miércoles, 9 de marzo de 2016

Copa Bridgestone Libertadores 2016. Sporting Cristal 3 vs. Huracán 2... @dealgunamanera...

 
No se entrega nunca…


Huracán perdió esta noche por tres a dos ante Sporting Cristal por la tercera fecha del Grupo 4 de la Copa Bridgestone Libertadores en el Estadio Nacional de Lima.

© Publicado el miércoles 09/03/2016 por el Departamento de Prensa del Club Atlético Huracán de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fotos: Daniel Méndez.

Sepa perdonar si soy reiterativo, si soy cansador o si repito siempre lo mismo. Pero es que me tiemblan las piernas, las manos, no puedo controlar los latidos y hasta me cuesta escribir. Que huevos tiene este plantel. Que coraje para ir en busca de algo que ya parecía perdido y que estaba ya con un resultado irreversible. Ojo, así fue todo el partido. Desde el primer minuto, el Globo se le plantó de igual a igual al elenco peruano, lo fue a buscar, lo encaró y cuando más merecía estar en ventaja perdió el rumbo.

La presión sobre Daniel Montenegro, los pases aéreos a la espalda de Luca Sosa y la efectividad con la que se manejó el local fueron determinantes para el resultado. A los veinticinco, Horacio Calcaterra desbordó a Sosa por derecha y envió un centro atrás que Gabriel Costa aprovechó para convertir el primer gol del partido. Con las variantes y muchos titulares ausentes, los de Parque Patricios parecían entregados frente a un rival que hizo poco para llevarse la victoria pero que volvió a golpear diez minutos después cuando la visita iba en busca de la igualdad. Misma vía pero desde un lateral para dejar en el camino a Luca Sosa, pero esta vez fue Santiago Silva quién estiró la diferencia con un derechazo certero entrando al área.

Cuando se jugaban diez minutos de la segunda parte, otro error arbitral -no expulsó a Jorge Cazulo en la primera etapa- terminó por sancionar penal de Sosa que deribó en su expulsión y le dio la posibilidad nuevamente a Silva de ampliar el número a favor del Cristal en el marcador. Pero como ya lo he dicho y me permito aburrir hasta el hartazgo, Huracán es el Ave Fenix. Con uno menos, con tres goles de diferencia, ante la adversidad de la altura y del árbitro -no son excusas, el Globo es responsable del resultado- los dirigidos por Eduardo Dominguez fueron a escribir otra página en la historia de hazañas. Al minuto Ramón Ábila, que había ingresado en el entretiempo, capturó un rebote en el punto penal tras un remate del Rolfi y la mandó a guardar. Cuando faltaban catorce minutos para finalizar el encuentro, no fue un rebote sino una habilitación de Cristian Espinoza para calcar la secuencia y esta vez no con violencia sino con suma calidad picarla ante la salida de Diego Penny y ponerse a tiro de la epopeya.

El resultado, termina siendo anécdotico, estadísitico, ficticio. Porque Huracán ganó, mucho más que lo que hubiera sido un punto o tres. Huracán consigue darse cuenta que puede, que tiene lo que se necesita para salir del fondo de la tabla del Torneo local, para pelear otra copa internacional porque tiene un plantel, un cuerpo técnico, una hinchada que no se entrega nunca.

Sporting Cristal: 3

Diego Penny; Jorge Cazulo, Alberto Rodríguez, Renzo Revoredo, Jair Céspedes; Horacio Calcaterra, Josepmir Ballón, Carlos Lobatón; Gabriel Costa, Irven Ávila, Santiago Silva. DT: Mariano Soso.

Huracán: 2 

Gonzalo Marinelli; Carlos Araujo, Federico Mancinelli, Mario Risso, Luca Sosa; Matías Fritzler, Lucas Villarruel; Cristian Espinoza, Daniel Montenegro, Mariano González; Ezequiel Miralles. DT: Eduardo Domínguez.

Goles: PT 25m. Costa (SC); 35m. Silva (SC). ST 11m. Silva, de penal (SC); 12m. Abila (H); 32m. Abila (H).

