miércoles, 17 de octubre de 2012

Chile 1 vs. Argentina 2... De Alguna Manera...


Argentina reaccionó y ganó 2 a 1...


Higuaín y Messi, autores de los tantos argentinos. AP
 

El equipo de Sabella arrancó mal pero a los 29 minutos apareció Messi y dos minutos después, Higuaín. Gutiérrez descontó sobre el final.

Argentina arrancó mal pero reaccionó a tiempo y de la mano de Lionel Messi y Gonzalo Higuaín le ganó a Chile por 2 a 1 en el Estadio Nacional, en Santiago, para encaminarse hacia el Mundial de Brasil 2014.

Justamente Messi abrió el camino con una aparición y definición magistral, a los 27 minutos del primer tiempo, ya que recibió un pase preciso y al claro de Fernando Gago, hizo pasar de largo a un adversario y colocó la pelota a la derecha del arquero Miguel Pinto. Dos minutos después, Higuain se escurrió como si fuera agua en el fondo chileno y estampó el 2-0. El descuento la Roja lo marcó en el minuto 91 Felipe Gutiérrez al definir cruzado a la izquierda de Sergio Romero.

El poder de fuego que tiene en equipo de Alejandro Sabella estableció la diferencia en el tanteador, pero en el primer período pasó demasiados sobresaltos en la retaguardia, en la que sólo se destacó Sergio Romero, aunque tuvo algunos cruces oportunos Federico Fernández.

El equipo albiceleste es el sólido líder de esta competencia que justamente con este décimo capítulo puso en marcha la segunda rueda. En cambio, Chile arrastra malos resultados y ve peligrar su boleto, por lo que este nuevo revés puede ponerle fin al ciclo del cuestionado Claudio Borghi.

El capítulo inicial fue muy complicado para el conjunto de la AFA, a tal extremo que sólo por su poderío ofensivo se consiguió la distancia de dos goles. De todos modos, en el nacimiento del partido, el capitán Messi dejó solo a Ángel Di María sobre la izquierda y el futbolista del Real Madrid tiró cruzado y desviado.

Pero a los 4 minutos la Roja le dio el primer susto a los albicelestes, porque desbordó Jean Beausejour, aunque la pelota se le fue por la línea de fondo sin que lo advirtieran las autoridades, la jugada siguió, tiro Gary Medel desde una posición frontal, tapó Romero y Sebastián Pinto recogió el rebote, pero remató sin la dirección adecuada.

En una escalada de Mauricio Isla sobre la derecha quedó desacomodado Pablo Zabaleta, pero el centro rasante fue despejado por Federico Fernández en una intervención clave.

Sobre el primer cuarto de hora se produjo una nueva trepada de Isla por su sector y esa escena concluyó cuando el cabezazo de Mark González fue salvado por Chiquito Romero. A los 16 hubo un contraataque de Argentina y disparó Sergio Agüero, pero bloqueó Miguel Pinto.

A los 19 Gonzalo Jara tomó de la camiseta a Higuaín dentro del área, sin que el juez paraguayo Antonio Arias se diera por enterado, pero se trató de una muestra más de que los locales eran incapaces de contener a los atacantes del elenco de Sabella. Esa etapa concluyó con las joyas que aportaron Messi e Higuain como ofrendas a la red.

En la segunda parte el nivel del juego y de las emociones decayó, porque a Chile se no notó cada vez más impotente y los argentinos se conformaron con mantener controlada la situación.

Los anfitriones en ese período golpearon en forma excesiva, a tal extremo que Marcelo Díaz y Jara estuvieron al borde de la expulsión y si eso no ocurrió fue por lo clemente que se comportó el árbitro guaraní.

Como consecuencia de una de esas infracciones violentas, Jara sacó de la cancha a Higuaín, quien fue retirado por un fuerte traumatismo en la base de la pierna derecha.

Hasta el epílogo Chile se limitó a avanzar y Argentina a tratar de ayudarlo al reloj hasta que quedara completo el recorrido, pero cuando todo se acababa se concretó el descuento insuficiente de Gutiérrez. En definitiva, Argentina se empezó a asomar a Brasil 2014, mientras que a Chile se le complica el trayecto.

© Publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el martes 16 de Octubre de 2012. 

