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jueves, 1 de mayo de 2014

Binner como nuestro Angela Merkel… De Alguna Manera...


Binner como nuestro Angela Merkel…


Más allá del chiste del título, ¿puede Binner convertirse, como Merkel en Alemania, en el articulador de una gran coalición que incluya al PRO? Lucas Llach lo propuso en su blog con el argumento de que si explotan las diferencias, “ok, pasa en las mejores familias”; y el fantasma de Mauricio cruzó el lanzamiento del Frente Amplio UNEN (FAU), pero… ¿vale la comparación o hay algo que nos diferencia del país de las frankfurter?

No confundir gordura con hinchazón
 
En sistemas parlamentarios como el alemán, las alianzas son posteriores a las elecciones: los partidos forman coaliciones de gobierno, no alianzas electorales. Merkel bien podría haber negociado con otro partido que le garantizara una mayoría a cambio de menores concesiones. Prefirió, sin embargo, entregar el ministerio de economía a sus eternos rivales socialdemócratas, ideológicamente más próximos que, por citar un caso, los verdes

En el caso del FAU, una alianza electoral con el Pro haría que todas las mañanas Binner, Cobos y compañía tengan que expedirse sobre los dichos de Macri de la noche anterior, ej: “hay quitarle los planes sociales a quienes corten una calle“. ¿Por recibir un plan no pueden protestar?¿Hay ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda?

En una nota que salió hoy en la revista El Estadista, Andrés Malamud dice que cada vez que se unieron, radicales & fuerzas afines tuvieron buenos resultados (1997, 1999, 2009); el problema viene después, “ganar es fácil, lo difícil es durar”. En el 99 la frustrada Alianza incluyó a un sector del peronismo que hoy viste ropajes kirchneristas. ¿Qué hacer entonces con el Pro a la luz de aquella experiencia?

A continuación, con mucha imaginación (casi ciencia ficción), un camino posible a Balcarce 50: Binner es electo candidato a presidente por el FAU en las PASO, saca el 28% en la general y enfrenta a Massa en la segunda vuelta. Antes del ballotage en un acto de campaña presenta 50 medidas para los primeros 100 días de gobierno junto a su futuro gabinete, que incluye figuras políticas con peso propio: Ernesto Sanz (UCR), jefe de gabinete; Juan Carlos Zabalza (PS), ministro del interior; c (PS), secretario de medios; Viki Donda (Libres del Sur), ministra de desarrollo social; y la sorpresa, Miguel Braun (PRO), ministro de economía. 

La conformación de una coalición de gobierno amplia en el momento de la segunda vuelta podría darle un plus al FAU para agrupar al gorilaje (Llach dixit) y hacerse del premio mayor. Algo así como un refuerzo para los últimos 15 del segundo tiempo, con el partido empatado y la hinchada gritando “esta tarde cueste lo que cueste, esta tarde tenemos que ganar”. El compromiso de apoyo en la segunda vuelta debería firmarse con la sangre de los cargos. Sería un espejo de la gran coalición alemana, con los socialdemócratas en la primera magistratura y los democristianos en Economía.

¿Cuán ficción es esta ciencia?
 
Acá Sergio Berenztein da algunos indicios y promete más números para las próximas semanas. Carlos Pagni dice que cambia el tablero político. Será cuestión de comprar pochoclos, esperar y ver.

© Escrito por Santiago Nicholson el Sábado 24/04/2014 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


lunes, 24 de marzo de 2014

Máximas del buen socialista... De Alguna Manera...


Máximas del buen socialista...

 Francisco Largo Caballero

En el aniversario de su muerte, recordamos a Francisco Largo Caballero con "Las máximas del buen socialista".


El buen socialista abraza y defiende sus ideales no sólo por sentimiento y espíritu de protesta contra las injusticias sociales, sino por reflexión y convencimiento profundo, lo que vigoriza su espíritu de abnegación y sacrificio para soportar, estoicamente los atropellos e injusticias del régimen actual, y fortalecer su voluntad a fin de hacer frente y vencer las innumerables dificultades y obstáculos que le salen al paso en la lucha política de todos los días.

El buen socialista comprende que la gran transformación social a que aspira no puede realizarse súbitamente, por un golpe de mano, sino por etapas, por revolución progresiva y que su deber es impulsar esa evolución con perseverancia e inteligentemente, y apresurar el momento de su completa emancipación.

El buen socialista no propugna la violencia como sistema, prefiere la actuación legal, pacífica, pero al mismo tiempo sabe que debe estar siempre dispuesto a luchar contra el fascismo cualesquiera que sean sus manifestaciones y color, y sacrificar, si es necesario, su libertad, su vida hasta vencerle.

El buen socialista no es infalible, se equivoca como todos los hombres, pero reconoce su error y lo rectifica sin sufrir mortificación alguna de su amor propio.

El buen socialista tiene noción exacta del cumplimiento del deber en el Partido, Sindicato, taller, obra y oficina.

El buen socialista es enemigo de la guerra porque ésta destruye la civilización, realiza la selección al revés y es el agente más eficaz de desmoralización de la humanidad.

El buen socialista respeta y admira a los correligionarios que, por sus condiciones excepcionales, se distinguen en la defensa de los intereses de la clase obrera, pero no se suma a ninguna bandería ni hipoteca su opinión, sino que examina, analiza los problemas y resuelve con absoluta independencia de criterio.

El buen socialista no es un fanático que se aferra al todo o nada; tiene flexibilidad mental y de espíritu para adaptarse a las imposiciones de la realidad, siempre en favor de los trabajadores y de su país, sin claudicar por ello de los principios socialistas.

El buen socialista es respetuoso y tolerante con el criterio ajeno y evita las intemperancias que puedan hacerle antipático a él y al Partido donde está afiliado.

