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domingo, 23 de junio de 2013

El piloto que salvó a Huguito… De Alguna Manera...


El piloto que salvó a Huguito…


El periodista Luis Bruschtein, su mujer, y su madre, Laura Bonaparte, se habían exiliado en México durante la dictadura. A una de sus hermanas y su marido los asesinaron en Argentina, y el hijo de ambos, Huguito, tenía apenas tres años. El nene quedó solito, ya que el único familiar que lo encontró fue un tío abuelo.

Este hombre mayor, quiso llevar a Huguito con su tío Luis y su abuela a México, pero no tenía ni documentos ni pasaportes del nene. Ante esta situación tan compleja, el hombre decidió pedir al piloto de una línea aérea que lo ayudara, aunque apenas lo conocía. Le contó la verdad, tenía que atravesar la frontera de algún modo con una criatura indocumentada y nadie debía saberlo porque tenía la mitad de su familia exiliada, otra parte desaparecida, y sus padres asesinados por los militares.

El piloto no hizo preguntas, no habló de política, no puso ningún inconveniente, sólo acordó con él qué día viajarían a México. En Ezeiza, vestido con su uniforme, tomó al nene con toda familiaridad, lo subió  a sus hombros y cruzó el puesto de Migraciones.

Dentro del avión, Huguito viajó con su tío abuelo. Cuando la nave aterrizó en tierra azteca, el piloto tomó al nene y nuevamente lo puso a babucha y lo cruzó como si fuera un familiar.

El tío abuelo regresó a la Argentina, y falleció poco después. Era el único que conocía la identidad de  este piloto que desinteresadamente, sin pedir nada a cambio, asumió el riesgo de perder su trabajo, o ser detenido.

La familia Bruschtein nunca pudo agradecer a ese desconocido el gesto solidario que permitió que un nene de sólo tres años pudiera reencontrarse con su familia.

© Publicado el lunes 11/02/2012 por http://www.infonews.com de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

"La lucha que llevaré hasta mis últimos días para aportar mi testimonio, para intentar saber cuál fue el destino de mis hijos y el de los treinta mil desaparecidos..." . 

Hoy 23/06/2013 a los 88 años murió Laura Bonaparte, Madre de Plaza de Mayo. Sus restos serán velados en Tacuari 470, desde las 18:30. 

Su lucha sigue viva! MEMORIA - VERDAD - JUSTICIA


sábado, 11 de junio de 2011

Madres de la Plaza de Mayo, Línea Fundadora... De Alguna Manera...

“Quieren desunir a los organismos”...

Chicha Mariani, ex presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo y Taty Almeida, de Línea Fundadora.

Tati Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, sobre el caso Schoklender dijo que tenía diferencias con Bonafini y que el tema estaba en manos de la Justicia. Luego desmintió haber exigido que se investigara a la presidenta de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo. Apoyos de Víctor Heredia y Chicha Mariani.

“Nosotras nos separamos en 1986 de la señora Hebe de Bonafini y no tenemos idea de qué hace o deja de hacer”, dijo Taty Almeida, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Entrevistada para saber qué opinaba sobre las denuncias contra Sergio Schoklender por su manejo en la Fundación Madres de Plaza de Mayo, que lidera Bonafini, Almeida señaló que “la Justicia investigará y veremos qué ocurre”. Por la tarde, aclaró que no había reclamado que Bonafini fuera investigada, como se consignaba en varios portales de noticias, y estimó que “lo que quieren es desunir a los organismos de derechos humanos”. La ex presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo María “Chicha” Chorobik de Mariani y el cantante Víctor Heredia se solidarizaron y respaldaron a Bonafini.

A través de una carta, Chicha Mariani le manifestó a la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo su “respeto y admiración por tu lucha incansable” en “este momento donde cobardes y oportunistas te están lapidando”. Recordó que “no siempre estuvimos juntas por diferencia de criterios”, pero destacó: “Siempre valoré tu honestidad y especialmente tu valentía y solidaridad”.

