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jueves, 9 de febrero de 2017

Industria del Juguete. El desembarco de los colosos… @dealgunamanera...

Los planes de Hasbro y Mattel sacuden al mundo del juguete…


Los dos mayores fabricantes del mundo acordaron con el Gobierno fabricar en el país algunos juegos de mesa y muñecas para ampliar el cupo de importación. Es un mercado con 200 fabricantes locales y que mueve unos US$450 millones al año.

© Escrito por Damián Kantor el domingo 14/08/2016 y publicado por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Novedad para el Día del Niño. Tras un acuerdo con el Gobierno, dos de las mayores compañías de juguetes del mundo, Mattel y Hasbro, comenzarán a producir algunos juegos de mesa y muñecas de sus catálogos en alianza con fabricantes locales. Es la condición impuesta para ampliar los cupos de importación, indispensable para incrementar su participación en el mercado local. La llegada de ambos colosos no pasó inadvertida en el sector. La mayoría cree que favorecerá al negocio, ampliando el surtido, lo que atrae al público. Otros, como Gustavo Peris, gerente de Jugueterías Tom, expresa su preocupación: “Estas empresas tienden a concentrar el mercado, tal como pasó en Chile”, dijo.

Guste o no, Mattel y Hasbro profundizarán su presencia en el país en los próximos meses. Durante la década pasada, gran parte de sus productos y licencias llegaban a través de distribuidoras locales. Las restricciones a las importaciones y las trabas al dólar redujeron sus operaciones al mínimo, algo que intentarán revertir tras el recambio de administración. “Después de Brasil, la Argentina es el mayor mercado de la región”, interpreta Matías Furió, presidente de la CAIJ (Cámara Argentina del Juguete).

Estimaciones de esa entidad empresarial indican que el mercado argentino factura US$450 millones anuales y está concentrado en 200 empresas fabricantes y desarrolladoras de juegos, principalmente pymes, entre las que sobresalen Ruibal, Rasti, New Yetem, Rondi, Duravit, Ditoys, Intek, Caffaro, Rotoys y Wabro.

Con respecto a la incidencia del desembarco de los colosos, la mayoría coincide en que no repercutirá en sus negocios. Silvia Brodsky, presidente de New Yetem, enfocada en el segmento de los juegos de mesa (TEG, Mil Millas, Adigma y Espionaje), sostiene que Hasbro y Mattel ya estaban en el país, “a través de licencias o por importaciones. Y se puede convivir perfectamente”.

Daniel Dimare, director de Marketing de Rasti, comenta que de cualquier manera, Mattel y Hasbro modificarán el reparto del mercado local. “Si llegan con lanzamientos y novedades, como hacen en el resto del mundo, te sacan algo de participación. Cuando entran lo hacen en forma agresiva, porque son jugadores muy fuertes”, dijo el empresario.

Pero como contrapartida, Di Mare complementa con otra lectura: “Apuestan a la publicidad, tienen surtido de calidad y apoyan a los canales de venta, y eso tracciona un mayor público”. Por lo cual, según Di Mare, “esta clase de empresas representa una buena noticia para el canal y también para el consumidor”.

Hasbro y Mattel ya tienen antecedentes en el país. A pesar de reducir considerablemente sus operaciones, Mattel tiene oficinas comerciales en la localidad bonaerense de Villa Adelina. Ninguna de las dos empresas contestó los reiterados llamados de iEco. Sin embargo, fuentes del mercado recuerdan que Hasbro ya estuvo en el país desde mediados de los 90 hasta poco antes de la crisis de 2001. Posteriormente, sus productos estrella (Monopoly, Jenga y varias licencias de Disney, Transformers y The Avengers, entre otros) fueron importados y vendidos por distribuidoras locales. En esta etapa, Hasbro instalará oficinas y producirá algunos juegos de mesa a través de empresas locales. Desde el sector afirman que también está prevista la comercialización de las licencias.

El caso de Mattel es similar. Si bien nunca abandonó la operación en el país, padeció los efectos de las trabas a las importaciones y el cepo. Hoy, la oficina local es manejada por el colombiano Gerardo Dávila, desde Chile. Este gigante norteamericano es dueño de Barbie, My Little Pony y juegos de mesa célebres, como Scrabble y Pictionary. “El acuerdo con el Gobierno estipula la selección de empresas para fabricar juegos de mesa y un modelo de muñeca”, remarca Furió.

De uno u otro modo, los empresarios locales ya calculan el impacto de competir con ambos colosos. Ruibal, cuyo fuerte son los juegos de tablero, estima que cederán parte del negocio, ya que son los creadores de Trust Financiero (una variante del Monopoly) y del Crucigrama, del estilo del Scrabble. “Posiblemente perdamos una porción de la torta, pero esa torta es dinámica y se agranda”, reconoce Ruibal.

Desde la CAIJ (que representa a la mayoría de los fabricantes locales), celebran el reingreso de Mattel y Hasbro a la Argentina. “La presidencia (de la CAIJ) mantuvo reuniones con las gerencias regionales de ambas compañías para articular la complementación de las ofertas con el objetivo de agrandar la torta del mercado y no de disputar la mayor porción”, dijeron.

