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sábado, 2 de noviembre de 2013

Gobierno vs. Multimedios y la "Democratización del poder…" De Alguna Manera...


Gobierno vs. Multimedios y la democratización del poder…


En la Argentina sin información, campea la conjetura y el rumor. Por eso, perturba que lo mismo que defiende la Corte en su fallo, la transparencia, opaque lo que debiera ser luminoso, la consagración de los Derechos.

Y como de conjeturas se trata. ¿Por qué el fallo no se dio a conocer antes de las elecciones, el gran momento que tiene una sociedad para mirarse a sí misma, preguntarse hacia donde quiere ir y en consecuencia elegir con la mayor información posible a quienes va a delegar su confianza para que tomen decisiones en su nombre? Lo que puede interpretarse como prudencia antes de las elecciones se convierte en imprudencia post electoral ya que resulta imposible sustraerse al hecho político de que el fallo se dio a conocer cuando apenas comenzábamos a indagar sobre la manifestación electoral de la ciudadanía. Y en las vísperas de que celebremos la continuidad democrático. Todo un símbolo que no es patrimonio de ningún gobierno y sí mérito de todos los argentinos que finalmente entendieron que el único antídoto al autoritarismo es una auténtica cultura de Derechos.

De la lectura inicial sobre el resumen del fallo que difundió la Corte, se infiere que la mayoría de los jueces deslindó la responsabilidad constitucional en el Congreso que sancionó la ley y al reconocer los derechos de propiedad del Grupo Clarín lo mando, sin decirlo, a negociar con el gobierno. A la par, como fundamento constitucional, libera y legitima los valores de libertad, igualdad e independencia que defendimos a lo largo de todos estos años en los que fue tan difícil no quedar entrampados en la guerra simbólica que hizo de la pelea con Clarín, la “madre de todas las batallas”.

En términos de intereses es probable que haya perdido el grupo Clarín, pero en cuestión de valores, vale advertir que ahora es cuando más debemos exigir, en la justicia si es el caso, en la política y en el debate público para que el gobierno cumpla con todo lo que también sostiene el fallo del máximo tribunal.

A lo largo de estos cuatro años, vividos por el oficialismo como una mora con la democracia, se violaron y violan todos los principios con los que la Corte sustentó el fallo. Ni la distribución de la pauta oficial es ecuánime, ni el AFSCA, la autoridad de aplicación de la ley es independiente del gobierno, hasta el Defensor del público (no del ciudadano) es un defensor del gobierno y los medios públicos sirvieron para conseguir lo que el fallo de la Corte condena: la propaganda de un gobierno. La inequitativa distribución de la pauta oficial multiplicó la propagadora oficial y convirtió en empresarios periodísticos a quienes jamás mostraron un compromiso con la función social de los medios de comunicación, o entraron, siquiera a una redacción. Y lo que es más grave, utilizaron todo el poder del Estado para matar la reputación de los periodistas críticos, se burlaron de los artistas díscolos o los políticos opositores. Si no que lo diga Casero, el más reciente fusilamiento mediático que al igual que las manifestaciones de desprecio al resultado electoral desnudan una concepción de poder autoritaria.


Si como dice el fallo de la Corte, la libertad de expresión es la madre de todas las libertades y se debe garantizar el derecho de la sociedad a ser informada como parte del debate público, ahora más que antes debemos reclamar el respeto a nuestro derecho a disentir, que los medios públicos dejen de incitar al odio, tal como condena el Pacto de San José de Costa Rica. Ahora ya no son los jueces los que están en mora con la democracia como se escuchó decir a más de un defensor del gobierno. Quien está en mora con la democracia es el mismísimo gobierno que invoca a los derechos humanos pero no respeta los derechos ajenos.

Es cierto que la legitimidad constitucional de una ley surge de la votación mayoritaria del Congreso, pero cuando un gobierno abusa de su poder a expensas de subordinar al Parlamento y domesticar a la justicia, las instituciones y el poder mismo caen en la ilegalidad porque lo que es ilegitimo es el ejercicio del poder. De modo que a cuatro años de sancionar la ley que prometía democratizar la palabra, está ya en la hora de que empecemos a democratizarse el poder.

© Escrito por Norma Morandini, periodista, escritora, vicepresidente de la Comisión de Medios del Senado, el viernes 1º/11/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Reforma Judicial, el freno de la Corte... De Alguna Manera...

