Mostrando las entradas con la etiqueta Las Islas Malvinas son argentinas. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Las Islas Malvinas son argentinas. Mostrar todas las entradas

lunes, 2 de abril de 2012

1982 - 2 de Abril - 2012... A 30 Años... De Aguna Manera...

1982 - 2 de Abril - 2012...
A 30 Años...


Hoy, en Argentina, se celebra el “Día del Veterano de Guerra y de los Caídos en la Guerra de las Malvinas”.

Esta jornada es un “Día de” oficial, establecido mediante la Ley Nº 25.370. La elección de la fecha de esta jornada deriva del 2 de abril de 1982, en el que las Fuerzas Armadas de Argentina desembarcaron en Puerto Argentino/Stanley para iniciar la recuperación de las Islas Malvinas, ocupadas por el Reino Unido desde 1833. 

Esto desencadenó la Guerra de las Malvinas que se desarrolló desde ese día hasta la rendición argentina el día 14 de junio de 1982.




 Ley 25.370
H.Cámara de Diputados de la Nación

PROYECTO DE LEY

Texto facilitado por los firmantes del proyecto. Debe tenerse en cuenta que solamente podrá ser tenido por auténtico el texto publicado en el respectivo Trámite Parlamentario, editado por la Imprenta del Congreso de la Nación.

Nº de Expediente
1433-D-2007
Trámite Parlamentario
027 (11/04/2007)
Sumario
DECLARAR EL DIA 2 DE ABRIL COMO DIA DEL VETERANO Y DE LOS CAIDOS EN LA GUERRA DE MALVINAS, LEY 25370 Y SU MODIFICATORIA LEY 26110: MODIFICACION DEL ARTICULO 1 (DECLARAR COMO "DIA DE LOS HEROES DE MALVINAS").
Firmantes
GALANTINI, EDUARDO LEONEL.



El Senado y Cámara de Diputados,...

ARTICULO 1°: Modifíquese el Artículo 1º de la Ley Nº 25.370, modificado por Ley 26.110, quedando redactado de la siguiente manera: "Declarase "Día de los Héroes de Malvinas", el 2 de abril, el que tendrá carácter de Feriado Nacional inamovible."

ARTICULO 2°: De forma.-


FUNDAMENTOS
Señor presidente:

La Ley 25.370, sancionada el 22 de noviembre de 2000, declaró el 2 de abril "Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas", otorgándole carácter de Feriado Nacional, derogando así la Ley de facto N° 22.769, del 28 de marzo de 1983, que había instituido en esa fecha el "Día de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur".
A su vez, la Ley 25.370 fue modificada por la Ley 26.110, que le agregó la cualidad de inamovible a ese feriado nacional.

Mediante el presente proyecto venimos a plantear un cambio en la denominación de esa conmemoración, proponiendo que se la designe como "Día de los Héroes de Malvinas", con la finalidad de que la significación de las palabras exprese el auténtico sentido que debe darse a esa fecha, que no es otro que brindar homenaje a quienes verdaderamente merecen el honor del heroísmo de haberse sacrificado por la Patria.

Ese fue el espíritu del legislador del año 2000, que pretendió dejar en claro que, ni la irracionalidad de la decisión estratégica, ni el objetivo encubierto de la dictadura de perpetuarse en el poder, ni la derrota militar, debían menoscabar en lo más mínimo el sentido que el 2 de abril tiene para cada uno de los argentinos.

Ese es el día en que recordamos a los que se fueron y no volvieron; a los que aún no pueden volver, perdidos entre tanta neblina y dolor; a los que ya no volverán porque se suicidaron; a los que volvieron y fueron prácticamente escondidos, privados de la posibilidad de expresarse para contarle a su país que había sido engañado y para hablar de sus estados anímicos, sus dolores, sus heridas y sus angustias.

Es el día para sufrir con ellos y como ellos el dolor de las heridas, las del cuerpo y las del alma. El desconsuelo del olvido ingrato; el calvario del exilio interior; la vergüenza de tener que volver escondidos y no como héroes nacionales; la rabia de que haya importado más la derrota que la dignidad.

Sin embargo, a veinticinco años de aquél día inolvidable, hay una deuda pendiente que no deja cerrar las heridas, esas que afectan no sólo a nuestros ex-combatientes, sino a sus familias y a la sociedad toda.

