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sábado, 1 de junio de 2013

Rodolfo Fowgil inédito... De Alguna Manera...


Fogwill inédito: Estados Alterados (2000)

Imagen de tapa: obra realizada con hilos por el grupo de arte argentino Mondongo.

En el 2000 Gabriel Levinas decidió reeditar una revista que marcó buena parte de la contracultura de los 80s. Como redactor de El Porteño original, Rodolfo Fowgill fue nuevamente convocado para escribir en el número 1º de esa flamante etapa. Por cuestiones de diagramación y espacio, el texto del autor nunca fue publicado completo y por eso, Plazademayo.com hoy pone a disposición de los lectores esta pieza casi inédita, un escrito sobre lo que Fowgill mejor conocía: la literatura.

Link para lectura:


© Publicado el miércoles 29/05/2013 por plazademayo.com de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



jueves, 30 de mayo de 2013

Gildo festejaba junto a CFK, su policía mataba en Formosa… De Alguna Manera...


Gildo festejaba junto a CFK, su policía mataba en Formosa…

El autoritario gobernador formoseño junto a la presidenta.

Mientras el gobernador ocupaba el palco junto a la presidenta, su policía protagonizaba un caso de gatillo fácil.

En el palco, la presidenta Cristina Fernández celebraba la década kirchnerista y pedía una década más, mientras a su costado, Gildo Insfrán -el gobernador eterno (está en el poder desde hace 18 años)- aplaudía enfervorizado. En un barrio popular de la capital formoseña, con poco tiempo de diferencia, la policía asesinaba a Gabriel Galarza, un joven de 19, bajo las balas de plomo del gatillo fácil.

“Mi hermano Darío Gabriel Galarza, de 19 años, falleció de un disparo de arma de fuego, a la altura del pecho, murió producto del disparo, calibre 9 milímetros, una bala de plomo de  esas que usa la policía”, dice de corrido Juan José Galarza, de oficio trabajador de la construcción, a plazademayo.com desde Formosa.

Según relata la prensa y los partes policiales, cerca de la medianoche del sábado dos jóvenes fueron interceptados por la policía en el popular barrio conocido como Circuito 5 ya que iban caminando al lado de  una motocicleta. Fueron instados a detenerse, pero ambos intentaron escapar, uno con más suerte que el otro. El que logró zafar llamó a sus amigos que habrían intentado rescatar al detenido de las fuerzas policiales. Se habrían producido entonces una serie de incidentes violentos.

“Mii hermano estaba la casa de mi hermana, donde vivía, en el barrio 7 de mayo. Se preparaba para buscar a un amigo para salir -continúa su relato Juan José Galarza, hermano del asesinado-.En un momento, según me cuentan, Darío Gabriel escuchó unos  disparos y salió a ver qué pasaba. Vio a unos conocidos a los que la policía disparaba. Según cuentan, salió a buscar a un amigo para sacarlo de ahí y entonces recibió un disparo”.

Según señalaron en una conferencia de prensa los máximos jefes de la policía formoseña, Juan Escobar y Ángel Insfran, los uniformados se vieron desbordados, pidieron refuerzos. En su relato, publicado por el diario El Comercial, la siguiente imagen es la de una ambulancia recogiendo a un herido. Se trataba del joven Darío Gabriel Galarza.

“Todo se produjo por el accionar de la policía -asegura Juan José Galarza, hermano de la víctima fatal-. Los policías vieron unos muchachos con una moto al costado y asumieron que se habían robado la moto. Esos chicos son aborígenes, su abuela vive en el barrio Nanqom de la capital. Los interceptaron y los comenzaron a golpear. Uno escapó. Empezaron a reprimir. 

En eso apareció mi hermano”.

Según los relatos consignados en la prensa formoseña, hubo disparos con balas de goma a mansalva. Hasta que alguien tiró a matar.

“Cayó a dos pasos del cordón de la vereda, del desagote fluvial. Ahí recibió el disparo. El muchacho que mi hermano había ido a buscar se tiró al piso ante los disparos y vio cómo cayó al lado suyo, cómo empezó a sangrar, incluso por la boca”, cuenta Juan Jósé Galarza. 

“En ese momento los policías se fueron del lugar, todos al mismo tiempos. La ambulancia no llegó a tiempo. Mi hermano murió en ese lugar”.

Darío Gabriel Galarza, al igual que su hermano Juan José y su padre, trabajaba en el gremio de la construcción. “Vivía con mi hermana porque se iba a trabajar al Barrio Nueva Formosa con nuestro sobrino, a la construcción de viviendas”, cuenta. La prensa formoseña señaló antecedentes delictivos de la víctima. “Vivimos en un barrio, y como en todo barrio hay gente que trabaja y otra gente que no -explica Juan José Galarza-. Mi hermano trabajaba. Pero si no lo hubiera hecho, tampoco nada justificaba que la policía lo mate como a un perro”.

