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viernes, 25 de enero de 2013

Adrian Suar y los golpistas... De Alguna Manera...


Suar: “No se puede decir nada, porque si no, sos golpista”…


Adrián Suar habló esta mañana con Jorge Rial en Ciudad Goti-k por La Red y no se guardó nada.

Entre otras cosas, se refirió al gobierno, a Tinelli, al éxito de “Solamente Vos”, a los actores y, en especial, a Pablo Echarri.

“En este país no podes decir nada que ya te tratan de golpista. Es una locura”, arrancó, mencionando el clima político actual.

“Las diferencias hoy por hoy, son peleas de Billiken. Hoy no hay profundidad, son más cosas de patota que otra cosa. Donde rascás un poco te das cuenta. A los argentinos nos gusta hablar, pero la mayoría no sabe de lo que habla“, dijo.

Además, aseguró que desea lo mejor para la presidenta Cristina Fernández: “No soy K pero quiero que le vaya bien a Cristina porque así le va bien al país“, aseguró.

“Hay cosas que me han gustado que han hecho, pero me parece que, por ejemplo, con los derechos humanos se ha hecho una especie de acting“, lanzó, polémico.

En lo que respecta al 2013 televisivo, Suar adelantó cómo será la nueva temporada de ShowMatch: “Casi seguro que Marcelo Tinelli vuelve en abril a la pantalla. Habrá ‘Bailando’ pero también humor político”.

Asimismo, destacó los buenos números de “Solamente vos”, pero con cautela. “Ahora me tocó una carta buena con Natalia Oreiro, pero hay que esperar. Hay un encendido muy bajo y estamos haciendo buenos puntos, pero estamos contentos“, afirmó.

Y con respecto al pobre resultado de El artista del año, Suar aseguró que van a bancar el producto y en especial a su conductora, Mariana Fabbiani. “Destaco su labor. La vamos a bancar. Me gusta la madurez que ha alcanzado como conductora“, opinó.

Por otro lado, se refirió a Pablo Echarri, quien hace algunas semanas dijo que se sentía más cerca de Telefe.

“A Pablo Echarri nunca lo pude contratar porque es caro, no porque es Kirchnerista. Si dice otra cosa, miente”, sentenció el Director de Programación de El Trece.

“Yo no elijo a los actores por su ideología. Igual ahora están de un lado y después del otro”, ironizó.

“Los actores, cuando nos dejamos usar por la política, siempre termina mal. Porque una causa que defendés ahora, dentro de tres años la defiende otro partido. Hay que tener cuidado, porque después pasa como con el menemismo, que ahora nadie lo conoce“, concluyó. 

© Publicado el jueves 24701/2013 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



jueves, 18 de octubre de 2012

Colonizar la Justicia… De Alguna Manera...


Colonizar la Justicia…

Animus domini. Dibujo: Pablo Temes.

Recusación serial. Preocupa a los magistrados la intromisión del Gobierno. Los aprietes y el peligro de un conflicto de poderes.

No hace falta frecuentar a Sigmund Freud para descubrir la manifestación del inconsciente en el chiste que circula desde hace algunas horas. Dice que hasta Antonio Gasalla renunció al jurado de ShowMatch presionado por el gobierno que empieza con K de Kirchner y termina con K de Alak. No causa gracia la consigna vengativa y setentista que se cantaba por lo bajo en Tribunales: “Cinco por uno, no va a quedar ninguno”. Se referían a los jueces independientes. Los van liquidando de a uno y los ametrallan, no con tiros como en aquella época, pero sí con el aparato propagandístico del Estado que hace de la difamación una tortura del periodismo de Estado.

Hay mucha preocupación entre los magistrados. Los que frecuentan diariamente los pasillos de la Justicia en general, pero de la federal en particular, confiesan que nunca se habían sentido tan rigurosamente vigilados y apretados como ahora desde la reinstauración de la democracia en 1983. Los servicios de inteligencia y los estudios de abogados, que diseminan la carne podrida que allí se produce, tienen amenazados a varios jueces y fiscales con carpetazos de distinto tipo. En algunos casos, vinculados a la vida íntima de los funcionarios judiciales o a las actividades y actitudes de miembros de su familia. Hugo Moyano dijo en estas horas que “la AFIP es la Gestapo K” pero en Comodoro Py creen que los espías son mucho más feroces. Se debaten entre plantarse para no dejarse aplastar y poder ejercer su función con libertad y el temor que los obliga a silbar y mirar para otro lado. El ministro Julio Alak sueña con una Justicia con la camiseta partidaria y con la multiplicación de los Oyarbides. Y trabaja incansablemente para eso. Es la continuación por otros medios del “Vamos por todo” de Cristina. Apelarán a la recusación serial si fuera necesario hasta limpiar el terreno de los temibles jueces autónomos. Y lo hacen a cara descubierta, en forma desembozada. Es tan grande la impunidad que no sienten ni culpa en interferir desde el Ejecutivo en la Justicia y en poner la situación a las puertas de un grave conflicto de poderes.

