jueves, 3 de octubre de 2013

Huracán 0 vs. Brown de Adrogué 1... De Alguna Manera...

Huracán perdió en la cancha y perdería a su técnico...


Esta tarde en Parque Patricios, Huracán cayó 1 a 0 ante Brown de Adrogue y sumó su quinta derrota al hilo. El gol del conjunto tricolor fue anotado por Joel Barbosa en la segunda etapa. Con este resultado en su contra, Antonio Mohamed dejaría de ser el entrenador del globo. La visita terminó con uno menos luego de ser expulsado Mariano Guerreiro.

Más allá del partido, donde Brown por lo echo en el complemente tiene bien merecido el triunfo, la mirada baja del Turco al retirarse del campo de juego deja como reflejo el mal momento que se vive en Parque Patricios desde hace un tiempo. Sin sumar ninguno de los últimos quince puntos disputados, quedando a solo seis del descenso y ubicado en el fondo de la tabla de posiciones, Huracán transita una de las etapas más oscuras en su historia deportiva. Con los ojos brillosos, mirada llena de tristeza y un paso rápido hacia el túnel esquivando fotos y cámaras, Antonio Mohamed dejó el césped de su amado Ducó pensando que mañana quizás ya no sea el técnico.

Tan solo 9 puntos y 7 derrotas en la espalda hacen imaginar a cualquier quemero, que con todo el dolor del alma, uno de los máximos ídolos estará en pocas horas partiendo.

Del encuentro, Brown se llevó los 3 puntos por que fue prolijo, ordenado en el medio y sabe que este equipo, con humildad y hambre de gloria, tiene ganas de salvarse del descenso.

Síntesis:

Huracán 0
Gastón Monzón; Federico Mancinelli, Víctor Cuesta y Eduardo Domínguez; Sergio Velázquez, Lucas Villarruel, Alejandro Capurro y Carlos Arano; Gonzalo Martínez; Nahuel Oviedo y Leandro Caruso.

DT: Antonio Mohamed. 

Brown de Adrogué 1
Matías Giordano; Joel Barbosa, Santiago Echeverría, Víctor Soto y Facundo Lemmo; Leonel Ríos, Adrián Maidana, Nahuel Pereyra y Martín Fabro; Jeremías Caggiano y Mariano Guerreiro.

DT: Pablo Vicó.

Gol en el segundo tiempo: 35m. Barbosa (BA).

Cambios: en el segundo tiempo, antes de comenzar, Germán Mandarino por Capurro (H); 11m. Mauro Milano por Oviedo (H); 21m. Pablo Miranda por Caggiano (BA); 25m. Juan Arraya por Velázquez (H); 33m. Matías Sproat por Maidana (BA) y Juan Manuel García por Ríos (BA).

Amonestados: Lemmo (BA); Monzón Cuesta, Arano (H)

Expulsados: 22m. Guerreiro (BA)

Arbitro: Ariel Penel.

Estadio: Huracán.

© Escrito por Marcelo Savio y publicado por Mundo Ascenso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Las fotos:

Los goles



La tabla


Próxima fechaFecha 11º 



Video del partido completo:


© http://www.youtube.com/user/Tavo969?feature=watch


lunes, 30 de septiembre de 2013

Encubrimiento... De Alguna Manera...

Encubrimiento...


Ya casi nadie la escuchaba. La platea casi vacía bostezaba cuando promediaba su discurso. Antepenúltima de la tarde, la presidenta de la Argentina se diferenciaría. Pese a que el protocolo estipula 15 minutos por país (tienen derecho a hablar los 193 integrantes de las Naciones Unidas), ella habló 50, entre Joyce Hilda Mtila Banda, de Malawi, y Yoweri Kaguta Museveni, de Uganda. Todo estéril e inservible, pero carísimo. Cristina fue y volvió de Nueva York para estampar su figura una vez más en el somnífero torneo anual de vanidad oratoria mundial de las asambleas generales de la ONU.