Cambios: Ramón Ábila, Mauro Bogado y Alejandro Romero Gamarra por Matías Fritzler, Lucas Villarruel y Ezequiel Miralles

Arbitro: Mario Díaz De Vivar (Paraguay).

Estadio: Nacional de Lima.





domingo, 6 de marzo de 2016

Diario Tiempo Argentino… @dealgunamanera...

Diario Tiempo Argentino…


A los lectores:

En las primeras páginas de Anatomía de un instante, libro del español Javier Cercas, el escritor cita a Jorge Luis Borges: “Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un momento: el momento en el que el hombre sabe para siempre quien es”.

© Escrito por Gustavo Cirelli el lunes 29/02/2016 y publicado por el Diario tiempo Argentino de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En las primeras páginas de Anatomía de un instante, libro del español Javier Cercas, el escritor cita a Jorge Luis Borges: “Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un momento: el momento en el que el hombre sabe para siempre quien es”.

Por estas horas, que fueron semanas y ya suman meses, los trabajadores de Tiempo Argentino marcaron con su pulso, compromiso y profesionalismo, quiénes son, de qué madera genuina y solidaria están hechos y cuál es el destino colectivo que no dudaron en escribir cuando la mentira y la desidia arrinconaron a los laburantes y a sus familias contra el abismo de la angustia, la incertidumbre que impone la estafa no sólo moral de no cobrar los salarios desde diciembre -con el medio aguinaldo incluido-, la falta de certezas sobre el futuro laboral y por ende también, como consecuencia directa, el silenciamiento de voces necesarias en estos tiempos para narrar desde un punto de vista singular al conjunto de la sociedad qué es lo que está ocurriendo en esta nueva etapa que se abrió en el país y que ha nublado la esperanza de muchos, para alegría algunos. Falta la voz de Tiempo. 

La última edición del diario fue hace una eternidad, el viernes 5 de febrero. Desde entonces por imposición ajena a los periodistas, fotógrafos, diagramados, correctores, retocadores de fotos, infógrafos, asistentes, columnistas, y todos y cada uno de los que hicieron el diario estos casi seis años, Tiempo se vio forzado a quebrar el contrato con sus lectores, un vínculo que, en verdad se enriqueció por el afecto solidario expresado en plazas y en el multitudinario festival en apoyo a los trabajadores del Grupo 23 en el Parque Centenario, y en sus visitas a la redacción; redacción que en horas de domingo volvió a latir al ritmo del periodismo, cómo indica la lógica. Un bálsamo.

Lo ilógico ha sido cada instante vivido desde el incumplimiento de la responsabilidad empresarial de pagar sueldos y respetar las condiciones laborales de la redacción de Tiempo, situación que también sufren los trabajadores de Radio América y sus familias. Las falsas promesas, la ofensiva dilación de pagos ante la urgencia que es por demás evidente; la insoportable levedad de los días envueltos en la mentira, e incluso, la indiferencia de algunos que deberían actuar de oficio -ni hablar por convicciones- (ya habrá tiempo para acordarse de ellos) en defensa de los derechos de los trabajadores encuentra su contracara, en ese abrazo cotidiano, ejemplar, de quienes permanecen hace semanas en las instalaciones del edificio del diario para preservar la fuente laboral, también las herramientas de este oficio terrestre tan vapuleado por ciertos empresarios; sin olvidar a algún que otro ex colega genuflexo -que son infinitamente pocos, por cierto- que se relamen en su onanismo ante el infortunio de aquellos que fueron pares: nunca nadie desde las páginas de Tiempo deseó que un trabajador quedará en la calle. Ahí radica la verdadera grieta de la que se ufanaron tantos: canallas o no canallas. No hay grieta entre quienes piensan distinto, eso se llama libertad de expresión.

En esta columna deberían estar mencionados, uno a uno, los compañeros trabajadores de prensa de Tiempo que se pusieron de pie (“cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un solo momento”) para que no le roben ni le impongan su destino.

