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domingo, 2 de diciembre de 2012

Periodismo de investigación... De Alguna Manera...






Cuando el periodismo de investigación preocupa al poder…


No es ninguna novedad, nos lo vienen diciendo desde hace años algunas de las fuentes oficiales más importantes del kirchnerismo: lo que publica Tribuna de Periodistas genera el peor de los odios a los funcionarios del gobierno de Cristina Kirchner.

¿Molestan las columnas de opinión? ¿Molesta la cobertura de los temas de coyuntura? No, lo que provoca enojo son las pruebas de la corrupción y el señalamiento de las contradicciones oficiales. “A Cristina no le molesta que la critiquen a través de notas de opinión, la sacan de quicio las notas de investigación donde se revelan cosas que la ponen en situación indefendible”, admitió hace poco un importante funcionario de la Secretaría Legal y Técnica al editor Ejecutivo de TDP, Carlos Forte.

Poco antes, otra fuente, esta vez de la Jefatura de Gabinete de Ministros, aseguró lo mismo a uno de los cronistas de este portal, Diego Goldberg: “Las puteadas de Cristina cada vez que los medios descubren algo nuevo sobre la corrupción del gobierno, no tienen nombre”. En ese sentido, el mismo funcionario admitió que TDP era uno de los medios más odiados por la Presidenta y su séquito: “Odia a Tribuna (Cristina), con todas sus fuerzas. Lo saben todos los ministros y secretarios y por eso mandan a pegarles cada tanto a través de los medios cercanos a la Rosada”.


Eso nos permitió entender por qué todo el tiempo nos golpean duramente desde las usinas de 678, Duro de Domar, y los diarios y revistas K. También por qué somos el medio más querellado de la Argentina por parte de los funcionarios oficiales, superando incluso a Clarín.

Este tema se discutió muchas veces en la redacción de TDP, algunas con preocupación y otras con humor. Algunos los que trabajamos en este medio creemos que no hay que darle bolilla al ataque de los K, pero otros, los más jóvenes de la redacción, temen que la escalada crezca aún más.

Sea como sea, lo importante es que todos estamos de acuerdo en el mismo punto: nuestro trabajo jamás pasa desapercibido y seguirá haciéndose con la calidad de siempre. Somos una molestia para el poder de turno y eso define la calidad de nuestra labor. El periodismo de investigación es eso justamente: el contrapeso que muestra lo que el poder no quiere que sea revelado, sin importar quién ocupe el sillón de Rivadavia.


© Publicado por Tribuna de Periodistas el domingo 2 de Diciembre de 2012.


jueves, 21 de junio de 2012

Hugo Moyano: un rico tipo... De Alguna Manera...

Hugo Moyano: un rico tipo...


Sindicatos y dineros mal habidos. A pesar de sus jeans y de sus camisas “alla camionero”, a pesar de sus choriceadas y sus actos sindicales, Hugo Moyano es cada día más, un verdadero “bon vivant”. Es que al sindicalista le gusta la buena vida y, misteriosamente, con los 2.000 pesos que asegura ganar por mes le alcanza para darse más de un gusto. Viajes costosos, mesas con los mejores vinos y una casa importante resumían hasta ahora su modo de vida. Pero desde hace un tiempo el estrés lo está matando a Moyano. Por eso un amigo le aconsejó una terapia imbatible: comprarse un campo. Y Moyano le habría hecho caso. Y desde hace pocos meses es el feliz propietario de un campo –está a su nombre- de 2.000 héctareas en Tres Sargentos, Partido de Carmen de Areco.

El campo, ubicado sobre la ruta 31 –a la altura del kilómetro 155 de la ruta 7- es propicio para el cultivo. Moyano compró esta tierra de proporciones más que considerables en el más absoluto de los silencios. De hecho, pidió a la inmobiliaria que realizó la transacción que la compra no trascendiera. Así y todo no pudo con su genio y lo puso a su nombre. Moyano pidió “Que sea libre de inundaciones y bueno para plantar soja”. Lo que no hizo el sindicalista en esta oportunidad –raro, teniendo en cuenta su espíritu combativo- fue pelear demasiado el precio.

Luego, Moyano visitó una agencia de venta de máquinas agropecuarias y luego mandó a “un compañero” a comprar un tractor. Ahora, parece que después de tantos años de jugar al sindicato, Don Hugo –como le dicen sus seguidores- quiere cambiar de juego y dedicarse a El Estanciero.

