Sabbatella. Dibujo: Pablo Temes.

Gobernadores y dirigentes ya muestran un desafío leve. El cristinismo, en su laberinto y sin liderazgo.

El cristinismo carece de conducción estratégica y se quedó sin candidato presidencial. Ese olor a fin de ciclo obligó a la liga de gobernadores peronistas a recuperar protagonismo y autonomía. La rebelión en la granja está en ciernes. La ineptitud de muchos funcionarios y la ansiedad inexperta de La Cámpora los lleva a cometer torpezas seriales apañadas por Cristina. A José Manuel de la Sota le regalaron lo único que no tenía: visibilidad. Aumentaron su nivel de conocimiento público, que era su mayor debilidad en todas las encuestas. Una vez más lograron el efecto contrario al que buscaban. Con Scioli ya habían caído en el mismo error. Mientras más ministros le pegaban, el gobernador de Córdoba más crecía. Le subieron el precio en lugar de dejar que girara en falso.

Pero hay más chisporroteos con otros jefes territoriales del justicialismo. El jujeño Eduardo Fellner ya no sabe qué hacer para frenar a Milagro Sala y sus muchachos, que le arman futuras listas de candidatos por afuera de su estructura. Daniel Peralta en Santa Cruz sufrió algo parecido, pero demostró que el poder de daño de Cristina ya no tiene la misma potencia. Lo acusaron de lo peor: de espiar a la presidenta de la Nación. Y no pudieron voltearlo. Allí anda Peralta, desafiante, autodefinido peronista y nunca kirchnerista, abrazado a estibadores de Puerto Deseado, lejos del acto de Cristina en El Calafate. De paso dijo que el intendente del lugar en el mundo de Cristina era “un mendigo de dádivas”.

El caso de la agrupación DOS (Daniel o Sergio, ¿se acuerda?) es paradigmático. Ya no temen mostrarse una y otra vez juntos y sonrientes en actos no kirchneristas. El Gobierno nacional tuvo que calmar sus ímpetus destituyentes. Parece haber comprendido que sin tener de su lado a Scioli y a Massa en Buenos Aires están condenados a una derrota nacional en 2013. Y eso los embarca en un vuelo turbulento hasta 2015. Los otros cuatro distritos en importancia ya los dan por perdidos. En algunos, el cristinismo puro podría llegar a salir tercero:

1) Córdoba: El oficialismo provincial, con Juan Schiaretti a la cabeza, peleará, según todas las encuestas, por el primer lugar con el juecismo y el radicalismo. Chicanero, el ex gobernador dijo que los operarios mecánicos silbaron a la ministra Giorgi porque pagan impuesto a las ganancias y la renta financiera está exenta.

2) Santa Fe: Binner-Barletta encabezarían la lista que mide apenas por encima de la que liderará Miguel Torres del Sel.

3) Capital: Gabriela Michetti gana en todas las opciones y en segundo lugar aparece Pino Solanas, que tal vez consiga el respaldo de todo el Frente Amplio y hasta del radicalismo.

4) Mendoza: Asombran en su propio partido los números de intención de voto que tiene Julio Cobos.

Tal vez esto explique el perfil bajo cero de Gabriel Mariotto, los elogios del camporista Santiago Carreras y que José Ottavis se haya puesto a trabajar para sacarle leyes al gobernador.

¿Se terminó el látigo o ya casi no duele para los sciolistas? El seminario que hizo ayer La Juan Domingo a pocas cuadras de la Casa Rosada es todo un símbolo. En otro momento hubiera sido leído como un desafío imperdonable. En esta ocasión fueron convocados para exponer todas sus críticas tres símbolos del peronismo que hace mucho rompió con los K: Jorge Sarghini, Jorge Remes Lenicov y hasta Roberto Lavagna, que no pudo concurrir por problemas personales pero que estaba dispuesto. Daniel Scioli aseguró frente a esos dirigentes que “la lealtad es un camino de ida y vuelta” y todos entendieron.

Otro dato inédito fue la fiereza con que Alberto Pérez cruzó a Martín Sabbatella. Por radio, y en medio de la discusión por el paro docente encabezado por Roberto Baradel, lo acusó de jugar para el partido “Nuevo Desencuentro” y aseguró que “ningún manual de ciencias políticas dice que quien sacó el 55% de los votos debe debatir con quien logró apenas el 5%”. Estaba hablando de Sabbatella, que hoy es el principal ariete que tiene Cristina en la única batalla que la ocupa, que es la del 7D contra Clarín. Subrayo: ese castigo provino del jefe de Gabinete y la persona de mayor confianza de Scioli.