El juez Héctor Ricardo Shur dispuso la detención preventiva de los 22 policías que participaron del operativo que culminó con la vida del obrero de la construcción Galarza. 

Mientras el joven de 19 años agonizaba sobre el asfalto tras recibir una bala de plomo policial, el gobernador Gildo Insfrán festejaba al costado de la presidenta Cristina Fernández una década ganada.

© Escrito por Diego Rojas y publicado por plazademayo.com de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.







martes, 21 de mayo de 2013

Murió Videla… De Alguna Manera...


Murió Videla…


Murió Videla, claro, todos morimos algún día, pero hoy, cuando supe la noticia, sinceramente no sentí nada. En las redes sociales hubo festejos, puteadas, recordatorios, pero a mí, no me pasaba nada. Todo ese asco, toda esa revulsión, toda esa bronca acumulada que me causaba cada vez que lo veía, pasaron a un segundo plano y me puse a reflexionar todo lo que me hubiese gustado que viva para que diga lo que sabe a la justicia y a los familiares, para que le explique a la sociedad quienes le ordenaron la barbarie que desató con placer y hasta se debe haber regodeado con los aullidos de sus víctimas, pero ya es tarde, él no va a hablar, tampoco sus cómplices, ni siquiera para acusar a los que le ordenaron un genocidio y hoy son socios los más turbios negociados. Los mismos empresarios que en 1976 fueron a pedirle que ponga el país en orden, son los mismos que hoy celebran la democracia que supimos conseguir.

Si hay algo de mi vida personal con lo que siento un profundo orgullo es que siempre los odie, y esa es la palabra justa, siempre los odie con el odio de clase que me nace de lo más hondo de mis sentimientos y mis entrañas. Cuando veo todos los que quedaron en el camino, los que hoy no están, los que no pudieron ver un nuevo amanecer, la sangre se subleva y el insulto quema la garganta.

Murió en la cárcel, como morirán muchos de sus cómplices en el genocidio y en este momento me gustaría que fuéramos capaces de ver un poco más allá, porque ese “señor” que fue el dueño de la vida y de la muerte, fue simplemente un lacayo y acá no hay odio, porque de verdad fue un lacayo, de esos que no dudan en asesinar a un compatriota para defender los oscuros intereses del amo imperial. ¿Sentirán los argentinos la misma alegría cuando muera Henry Kissinger? Porque el señor Premio Nobel de la Paz fue uno de los arquitectos del genocidio en Latinoamérica.

Murió en la cárcel, solo, o acompañado de sus seguidores que es lo mismo que estar solo. Solo sin su adorado uniforme de asesino, sin sus jinetas, sin sus cuarteles, sin sus misa de once y todo lo que fue su tenebrosa vida. Ahora pienso que cuando estuvo preso en la cárcel de Magdalena don Goyo Pérez Companc le regaló a la esposa del asesino una vivienda frente a la prisión para que no tenga que viajar tanto y estén más tiempo juntos.

Murió en la cárcel ¿Murió hoy? Eso dicen las noticias, pero creo que no es verdad. Don Jorge Rafael murió hace mucho, sucumbió cuando decidió alinearse con los enemigos de la aurora, cuando eligió libremente hundirse en el peor de los basurales. Los médicos hablaran del estado de salud, de las patologías, pero para mí, murió de cobardía, enfermo de cinismo, y acorralado por sus fantasmas.

Desde lo más profundo de mi corazón yo no festejo su muerte, no me gusta celebrar la oscuridad, prefiero pensar junto con Mario Benedetti que siempre llueve sobre el surco y soy un militante de la vida. Prefiero recordar a los que no están cuando estaban riendo y celebrando el porvenir y sembrando utopías.

Murió Videla el dictador, el desaparecedor, el torturador, el asesino. El que desmanteló el país y lo hizo retroceder al Medioevo, el aprendiz de Torquemada. Murió Videla, murió el NADIE más grande del país.

© Escrito por Guillermo Berasategui el lunes 20/05/2013 y publicado por el plazademayo.com de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



sábado, 20 de abril de 2013

El fantasma de la censura llega al cine... De Alguna Manera...


El fantasma de la censura llega al cine...