Bonafini también recibió el apoyo del cantautor Víctor Heredia, quien en una carta expresó: “Esa mujer sencilla, común como mi propia madre, apenas leída y de lengua rápida y popular, nos mostró el camino a todos, a los pusilánimes y a los indecisos, a los distraídos y a los inconscientes de toda conciencia ciudadana, humana y solidaria”.

Almeida fue entrevistada telefónicamente en Radio Del Plata y dijo que el tema era “muy doloroso, porque detrás de un pañuelo están los 30 mil (desaparecidos). Hay que saber llevar el pañuelo realmente”. Durante el diálogo, la dirigente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora insistió en que la agrupación de la que forma parte ya había emitido un comunicado y que no quería seguir opinando sobre el tema. Recordó que las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora criticaron al ex presidente Eduardo Duhalde cuando las elogió para contrastarlas con el sector de Bonafini y lo calificaron de “oportunista”.

Cuando le preguntaron si la acción social que emprendieron entidades como la que preside Bonafini “no desnaturaliza los objetivos de un organismo de derechos humanos”, Almeida insistió con que no quería opinar, y cuando le insistieron con la necesidad de diferenciarse de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, la dirigente de Línea Fundadora respondió: “Por algo nos separamos en el ’86, cuando se investigue a la señora de Bonafini la gente sabrá quién es quién”.

Fuera del contexto en que fue pronunciada, la frase empezó a aparecer ayer en los titulares de agencias y medios audiovisuales, que aseguraban que Almeida había exigido que se investigara a Bonafini. Desde Mar del Plata, la mujer expresó: “Exijo que el canal Todo Noticias (TN) deje de inventar declaraciones que yo no hice, hay algunos multimedios que lo que quieren hacer es desunir a los organismos de derechos humanos y por eso no tolero que me den vuelta las cosas”.

Schoklender era apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo y está siendo investigado penalmente por presunta estafa en el manejo de fondos públicos destinados a la construcción de viviendas.

El dirigente piquetero y referente del partido Miles Luis D’Elía también opinó sobre el tema. Calificó a Schoklender de “personaje despreciable” y afirmó que “alguna vez mató a su madre y a su padre y hoy vuelve a matar a su madre, a Hebe”. D’Elía señaló que “la investigación debe hacerse a fondo, afecte a quien afecte y que la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo “tendría que haber estado al tanto de las cosas que se hacían en la Fundación”.

D’Elía había asistido el jueves pasado al acto de apoyo a Bonafini en Plaza de Mayo, junto a varios funcionarios nacionales, entre los que se destacaron el jefe de la Secretaría de Inteligencia, Héctor Icazuriaga, y el secretario de Comunicación Pública, Juan Manuel Abal Medina.

El canciller Héctor Timerman respaldó a Bonafini. “Hay que ser muy malparido para no estar a favor. Es un dolor muy grande los ataques a Hebe, que no son a Hebe. Algunos utilizan a Hebe en su campaña contra el Gobierno.”

© Publicado en el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 11 de Junio de 2011.



domingo, 14 de febrero de 2010

César Luis Menotti y la dictadura... Claudio Morresi... De Alguna Manera

“Es injusto asociar a Menotti con la dictadura”... Claudio Morresi.

Tras la semana en la que el equipo campeón del Mundial ‘78 tuvo su partido homenaje, el ex jugador más vinculado con la defensa de los derechos humanos explica por qué el homenaje fue incompleto en ese partido, además de revisar las vinculaciones entre el fútbol y la situación política de aquel tiempo. “Mis respetos se los lleva Ricardo Villa, que se acercó primero a Madres y después a las Abuelas" asegura.

