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sábado, 14 de junio de 2014

La información no es propaganda... De Alguna Manera...

“La información no es propaganda”...

Norma Morandini


Información en lugar de propaganda...

Por confundir información con propaganda, un equívoco conceptual generado en nuestra odiosa tradición autoritaria, la fenomenal masa de dinero que debiera usar el Estado para comunicarse con la ciudadanía se utiliza para la propaganda personal de los funcionarios o de sus pertenencias partidarias...

Por confundir información con propaganda, un equívoco conceptual generado en nuestra odiosa tradición autoritaria, la fenomenal masa de dinero que debiera usar el Estado para comunicarse con la ciudadanía se utiliza para la propaganda personal de los funcionarios o de sus pertenencias partidarias.

Si como nos advierte la organización ADC, el Gobierno gasta 700 por ciento más en publicidad oficial que en 2003, una masa de dinero en torno a los 300 millones de pesos, vale preguntarse por qué ese dinero no se utiliza para informar con veracidad a la población sobre los riesgos del virus gripal A (H1N1), o para educar sobre hábitos de higiene y limpieza, o para cambiar las conductas sociales para hacer de cada uno de nosotros un ciudadano responsable. Por el contrario, la utilización de ese dinero para hacer propaganda personal de los gobernantes es la mejor prueba de lo que muchos venimos advirtiendo desde hace tiempo, la publicidad oficial como instrumento de presión, no de comunicación entre el Estado y la ciudadanía.

Sin una ley que regule la publicidad oficial, nunca antes como ahora se confundió tan eficazmente la publicidad con la propaganda. En cuanto la primera, forma parte de la obligación de los gobernantes de dar cuentas de sus actos de gobierno, o sea, la información generada en el Estado; la propaganda sirve para vender. Y si la propaganda vende o promete ilusiones y por eso cuanto más mentirosa más verdadera, la información pública debe ofrecer certezas y generar la esperanza de que es posible resolver los problemas colectivos. Para eso debe ser verdadera, creíble.

Estuve en México dos meses atrás, cuando se desencadenó el pánico por la gripe A (H1N1). Mientras la televisión como los diarios estaban llenos de información y consejos médicos, el presidente del país, con su equipo de crisis, informaba diariamente. Las calles estaban vacías. Los mejicanos habían acatado la decisión de las autoridades de evitar las aglomeraciones.

Un derecho de las sociedades. Entre nosotros, la desconfianza corre suelta y se duda más que lo que se teme. Dos actitudes igualmente nocivas, ya que las certezas son las únicas que combaten la irracionalidad del miedo o la desconfianza. O sea, la información. Ese derecho que tienen las sociedades a ser informadas y que como derecho colectivo, social, ha superado en las sociedades modernas al ya consagrado y, por eso universal, derecho a la expresión. 

Por eso, nada advierte más sobre nuestro atraso cultural político que esa confusión entre información y propaganda. Una debe ser verdadera, la otra ilusoria. Los creativos de las agencias de publicidad, contratados por el Estado, reemplazaron la política como solución, y las frases y lemas de la publicidad han simplificado los problemas. En casi todos los programas periodísticos de la televisión por cable se ponen placas sólo con el nombre de la Presidencia de la Nación o de los ministerios que auspician esos programas, en lugar de utilizar esa misma publicidad para informar, educar, modificar conductas sociales para promover la responsabilidad colectiva. Resulta paradójico que, en general, esas publicidades públicas pertenecen a organizaciones privadas, sociales, como pueden ser las que luchan contra los asesinos al volante, que matan más que el virus de la gripe A (H1N1).

En cuanto en el mundo desarrollado se debate la relación de los medios y la democracia, entre nosotros se busca limitar la libertad para cancelar esa transacción de información que entraña la libertad de acción y pensamiento. No existe la censura directa y gozamos de libertad hasta para denunciar que tememos por la calidad de esa libertad. Sin embargo, la comunicación directa de este gobierno canceló no sólo la mediación de la prensa, sino que al cerrar los canales de la información del Estado hirió al periodismo, que debió conformarse con el rumor y terminó degradado por la información interesada de los lobbistas u “operadores de prensa”.