Pero, en verdad, Moyano no empezó a darse los gustos comprando este campo. Primero, recicló por completo su casa de dos plantas del barrio de Boedo, tasada actualmente en unos 100.000 dólares. Y siempre puso su norte en conocer el mundo. Por eso, las idas y vueltas de Moyano por el planeta son muchas y él no tiene empacho en ocultarlas. De hecho, en su oficina del sindicato, muestra con orgullo algunas de las fotos que se sacó recorriendo el mundo.

Durante los veranos, Moyano, suele hacerse una o dos escapadas al Caribe. En la playa elige para alojarse exclusivos resorts donde exige la mayor privacidad. La única condición del sindicalista es que tengan casino para jugar en las maquinitas, su gran vicio.

Hace cuatro años conoció las islas Turk and Caicos, en las Antillas. Y regresó asegurando que había conocido el paraíso. Es que en este nuevo siglo, la clase obrera cuando elige un paraíso, opta por las Turk and Caicos.  

Hace tres años realizó junto a su hijo Pablo –uno de sus colaboradores más cercanos- y un par de compañeros del gremio un lujoso viaje por los Estados Unidos. En esa oportunidad, cuando llegó a Nueva York se alojó en el Grand Hyatt Hotel, en Manhattan, y aprovechó sus días para comprar en los negocios de la Quinta Avenida y para cenar en los mejores restaurantes del Village. Para moverse, el sindicalista y su séquito alquilaron una limousina. “Gastó más de 2.500 dólares diarios”, comentó en ese entonces un colaborador que, por supuesto, no fue invitado al tour.

Es que a Moyano le gusta mucho la ropa. Aunque eso no lo demuestre en sus actos combativos. Don Hugo gusta vestirse con marcas como Ralph Laurent y Armani. Pero ese atuendo lo deja para cuando traspasa la frontera. En Buenos Aires, para ir a su oficina elige camisas Newman.

En las cenas, prefiere los buenos vinos y elige Anita Syrah o Catena Zapata. A la hora del champagne se inclina por el Dom Perignon. Hace dos años, fiel a su vocación viajera, le regaló a su hijo Pablo un viaje a la India para festejar su cumpleaños. Posaron juntos al frente del Taj Majal. La foto de padre e hijo sonriendo con una escenografía tan exótica descansa en su despacho, junto al retrato de Juan Manuel de Rosas y de Eva Perón.

Pero a Moyano no sólo le tiran los lugares exclusivos. Es que él también es pueblo: por eso cuando visitó Disney no tuvo reparos en comprar docenas de muñecos – a 120 dólares el peluche- en los drugstore del lugar para después repartirlos entre sus amigos cercanos. Del mismo modo en que reparte plata –entre 10 y 30 pesos- a los que concurren a sus actos por la plata, el choripan y la cajita de tetrabrick. “Moyano jamás escatima la plata. Sobre todo cuando proviene de su sindicato”, aseguran sus ex colaboradores.

Nacido en La Plata, con 59 años y con 4 hijos, Moyano afirma que gana unos 2000 pesos por mes. Pero el sindicato de camioneros tiene más de 90.000 afiliados y recauda aproximadamente 23 millones al año. Don Hugo jamás usa trajes en público, aunque tiene más de 10 colgados en el placard de su vestidor. Todos Armani. Lo que jamás usa son anillos de oro y pulseras. Y cada fin de semana va al templo evangelista.

Ahora, para combatir el stréss decidió no seguir concurriendo a los resorts del Caribe. Ni a Nueva York ni a la India. Ahora su lugar en el mundo está mucho más cerca, en Carmen de Areco. Allí, Moyano descansa y come uno de sus platos favoritos: jabalí asado, un plato que enriquece las pocas atracciones turísticas del lugar. Cuando va a su campo permanece casi oculto. Es que quiere pasar desapercibido. Aunque su espíritu lo traiciona y cada mañana suele andar a caballo recorriendo sus muchas hectáreas.

A pesar de sus gustos un tanto excéntricos, Moyano es muy cuidadoso del dinero que entra en su casa. De otra manera, no se podría entender cómo le alcanzan 2.000 pesos mensuales para semejantes gustos. Por eso, su mujer debe rendirle hasta el mínimo gasto y a pesar de que su hermana Zulema es muy pobre, jamás la ayudó económicamente. Ni a ella ni a sus sobrinos, Gabriel y Juan. A lo sumo, los invitó con una mesa suculenta donde no faltaba el vino tinto ni la pizza a la calabresa, la favorita de la familia.