Las fotos

González cabecea. Destrás, Federico Fernández. AFP

Sabella y sus jueguitos. AFP

Agüero. AFP

 Messi, el hombre a controlar por parte de los chilenos. AFP

Gary Medel, Gonzalo Jara y Marcelo Díaz no pueden alcanzar a Messi. AFP

Agüero. Télam

Messi marcó el primer tanto. AP

Gago pelea la pelota con Fernández. AP

Campagnaro lucha con Vilches. AP

El festejo de Messi. AP

Messi. AP

Messi, autor del primer tanto. AP

Higuaín y Messi, autores de los tantos argentinos. AP

Higuaín festeja su gol. Télam

El festejo del gol de Higuaín. Télam

 Higuaín salió con mucho dolor de la cancha. Télam

Los argentinos festejan un triunfo que los acerca a Brasil 2014. Télam


Los Goles:






Las estadísticas:


1- CHILE

M. Pinto; Isla, Jara, M. González, Beausejour; Medel, M. Díaz, Mark González; Pinto, M. Fernández, Sánchez.

DT: Claudio Borghi.

2- ARGENTINA

Romero; Campagnaro, F. Fernández, Garay, Zabaleta; Gago, Mascherano, Di María; Agüero, Messi, Higuaín.

DT: Alejandro Sabella.

Estadio: Nacional (Santiago).

Arbitro: Antonio Arias (Paraguay).

Goles: 28m, Messi (A); 30m, Higuaín (A); 90m, Gutiérrez (C).

Cambios: 55m, Vargas por Pinto (C); 60m, Guiñazú por Higuaín (A); 74m


Un equipo con varias figuras…

Las intervenciones del arquero fueron importantes cuando Chile presionó y rompió la barrera defensiva argentina, el volante fue clave para que apareciera el juego y el crack dio la nota para terminar de despertar a la Selección.

- Romero: Respondió perfecto ante un violento remate dentro del área de Medel, en una jugada que agarró mal parada a toda la defensa argentina. Luego tuvo otra intervención milagrosa ante un cabezazo con destino de gol de Mark González. Sus intervenciones salvadoras lo convirtieron rápidamente en figura. En el descuento, no pudo evitar el gol de Gutiérrez.

- Campagnaro: Beausejur lo complicó por su franja. Hizo agua en el peor momento del equipo. No aportó prácticamente nada en ataque, pero fue a pedido del DT. Pifió una pelota complicada en el área.

- Fernández: No arrancó bien en el partido, sobre todo en los primeros minutos, donde sintió la presión de los delanteros chilenos. Fue de menor a mayor. Le pifió a la pelota en un tiro libre en el que Messi lo dejó solo frente al arquero. Volvió a estar cerca del gol con un cabezazo desviado.

- Garay: Al igual que sus compañeros de línea, sufrió los primeros minutos los avances de Chile. No dio la seguridad que había mostrado en el partido frente a Uruguay. Mejoró en la segunda parte.

- Zabaleta: Le tocó jugar por izquierda, en el lugar del lesionado Rojo, que fue reemplazado por Campagnaro. No se sintió cómodo. Islas lo complicó seguido.

- Gago: Se retrasó para ayudar en defensa y tuvo un par de intervenciones claves para disipar el peligro que insinuaba Chile. Cuando apareció en la ofensiva, fue clave. Habilitó a Messi con un gran pase para su gol. Y fue clave en el juego del equipo. Volvió a demostrar su importancia y, pese a que no marcó goles, fue también figura.

- Mascherano: Entró relativamente tarde en el partido, y eso le facilitó las cosas a los volantes chilenos, que dominaron durante un buen tramo el mediocampo. Mejoró con el equipo y terminó quitando y ordenando a sus compañeros de línea.

- Di María: No definió bien en las chances de gol que tuvo: la primera al cuerpo del arquero, la segunda por arriba, pero con un remate anunciado. Había tardado en entrar en juego, pero le dio la habilitación a Higuaín en su gol. Defensivamente, le robó una pelota a Medel que tenía destino de gol. En segundo tiempo se hizo amonestar por no dejar jugar un lateral, y por esa amarilla se perderá el próximo partido ante Venezuela.

- Messi: La primera que tocó, aceleró y dejó a Di María en posición de gol. Después tuvo un bache importante, cuando el equipo no encontraba la pelota y, para colmo, se mostraba demasiado largo. Pero apenas Argentina mostró un pizca de reacción, habilitado por una gran pase profundo de Gago, amasó la pelota frente a Jara dentro del área y definió de zurda para el 1-0. Tuvo el tercero, en otro arranque arrollador, pero perdió en el mano a mano con Pinto. Volvió a ser figura.

- Agüero: Argentina atacaba de contraataque y, por esa vía, aunque un poco solitario, tuvo su primera oportunidad de gol, pero definió sobre el cuerpo del arquero chileno. Tuvo el tercero de Argentina en sus pies, sombrerito, dos en el camino, y un remate que Pintó desvió justito.

