domingo, 29 de noviembre de 2015

Mi SYM Fiddle II 150 S y Yo. Ablande (Fase I)... @dealgunamanera...

Ablandando el “Mandrágora III”…


Como todo motor nuevo, los primeros kilómetros son en general una prueba de fuego. De eso se trató este pequeño viaje de 360 kilómetros por las rutas de la provincia de Buenos Aires, en su segundo cordón geográfico, por la RP 6 principalmente.


Arrancamos temprano en la mañana del sábado 28 de noviembre, con el fin de rodar nuestro nuevo scooter, un SYM Fiddle II 150 S, de la fábrica taiwanesa SanYang Motor (http://www.sym-global.com/index)


El itinerario tenía previsto utilizar las siguientes rutas de la Provincia de Buenos Aires: RN 1 / 2 (Autopista Buenos Aires – La Plata), RP 215, RP 6, RN 9, como principales caminos.

La llegada a la Autopista Buenos Aires - La Plata, estuvo signada por el paso de barrios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como para ir despuntando paisajes urbanos antes de los tradicionales paisajes rurales.

Así fue que pasamos por Caballito, Boedo, Pompeya, Parque de los Patricios, Barracas y Constitución.




Fuerte viento cruzado de más de 20 km/h. no fue impedimento para mantener una velocidad fluctuante entre los 60 y 70 km/h. velocidad recomendada para los kilómetros del Mandrágora III.

La Ciudad de la Plata nos recibió soleada, tomando por la Calle 32, para luego tomar la Calle 44 (RP 215 / RP 6). En el trayecto nos encontramos con una Casa Histórica, la cual perteneció a Juan Martín Jáuregui, (http://www.juanmartinjauregui.com.ar/militancia.htm), dirigente del MR17-FR17, asesinado por la organización Triple A en conjunto con integrantes del Ejército Argentino.


Prosiguiendo el viaje, sobrepasamos el cruce vial Echeverri sobre la RN 2, para retomar la RP 6 y remontar los casi 200 kilómetros que la separan de La Plata hasta la localidad de Zárate.



Traspasamos la localidad de San Vicente, almorzamos tranquilitos en Cañuelas, cruzamos las RN 7 a la altura de Luján y la RN 8 a la altura de Pilar, hasta arribar al final de la Ruta Provincial 6 en la Estación de Servicios del Automóvil Club Argentino de la RN 12 que es la que conecta a la Provincia de Buenos Aires con la de Entre Ríos a través de los Puentes de Zárate y Brazo Largo.

 

La vuelta por la RN 9 se hizo placentera, previa merienda en Ingeniero Machwitz, ingresando a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, apacible por el feriado.



El resultado fue muy satisfactorio, en términos de rendimiento el Mandrágora III se comportó muy bien, su andar excelente, especialmente con el cambio de las cubiertas originales marca “Duro”, que hacen honor a ella, por las de marca “Pirelli S 26 L”, más anchas y más blandas por cierto.

Los números del viaje:


© Escrito por Luis A. Capomasi el domingo 29/11/2015.





Destino enceguecedor… @dealgunamanera...

Destino enceguecedor…


No habrá una generación que se la pase debatiendo para entender qué fue de verdad el kirchnerismo.

Nacidos entre la década del 40 y la del 50 del siglo pasado, la tarea que pareció imponerse a mi generación intelectual y política fue la de “entender el peronismo”, regidos por el signo de las masas, como lo definió Carlos Altamirano con una imagen justa. Antes que nosotros, hombres como Jorge Abelardo Ramos, Juan José Hernández Arregui, Ismael Viñas, Rodolfo Puiggrós o John William Cooke habían trazado las grandes líneas del debate para militantes. Sabato y Martínez Estrada escribieron sobre el primer peronismo. Sebreli compuso una Eva fascinante, ética y psicológicamente verdadera. Grandes divulgadores, como Félix Luna, y decenas de investigadores académicos, especialmente en los últimos años, aportaron nuevo conocimiento a este continente donde el peronismo fue el astro cuya fuerza de gravedad atraía a propios y ajenos; y Tulio Halperin Donghi, cuyo ensayo La larga agonía de la Argentina peronista es una obra indispensable.

