miércoles, 5 de marzo de 2014

Ganadores y perdedores… De Alguna Manera...


Ganadores y perdedores…


Ucrania sufre el asedio de Rusia, que aún no renuncia a sus pretensiones imperiales propias del ya extinto ciclo soviético. 

Gran parte de lo que está aconteciendo ahora mismo en el centro y este de Europa hunde sus raíces en un acontecimiento descomunal que se precipitó hace aproximadamente cinco lustros, la desaparición no solo de la Unión Soviética, tal y como había sido fundada en 1917, sino del conjunto de países que formaban parte de ese bloque al que la histórica frase del primer ministro británico Winston Churchill denominó como naciones “detrás de la cortina de hierro”.

Emitido por Pepe Eliaschev en Radio Mitre.

Gran parte de lo que está aconteciendo ahora mismo en el centro y este de Europa hunde sus raíces en un acontecimiento descomunal que se precipitó hace aproximadamente cinco lustros, la desaparición no solo de la Unión Soviética, tal y como había sido fundada en 1917, sino del conjunto de países que formaban parte de ese bloque al que la histórica frase del primer ministro británico Winston Churchill denominó como naciones “detrás de la cortina de hierro”.

La Unión Soviética, de la que formaba parte Ucrania, se fundó en 1917 y permaneció dentro en las fronteras históricas de lo que era la Rusia zarista hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, en 1945. Los triunfos del Ejército Rojo en la lucha contra el fascismo y el nazismo permitieron que las tropas soviéticas ocuparan una cantidad muy importante de naciones del este y centro de Europa previamente ocupadas por las tropas alemanas. Consecuentemente, ante la presencia militar soviética y mediante el accionar de algunos partidos comunistas de Europa Central nacieron las llamadas “democracias populares”, gobiernos asociados, aliados y sometidos a Moscú: Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Rumania, Bulgaria, y las excepciones de Albania y Yugoslavia que permanecieron, de alguna manera, indómitamente ajenas al poder soviético. Desde luego, la primera fue Alemania Oriental, bautizada cínicamente “República Democrática Alemana”.

El mapa europeo de 1989, hace 25 años, exhibe un bloque soviético gigantesco cuyos confines iban del Pacifico a las fronteras mismas del occidente europeo. En el caso concreto de Alemania, la frontera del comunismo, el llamado “socialismo realmente existente”, era precisamente la República Federal de Alemania, y pauses vecinos como Austria, entre otros.

Comparar el mapa de esa Europa de hace 25 años con la realidad actual revela el cambio sísmico que se produjo. Con la desaparición del régimen soviético en Rusia recuperaron su libertad e independencia muchas naciones que habían permanecido sometidas al poder soviético: los países bálticos (Estonia, Letonia, Lituania), las viejas naciones europeas del centro de Europa y las ex repúblicas soviéticas (Bielorrusia, Ucrania, Georgia), además de varias más, asiáticas y de prosapia eminentemente islámica, como Azerbaiyán, Kazajstán, Tayikistán y Uzbekistán.

Esta Rusia de 2014, la Rusia de Vladimir Putin, es una versión encogida y achicada del imperio soviético de fines del siglo XX. Ucrania forma parte de esta historia. En realidad, la peripecia de Ucrania es dolorosa y es sangrienta. El país se integró a la Unión Soviética en 1919 sin una larga experiencia independiente como otros países, y atravesó, como uno de los eslabones primordiales del poder stalinista, todos los mismos fenómenos violentos y de planificación burocrática que caracterizaron al proyecto socialista soviético: industrialización, granjas colectivas con control del Estado, una historia que no logró nunca resolver una cuestión decisiva en Europa, la vigencia del Estado nación.

Si se examina un mapa de Ucrania se advierte claramente que el conflicto actual presenta unos matices que lo tornan especialmente difícil de resolver. El centro y oeste de Ucrania, son fronterizos con Polonia, Rumania y Moldavia, entre otros países, es de raigambre claramente occidental y europea. Pero en el este de Ucrania la mayoría de la población es rusa puesto que, como parte de la creación del poder soviético en el siglo XX, muchas repúblicas fronterizas con Rusia fueron “rusificadas” en un sentido étnico y grandes contingentes de población se fueron instalando a lo largo de las décadas en esos países cuyos gobiernos mantenían relaciones de dependencia con la Unión Soviética.