- Higuaín: Cuando la Argentina no daba pie con bola, intentó imponerse en el área rival por potencia. Ese espíritu lo guió para anotar el segundo gol de la Selección. Recibió un cambio de frente de Di María, la aguantó, dejó dos defensores chilenos en el camino y cuando vio el hueco sacó un violento remate cruzado para clavar la pelota en el ángulo.

- Guiñazú: Ingresó a los 61 minutos, por Higuaín, que salió lesionado debido a una entrada violenta de Jara. Se ubicó como volante.

- Sosa: Ingresó sobre el final por Di María.

- Barcos: Ingresó por Agüero también en el final.



© Publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el martes 16 de Octubre de 2012.

Ocho años de mentiras... De Alguna Manera...


Verás que todo es mentira...


A pesar del riesgo a ser considerado “clarinete”, “defensor del monopolio” e integrante de la “cadena del desánimo”, por lectores simpatizantes K, quiero dejar en claro lo único que me preocupa: ¿Quién se va a hacer cargo de los costos que va a generar la demanda que la dueña del diario Clarín y sus hijos, le van a iniciar al gobierno? ¿Todos nosotros? ¿Por qué?. 

Creo que es hora de que el pueblo tome en cuenta que no podemos pagar la fiesta de la mentira y las guerras personales de nuestros gobernantes. A partir del fallo de la justicia y las pruebas incontrastables de que los hijos de Herrera de Noble, no pertenecen a desaparecidos, se viene un gran juicio cuyas costas, como ciudadano argentino, no quiero enfrentar. Que paguen los ofensores con sus propios bienes, sus acusaciones infundadas, sus delitos de injurias y falsedades. No debemos permitir que nos carguen las costas de sus impericias y sus desatinos.

Hace 8 años que el kirchnerismo viene agitando el pañuelo blanco y cargando contra la familia Herrera de Noble, solo porque está enfrentado con el Grupo Clarín, a partir de negocios que no pudieron compartir (no es que no lo hayan intentado). Bien, durante este tiempo hemos asistido a todo tipo de barbaridades, disparadas contra la dueña del multimedios y su familia, hecho que no debe entenderse como una defensa, sino como una razón objetiva, en vista a los resultados obtenidos.

A los hijos, supuestamente, era a quienes decían “proteger” y sobre ese argumento, tanto la presidenta y sus acólitos, como Bonafini y Carlotto, usaron todos los medios oficiales, para-estatales, opositores y no opositores, para enlodar una causa que era falsa, armada y falaz. Las dos pruebas de ADN indicaron irrebatiblemente que los hijos de Herrera de Noble no pertenecen a las familias que los reclamaban, ni son compatibles con ninguna de las muestras que existen en el banco de muestras de desaparecidos en la época de la dictadura.

Es incalculable la cantidad de estupideces que hablaron desde la presidenta (y el difunto ex presidente) para abajo. Es incalculable las aberraciones que se hicieron y dijeron desde el poder, arrastrando por el piso a los dos jóvenes que pretendían vivir en paz y cometieron el pecado de haber sido acogidos en una familia enemiga de los Kirchner.

Los tapes que se han reproducido en estas últimas horas con declaraciones de la propia presidenta, de Néstor Kirchner, de Aníbal Fernández, Víctor Hugo Morales, Bonafini, Timermann, D`Elìa, los “panelistas” de 6,7,8 con el impresentable de Barone a la cabeza. Programas como TVR o Duro de Domar, que le han dedicado horas de edición y armado de guiones inculpando a la dueña de Clarín de cuanto delito estuviera a mano; en fin, un ejército K al servicio de una mentira sostenida en el tiempo (doblemente mentira), comienza ahora a callarse la boca o a decir pavadas, tratando de exculparse, perdiendo la poca dignidad que les queda.

Y una de las más perjudicadas en esta insensible ofensiva política contra Clarín, ha sido la hasta hace mucho respetada Estela de Carlotto, una mujer que sumó a la dignidad de su reclamo, la centralidad, el pensamiento reflexivo, una mujer que concitaba la atención de todos por su mesura y su humildad para vivir, allí por el año 2004. La Sra de Carlotto, supo subirse al carro de triunfo, tirados por los caballos volátiles del kirchnerismo y asociarse a la mentira de una pareja enferma de poder y cegada por la revancha y la venganza, que nos les permitió (como en otras tantas ocasiones) ver que se estaban equivocando. Y Carlotto, respetable y con honores genuinos, ganados en el campo del sufrimiento, entregó todo su prestigio para sostener un relato falaz y construido sobre la base de la especulación, la mentira, el odio por negocios inconclusos y la ignorancia.