El peronismo que todavía sigue acompañando al Gobierno (Julián Domínguez, Florencio Randazzo, Juan Manuel Urtubey, entre otros) ya reconstruyó los puentes que habían roto con sus compañeros que están en la vereda contraria. Cada vez son más frecuentes las reuniones y los intercambios de información con Lavagna, Alberto Fernández, Julio Bárbaro, Jorge Busti, Enrique Thomas, Francisco de Narváez, Graciela Camaño, Alberto Iribarne, Jesús Cariglino y Hugo Moyano, que pasado mañana clavará en el lomo del Gobierno la primera banderilla de un paro nacional al kirchnerismo.

El peronismo tiene una sola lealtad: el poder. Por eso está en asamblea permanente y en estado deliberativo. A todos los une la inquietud por la falta de un candidato ganador para reemplazar a Cristina y les molesta que la Presidenta los quiera conducir a través de los muchachos que militan en “La Máximo”, como dicen con mordacidad.

El aparato propagandístico de ayer en el Luna Park, los fondos de una caja cada vez más flaca, el freno de la economía y la falta de iniciativa han abierto más preguntas que certezas de victoria.

El gobierno de Cristina salió en bloque a castigar a José Manuel de la Sota, que simplemente pidió diálogo, que le paguen la deuda, y que propuso que los trabajadores no paguen Ganancias. Obvio: fue ovacionado por los obreros mecánicos y la ministra Débora Giorgi recibió algunos silbidos. Luego llegaron las presiones. A la empresa Renault para que repudie al gobernador o se atenga a las consecuencias de las demoras burocráticas para habilitar el nuevo modelo. Y a Ricardo Pignanelli, que sacó una solicitada inflamable contra De la Sota acusándolo de cobarde e irresponsable. Antes había dicho que los peronistas no deben pelearse en público. Dos preguntas: ¿desde cuándo Giorgi es peronista? ¿Sabe que el jefe del Smata Córdoba es el actual ministro de trabajo de De la Sota?

El delincuente y barrabrava Richard apareció en una foto con Néstor Kirchner, lo que no quiere decir más que eso. Pero integró la agrupación kirchnerista Hinchadas Unidas Argentinas. Sin embargo, los medios adictos recibieron la orden de vincularlo a Hugo Moyano y el aire de la tele se llenó de operaciones. Falta candidato y conducción, pero sobra manipulación extorsiva.

© Escrito por Alfredo Leuco y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 17 de Noviembre de 2012.

martes, 20 de noviembre de 2012

Atroden... De Alguna Manera...


“Una maniobra orquestada para la impunidad”


Confirman el procesamiento del ferroviario José Pedraza por cohecho al intentar pagar para ser excarcelado. La Sala VI de la Cámara del Crimen ratificó el procesamiento del dirigente por haber pergeñado un intento de soborno para ser liberado mientras lo juzgaban por el asesinato de Mariano Ferreyra.

El dirigente ferroviario José Pedraza está más cerca de un nuevo juicio oral por haber pergeñado y movido los hilos en un intento de soborno a jueces de la Cámara de Casación Penal para que dejaran en libertad a miembros de una patota de su gremio, la Unión Ferroviaria (UF), acusados de haber matado a Mariano Ferreyra, y evitar en su propio caso terminar en prisión por el homicidio. La situación del sindicalista queda así planteada en función de un fallo de la Sala VI de la Cámara del Crimen, que confirmó su procesamiento por cohecho y tráfico de influencias, junto con los de otros cuatro personajes que colaboraron, desde funciones diferentes, “posicionados en lugares estratégicos”, “con sus relaciones y conocimientos preexistentes”, con una “maniobra orquestada” para “lograr impunidad”. Se trata del contador del sindicado Angel Stafforini, el ex agente de la SIDE Juan José Riquelme, el ex juez subrogante Octavio Aráoz de Lamadrid y el prosecretario de Casación Luis Ameghino Escobar.

