Mostrando las entradas con la etiqueta Banco Credicoop Cooperativo Limitado. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Banco Credicoop Cooperativo Limitado. Mostrar todas las entradas

sábado, 15 de febrero de 2014

Viejas fórmulas... De Alguna Manera...


Viejas fórmulas...

Rubén Vázquez, Presidente de Cabal Cooperativa de Servicios Ltda.

"Calor, amor. La historia tras la puerta", decía con sencillez y belleza el gran poeta español Jorge Guillén. Y es hermoso pensarlo así. La furia con que irrumpieron en estos días las altísimas temperaturas del verano, nos hicieron pensar, sin embargo, más que en esas palabras del artista de Valladolid en otras suyas de un pequeño poema denominado “Inferno”, en el que, recordando un diálogo entre Virgilio y el Dante en la Divina Comedia, afirmaba que, en la vida del hombre, lo que está más “al alcance de la mano” no es el cariño tibio de los otros sino los ardores del Averno.
 
Un poco así nos sentimos en estas semanas. Ofuscados por el calor, buscando razones a las dificultades en que nos metieron este inédito fenómeno meteorológico –nunca en promedio y continuidad se había soportado durante todo el siglo pasado un clima tan ardiente en las principales ciudades del país- y las ineficiencias de las empresas eléctricas para dar solución a los múltiples apagones ocurridos. Nos vimos asaltados por un legítimo malhumor social, porque, más allá de las explicaciones que se puedan dar a lo que ocurrió, a nadie le gusta atravesar por una situación así.
 
Convengamos en que la emergencia comenzó a estabilizarse y se confirmaron las hipótesis de que el problema estaba, más que en la falta de generación de electricidad, en su deficiente diseño de distribución de las empresas privadas Edesur y Edenor, debilitado por la falta de inversiones a través de los años, achique de personal y tercerizaciones truchas. El consumo de energía creció de una manera extraordinaria en los últimos años por efecto del mejoramiento en la calidad de vida de los hogares y de una mayor demanda provocada por el crecimiento industrial. Esa expansión del consumo no fue acompañada a nivel de la distribución de las obras necesarias para cumplir con las nuevas necesidades.
 

He aquí entonces un eslabón frágil de la estructura productiva, como todavía lo es también el transporte, que el gobierno tendrá que suturar, a través de los instrumentos que considere más aptos, para evitar que el problema se reedite. La consolidación de un modelo basado en la inclusión social requiere continuar con las políticas públicas que defiendan las conquistas sociales obtenidas, pero también avanzar sobre aquellos problemas que están pendientes de solución. Todo eso en la línea de un proyecto que haga cada vez más profunda la democracia social en el país, más equitativa la distribución de sus riquezas.
 

Es interesante percibir cómo, frente a la aparición de estas situaciones, los viejos economistas del establishment asoman de nuevo la cabeza y reclaman soluciones a la vieja usanza. Como se está haciendo hoy en Europa, donde el intento de salir de la crisis –una crisis que la Argentina ya no vive- es a través de las medidas de ajuste muy bien conocidas por estas latitudes: rebaja de los salarios y las jubilaciones, incremento de la desocupación, expulsión de millones de personas del sistema y su condena a vivir en condiciones infrahumanas. Como dijo el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, estos planes buscan dejar afuera de la sociedad a diez millones de argentinos.

Ahora, es indispensable reflexionar no solo en el hecho de que estos economistas, cuando ejercieron funciones gubernamentales, resolvieron los problemas que se les presentaban mutilando siempre los derechos de las mayorías, trabajadores, profesionales, comerciantes o industriales pymes, sino también en la circunstancia en que en los últimos años equivocaron una y otra vez los pronósticos que hicieron sobre la marcha de la economía. En la edición del suplemento económico “Cash”, del diario Página 12 del 29 de enero de 2013, hay un sabroso estudio donde demuestran las enormes pifias perpetradas por estos individuos. No hubo un solo caso en que sus predicciones sobre actividad económica (que aumentó un 5,4 por ciento), consumo (que creció un 7,9 por ciento) o inversión (que también se expandió un 7.9 por ciento) en que se acercaran a la realidad. Y en este verano siguen produciendo humo, humo sucio e intoxicante.
 

Siempre predijeron cifras por debajo de las que ocurrieron o el advenimiento de hechos apocalípticos que no se produjeron. Frente a tanto disparate y mala fe, es lícito preguntarse ¿hasta cuándo se van a seguir prestando atención a estos datos, siendo que hay muchos otros que consignan apreciaciones más sensatas? Porque, lejos de perjudicar, las buenas críticas, las que señalan vacíos o errores existentes en la política económica, ayudan a mejorar cualquier perspectiva de llevar adelante un proyecto nacional y popular, pero no la mentira.
 

El crecimiento con inclusión social produjo en estos últimos años un fuerte proceso de redistribución del ingreso. Y en el marco de una estructura económica que todavía muestra desequilibrios y sectores de concentración oligopólica, las empresas han exhibo una tendencia a no querer resignar los altos niveles de ganancias obtenidos en otras épocas. Y eso provoca tensiones. La fórmula de los neoliberales ha sido siempre, para remediarlas, favorecer a los que más tienen. Y eso es lo que quieren también aquí, que ocurra como en España, donde a pesar de la caída del producto bruto interno en los últimos años hay muchos más ricos. ¿Cómo es esto? Es que, dentro de la menor cantidad de riqueza nacional, los ricos se llevan tajadas mayores que en otros tiempos.
 