En las últimas horas, me dio lástima ver a la Sra de Carlotto, desencajada, con la cara visiblemente consternada, tratar de decir que no dijo lo que dijo, pretender cambiar los tiempos verbales de sus múltiples discursos donde acusó directa y formalmente a la señora Noble de criminal, apropiadora de hijos de desaparecidos, diciendo, ahora, que ella en realidad expresó que “podría ser” pero que nunca dijo “que fue”, cuando basta ver los tapes para saber que está mintiendo y ahora por segunda vez.

El Kirchnerismo destruye todo lo que toca, es casi una verdad de Perogrullo. Corrompió a sectores inmaculados de los Derechos Humanos, los arrastró por el fango de la corrupción y los usó como ariete de los negocios sucios de funcionarios alienados por el dinero fácil. Y la espada más solvente que tenían las “Abuelas”, luego del descrédito en la que el poder K sumió a la otrora referente de la lucha de los pañuelos blancos, Hebe de Bonafini, era Estela de Carlotto, respetada y admirada. También la destruyó.

Ahora viene la contrapartida. Seguramente la familia Noble actuará en consecuencia y como corresponde, por los daños y perjuicios ocasionados por estos personajes en 8 años de embestida brutal y sin códigos y por la guerra que supo hilvanar el kirchnerismo contra el multimedios; entonces la pregunta que me hago es ¿Quién va a pagar la fiesta de la mentira? ¿El Estado nacional? O sea, ¿Todos nosotros?. Es hora de que los juicios a futuro que se desprendan de esta verdadera farsa kirchnerista, vayan contra los bolsillos de quienes dilapidaron la verdad en cientos de programas de televisión, usando dineros públicos para engendrar la ignominia.

Que pague la presidenta Cristina Fernández, de su propia fortuna, que embarguen salarios y bienes de quienes hablaron hasta por los codos, denigrando, insultando, acusando sin fundamentos, en el marco de la impunidad que les brindó el propio gobierno. Ojalá, las acciones judiciales se encaminen a sacarle a cada uno de ellos, las ganancias obtenidas por prestarse a la infamia de usar un elemento tan sensible a la sociedad argentina, para corromper la verdad en aras de vaya a saber qué intereses ocultos.

Esperemos que la justicia vaya contra estos verdaderos voceros de la mentira; estos operadores del oficialismo y los haga económicamente responsables y solidarios, de todas las barbaridades que dijeron y la destrucción de las familias que produjeron en estos años. No sería justo que el pueblo argentino termine pagando la fiesta de cuatro mentirosos que nos quieren hacer creer que luchan por el derecho de los demás cuando en realidad promueven solo sus derechos particulares y políticos, entre los cuales está el de enriquecerse, mentir, ensuciar a cualquiera, amenazar, amedrentar y destruir familias enteras. Es fácil hacer politiquería barata con la plata pública, lo difícil es hacerse cargo de los costos que demandan nuestras palabras y enfrentarlas con el patrimonio de cada uno. Si así lo decidiera algún día un justo juez, tantos charlatanes se callarían la boca, entes de emitir un juicio y atacar a los ciudadanos comunes, solo por intereses mezquinos o porque no piensan como ellos.

Sabido es que Herrera de Noble no es una ciudadana común; pues su posición dominante en el mercado de los medios la hace poderosa y con espaldas suficientes para soportar éstas y otras embestidas, sin embargo, las atrocidades que se dijeron de su familia y lo que le hicieron a sus hijos, no merece ser mensurado por la distinción social, ni tiene estatus: lo abarca, simplemente, una visión humana. Porque esta misma tarea brutal y descalificadora (con distintas facetas y otras metodologías), el gobierno la aplica con todos y cada uno de sus “enemigos” y la mayoría no tiene ni la décima parte del poder que posee la dueña de Clarín, para enfrentar tanta bajeza disparadas desde un poder impune y omnipresente.

Yo no quiero pagar los costos de la irracionalidad. Que el 54% del padrón electoral la haya votado a la presidenta para administrar el país, no es suficiente carta de presentación para que involucre a la ciudadanía en una aventura inconsulta y nos haga cargo de los gastos que generan sus caprichos, cuando las cosas le salen mal, mientras preparaba los discursos para saborear la victoria política y personal, si acaso las pruebas y contrapruebas le resultaban favorables.

Por lo tanto, es de esperar que ese costo recaiga en los responsables de los varios delitos que pueden ser tipificados en todo este tiempo y en los que han incurridos. El Estado nacional, como tal, no tiene nada que ver con la guerra sórdida del gobierno y sus socios.

© Escrito por Rubén Lasagno y publicado por Agencia OPI de la Ciudad de Río Gallegos, Santa Cruz, el martes 16 de Octubre de 2012.