domingo, 19 de abril de 2015

Estela Morandi, Q.E.P.D. ... @dealgunamanera...

Dolor por la muerte de la jefa de Catástrofes del SAME, Estela Morandi...

Dolor por la muerte de la jefa de Catástrofes del SAME, Estela Morandi.

Participó en las tareas de rescate de los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA, las tragedias de Cromañón y Once.

A los 60 años, la jefa de Catástrofes del SAME durante dos décadas, Estela Morandi, falleció días atrás en forma repentina en su casa.

Morandi, considerada por sus compañeros como una heroína, participó de las tareas de rescate de trágicos hechos que conmovieron a la sociedad como los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA, en el despiste del avión de LAPA, en el incendio de Cromañon y en la Tragedia de Once.

“Mi mamá era un ejemplo excepcional, estuvo frente a todas las catástrofes de los últimos veinte años y entregó todo a sus compañeros”, indicó en diálogo con Radio 10 su hija Paula Acunzo, quien la recordó como una madre “excelente y generosa”. 


Sus compañeros le rindieron homenaje con el inconfundible ruido de las sirenas tronando durante diez minutos, cortando la calle Monasterio -donde se sitúa la central de Emergencias- y con una imagen de Morandi emocionada en pleno rescate de víctimas en la estación de Once.

Morandi era médica tocoginecóloga y legista, egresada de la Universidad de Buenos Aires. Trabajó en hospitales públicos hasta que se inclinó por la emergentología y arribó al SAME.

Su hija recordó una anécdota que refleja la esencia de Morandi: “Una vez de vacaciones en Mar del Plata, mi madre vio como se cayó una señora, fue la primera en asistirla y se quedó junto a ella hasta que llegó la ambulancia”. Y fue el director del SAME, Alberto Crescenti, quien se deshizo en elogios: “En un mundo donde todos miran cada vez más para otro lado cuando pasa algo, ella ayudaba sin mirar”.


© Publicado el sábado 18/04/2015 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El profesor de Obama… @dealgunamanera...

El profesor de Obama…

Mangabeira Unger: Ministro de Asuntos Estratégicos de Brasil, tanto de Lula en 2007 como de Dilma en 2015. Foto: Cedoc Perfil.

Análisis sobre el pensamiento del prestigioso académico Roberto Mangabeira Unger, respecto de la comparación entre Brasil y Argentina.

No todos los argentinos tienen conciencia de lo mucho que afecta a su vida cotidiana aquí lo que pasa en Brasil. Los economistas estiman que cada punto que crece o decrece Brasil modifica el crecimiento o decrecimiento económico de Argentina en 0,3 (en las exportaciones, cada 1% de crecimiento en Brasil equivale a 2,4% de nuestro crecimiento). Exageradamente: un tercio de nuestra suerte depende de la suerte de Brasil.

Eso desde lo cuantitativo, pero desde lo cualitativo es aún mayor porque compartimos la misma zona geopolítica (entre los dos países concentramos casi todo el océano Atlántico sudamericano) y geocultural (el 95% de la población de ambos países está compuesto por inmigrantes).

Eso ha hecho que muchos fenómenos sociales se produjeran en paralelo (aunque en Argentina siempre un poco más dramáticamente): Getulio Vargas-Perón, dictaduras militares, democracia, neoliberalismo y populismos. Se podría decir que el kirchnerismo no habría llegado tan lejos o quizás habría sido diferente sin el Partido de los Trabajadores gobernando Brasil desde 2003: Lula asume el 1º de enero de 2003 y Néstor Kirchner, cinco meses después.

Entender qué está pasando hoy en Brasil ayuda a comprender los desafíos y las amenazas del nuevo ciclo que está por comenzar sin un Kirchner en la presidencia por primera vez en doce años. Para explicarlo, Perfil eligió al intelectual de la política brasileña más reconocido internacionalmente, el filósofo Roberto Mangabeira Unger, miembro de la Academia Norteamericana de Artes y Ciencias, quien, siendo el más joven profesor de la Universidad de Harvard, fue docente de Obama cuando estudió allí paradójicamente la materia Democracia Realizada, sobre alternativas institucionales. Y el presidente de EE.UU. dijo públicamente que Mangabeira Unger había sido el mejor profesor que tuvo en Harvard.

También fue ministro de Asuntos Estratégicos de Lula, cargo al que volvió en este segundo mandato de Dilma a partir de que el Partido de los Trabajadores le entregó la conducción del gobierno al PMDB. Mangabeira Unger, además, fue fundador de este partido, al que pertenecen el actual vicepresidente del país, los presidentes de las cámaras de diputados y senadores, y que en los años 70 fue el partido de oposición a la dictadura militar.

