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domingo, 20 de octubre de 2013

Reportaje a Hermes Binner... De Alguna Manera...


“Todos estamos expuestos a un acto criminal”…

Inseguridad. “Hoy estamos frente a una realidad que deja en la población la sensación de que si han podido contra la figura del gobierno...” Foto: Pablo Senarega

Después del ataque al gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, el candidato a diputado por el Frente Progresista Cívico y Social habla de la inseguridad local y mundial. Contesta a las críticas de Agustín Rossi: “No aportan ninguna solución”, dice.

El atentado sufrido en la casa de Antonio Bonfatti, gobernador de Santa Fe, marca un tiempo de una violencia muy particular. Incluso, no recordamos (en tiempos cercanos) un hecho de estas características: catorce balazos disparados contra el domicilio de un gobernador.
—Sí –reflexiona Hermes Binner, hoy candidato a diputado por el Frente Progresista Cívico y Social–, ¡incluso pasa a ser un atentado con disparos que ingresaron donde se encontraba con su señora viendo televisión! Estaban viendo jugar a Argentina… Creo que esto marca una situación de una gravedad inusitada. Fíjese que hoy estamos frente a una realidad que deja en la población la sensación de que si han podido contra la primera figura de gobierno… bueno, quiere decir que todos estamos expuestos a un acto criminal de esta naturaleza. Y si miramos lo que nos ha ocurrido treinta años atrás, creo que tenemos que empezar a encarar las cosas y los hechos con mayor diálogo y consenso. Creo que la mejor manera de honrar la democracia es justamente aprovechar esta situación para mejorar la convivencia entre los argentinos. Nosotros hemos firmado, con varios gobernadores en ejercicio de gobierno, un Acuerdo de Seguridad Democrática a nivel legislativo pensando que justamente este acuerdo tendría que ser convertido en ley. Lamentablemente esto no ha ocurrido.
 
—¿En qué año se firmó?
—En diciembre de 2009, y ese acuerdo tenía tres partes sustanciales: una, la necesidad de diálogo entre las policías provinciales y federales (tengamos en cuenta que hablamos de delitos complejos), y la otra tiene que ver con la integración (en un mapa de delitos) de la acción que debe llevarse adelante para frenar las consecuencias de otros delitos y, en lo posible, prevenirlos. También le mencionaría la necesidad de generar un ente formado por representantes de todas las fuerzas políticas y también de toda la sociedad civil y de las personalidades de organizaciones sociales. Me refiero al ámbito académico, y la idea sería generar un ente permanente de diagnóstico y prevención acerca de grandes delitos.
 
—¡Hay tantos! ¿A cuáles se refiere específicamente?
—Desde ya, a la trata de personas, al delito económico… no olvidemos el delito de guante blanco, pero, sobre todo, al delito del narcotráfico, que, como sabemos, es un delito federal.
 
—Se ha hablado mucho de que el atentado contra el gobernador Bonfatti es obra del narco.
—¡Por eso mismo se lo decía! Hoy no hay sospechosos detenidos. Hay, sí, sospechosos en general sobre los cuales está actuando la policía. Nosotros entendemos que ese organismo nacional debe ser creado lo antes posible. Realmente algo imprescindible. Y, también, que esa ley que tenía que confirmarlo duerme en algún cajón. Realmente sería importante que este proyecto pudiera llevarse a la práctica.
 
—Aquí en Buenos Aires, en un primer momento, sentimos que se daba una gran solidaridad con el atentado hacia Bonfatti. El ministro de Defensa, Rossi, fue hasta Santa Fe. Pero luego la actitud de Rossi no fue tan convincente cuando le dijo a usted, como líder del Frente Amplio, que era “responsable de incubar en Santa Fe la problemática del narcotráfico y permitir la connivencia policial con ese delito”. Usted incluso le dijo “¡no conoce el tema o está obrando de mala fe!”, ¿no es cierto?
—Quien hace una apreciación de esa naturaleza, en vez de solidarizarse, entra en una idea que no convence en cuanto a la necesidad de formar una fuerza común. Sobre todo tratándose de un ministro de la Nación. Creo que ésta realmente es una situación incomprensible.
 