En consecuencia, el proyecto de la Ucrania occidental de asociarse con la Unión Europea ha sido vivido, por una Rusia que no deja de pensarse a sí misma como un imperio, sea capitalista o comunista, como una traición o un peligro de división. Pero, además, hay otro problema delicado, que solamente se entiende observando el mapa: no sólo este problema es grave, sino que Ucrania incluye una región autónoma llamada Crimea. Crimea es una península ubicada al sudeste de Ucrania, en los mares Negro y de Azov, menos de cinco kilómetros de Rusia. La península que separa a Crimea de Rusia es tan corta que podría perfectamente cubierta con un puente que se piensa construir. En esa república autónoma de Crimea hay una importantísima base naval, hoy rusa, ayer soviética, la base de Sebastopol. La decisión del presidente Vladimir Putin de desplazar y estacionar tropas sobre Crimea, ha sido presentada como un intento de proteger a una población de origen y lengua rusa que supuestamente correría peligro si Ucrania, efectivamente, se convierte en una nación asociada a la Unión Europea.

¿Qué es lo que está en juego, en consecuencia, en Ucrania? El propio futuro de este país como nación europea independiente. Pero, además, hay quienes piensan que también está en juego también la propia Rusia. ¿Rusia se postula para convertirse en nuevo imperio ahora con otro signo ideológico, o se conforma con ser una importante Estado-Nación? Se plantea también la polémica por el futuro de Putin, hombre que conduce con puño de hierro un régimen que no es una dictadura en sentido estricto, pero que es gobierno con altísima concentración del poder.

También está en juego el futuro de Europa, porque Rusia no tiene las manos absolutamente libres. Rusia tiene una enorme dependencia tecnológica y financiera de Europa, así como Europa tiene una enorme dependencia del gas natural de Rusia. Como se ve, se trata de un juego en donde todos pueden perder y eventualmente todos podrían ganar. Pero para que esto suceda, sería indispensable que no aconteciera lo peor y que este clima de conflicto que ha llevado a estas horas al jefe de la diplomacia norteamericana a Ucrania, no termine en un baño de sangre, toda vez que los rusos en más de una oportunidad -recordar Afganistán y Chechenia- han ejecutado, ya sea  con el poder soviético o con el poder capitalista- incursiones armadas en sus países vecinos.

Se puede entender la sensibilidad de Rusia como gran potencia, pero el siglo XXI no debería quedar marcado por actos agresivos de colonización o acciones intimidatorias típicas de la Guerra Fría.

Esto es lo que está en juego hoy en Ucrania. Puede fácilmente deshacerse este conflicto si los seres humanos que en él participan son sensatos, así como puede escalar y convertir al centro de Europa en un polvorín. Ojalá que esto último sea lo que no suceda.

© Escrito por Pepe Eliaschev el Miércoles 05/03/2014 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

martes, 4 de marzo de 2014

Complicidad escandalosa... De Alguna Manera...

Complicidad escandalosa...


Las maniobras del Gobierno frente a los hechos de Villa Lugano revelan un peligroso coqueteo con la ilegalidad.

Emitido por Pepe Eliaschev en Radio Mitre.

Es deprimente el desenlace que que, hasta el pasado viernes, venía teniendo la situación creada en la Capital Federal con la toma de tierras en Villa Lugano. Deprimente, ominoso, presagia las peores realidades. 

Estamos en presencia de un gobierno nacional que ha resuelto hacer todo lo que esté a su alcance para obstaculizar la marcha de la justicia en el seno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Acá no se trata de ventilar en clave ideologizada una crisis habitacional que forma parte de una indigencia general del país. Por supuesto que hay falta de vivienda popular. Por supuesto que existió Sergio Schocklender y los “Sueños Compartidos” de Hebe Bonafini. Cuando se habla de indigencia en materia de vivienda, hay que agregar indigencia de salud. Esta semana, millones de bonaerenses de escasos recursos fueron castigados directamente por la huelga de personal de salud que nunca afecta a los ricos ni a la clase media, sino a aquellos que no tienen más remedio que ir a un hospital público.

Villa Lugano no es, en consecuencia, un caso aislado, excepcional, fácilmente atribuible a un diabólico “neoliberalismo”, teóricamente atrincherado en la ciudad de Buenos Aires. Es parte de una realidad que once años de década “ganada” no han podido modificar. Lo cierto es que no hay una vocación en el Poder Ejecutivo Nacional, no la hay en el Secretario de Seguridad -que opera como si “su” ministra fuera solo un dibujo- en torno de la obligación que tienen las fuerzas de seguridad federales para acatar las decisiones de la Justicia.