En sus 96 horas en Nueva York, visitó a Dilma Rousseff, recibió a Eduardo Eurnekian y al banquero y hombre de negocios colombiano Luis Moreno, apenas módicos pasos de una magra agenda. Permaneció encerrada casi todo el tiempo en su suite del Mandarin Hotel, junto al Central Park. Nada cambió mucho desde fines de los 70. Ya entonces, las radios de Buenos Aires me llamaban para preguntarme qué decían de “nosotros”, o qué “repercusiones” había tenido la visita de algún jerarca argentino. Desde la ventana de mi departamento sobre la calle 43, frente a las Naciones Unidas, yo reiteraba una y otra vez: “¿La verdad? No dicen nada”. Hace décadas que los figurones del mundo se congregan en el sensual septiembre neoyorquino para fingir política internacional y poner en escena simulacros de estrategias planetarias, espectáculo deprimente que suscita juvenil fervor, como desfilar por los costosos saraos del G20, convencida Cristina de ser una de las veinte líderes del mundo.

Estos ejercicios de vanidad serían sólo nuevos capítulos de una proverbial frivolidad, si no fuera porque en este caso se aderezaron con un episodio tétrico. Siete meses después de arrodillarse ante el entonces gobierno de Majmud Ahmadinejad, Cristina le imploró a Teherán que responda a la rendición argentina. El pacto con Irán, que Héctor Timerman le vendió a su jefa como desenlace mágico y feliz de una odisea de veinte años, ha sido hasta hoy una penosa derrota.

La matanza de la AMIA en 1994, con sus 85 asesinatos impunes, sigue siendo un agujero negro, agravado por el cinismo y la chapucería del actual gobierno. Tramado en enero de 2011, cuando Timerman lo abrochó clandestinamente en Alepo al aceptar la mediación del régimen sirio con sus patrones iraníes, la Argentina convirtió al pacto en tratado internacional en febrero de 2013. Cuando el pacto fue revelado aquí, 26 de marzo de 2011: http://www.pepeeliaschev.com/exclusivo-web/argentina-negocia-con-iran-dejar-de-lado-la-invest-15140 y 23 de julio de 2011: http://www.pepeeliaschev.com/exclusivo-web/las-condiciones-que-pone-iran-para-dialogar-15155, el Gobierno me estigmatizó (seudoperiodista, agente del Mossad, títere de los servicios iraníes fueron algunas de las lindezas con que me agasajaron). Pero lo expuesto aquí era y es la pura verdad. La Argentina había resuelto dar vuelta la página, seducida por una supuesta apertura al diálogo de la teocracia iraní, renunciando de hecho a la prueba acumulada, creando una comisión “de la verdad” ilegal, que convalidaba la genuflexión argentina. Ahora sería la “verdad”, antes había sido la “mentira”.

Anticonstitucional, este pacto con Irán debe abortar. Los iraníes, magistrales en el ajedrez y abroquelados en tres milenios de sagacidad diplomática persa, trataron de ganar tiempo con los pintorescos argentinos, pero sólo para sacarse de encima las molestas cédulas rojas de Interpol que agravian a un puñado de sus jerarcas. Eso no pasó. Dolida, Cristina dijo tener límites y no querer ser tomada por tonta. Tras su desasosegado reclamo, a la noche de este jueves 26 hubo otro simulacro. Afanoso como siempre, Timerman pudo finalmente exhibir en Nueva York un “logro”. Lo había convocado su par iraní, Jauad Zarif, para que este sábado conversen sobre la marcha del pacto. Es poco probable que ocurra algo sustancial.