—Y usted, Binner, cuya mirada fue siempre la de un hombre equilibrado y con buenos resultados en su mandato, ¿cómo califica, en este momento, a la seguridad que tenemos en el país?
—Usted sabe que la seguridad es hoy un problema planetario, mundial. Hoy tenemos situaciones al borde de perder todo control, que probablemente tengan un punto de partida que se ha agravado (según lo subrayan todos los indicadores) con el atentado a las Torres Gemelas. Como se sabe, a partir de allí se incrementaron los controles en todos los aeropuertos y en muchos espacios, pero es evidente que, al no haber una coordinación, una puesta en valor del problema, las acciones resultan débiles y los resultados casi nulos.
 
—Volviendo al plano general que usted mencionaba, el atentado a las Torres cambia la historia del mundo. Por lo menos la historia del siglo XXI. Pero todo esto, trasladado a un ámbito tan sereno como la provincia de Santa Fe, ¿cómo se explica?
—Bueno, ¡también es porque la provincia de Santa Fe es la única que tiene estadísticas sobre este tema! Usted ve que no se compara con ninguna otra provincia, pero estamos en la situación de que las expresiones de algunos funcionarios nacionales hablan precisamente con falta de consideración acerca de un gobierno que no pertenece a su mismo color político. Y esto se refleja en muchos aspectos: en las partidas presupuestarias que retraen el 15% a la coparticipación federal. Se nota también en los planes de vivienda: llegan fondos para iniciar la obra pero, luego, nunca para terminarla. Con lo cual, es la provincia la que debe afrontar estos finales. Esto también se ve en el número de escuelas que aparecen en el plan “Mil Escuelas”, que, por Santa Fe, prácticamente pasó de largo. Pocas escuelas y que, además, están muy por debajo de las necesidades que existen. Por ejemplo, hay que reemplazar muchas viejas escuelas con edificios que han quedado como testimonios de un pasado.
 
—Debo confesarle, doctor Binner, que me llamó la atención también que el ministro Rossi los mencionara a usted y al gobernador Bonfatti como responsables de “incubar” los problemas del narcotráfico en Santa Fe y permitir la “connivencia policial” con ese delito. Son palabras muy fuertes.
—Sí, es una pena que el ministro de Defensa de la Nación haga esas apreciaciones porque él nos conoce mucho. ¡Hemos participado juntos en el Frepaso y conocemos plenamente lo que pensamos cada uno de nosotros! De manera que él… no sé a qué obedecen esas palabras, sin aportar tampoco ninguna solución sino solamente críticas. Y más aun en tiempos preelectorales. ¿Cuál es el sentido de esto? Estoy convencido de que Rossi no cree en lo que dice.
 
—Bonfatti también se mostró tan apenado como usted. Cuando comentó estas expresiones, dijo que “le dolía mucho advertir en algunos sectores de oposición al Frente Progresista la intención de sacar una tajada política”. No mencionó a Rossi, pero claramente se refería a sus declaraciones. ¿No cree usted, Binner, que indudablemente la cercanía de las elecciones hace subrayar un tema determinante como éste?
—No, no. Yo creo que no. La decisión de voto de la gente ya está confirmada en el 95% luego de lo ocurrido con las PASO. La experiencia breve (pero experiencia al fin) con las PASO ha definido la tendencia que seguramente se va a dar seguramente en las elecciones generales. Nosotros siempre estamos esperando alguna denuncia de este tipo, como ocurrió en su momento con otros funcionarios: la cuenta en Suiza no declarada… son cosas que empañaron las elecciones.
 
—¿Usted se refiere a la acusación (luego desmentida) hacia Enrique Olivera?
—Por ejemplo, ¿no? Creo entonces que tenemos que trabajar en un camino diferente. Un camino donde sumemos, un camino en el que pensemos los argentinos que estamos convencidos de realizar un trabajo común. Bueno, ¡entonces tenemos que ponernos en marcha! Por eso el Acuerdo de Solidaridad Democrática.
 