En el espacioso departamento de Claudio Morresi hay un rincón especial atiborrado de recuerdos. Allí, en una zona de transición entre el living y la cocina, se comprimen dos fotografías de su niñez compartidas con Norberto –su hermano desaparecido–, una del Che Guevara, otra de Pablo Neruda y una más grande de las Madres de Plaza de Mayo.

Se trata de un lugar que el ex futbolista y militante de los derechos humanos muestra complacido antes de iniciar la entrevista. Después, ya sentado sobre un sillón y en un ambiente más despojado, comenzará a desgranar sus recuerdos, meditará cada una de sus respuestas sobre las secuelas que dejó la dictadura y discurrirá sobre el juego que más le gusta, al que le dedicó su vida, primero como jugador y luego como director técnico.

A los 41 años, su trayectoria infunde el respeto que sólo puede ganarse quien, en silencio y sin grandilocuencias, mantuvo la coherencia en un mundo donde pensamiento y acción a menudo no van de la mano.

–A propósito del partido homenaje a los campeones mundiales del ‘78, ¿se puede disociar la política del fútbol?

–Creo que uno intenta separar las aguas. Es decir, toda realización deportiva, todo acto cultural y más durante una dictadura, el poder trata de utilizarlos para sacar un beneficio. Todos esos hechos, entre 1976 y 1983, se desarrollaron con el apoyo, con el aporte, con la participación del Estado argentino...

–Puede ser, pero una cosa es separar al juego de la política cuando comienza a rodar la pelota, y otra muy distinta negar el contexto histórico en que se realizó el Mundial, como si se intentara una justificación a ciertas conductas.

–Yo estuve pensando en lo siguiente: dentro de cien años, cuando se escriba la historia del Mundial ‘78, quienes revisen ese período van a decir que la Selección Argentina ganó el título y, al lado de los ganadores deportivos de ese evento, aparecerá una foto de la Junta Militar. Entiendo que es algo injusto procesar las cosas así. Porque a la conquista futbolística se la vincula por una cuestión de cercanía con un dictador, con un asesino como fue Videla. Por eso hubiera servido para que los historiadores hicieran un análisis más profundo, más cierto de lo que fue ese campeonato; que con el tiempo apareciera una foto compartida por los jugadores y las víctimas. Porque en 1978, cuando ellos jugaban, muchos no sabían lo que estaba pasando. De ese modo, la historia tendría otro final y hasta hubiera sido un acto de justicia para los que disputaron ese Mundial.

–Esa fotografía no pudo conseguirse. ¿Es la que vos quisiste lograr el pasado 9 de julio cuando se jugó el partido homenaje?

–La idea que se planteó en su momento, cuando yo charlé con algunos de los muchachos de la Selección del ‘78, era que se juntaran con Abuelas de Plaza de Mayo, H.I.J.O.S. y Familiares de Desaparecidos. Que dieran una mano en la búsqueda de los nietos era un motivo, pero sobre todo, que salieran en una foto con las víctimas, como réplica a aquella en la que aparecen con los asesinos.

–Pero la fotografía no pudo sacarse porque, según trascendió, algunos de los protagonistas de aquel Mundial se rehusaron a salir en ella.

–Me dio pena porque entiendo que era un momento especial para hacerla y porque había muchos jugadores que querían participar. Y tal vez, por una cuestión de tiempo, porque alguien no vio la trascendencia que podía tener esto, no se concretó.

–¿Quién pudo haberse opuesto a un acto semejante? –No sé si lo diría pero, por lo que averigüé, no hay nombres propios. Los que se mencionaron no cierran en esta historia.

–Los organizadores, al menos, dijeron que no querían politizar el homenaje.

–Si no quisieron hacer la foto y argumentaron eso, yo respondo que política se hace por acción u omisión. Y entonces, se equivocaron de caboa rabo. De esa manera hicieron política no permitiendo el encuentro entre los jugadores y las víctimas.

–¿Te molestan estas cuestiones que no aclaran, si no más bien que esfuman la solidaridad que en otras ocasiones ha demostrado el fútbol con la sociedad que lo contiene?