El derecho a la información es uno de los derechos fundamentales de la democracia, ya que la calidad de la ciudadanía está íntimamente vinculada a la calidad de la información. Ciudadanos descreídos, desconfiados no son competentes para la vida pública de las opiniones que es inherente a la vida republicana. Como bien advierte la filósofa brasileña, Marilena Chaui, una de las fundadoras del PT, “en la medida que la democracia afirma la igualdad política de los ciudadanos, afirma también, que todos son igualmente competentes para la vida política. Una competencia que depende de la calidad de la información: así, ese derecho democrático es inseparable de la vida republicana, o sea, del espacio público de las opiniones”.

Es un derecho universal que los gobernantes deben garantizar y los medios viabilizar, aunque sean de gestión privada. En el mundo desarrollado, esta tensión se zanja con la autorregulación, que no es otra cosa que la responsabilidad inherente a esa libertad. No hay que coartar esa libertad.

© Escrito por Norma Morandini el Jueves 22/04/2010 y publicado por La Voz del Interior de la Ciudad de Córdoba, República Argentina.



Universidad de la Comunicación
Comunicación II
Ensayo sobre propaganda

La propaganda tiene como finalidad principal ejercer una influencia sobre el grupo al que va dirigida, esto en función de lograr que actúe de una forma determinada, y disuadirles de oponerse o apoyar cualquier tipo de acción tomada por el poder.

Para tener más en claro lo que compone el concepto y su aplicación, es necesario tomar en cuenta los factores y situaciones en las cuales se desarrolla y la relación que existe entre ellos.
Una de las principales herramientas que utiliza la propaganda para persuadir es la información. En su definición más simple la información es básicamente una transmisión de conocimiento, la cual el interlocutor sintetiza a su conveniencia, mas podemos observar que esta transmisión de conocimiento es útil para la propaganda por que tiene la posibilidad de cambiar la actitud del mismo.

La conducta humana se maneja en el plano psicológico, está basada en los deseos del interlocutor y la información que le puede servir para satisfacerlos. Supongamos que el individuo A tiene pensado viajar a Nueva York, la información 1 le dice que todo se encuentra en orden, la situación 2 le muestra un atentado terrorista sucedido el once de septiembre. La decisión cambia cuando el individuo recibe este conocimiento, como podemos ver a continuación.

Información 1 Decisión 1

Individuo A Todo está en orden Tomar avión

Deseo: Viajar a los Estados Unidos 

Información 2 Decisión 2

Ataque terrorista No viajar, ir en auto

La propaganda echa mano de la información para hacer creer al interlocutor lo que es necesario que crea. La información no es propaganda, pero si un medio que utiliza. Está constituida en el conocimiento de los miedos y deseos del grupo a persuadir.

Las luchas y los conflictos son causa del uso de la propaganda, el poder tiene que recurrir a ella en momentos difíciles o para lograr obediencia.

Se maneja en momentos de altibajos, en periodo de ascensión no es necesario el uso de la propaganda ya que los hechos y proezas cumplen la función por sí solos. En periodo de descenso es útil para lograr reivindicación y remedia estados de debilidad.

Podemos observar claros y recientes ejemplos de esta situación en el gobierno de Vicente Fox o en el de Bush. En el caso particular de Fox, en un principio de su gobierno, en su generalidad, el pueblo mexicano se encontraba con una actitud positiva y le volvía popular; cualquier actividad que el presidente realizara era plausible, con el paso del tiempo y el peso de la realidad, su popularidad comienza a decaer, es en ese momento cuando anuncia el lanzamiento de una campaña de transparencia y ataque a la corrupción, cuando empieza la investigación a los desvíos de fondos de PEMEX.