—Y volviendo a un tema tan recurrente como el de la seguridad, hace un momento usted nos brindaba detalles acerca de cómo es la formación de un muchacho que ingresa hoy a la Policía en Santa Fe. Incluso la comparación con tiempos anteriores es muy fuerte.
—Antes que nada, quiero señalar que nosotros no somos improvisados en materia de gobierno. Tampoco lo hemos sido en la construcción de una fuerza policial. Entonces le recuerdo que lo primero que hemos llevado adelante son reformas en las que, en el marco de “asuntos internos”, los policías pasaban a disponibilidad y luego volvían al servicio activo en otra ciudad. Un día estaban en Rafaela y, a la mañana siguiente, ¡en Venado Tuerto! Esto dejó de ocurrir desde que sacamos la responsabilidad política de la propia fuerza. Y lo que se puso en marcha fue, precisamente, que todos aquellos policías que incurrían en algún delito resultaran exonerados, pasados a retiro o suspendidos, pero ninguna de estas circunstancias fueron decididas dentro de la fuerza. Este fue un punto de partida que generó naturalmente algún ruido, pero que tuvo que ser aceptado como una decisión del gobierno y un pedido de la ciudadanía. A partir de esto pusimos en marcha (como primera acción de gobierno) la creación del Ministerio de Seguridad y del Ministerio de Justicia.
 
—Creo recordar que usted lo dispuso apenas elegido gobernador de Santa Fe.
—Sí. En la primera reunión de gabinete lo planteamos y se resolvió crear estos ministerios, que luego fueron apoyados por la legislatura. Esto generó entonces la aplicación de las políticas que veníamos preparando para llevar adelante una acción renovadora de la Policía. En el ámbito de la Justicia también ocurrió lo mismo. Por lo tanto, hoy tenemos un sistema penal moderno, ágil, que en su totalidad se pondrá en funcionamiento el 10 de febrero del año próximo pero que está demostrando también, en la elección de los jueces, la abstención de la participación en esta elección del Poder Ejecutivo. De forma tal, vamos constituyendo un Poder Judicial que surge precisamente de la evaluación que hace la Academia y de la que hacen los colegios profesionales acerca de la actitud y los conocimientos que demuestra cada uno de los postulantes del Poder Judicial. También se genera aquí una protección hacia los propios postulantes, puesto que lo que resuelve el Consejo de la Magistratura es tomado por el gobernador y enviado a la legislatura para su aprobación.
 
—¿Y en cuanto a la reforma policial?
—Bueno, aquí hemos avanzado también en la conformación de una nueva policía. Ahora ya no basta con haber terminado la enseñanza primaria, sino que es indispensable contar con el secundario completo para poder aspirar a ser policía. Se han dejado de lado los tres meses de formación para reemplazarlos por dos años con, incluso, una beca para aquellos que no puedan superar sus dificultades económicas. Además, existe la posibilidad (para quienes sientan realmente vocación policial) de acceder a la Tecnicatura en Seguridad impartida por la Universidad del Litoral y la Universidad de Rosario. Fíjese usted que en estas reformas estamos recién con una segunda promoción, y estamos trabajando por la nueva incorporación (que ocurre en este período del año) para el estudio de la Tecnicatura. Por supuesto que todo esto va a llevar tiempo. ¡Estas cosas no pueden hacerse de un día para el otro! Pero en la medida en que se vayan retirando o jubilando los antiguos policías, estas nuevas camadas se irán incorporando, por supuesto, con la nueva forma de selección que acabo de detallarle.
 
—¿En qué momento los muchachos cuentan con el uso de un arma?
—Cuando salen a la calle ya en función de policías, claro. Y esto ocurre luego de dos años de formación.
 
