domingo, 16 de septiembre de 2012

Perú 1 vs. Argentina 1... De Alguna Manera...



Argentina empató pero sigue arriba...
 
Higuaín festeja el empate argentino. Foto: Télam

Un gol de Gonzalo Higuaín le dio a la Selección un valioso 1-1 en Lima ante un Perú que se puso en ventaja a través de Zambrano.

La Selección argentina logró un valioso punto en Lima al igualar 1-1 frente a Perú y así ser quedar como único líder de las Eliminatorias cuando se llevan jugadas ocho fechas.

A los 21 minutos del primer tiempo Carlos Zambrano adelantó al conjunto local, pero a los 36 de esa mismo período Gonzalo Higuaín puso la paridad.

Al cabo del primer capítulo el empate fue demasiado premio para el plantel albiceleste, ya que le faltó tenencia de la pelota, equilibrio en la mitad de la cancha y seguridad defensiva, todo en ese orden de causalidades.

Claro que el 1-1 provisorio de ninguna manera se trató de un milagro, dado que fue consecuencia del inmenso y temible poderío ofensivo que tiene el equipo de Saballa.

La presión que ejercieron los peruanos y los balones cruzados a la espalda de Angel Di María constituyeron un problema agudo para Argentina, y sin solución a lo largo de todo ese primer episodio.

Muy temprano, ya a los dos minutos de juego, Di María corrió a Jefferson Farfán y al levantar su pierna izquierda el volante del Real Madrid cometió un penal indiscutible. De la ejecución se hizo cargo el capitán Claudio Pizarro, pero su remate fuerte y a la derecha de Sergio Romero fue rechazado por el arquero en una destacada respuesta.

Más allá de ese parche valioso que le colocó el arquero misionero a la situación, la realidad de ese segmento inicial, en cuanto al juego, mostró a un Perú superior a su rival.

En ese lapso, y a lo largo de toda la noche limeña, Lionel Messi gravitó poco, por lo que el equipo extrañó su genialidad, de la que venía dando generosas muestras tanto en el Barcelona como en el seleccionado.

Y los méritos de los incaicos tuvieron su recompensa en la red en el minuto 21, debido a una maniobra excelente que se originó con pelota detenida. En la mitad de la cancha jugaron corto para Rinaldo Cruzado, quien puso un pase largo, en diagonal y exacto hacia la derecha, por donde desbordó Luis Advíncula para mandar el centro que recogió Zambrano con un impecable anticipo ofensivo.

Pero cuando todo parecía sombrío para los argentinos, a los 36, se escapó Ezequiel Lavezzi por la derecha y envió el esférico por abajo y hacia la boca del arco, por donde surgió Higuaín para ratificar su idoneidad como goleador.

En la segunda parte Perú volvió a complicar al máximo a los de Pachorra Sabella y sobre el terreno hizo casi todo lo necesario para vencer, pero le faltó el segundo gol, y ese no es un detalle menor.

Apenas una escapada tempranera de Lavezzi que concluyó con un bombazo que rechazo Raúl Fernández le permitió a la Argentina pegarle un susto a los peruanos.

Pero después fueron Romero, muy especialmente, y Federico Fernández los mejores valores de la resistencia. Arriba sólo la tremenda potencialidad del tridente ofensivo le valió a la Argentina mantener la esperanza de alcanzar un triunfo que hubiera sido excesivamente injusto.

Con este resultado el equipo argentino lidera la tabla de posiciones en soledad con 14 puntos, seguido por Colombia y Ecuador que acumulan 13 unidades.

© Fuente: DyN y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el martes 11  de Septiembre de 2012.


Las fotos:

Pizarro remata el penal, pero Romero se lució y se lo atajó. / AFP

 Carlos Zambrano grita con todas sus fuerzas el gol de Perú. / AP

Messi busca la pelota ante la marca de Alberto Rodríguez. / AP

Messi y Sabella protestan un fallo del árbitro. / AP

Fernando Gago chocó con un peruano y debió salir en camilla. / AP

 Jefferson Farfán, en plena disputa por la pelota con Marcos Rojo. / AP

   Di María intenta cabecear el balón ante la presión de Advíncula. / AP

 Lavezzi intenta sacarse la marca de encima. / Télam

Di María intenta dominar el balón ante la marca de un jugador peruano. / Télam

 Higuaín ya venció a Fernández y sale a festejar su gol. / AP 

Higuaín se anticipa a Zambrano para marcar el empate. / Télam


Los goles





Las estadísticas:

1- PERU

Fernández; Advíncula, Rodríguez, Zambrano, Yotún; Cruzado, Ramítez, Lobatón, Carrillo; Farfán, Pizarro.

DT: Sergio Markarian.

1- ARGENTINA

Romero; Campagnaro, Fernández, Garay, Rojo; Gago, Mascherano, Di María; Lavezzi, Messi, Higuaín.

DT: Alejandro Sabella.

Estadio: Nacional de Lima, Perú.

Arbitro: Wilmar Roldán (Colombia).

Goles: 46m Ballón por Lobatón (P), 21m Zambrano (P), 38m Higuaín (A);

Cambios: 60m Guiñazú por Gago (A), 74m E. Pérez por Lavezzi (A), 76m Hurtado por Carrillo (P), 86m Guerrero por Ramírez (P), 89m M. Rodríguez por Di María (A).

Incidencias: 2m Romero (A) le tapó un penal a Pizarro (P).


En un encuentro donde Argentina no pudo desplegar todo su potencial, el arquero Sergio Romero terminó siendo clave para evitar una derrota ante los peruanos.

Romero: El mejor de Argentina. A los dos minutos le atajó un penal a Pizarro y fue un impulso anímico para todo el equipo. Luego le tapó un tiro a Rodríguez al lado del palo.

Campagnaro: Mostró problemas para la marca, sobre todo en el juego aéreo, y no se desprendió por su lateral con frecuencia.

F. Fernández: Tardó en reaccionar en el gol de Zambrano y el rival lo anticipó para definir al lado del palo.

Garay: Controló sin problema a Pizarro, aunque mostró desacoples con su compañero de zaga.

Rojo: Muy intermitente, como suele jugar habitualmente. Se complicó para detener a Advíncula y pocas veces pasó la mitad de la cancha.

Gago: Uno de los más regulares. Ayudó a recuperar la pelota y trató de sumarse al circuito de ataque por su franja.

Mascherano: Tuvo presencia en el mediocampo, pero no siempre pudo prevalecer ante los volantes peruanos.

Di María: Tuvo un error grave en el comienzo, al cometerle una falta a Farfán dentro del área. Luego ofreció despliegue pero también confusión.

Lavezzi: Asistió bien a Higuaín en el gol, desbordando por la derecha y superando a su marcador. Tuvo una chance al final del primer tiempo y la pelota se fue al lado del palo. El más movedizo del ataque.

Messi: No fue uno de sus mejores días. El rosarino no pudo esquivar a sus marcadores y Argentina lo sintió mucho.

Higuaín: En la primera opción que tuvo, definió al primer palo con un toque de derecha. Tuvo que luchar mucho con los centrales locales.

Guiñazú: Se ubicó por la derecha y tuvo poca participación.

E. Pérez: Trató de controlar la pelota y casi no lo logró.

M. Rodríguez: Jugó los últimos minutos sin incidencia.

© Publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el martes 11  de Septiembre de 2012.

 

Minorías… De Alguna Manera...


Minorías…

Eclécticos. El jueves en Plaza de Mayo la protesta tuvo distintos móviles y un catalizador: el "profundo desagrado" con el Gobierno, sin exculpar a la oposición.

Una interpretación es que aquí no pasó nada electoralmente relevante porque quienes se manifestaron fueron los mismos que nunca votaron ni votarán por el kirchnerismo. Pero aun aceptando que el voto de esta minoría nunca fuera para el Gobierno, sería un error para el kirchnerismo minimizar el efecto electoral que tienen las imágenes de quienes se movilizaron, sobre todo en aquellos que no fueron a protestar.

El peronismo ha sido históricamente experto en aprovechar el valor contagio-legitimación-amedrentamiento que produce la movilización de una minoría sobre el resto. Siempre se manifiestan minorías; si ellas representan a la mayoría o no, sólo se confirma en las urnas.

Además, las mayorías siempre comienzan siendo minorías, y aunque continuaran siendo minorías, lo que falta en la política argentina es el contrapeso entre mayoría y minoría porque esta última carece de voz. Una minoría más combativa también sería un hecho político.

Aunque quienes protestaron la noche del jueves fueran exclusivamente de clase media hacia arriba, no se podría desconocer que las redes sociales y los celulares permiten la emergencia de un nuevo sujeto político que, aun siendo el mismo de siempre, al hacerse visible se hace otro. Salvando las muy gigantescas distancias, la bien mayoritaria clase obrera existía antes del 17 de octubre de 1945, pero al hacerse visible se convirtió en un actor político de otra relevancia.

La indignación es un combustible, pero sin una máquina política no llega a ninguna parte. Los Indignados de Europa y Estados Unidos fueron consumiéndose en su abstracción, mientras que en la Primavera Arabe la combinación de indignación más redes sociales pudo institucionalizarse por la existencia de organizaciones políticas que le dieron cauce a esa energía.

Creer que los medios de comunicación clásicos pueden ser originadores o receptores del mandato de la movilización es una simplificación: la protesta fue multicausal, y no salva a la oposición. En la tentación de creer lo primero caen los kirchneristas (“lo armó Magnetto”) y en lo segundo, algunos opositores.

Cómo sigue dependerá también de la respuesta del Gobierno. Si absorbe el golpe, hace correcciones y baja el tono, podrá lograr que las protestas vayan achicándose hasta diluirse. Pero si redobla la apuesta, aumenta la controversia y endurece la lengua, corre el riesgo de cosechar protestas cada vez más numerosas. Y todo lo que nace pacífico en su escalamiento puede dejar de serlo.

La palabra de época que no se integró al relato oficial es “autoconvocados”. Probablemente la más temida, porque escapa al control orgánico. Parcial o totalmente cierto, una autoconvocatoria llevó a De la Rúa a la renuncia. Y otra autoconvocatoria generó el conflicto del campo en 2008. El efecto depende de la intensidad y la persistencia de la protesta. Ya en junio hubo tres cacerolazos que perdieron fuerza.

El futuro es por naturaleza incognoscible. El pasado reciente muestra que ha ido aumentando un goce en Cristina por provocar exaltación en propios y ajenos. Respondió a esta protesta diciendo: “No me van a poner nerviosa”. Pero algo alterada debió estar el día que dijo que sólo había que temerle a Dios y un poco a ella, aumentando el encono de quienes no le tienen simpatía. Ojalá regrese de El Calafate más calmada.

El jueves se especuló con que militantes de La Cámpora impedirían el ingreso de manifestantes a Plaza de Mayo. Finalmente triunfó la cordura. Ojalá siga triunfando.

© Escrito por Jorge Fontevecchia y publicado en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 14 de Septiembre de 2012.