No soy de los que creen que la fuerza deba aplicarse ciegamente, sin tener en cuenta las consecuencias. Pero en los gobiernos de cuño ideológico auténticamente progresista como, por ejemplo, el de Dilma Rousseff en Brasil, la decisión de ingresar en zonas en donde, bajo el pretexto de la precariedad habitacional, se refugian bolsones de delincuencia, no ha cejado. Por el contrario, es una decisión consagrada por la propia ejecución política y práctica, con el uso de fuerzas militares, de las órdenes judiciales.

Los corazones sangrantes del autodenominado “progresismo” pretenden que, en todas las áreas, se aplique un “buenismo” redistribucionista que ellos naturalmente no van a pagar de su bolsillo. Ninguno de estos “redistribucionistas” se lleva a los okupas de Villa Lugano a vivir a sus casas. Al contrario, quieren que sea el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, al que califican como enemigo, el que pague todos los costos políticos, prácticos, de seguridad y hasta judiciales.

Llama la atención la revelación de que muchísima gente está armada en esta ocupación ilegal. Llama la atención que la abrumadora mayoría de ellos no admite siquiera el elemental censo que le permitiría a las autoridades saber quién es quién y qué es lo que necesita cada uno.

Hay una pregunta elemental y que hay que hacerse sin anteojeras ideológicas: si el reclamo es auténtico, si padecen una carencia, si han sido víctimas de una injusticia social, ¿por qué no quieren dar su nombre? ¿Por qué no quieren decir cuántos son de familia?” ¿Quiénes son los que realmente manipulan e instrumentan este tipo de movilizaciones?

Si se tratara de una indigencia social, una necesidad claramente reconocible, ¿por qué las armas? ¿Por qué la violencia? ¿Por qué la brutalidad? ¿Por qué la barbarie? ¿O todo esto no es más que una vil excusa para generar actos extorsivos? Es una extorsión de la que ni siquiera es responsable el más humilde de esos ocupantes, sino los punteros que se disfrazan ideológicamente de militantes barriales.

Al evitar el desalojo de Villa Lugano este viernes 28 de febrero, y al no aportar fuerzas federales de seguridad, el gobierno nacional manifiesta -me da mucha pena decirlo- complicidad con formas implícitas del delito. Hay, además, una grosera violación del derecho de propiedad. No parece que hoy en la Argentina estén dadas las condiciones para que las fuerzas democráticas opositoras reivindiquen la plena legalidad del derecho de propiedad. 

Si este país comienza a consagrar de hecho la violación del derecho de propiedad, se aniquila el corazón mismo de nuestra Constitución. Muchos no se atreven a peticionar el respeto por este derecho, porque temen ser etiquetados de neoliberales, reaccionarios, o retrógrados, cuando en verdad es una de las garantías -no la única- pero una de las garantías primordiales de nuestro complejo jurídico institucional.

Deprime, entristece y preocupa lo que ha sucedido en Villa Lugano. Es evidente que la concepción de que el Gobierno está en guerra y que al enemigo no hay que darle ni siquiera justicia, ha calado profundamente en la manera de reaccionar del Poder Ejecutivo, que -además de ineptitud e incompetencia- acá manifiesta explícita complicidad con terribles formas de la ilegalidad.

© Escrito el Domingo 03/03/2014 por Pepe Eliaschev y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


¿Qué hacer con las pilas usadas?... De Alguna Manera...



¿Qué hacer con las pilas usadas?...


Las pilas no deben ser arrojadas a la basura, pues se debe evitar que toquen el suelo, ya que de esa forma pueden contaminar las napas de agua.

Presentación Ecovolta ONG

Nuestro propósito es difundir el cuidado ambiental, para saber como esta y como evitar seguir contaminándolo y como cuidarlo.

También con nuestras soluciones que fuimos produciendo en estos 14 años de trabajo, fuimos capaces de encontrar soluciones aplicables por nuestra sociedad.

Hemos tenido grandes logros, pequeños logros mínimas frustraciones, de las cuales hemos aprendido a no repetir estas últimas

Lo importante no es adquirir nuestros productos, que no estaría nada mal, lo importante es aprender el estado del medio ambiente y formarnos una nueva conciencia, es decir, adquirir nuevos hábitos, tanto de consumo, lo mismo cuando ya no nos prestan sus servicios, como las pilas, las PC, el aceite de cocina, las lámparas de bajo consumo, saber lo que hacen y saber qué hacemos con ellos.

