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miércoles, 11 de mayo de 2016

Boca Juniors 0 vs. Huracán 0... @dealgunamanera...

Empate en la Bombonera…


Huracán empató esta noche sin goles ante Boca Juniors por la décimo cuarta fecha del Campeonato de Transición 2016 en el estadio Alberto J. Armando.

© Escrito por Rodrigo Da Silva el domingo 08/05/2016 y publicado por el Departamento de Prensa del Club Atlético Huracán. Fotos: Daniel Méndez.


A lo largo de todo el encuentro, los de Parque Patricios merecieron llevarse la victoria ante el muleto Xeneixe que si bien no hizo mucho para conseguir un resultado productivo, logró marginar a Daniel Montenegro de la pelota en terreno ajeno y privó a Ramón Ábila de las situaciones y posiciones en el área a las que está acostumbrado a partir de la solidez de Fernando Tobio.

Ahora bien, de merecer a concretar hay un paso muy largo. El Globo generó ocasiones, intentó por diferentes sectores del campo pero le faltó profundidad y la capacidad de concreción en la puntada final.

Lo mejor del elenco de Eduardo Domínguez fue la fiereza, la inmolación y la incansable predisposición para con los otros diez compañeros de Matías Fritzler. Cuando tuvo que meter en el medio, ganó. Cuando tuvo que meterse entre los dos centrales, lo hizo y hasta cuando tuvo que ayudar al equipo para ir en busca del arco rival, fue el primero en hacerlo. Definitivamente, el polaco es uno de los que mejor rendimiento ha tenido en el semestre y es por eso que se ha vuelto irremplazable.

Con respecto a lo que viene, existe una disyuntiva que habita entre las charlas Quemeras. ¿El balance es positivo o negativo? Es necesario comprender que se pudo ante un nivel de exigencia altísimo y que este plantel lo ha dado todo. Ha jugado veintitrés partidos en noventa días, doble competencia, viajes, el mismo accidente y hasta ha sufrido contra factores extra futbolísticos que lo han privado de la clasificación y de puntos en el campeonato. Por todo esto, reconozcamos que lo que se ha hecho es más que bueno sabiendo que siempre se puede mejorar.

Boca: 0

Guillermo Sara; Nahuel Molina Lucero, Fernando Tobio, Alexis Rolín, Jonathan Silva; Alexis Messidoro, Cristian Erbes, Julián Chicco, Nicolás Colazo; Sebastián Palacios y Nicolás Benegas. DT: Guillermo Barros Schelotto.

Huracán: 0

Marcos Díaz; José San Román, Martín Nervo, Federico Mancinelli, Luciano Balbi; Matías Fritzler, Mauro Bogado; Cristian Espinoza, Daniel Montenegro, Mariano González; Ramón Ábila. DT: Eduardo Domínguez.

Cambios en el segundo tiempo: 20m Rodrigo Bentancur por Erbes (B), 25m Alejandro Romero Gamarra por Montenegro (H), 36m Pedro Silva Torrejón por Colazo (B), 39m Lucas Chacana por Fritzler (H).

Estadio: Alberto J. Armando (Boca).

Árbitro: Mariano González.




Mariano González le anuló el 1-0 a Boca a instancias del primer asistente, Norberto Moyano, quien levantó la bandera por un supuesto offside de Jonathan Silva. Mirá el video.

A primera vista es offside, por eso se le da la derecha al asistente. Pero... ¿era?

En el momento que sale el centro de Palacios pareciera que Jonathan Silva está en la misma línea que el defensor de Huracán, San Román, quien sigue de cerca también a Benega, que sí estaba inhabilitado.

Tal vez eso haya sido lo que confundió al Juez de línea número 1, Norberto Moyano, quien no dudó en levantar la bandera, motivo por el cual el árbitro Mariano González le anuló el 1-0 a Boca.

© ESPN Video / Diario Olé del 09/05/2016

jueves, 10 de marzo de 2016

Roberto Perfumo, el Marisacal. (1943-2016)... Q.E.P.D. @dealgunamanera...

Murió Roberto Perfumo, una gloria del fútbol argentino…

Roberto Perfumo. Fotografía: CEDOC

A los 73 años, el Mariscal falleció luego de sufrir un traumatismo de cráneo. En Racing integró el mítico Equipo de José campeón de América e Intercontinental. También jugó en River y participó de dos Mundiales con la Selección.