Pedraza está siendo juzgado en la actualidad por el Tribunal Oral Criminal 21 (TOC21) como posible instigador del homicidio de Ferreyra, quien recibió un disparo en el abdomen cuando se desconcentraba una protesta de trabajadores tercerizados del ferrocarril Roca de la que participaba como militante del Partido Obrero (PO). Junto con él están en el banquillo su número dos, Juan Carlos Gallego Fernández, ocho matones y siete policías. La trama del intento de coima fue descubierta en los primeros meses de la investigación, en el verano posterior al asesinato del chico, que había sido en octubre de 2010. Fue cuando la jueza Wilma López tenía varios teléfonos intervenidos, entre ellos el del propio Pedraza, y se topó con conversaciones que dejaban a la vista cómo el líder sindical organizaba en contacto con los otros cuatro implicados, una estrategia para darle un golpe la investigación de primera instancia, conseguir la libertad de los integrantes de la patota, que estaba apelada en Casación, y de esa manera evitar que la pesquisa llegara hasta él.

“Reitero, son verdes”

“Informan del otro lado que son verdes, reitero, son verdes”, es la frase –ya célebre– que Riquelme le dejó a Pedraza en su contestador automático el 24 de enero de 2011, cuando estaban en plenas negociaciones. El ex espía, en efecto, intentaba evacuarle una duda: si lo que debían pagar, de acuerdo a lo conversado con el intermediario Aráoz de Lamadrid, eran pesos o dólares. Porque habían hablado de “85 mil”, pero no de la moneda pactada. Aráoz había actuado en el caso Ferreyra como defensor del picaboletos Guillermo Uño, pero al llegar el final del año se corrió de ese papel y, según la imputación en su contra, fue para ofrecer sus contactos en Casación, donde había sido secretario por una década del camarista Eduardo Riggi y donde conservaba a su amigo, también ex secretario de Riggi, Luis Ameghino Escobar, quien manejaba en el tribunal el sorteo de asignación del expedientes entre las cuatro salas que lo componen. El objetivo, surgía de los comentarios elocuentes del Riquelme, era que fuera “elegida” la sala III, por entonces encabezada precisamente por Riggi, a quien mencionaba como “el amigo Eduardo”. Como si quisiera nombrarlos en clave, a Aráoz de Lamadrid lo llamaba “el amigo de la calle Viamonte”, por la ubicación de su estudio jurídico, y a Ameghino Escobar “el señor de las teclas”, lo que describía su función de manejar la computadora para realizar los sorteos informáticos que definen qué jueces tratan un caso.

“Las constancias de la causa, analizadas y articuladas en forma armónica, permiten demostrar, por lo menos a esta altura del trámite, la presencia de los pactos venales acordados para lograr objetivos ilícitos”, dice el fallo de 64 páginas firmado por los camaristas Mario Filozof, Julio Marcelo Lucini y Ricardo Matías Pinto. Al sentar posición, los jueces dicen que abonan la hipótesis que sostuvo en su momento el fiscal Sandro Abraldes y luego también el juez Luis Rodríguez al dictar los procesamientos: “Hubo una maniobra orquestada entre los imputados que, valiéndose de relaciones y conocimientos preexistentes, se posicionaron en lugares estratégicos para lograr la impunidad de Pedraza y de otras personas más”.

Las escuchas telefónicas que sostienen buena parte de la causa muestran que Riquelme, al hablar, revelaba un vínculo de confianza con Pedraza, y lo iba manteniendo al tanto de sus gestiones, que incluían contactos especialmente con dos camaristas de Casación: con Riggi, con quien tuvo llamados telefónicos en la etapa investigada; y con el ex juez Gustavo Mitchell, a quien decía frecuentar y visitar. También aludía a Mariano González Palazzo, que era subrogante, aunque decía que el lazo con él lo manejaba Aráoz de Lamadrid. Riquelme también negociaba con Aráoz y hacía de puente con Stafforini, vicepresidente de la empresa Belgrano Cargas además de contador de la UF. Aráoz hablaba con Ameghino.

