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viernes, 7 de diciembre de 2012

Debate montonero... De Alguna Manera...

Debate montonero...
Juventud maravillosa. Cristina Fernández de Kirchner. Dibujo: Pablo Temes.

Una ley para indemnizar a militares dividió el bloque K en el Congreso. El vía libre de Cristina y cómo se votó.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner autorizó a sus diputados más fieles a votar la media sanción de una ley que indemniza a los familiares de soldados, militares y policías muertos durante el ataque de Montoneros a un cuartel. Una jefa de Estado que es acusada por la ultraderecha más recalcitrante de ser “una yegua montonera” produjo este hecho político inédito que, además, puso a su bloque de legisladores en rebeldía al punto que se dividieron en tres posturas distintas. Es lamentable que semejante movida positiva se haya hecho casi en la clandestinidad y con fuertes presiones para que nadie se enterara. De hecho, hasta hoy, ni Clarín ni Tiempo Argentino ni Página/12 publicaron una sola línea al respecto. Es un proyecto que se podría haber utilizado para generar el más interesante y necesario debate sobre la lucha armada de los 70 y el impacto en los jóvenes actuales.

Por ahora se perdió esa gran oportunidad. Pero tal vez estas líneas sirvan para fogonear una discusión que, si se hace sin dogmas blindados y con el ánimo reparador de no repetir errores ni horrores, puede ayudar a evitar que la actual fractura expuesta de la sociedad sea un poco menos grave.

Si el Senado la convierte en ley, los familiares de diez soldados conscriptos, de un sargento y un subteniente del Ejército, de un policía provincial y de tres civiles cobrarán 620 mil pesos como resarcimiento por haber muerto éstos resistiendo el copamiento del Regimiento de Infantería 29 de Monte, en Formosa, en lo que fue el bautismo de fuego del Ejército Montonero. El operativo fue encabezado por Raúl Yaguer y, según el periodista Ceferino Reato, sirvió para que Videla y Massera, entre otros, le pusieran fecha definitiva al golpe de Estado que el 24 de marzo de 1976 instalaría un genocidio en nuestro país. Operación Primicia, la rigurosa investigación de Reato, puso en la superficie un tema que en Formosa es vivido culturalmente como una cuestión de Estado y fue tomado como una suerte de “invasión” de forasteros a un lugar de gente sencilla que duerme la siesta con las ventanas abiertas y sella los acuerdos con un simple apretón de manos. El libro reveló que la mayoría de las familias de los 12 integrantes de Montoneros que habían caído en aquel combate recibieron indemnización por 12 millones de pesos como víctimas del terrorismo de Estado y que, en ese carácter, se habían sumado a las listas, las placas y los homenajes que se les rinden a los detenidos-desaparecidos. El caso más concreto puede verse en el monumento de Costanera Norte.

Todos los 5 de octubre, día de esa masacre donde murieron 28 personas en total, se conmemora el Día del Soldado Formoseño. La ceremonia la encabeza el gobernador Gildo Insfrán, integrante del ala derechista ortodoxa del cristinismo, y participan todos los sectores políticos y sociales. Es el recuerdo de un hecho dramático que marcó para siempre la historia de los formoseños.

Por eso, fueron dos diputados de ese distrito, Ricardo Buryaile (UCR) y Juan Carlos Díaz Roig (PJ), los que presentaron el proyecto que estuvo a punto de caerse y de arrastrar la última sesión ordinaria de la Cámara. “Tengo el bloque partido”, se justificaba Agustín Rossi. “Los acuerdos políticos hay que respetarlos”, replicó Buryaile.

Nada hubiera salido sin el motorcito en el que se convirtió Carlos Kunkel (“un caballero”, según el radical) y sin la bendición que le dio Cristina. Es un tema muy delicado para el cristinismo, donde conviven sectores que combatieron armas en mano y hoy plantean autocríticas (“macana”, le llamó Kunkel) con otros que endiosan esa experiencia fracasada y que, hasta peligrosamente, convierten en héroes a imitar a los guerrilleros en cada oportunidad que tienen.