© Publicado el miércoles 10/03/2016 por el Diario Perfl de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El exfutbolista Roberto Perfumo falleció hoy a los 73 años luego de haber sufrido un traumatismo de cráneo, producto de una caída en la escalera de un restaurant.

El Mariscal, como se lo conocía al ex defensor de Racing, Cruzeiro y River dejó un gran recuerdo en los fanáticos del fútbol por su temperamento y por su nivel en la última línea. Años más tarde volcó sus conocimientos tácticos como entrenador y posteriormente se dedicó al análisis en medios deportivos.

Tuvo destacadas labores como comentarista en los partidos de fútbol de Primera División y siempre se caracterizó por su buen humor en las transmisiones de Fútbol para Todos. Además, fue panelista del programa Hablemos de Fútbol, en ESPN + y escribía columnas en la contratapa del Diario Olé.


Nacido en Sarandí, Buenos Aires, un 3 de octubre de 1943, Perfumo se inició en las Inferiores de River, donde debutó en la quinta división con 17 años. Sin embargo, años más tarde pasó a Racing.

En la Academia, Perfumo demostró su nivel y logró ganar campeonato argentino, Copa Libertadores y Copa Intercontinental (1967) en el memorable equipo de Juan José Pizzuti, en el cual fue figura y líder.

Su carrera como futbolista continuó en el Cruzeiro de Belo Horizonte, donde fue campeón en tres oportunidades. Regresó a River en 1975 y, fiel a su costumbre, dio otras tres vueltas olímpicas: Metropolitano y Nacional de 1975 y Metropolitano de 1976.

En la Selección Argentina, el Mariscal llegó a jugar dos Copas del Mundo: Inglaterra ’66 y Alemania ’74 y totalizó 37 partidos oficiales con la Celeste y Blanca. El sabor amargo fue aquella eliminación en La Bombonera ante Perú en 1969.

Al retirarse, Perfumo inició su carrera de entrenador en Sarmiento de Junín en 1981 y continuó en Racing (1992), Olimpia de Paraguay y Gimnasia y Esgrima La Plata, donde consiguió la Copa Centenario en 1993.


domingo, 31 de mayo de 2015

Leonel Messi, mejor que en la Play... @dealgunamanera...

Mejor que en la Play...
En 10 segundos, 10 recursos futbolísticos para meter un golazo y mostrar por qué es el mejor del mundo. Messi y un tutorial en vivo de cómo se controla, se elude, se frena, se aguanta, se piensa, se remata.
Messi se empecina en no hacer goles normales. El primero que hizo para ganar la Copa del Rey sintetiza los recursos futbolísticos y físicos que lo convierten en el mejor del mundo. Diez segundos para un gol antológico. Diez recursos para entender por qué es el mejor del mundo. Segundo a segundo, recurso a recurso.
Un gol que si tenés a Leo en la Play Station, no lo podés repetir...

Control

Cuando recibió la pelota se tomó menos de un segundo para leer todo lo que se le podía venir. Control de la pelota y del juego. Parece que sólo mira los pies de Balenziaga pero ya sabe que hay otros dos jugadores del Bilbao que lo van a ir a cerrar. 

Amague y distracción

Su primer gesto técnico salir hacia dónde hay más lugar, enganchar para la izquierda. El movimiento es mínimo, rápido y enseguida lo frena en dirección contraria para ya ganar un espacio por el que se va a poder colar.

Velocidad de reacción

Forzó el espacio al enganchar y su pique corto dejó atrás a Balenziaga que intento frenarlo con la mano pero ni con eso pudo ponerse al nivel de Leo en la carrera. Messi advirtió que se le vienen dos más... 

Paciencia

Sabía que lo iban a encerrar y no se desesperó. Un tiempo que consiguen sólo los que tienen la claridad de esperar al momento justo. Se detuvo e invitó a que le vinieran a cortar. Los "provocó" futboleramente y caerían en la trampa.

Repentización

Beñat fue a buscarlo y Messi ya había enganchado hacia el medio. Lo dejó medio en ridículo pisando la línea.

Técnica individual

No hay espacios pero él los consiguió. Técnica individual para toca la pelota por un vació que sólo vio él. Balenziaga quedó pagando. Rico se dio cuenta de que avanzaría y empezó a correr para cerrarlo.

Convicción

Messi fue quizás el único de todos los que vivieron cerca de la jugada, con la convicción de que una jugada más al costado de la cancha podía ser una jugada de gol. Y no dudó en encarar en diagonal por más que Rico se le viniera encima.