Mangabeira Unger también tiene la suficiente distancia crítica de Brasil como para juzgar a su país con visión internacional y ser un buen traductor de localismo para los extranjeros, porque él mismo es un poco extranjero: su padre era norteamericano de origen alemán y su madre, brasileña; nació en Brasil cuando estaban de visita porque vivían en Estados Unidos, país donde Mangabeira Unger residió hasta los 11 años y recién volvió a su país cuando su madre enviudó.

Hizo el colegio secundario en Brasil y tras recibirse de abogado fue a realizar su posgrado a Harvard, donde quedó como profesor permanente. Mangabeira Unger cree que el Partido de los Trabajadores y el kirchnerismo fueron útiles para sacar de la pobreza a una parte significativa de quienes estaban en esa condición, apelando a incentivar el consumo con subsidios de distinto tipo, pero que la crisis actual es el resultado de sus incapacidades para superar el próximo desafío, que es convertir a esos consumidores en productores porque para lograrlo hacen falta cambios estructurales mucho más difíciles de generar que repartiendo dinero con subsidios. Lo que Mangabeira Unger denomina como pasar de democratizar la demanda a democratizar la oferta.

Otro análisis sistémico que comparten las políticas de Argentina y Brasil son nuestras dos grandes corrientes políticas históricas: el Partido de la Onda, aquel que reconoce el humor social de época como correlación de fuerzas imposible de modificar y, como no se puede quebrar la onda, la surfea; y el Partido del Mensaje, los liberales puros, los socialistas puros que vivieron siempre con la angustia de “por qué esto aquí no es como en Inglaterra o como en Francia”. Tanto en Brasil como en la Argentina, el partido dominante fue siempre el Partido de la Onda, que en nuestro país encontró en el peronismo su representación más acabada.

Mangabeira Unger es autor de frases célebres como: “Un progresista es siempre un conspirador contra el destino”. “La esperanza no es la causa de la acción sino su consecuencia”. “Hay que desilusionarse de la desilusión”. “Las elites de nuestros países no hacen ni política ni ideas, sino política de las ideas”. “Para tener grandeza primero hay que mostrar grandeza”. “Hacer de Brasil una Suecia tropical”. “Hacer de Argentina y Brasil un solo país”. “La tendencia mundial en el pensamiento político es una especie de hegelianismo de derecha”.

Cree que Brasil es lo más parecido a EE.UU.: tienen ambos la misma cantidad de territorio, fueron fundados en la misma época, con poblaciones construidas con inmigración europea y esclavos africanos, ambos son muy religiosos, los dos países tienen los ricos más ricos y los pobres más pobres, pero en los dos países la clase baja, a pesar de todas las desilusiones, sigue creyendo que en su país todo es posible: un negro como Obama o un obrero como Lula pueden llegar a presidente.

La diferencia es que los norteamericanos creen haber inventado un sistema institucional perfecto y quieren imponérselo a todo el mundo, y los brasileños, como los argentinos, importaron ese sistema pero descreen de él. Para Mangabeira Unger allí reside uno de los problemas centrales de nuestros países: el sistema presidencialista norteamericano le hace creer a la gente que el presidente puede cambiar todo, pero el sistema está diseñado para que no pueda cambiar casi nada.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el sábado 18/04/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Eduardo Galeano (1940 - 2015)... @dealgunamanera...

Murió el escritor uruguayo Eduardo Galeano...


Tras estar varios días internado en un sanatorio de Montevideo, en la mañana de hoy murió el escritor uruguayo Eduardo Galeano. El velatorio será mañana en el Salón de los Pasos Perdidos, a partir de las 15 horas.

Hoy habrá una ceremonia íntima y mañana las honras fúnebres serán en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo desde las 14:00 horas, informa el Ministerio de Educación y Cultura en su web

El 1° de marzo pasado recibió al mandatario boliviano, Evo Morales, en su casa y eso le significó un esfuerzo muy grande ya que se encontraba desde hacía tiempo con problemas de salud. 


Hoy habrá una ceremonia íntima y mañana las honras fúnebres serán en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo desde las 14:00 horas, informa el Ministerio de Educación y Cultura en su web

El 1° de marzo pasado recibió al mandatario boliviano, Evo Morales, en su casa y eso le significó un esfuerzo muy grande ya que se encontraba desde hacía tiempo con problemas de salud.

Galeano nació en Montevideo el 3 de setiembre de 1940. Narrador, periodista y ensayista, se inició en el periodismo como caricaturista y cronista. Sus dibujos aparecieron firmados con el seudónimo Gius (reproducción gráfica en español de la pronunciación inglesa de su apellido Hughes, apellido que excluyó de sus labores literarias). Muy joven se desempeñó como secretario de El Sol y Marcha y fue director de Época. 