—Justamente sobre este tema tan fundamental, nos alarma observar en todo el país la presencia de los “ni”. Es decir, jóvenes que ni estudian ni trabajan y que son, por desgracia, un elemento de peso en la delincuencia juvenil.
—Imagínese que si miramos el Observatorio de la Universidad Católica veremos el trabajo fantástico que hace Agustín Salvi para lograr un diagnóstico real de lo que significa el estado de la niñez, de la juventud y de la sociedad en su conjunto. Y realmente nos encontramos con un problema muy serio, que no se aborda solamente con acciones de seguridad. Aquí necesitamos pensar en la educación. Una educación de calidad. Pensar en la salud: una salud que cubra todas las necesidades de un ser humano, y ésta es la tarea a la que estamos abocados. Es decir, ver en lo social que es necesario incorporar a la población a una vida digna. Que pueda tener acceso a la vivienda, al estudio y, desde ya, al trabajo. Es decir que un joven pueda pensar en conformar una nueva familia, y esto se logra con una planificación en el tiempo. Por eso cuando nosotros abordamos el tema de la inseguridad lo pensamos en forma integral. Porque, fíjese usted, aquí hay un diagnóstico: en una casa en la que hay una persona que no tiene trabajo o alguien que ha abandonado la escuela (y cuando digo “casa” generalmente nos referimos a un rancho) encontraremos una serie de problemas. Un abuelo que nunca trabajó. Un padre que tampoco lo hizo. Niñas embarazadas a los 10 o 12 años… en fin, una serie de problemas que hacen que la sociedad enfrente situaciones muy duras de vida y de inclusión social. Porque, mire, si no hay política de inclusión social paralela a las políticas específicas de seguridad, el problema no se va a resolver. Y esto es, de acuerdo con los indicadores que tenemos, una situación que lejos de solucionarse se va agravando. No lo digo para alarmarnos, sino para tomar decisiones. Y las decisiones siempre son complejas porque el problema de la pobreza es muy complejo.
 
—¿Qué índice de pobreza tiene Santa Fe?
—Estamos cerca del 20%. Y si hablamos de los niños, uno de cada tres niños vive en hogares pobres. Con Bonfatti hemos transitado muchísimo por este problema incluso como profesionales, atendiendo durante muchos años los consultorios médicos de las villas, y conocemos bien la realidad de la pobreza, pero me refiero a una pobreza digna en la que el ascenso social era posible.
Trabajaban la madre y el padre. Compraban un terreno en 120 cuotas y allí se instalaban construyendo progresivamente una vivienda. Hoy, esa movida social no existe más. El que cae en la villa está condenado a vivir en esa villa casi por el resto de su vida. Por eso nosotros queremos abordar el problema integral de la pobreza. Y aquí son fundamentales los temas del trabajo y de la educación. El trabajo porque nos hace dignos, y la educación porque nos hace libres.
 
—Pero también, Binner, lo hemos observado preocupado por el tema político.
—Efectivamente, si hay hoy un problema conflictivo le diría que es el político. ¿Por qué? Bueno, nos estamos acostumbrando al gobierno de las personas y, en cambio, ¡deberíamos acostumbrarnos al gobierno de las instituciones! Son situaciones absolutamente diferentes. Los personalismos agobian. La posibilidad de tener instituciones que brinden participación y permitan resolver problemas ayudan a la convivencia, y le diría que la participación es un derecho que tiene la población.

© Escrito por Magdalena Ruíz Guiñazú el domingo 20/10/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


 

Tragedias e impunidades... De Alguna Manera...


Sin políticas de Estado…

La semblanza de la sospecha. Dibujo: Pablo Temes.

El accidente en Once y las sombras de los narcos reflejan temas cruciales que no se toman en serio. ¿Hasta cuándo?

En Olivos, la Presidenta cursa su convalecencia sin ninguna complicación. Es una muy buena noticia. Nada de diarios, nada de noticieros, nada de problemas para Cristina Fernández de Kirchner, orden médica que sus hijos Florencia y Máximo se encargan de hacer cumplir a rajatabla. Por eso no se le informó sobre el nuevo accidente ferroviario ocurrido ayer en Once. Y estuvo bien que así haya sido. La ausencia pública de la jefa de Estado, unida al natural impacto que produjo su enfermedad, le ha reportado una mejoría a su imagen ante la opinión pública. Es una mejoría que le ha traído algún beneficio mínimo a Martín Insaurralde. El intendente de Lomas de Zamora y primer candidato a diputado nacional por el FpV en la provincia de Buenos Aires lucha a brazo partido para revertir un resultado que lo deja al kirchnerismo sin futuro de poder.