También es útil para remediar estados de debilidad, en el caso de Bush podemos hablar de una economía estadounidense en recesión y serios problemas, con un pueblo exigiendo a su gobernante que resuelva la problemática interna. ¿La solución? Hacer gala de coraje en contra de los afganos. “La evidencia sobre la culpabilidad de Osama Bin Laden no interesa a Estados Unidos; su objetivo es establecer su derecho a actuar como y cuando le dé la gana y fijar con claridad su credibilidad como matón global”

La propaganda recurre con frecuencia a la mentira para lograr su objetivo. Estableciendo que la mentira es una “divergencia entre el discurso y el conocimiento” la verdad del grupo al que está dirigido un mensaje propagandístico está basada en el conocimiento que obtiene, generalmente de los medios, los cuales están manejados por las estructuras de poder.
En una situación de conflicto las partes en manejan dos tesis opuestas y se acusan el uno al otro de mentir. Si al grupo se le hace creer que una de estas dos facciones es la que dice la verdad, por consiguiente el otro está mintiendo, en esta situación la propaganda emitida por uno rechaza la tesis del adversario y al mismo tiempo lo descalifica.

Durante la guerra fría Estados unidos y la ex Unión Soviética se enfrentaron a una batalla ideológica basada en recursos propagandísticos. Las dos naciones tenían como principal preocupación la posibilidad de que el otro consiguiera más supremacía y una de las dos ideologías (capitalismo o comunismo) se antepusiera a la otra. La propaganda en los Estados Unidos se basaba en la amenaza permanente de una invasión exterior que creaba una histeria colectiva en sus habitantes, de esta forma se lograba mantener una economía de guerra permanente.

Por medio de “La voz de América” el gobierno norteamericano difundía propaganda en contra de la ideología comunista, la contraparte la representaba Radio Moscú que a pesar de haber llegado durante 1969 y 1972 a ser la principal transmisora internacional del mundo no logró sus fines propagandísticos ya que su discurso era demasiado manifiesto y producía rechazo antes que confianza.

Pero, ¿Por qué sucede esto? Según Pratkanis y Aronson en su libro “La era de la propaganda” cuando el comunicador es demasiado directo en sus objetivos y deja asomar cualquier clase de interés propio, el mensaje produce el efecto contrario que el que se desea.

La supremacía de la propaganda norteamericana se ha debido fundamentalmente a la sutileza con la que se ha llevado a cabo la gestión comunicación-información, según Chomsky el discurso basado en ligeras discrepancias de lo que se quiere obtener con lo que se dice produce un efecto más eficaz en el sistema de propaganda.

Estados unidos ha desarrollado, con el paso del tiempo, nuevas estrategias propagandísticas basadas en este sistema:
  • Programas de información sobre Estados Unidos, su pueblo y su política, de claro carácter propagandístico e intercambios de profesores y estudiantes para promocionar la cultura norteamericana.
  •  Ayuda al desarrollo condicionada. Apoyo económico de cualquier tipo a países en vías de desarrollo, estableciendo condiciones y concesiones que permitan la intervención económica y política sobre estos mismos.
  • Publipropaganda generada a través del posicionamiento mundial de mercancías que contienen en sí toda la ideología imperialista, como son Levi's, McDonald's, Coca-Cola y el cine de Hollywood.
  • Discursos de reivindicación de minorías. Como lo es el programa de Oprah Winfrey , en el cual se manejan problemáticas sociales (todas fuera de los Estados Unidos) comentados por una conductora de raza negra.
Estas técnicas, según Megret, han sido desarrolladas gracias a la evolución de las ciencias psicológicas y que esto sumado al progreso de los medios logra una influencia a distancia sobre las masas para hacer más fuerte el efecto del discurso. La utilización de la Psicología se encuentra estrechamente vinculada con la manipulación y la desinformación.