Esa deuda es que todavía no se han podido revertir los efectos de la impunidad frente a las distintas formas de violación a los Derechos Humanos de las que fueron víctimas nuestros soldados durante los días de la guerra.

Y no se pudieron revertir porque les impusieron el silencio, los hicieron sentir portadores de una historia traumática que no podía ser compartida con los otros, lo que los llevó a la exclusión, el aislamiento o el encierro en grupos de pertenencia.

Pero el camino para saldar esa deuda comenzó a transitarse hace muy pocos días, y con orgullo puedo decir que así como hace 25 años desde mi Provincia de Corrientes salieron muchos de los jóvenes que con bravura defendieron nuestra soberanía, también hoy desde ella han salido los primeros valientes a dar testimonio de las atrocidades a las que fueron sometidos por sus propios superiores, aportando esas pruebas necesarias para llevar ante la Justicia a quienes las cometieron, con nombres y apellidos, para que algunos cobardes asesinos no enloden a todos los miembros de nuestras fuerzas armadas que actuaron con 
lealtad, valor y patriotismo.

Me refiero a la presentación de un documental que denuncia el crimen de varios soldados correntinos conscriptos a manos de oficiales durante la guerra de Malvinas, que la Comisión de Derechos Humanos de Corrientes, acompañada por Orlando Pascua como representante de los ex combatientes de la provincia, y el Subsecretario de Derechos Humanos, Pablo Vassel, entregaron a la Sra. Ministra de Defensa de la Nación.

La producción audiovisual recopila 23 testimonios de ex soldados que relatan con nombre y apellido cómo algunos oficiales del Ejército cometían aberraciones contra los adolescentes de sólo 18 años que fueron llevados a la contienda bélica. En el mismo se da cuenta del asesinato de soldados conscriptos correntinos, estaqueamientos y privación de alimentos a quienes tenían la labor de luchar por la Patria intentando recuperar territorio nacional.

El trabajo realizado tiene por finalidad que nada de lo ocurrido quede impune y que se haga justicia por todos los que murieron en la isla y por los que fallecieron después por secuelas de la guerra.

Entonces hoy, homenajear a nuestros soldados también es repudiar la impunidad, y empezar a poner la historia en claro.

Los términos con que la Ley 25.370 ha denominado a ese "Día" son -a la luz de estos últimos acontecimientos- demasiado genéricos. El 2 de abril sólo debemos honrar a los oficiales, suboficiales y soldados que supieron dar ejemplo de valor, disposición para defender nuestro suelo, espíritu solidario y respeto irrestricto por los derechos humanos. Sólo ellos merecen -como lo dijera el Presidente Kirchner- la misma llama que alumbra la memoria de San Martín, de Belgrano, de Brown, de Moreno y de tantos próceres que fomentaron el coraje y sabiduría para defender la Patria. Ellos son nuestros héroes contemporáneos.

Por lo expuesto, solicito a la Honorable Cámara de Diputados de la Nación la aprobación del presente Proyecto de Ley.


© Por De Alguna Manera el 2 de Abril de 2012.

sábado, 14 de enero de 2012

Malvinas: ¿dónde está Puerto Argentino?... De Alguna Manera...

Malvinas: ¿dónde está Puerto Argentino?...
 Malvinas, tan lejos, tan cerca. Editorial Perfil

La controversia con Gran Bretaña desnuda los escasos vínculos de la Argentina con los habitantes del archipiélago.

Volví a ver, el otro día, un documental que hace unos años filmamos con Tamara Florín en Malvinas y que fue distribuido con una edición especial de este diario. Malvinas, tan lejos, tan cerca, se llamaba.