Sorteo y soborno

El fallo de la Cámara describe que “el plan ideado” tenía “dos etapas”: “la primera, radicaba en lograr que fuera sorteada la Sala III de la Cámara Nacional de Casación Penal, en la que se desempeñaba el Juez Riggi” para que resolviera los planteos de excarcelación de siete miembros del grupo de choque; “la segunda, cuyo éxito dependía en gran medida de la anterior” “consistía en ejercer una indebida influencia sobre el juez Riggi y, directa o indirectamente a través de él sobre los restantes integrantes de la Sala III, para obtener un fallo favorable a los intereses”. Este tramo del plan habría quedado trunco (hasta donde se sabe) porque a raíz de los seguimientos telefónicos y en la calle que se hicieron a los sospechosos se logró establecer el momento exacto en que Stafforini le llevaba 50 mil dólares a Aráoz de Lamadrid a su estudio jurídico, que fue allanado instantes después de la visita. El dinero, en billetes, fue hallado en un sobre rotulado “Octavio” e incautado por personal policial.

A lo largo de enero de 2011, Riquelme y Aráoz hablaban todo el tiempo del “día dos de febrero” como la fecha clave en que debían haber concretado el pago del direccionamiento del sorteo de Casación. El 26 de enero, todavía sin novedades, Riquelme se empieza a poner nervioso y le dice a Aráoz de Lamadrid: “El amigo José está terriblemente ansioso, hoy tuve doce llamados de él”, y le cuenta cómo trató de calmarlo a Pedraza: “José, mirá te lo dije ayer... si está de por medio el amigo de la calle Viamonte, José, por favor, a vos que te encanta tanto y lo disfrutás y yo te felicito, poné el champán en la heladera, te lo retomás y te vas a acostar, punto y aparte, no te hagas el chinchorrito donde no existe”.

Ese mismo día “el señor de las teclas” hizo su “tarea”, anunciaría después Riquelme. Salió sorteada “la sala de nuestro amigo”, le diría Aráoz de Lamadrid, en alusión a Riggi, después de haber intercambiado ocho mensajes de texto con Ameghino Escobar sobre “el éxito de la tarea encomendada”. “Fue a la sala de los amigos que hemos elegido, donde está el amigo Eduardo”, le transmitiría también Riquelme a Stafforini. La Cámara entre sus conclusiones señala que quienes operan el sistema informático de sorteos pueden hacer alguna maniobra o especulación, como esperar a que estuviera sólo disponible en el bolillero virtual la Sala III.

Aráoz, que estaba en Brasil, adelantó el regreso de sus vacaciones. El 1O de febrero esperaba en su estudio a Stafforini, que fue acompañado por Susana Planas, de Belgrano Cargas. Con el avance de la investigación se estableció que antes de ir allí habían pasado por la caja de seguridad de Stafforini en la sucursal Monserrat del Banco de Galicia, de donde se llevó el dinero en un maletín. Había ido incluso escoltado por Marcelo Daniel Pérez el jefe de seguridad de Belgrano Cargas, para tener protección, algo que Pérez reconoció y relató en detalle cuando fue citado para dar testimonio en tribunales. Los informes de inteligencia dicen que Stafforini entró al edificio de la calle Viamonte con el maletín lleno, y al salir se notaba que estaba vacío. Después del procedimiento, Aráoz lo llamó: “Escuchame, me están allanando por el tema este, corten todos los teléfonos”.

Lo que viene

La Cámara, que confirmó los embargos que llegan a 200 mil pesos, sostiene que está “acreditada” la relación que tuvo Aráoz de Lamadrid con el Juez Riggi que, al igual que Escobar, superó una década de desempeño conjunto (...) tampoco puede soslayarse el conocimiento que tenía Riquelme de ese magistrado y, muestra de esa circunstancia, son las dos conversaciones que tuvieron en el período que interesa a la investigación. Ahí dan cuenta de la confianza y el grado de intimidad que se dispensaban mutuamente. El vínculo entre ambos está comprobado y se puede concluir que la posibilidad de influir de los distintos actores que intervinieron en la maniobra era real y no ficticia”. 

El juez de primera instancia, Rodríguez, (ahora juez federal), despegó a Riggi de sospechas. La Cámara no lo modifica. Habrá que ver qué hace el juez actual del caso, Guillermo Rongo. El Centro de Estudios legales y Sociales, que representa a la mamá de Ferreyra como querellante, pedirá que se profundice la investigación sobre las relaciones de los funcionarios judiciales, dirigentes sindicales y lobbistas. Riggi es el único de los cuestionados por esta causa que sigue en Casación, aunque tiene pedido de juicio político.

© Escrito por Irina Hauser y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el martes 20 de Noviembre de 2012.