Cada vez más interesado en la situación política contemporánea, en ese período dio a conocer en volumen China 1964, Crónica de un desafío (1964), Guatemala, clave de Latinoamérica (1967) y Reportajes (1967).

También publicó una breve novela –Los días siguientes- y un libro de cuentos –Los fantasmas del día del león- en cuyas páginas construyó atmósferas ambiguas, realidades y ámbitos cercanos y reconocibles y conflictos diversos estructurados bajo la influencia de la ficción norteamericana contemporánea, César Pavese y Juan Carlos Onetti, entre otros. 

Su concisa y diestra escritura periodística se complementó con un más flexible y libre despliegue en su narrativa. 

Otros tres títulos, conectados directamente al enfoque político, Siete imágenes de Bolivia (1971), Violencia y enajenación y Crónicas latinoamericanas, estuvieron precedidos por su ensayo más célebre y ambicioso, a medio camino entre la historia y el periodismo, Las venas abiertas de América Latina, reeditado y traducido a cerca de 20 idiomas, admirado, aplaudido, controvertido y atacado, de gran incidencia en vastos sectores sociales del continente. 

Los cuentos de Vagamundo afianzaron su capacidad imaginativa y canalizaron una línea característica de su literatura en la que se conjugan la historia, el mito y la leyenda.

En esa misma dirección quedó orientada La canción de nosotros (premio Casa de las Américas, 1975), un testimonio que se desarrolla con una fuerte carga simbólica. Publicado por el.

En 1973, se exilió en Buenos Aires donde fundó y dirigió la revista Crisis durante sus 40 primeros números. Después, cuando la represión en Argentina no le dejó margen, pasó a residir en España en 1976. 

Dos años más tarde ganó el premio Casa de las Américas con Días y noches de amor y de guerra (1978), en el que compiló recuerdos, reflexiones, anécdotas y noticias, en breves, sobrias y sentenciosas narraciones, casi tan íntimas como tensas.

Las voces narrativas del autor, que fueron absorbiendo géneros literarios en un proceso de progresiva superposición, culminaron en una trilogía de acento épico, Memoria del fuego, cada uno de cuyos tomos llevaron como subtítulos Los nacimientos (1982), Las caras y las máscaras (1984) y El siglo del viento (1986). A principios de 1985, con la recuperación democrática regresó a Uruguay. 

Dueño de un estilo personal, depurado e incisivo para sus fieles y renovados lectores, reiterativo según sus detractores, sumó otros títulos: Conversaciones con Raimón, Contraseña, El libro de los abrazos, Nosotros decimos no, Ser como ellos y otros artículos, Las palabras andantes, El fútbol a sol y sombra, Patas arriba. La escuela del mundo al revés, Bocas del tiempo, Espejos. Una historia casi universal. Entre varios importantes premios, recibió el American Book Award, el Aloa el premio a la Libertad Cultural de la Fundación Lannan y el Stig Dagerman.

(Extraído de La Enciclopedia de El País).

© Publicado el lunes 13/04/2015 por el Diario El País de la Ciudad de Montevideo, República Oriental del Uruguay.



jueves, 16 de abril de 2015

Huracán 3 vs. Cruzeiro 1... @dealgunamanera...

Mamãe eu quero, mamãe eu quero que gane el Globo…


Huracán venció esta noche por 3 a 1 a Cruzeiro en el estadio Tomás Adolfo Ducó por la penúltima fecha del Grupo 3 de la Copa Bridgestone Libertadores.

Cuando estás bajo el agua, el oxígeno comienza a acabarse. Hoy el Globo, estaba a punto de quedarse sin oxígeno y con esa mentalidad, hizo pata ancha en el Ducó, logró una bocanada de aire y pasó por arriba a uno de los protagonistas y rivales más duros de esta edición de la Copa Libertadores. Todo fue desde el primer minuto, el local cambió el semblante, cambió la actitud, volvió a ser el de antes y consiguió llevar a cabo un partido tranquilo y con pocos sobresaltos. El podio conformado por Ramón Ábila, Federico Vismara y Edson Puch fue la columna vertebral del equipo hoy vestido de rojo fuego y tuvo la determinación para recuperar rápido, distribuir simple, atacar sencillo y definir de manera efectiva.