En su angustioso pedido en Nueva York, Cristina borró con su boca lo firmado con la mano. El “memorándum” con Irán estipulaba que, tras la aprobación de ambas partes, una comisión “de la verdad” (sic) revisaría toda la prueba acumulada (unos 400 mil folios y centenares de horas de grabaciones), la que debería ser traducida antes al inglés. Pero si no se cumplen las leyes argentinas, todo el proceso es inválido. Como el Código Procesal Penal argentino prohíbe indagatorias hechas en presencia de los querellantes (sólo pueden estar el juez, el fiscal de la causa y el defensor de los indagados, que debe conocer perfectamente la ley argentina), tampoco podría participar la comisión “de la verdad”. Un disparate. ¿Cuándo podría un juez argentino indagar a los iraníes a este ritmo? En no menos de cinco años, con suerte. Además, ¿qué “diálogo” tenía la Argentina con Irán para que Cristina haya debido reclamarle novedades en público a Teherán?

¿Para qué ha servido todo esto y para qué se desgració la Argentina tan estúpidamente? Hipótesis aceptable: en ciertas fracciones oficiales la expectativa de negocios gobierno a gobierno con Irán hace salivar las glándulas del apetito. Además, un poco de simpatía ideológica, ¿por qué no? Setentistas irredentos, piensan al mundo en clave de esos años, con empatía reblandecida por regímenes y retóricas que irriten a Occidente. Por eso la camaradería con Assad, Kadafi, Correa y Chávez, y la pertinaz voluntad de aligerarle la mochila a la teocracia iraní. Todo este ruido amenaza con convertirse, al final del día, en mero encubrimiento.

© Escrito por Pepe Eliaschev el domingo 29/09/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



domingo, 29 de septiembre de 2013

Manual de instrucciones para tomar un colegio… De Alguna Manera...

Manual de instrucciones para tomar un colegio…


Cómo destruir la educación pública. Los penosos hechos ocurridos en mi querido Colegio Nacional de Buenos Aires, y las tomas de algunos establecimientos secundarios porteños, me han motivado a escribir las siguientes reflexiones…

Estimado alumno: si Ud. quiere tomar un colegio debe estar dispuesto a violar las leyes. Sí, y no sólo las leyes que impiden la utilización del patrimonio público con fines facciosos, sino también los tratados internacionales de derechos humanos que defienden el derecho a la educación. Debe estar dispuesto a violar los derechos de todos y cada uno de sus compañeros a educarse. El derecho de los docentes a trabajar. En suma, el derecho constitucional a “enseñar y aprender”, fundamento de todo lo bueno que tuvo y aún tiene nuestro país.

También debe tener en cuenta que la toma ha de tener un objetivo importante. Por ejemplo, que no se aplique una reforma educativa votada por el Congreso de la Nación. ¿Argumentos? Los diputados no representan a la ciudadanía. ¿A quién se le ocurre que alguien que es votado por la ciudadanía represente a los ciudadanos? De ninguna manera. Quienes verdaderamente representan al pueblo son los menores de edad en asamblea. Sí, en asamblea convocada para decidir si se acata o no la ley. Piense cómo hemos evolucionado, estimado alumno. En la antigua Roma, el senado estaba integrado por los senex (ancianos) que no entendían nada de la vida. En la Argentina Ganada, las leyes que votan los senadores sólo son aplicadas si pasan el filtro de la asamblea adolescente.

¿Le quedó claro? El sistema representativo no sirve, pero no sea tan extremista en este concepto. Recuerde que siempre es mejor que las tomas se hagan en períodos electorales. No deje que le vengan con el verso del voto a los 16. Eso es una trampa para incluirlo en el sistema, para que participe de la república, para que canalice sus expectativas por vías burocráticas y renuncie a los beneficios de la acción directa.

Otra cosa: piense que ese señor que trabaja y paga impuestos al salario, no tiene derecho a que funcionen los colegios que se sostienen con su contribución. Ese señor es un esclavo del capitalismo y debe ser liberado, adhiriendo en forma indeclinable y democrática a lo que decide la asamblea adolescente.

Si por casualidad le parece que la reforma educativa que motiva la protesta es inconstitucional y viola algún derecho, ni piense en ir a la Justicia. Después de todo, la propia Presidente de la Nación dice que es una corporación golpista. ¿Qué se puede esperar de quienes se arrogan la facultad de decidir qué leyes se cumplen y cuáles no? De ninguna manera, la Justicia no se deja en manos de terceros, la Justicia Legítima se hace por mano propia.

Ahora bien, con la toma no basta. También hay que tener la valentía de destruir un templo religioso y perderse en el anonimato, mientras las llamas de la inquisición estudiantil hacen su tarea. No se trata de ofender a un culto o poner en peligro el patrimonio histórico y cultural de la Nación. Se trata de demostrar que la asamblea adolescente está por encima de todo.

Ahora imagine, estimado alumno, que luego de seguir las humildes sugerencias de este manual, los niños y jóvenes argentinos abandonan la educación privada y acuden masivamente a las aulas de la escuela pública. ¿Lo cree posible?.¿Cree que de una vez por todas llegaremos a ver el fin de los capitalistas de la educación? Ud. puede, si se lo propone.

Por último, estimado alumno, tenga siempre presente que las humildes sugerencias de este manual sólo pueden llevarse a cabo ante la pasividad y negligencia de las autoridades públicas, y, desde ya, ante la ineptitud de sus propios padres.

©  Escrito por José Lucas Magioncalda el sábado 28/09/2013 y publicado por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La dibujante... De Alguna Manera...

La dibujante...

 


El Presupuesto, la seguridad, los medios y la paranoia: vale todo. Hay cosas sobre las que hay que ponerse de acuerdo”, señaló Cristina Fernández de Kirchner en su “Aló Presidenta” del jueves en Misiones, al criticar a los diputados que no votaron afirmativamente el proyecto de Ley de Presupuesto 2014. Curiosa aspiración de imposible concreción para un gobierno que considera que la búsqueda de acuerdos con la oposición es la representación de una apostasía. Es que, por otra parte, y tal como ha ocurrido en años anteriores, el Presupuesto 2014 es un dibujo de tales dimensiones que la posibilidad de llegar a lograr la unanimidad requerida por la jefa de Estado tenía el valor de un esfuerzo vano.


Como tantas de las cosas que suceden con el kirchnerismo, hay afirmaciones hechas desde el oficialismo que son exactamente al revés de lo que exhiben las mismísimas planillas oficiales. Así, por ejemplo, donde se habla de superávit, lo que habrá es déficit; y donde se habla de desendeudamiento, lo que sucederá, en verdad, es un creciente endeudamiento.

Veamos, si no, unas pocas cifras: para 2013, el Presupuesto proyectaba un superávit de $ 1.085 millones. Ahora, en cambio, los números del Gobierno muestran que lo que hay es un déficit de $ 46 mil millones. A pesar de ello, la mayoría de los analistas económicos independientes reconoce que, a fin de año, esa cifra –la del déficit– trepará a los $ 60 mil millones. Por otra parte, en el Presupuesto de 2014, se estipula un superávit de $ 3.500 millones. Lo que nadie explica es cómo se hará para pasar de un déficit de 60 mil millones a un superávit de 3.500 millones. Esa es la “magia” del kirchnerismo.

El año que viene la Argentina tiene que hacer pagos de su deuda externa que ahondarán el rojo de las cuentas públicas. A ello hay que agregarle el monumental desembolso que habrá que hacer para seguir abasteciendo el requerimiento energético del país. Según los cálculos actuales, esa cifra oscilará entre los 15 mil y los 16 mil millones de dólares. Todos estos números representan no sólo desafíos para el actual gobierno, sino también para el que lo sobrevenga a partir de 2015. Estos datos, sobre el que quienquiera que aspire a suceder a Cristina Fernández de Kirchner deberá reflexionar muy bien, exigirán un arduo estudio para idear soluciones que la realidad le exigirá con premura.