El gobierno de Cristina tuvo y tiene muchas virtudes. Por eso ganó las elecciones con algo que nadie logró en la historia: 12 millones de votos. Pero el gran drama del oficialismo es que también tiene defectos y que, además de no reconocerlos, los maquilla para exhibirlos como si fueran cualidades morales. Se construye un monopolio estatal de paraperiodismo y eso es presentado como soberanía informativa. Martín Sabbatella no cumple con su deber moral y ético de renunciar a la banca y se lo muestra como la potencia de sus convicciones. No dejan juzgado por colonizar y quieren mostrarlo como una renovación necesaria. Se asocian con los más gordos y burócratas menemistas del sindicalismo y el relato plantea que es parte de la democratización del gremialismo corrupto.

Que Cristina levante su dedito acusador en medio del sermón televisado y refriegue en la cara de la sociedad todo lo bueno que han hecho, vaya y pase. Pero que también quiera dar cátedra con lo que a todas luces son errores es perverso y genera una gran irritación social que se expresa a través de las protestas virtuales y callejeras de diversos sectores sociales. Si la idea es convencer a los ciudadanos de que no hay cepo, no hay inflación, no hay inseguridad y que la Presidenta habla con los periodistas todos los días, esas falsas virtudes se convierten en el combustible que potencia la disidencia. Mo Yan, en ese contexto, deja de ser el escritor chino flamante Premio Nobel de Literatura para comunicar lo que realmente significa ese seudónimo: “No hables”. La asignatura pendiente más cruel que va a dejar el kirchnerismo es la utilización de los valores para un lado o para el otro, según la conveniencia de los fanáticos. Es doloroso e imperdonable, en términos históricos, lo que reveló el humillante apriete que sufrió Jorge Lanata por parte de unos matones chavistas con carnet de servicios secretos.

Interrogatorios obscenos, prepotencia armada y la negación de la libertad, que es borrar contenidos periodísticos, fue reinterpretada por los esbirros locales como una provocación del periodista. Nunca se había llegado a tanto. Es una inmoralidad y una degradación de la condición humana justificar a los victimarios porque hubo “presuntamente” una provocación de la víctima. Uno se imaginó equivocadamente que esas categorías fascistas habían sido superadas. La burda creencia de que el violador es menos violador porque la violada utilizaba minifalda. Repugna descubrir el silencio del Gobierno y la complicidad de los grupos de tareas informativos que primero negaron los padecimientos de Lanata, Nico Wiñazki y sus compañeros y luego fueron capaces de celebrar la actuación de militares que “defienden el socialismo bolivariano”. ¿Qué hubieran dicho si Horacio Verbitsky hubiese sufrido el mismo maltrato en Chile o en Colombia? La responsabilidad de violar los derechos humanos de un trabajador de prensa hubiera sido de la derecha, Clarín y la CIA. Tiene razón Julio Bárbaro, el virus letal del estalinismo está vivito y coleando en la conciencia de muchos presuntos defensores del pluralismo informativo. El gran timonel, Carlos Zannini, dijo que Clarín quiere voltear al Gobierno y sabotear las políticas populares, y hay que prepararse para eso. Qué distinto pensaba Néstor Kirchner hace tan poco, en términos históricos, cuando en el último minuto de su gobierno autorizó la fusión de Multicanal y Cablevisión y disfrutó del concubinato con Héctor Magnetto. ¿Será un sentimiento de despecho hacia la novia que se fue con otro?

El pasado sólo sirve para herir al otro. Nunca para reflexionar sobre los propios comportamientos. A Julio Alak no hay juez que le venga bien. Un hombre ético como Pablo Lanusse lo acusó del delito de “amenazas coactivas”. El ministro de Justicia, en su desenfrenada lucha a favor de los pobres y oprimidos, siempre tuvo el coraje de colocarse todos los sombreros: el de Menem, el de Duhalde y por supuesto, los de Néstor y Cristina. Ahora que los 90 regresan de la mano de la Ley Antiterrorista y la de accidentes de trabajo o la negativa de Cristina a habilitar el debate por el aborto, entre otras cosas, la pregunta surge sola para Alak: ¿Siempre tuvo razón y estuvo del lado de la verdad y la justicia? ¿ O sólo en estos momentos? Si hasta Amado Boudou habla del cepo a la democracia. Pobre cepo. La reforma de 1918 instaló un himno que dice así: “Los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan”.

© Escrito por Alfredo Leuco y publicada por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 14 de Octubre de 2012.