Si bien no se puede ver al interlocutor como un ser que recibe la información y, sin discernir o juzgar, la convierte en su realidad, a menor información es más fácil engañar. Los medios de información están claramente manejados a través de la censura. Envían mensajes propagandísticos basados en la apelación al miedo. De esta forma es como Norteamérica mantiene a su población y a la de los países subdesarrollados apegados al sistema.

Vivimos en una era de consumo, más allá del consumo de productos, consumimos imágenes, la propaganda se convierte en publicidad cuando votamos por candidatos creados a través de la imagen pública que pasa de la ideología al empaque y las relaciones públicas, creemos en sondeos de opinión que no son más que estudios de mercado que nos dicen qué es lo que debemos de pensar y los aceptamos por que nos hacen creer que vivimos una época de democracia, de igualdad.

La única alternativa que podemos encontrar según Foucault es tener la capacidad de descubrir estos mecanismos de programación, porque somos más libres de lo que creemos y no porque estemos menos determinados, sino porque hay muchas cosas con las que aún podemos romper para hacer de la libertad un problema estratégico, para crear libertad. Para liberarnos de nosotros mismos.

© La Jornada, Noviembre 1 de 2001, Entrevista a Noam Chomsky.

Guy Durandin, Definición de la Mentira y la desinformación.

Emisora radiofónica creada en 1942 con difusión mundial de información de corte anti-comunista manejada por la USIA. Historia de la Comunicación social, la comunicación durante la guerra fría. P. 407


lunes, 23 de diciembre de 2013

“En el corazón, en la conciencia y en la historia”... De Alguna Manera...


“En el corazón, en la conciencia y en la historia”...


Aquí el texto del discurso de Norma Morandini durante la sesión en la que se aprobó el pliego del jefe del Ejército, denunciado por una desaparición en la dictadura. El recuerdo de los hermanos desaparecidos de la senadora.

Señor presidente: ¿sabe usted por qué no es correcto llamar ex represor? Porque mientras hay una víctima que nombra al represor, él nunca puede dejar de ser represor. Podemos dejar de ser senadores –somos ex senadores–, podemos dejar de ser gordos –somos ex gordos–, podemos dejar de ser muchas cosas –ex maridos, ex esposas–, pero no podemos nunca dejar de ser madres ni padres, porque el que no nos nombra es el otro.

Pasa exactamente lo mismo con los represores. Mientras haya una víctima, mientras haya una madre de un soldado Ledo, mientras haya un hermano y los que sean, los que continúen en esa familia y marquen y señalen a César Milani como represor, seguirá siendo represor. No depende de lo que nosotros hagamos hoy aquí.

Por eso, el que nombra represor es la víctima; y por eso los crímenes de lesa humanidad no prescriben. Sin embargo, podemos decir ex dictadura, porque la que corrige los efectos de la dictadura es la democracia. Y vaya qué bien que nació la democracia, nada menos que con un juicio a las juntas, que rompió la impunidad de la violencia política en nuestro país y nos hizo arrancar de la mejor manera en la democracia.

Pero hemos reparado poco en ese juicio de las juntas. Porque lo que se iba a condenar era a las cúpulas, pero se iba a inocentar –disculpen, sé que no se dice esa palabra–, perdonar a aquellos que cumplían órdenes. Pero los jueces, desoyendo la estrategia de pacificación del presidente Alfonsín, fueron independientes y pusieron el punto 30 de la sentencia de la condena a los comandantes en jefe.

Ese punto 30 mandó a procesar a todos aquellos que fueran mencionados, acusados, imputados, cuyos nombres aparecieran a lo largo de los seis o siete meses que duró el juicio a las juntas. Por eso vuelvo al ejemplo anterior: la democracia corrige los efectos de la dictadura.

Podría hablar de aquel juicio, de la soledad en que se hizo el juicio. No había dirigentes políticos, los Falcon estacionaban todavía en la puerta. Pero voy a dejar eso, para usar algunos de los argumentos que se han escuchado acá, que más que argumentos me parece que son confusiones.