Quien esto escribe tuvo la oportunidad de estar en el lugar indicado en el momento justo, y fundar un diario junto a Roberto Caballero y decenas de entrañables colegas (algo inusual en la vida profesional); diario que narró una época intensa, y con el nervio intacto para seguir: estas páginas lo acreditan.

Pero antes, durante y después de esta experiencia inigualable, quien esto escribe, es un trabajador de prensa que en los últimos años asumió la responsabilidad de la dirección periodística, y como tal, se apartó de la participación colectiva expresada en asambleas, pero sin desconocer nunca que el cuerpo y el alma de un medio de prensa está junto a los que mantienen vivo el oficio. Esta edición en la que se expresa mucho más que la calidad periodística de Tiempo durante más de 2000 días, surgió por iniciativa de los trabajadores que votaron romper el cerco de silencio con los lectores y demostrar, como ya se mencionó, que el nervio profesional no se negocia. A continuación el comunicado completo que fue aprobado en la asamblea de trabajadores, el viernes 26 de febrero:

“Los trabajadores del diario Tiempo Argentino decidimos desafiar el lock out patronal que impide la salida del matutino en su formato papel desde hace 24 días y resolvimos publicar una edición completa a la que podrá accederse el lunes en formato digital en las páginas:



Ante la sostenida negativa de la empresa a imprimir el producto de nuestra labor profesional.

Esta medida busca visibilizar un conflicto que se inició a mediados de diciembre, cuando la empresa dejó de abonar el medio aguinaldo de 2015, y se agravó en los últimos tres meses con la falta de pago de los salarios de diciembre, enero y febrero de 200 trabajadores. Además, pretende demostrar que el matutino sigue vivo y que sus trabajadores de prensa estamos en condiciones de ofrecer contenidos profesionales como lo hicimos en los últimos seis años.

Hace tres semanas el presunto comprador del diario Mariano Martínez Rojas decidió dejar de imprimir el matutino, una situación que profundizó la crisis con los trabajadores debido a la extendida deuda salarial. En respuesta la asamblea de trabajadores decidió iniciar una permanencia ininterrumpida en defensa de las fuentes de trabajo, medida que ya fue denunciada ante el Ministerio de Trabajo.

Durante la jornada, difundiremos los contenidos del diario bajo el hashtag #VuelveTiempo. Los invitamos a reproducir las notas con total libertad y dialogar, si lo consideran necesario, con nuestros delegados gremiales.

Asamblea de Trabajadores Diario Tiempo Argentino”

Los lectores de Tiempo, a lo largo de estas interminables semanas, se vieron privados de informarse cómo habían decidido hacerlo. No encontraron en sus páginas –ni al diario, por cierto- las investigaciones, informes, entrevistas, fotos, ni a sus columnistas (ninguno dudó en colaborar en esta edición -disculpas para aquellos que en la urgencia no pudieron ser contactados: también hubiesen escrito-). Y en ese silencio ensordecedor, el lector debió esperar hasta hoy para informarse con Tiempo, una vez más. 

Mañana no.

Mañana, como desde hace semanas, los trabajadores del diario deberán colgar el oficio por un rato para reclamar lo que les corresponde: cobrar los salarios adeudados y seguridad laboral para ejercer libremente el periodismo. De eso, ni más ni menos, se trata. Mañana seguirán exigiendo respeto.

Alguien, al pasar, en pleno cierre, lanzó una humorada oportuna: “Luche y vuelve (Tiempo)”.

La sonrisa confirma que el ánimo está intacto.



La infidelidad en el reino de Josefina... @dealgunamanera...

La infidelidad en el reino de Josefina...


El que sigue es un problema de lógica precioso. Para abordarlo, le pediría que lea el enunciado pero no lea la solución. Créame: la única gracia posible es que lo piense usted y verá que encima se va a divertir. Lo voy a presentar como si fuera un cuento. Acá voy.

© Escrito por Adrián Paenza el domingo 06/03/2016 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Suponga que hay un país, que desde que fue fundado ha sido siempre gobernado por mujeres, algo así como un verdadero “matriarcado”. En el momento que se produjeron los hechos que quiero contar acá, la reina era conocida con el nombre de Josefina.