En realidad, la campaña se la ha cargado sobre sus espaldas Daniel Scioli. El gobernador bonaerense, hasta ayer nomás denostado por el kirchnerismo, está haciendo lo imposible por remontar una cuesta difícil. Y ahí va, entonces, de inauguración en inauguración de muchas obras ya inauguradas y de anuncios y promesas, algunas de ellas de dudosa concreción. Así, Scioli ha pasado de ser un traidor vapuleado desde el círculo áulico que rodea a la Presidenta a un leal de toda la vida. Nunca más cierto aquello de que la necesidad tiene cara de hereje.

En este derrotero de una campaña tan pobre como tantas otras del pasado, el gobernador no ha dudado en adherir al sistema de premios y castigos que el kirchnerismo usa con quienes no le son adictos. Eso es lo que se está viendo, por ejemplo, con la distribución del personal de Gendarmería asignado a realizar tareas de policía. Para los municipios K hay mucho; para los otros, la nada misma.

En el medio de esta lucha apareció el video de Juan Cabandié del que ya no se sabe cuántas versiones hay. Atravesados por ese fárrago del vale todo, lo que sí se sabe es que hay cuatro hechos ciertos: la frase “yo me banqué la dictadura” pronunciada por el legislador porteño como estandarte de un pretendido escudo de indemnidad –la palabra justa es impunidad– según el cual en nombre de ello la persona se siente con derecho a estar por arriba de todo y de todos; la utilización de la palabra “correctivo” para sancionar a la agente municipal que estaba cumpliendo su trabajo, concepto que retrotrae al lenguaje siniestro de la dictadura; el llamado a Martín Insaurralde, primero negado, en busca de una protección de privilegio; y el hecho de que a la agente Belén Mosquera la echaron.

En el Gobierno se enojan porque es evidente que quien acercó el video a los medios lo hizo con la intención de dañar la candidatura de Cabandié y complicar, a la vez, la de Daniel Filmus. ¿No hizo el Gobierno lo mismo con Francisco De Narváez en la campaña de 2009 con una denuncia por medio de la cual intentó vincularlo a la ruta de la efedrina y al triple crimen de General Rodríguez? La diferencia es que en el caso de De Narváez la denuncia resultó ser falsa mientras que en el caso de Cabandié, el hecho existió. Y ahí está el problema para el kirchnerismo.

El accidente en la estación de Once desnudó otra vez el estado de precariedad de los ferrocarriles. Como siempre, el oficialismo ha salido a victimizarse y a culpar a otros. Otra vez, pues, se ha desempolvado la hipótesis del complot. Lo que no llega a comprender el Gobierno es que el deterioro del servicio es una penuria que los pasajeros padecen todos los días. Según narraron varios pasajeros, el tren que ayer siguió su marcha venía teniendo problemas de frenado en varias estaciones. ¿Nadie avisó de esto? Por otra parte, y siguiendo la teoría conspirativa oficial, cabe preguntarse si el Sarmiento está tomado por un grupo de maquinistas suicidas a los que el Gobierno no puede controlar o es que está copado por un grupo de saboteadores que se mueven impunemente por sus talleres sin que nadie los pueda identificar. ¿No será, tal vez, que muchos de los anuncios de mejoras en el Sarmiento son un bluf?

Otro hecho grave de la hora estuvo dado por el atentado que sufrió en su casa el gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti. Le tiraron a matar y, de hecho, lo pudieron haber asesinado. El origen de este acto propio de sicarios es uno: el narcotráfico. A los pocos días apareció una amenaza contra la vida del mandatario provincial. Si a este episodio le sumamos el hecho que se produjo en Córdoba, con el desbaratamiento aún en curso de investigación de una red de narcopolicías, tendremos la idea cabal e inquietante del avance vertiginoso del narcotráfico. La reacción del gobierno nacional, intentando utilizar el atentado para dañar la imagen de Bonfatti, ha sido la peor posible. Parece mentira que no haya desde la Casa Rosada una comprensión de la dimensión de este problema, que exige un trabajo codo a codo y sin fisuras de toda la dirigencia política. Es esta una cuestión primordial que debería generar políticas de Estado consensuadas y sostenidas. Si esto no se logra, nuestro país corre el riego serio de quedar a merced de estas bandas de mercenarios y sicarios. Es lo que ya ocurre en varios lugares en los que la ausencia del Estado es creciente, y como tal, ominosa. No hace falta irse lejos para comprobarlo.