–Los deportistas han tenido actitudes muy dignas y de mucho compromiso con la gente. La Selección Nacional salió con las camisetas de Aerolíneas Argentinas... En 1998 firmó una nota donde se solidarizaba con la búsqueda de las Abuelas y esto habla de una toma de conciencia de los futbolistas.

–Ahora, bien, ¿se pueden colocar en un plano de igualdad a César Luis Menotti y, por dar un ejemplo, a René Houseman u otro ex integrante de la Selección que quizás no militaban como el técnico y no tenían el nivel de información suficiente?

–Yo pienso que no, pero uno siempre ha tratado de ser muy respetuoso con la gente que, pudiendo no hacer nada, hubiera quedado en el anonimato. Menotti firmó una solicitada que pedía por los desaparecidos cuando nadie más que venía del fútbol hizo lo mismo. Para que queden claros los grados de responsabilidad o de heroísmo: cualquier entrenador de fútbol o jugador que se hubiera negado a hacer algo porque existía una dictadura, hoy tendría el mayor de los respetos y sería considerado casi un héroe. Pero eso no existió. En un escalón más abajo estuvieron los que algo intentaron hacer...

–Está bien, pero una cosa es que muchos no supieran lo que ocurría y otra diferente que, aún hoy, haya quienes niegan ciertas cosas o no tengan ni siquiera la mínima vocación autocrítica. El que más se cuestionó, al menos en el documental que proyectó Telefé el 27 de junio, fue Osvaldo Ardiles. Menotti, en cambio, se envalentonó.

–Tal vez nosotros estábamos esperando otro tipo de respuesta del Flaco Menotti. Quizá porque a ciertas personas uno les pide más. Aunque en el balance general, a mí no se me da por criticarlo. Es injusto asociarlo a la dictadura porque hizo algunas cosas que merecen mi respeto. Pero no por eso voy a decir que se lleva todos mis aplausos. Diría que sí se los lleva ahora Ricardo Villa, que se acercó primero a Madres y después a Abuelas. En cambio, hubo otros muchachos que tuvieron actitudes poco felices, yo no diría cómplices.

–¿Cómo pensás que la gente del fútbol te recuerda? ¿Como un ex jugador que llegó a tener una trayectoria importante o como el militante por los derechos humanos?

–Yo siempre me sentí respetado, por sobre todo. Cumplí un sueño de chico que fue vestir la camiseta de un club en Primera. Y tuve otro que fue ponerme la camiseta celeste y blanca y lo alcancé en una Selección juvenil. En el medio de esos dos sueños, me pasó lo de mi hermano. Y estar en el ambiente del fútbol, sin duda, me sirvió también para hacer más cosas, por lo que irradia este juego. Mi pedacito en la historia deportiva ya lo hice, incluso salí campeón. Pero me gustaría que se me recuerde como un luchador más, entre tantos hombres comunes, por la memoria y la justicia de este país.


© Escrito por Gustavo Veiga y publicado en el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el Lunes, 14 de julio de 2003. 
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libero/10-937-2003-07-19.html




"Norberto Julio Morresi, desaparecido el 23-4-76, a la edad de 17 años, fué secuestrado y asesinado el mismo día de su detención, en un operativo realizado pór fuerzas conjuntas, al encontrarle con otro compañero Luis Maria Roberto ejemplares de la revista "Evita Montonera". 

Después de 13 años o sea en el año 1989, los cuerpos de los dos fueron encontrado por los Antropologos Forenses enterrados como NN, en el cementerio de Gral. Villegas, al ser exumados los cuerpos se comprobó que a Norberto lo asesinaron de 6 balazos en la cabeza disparados a corta distancia y a Luis María de varios disparos en el cuerpo también a corta distancia. 

Brindo esta información para que se sepa la realidad de lo que ocurrió en esos años de la terrible y genocida dictadura militar."