Estábamos en Puerto Stanley, y allí me preguntaba todo el tiempo dónde había quedado Puerto Argentino. Ahora que el tema vuelve a los diarios con la precisión próxima de los aniversarios, aquellas diapositivas de Malvinas vuelven a mi cabeza: el azul helado del agua quieta, las casas ordenadas como en una escenografía de The Truman Show, las calles tan limpias que se podía pasar la lengua por ellas sin miedo a ensuciarse. Un pueblo de la campiña inglesa; chicos de pecas y pelo enrulado; chicas de pechos generosos; kelpers que se emborrachaban a morir en los pubs; dos mil personas y dos mil soldados; rutas sembradas por minas antipersonales y el recuerdo de lo que los malvineses llaman “la invasión”. La invasión argentina. La palabra choca cuando se la escucha por primera vez: ¿qué invasión? Ellos lo viven así. Hay, en la escollera que recorre el borde interior de Stanley, un monumento que recuerda “la invasión”. Es el único sitio donde la guerra está presente; ahí y en el cementerio argentino, casi siempre abandonado (no hay cementerio de los combatientes ingleses, ellos fueron enterrados en su país).

¿Donde está, entonces, Puerto Argentino?

Como tantas otras cosas, Malvinas es parte de nuestra imaginación. Creemos que es lo que queremos que sea. Y no lo es. Es, de hecho, un enclave inglés en un territorio que reivindicamos argentino. Y nada les sirvió más a los ingleses que la guerra: muchos desconocen que, semanas antes de aquel 2 de abril de 1982, el Concejo Deliberante de las islas iba a comenzar a discutir un plan de mediano plazo de descolonización. Sin advertirlo – ¿o deliberadamente?–, Galtieri terminó siendo el mejor agente inglés: la guerra alejó aquella posibilidad por décadas.

Lo curioso es que la Argentina sigue hablando de Malvinas como si la guerra no se hubiese perdido, y como si la derrota no tuviera consecuencias más allá de las muertes y de los ex combatientes que ignoramos como se ignora un recuerdo molesto. Desde entonces y hasta hoy, Malvinas se transformó en una excusa electoral; cada tanto, el gobierno que sea levanta el manto de neblina y apela a su recuerdo con verba grandilocuente y medidas menores, o absurdas.

Ahora es el asunto de la “solidaridad latinoamericana” sobre los barcos de bandera malvinense. Nada que no se arregle con pocas libras y unos trámites: se trata de cambiar el dominio de los pesqueros de Stanley a Liverpool, por ejemplo. O a Panamá o Liberia, países que de eso viven. Hace décadas que existen las llamadas “banderas de conveniencia” o “necesidad”. ¿O creerá el hijo de Jacobo Timerman que los barcos que bajan por el Paraná son todos paraguayos? Alguien debería decirle que la mayoría son buques argentinos con bandera paraguaya. Se dirá que la medida es simbólica; la toma el mismo Estado que hace un tiempo, a la entrada del puerto de Buenos Aires, obligó a un buque que llegara de Puerto Stanley a hacer trámites como si viniera del extranjero. Pero entonces, ¿son o no son argentinas?

En Malvinas viven treinta argentinos, que hacen como que no lo son. Hay, dijimos, dos mil habitantes que nos ven como invasores. Todavía conservo en mi escritorio un mapa que me dieron en un Pub de Stanley. Es un mapa de América del Sur. A primera vista parece normal, pero observándolo uno descubre que hay demasiado mar: el Atlántico cubre toda la extensión de la Argentina. “Mar de las Falklands”, dice.

Así están hoy las cosas. No sé nada de política internacional, pero sé que a un territorio se lo conquista por la paz o por la guerra, y uno de esos caminos ya tuvo un trágico final. La mejor –y quizá la única– manera de reconquistar Malvinas es creando lazos con ellos: estudiantes que viajen a Stanley en lugar de Bariloche, médicos que puedan hacer la residencia en sus hospitales, maestros que enseñen español en sus escuelas, trabajadores de la esquila, embarcados en pesqueros de la bandera que sea, parejas que se formen con hombres y mujeres de acá y de allá, estudiantes de Malvinas en intercambio en universidades y colegios del sur argentino, etc., etc. 

Sólo conocen, de nosotros, a Galtieri, a Menéndez y a Astiz. Ni siquiera deben  conocer a Borges, aunque nosotros conocemos a Shakespeare, a Yeats, a Maugham, a Joyce y a Virginia Woolf. Es probable que jamás hayan visto cine argentino y deben conocer el tango por esas versiones for export de los americanos.

Tenemos muchas cosas sobre las que hablar con ellos, si nos interesa hacerlo y  podemos aceptarnos. Un proceso como el que sugiero dura décadas y no tiene garantía de éxito. Pero es mucho más real que discutir por un cambio ficticio de bandera.