Basta escuchar los testimonios de los curas villeros que, con sus conductas heroicas y en soledad, son el único freno al accionar de esas bandas que se saben impunes y que, de prosperar, harán de la Argentina un lugar invivible.

¿Tan difícil es darse cuenta de ello?

Producción periodística: Guido Baistrocchi.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 20/140/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


domingo, 13 de octubre de 2013

Atentado a Antonio Bonfatti... De Alguna Manera...


Un atentado sin precedentes...


Los partidos y representantes de todos los niveles del Estado respaldaron ayer al gobernador en su lucha "contra las organizaciones violentas". Los disparos en su domicilio "podrían haber desencadenado una tragedia", dijeron.

"Lejos de amedrentarnos, con este mensaje que pretendieron darnos nos dan más fuerza porque nos están diciendo que estamos en el buen camino. Esto nos une y nos fortalece. Me siento más fuerte que nunca. Acá venimos, los tres poderes del Estado, la Nación, la Provincia y los municipios, todos los partidos políticos a ratificar el rumbo de combatir a las organizaciones violentas", dijo el gobernador Antonio Bonfatti ayer al mediodía, acompañado de todo el arco político, luego del atentado sufrido antenoche en su casa, en barrio Alberdi. Hubo condena unánime hacia "las organizaciones violentas", un término que acuñado así englobó a las múltiples hipótesis que barajan en el Ministerio de Seguridad y que investigan la fiscal Cristina Rubiolo y la jueza María Luisa Pérez Vara. Ese conjunto de posibilidades incluyen la teoría de una venganza por la decisión política de avanzar sobre algunas de las organizaciones del narcotráfico local, una agresión fundada en la ofensiva judicial sobre intereses de poder en la barra de Newell's, y una probable represalia urdida desde algún sector de la Policía provincial disconforme por algunos cambios promovidos en la organización de la fuerza. Ninguna pista es firme, aún.

El Salón Blanco de la delegación local de Gobernación quedó chico para contener la expresión de repudio al ataque perpetrado contra el hogar familiar del mandatario, cuando cuatro hombres en dos motos descerrajaron 14 disparos que impactaron sobre la vivienda de Darragueira y Gallo, mientras Bonfatti, su esposa Silvia Tróccoli, y la empleada doméstica estaban adentro.

La balacera estremeció a la clase política santafesina y despertó una condena inmediata que trascendió los límites de la provincia. Ese impacto se tradujo en el acto de ayer, en la que oficialismo y oposición cerraron filas para repudiar el ataque cuyo destinatario directo atribuyó "no contra Antonio Bonfatti, sino a la investidura del gobernador, y en definitiva contra la democracia que tanto nos costó conseguir, y contra todos los santafesinos".

Bonfatti encabezó la presentación flanqueado por el ministro de Defensa de la Nación, Agustín Rossi, la vicepresidenta de la Cámara de Diputados de la Nación, Alicia Ciciliani, el vicegobernador Jorge Henn y la presidenta de la Corte Suprema de Justicia provincial, María Angélica Gastaldi. Alrededor se dieron cita numerosos dirigentes políticos, sindicales, legisladores, concejales y funcionarios de gobierno. En esa platea se sentaron juntos los candidatos a diputados Hermes Binner, por el Frente Progresista, y Jorge Obeid, por el Frente para la Victoria, al lado de la esposa de Bonfatti, y de la intendenta Mónica Fein. Y hacia atrás, un abanico de diputados y senadores provinciales, y concejales oficialistas y opositores.

El titular del Ejecutivo arrancó refiriéndose a la ausencia de custodia personal en su domicilio.