Con la compra del “campito” Hugo Moyano parece haber cumplido la mayor parte de sus sueños. Ahora tiene casa reciclada, viajes por el mundo y campo en la provincia de Buenos Aires. Sólo le resta un pequeño detalle: una nota de muchísimas y coloridas páginas en la revista D&D.

© Escrito por Carlos Forte y publicado por Tribuna de Periodistas el jueves 30 de Octubre de 2003.

sábado, 7 de abril de 2012

¿Que le pasa a Jorge Lanata?... De Alguna Manera...

¿Qué le pasa a Jorge Lanata?... 

 

Insólitas contradicciones de un ex gran periodista. Muchas cosas parecen haber cambiado en uno de los periodistas más respetados de la Argentina. Lejos parece haber quedado aquel puntilloso hombre de prensa del Página/12 de los años 90. Jorge Lanata últimamente, pulveriza todo lo que llega a sus manos.

Más allá de las contradicciones que lo llevaron a trabajar en los últimos tiempos para el Grupo Clarín, otrora fuertemente criticado por el mismo periodista, Lanata está embistiendo contra personajes insospechados.

“Es gracioso y patético verse corrido por izquierda por Clarín”, decía el periodista en Crítica Digital, en 2009, “que el diario que convivió e hizo grandes negocios con los militares (Papel Prensa, junto a La Nación), gerenciado por la señora que se sospecha apropiadora de hijos de desaparecidos, que implementa el terror como política laboral (no tiene, por ejemplo, comisión interna) sostenga en un artículo sin firma que Crítica moderó últimamente su posición sobre Kirchner”, descargaba en ese entonces en una nota editorial.

“El diario que montó ilegalmente Radio Mitre —donde actualmente Lanata conduce un programa—, que obtuvo Canal 13 del menemismo y logró la fusión monopólica del cable con Kirchner, nos acusa de falta de independencia. Clarín no soporta que no le tengan miedo. Me hubiera gustado, al menos, dar esta pelea con Roberto Noble, su creador, y no con su lobbista Héctor Magnetto y el genuflexo señor (Ricardo) Kirschbaum, cada día más encorvado por decir que sí. Nada de lo que digan sobre nosotros cambiará la imagen que ustedes tienen al mirarse al espejo”, decía el ahora conductor radial en otros tiempos.

En tren de desaciertos, uno de los últimos del fundador del “último diario de papel” fue el fuerte insulto que le dedicó al periodista económico Alejandro Bercovich, actual columnista en diario BAE y en radio Rock & Pop.

Es que, el jueves pasado, Jorge Lanata se descargó en radio Mitre contra el manejo de la prensa oficial sobre el reciente allanamiento al vicepresidente Amado Boudou, donde luego de criticar al piquetero K Luis D`Elía, pasó a dedicarse a Bercovich a raíz de una opinión que se atrevió a publicar en su cuenta personal de Twitter.

“Alejandro Bercovich es un periodista económico que trabajó con nosotros en Crítica y que después, como miembro de la comisión interna, encabezó la operación del Gobierno para comprar el diario y después Bercovich terminó trabajando para el Gobierno. Y escuchen esto porque es maravilloso, dice Bercovich en un tuit: ‘Lo único malo de esto es la coraza política que le regalan Lanata y Clarín a Aimeé al querer figurar cargándoselo. Sin eso ya sería Cobos’. Es el tuit de un demente, es una persona que está mal, por favor internen a este tipo por pelotudo, por forro. Bercovich, sos un forro”, finalizó Lanata abriendo su habitual programa radial en Mitre.

No debió pasar mucho tiempo para que decenas de personas —sobre todo ex compañeros de Bercovich en Crítica— salieran a repudiar las palabras de Lanata y, para que el propio injuriado dejara un par de cosas en claro a través de Twitter en respuesta a los insultos.

“Lanata dice que encabecé ‘la operación del Gobierno para comprar el diario’. No sólo miente. Desprecia la lucha de 200 tipos por sus laburos”.

“Cuando me convocó para Crítica, Lanata me dijo ‘tengo guita para hacerlo a pérdida dos años’. Al año se lo vendió al vaciador Antonio Mata.”