Fortaleza física

Rico se le fue encima y Messi lo borró bancando físicamente el cruce. Sabía que su velocidad era imposible para el rival pero justamente venía tan a mil que cualquier contacto podía desestabilizarlo. A él, no.

Gambeta

¿Quién dijo que en el área no hay espacio? ¿Quién dijo que no hay tiempo para seguir inventando historias? Laporte trató de sacarlo para afuera y Leo hizo un rebaje infernal. Iba a 100 km. por hora y lo gambeteó hacia adentro.

Poder de definición y gol

Cuando vio que se le venían otros dos rivales encima, Messi sacó el zurdazo al primer palo. Sin espacio para darle trayectoria a la pegada, metió el remate seco y fuerte. Si el arquero esperaba su clásico tiro con comba hacia el segundo palo, no contó con Messi.
Diez segundos, diez recursos, un jugador, dos copas y el sueño de una tercera en días. Messi hizo un partido genial. Para ser campeón, para ser otra vez mejor que en la Play.

© Escrito por Diego Macías el sábado 30/05/2015 y publicado por el Diario Deportivo Olé de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


  

jueves, 5 de marzo de 2015

No me peguen, soy Giordano... De Alguna Manera...

"Trato de mantenerle el look al arco de Huracán"… 
Giordano y la dura tarea de reemplazar a Marcos Díaz.

Este Giordano no es Roberto, pero le pone estilo al arco del Globo. Reemplazante de Marcos Díaz, Matías disfruta de la Libertadores luego de una vida en el Ascenso (“Es un premio”) y cuenta que los hinchas y sus propios compañeros lo cargan con el famoso coiffeur. No le peguen... ¡al arco!

El desgarro de Marcos Díaz despeinó un poco a Huracán. Y no porque detrás de él no hubiera un suplente, o dos, sino más bien por lo que significa el arquero, que en la consagración de la Copa Argentina fue determinante atajando penales. Sin embargo, el arco del Globo parece no haber perdido el glamour.

Matías Giordano, el hombre de 35 años, le aportó su propio estilo. “Trato de mantenerle el look al arco de Huracán, intento que no crezca demasiado el pasto, je”, le cuenta a Olé el arquero de Haedo que debutó en Chacarita en 1997 y gastó las suelas de sus botines pisando casi todas las canchas del Ascenso; y que ahora, claro, comienza a lucirse en el torneo pero también en la Libertadores, en donde se dio el gustazo de jugar en el Mineirao.

-¿Te cargan tus compañeros por el apellido, igual al de Roberto?
-Ja. Y, más o menos. La verdad es que cuando lo hacen me divierto y sirve para pasar un buen rato. Pero también lo hacen los hinchas, tanto de local como de visitante. Me gritan “No me peguen, soy Giordano”. Y yo me río, la paso bien.
-Por tu presente te sobran motivos para pasarla bien...
-En lo deportivo es como tocar el cielo con las manos. Todavía no caigo. Recibo llamados de mi gente, de mi familia, y recién hoy trato de tomar dimensión de todo esto. Por el sacrificio de mi carrera yo lo tomo como un premio, aunque no quiero quedarme con eso solo. Estoy disfrutando muchísimo.