La posibilidad de que el relato estatal –esa invención discursiva que hace creer a algunos que se estaría realizando un proceso de transformación en el país, cuando florecen en realidad las historias alrededor del edificio Madero Center– sea exitoso implica que se expanda hacia todos los órdenes de la vida posible. A partir de este mes, esta posibilidad llega al cine, a la producción documental. Al menos, así se desprende de la lectura de la resolución 982, firmada este año por Liliana Mazure, presidenta del INCAA, y que cuenta con el rechazo de la gran mayoría de los realizadores de documentales argentinos –un género que experimentó un florecimiento durante los últimos años, aquí y en el mundo–.

Hasta el momento, la actividad cinematográfica documental que recibía subsidios del Instituto del Cine (INCAA) para su realización se canalizaba a través de un Comité de Evaluación compuesto por representantes de las seis asociaciones de documentalistas que aprobaban los proyectos presentados a la institución. Con la nueva resolución, se elimina tal instancia democrática de evaluación, se limitan los fondos para los subsidios y se crean tres comités que dilatarían la aprobación de los proyectos, uno de los cuales (el “Comité de Visualización”) reviste un carácter altamente polémico ya que podría tener un rol censor de los contenidos. Este comité debería cerciorarse de que el resultado fílmico se ajuste al guión presentado en el proyecto, algo que de no “comprobarse” plantearía la quita de los subsidios otorgados. En cine, como en toda realización creativa, es imposible la traslación literal de lo escrito en un guión a lo realizado para la pantalla, mucho más en un documental, género que trabaja con la realidad, que cambia constantemente, a la vez que la mirada del realizador también podría transformarse. Esta exigencia podría transformarse en un eje extorsivo, censor y de control ideológico de los contenidos audiovisuales.

“Es un retroceso absoluto –sentencia Víctor Cruz, director de La noche de las cámaras despiertas y miembro de ADN–. La forma actual que se quiere eliminar surgió de la lucha y consecuencia de trabajo de las asociaciones que permitieron que se produzcan cada año entre 50 y 60 películas. Con esta medida se imponen trabas que burocratizan el mecanismo de selección de proyectos y no se establece quiénes evaluarán las películas. El ‘Comité de Visualización’ que plantea la resolución supone, por lo menos, desconocimiento sobre cómo se hace un documental”.

“Tira para atrás todo lo que se viene trabajando desde 2006 en materia de documentales de bajo presupuesto y de diversa forma de producción –asegura Virna Molina, directora junto a Ernesto Ardito de Raymundo, la biografía del documentalista Gleyzar, y miembro de RDI–. A pesar de tener una buena relación con la gestión de Mazure, toda esa legislación se elaboró a nuestras espaldas. La resolución elimina la posibilidad de documentales realizados para la pantalla grande, como largometrajes, y los plantea como realizaciones para la televisión. El Comité de Visualización, como mínimo, condena a la película a una mirada mediocre: todo lo que podría enriquecer al documental podría ser censurado para que se ajuste al guión presentado. En el peor de los casos, podría querer intervenir en los contenidos, y se transformaría en un comité censor”.

“La 982 trata de imponer la censura y el control ideológico y el recorte y el ajuste en la producción documental –dispara Francisco Estrella Gutiérrez, del colectivo Silbando Bembas, cuya última realización es Hecha la ley… (sobre la ley de medios) y miembro de DOCA, asociación que hoy se moviliza a las 13 a las puertas del INCAA para protestar contra la nueva legislación–. A las dificultades de exhibición que tiene la producción documental tanto en pantallas privadas como públicas, se suma un avance que plantea la intervención directa sobre el material del realizador. En mi opinión, forma parte de las operaciones de control ideológico y regimentación que lleva adelante el oficialismo en todas las instancias. Es una resolución claramente regresiva impulsada por los sectores más conservadores del mundo del cine”.

El debate también se inscribe en la polémica sobre el rol del documental en el mercado cinematográfico, ya que ese tipo de producciones suelen tener escaso público, situación que los realizadores atribuyen al poco impulso que se le da a los lanzamientos de las películas por parte del INCAA y a la escasez de salas en las que exhibirlas. Cierto sector del periodismo de espectáculos plantea que se debería privilegiar un cine industrialista en lugar de otorgar subsidios al cine documental.

El 8 de abril las seis asociaciones de documentalistas (DOCA, ADN, DIC, DAC, RDI, PCI) entregaron una carta a la dirección del INCAA rechazando los términos de la resolución, que ya había sido firmada a sus espaldas. El debate sobre el recorte al cine documental ha llegado y, sobre todo, el temor a la injerencia ideológica estatal en los contenidos audiovisuales.

Los documentalistas se encuentran en estado de deliberación y alerta debido a una legislación que plantea recortes a la producción audiovisual y permite la injerencia del Estado en los contenidos.

© Escrito por Diego Rojas el miércoles 17/04/2013 y publicado por plazademayo.com