© Escrito por Jorge Lanata y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 1 de Enero de 2012.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Malvinas Argentinas... De Alguna Manera...

Proyecto de ley para que las Malvinas figure en todas las camisetas argentinas...

Un proyecto firmado por 14 diputados propone que todas las selecciones nacionales incluyan en su vestimenta el escudo de las islas y la leyenda “Las Islas Malvinas son argentinas”. Y pide que la ley se sancione antes de los Juegos Olímpicos de Londres para estrenarla allí...

(Noticias del Congreso Nacional).- La iniciativa encabezada por la fueguina del FpV Rosana Bertone fue girada a las comisiones de Deportes y Relaciones Exteriores de la Cámara baja, y dispone "la obligatoriedad de exhibición, en toda vestimenta que sea utilizada por los equipos de selecciones nacionales que participen en competencias internacionales, en lugar visible y a modo de escudo, de un relieve con el contorno de nuestras Islas Malvinas, con la leyenda ‘Las Islas Malvinas son Argentinas".

Según el texto, la Secretaría de Deportes de la Nación será la encargada del diseño y aprobación del escudo, que deberá oficializarse dentro de los 120 días de sancionada la ley.

“Considero sumamente conveniente que esta verdadera causa nacional cuente con el apoyo de nuestros deportistas seleccionados”, remarcó Bertone, ya que “es una excelente tribuna mundial para mantener vigente nuestro reclamo, exhibiendo con orgullo nuestros colores y la vocación nacional permanente de recupero de nuestros territorios”.

Según los fundamentos del proyecto, “la pronta sanción de esta ley sería una magnífica oportunidad de concurrir a los Juegos Olímpicos de Londres, el próximo año, con la unívoca manifestación de pertenencia, y la demostración cabal de unidad de un pueblo tras un objetivo irrenunciable”.

“Sería además un excelente homenaje a nuestras víctimas, al cumplirse el próximo año el 30 aniversario de la gesta del Atlántico Sur, y la mejor forma que nuestros deportistas de todo el mundo y en todas las disciplinas, exhiban con orgullo el reclamo nacional e imprescriptible por nuestras islas del Sur”, concluye.

© Publicado por el Diario Digital El Malvinense de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. http://www.malvinense.com.ar

domingo, 4 de abril de 2010

Islas Malvinas Argentinas... Fantasía o Realidad... De Alguna Manera...

Islas Malvinas Argentinas...
Fantasía o Realidad...

 

Cuentan que una vez, en Inglaterra, se registró un accidente ferroviario, la policía encontró el cadáver de un hombre, horriblemente mutilado, y era imposible obtener las impresiones digitales.

Investigaron si había una denuncia por alguna persona desaparecida, sin resultado, indagaron en la zona y nada, dijeron, tal vez se trate de algún indigente sin familia.

La solución, la aportó el médico forense, cuando luego de realizar la autopsia del occiso, le comento a la policía."Seguramente era un turista o algún comerciante en viaje de negocios, de lo que estoy absolutamente seguro es de que era Argentino".


El policía encargado de la investigación, muy sorprendido le preguntó: ¿Doctor. con hacerle la autopsia, como puede asegurar eso, en que se basa? Muy simple, respondió el facultativo. 


Cuando abrimos su pecho, vimos que su corazón, tenía una herida sangrante, aparentemente de vieja data, y que era provocada por lo que en un primer momento me pareció un cuerpo extraño, pero, al observar detalladamente, no tuve dudas, y me dije "es Argentino”. 


El policía -ahora impaciente- volvió a preguntar, pero Dr. ¿Qué es lo que lo lleva a pensar eso? ¿Qué es lo que encontró?, y el médico forense colocó en la mano del policía, lo que había hallado en el corazón del fallecido. 


Eran como dos trocitos de roca de extraña forma, y le entregó una lupa para que las observara mejor, ¿Las reconoce? preguntó, no, contestó el oficial, para mí son sólo unos pedazos de piedra, claro, respondió el galeno, eso son para nosotros, pero en realidad son "Las Islas Malvinas" todos los argentinos las llevan muy adentro de su corazón y provocan una herida que no ha cicatrizado en más de un siglo y medio.


© A. O. Lombas http://www.gouiric.com/islas.htm