Las distintas posturas de los cristinistas se expresaron a la hora de votar. De los 97 legisladores propios presentes, 51 votaron a favor. Kunkel hizo punta y eso que, en aquel momento, era jefe montonero de la región. No participó del ataque al cuartel porque estaba detenido. Andrés “Cuervo” Larroque y Eduardo “Wado” de Pedro, los dos capos de La Cámpora, se encolumnaron con Kunkel. Los 16 que votaron en contra estuvieron encabezados por Remo Carlotto, hijo de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, que ahora contrató como asesor al juez español inhabilitado por 11 años, Baltasar Garzón. El magistrado, ya convertido en un defensor de todas las causas oficialistas, recibió el documento que le otorga la residencia pero no opinó sobre este tema. Si bien Baltasar sentó en el banquillo de los acusados a Pinochet y a Scilingo, también persiguió legalmente a los miembros de la ETA, quienes igualmente optaron por el foquismo terrorista durante períodos democráticos, lo mismo que Montoneros. Se opusieron, además, miembros del Movimiento Evita, como Leonardo Grosso y Adela Segarra, y los dos legisladores sabbatellistas, pese a que el Partido Comunista que los parió supo condenar con contundencia a la ultraizquierda de aquella época. Entre las treinta abstenciones hay que mencionar a Edgardo Depetri y Agustín Rossi, dirigentes de Unidos y Organizados, y un caso muy particular, el de Horacio Pietragalla, que si bien integra La Cámpora se diferenció por cuestiones familiares: sus padres desaparecidos fueron parte del comando del Ejército Montonero que se mandó esa “macana”, al decir de Kunkel.

Es para una película de espionaje registrar que, además de Kunkel, hubo otro importante miembro de Montoneros que se puso el proyecto al hombro y recorrió el país explicando a sus viejos camaradas la intención: José “Yuse” Estigarribia, el paraguayo que hoy vive en Suecia, donde se quedó luego del exilio y cuya hija fue elegida diputada en ese país. El se entrevistó con Cristina y Kunkel y resolvieron apoyar la idea de Ricardo Buryaile, que fue el primero en ocuparse en 2010, cuando su proyecto original perdió estado parlamentario.

Algo muy profundo ocurrió en la cultura montonera, aunque en la superficie casi nadie haya mencionado el tema. Es un desafío intelectual y político extraordinario que seguramente encontrará su cauce de polémica más temprano que tarde. No hubo dos demonios, eso está claro. ¿Hay que mirar con compasión o ser crudamente críticos de aquellas formaciones especiales que apoyaron primero y luego enfrentaron a Perón? ¿Era correcta la idea de profundizar las contradicciones porque combatir contra las Fuerzas Armadas era más “claro” para el pueblo que enfrentar a Isabel? ¿Hay sectores minoritarios del cristinismo que, en voz baja, aún reivindican el crimen como instrumento de la lucha por el poder?

© Escrito por Alfredo Leuco y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires al 1º día del mes de Diciembre de 2012.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Mario Pergolini y la Ley de Medios… De Alguna Manera...

Fuerte crítica de Mario Pergolini a la Ley de Medios…
 

Esta mañana, Reynaldo Sietecase y su equipo comenzaron un debate sobre la Ley de Medios en su programa Getap, en Vorterix Rock, al que se sumó Mario Pergolini, director de la radio.

Ácido, el ex Rock & Pop marcó su escepticismo a la normativa, y dejó entrever que, en su opinión, el mapa de medios no se va a desconcentrar.

“Vendo el auto, lo pongo a nombre de mi mamá y todo el mundo va a decir: ‘Ah no, está bien, el auto ya no es más de Mario’. Es ridículo pensar que esto es sensato”, lanzó el conductor y locutor en el aire de la 103.1.

“Esto es de tal, esto es de tal y esto es de tal, y un beso para todos. Todos sabemos quién está poniendo a nombre de quién, del primo, del hermano, de los amigos”, polemizó.

“¿Alguno cree que los grandes grupos se están desarmando? ¿Pensamos que Cristóbal López va a atomizar todas las radios que compró, que el Grupo Vila-Manzano se las va a pasar a gente que le haga competencia, que cualquier otro grupo lo va a hacer?”, cuestionó.