El freno de la Corte... 

Reforma Judicial. Una fuente autorizadísima del máximo tribunal explica los pormenores de una semana caliente.

Es la mañana del viernes 26. El mundo tribunalicio está aún impactado por el escandaloso curso que tuvo la sesión en la Cámara de Diputados en la que se aprobaron tres de los seis proyectos disfrazados de “democratización”, con los que el Gobierno busca eliminar cualquier atisbo de Justicia independiente. El hombre, que habla sin ambages, conoce a la perfección lo que pasa en ese mundillo y, fundamentalmente, en el ámbito de la Corte Suprema:

“Este es el peor embate que ha sufrido la Corte desde 1983. A pesar de la desmentida del doctor Eugenio Zaffaroni, la posibilidad de que sus miembros renunciaran existió. Luego de analizarla, se concluyó que ése sería un hecho de una gravedad institucional tal que dañaría severamente a la República. Por eso se desechó. El presidente del cuerpo tuvo un papel clave para calmar las aguas”.

“La modificación de la carta de los jueces federales respondió a una iniciativa del doctor Ricardo Lorenzetti. Su decisión se basó en una cuestión técnica”.

“La Corte puede dar opinión previa ante proyectos de ley sobre aspectos que atañen a su manejo administrativo. Pero no puede hacerlo sobre cuestiones que afectan a terceros acerca de las cuales tendrá que expedirse en las presentaciones judiciales que habrá en el futuro”.

“El párrafo suprimido hacía a esa cuestión. El problema se generó porque, en un principio, el doctor Lorenzetti dijo que elevaría la carta sin ninguna alteración, cosa que finalmente no ocurrió. Lo que sucedió es que no les comunicó su decisión a los jueces federales. De ahí el enojo de muchos de ellos con el presidente de la Corte”.

El malestar de esos jueces federales se volcó contra el doctor Gustavo Hornos, titular de la Junta de Presidentes de las Cámaras Nacionales y Federales, a quien le pidieron que renunciara a ese cargo.

Sigue hablando la fuente de estrecha cercanía con el máximo tribunal del país: “El tema de los fondos era crucial. Si a la Corte le sacaban la potestad de administrar los fondos que le son asignados a través de la ley de Presupuesto, la vaciaban de poder. Un poder que no maneja dinero deja de ser poder. La Corte siempre ha gestionado sus recursos en forma cuidadosa. Hoy por hoy tiene caja para hacer frente a su funcionamiento sin necesidad de mendigar ninguna ayuda extra, algo que no ocurre con las arcas del Consejo de la Magistratura. De todas maneras, entre sus miembros persiste la preocupación porque en la nueva ley existen algunos resquicios que pueden dejar a la Corte sin la administración de sus fondos”.

Continúa. “Que no le quepan dudas: las modificaciones en el mecanismo de elección de los miembros del Consejo de la Magistratura y en el de remoción de los jueces son de una inconstitucionalidad absoluta, y eso es lo que fallará la Corte cuando le toque expedirse”.

Y finaliza. “La propuesta del doctor Zaffaroni –es vox pópuli lo poco que está en la Corte – de ampliar el número de miembros del cuerpo a 19 para luego dividirlos en salas no cuenta con apoyo entre de sus colegas. Aceptar esa proposición equivaldría a transformar la Corte en otra Cámara de Casación, con lo que se desnaturalizaría su función, que es representar la última palabra en la interpretación de la Constitución y las leyes”.

Verde blue. El dólar blue no es la causa de los males de la economía argentina, sino una de sus consecuencias. Es increíble observar cómo el Gobierno pierde tiempo en querer negar el problema en vez de abocarse a su solución, hoy notablemente más difícil y compleja que en noviembre de 2011, cuando se creyó que con el cepo cambiario se resolvería todo.

La Presidenta sigue creyendo que esto se arregla con mayores controles por parte de la AFIP. 

Alguien debería explicarle que está equivocada. La gente le ha perdido el miedo a la operatoria en negro. Los exportadores liquidan sus dólares y, no bien se hacen de los escuálidos pesos que reciben por un cambio oficial absolutamente desfasado, acuden a las cuevas para comprar el “blue” al valor que sea. Saben que lo que hoy les cuesta 9,35 mañana les costará más.