"En mi labor profesional tengo personal de custodia, pero en el resto de las horas de mi día pedí expresamente al asumir no tenerla. Pretendo ser un ciudadano que dé servicios a la comunidad, y no alguien con privilegios por ser gobernador. Camino por mi barrio, me desplazo con mi familia por la ciudad, hago las compras sin custodia. Y anoche (por el viernes) ocurrió esto que no lo tomo como un ataque a Bonfatti sino a la investidura del gobernador, en definitiva, un ataque a la democracia, a los santafesinos", dijo y despertó un aplauso que connotó el sentir de los que se habían dado cita.

Por primera vez el gobernador se emocionó en público. Fue un instante. "Agradezco infinitamente, primero, a los vecinos de mi barrio que al instante del atentado estaban todos rodeando mi casa", dijo en un requiebro de voz. Y se repuso al continuar los reconocimientos "a todos los que expresaron su solidaridad, al jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina, al presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, al secretario de Seguridad, Sergio Berni", entre otros. Y agradeció puntualmente a Rossi, "como un referente del gobierno nacional que vino a darnos su respaldo", y a Gastaldi, como representante del Poder Judicial. "Vengo a decirle a los santafesinos que me siento más fuerte que nunca y que vamos a seguir redoblando el accionar cotidiano en lo social, con el avance de la Justicia y la reforma que estamos llevando adelante", amplió.

En sintonía, Rossi transmitió desde la Nación un "rechazo terminante y la vocación de combatir a todas estas organizaciones de la criminalidad organizada. Seguiremos profundizando este camino de trabajo conjunto entre las fuerzas de seguridad provinciales y federales, tras el mismo objetivo".

El ministro de Defensa interpretó que la agresión consumada sobre el domicilio particular del gobernador "no apunta al dirigente político, porque nosotros de alguna manera estamos curtidos y tenemos una decisión de vida tomada hace muchísimos años, sino que apunta a amedrentar la estructura familiar. Por eso, mi solidaridad para con la esposa del gobernador y toda su familia", expresó. Y dijo saberlo por experiencia propia, aunque salvó las diferencias del caso, cuando sufrió hostilidades en su casa durante el conflicto del gobierno con el sector agropecuario.

Rossi exhortó a "tomar un compromiso entre todos para no vivir en medio de esta violencia basura que existe en Rosario, y recuperarla para que nuestros hijos vivan en la ciudad que nosotros conocimos. Este compromiso trasciende a quienes ocasionalmente tenemos representaciones políticas. Es de todos, y lo vamos a perseguir y concretar".


© Escrito por Luis Bastús el domingo 13/10/2013 y publicado por Rosario/12 de la Ciudad De Rosario, Provincia de Santa Fe.



 

domingo, 27 de enero de 2013

"Somos un mal ejemplo para los corruptos"... De Alguna Manera...

"¿Por qué molesta el modelo Santa Fe?”: dura solicitada de Binner...

 

El ex gobernador de Santa Fe y líder del Frente Amplio Progresista, Hermes Binner, envió este domingo una solicitada titulada "Por qué molesta el modelo Santa Fe" a los diarios de la esa provincia, en la cual enumera 30 puntos positivos de la gestión socialista y apunta duramente al gobierno nacional por sus críticas.

Defendiendo el mandato de Antonio Bonfatti, embestido en los últimos meses por el kirchnerismo, a raíz de los recientes hechos relacionados con la inseguridad y el narcotráfico, Binner publicó una solicitada donde resalta que “el manejo eficiente y austero de los dineros públicos, la capacidad de acercar soluciones a la gente, la posibilidad de  lograr un Estado que dé respuestas sin engrosar los bolsillos de los funcionarios es un ‘mal ejemplo’ para los corruptos. Y más aún si ese modelo puede consolidarse y expandirse a todo el país.”

A continuación el texto completo:

“¿Por qué molesta el modelo Santa Fe?

-Retiramos las vallas que rodeaban la Casa de Gobierno en Santa Fe para abrirla a la gente.

-El 82 por ciento móvil es una realidad para los jubilados provinciales.

-Titularizamos más de 12.500 docentes.

-Somos la provincia que otorgó mayores aumentos salariales a los maestros y docentes.