“¿Para qué hicieron todo esto? Para el espacio de publicidad, un gran detalle. Se olvidaron de Internet. Hay que ver en la historia cómo va a quedar. Lo que pasa ahora es una anécdota. ¿Vos creés que el mapa de medios se va a desconcentrar?“, se preguntó.

Lo insólito del caso, más allá de las críticas, es que Sergio Szpolski, empresario vinculado al oficialismo y vicepresidente ejecutivo del Grupo Veintitrés, grupo que edita la revista Veintitrés y los diarios El Argentino y Tiempo Argentino, además de poseer Vorterix, dejó un comentario en la noticia publicada en Clarin.com.

“Eso es lo que se dice verdadera pluralidad de voces dentro de un mismo grupo. Para los que no lo sabían Vorterix Rock es la FM del Grupo Veintitrés”, escribió el empresario.  

© Publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el martes 4 de Diciembre de 2012.


martes, 30 de octubre de 2012

Cuarentena, paternalismo y medios... De Alguna Manera...


Cuarentena, paternalismo y medios...


Faltan cuarenta días para el 7D. Para algunos, de tener éxito el Gobierno con su apagón mediático, ese día comenzará la definitiva “santacrucización” de la Argentina. Pero si el kirchnerismo consiguiera lo que se propone, obtendrá un triunfo pírrico como pocas veces se ha visto en la política: un Gobierno que coloca todas sus fuerzas en una batalla donde, aun con un resultado airoso, saldría peor que como entró, con las manos vacías tras un enorme consumo de recursos propios.

Esperan abrir “una fisura en el lenguaje de la dominación” para vencer a la corporación mediática, “articuladora de la agenda hegemónica desde la perspectiva de los sectores dominantes”, y comenzar un nuevo ciclo de “democracia comunicacional” para dar por superado “el litigio por el relato”, que es “el eje de la disputa política de nuestro tiempo, el punto neurálgico sobre el que se da la contienda por darle forma a una ofensiva contrahegemónica que logre interrumpir la hegemonía del establishment neoliberal”, permitiendo también “el corrimiento del velo de supuesta objetividad con el que siempre se vistieron los medios concentrados”, gracias a que “el retorno del conflicto político hizo saltar en mil pedazos el sutil dispositivo de enmascaramiento a través del cual el modelo neoliberal fue desplegándose hegemónico sobre la vida social”, demostrando que “el giro neoliberal del capitalismo fue posible a través de una inédita ofensiva mediático-cultural destinada a producir otra subjetividad”. En síntesis, piensan que “los medios de comunicación hegemónicos constituyeron la columna vertebral de la nueva derecha contemporánea” (el encomillado es de un reciente texto de Ricardo Forster).

¿Tan enorme es la expectativa? ¿Lo creerá en serio el Gobierno? Si así fuera, grande será su depresión posparto. Comprobará que las audiencias audiovisuales son mucho más autónomas de lo que cree. Que ellas también construyen la agenda subiendo o bajando el rating, cada vez más directamente a partir de que se accede a él en tiempo real.

Si eliminaran las noticias policiales para disminuir la sensación de inseguridad, la demanda de la audiencia por esos temas se canalizaría por otros medios: radios, internet y hasta prensa gráfica, que se recategorizaría en función de satisfacer demandas desplazadas (en la época en que no existía la televisión transmitiendo todo el tiempo en directo, había publicaciones especializadas en policiales).

Esta idea de que los medios le imponen a la audiencia lo que ellos quieren que vea parte de un desprecio por el libre albedrío de las personas, sólo explicable en mentes paternalistas que ven a los ciudadanos como un cliente a ser asistido con subsidios a cambio de votos.

Que fuera plausible que los medios son los responsables de todo lo malo, y que esa idea atrapara la imaginación de muchos argentinos que genuinamente le creen al Gobierno, sólo fue posible por la profunda frustración en que sumió al país la crisis de 2002 (y en los mayores de 40 años, la acumulación de la crisis de 1989 con la de 2002). Si nos fue tan mal, hay que cambiar, y alguien tiene que tener la culpa. La crisis de confianza nos impulsa ya no sólo a cambiar nuestras afirmaciones sino a cambiar nuestro vocabulario creyendo que al sustituir las palabras se modificará la realidad. Mal pronóstico tiene tanta energía colocada en las consecuencias y no en las causas de los problemas.

Ayer PERFIL publicó que la Sala 1 de la Cámara de Apelaciones del Fuero Federal en lo Civil Comercial, la que ha fallado a favor de Clarín en la primera cautelar, a la que el Gobierno teme y aspira a puentear con el per saltum, ya tiene potestad para resolver la ampliación de la cautelar con posterioridad al 7 de diciembre, porque Clarín ya había solicitado la prórroga en el juzgado de primera instancia y, al ser denegada por el juez subrogante, pudo apelar a la Cámara.

Ya era raro que a sólo cuarenta días del 7 de diciembre Clarín no hubiera presentado su pedido de prórroga de la cautelar, sabiendo que además debía llegar antes del 7 de diciembre a la Cámara porque en primera instancia tenía muchas posibilidades de ser denegada. Y agrega curiosidad que ni Tiempo Argentino ni Página/12 (que tienen de fuente al Gobierno), ni Clarín (que se tiene de fuente a sí mismo), hubieran publicado que el juez subrogante en primera instancia rechazó la ampliación de la cautelar.

En el caso de Clarín, se puede atribuir a que no deseara mostrar lo que para el lector no muy informado hubiera sido percibido como una derrota procesal cuando en realidad era un paso necesario para su posible triunfo en Cámara. Y en el caso del Gobierno, a que no haya querido exponer que en realidad es posible una cautelar a favor de Clarín antes del 7 de diciembre y por tanto no resulte tan seguro que ése sea “el día de la recuperación de la soberanía informativa”, ya que hay un trámite en curso que pasó a una Cámara que no ha sido favorable al Gobierno.

Desde esta columna, varias veces se conjeturó sobre si la Presidenta proclama efusivamente que el 7 de diciembre comienza una nueva era porque nadie se anima a decirle que no debería descartar que la Justicia ampare a Clarín y ese día no pasaría nada, o porque sabe que eso puede suceder y quiere colocarse en el papel de víctima de las corporaciones que, torciéndole el brazo al Gobierno, demostrarían que son más poderosas que el propio Estado, y sobre ese verdadero poder es donde los periodistas valientes deberían poner foco en sus investigaciones y no sobre los funcionarios públicos, menos poderosos que los ejecutivos del Grupo.

Cuesta creer esto segundo: los costos en pérdida de autoridad serían inconmensurables. Pero dicen los psicólogos que en una relación entre un/a psicópata y un melancólico, el/la psicópata manipula al melancólico y le anula su deseo. Pasando del plano personal al social, el psicópata serían los gobiernos y el melancólico, el pueblo argentino.

© Escrito por Jorge Fontevecchia y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 27 de Octubre de 2012.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Santa Cruz está que arde... De Alguna Manera...


Santa Cruz: golpe oficial a Peralta y embestida contra la prensa...

"Sólo hay que tenerle miedo a Dios y a mí... un poquito". Cristina Kirchner.

Cristina y una peligrosa apuesta contra la República. "Hay un sector que quiere cargar en mi espalda el fracaso del modelo". Esas proféticas palabras fueron pronunciadas por el gobernador Daniel Peralta el sábado pasado y fueron el preludio de lo que ocurriría horas más tarde, cuando Cristina Kirchner lo acusó de haber ordenado un puntilloso seguimiento sobre su persona.

La acusación oficial, aunque disparatada, no carece de paradojas: el kirchnerismo ha instaurado en la Argentina todo un sistema de espionaje hacia periodistas, empresarios y referentes de la oposición. No es algo nuevo, Tribuna de Periodistas lo reveló en el año 2006 con lujo de detalles gracias al aportes de un relevante funcionario del Poder Ejecutivo: "Existen terminales de computación denominadas DVCRAU que funcionan incansablemente en la oficina que la SIDE posee en Av. de los Incas 3834, más conocida como 'Ojota' (Observaciones Juciciales). En esa dependencia no sólo se suelen escuchar conversaciones, sino que se suelen interceptar otro tipo de comunicaciones como los correos electrónicos y las señales de fax. Desde allí surgen reportes que son enviados directamente a una de las oficinas de presidencia de la Nación y que sólo pueden ser leídos por pocos funcionarios de la extrema confianza del primer mandatario (Néstor K). Estos informes se complementan con los datos surgidos de otras fuentes que el kirchnerismo utiliza para informarse de todo lo que sucede a su alrededor", se publicó en esos días.

Un año después, los datos fueron refrendados por el ingeniero Ariel Garbarz a través de una entrevista que le fue realizada por revista Noticias. Allí, el especialista admitió que funcionarios del kirchnerismo le habían admitido que se "pinchaban" teléfonos de diversas personas a través del referido equipo DVCRAU, el cual "hacía las pinchaduras" y "estaba conectado con el cable de fibra óptica que sale de la sede de la SIDE en la Avenida de los Incas, en Belgrano. Ahí funciona la OJOTA, la Oficina de Observaciones Judiciales que es la que se encarga de intervenir los teléfonos".

Frente a lo antedicho, ¿cómo puede Cristina hacer un señalamiento como el que ha hecho en las últimas horas? ¿Por qué nunca dio explicaciones sobre las acusaciones del Garbarz?

Pensar que la Presidenta de la Nación más poderosa de la historia argentina pueda ser víctima de un intento de espionaje llevado a cabo por un grupo de periodistas de pocos recursos, junto a espías que forman parte de una dependencia que fue desmantelada en 2011, es de una puerilidad que abruma.

¿Acaso nadie le dijo a Cristina que el Departamento de Inteligencia provincia (DIP) fue disuelto por Peralta el 1º de marzo de 2011? ¿Sabrá la mandataria que este fue creado en 1972 por el tío de Néstor Kirchner, en años de la dictadura de Agustín Lanusse?

Las contradicciones llegan a la hilaridad más increíble: durante los tres períodos de “Él” como gobernador de Santa Cruz e incluso luego de que llegara a la primera magistratura, el DIP siguió vigente y con su estructura intacta. ¿Tanto tardó el kirchnerismo en percatarse de que era un organismo siniestro?

Se insiste, aunque moleste: las acusaciones que Cristina ha hecho en las últimas horas no tienen el más mínimo sustento, aunque sí un claro objetivo. Dos en realidad: embestir contra un medio crítico como es OPI Santa Cruz —se pergeña incluso una dura denuncia judicial— y hacer un golpe institucional contra Peralta.

A ese respecto, debe mencionarse que OPI ha cometido un grave error: el de trabajar con gran profesionalidad, echando luz en cuestiones que a la Presidenta le molestan, y mucho. Dos de los hechos que la fastidiaron ocurrieron en las últimas semanas. El primero, cuando OPI descubrió que se había reunido en secreto con su contador y escribano, los fantasmales Víctor Manzanares y Leandro Albornoz.

El segundo suceso que fastidió a Cristina se dio cuando OPI reveló los inesperados desperfectos del Tango 01, que obligaron a Presidencia de la Nación a contratar un charter privado. "¡Por culpa de ese hijo de p..., vamos a salir en todos lados!", habría dicho la mandataria cuando vio al fotógrafo de esa agencia retratar el momento.

Minutos antes, uno de sus custodios le había dicho crudamente: “Señora, una de las turbinas no enciende y dicen los técnicos que en prevención debemos suspender el vuelo”. La furia cristinista era incontenible.

A partir de ese momento, comenzó el plan para destruir a OPI —de la mano de los "medios satélite" del kirchnerismo, como Página/12, Tiempo Argentino, Télam, y otros— y, al mismo tiempo, avanzar varios casilleros en el plan para eyectar a Peralta del poder santacruceño. Es una trama que anticipó TDP con lujo de detalles el pasado 19 de julio:

No casualmente, en estas horas el oficialista secretario de Seguridad, Sergio Berni, se encuentra en Santa Cruz comandando un operativo de patrullaje de Gendarmería en el marco del paro policial que dejó desiertas las calles de esa provincia durante las últimas dos semanas.