Es un nuevo desafío para nuestras capacidades y modo de encarar nuestras vidas, teniendo en cuenta nuestro entorno, no solamente a el, también a las personas que lo rodean y conviven con nosotros, ya sea en capitales, barrios, trabajo y familia.

¡¡¡Gracias por su visita y si convencimos a una sola persona, sentimos que nuestro trabajo en equipo cumplió la tarea principal que es la de enseñar a cuidar y cuidarnos!!!

Saludos cordiales y buen año, ya que es 9 de Enero del 2014. Ecovolta ONG

© Publicado el Jueves 09/03/2014 por Ecovolta ONG de la Ciudad Autónoma e Buenos Aires.


Huracán 0 vs. Ferro Carril Oeste 0... De Alguna Manera...

Un empate sin tantos y con pocas ideas...
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En un encuentro por momentos aburrido y con pocas situaciones de gol, esta tarde Huracán y Ferro empataron 0 a 0 en Parque Patricios. La visita jugó gran parte del complemento con un hombre menos luego que Mauro Gianinni expulsara a Damián Lemos. Con este resultado el conjunto de Caballito llega a su noveno partido sin conocer la derrota. La gente del globo despidió a sus jugadores con silbidos. 


Tratando de dejar en el olvido la mala imagen que tuvo el primer equipo la semana pasada en San Juan, Huracán salió al césped del Tomás Ducó con la intención de lograr los 3 puntos y volver a la senda del triunfo. Del otro lado de enfrente, Ferro, con un esquema defensivo sabía de qué manera se le plantaría a su rival.

De movida Caruso tuvo la primera situación clara, siendo Gastón Losa quien no permitió la apertura del marcador para el local. Capurro mas tarde, con un remate de bolea, volvía a avisar. Al cumplirse la primera media hora, un tiro directo de Matías Defederico dejaba marcado que el único que buscaba mover la red del arco era Huracán.

Ya en el complemento, los dirigidos por Kudelka fueron de mayor a menor, siendo Ferro quien con poco logro emparejar el juego. Sin saber aprovechar el hombre de más, el globo entró a jugar gran parte del final consumiendo los nervios y reproches de sus hinchas. Vale destacar la solidez y seguridad en la defensa verdolaga, cuidando su propia valla con mucha tranquilidad, obteniendo con el pitazo final un punto importante para sumar.

La silbatina de los quemeros despidiendo a sus jugadores, dejó marcado que los hinchas esta tarde no aprobaron la actuación del equipo.


Síntesis: 

Huracán 0

Marcos Díaz; Germán Mandarino, Eduardo Domínguez, Víctor Cuesta, Guillermo Sotelo; Lucas Villarruel; Alejandro Capurro, Patricio Toranzo; Cristian Espinoza, Leandro Caruso y Matías Defederico. 

DT: Frank Kudelka 

Suplentes: Gastón Monzón, Juan Martín Bouvier, Ezequiel Gallegos, Gonzalo Martínez, Alejandro Romero Gamarra, Mauro Milano y Ramón Ábila. 


Ferro Carril Oeste 0

Gastón Losa; Christian Chimino, Javier Páez, Eduardo Tuzzio, Rodrigo Mazur; Israel Coll, Damián Lemos, Mario Zaninovic, Marcos Acuña; Facundo Vera y Pablo Vegetti. 

DT: Claudio Marini - Luís Medero 

Suplentes: Christian Limousin, Alejandro Rébola, Julio Illanes, Jonathan Gómez, Renzo Pérez, Alexis Morales Heredia y Juan Ignacio Castro 

Cambios: Abila por Espinoza; Romero Gamarra por Capurro y Milano por Sotelo en Huracán; Illanes por Vera y Rebola por Acuña en Ferro 

Amonestados: Caruso y Villaruel en Huracán; Páez y Mazur en Ferro.

Expulsado: Lemos en Ferro 

Árbitro: Mauro Giannini 

Líneas: Roberto Reta y Mariano Ruas 

4to. Árbitro: Ignacio Lupani 

Estadio: Tomás Adolfo Ducó

© Escrito por Marcelo Salvio el Domingo 03/03/2014 y publicado por Mundo Ascenso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


Las fotos:


Los goles:

No hubo.


La tabla:


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