La cuestión de fondo es la inflación. Pero de eso en el Gobierno no se habla. Está prohibido. 

Es lo que le dijo la asesora del ministro de Economía, Hernán “me quiero ir” Lorenzino, a la azorada colega griega Eleni Varvitsiotis, que osó preguntar cuál es el índice de inflación en la Argentina. Patética imagen del ministro, tanto como la de Guillermo Moreno y Axel Kicillof perdiendo el tiempo en esa pantomima grotesca que protagonizaron en la asamblea de Clarín.

La Presidenta piensa que todo se soluciona echándole la culpa a Clarín, y que si lograse destruirlo se acabarían los problemas. Así, pues, la economía argentina navega a bordo de un Titanic que día tras día se acerca a su iceberg.

Producción periodística: Guido Baistrocchi.

© Escrito por Nelson Castro  el domingo 28/04/2013 y publicado por  el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



viernes, 19 de abril de 2013

18A... De Alguna Manera...


Al grito de "¡ladrones!", una multitud exigió "Justicia independiente"...


Los porteños llenaron el Obelisco, la Plaza de Mayo y el Congreso con carteles contra el Gobierno nacional. Alrededor de las 20, cientos de personas comenzaron a reunirse en las cercanías del Obelisco. Camisetas y banderas argentinas, pancartas con diversos reclamos y algún que otro elemento para hacer ruido, se unieron en un único objetivo: manifestarse en contra del Gobierno nacional.

Minutos más tarde, comenzaron a salir las primeras columnas hacia Plaza de Mayo. Uno de los referentes políticos que tomó la posta y comenzó la marcha, fue Raúl Castells junto a su esposa Nina Peloso. 

“Queremos un país libre, por eso marchamos, porque no aguantamos más la corrupción y mentiras”, dijo el dirigente piquetero. También estuvo el Rabino Bergman, que al ver la presencia de Castells se acercó especialmente a saludarlo. “Más allá de las diferencias estamos acá presentes como ciudadanos por un mismo objetivo. Porque hoy está en riesgo no sólo la democracia sino también la república en donde los tres poderes están siendo vulnerados. Ahora, además quieren ir por la justicia. Por eso estamos acá presentes para escuchar el clamor de pueblo y luchar por un país mejor”, dijo el legislador del PRO.

“¡Juicio político!”, “¡Justicia independiente!”, “¡Ladrones!” y “¡Basta de corrupción!”, fueron algunos de los reclamos que se repitieron a lo largo de toda manifestación. “Estoy cansada de la corrupción, queremos libertad y sobre todo una justicia independiente. Ella vive una realidad que no es la nuestra. No queremos que se vaya, queremos que gobierne para los 40 millones de argentinos”, expresó Norma mientras golpeaba su cacerola.

Con ese mismo reclamo coincidió Agustín, un joven de 20 años que dijo: "Me parece que está muy latente el tema de querer reformar la justicia y es un problema para la independencia de los poderes. Eso sumado al intento de la re-re, la inflación, la inseguridad. Ni hablar de la corrupción. Son muchas cosas que hacen que hoy estemos saliendo a la  calle”. En relación a la militancia y sobre todo a la juventud kirchnerista de La Cámpora, Agustín dijo: “No estamos en contra de la militancia sino que a quién se defiende y por qué,  si uno milita porque tiene un buen sueldo y tiene recursos de la caja del estado, está mal, eso no es militancia”.

También marcharon los jubilados con pancartas que reclamaban por el 82 por ciento móvil y la real democratización de la Justicia.

Familias, jóvenes y adultos, sin banderas políticas y a favor de la “Democracia”, la “Libertad” y la “República” se concentraron en la Plaza de Mayo donde cerca de las 21 entonaron el himno Nacional. Entre los cánticos más resonantes, se escuchó: “¡Ladrones, Ladrones!” y “¡Se va a acabar, la dictadura de los K!”.

Una vez que se concentró la mayor cantidad de gente en Plaza de Mayo, comenzaron a redirigir la marcha hacia el Congreso Nacional donde minutos antes la Cámara de Senadores había dado media sanción al proyecto oficial para limitar las medidas cautelares. “Vamos al Congreso, que es ahí donde están los verdaderos ladrones”, gritaban los manifestantes.

© Publicado el jueves 18/04/2013 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.




Las fotos: