"No hay ningún fin que justifique los medios"...
Los pañuelos no se mancharon, porque trascienden a Hebe, no tienen nombre propio,son una gesta. La respeto a ella en su dolor, pero nadie está por encima de la ley.
La periodista y senadora que va como vice de Hermes Binner habla del padecimiento, el perdón, el pase de facturas, los DD.HH. y las Madres.Fue corriendo a abrir la puerta de su casa, se tropezó con sus pantalones largos y anchos, trastabilló, cayó y se rompió el húmero derecho. Después de un mes y medio, todavía hace ejercicios de rehabilitación con una roldana que su hijo le improvisó en el ventanal del living, de cara al inspirador parque del Jardín Botánico. Norma Morandini cuenta que está conmovida por el otoño y esa arboleda cargada con millares de hojas ocres. Que después vendrá el despojo de árboles desnudos, para reverdecer explosivamente en la primavera. Una revolución. Quizás comparable con sus propios procesos. Volviendo al brazo, dice que esa quietud forzada le enseñó a tener humildad para pedir ayuda, algo que le cuesta, y paciencia para soportar el dolor. Ahora salió con todo a lo público: primero la Academia Nacional de Periodismo la distinguió con la Pluma de Honor y, después, se conoció que irá como candidata a vicepresidenta en la fórmula que encabeza Hermes Binner por el neo Frente Amplio Progresista.
Noticias: ¿Cómo se siente estando en campaña?
Norma Morandini: Todo el mundo dice “¡cómo estarás sufriendo!”, pero me siento bien. Este es un lugar en el que la vida me ha puesto y lo tengo que honrar.
Noticias: ¿Es verdad que se sorprendió con la candidatura?
Morandini: Sí, porque yo no hago nada de lo que dicen que hay que hacer, no pido, no nada…
Noticias: ¿Es la antipolítica?
Morandini: La anti de lo que se cree que es la política. Yo estoy convencida de que no es eso, tengo figuras que para mí son muy fuertes, por ejemplo, Mandela (Nelson), Hannah Arendt, Simón Wiesenthal, que se pasó los últimos 10 años de su vida haciendo seminarios sobre el perdón…. Me interesa poder mirarse adentro sin el ruido ya de lo que los otros nos dicen que somos. La índole verdadera se manifiesta en la juventud, pero después nos convertimos en lo que creemos que debemos ser, lo que los otros quieren de nosotros, lo que nos inventamos de nosotros mismos, nos salimos de nosotros y nos vamos a pasear por el mundo. Y creo estar en la edad maravillosa en la que uno camina hacia el despojo personal, hacia uno mismo, ya libre de todos los adornos.
Noticias: ¿No la afecta la crítica, inclusive a nivel personal, de algunos sectores?
Morandini: Al inicio era raro, pero trato de no leer. Encontré en un cuaderno mío de los 15 años un escrito que decía “no voy a hipotecar mi vida en la miseria ajena”. Si a los 15 años la vida me dio eso, ahora tengo que actuarlo.
Vida privada y pública. Morandini su único hijo, Iván.
Se exilió en el ´77, después de que desaparecieran dos de sus tres hermanos (Néstor y Cristina). El desgarro de su familia y de su tierra lo palió reconstruyendo periodísticamente las historias ajenas. Más tarde estuvo seis meses con dedicación exclusiva y obsesiva, cubriendo el juicio a las Juntas. “Yo creí que miraba a los otros para no mirarme, y en realidad estaba mirándome en los otros”, analiza hoy. Dice que recién hace diez años que pudo “sacarse el cementerio de encima”, construir desde la vida, ser menos crítica, más calma e ir más liviana. El quiebre fue cuando tuvo el testimonio, en exclusiva, de un sobreviviente (de la familia Pujada, dinamitada en un pozo en Córdoba en el ´75 como represalia por Mariano Pujada, uno de los fundadores de Montoneros) que se salvó a los 11 años y tenía 35 cuando estuvo frente a ella y se largó a llorar como un niño. Morandini sintió que no podía ni seguir indagando ni contar la historia. “Ya no voy a reconstruir desde la muerte, tengo que hacerlo desde el amor”, se dijo.
Noticias: ¿De qué otra herramienta se sirvió para recorrer ese camino?
Morandini: Hice un trabajo espiritual, tengo mucha lectura filosófica, pero sobre todo… es difícil hablar de la intimidad, no por ocultamiento sino porque es lo más íntimo de uno… La culpa es lo más doloroso de los que sobrevivimos a situaciones familiares.
Después de la crisis del 2001, se compró una casa en Córdoba y pasó dos años estudiando el proceso del Apartheid, la Alemania después del nazismo, Brasil, Uruguay y Chile tras sus dictaduras. Así, escribió lo que considera es su trabajo más comprometido, “De la culpa al perdón”. Pero ninguna editorial quiso publicarlo: “Me di cuenta de que nadie quiere hablar de perdón en la Argentina de hoy. No es perdón a los torturadores, ellos tienen que estar presos, sino a nosotros mismos. Creo en la reconciliación y mirá qué necesaria será, que hoy el que es peronista K está enfrentando al peronista no K, el que se dice progresista está midiendo con la vara moral, estamos todos desconfiando de todos”.
Madre de Iván y abuela de Martín (6) y de Lucas (12), contesta personalmente cada uno de los mails que recibe, inclusive los que la critican. “Yo creo en la honestidad de intenciones. Si después me equivoco, tenés que saber que me he equivocado honestamente”. Dice que la pluralidad se transformó en separación porque “se ha puesto esta divisoria de si estás con el gobierno o no”.
Noticias: La acusan de no ser de izquierda.
Morandini: Y durante el menemismo me sacaban por setentista, ¡mirá qué paradoja! Me di cuenta de que al final siempre he ido a contramano, porque ¡Dios mío la izquierda latinoamericana! Exceptuando la guerra de las Malvinas, un fin noble no puede serlo con una dictadura. Aprendí que no hay ningún fin que justifique los medios. Estoy de acuerdo en miles de cosas que este gobierno ha hecho; por supuesto que el Estado tiene que participar en las jubilaciones, armonizar las desigualdades, pero de esta manera no. La manera en la que conseguís las cosas es tan importante como esos fines.
Vida privada y pública. Con las Madres de Plaza de Mayo.
Noticias: Le pasan factura por haber estado en contra de la estatización de las AFJP, de Aerolíneas o haberse retirado del recinto con la ley de Medios
Morandini: Son facturas dogmáticas, no ideológicas. Creo en la intervención del Estado, pero primero discutamos qué tipo de Estado. No entiendo que con 30 años de democracia, alguien pueda creer que esto es moderno, que esto es progresismo.
Noticias: ¿Por qué tanta gente piensa que Cristina Kirchner es progresista?
Morandini: Bueno, porque el 2001 fue… cuando dicen que nos parecemos a España, cuidado que los indignados de España no quieren terminar con la democracia, quieren más democracia. Nosotros, por no indignarnos a tiempo, nos enfurecemos y rompemos el espejo que refleja esa comodidad, cuando por comprar en cuotas no nos indignábamos. Entonces me parece que hay mucho de eso, celebramos la democracia pero no lloramos la guerra perdida.
Noticias: ¿Se plantea para qué poner tanta energía, cuando es poco probable que llegue a buen puerto?
Morandini: No, porque no busco resultados. Puede ser una gran posibilidad de predicar lo que yo creo que me ayudó a mí y puede ayudar al otro. La vida me ha enseñado que soy más serena trabajando a favor y no en contra, entonces ¿por qué no hacerlo en la política? Elija una vez, no descarte, confíe en algo, no descrea. Yo doy testimonio de que vivo con mucha más felicidad desde que no tiro piedras.
Noticias: Como candidata, ¿cuánto está dispuesta a actuar?
Morandini: No, ojalá tenga la lucidez y la integridad personal como para darme cuenta… me han pasado cosas al inicio, una vez habían armado que yo tenía que tocarle la cabeza a un niño y cuando estaba por hacerlo, dije “¡noooo!”,… me la pasé escribiendo contra el marketing político. Tengo la gran posibilidad de actuar todo lo que he dicho, pero no en el sentido de la ficción.
Noticias: ¿Binner le da esa garantía?
Morandini: Sí, porque ellos después del 2001 han juntado estos retazos políticos y gobernaron con distintas fuerzas, que es lo más difícil… esto es una prueba para mí misma de ver cuánto puedo disolver mi biografía en una construcción colectiva, lo que no quiere decir que no tenga mi convicción. Fijate que la política está hecha de la palabra “lealtad”, pero a quién… a uno, si soy leal a mí voy a ser leal a vos. A esta altura de mi vida, prefiero contrariar a millones que a mí misma.
Noticias: ¿El periodismo puede estar a favor del poder?
Morandini: Nunca. La promiscuidad de negocios entre el Gobierno y la prensa ha herido mucho al periodismo.
Noticias: ¿Qué piensa del periodismo militante?
Morandini: La militancia es partidaria, es de gobierno, es de poder; el periodismo tiene que enfrentar siempre al poder político y económico. Cuando alguien hoy dice “ah, ese es empleado de tal”, en realidad te está diciendo “yo soy empleado de tal…”.
Noticias: ¿Los DD.HH. fueron apropiados por el kirchnerismo?
Morandini: No solo apropiados sino no honrados, porque no podés invocar los DD.HH. y después querer matar al otro. Porque primero te ningunean, después te insultan y mañana te pegan una piña. Esto es lo que a mí me preocupa y he hecho cartas públicas a la Presidenta, no podés incitar a la violencia. Me duele que los DD.HH. que tendrían que haber estado al servicio de la educación en libertad y el respeto al otro para respetar la dignidad, se hayan desviado.
Noticias: Ha dicho que la relación de Sergio Shoklender con Hebe Bonafini le daba pudor.
Morandini: Pudor desde lo humano, siempre me impresionó la capacidad de él para saltar sobre la adversidad. Pero cuando ese personaje se hace público manejando valores simbólicos como el pañuelo blanco y valores públicos como es el dinero de todos los argentinos…
Noticias: ¿Los pañuelos se mancharon?
Morandini: No, porque los pañuelos trascienden a Hebe, no tienen nombre propio, son una gesta.
Noticias: ¿Qué responsabilidad tiene Bonafini?
Morandini: La respeto en su dolor pero nadie está por encima de la ley, y como es la Fundación que se construye sobre un pañuelo, no somos nosotros los que tenemos que cuidar el pañuelo sino la misma Fundación… cómo puede ser que en nombre del pañuelo no quieras hacer verdad y justicia.
© Escrito por Valeria García Gesta y publicado por el Diario Perfíl de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el sábado 25 de Junio de 2011.