Más allá de esto, en la entidad sostienen que la mitad de la oferta actual es importada y el resto, de producción local. En el sector creen que la proporción de mercadería extranjera es mayor (entre el 60 y 70% del total), principalmente para esta fecha crucial: el Día del Niño.




lunes, 27 de julio de 2015

Crece la demanda de juguetes... @dealgunamanera...

Crece la demanda de juguetes por el boom de las promociones… 

Un sector que factura anualmente US$ 350 millones. En lo que va del año, las ventas aumentaron entre 10 y 15% por las ofertas y las cuotas. En el mercado creen que la tendencia seguirá.

Los jugueteros celebran como chicos. En lo que va del año, la venta de juguetes viene creciendo, producto de las promociones y los planes en cuotas sin interés en un mercado abastecido mitad por los de manufactura local y mitad por las importaciones. En el sector esperan vender entre 10 y 15% más en este Día del Niño, y prevén un ticket promedio de $400. “Hay bastante surtido en las góndolas y las compras se adelantaron, algo que hace mucho no se daba”, sintetizó Daniel Dimare, director de Marketing de Rasti y editor del sitio especializado Juguetes y Negocios.

Se trata de un sector mayoritariamente pyme, en el que confluyen fabricantes, comercios, distribuidores, importadores y también hipermercados, y que factura anualmente más de US$ 350 millones. Si bien la demanda aumentó, algunas empresas manifiestan que se trata de una recuperación con respecto a la caída registrada en 2014. “El nivel de ventas es aceptable. No es para llorar, pero tampoco para descorchar champán”, interpreta Damián Mondrik, CEO de Top Toys, una empresa dueña de un extenso catálogo de juegos de mesa y fabricante de Signos, un émulo del Simon.

A diferencia de otros sectores, fabricantes e importadores mantienen una coexistencia casi pacífica. En 2014, la producción nacional neta fue de US$119 millones, apenas por encima de los US$103,5 millones que representaron los productos provenientes del exterior, según indica una estadística de la CAIJ (Cámara Argentina de la Industria del Juguete). Para la gran mayoría de los consultados, se trata de un mercado equilibrado y que no entorpece a la industria local. “No es competencia desleal, porque hay cosas que no se pueden producir en el mercado interno”, señaló a iEco Matías Furió, presidente de esa cámara sectorial.

Sin embargo, la AADEJA (una entidad que agrupa a los importadores de juguetes) se quejó contra “las grandes cadenas de supermercados ante la disparidad en el otorgamiento de autorizaciones para importar productos”.

Fuentes del sector explicaron que los importadores acusan a supermercados, cadenas de fast food y “golosineras” porque importan juguetes y cotillón para sus negocios, limitando el cupo impuesto por el Gobierno para todo el sector. “El gran problema que enfrentan las jugueterías es que la mayor parte de esas autorizaciones se las están otorgando a las grandes superficies que no tienen al juguete como su actividad principal”, puntualizó Carlos Restaino, titular de AADEJA.

Las estadísticas, en rigor, indican que los cuatro mayores importadores de juguetes en 2014 fueron Ferrero (Kinder), Arcos Dorados (McDonald’s), Walmart y Carrefour. Recién en los dos lugares siguientes aparecen mayoristas de juguetes: Intek y Ditoys. Los montos, por lejos, están muy por debajo de las divisas que necesitan otros sectores, como los autos y la electrónica. Ferrero importa en todo el año apenas US$10,5 millones.

Cajita de sorpresas El caso Arcos Dorados, representante de la franquicia McDonald’s, merece particular atención, porque utiliza los juguetes como imán para atraer a las familias a través de los chicos. En el país, la cadena despacha anualmente 15 millones de las Cajita Feliz, con personajes de las películas infantiles muy taquilleras, como los muy populares y simpáticos Minions (ver pág. 9). “No pretendemos ser los únicos importadores –aclaró Restaino– pero se preferenció a las grandes superficies en perjuicio del sector puro, que depende exclusivamente de la venta de juguetes”.

A pesar de todo, en el sector coinciden en que las góndolas están bien abastecidas con miras al Día del Niño, una de las fechas clave para el sector. “Hay bastante surtido importado y a nivel local hubo lanzamientos, en especial los juguetes con licencias: Disney, Minions, Frozen y personajes de películas, como The Avengers ”, remarca Dimare, de Rasti.

En la Argentina, además de las pymes que fabrican y distribuyen, tienen representación dos multis: la americana Mattel (Barbie, Hot Wheel, Fisher Price y Monster High) y la dinamarquesa Hasbro (Mi pequeño Pony, Monopoly y Transformers, entre otros). Entre los productos más demandados este año figuran los Playmobil, juegos de bloque, muñecos Minions, peluches, dinosaurios (por la nueva película de Jurassic Park) y productos didácticos.

Previsto inicialmente para el domingo 9 de agosto (coincidiendo con las PASO nacionales), los jugueteros lograron que el Día del Niño finalmente se postergue una semana. Además, los fabricantes celebraron la prórroga del arancel del 35% (el máximo permitido por la OMC) a las importaciones de juguetes de origen chino y de otros países de la extrazona. Así, la temporada parece un chiche.

© Escrito por Damián Kantor el domingo 26/07/2015 y publicado por iEco, Suplemento Económico del Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.