El Gobierno ha puesto a trabajar a la maquinita de hacer billetes a toda velocidad. El clima interno que se respira allí es horrible. La semana estuvo tomada por los fuertes rumores sobre la posible renuncia de Guillermo Moreno. A ciencia cierta, nadie sabe con precisión qué es lo que va a pasar con él. El secretario de Comercio Interior es un campeón del fracaso. Nada de lo que ideó y puso en práctica funcionó. Sin embargo, la Presidenta, que lo defiende a capa y espada, le sigue otorgando un rol preponderante y un sitial privilegiado dentro del desbande que constituye el inarticulado rejunte de funcionarios que ocupan los diferentes cargos del área económica. Lo peor para Moreno es que ahora ya ni el florido repertorio de sus aprietes –bravuconadas, insultos, groserías y ofensas– surge ya efecto.

Todo es poco en esta carrera contra reloj orientada a tratar de revertir el resultado adverso de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). En la provincia de Buenos Aires, a cuyo gobernador acusaban de ser un pésimo administrador que no se hacía cargo de nada y al que le retaceaban fondos para pagar el aguinaldo de los docentes, ahora el dinero fluye en abundancia. La incógnita por develar es si esto continuará después del 27 de octubre. A Daniel Scioli, el kirchnerismo de paladar negro lo quiere cada vez menos.

Acorde con lo que es norma en el oficialismo, el manejo de la así llamada “nueva política” de seguridad en territorio bonaerense exhibe los mismos defectos de discrecionalidad, arbitrariedad y favoritismo político de los que el Gobierno hace gala todo el tiempo. Así, pues, el grueso de los efectivos de Gendarmería está siendo desplegado en los municipios kirchneristas. A los que no lo son les llegan menos –en algunos casos, con el desconocimiento absoluto del intendente del lugar– o, directamente, no les envían a nadie.

Envuelta en su tirria contra los medios, la Presidenta ha echado mano en estas últimas semanas a una nueva teoría conspirativa, según la cual los medios argentinos –sobre todo la televisión– no dan cuenta de las noticias internacionales con el objetivo de que los argentinos no se enteren de cuán mal le va al mundo y de cuánto mejor, en comparación, le va al país.

Al decir esto, Fernández de Kirchner demuestra un desconocimiento profundo de la realidad. Para mencionar tres ejemplos que la contradicen, ahí están Pedro Brieger, Telma Luzzani y Raúl Dellatorre, que conducen un muy buen programa sobre temas internacionales en Canal 7; Pepe Gil Vidal que, con igual calidad, hace lo mismo en TN, al margen de sus columnas en Telenoche; y Andrés Repetto con su labor en Telefe.

Al decir cosas como éstas, la Presidenta demuestra una vez más cuán profundamente la ha afectado el Síndrome de Hubris, un mal del poder.

Producción periodística: Guido Baistrocchi.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 29/09/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


 

El futuro de los medios II... De Alguna Manera...

El futuro de los medios II...

En el artículo anterior me referí al congreso de la Federación Internacional de Prensa Periódica (FIPP), que concluyó en Roma el miércoles último. El contexto de guerra entre los medios de Berlusconi por un lado y los de sus opositores por el otro no podría ser mejor espejo para los argentinos, dado el enfrentamiento del Gobierno con Clarín. Lo que para hacerlo aún más familiar suma al papa Francisco, quien también lleva adelante su propia batalla comunicacional e indirectamente interviene en la pelea de fondo.

En Italia la guerra ya la perdió Berlusconi y la ganó el principal medio de oposición: el diario La Repubblica más la revista L’Espresso. Fue la Corte Suprema de Justicia la que terminó de derrotar a Berlusconi con una serie de fallos que lo condenan por evasión fiscal, por corrupción de menores, y a pagar 500 millones de euros de indemnización justo al dueño del diario La Repubblica y la revista L’Espresso, por haber sobornado a un juez en los años 90 para que dejara sin efecto el derecho de preferencia de La Repubblica/L’Espresso para comprar la mayor editorial de revistas de Italia: Mondadori, que tras esta trampa se la quedó Berlusconi.

Hoy Mondadori –que entre sus varias decenas de revistas edita Panorama, la competencia de L’Espresso– tiene un valor de mercado de 250 millones de euros, pero Berlusconi tendrá que pagar el doble de lo que vale por haberla adquirido ilegalmente. La presidenta de Mondadori es la hija de Berlusconi, Marina, a quien él quiere lanzar como su sucesora política al quedar inhabilitado para cargos públicos.