Josefina había tenido siempre problemas con la infidelidad de los hombres que habían jurado lealtad a sus respectivas mujeres el día de su casamiento. Con el objetivo de resolver este tipo de situaciones, había promulgado algunas leyes ciertamente curiosas.

La primera decía que para que una mujer pudiera casarse, tenía que aprobar un test de lógica de manera tal que pudiera manejarse en la vida con una capacidad “lógica impecable”.

Por otro lado, en el reino de Josefina, toda mujer sabía sobre la fidelidad de todo hombre casado pero con una sola excepción: ¡su propio marido! Es decir, cada mujer sabía cuán fiel era todo hombre casado que viviera en cualquier otra casa, salvo en la propia.

Pero había más: por una cuestión de “elegancia y etiqueta”, ninguna persona podía acercarse a una mujer y hablarle sobre la fidelidad de su marido. Con eso se completaba el círculo: una mujer no podía ni saber ni averiguar nada a través de otras personas sobre lo que sucedía en su propia casa respecto a la fidelidad de su esposo.

Las casas de este reinado estaban congregadas en un lugar muy reducido, de manera tal que –por ejemplo– cualquier disparo producido con un arma de fuego podía ser oído por todos los habitantes. Es decir, cualquier explosión que se produjera en una casa del reino, era escuchada claramente en toda otra casa.

Esto habría de adquirir mucha importancia porque Josefina había determinado con otra ley que si una mujer llegaba a descubrir (por algún medio) que su marido le era infiel, debía matarlo a la medianoche del mismo día en el que ella se hubiera enterado.

Aún con todas estas restricciones, la vida transcurría normalmente hasta que un día, sorpresivamente, Josefina congregó a todos los habitantes del reino a una reunión que se hizo en la plaza central. Allí pronunció un discurso que tuvieron que escuchar –forzosamente– todos los habitantes. En tono admonitorio le advirtió a la población toda que ella se había enterado hacía nada más que una hora, que en el reino había por lo menos un hombre casado que era infiel a su mujer.

¿Qué cree usted que pasó a partir de allí?
  

Solución

Para pensar lo que sucedió en el reino de Josefina le voy a proponer que vayamos imaginando juntos potenciales situaciones. En el momento que ella pronuncia su discurso, todas las mujeres del reinado sabían lo que sucedía con todos los hombres salvo con sus propios maridos. Le propongo que empecemos, usted y yo, suponiendo que en el reino hay (y esto es importante) un solo marido infiel.

De acuerdo con todo lo que escribí más arriba, todas las mujeres sabían que había un marido que era infiel, pero había una excepción: su propia mujer.

Pero lo interesante es que ella era la única del condado para quien ¡todos los maridos eran fieles! Por lo tanto, cuando ella escucha a Josefina en la plaza, no tiene más dudas: el infiel tenía que ser su propio marido. Llega la noche y lo mata (tal como estaba estipulado por la ley).

En definitiva, si en el reino hay un solo marido infiel, su mujer se entera en el momento que escucha el discurso de Josefina y lo mata la misma noche que se entera.

Ahora, pasemos al caso siguiente, en donde en lugar de un solo marido infiel, hubiera dos.

La situación es distinta, porque al haber dos, las mujeres de estas dos personas creían que había solamente uno. El resto de las mujeres, saben perfectamente que hay dos. Si usted recuerda lo que escribí más arriba, si hay uno solo esa misma medianoche su propia mujer lo va a matar. Cuando llega la medianoche y no se escucha ningún disparo, eso les indica a estas dos mujeres que tiene que haber más de un infiel. Por lo tanto, las dos mujeres que creían que había solo uno, saben que hay dos, y por lo tanto, a la segunda medianoche ¡matan a sus propios maridos!

La moraleja es que si hay dos maridos infieles, las mujeres de ambos no los matan la misma noche, sino a la segunda y eso resuelve este caso.

¿Quiere pensar qué sucedería si en lugar de uno o dos maridos infieles, los que engañaban a sus mujeres fueran tres?