El buen socialista no es vengativo sino justiciero.

El buen socialista observa en todo momento una conducta moral en su vida privada o pública en armonía con las ideas que profesa, y da prestigio a su persona y a su Partido.

El buen socialista sabe diferenciar los fines que persigue el socialismo y otras comuniones políticas, filosóficas o religiosas y tiene el convencimiento que es el llamado a realizar la transformación del régimen capitalista en otro de verdadera democracia económico-social, y que sin ésta no es posible la democracia política.

El buen socialista no defiende sus ideas a base de injurias, calumnias ni ofensas personales contra el adversario político; es comprensivo y tolerante con las ideas ajenas, ya sean políticas, económicas, filosóficas o religiosas, y observa con él relaciones correctas, sin debilitar ni ceder, por ello en sus convicciones.

El buen socialista no es versátil, sino consecuente, porque antes de realizar sus actos los medita y los reflexiona.

El buen socialista no habla, ni escribe para halagar a la clase obrera, sino para convencerla, exponiéndole la verdad aunque no le guste.


Francisco Largo Caballero

© Publicado el Domingo 23/03/2014 por http://buscameenelciclodelavida.blogspot.com

domingo, 26 de enero de 2014

Plan Progresar visto desde el Socialismo Porteño... De Alguna Manera...

Plan Progresar visto desde el Socialismo Porteño...


Desde hace mucho tiempo vengo estudiando junto a mi equipo de trabajo, la problemática del desempleo juvenil y el anuncio del Gobierno del Plan PROGRESAR, me ha confirmado una vez más, que si bien es un flagelo terrible y creciente en nuestro país, el desempleo juvenil es un tema no estudiado y la mayoría del arco político carece de propuestas para afrontarlo. 

Estos días se han escuchado a políticos, economistas y periodistas especializados, guardar un prudencial silencio o bien decir frases y conceptos de ocasión, que no pasan de advertir como se va a financiar o que "dentro de todo" es una buena medida. No he visto un economista, aunque sea de los que pueden tener sensibilidad social (si es que hay alguno) transgredir el colonialismo mental de la teoría del derrame, ahora asociada a la teoría de la transferencia de recursos vía planes sociales falsamente denominados Universales. Lo único que ha derramado aquí, es el pudor de los que practican la construcción por acción u omisión de este tipo de sociedades injustas, a los que teorizan desde la Economía o desde la Política la justificación o la critica poco profunda de esa construcción. Por eso aprueban tibiamente.
Les dejo este breve análisis que he enviado a distintos Medios que ahora están obsesionados con la cotización del dólar hasta que vuelven a informar con estupor, el próximo asesinato o robo o muerte por adicción, de un pibe excluido y sin futuro, al que ya la sociedad le ha robado el sentido de vivir en ella.

Frente a un Gobierno que ajusta a los más pobres con el impuesto inflacionario, que derrocha recursos para sostener el relato en los medios a través de la pauta oficial, y que está atravesado transversalmente por denuncias de corrupción; entendemos que el hecho que de más de un millón de jóvenes que no estudian ni trabajan reciban $600 por mes a cambio de que ingresen o regresen a la escuela, puede ser calificado como positivo. Siempre será preferible que los recursos estén en el bolsillo de los jóvenes marginados y no en el de los funcionarios inescrupulosos.

No obstante, el Plan Progresar está orientado de forma incorrecta, porque en lugar de fomentar la salida de la marginalidad a través del empleo, lo intenta hacer mediante una medida de claro corte asistencialista.

El Gobierno presentó el Plan Progresar como una extensión de la Asignación Universal por Hijo. De hecho, –dejando de lado la pretendida universalidad- el nuevo plan comparte algunas características con la AUH, en tanto que constituye una asignación monetaria a contraprestación de un certificado de estudios.

Ahora bien, ¿es la misma la problemática de los niños de 0 a 18 que la de un joven de 18 a 24 años? Entendemos que no. El principal flagelo de nuestra juventud es el desempleo y la precarización laboral que sufren. Y esto no se resuelve con la implementación de un subsidio a los jóvenes que trabajan en negro.

El país necesita que los jóvenes accedan a un empleo formal y registrado, mediante un subsidio a las empresas que los contraten por tiempo indeterminado.

Los fondos que el Ejecutivo destinará a al plan Progresar, estarían mejor aplicados en un incentivo a la contratación de jóvenes en relación de dependencia, a través de la implementación de un subsidio equivalente al 60% del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) de cada joven que sea contratado por una PyME. Así, se promueve la cultura del trabajo en lugar subsidiar la informalidad que afecta a uno de cada dos jóvenes en la Argentina.

Esto no supone dejar a la deriva a los jóvenes que -incluso con el incentivo a la contratación- no consigan un empleo, sino que significa poner el eje en otro lugar. Por ello, en el Proyecto de Ley de Empleo Joven de mi autoría –que está cajoneado hace 3 años en el Congreso- aparte de este incentivo a la contratación, creamos un Seguro Universal de Capacitación, para que los jóvenes realicen cursos de formación laboral a contraprestación de un estímulo equivalente al 20% del SMVM.

Por otro lado, en este contexto de inflación y bruscas devaluaciones diarias, no es serio que las asignaciones monetarias de los programas gubernamentales no tengan alguna actualización automática que les permita no perder valor en términos reales día a día.

Finalmente, nos permitimos recordarle a la Sra. Presidenta, que los “hijos del neoliberalismo” vivieron más de la mitad de su vida con un gobierno kirchnerista, y después de 10 años no tiene para ofrecerles más que un subsidio a la informalidad.

© Escrito por Roy Cortina, Diputado Nacional del Partido Socialista por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el Sábado 25/01/2013.