-Empezaste de abajo, mucho recorrido, ¿no?
-Y mirá, conozco todas las canchas del Ascenso. No tengo vergüenza de decirlo, eh. Sacando la Primera D jugué en todas las categorías, hasta en el Argentino A con Talleres de Córdoba. El sabor de este presente es diferente por eso. Pasar de jugar en campos de juego sin gente, sin custodia, y con tantas otras cosas, a pisar el Mineriao. Para mí fue una sensación única.
-¿Y cómo viviste esa experiencia nueva?
-Ufff, hermoso. Ya el día anterior que fuimos a reconocer el campo de juego para muchos de nosotros, la mayoría, fue emocionante. Personalmente a mí me generó muchos sentimientos. Sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de jugadores que pasaron por ahí. Tener ese privilegio, y más a esta edad, para mí es un premio.
-Más allá de su historia grande, el campo del Mineirao no estaba del todo bueno.
-Es verdad, no estaba bueno, pero para nosotros estaba bárbaro ja, ja. Más que nada por el marco, por cómo se dio, por las instalaciones de la cancha, mismo el estacionamiento cuando llegamos, todo. Un estadio que remodelaron para el Mundial y por el que pasaron tantas figuras.
-Y en donde Brasil se comió siete con Alemania... ¡Vos zafaste!
-Sí, nos reíamos de eso cuando entramos a la cancha antes del partido. El empate se festejó porque en la previa era dificil, muchos decían que íbamos de punto, ésa es la realidad. Mismo nosotros, eh, porque cuando te toca Cruzeiro en el grupo decís “es un partido perdible”. Pero nos enfocamos. Este equipo siempre se fortalece en las adversidades y nos vino bien dejar atrás la imagen de cuco que tenían los brasileños.
-Cuando debutaste en Huracán no te fue del todo bien y por ahí varios te criticaron, ¿esto es una revancha?
-Conseguir buenos rendimientos es la mejor arma que podemos tener los jugadores. Tratar de seguir trabajando cuando se habla como a uno no le gusta que se hable. Creo que ésa es nuestra herramienta para salir adelante. Siempre quiero estar preparado para cuando me toque entrar y así darles una mano al equipo y técnico.
-Pasaste de atajar muy poco a jugar dos veces por semana. ¿Cómo lo estás manejando?
-Con tranquilidad, paso a paso. Me tocó jugar con Mineros cuando se lesionó Marcos (Díaz), después con Godoy Cruz y bueno, con Cruzeiro. Ahora no voy a llegar contra Gimnasia por la distensión en un cuádriceps, aunque sí espero estar frente a Universitario de Sucre, el martes que viene en Bolivia.
-Y la otra semana el clásico con San Lorenzo, ¿lo estás palpitando?
-Yo quiero estar siempre, y para eso me quiero recuperar bien. Todavía falta, veremos qué pasa.
© Escrito el jueves 05/03/2015 por Nicolás Migliavacca y publicado por el Diario Deportivo Olé de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



domingo, 1 de febrero de 2015

Néstor Apuzzo. Las estatuas son para los grandes… De Alguna Manera...

Las estatuas son para los grandes…


Apuzzo, campeón en el Globo, no se pone a la altura de Ringo, de Menotti ni de Masantonio: "Ellos son unos maestros". Una historia de vida...

Las calles de Parque Patricios ya saben de quién se trata. Las suelas de Néstor Apuzzo están gastadas por las baldosas de Urquiza, las de Caseros, las de 24 de Noviembre y, por qué no, por el empedrado de Rondeau. “Es el mejor barrio del mundo, hermano”, dice el técnico del Globo y se regocija porque todavía lo camina; esta vez junto a Olé. Se ríe con la producción, pero agarra viaje. “Este es un monstruo, eh”, y señala a Ringo Bonavena, el gran campeón inmortalizado frente a la sede. “¿Y aquél de allá? ¡Mamita!”, redobla la apuesta y ahora indica que unos metros más adelante está el monumento a Herminio Masantonio, goleador eterno. Posa, sonríe, flash.

-Alejandro Nadur dijo que a Marcos Díaz hay que hacerle una estatua por los penales, ¿a vos también?
-Naaa, eso es una boludez. Las estatuas son para los grandes. Yo soy una parte de Huracán y tuve suerte de meterme en la historia linda. El reconocimiento a ese nivel debe ser para Ringo, Masantonio, Menotti...

-Bueno, pero al menos un reconocimiento por pasar la vida en este barrio...

-Llegué justo en el 73 a Huracán, imaginate. Tenía diez años. Estuve en las Infantiles, entrenábamos en el Autódromo. Ese año también llegó el Turco García, Claudio Morresi, Omar De Felippe, con el que después hice Inferiores. Ya cuando tenía 16, Vicente Bonavena me subió a la Reserva...

-Pavada de apellido...

-El hermano de Ringo, un fenómeno. Después fue presidente de Riestra. Teníamos una gran relación, me adoraba. Tuvo mucho que ver en mi carrera aunque no llegué a debutar en Primera.

-¿Cómo es eso? 

-Me quedó la deuda de debutar en Primera con Huracán. Estuve muchos años en la puerta por distintos problemas como la guerra, lesiones, enfermedades.

-¿Te marcó Malvinas? -No me gusta hablar de eso, salí muy mal de la guerra aunque no fui. Estuve en Boulogne y en el continente, no en combate como Omar, quien es un tipo al que quiero mucho. Somos sufridos, sabemos lo que es pasarla mal. Ojalá que algún día él sea técnico de Huracán.

-¿Y a qué te referís con “las enfermedades”? 

-Mi carrera estuvo interrumpida también por una infección en la planta de un pie. Creían que era un tumor, no me querían tocar. Jugué como 15 partidos con una goma espuma, rengo. Después estuve parado por un palazo que me dio un principal en la colimba...

-Pará, pará, ¿cómo? 