Sigo yo. Supongamos que son tres los infieles. Como en el caso anterior, todas las mujeres del reino saben que son tres, salvo las tres esposas que creen que son dos. Estas tres saben que si hay dos (como vimos en el caso anterior), a la segunda noche deberían escucharse dos disparos. Cuando esos disparos no se escuchan, ellas saben que tiene que haber un tercero y que es el marido de cada una el que está engañando. ¿Qué tienen que hacer entonces? La tercera noche, se escuchan tres disparos y cada una de estas tres mujeres mata a su marido.

A esta altura creo que está claro cuál es el patrón. Si en el reino de Josefina hubiera 20 maridos infieles, habrá que esperar que pasen 19 noches sin que se escuche ningún disparo. Pero seguro que en la vigésima noche, habrá veinte tiros que implicarán la muerte de 20 hombres infieles. Y lo mismo si en lugar de 20, el número de maridos infieles fuera cualquier número “n”. En la “enésima” noche habrá “n” disparos.

Y esta es la conclusión final. Como siempre, haciendo gala de una lógica impecable, no hay lugar para infidelidades en el matriarcado de Josefina. No quiero imaginarme lo que pasaría en nuestras sociedades con leyes de ese tipo... pero esas conclusiones se las dejo a usted. 



Huracán 1 vs. Estudiantes de la Plata 0... @dealgunamanera...

Este Globo no se Pincha...


Huracán venció esta tarde a Estudiantes de La Plata por uno a cero en el Estadio Tomás Adolfo Ducó por la sexta fecha del Torneo de Primera División 2016.

© Publicado el sábado 05/03/2016 por el Departamento de Prensa del Club Atlético Huracán de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Los jugadores están dando todo, eso está claro. Dejan la vida en cada pelota, dan el alma en cada ataque, entregan el corazón en cada minuto. Y cuando el fútbol y los esquemas son tan parejos esos pequeños detalles, más un poco de fortuna le dan a uno de los dos equipos la victoria como fue el caso de hoy.

Con un intrépido Daniel Montenegro, voraz a la hora de presionar, sereno al momento de distribuir y profundo cuando tuvo que habilitar, Huracán sacó medio punto arriba en las tarjetas y dejó en el camino a un duro rival como Estudiantes al que pudo quebrar en el comienzo de la segunda etapa.

Cuando recién corrían dos de los segundos cuarenta y cinco minutos, todo comenzó con un centro de Alejandro Romero Gamarra. Cristian Espinoza recibió por derecha adentro del área y luego de disparar, un rebote en un defensor Pincharrata favoreció nuevamente al Kaku quién de media vuelta sacudió al arco. La reacción de Mariano Andujar alcanzó para detener la pelota pero al desviarla, encontró a Ramón Ábila. Wanchope, que siempre está donde tiene que estar, de zurda la mandó a guardar.

La solidez defensiva fue determinante para el resultado que no corrió peligro pero que -como no podía faltar si juega Huracán- tuvo su cuota de dramatismo ante la salida por lesión de Marcos Díaz. Así, los de Parque Patricios consiguen no sólo una victoria clave sino también necesaria para lo que le viene a este Globo que no se Pincha.

Huracán: 1 

Marcos Díaz, José San Román, Federico Mancinelli, Luca Sosa, Luciano Balbi, Matías Fritzler, Mauro Bogado, Daniel Montenegro, Alejandro Romero Gamarra, Cristian Espinoza, Ramón Ábila. DT: Eduardo Domínguez

Estudiantes de La Plata: 0

Mariano Andújar; Facundo Sánchez, Jonathan Schunke, Leandro González Pirez, Lucas Diarte; Israel Damonte y Santiago Ascacíbar; Augusto Solari, Gastón Fernández y Juan Cavallaro; Facundo Quintana. DT: Nelson Vivas.

Gol: en el segundo tiempo, a los 2 minutos, Abila (H).

Cambios: en el segundo tiempo, Ezequiel Miralles, Mariano Gonzalez y Matías Giordano por Espinoza, Romero Gamarra y Díaz.

Arbitro: Diego Abal.

Estadio: Tomás Adolfo Ducó.