Panorama y todos los canales de televisión de Berlusconi son de derecha, mientras que la revista L’Espresso y el diario La Repubblica son de izquierda (Berlusconi, al tener televisión, no puede ser dueño de diarios). La implosión de Berlusconi hace que los conservadores italianos hablen de la necesidad de recrear un “centro moderado”, la redundancia es un síntoma de la incomodidad para definirse como centroderecha.

En la galaxia italiana actual, el Papa es visto como de izquierda y cosecha adhesiones de sectores tradicionalmente anticlericales y ateos, como el director y fundador del diario La Repubblica, quien definió a Jesucristo como un gran comunicador, precursor de Twitter por sus mensajes cortos y fáciles, y al propio Bergoglio como su discípulo y continuador.

Sobre la comunicación en tiempos de Twitter trató el congreso de la FIPP, cuyas conclusiones podrían sintetizarse en que lo que verdaderamente cambia es el uso del tiempo y hay una plataforma correcta para cada momento. Por ejemplo, y muy simplificadamente, para recibir información sería: los días laborables, radio a la mañana, sitios de noticias durante el día y televisión a la noche; el papel, sólo los fines de semana. Hay que buscar a la audiencia en la plataforma en la que se encuentre en cada momento.

Los ciclos de compra son lo que se modifica: mayoritariamente antes se cambiaba el auto cada cuatro años y hoy, cada tres; al revés, antes se compraba el diario los siete días de la semana, ahora sólo dos.

La aceleración del tiempo informativo es causa y consecuencia del mejoramiento de todos los dispositivos móviles. Las tabletas y los celulares inteligentes son una revolución comparable a la masificación de las computadoras personales en los años 90. La publicidad en teléfonos se multiplicó por nueve el último año. El video en internet se triplicó.

Cada vez hay más información para la misma cantidad de tiempo de la audiencia y los mismos presupuestos publicitarios, lo que hace inviable que los medios continúen sustentándose con las mismas fuentes de ingreso que hasta ahora. Sólo en 2012 se crearon 51 millones de sitios nuevos en internet. Los contenidos gratuitos serán las informaciones a las que, como commodities, todos tendrán acceso. Los contenidos de calidad serán pagos también en la web.

La otra fuente de ingresos será el e-commerce, donde ya 24% de las compras online están siendo hechas desde celulares inteligentes y Amazon ya despacha 2 mil millones de artículos por día (“piense como retail y actúe como medio” es la frase más repetida).

El desafío se centra en cómo ser rentable sin traicionar el pacto de lectura, en un contexto donde “el cambio es Dios” porque se reinventa todo, todos los días. El contenido es líquido y cambia de un lugar a otro, pero los consultores coinciden en la ecuación 1-9-90 porque sólo el 1% de los que interactúan en internet produce contenido nuevo, sólo el 9% edita (agrega o lo reproduce) y el 90% es usuario pasivo de la web.

El presidente internacional de Hearst, la empresa de medios fundada por quien inspiró a Orson Welles para hacer Ciudadano Kane, sostuvo en la FIPP: “Mantenemos en nuestras heladeras muchos productos vencidos”.

Pero más allá de que la mejora tecnológica de los dispositivos sea exponencial, los algoritmos matemáticos no podrán resolver dilemas de buen gusto o éticos, entre tantos otros. Siempre harán falta interpretadores, analistas y críticos. Ellos serán los protagonistas de la era del conocimiento, la que dejará atrás a la de la información que, por su sobreabundancia, pasará a tener poco valor. Calidad, no cantidad.

Volviendo al papa Francisco, desde la Argentina no se alcanza a comprender la relevancia mundial que alcanza como comunicador. Y cuando todo es comunicación, cuesta creer que el futuro de los medios no pueda ser promisorio para aquellos que quieran y sepan encontrarlo.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el domingo 29/09/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.