“Cuando abrió Crítica, Lanata ya había dejado un tendal de deudas en Data54 y Veintitrés. Una quebró, la otra la compraron Lerner/Spolski.”

“Otro socio de Lanata fue Marcelo Figueiras, hoy empresario K. En nuestros juicios laborales contra él, Figueiras cita a Lanata como su testigo.”

“Los responsables del cierre de Crítica son Lanata, Marcelo Figueiras y Antonio Mata, vaciador de Aerolíneas que Lanata llevó al diario.”

“Cuando en Crítica decidimos parar, nos pagaban en cuotas desde hacía tres meses. Lanata, que había huido, dijo: ‘paran por 300 pesos’.”

 “La primera noche de Crítica, Lanata pidió que ‘no hagamos sindicalismo. No quiero a Lenin arriba de la locomotora’, soltó, Benson en mano.”

“Durante 4 meses presionamos al Gobierno para que garantizara que nadie quedara sin empleo en Crítica. Había familias en juego, no egos.”

 “En Data54, Lanata y su socio Fernando Moya pagaban a periodistas con cheques sin fondos. Desde 2006, jueces investigan su quiebra fraudulenta.”

“En Crítica, a pedido de Lanata, escribí notas sobre la estafa de Clarín a los jubilados a través de las AFJP. ¿Cómo cambia todo, no?”

Hay que recordar a esta altura la trama que contó Tribuna de Periodistas en el año 2009:

Cuando Antonio Mata introdujo en la Argentina a la firma Air Pampas, estaba seguro de que pronto conseguiría la autorización pertinente para operar como línea aérea. Tal es así que, no bien comenzó los trámites administrativos, contrató oficinas y personal ad hoc.

    Pronto se topó con el primer y gran escollo, fue cuando un importante funcionario de la Secretaría de Transportes de la Nación —presumiblemente el oscuro Ricardo Jaime— le pidió seis millones de dólares para agilizar el expediente correspondiente.

    Acto seguido, Mata hizo dos riesgosas jugadas para forzar su objetivo: por un lado, compró parte de Crítica de la Argentina creyendo presionar de esta manera al gobierno; por otro lado, contrató los servicios del ex canciller Rafael Bielsa para que haga lobby ante los Kirchner.

Por supuesto, esto con el tiempo cambió y Crítica comenzó a ser permeable a las operaciones de prensa digitadas por el entonces todo poderoso jefe de Gabinete, Alberto Fernández.

"Crítica salió al mercado con una línea de aparente oposición al gobierno kirchnerista, aunque en los últimos tiempos moderó esta postura", contó Clarín cuando trascendió el cierre del diario y que motivó la encrespada columna de su creador.

Finalmente, hay que recordar que hasta hace poco Jorge Lanata trabajaba para Perfil a través de una columna semanal en su periódico impreso y una diaria en el recientemente desaparecido diario Libre. Ahora, Perfil es blanco de las críticas del periodista.

Por caso, en su programa radial de radio Mitre, Lanata indicó que las declaraciones del juez que lleva adelante una de las causas que involucran a Boudou, Daniel Rafecas, a diario Perfil el domingo pasado, eran producto de “la violación de un off the record”. Sin embargo, tal como indica la propia nota y el audio adjunto, Rafecas aceptó que se lo grabara.

En una columna de Javier Calvo en la edición sabatina de Perfil, el periodista aclara que Jorge Lanata abrió un impasse en sus columnas en Perfil “por las ingentes demandas de sus labores en el Grupo Clarín”.

¿Por qué Lanata ahora pasa a criticar el diario para el cual trabajaba?

¿Por qué Lanata ahora pasa a trabajar en un diario el cual criticaba?

¿Por qué cometió el “grosso error” de no escuchar el audio que acompañaba la nota de Perfil antes de desacreditarla?

¿Por qué Lanata actuó tan violentamente contra la mera opinión de un periodista en su cuenta personal de Twitter?

Las respuestas a estas preguntas pueden tener que ver con la crispación que por estas horas se vive en la política, y que sin duda parecen haber llegado al ambiente periodístico.

Ojalá que estas líneas sirvan como llamado de atención para que el otrora brillante periodista vuelva a sus cabales. La verdad que se lo extraña.
 
© Escrito por Carlos Forte y publicado por http://www.periodicotribuna.com.ar el sábado 7 de Abril de 2012.