Como si fuera un drama de ideas políticas, Halperin observaba nuestros debates para “entender el peronismo”, a la búsqueda de aquel fenómeno sin cuya comprensión creíamos que era imposible intervenir en la vida pública. En la derecha o en la izquierda, de Frondizi a demócratas cristianos como Carlos Auyero, era preciso entender el peronismo. En el caso de mi generación, esto quería decir, en primer lugar, no equivocarse sobre su potencia cultural y social. No equivocarse como se había equivocado el Partido Comunista. Muchas interpretaciones entraban en conflicto, desde el trotskismo hasta el maoísmo, desde la izquierda antiimperialista hasta la derecha nacionalista, pero el nombre de la cuestión era el mismo. Y ese nombre, el peronismo, designaba el problema a resolver: incorporarse al movimiento para transformarlo desde adentro; acercársele en tanto aliado indispensable para llegar a las masas; copiar sus relaciones reales e imaginarias con los sectores populares; dar un “verdadero” contenido a su discurso nacionalista o distribucionista o antiimperialista (elíjase el adjetivo según las tendencias que lo pronunciaban).

Nada hubo en mi vida más obsesionante que el peronismo, con sus caras y máscaras.

Nada hubo en mi vida más obsesionante que el peronismo, bajo sus diferentes caras o máscaras. Y no soy una excepción. Miles de políticos e intelectuales apoyaron al peronismo, no porque ignoraran sus rasgos insalvables, sino porque creyeron que por allí pasaba una clave que, de no poseerla, destinaba todos los esfuerzos a la inutilidad. Probablemente el menemismo, una creación peronista sin dudas, haya abierto el período final de este encantamiento. Frente al menemismo, cuadros distinguidos e inteligentes como Chacho Álvarez, que pertenecía al corazón de la renovación peronista, decidieron abandonar el movimiento y construir una nueva alternativa. Quizás allí deba buscarse el comienzo del fin.

Debo decir que “entender el peronismo” fue una tarea política inconclusa por naturaleza, porque quizás había menos que entender que lo que se presuponía, y entender no era apoderarse de un talismán que asegurara el destino político de nadie. Sin embargo, fue un fascinante ejercicio intelectual y un campo de debate ideológico, en tiempos en que, a diferencia del presente, el debate ideológico no era considerado una pieza de museo, tiempos en los que se admitía que existían derecha e izquierda, aunque no tuvieran la fijeza que tuvieron en 1920 o en 1960. Todos los que nos entrenamos en ese campo de debate (que, en ocasiones, fue campo de batalla) mantuvimos una relación intensa con el pasado argentino, a veces demasiado intensa, demasiado parecida a un destino enceguecedor.

El kirchnerismo enterró al peronismo, porque no le fue bien: en ese lugar el fracaso no se tolera.

La victoria del PRO parece abrir el desenlace de un último capítulo que duró doce años y lleva por título “kirchnerismo”. No digo esto porque el “peronismo” vaya a desaparecer, sino porque solamente políticos de mi generación usan esa bandera para designar una tarea por delante (De la Sota, por ejemplo, cuya vida política transcurrió bajo el mismo signo que la mía; Julio Bárbaro, por ejemplo, que todavía cree necesario dividir entre peronistas de verdad y máscaras kirchneristas). Me arriesgo a decir que ese capítulo se acerca a su fin. El kirchnerismo ha sido su enterrador, porque fue peronismo y no le fue bien: nada peor para un peronista que otro peronista fracasado.

Puedo equivocarme, pero añadiré un último detalle: no habrá una generación que se la pase debatiendo para entender qué fue de verdad el kirchnerismo. Esta época no construye mitologías sino cuando están fuertemente sostenidas en los medios. Esta época es ingrata con aquellos que pierden centralidad y, además, no poseen las virtudes de un liderazgo fuera del poder y sin los atributos del Estado. No hay operación histórica que pueda sacarle a la Presidenta que se retira el haber sido electa dos veces; haber repetido, pero también modificado e invertido la tradición marital peronista; haber convocado, en su mejor momento, a millones. Pero está lejos de ser un enigma. Casi podría decirse que hoy ya ha sido demasiado explicada.

© Escrito por Beatriz Sarlo el domingo 29/11/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Huracán TV - Programa #14... @dealgunamanera...

Huracán TV - Programa #14...


Huracán TV tiene su programa #14; con notas al ex jugador de Huracán Gastón “El Gato” Esmerado recordado por su paso en el equipo de Ángel Cappa y por ser el autor del gol en el Centenario de Huracán frente a Estudiantes (LP), la palabra de San Román luego del empate con Belgrano en el Ducó en el que se logró la permanencia en Primera, Mario Bolatti ex Tiki Tiki que habla de su recuerdo con la camiseta del globo y Matías Basconcello que nos cuenta y nos muestra el tráiler de la película 41 largos años.

Huracán TV es el programa oficial del Club Atlético Huracán realizado por el Departamento de Prensa de la Institución. El mismo está dedicado a generar un nuevo vínculo entre el Club, por medio de sus protagonistas, actividades, personalidades e historias, con los socios y simpatizantes que a diario siguen las noticias vinculadas con el Club Atlético Huracán. Hoy podes ver el Programa #14 de HuracánTV.