Claro que no somos un tribunal; este es un poder político y por eso va a dar acuerdo. Y lo que mide no es la responsabilidad penal, lo que consideramos es la idoneidad para alguien que va a cumplir semejante función como es la que se propone para César Milani.

De modo que no juzgamos delitos penales; acá juzgamos la idoneidad, los valores de la persona postulada, y por eso se abre a las impugnaciones. Entonces, cuando venimos a hablar de las impugnaciones que hace el CELS, a quien se le ha pedido su opinión a lo largo de todo este tiempo democrático, por la autoridad que tiene –he reivindicado acá que somos nosotros quienes debemos mediar–, llama la atención que esta vez pareciera ser que hay dos pesas, dos medidas. En algunos momentos, el CELS tiene autoridad y utilizamos sus impugnaciones para medir la idoneidad de aquellos a quienes este Senado, como cuerpo político, va a dar acuerdo político.

Sin embargo, no puedo dejar de mencionar que aquellos mismos que hablan de la presunción de inocencia, que por suerte es un valor que hay que incorporar en nuestra sociedad, donde siempre se ha hecho de la víctima un sospechoso, muchas veces convierten en delitos los que son nada más que derechos.

Y a veces se quieren descalificar nuestros argumentos, legítimos argumentos que no dependen del lugar que uno ocupe en este recinto –si es opositor–; el derecho a la opinión no es un delito y más de una vez escuchamos en este recinto cómo se descalifica. Una nueva confusión de creer que es delito lo que es nada más que el derecho a la expresión.

De modo que de la misma manera en que el represor permanecerá encadenado a la víctima, este cuerpo también va a permanecer encadenado a la decisión que tomemos y a la votación que vaya a hacer cada uno.

Quisiera para mí la mejor argumentación; no argumentación política; quisiera una argumentación humana, porque lo que hoy se va a votar es una cuestión nada más que de conciencia. Se ha hablado de coherencia. Hoy se va a votar, efectivamente, con el hecho de esta votación, cuál es el real compromiso con los derechos humanos.

El que uno sea víctima no da derecho sino que da nada más que autoridad de testigo. Y he criticado mucho a organismos de derechos humanos que desde el sufrimiento de la víctima se han puesto por encima de la ley. He sido muy cuidadosa de no hacer esto en términos personales, pero hoy no voy a dejar el testimonio de la legisladora, no voy a dejar el testimonio de la senadora por Córdoba, voy a dejar el testimonio de la hermana de Néstor y Cristina, mis dos hermanos desaparecidos. Y si alguien habla de tiempo, yo no puedo sustraerme a lo que estoy viviendo y estamos viviendo en mi familia, porque yo debí testimoniar el día lunes en la megacausa de la ESMA. Treinta y siete años después voy a poder testificar porque se ha podido reconstruir lo que pasó con mis hermanos arrojados al mar.¿Y por qué hemos podido reconstruir esto? Porque hubo un agente de Inteligencia –yo no sé qué pasó en el medio, pero traigo esto para que vean la importancia de la información– que estuvo entre ellos y armó una lista. Gracias a esa lista estaba la Pipi, estaba el Lana, estaba la Colorada y estaba yo con un nombre, como la hermana de ellos que no tenían nombre porque no se sabía que eran Cristina Morandini y Néstor Morandini los que estaban en esa lista de aquellos que arrojaron al mar.

He leído en todos estos días todo lo que mi madre hizo. Tengo una carpeta así de lo que hizo mi madre y tantas otras, porque, no nos rasguemos las vestiduras: esto lo hicieron las víctimas. ¡La Verdad y Justicia no ha sido mérito de nadie! ¡Ha sido mérito de las víctimas que han vencido su dolor!, ¡que vencieron el silencio jurídico al que las sometió este país! Porque al inicio era todo un estigma tener desaparecidos, ahora parece que es una cucarda; y de acuerdo a cuánto más cerca o más lejos estemos del gobierno, pasamos a tener un derecho por encima de la ley. El sacrificio de mis hermanos no me da derecho para ponerme por encima de la ley, pero sí me da la autoridad de esas mujeres de pañuelo blanco, como mi madre, que hacían cosas.