-Sí, me generó un problema muy grave en un riñón. Cada vez que me exigía de más orinaba sangre. Tuve que esperar que me cerrara esa vena para volver a jugar.

-¡Ah, bueno! ¿Algo más? -Sí, hepatitis B...

-¿Es joda, no? 

-No, no. La misma que tuvo Maradona y Valdano, a quien lo sacó del Mundial 90. Estuve al borde de la muerte. Un año y medio sin jugar; cuando vuelvo, Huracán me deja libre. No le hice juicio.

-Uff, balde de agua fría...

-Estaba muy depresivo por la guerra y los médicos me decían que no iba a volver a jugar porque a los 20 tenía el hígado de una persona de 50... Igual, me convencieron, eh: jugué en Sportivo Barracas, en San Pedro, en el exterior y Lugano. Pero ya no me sentía el mismo futbolista, me dediqué al trabajo. Una playa de estacionamiento, un taxi y al final una rotisería. Me retiré.

Con los cortos, el Cabezón era más derecho que zurdo, gozaba de una buena pegada y panorama. “Tenía talento, pero era vago. Como sabía que me ponían igual jugaba por la sombra”, se suelta quien arrancó de enganche y terminó de 5. No así en el futsal, deporte con el que regresó a Huracán con 28 años y con el que ganó todo como jugador y DT: “Jamás pensé que iba a dirigir, como me dijo el Tano Passini en Lugano”.

-¿Cuándo empezaste con la formación? 

-Con el baby de Huracán. Salieron jugadores como Defederico, Cura, Monzón, Nieto... Después quedé como coordinador de Infantiles. Y cuando llegó Brindisi, en 2002, me subió a Inferiores. El me metió en la formación, por así decirlo.

-¿Y cómo te fue? 

-La Novena fue campeona y el baby también. Una revolución en Huracán.

Olé sacaba el Suple del Globo y los mencionaba a todos porque se veía que había futuro.

-¿Ahí ya arrancaste con los interinatos? 

-Claro, en el 2003 sacamos jugadores como Goltz, Grimi, Osvaldo, Sánchez Prette, Milano, Larrivey... A Quiroz le va mal y me suben a Primera: 2-0 a Chicago, en Mataderos, con un gol de Osvaldo. Hice llorar a 30.000 tipos pero por los gases... ¡Se armó un lío bárbaro! -Aunque te fuiste...

-Cuando llegó Babington, en 2007, llevó a Amodeo y me fui; me debían los premios. Tampoco hice juicio.

-De nuevo la calle.

-Estaba mal por dejar a Huracán. Pero un día sonó el teléfono y me dijeron que me querían en el Barcelona... Les dije “no me carguen más” porque pensaba que era joda. Era verdad.

-¿Eh? 

-El Proyecto Barcelona. La primera filial en Sudamérica, bajaban línea de España. El día que iba a La Candela a negociar, llevaban el cuerpo de Perón por la Ricchieri. Tenía que estar a las 15.30, llegué a las 17... Me esperaron. Conocí a Messi, un tipo muy humilde.

Pero el destino lo puso otra vez en Patricios. “Apenas asumió Nadur me llamó a mí y a Cámpora, je”, dice Apuzzo, quien tiene su biografía encaminada. Allí surgieron Gonzalo Martínez, Bustos, Campana, Gallegos, Villarruel... Y aun con las tres hernias de disco, por las que debe infiltrarse cada que vez que dirige, se bancó cuatro interinatos.

-Faltaban siete fechas, Huracán estaba último y vos agarraste. ¿Sos loco? -Jaja, no. Me ayudó mucho conocer a estos jugadores, gané tiempo. Tenía una sola bala. Les llegamos rápido.

-Si te digo Pity, Espinoza, Romero Gamarra...

-¡Mis hijos! El Pity es crack; Espinoza tiene la mente de un tipo de 30 años; y acordate que el Kaku la va a romper. No me equivoqué, eh.

-No debutaste como jugador, pero al igual que Menotti fuiste campeón.

-Todo lo que Dios me sacó como jugador me lo dio como entrenador.

-¿Y Dios? 

-Tengo su teléfono, le voy a pedir ayuda para jugar la Libertadores...

-Ahí te consagrás.

-¡Ojalá! Si le hago mal a Huracán vuelvo a Inferiores. Aunque con estos pibes no vamos a perder tres partidos seguidos...

© Escrito por Nicolás Migliavacca y publicado el domingo 01/02/2015 por el Diario Deportivo Olé de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.