Revista Fortune advierte: El triunfo de Macri “es un revés” para Argentina... @dealgunamanera...

Fortune advierte: el triunfo de Macri “es un revés” para Argentina...

Macri tras el triunfo del balotaje. Foto: Quarterolo.

Consideran que el referente de Cambiemos "se define a sí mismo como algo mucho más moderado de lo que es probable que sea".

“La elección del candidato Mauricio Macri como presidente de Argentina el domingo es un revés para la Argentina y para América del Sur””, indica el sitio Fortune.com

Para la publicación, “en los últimos 13 años, Argentina hizo un enorme progreso económico y social.  Bajo los Kirchner (Néstor primero y luego Cristina Fernández de Kirchner), la pobreza se redujo en alrededor del 70%, y la pobreza extrema disminuyó en un 80%. (Esto es para 2003 y mediados de 2013, el último año para el que las estimaciones independientes están disponibles, que también se basan en estimaciones independientes de la inflación) El desempleo se redujo de más de 17,2% a 6,9%, según el Fondo Monetario Internacional (FMI)”.

Además, en el texto consideran que Daniel Scioli, “no parece tener claro lo que iba a hacer para solucionar los actuales problemas económicos del país. En los últimos cuatro años, el crecimiento ha sido lento (un promedio de 1,1% por ciento), la inflación ha sido alta, y un mercado negro para el dólar se ha desarrollado“, y fue “esto lo que dio al líder de Cambiemos una abertura de presentarse como el candidato de un futuro mejor”.

“Con la ayuda de comercialización especializada de una empresa de relaciones públicas de Ecuador, Macri se define a sí mismo como algo mucho más moderado de lo que es probable que sea, ganarse a los votantes que de otro modo podrían tener miedo de un retorno a los años de la depresión pre-Kirchner”, prosiguen.

Algunas de las cosas que el referente del PRO dijo que iba a hacer,  podría tener un impacto positivo, “si se hace correctamente”.

“Una liberalización del tipo de cambio que se libró del mercado negro podría ser un gran paso adelante. Pero mucho depende de cómo se hace: Si causa de la inflación a la espiga y el gobierno no hace nada para proteger a las personas pobres y los trabajadores, que podrían perder mucho”, detallan en el texto.

“Macri también puede tomar medidas para reducir la inflación, que es algo que hay que hacer. Él quiere reducir el déficit presupuestario del gobierno central, que crecerá como porcentaje del PIB con la austeridad. Teniendo en cuenta su ideología, existe un grave riesgo de una espiral descendente de la austeridad y la recesión, que el país sufrió entre 1998 y 2001. Si hay inflación de la devaluación, esto podría empeorar las cosas”, analizan.

“En sus declaraciones de campaña, Macri dejó en claro que está en contra de un papel del gobierno en la promoción de la industria, por lo que el desarrollo económico del país. Ha propuesto recortes de impuestos para los grupos de ingresos más altos y eso sugiere que los recortes presupuestarios están a la vista, dado que el político se ha comprometido a reducir el déficit presupuestario del gobierno“, agregan.

“Macri no tendrá una mayoría en el Congreso, por lo que no está claro lo mucho que puede hacer. Inmediatamente, ha demostrado su inmensa lealtad al gobierno de los Estados Unidos, que había sido previamente puesto de manifiesto en los cables confidenciales de la embajada de Estados Unidos publicados por WikiLeaks. Una de sus primeras declaraciones después de ser elegido era denunciar a Venezuela y amenazar a tener el país suspendido del bloque comercial Mercosur de las naciones de América del Sur“, subrayan desde Fortune.com.

Por otra parte, señalan que “Washington ha mantenido una política de ‘contención’ contra casi todos los gobiernos de izquierda que ganaron las elecciones en el siglo XXI”. Por ello, “hay un poco de entusiasmo entre la élite de los negocios y la política exterior durante la ola de contratiempos entre la izquierda de América Latina, con el caso de  Dilma Rousseff, (Brasil) que enfrenta una crisis recesión,  y Nicolás Maduro (Venezuela)  que enfrenta una crisis económica y la posible pérdida de su primera elección nacional en 17 años”.

“Un resultado más probable es como lo que vimos en Chile, donde un candidato mediocre no pudo tomar ventaja de 80% de aprobación del presidente del Partido Socialista, Michelle Bachelet, y perdió a un multimillonario de derecha en 2010. Duró cuatro años, y luego el país volvió a Bachelet”, concluyen en el artículo.

© Publicado el lunes 23/11/1950 por la Revista Fortune  (http://fortune.com/?s=Macri) Fuente: Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.