Escuchaba recién que hablaban de los camiones, de las respuestas que da Milani, donde él lo único que hacía era traslados, ¡con toda la connotación que tiene la palabra traslados! Hoy sabemos que cuando se hablaba de traslados en la Marina eran los traslados que se hacían los miércoles, cuando los tiraban, los arrojaban al mar. Eso eran los traslados. Dice Milani, en las respuestas que da al CELS, que manejaba camiones. Y recordé las anécdotas que contaba mi madre y otras madres que iban detrás de los camiones. Un día vieron en Córdoba un camión del Ejército que no iba abierto, es decir, iba bien cerrado. ¡Y pensar, sólo pensar en el coraje de estas mujeres que no se daban cuenta del riesgo que corrían al ir detrás de esos camiones verdes, sabiendo que ahí podían estar sus hijos!

De modo que este es el testimonio que yo quiero dejar. ¡No se puede invocar tan fácilmente a los muertos! Yo no vengo a hablar aquí en nombre de los muertos. Vengo a hablar nada más que del sacrificio de mis hermanos Néstor y Cristina.

Y por ese designio del destino, de ese gran titiritero que mueve los hilos, he tenido enorme cuidado, por la coincidencia, de nunca hacer consideraciones de tipo personal para la presidenta Cristina o para el ex presidente Néstor. Sin embargo, hoy no tengo ninguna duda de que hay sólo una forma de honrar a los que no están: construyendo democracia, que es el único antídoto que puede corregir lo que ha encadenado para siempre al represor y a su víctima.

Entonces, no es argumento, señor presidente, el deber a obedecer de la política, cuando fue la obediencia debida con la que se defendían aquellos que cumplían órdenes. Por suerte, el coraje y la independencia de aquellos jueces que alteraron la estrategia de pacificación lo dieron vuelta y mandaron a que fueran enjuiciados los torturadores. Por eso se pudo continuar con los juicios que hoy reconozco que este gobierno ha impulsado, por ese punto 30, que alteró la estrategia de aquellos que se escudaban y decían que habían cumplido órdenes, quienes hoy pueden ser juzgados. De modo que no puede este cuerpo político decir que acá estamos actuando como si fuésemos un tribunal jurídico. Acá estamos midiendo la idoneidad, y no puede tener idoneidad moral aquel que está sospechado. ¿Qué la justicia es lenta? Miren si no es lenta, con el ejemplo que les termino de dar, que treinta y siete años después recién podemos reconstruir la verdad. No sé cuánto demorará en hacerse justicia.

De modo que llegará la justicia, pero lo que es cierto es que desde este recinto, con esta votación, de la misma manera que César Milani quedará encadenado al soldado Ledo y a su descendencia, también la votación que se haga acá quedará encadenada, ya no a la obediencia debida sino a una persona sospechada. Además, quiero hacer una consideración de tipo política que espero que también aparezca en este debate.

Es grave lo que hizo Milani en el pasado, es tan grave que en la democracia él no manifiesta lealtad, palabra que suena tanto en este recinto. La lealtad no es a las personas; la lealtad es a la Constitución, la lealtad es a los valores. La pertenencia política por supuesto que da pertenencia, pero no puede ser invocada como razón política civil para convalidar lo que era la obediencia debida en el tiempo de la dictadura.

Mi testimonio personal y el sacrificio de Néstor y Cristina sé que no sirven para que se cambien algunas posturas, pero ojalá resuenen en donde tienen que resonar las decisiones que tienen que ver con la conciencia; que resuenen en el corazón y en esto que no vemos pero es lo que nos juzga a futuro, que es la historia

© Escrito por Norma Morandini, Senadora de la Nación, el domingo 22/12/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.