-En Santa Fe no se reprimen a los pueblos originarios. Se los reconoce a través de la entrega y escrituración de tierras comunitarias para su desarrollo social y económico.

-Tenemos la mortalidad infantil y materna más baja del país.

-Implementamos la Boleta Única para llevar transparencia al proceso electoral.

-Con un simple trámite cualquier ciudadano puede tener libre acceso a la Información Pública, lo que asegura la transparencia de la gestión de gobierno.

-Respetamos la independencia de poderes, con la autoexclusión del gobernador en el proceso de selección de los miembros de la Corte Suprema y los jueces provinciales y comunales.

-Santa Fe posee dos laboratorios productores de medicamentos que abastecen el 94% de la Atención Primaria de Salud y el 64% de los hospitales. Además provee al Programa Remediar de la Nación que se distribuyen en 7.000 Centros de Atención Primaria del país.

-Somos la única provincia que cuenta con dos servicios de cirugía cardiovascular infantil incluidos en el programa de cirugía de cardiopatías congénitas del plan Nacer de la Nación.

-Ya funcionan 59 de 80 Centros de Atención Primaria de Salud distribuidos a lo largo y ancho de la provincia.

-Ya inauguramos 3 hospitales de mediana complejidad y están en marcha otros 5 de alta complejidad en las cabeceras de las 5 regiones.

-La ciudad de Santa Fe, al igual que Rosario, contará con un Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias.

-Descentralizamos el Estado. Ya no se requiere viajar a la capital para realizar trámites. Llevamos la gestión cerca de la gente con la regionalización, la apertura de 5 nodos y la posibilidad de hacer gestiones a través de internet.

-Creamos los Ministerios de Trabajo y Seguridad Social; de Seguridad, de Innovación y Cultura, y de Justicia y Derechos Humanos para realzar las políticas en esas áreas.

-Cambiamos de raíz la formación de los agentes policiales. Del ingreso con escuela primaria y una instrucción de tres meses (repetimos: en 90 días salían con un arma), la llevamos a una carrera que requiere secundario completo y una formación técnica de 3 años con posibilidad de obtener el grado de licenciatura universitaria con un año más de formación.

-Implementamos la Secretaría de Investigación de Delitos Complejos, de la que dependen la Subsecretaría de Investigación Criminal; la Subsecretaría de Delitos Económicos; la Dirección Especial de Prevención y Sanción del Delito de Trata de Personas; y la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones.

-Pusimos en funcionamiento el Gabinete Joven para incorporar la perspectiva joven en la construcción de políticas públicas.

-Se creó el Gabinete Social que elabora una estrategia integral de gobierno para apoyar y beneficiar a personas y grupos familiares más desprotegidos.

-Gracias al Plan Estratégico que elaboramos con la participación de miles de santafesinos en numerosas asambleas ciudadanas, Santa Fe tiene un horizonte trazado a 20 años.

-Concretamos más de 750 obras públicas distribuidas en todo el territorio, que ya disfrutan todos los santafesinos.

-Entregamos más de 13 mil viviendas sociales.

-El ingreso a la administración pública lo hacemos mediante concursos.

-Respetamos la ley de coparticipación a municipios y comunas sin distinciones políticas.

-Reformamos integralmente la Justicia Penal para llevar celeridad y eficiencia a las causas, con juicios orales y públicos.

-Recuperamos edificios históricos y se convirtieron en Espacios Culturales para todos los santafesinos. El Tríptico de la Infancia en Rosario (el Jardín de los Niños, la Granja de la Infancia y la Isla de los Inventos), el Tríptico de la Imaginación en Santa Fe (El Molino, La Redonda y la Esquina Encendida), la Plataforma Lavardén, el Cine El Cairo, entre otras.

-Llevamos la cultura a cada pueblo con la Compañía de la Media Luna, Perfume de Mujer, Lo Quiero Ya!, y Mirada Maestra, entro otros.

-El diálogo y la participación son pilares de la gestión.

-Ni un solo caso de corrupción en 24 años de gestión en Rosario y 5 años en la provincia de Santa Fe.”

© Publicado el domingo 27/01/2013 por Tribuna de Periodistas.