La aparición de Berni no es síntoma de nada bueno: se trata del mismo funcionario que, merced a una bolsa repleta de dinero, comandó una de las operaciones más sucias contra el macrismo en el Parque Indoamericano, a fines de 2010.

En esta oportunidad, el secretario ya mostró las cartas que usará contra Peralta. Lo hizo al advertir que el envío de personal de fuerzas de seguridad nacionales no implicará en absoluto que la Casa Rosada resuelva el conflicto de fondo. En plena conferencia de prensa —en la que no permitió al gobernador siquiera sentarse a su lado— Berni aclaró que será Peralta quien deba hacerse cargo de solucionar el paro policial.

Las palabras del funcionario no son aisladas ni casuales, sino parte del inconsciente cristinista. Pocos saben que su diálogo con la Presidenta es constante y directo, sin intermediarios.

Mal que le pese a Peralta, Berni es el ejecutor del plan que ha instruido Cristina en estas horas, el cual incluye su propio aislamiento por parte de todo el arco oficialista santacruceño.

Los otros encargados de llevar adelante la "operación cerrazón" son Máximo Kirchner, Julio De Vido, Carlos "Chino" Zannini, y el empresario Lázaro Báez. De Vido, por caso, se encuentra reunido en estas horas con un grupo de intendentes santacruceños con los que coordinará un nuevo plan de obras para la provincia, obviamente sin darle participación a Peralta.

Basta observar el papel que en estas horas juega Berni para comprender que el plan se lleva adelante con la precisión de un relojero suizo. El secretario de Seguridad es el sicario que ha elegido el kirchnerismo para erosionar la figura del gobernador santacruceño. En ese marco se entienden sus intimaciones a Peralta de “abstenerse" a seguir haciendo algo que jamás ocurrió: "monitorear" a Cristina.

No es el único frente que deberá sortear el mandatario provincial. En estas horas, dos alternativas se discuten en Casa de Gobierno de Buenos Aires. Primera: ahogar económicamente a Peralta, promoviendo de esa manera el atraso de los sueldos y el pago de las obligaciones financieras. Segunda alternativa: promover el juicio político contra el mandatario a través de la legislatura provincial, copada por La Cámpora. Debe recordarse que, de los 24 legisladores que allí se desempeñan, 22 pertenecen al Frente para la Victoria y la mayoría responde directamente a Buenos Aires.

Concluyendo

Lo que ocurre en estas horas en Santa Cruz es de una gravedad republicana pocas veces vista con anterioridad. ¿Cómo es posible que se utilice el aparato del Estado para perseguir al periodismo en lugar de resolver cuestiones de mayor relevancia, como la inseguridad y la pobreza? ¿Hasta dónde llegarán los señalamientos contra quienes no comulgan con el "modelo"?

La democracia vive sus peores horas; el periodismo también. La ciudadanía se muestra hoy rehén de la discrecionalidad de una mujer que solo parece moverse a través del capricho personal, sumado al desconocimiento republicano. No se puede comprar dólares, no se puede importar insumos, no se puede siquiera protestar públicamente. ¿Hay acaso alguna diferencia entre la Argentina y Venezuela?

Nadie sabe aún hasta dónde llegará la escalada oficial, pero una cosa es segura: la virulencia está lejos de cesar en el mediano plazo. “Estamos en un año no electoral, ¿qué nos espera en 2013 entonces?”, advirtió, no sin tino, un colega de diario La Nación. 

Parecieran quedar pocas alternativas frente a lo que viene. Tal vez haya que cruzar los dedos y esperar a que algún ministro o secretario se anime a hacer recapacitar a Cristina, obviamente a riesgo de ser destruido por el maligno aparato estatal.

Fuera de esa alternativa, no queda mucho más. Solo resistir ante lo inesperado y hacer lo que mejor saben los hombres de fe: esperar un milagro.

 © Escrito por Christian Sanz y publicado por Tribuna de Periodistas el jueves 6 de Septiembre de 2012.