A los 34 minutos de juego, Leandro Damiao perdió la pelota como toda la noche con Vismara, Toranzo se la picó a Ramón que se encontraba en posición adelantada pero nada importó para que Ábila se sacara de encima el achique de Fabio y concretara la apertura del marcador. Once minutos más tarde, nuevamente “Pato” comenzó la jugada, abrió para Puch y el chileno a pura gambeta y amague llegó hasta la raya final, tiró el centro atrás y fue nuevamente “Wanchope” el encargado de empujar la pelota al fondo de la red para estirar la ventaja. El descuento trajo suspenso y preocupación en una jugada dudosa donde el chileno Patricio Polic sancionó penal en favor del elenco visitante y Damiao lo canjeó por gol. Poco duro la esperanza y el anhelo brasileño tras un centro frontal ejecutado por Alejandro Romero Gamarra y la cabeza de Federico Mancinelli que apareció por detrás de todos y con un testazo estableció cifras definitivas en Parque Patricios.

La “Bruja” una vez más demostró su calidad. Una actuación impecable con transiciones rápidas, quites perfectos, pases cortos y en resumen, cualquier descripción insuficiente para satisfacer las necesidades del lector e hincha que por momentos el mayor volvió a ver a “Fatiga” y el más joven trajo a la memoria a Mario. Edson Puch fue el az de bastos. Picante, profundo, encarador y guapo. Con sus constantes arremetidas metió en un arco al rival e hizo bailar a los defensores Rapozas al mejor estilo de ese pibe de medias bajas, llamado René y a ese flaco alto y atrevido que se llama Javier. Ramón fue “Roque” y con sus goles, abrió el partido más allá del arduo trabajo de siempre siendo el destructor físico de los defensores.

Porque para aquellos que confiamos, que creímos, que estuvimos en todas, hoy hubo premio. Permitanme emocionar, permitanme lagrimear sobre el teclado, temblar de placer, cerrar los ojos y soñar, gritar y cantar. Mientras tanto, sólo queda dejar en el recuerdo esta noche magnifica, pensar en lo que viene y disfrutar del Globo para que toque, que ahora, los goles los hace “Wanchope”.

Huracán: 3 

Marcos Díaz; Federico Mancinelli, Martín Nervo, Eduardo Domínguez, Luciano Balbi; Lucas Villarruel, Federico Vismara, Alejandro Romero Gamarra, Patricio Toranzo; Edson Puch y Ramón Abila. DT: Néstor Apuzzo.

Cruzeiro (Brasil): 1 

Fabio; Mayke, Léo, Paulo André y Eugenio Mena; Willians, Henrique, Willian y Giorgian de Arrascaeta; Alisson y Leandro Damiao. DT: Marcelo Oliveira.

Goles: 14′ y 25′ Ramón Ábila (H); 60′ Damiao (C) -p-; 63′ Mancinelli (H)

Árbitro: Patricio Polic.

Estadio: Tomás Adolfo Ducó.

© Escrito por Rodrigo da Silva, fotos de Daniel Méndez el martes 14/04/2015 y publicado por el Departamento de Prensa del Club Atlético Huracán de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.






martes, 14 de abril de 2015

La feria de sexo y erotismo más grande de Latinoamérica… @dealgunamanera

La feria de sexo y erotismo más grande de Latinoamérica…


El evento se realizó en Córdoba y los organizadores estiman que alrededor de 8 mil personas pasaron por la “Sexpo”.

Bajo el lema “Todos tenemos sexo” se realizó en Córdoba la Sexpoerótica, la feria de sexo y erotismo más grande de Latinoamérica. El evento se realizó en el escenario de La Plaza de la música y los organizadores estiman que alrededor de 8 mil personas pasaron por la “Sexpo”, en las dos noches que duró el evento.

En su 10° aniversario, los organizadores prepararon una amplia cantidad de propuestas que incluyó más de 20 stands con artículos eróticos, shows de strippers, clases de bodypaiting y “shooting” fotográfico, demostraciones de spanking (azotes, nalgadas), una kermese erótica con todo tipo de juegos y premios alusivos. 

Además en esta décima edición hubo una chocolatería erótica. shows de stand up, campeonatos de orgasmos, espacios swinger, un muro de confesiones sexuales donde los asistentes podían escribir algunos de sus más íntimos secretos, y un mural para hacer dibujos alusivos a la temática del evento.

Durante los dos días que duró “la Sexpo” también hubo lugar para un monólogo de Paola Kullock quien dio una breve cátedra con tips para lograr plenitud sexual en las parejas. En tanto que en espacios más reducidos y privados se realizaron charlas debates con sexólogos y médicos bacteriólogos en donde el público pudo consultarles en vivo aquello que no se animan a preguntar en otros ámbitos.

Según comentaron los organizadores se especula que el formato podría llegar a extenderse a otras latitudes ya que hubo contactos para “exportar” el formato de la Sexpoerótica. Una opción diferente que se transformó en un clásico de los cordobeses y el cual crece año a año.

© Escrito por Ariel Bogdanov el domingo 12/04/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.