De ahí que la solución sigue siendo, por un lado, seguir apostando al fortalecimiento del mercado interno –los cooperativistas siempre lo sostuvimos-, y, por el otro, aumentar y mejorar la inversión pública, en especial, la asociada a la producción para lograr una matriz económica más sustentable, diversificada y competitiva. Y en ese sentido son fundamentales la integración nacional y la sustitución de importaciones.  Por todo lo que vemos, 2014 será pues un año de nuevos desafíos, de retos a la creatividad para seguir pensando en una Argentina de verdad democrática en lo social y político. Y no hay porque sospechar que, a pesar de esos desafíos, no se seguirá avanzando en una dirección correcta.  Nos gusta conjeturar que con calor (del bueno, claro), amor, y también perseverancia e inteligencia para desnudar y contrarrestar las asechanzas de los -en toda hora- desvelados mercaderes del odio, la historia, como dice Guillén, estará detrás de la puerta.   

© Escrito por Rubén Vázquez el 01/02/2014 y publicado por la Revista Cabal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

domingo, 19 de mayo de 2013

Mundo Tablets… De Alguna Manera...


Mundo Tablets… 


Las tablets y otros dispositivos de mano, como el iPad, cobran cada vez mayor popularidad. Sin embargo, y pese a que la cuestión genera polémica entre fabricantes y usuarios, las tabletas aún no consiguen reemplazar a las dos computadoras más utilizadas, las Notebooks y las Netbooks. Los especialistas vislumbran la convivencia armoniosa de ambos mundos, para los próximos años.

Lu Bing-hsian, gerente de ventas de Acer, vaticinó hace unos meses que “las tables reemplazarán a las netbooks porque esa es la tendencia del mercado”. Sin embargo, las tendencias de los consumidores demostró que las tablets conviven con las Netbooks y las Notebooks; de hecho, Acer informó que seguirá fabricando ambas tecnologías. Es cierto que algunas marcas han dejado o dejan, progresiva y lentamente, de fabricar las netbooks, y que las tablets están cobrando cada vez mayor popularidad, pero el público se inclina y prefiere la variedad de productos.

Según una encuesta publicada por el sitio 1st Web Designer, el 56% de los expertos del mercado aseguran que los dispositivos de mano no reemplazarán por ahora a los dispositivos clásicos. Cuando, en el marco del mismo estudio, se le preguntó a usuarios de iPad qué opinaban del asunto, sólo el 12% respondió que su tableta podría llegar a reemplazar a sus laptops. Algunas compañías, como Intel, también consideran que este aparato no se adquiere para reemplazar a una portátil, sino como un objeto aparte.

Las opiniones, sin embargo, y más allá de las estadísticas de consumo, están en cierto modo divididas, y hubo declaraciones en sentido contrario: el analista Ranjit Atwal, de Gartner, por ejemplo, estimó que de aquí a cinco años las tabletas y los smartphones "ya no serán complementos", sino "sustitutos". Se prevé –dato de la consultora Forrester- que en 2015 habrá 75 millones de personas en el mundo que utilizarán los dispositivos portátiles.

Las notebooks tienen la ventaja competitiva de que su precio sigue siendo inferior al de las tablets más populares. Aunque la razón principal por la que las laptops siguen siendo necesarias y elegidas por los clientes, es que la utilidad que se les da suele ser distinta a la que se les da a los dispositivos más chicos y portables, como las tabletas e iPad: mientras que estas últimas pueden resultar más cómodas para navegar por las redes sociales, por ejemplo, leer un ebook o chequear el email, la escritura de textos largos lleva a muchos usuarios a optar por los dispositivos más grandes, y con teclado incorporado, como las computadoras tradicionales y las notebooks. La escritura de textos en pantalla táctil puede resultar agotadora.

Una tablet –o Tablet PC- es una computadora a medio camino entre una notebook, teléfono inteligente y PDA, en el que se puede escribir, ver fotos, grabar, comunicarse, todo a través de una pantalla táctil. El usuario puede utilizar también un lápiz óptico para trabajar con la PC sin necesidad del teclado o el mouse. El iPad de Apple se encargó de popularizar esta tecnología -las tablets-, que son en la actualidad el campo de batalla de las grandes firmas (Google, HP, Toshiba, Acer, Asus, Lenovo). Pero las computadoras que las precedieron sobrevivirán, a pesar de la moda que impone esos "pequeños aparatos" que todos quieren tener.

En el 2013 un nuevo término se escuchará cada vez más seguido en el mercado móvil: las fablets (phablets), mezcla de teléfonos móviles y tabletas: se trata de dispositivos que miden entre cinco y siete pulgadas. El ejemplo paradigmático es el Samsung Galaxy Note (y fabricantes como ZTE anticiparon el lanzamiento de Grand S de cinco pulgadas; Huawei presentó el Ascend Mate, con una pantalla de 6,1 pulgadas; por su parte, HTC también lanzó One X con 4,7 pulgadas).

Este año, el segmento de tabletas sin dudas crecerá, y esto significa una oportunidad increíble para los desarrolladores. Cada vez hay más modelos de smartphones y tabletas en el mercado, y ahora se suma la nueva categoría de dispositivo, las fablets.

© Publicado el 05/05/2013 en la Revista Cabal Digital del Banco Credicoop Cooperativo Limitado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



viernes, 10 de agosto de 2012

Palabra autorizada: hablan los chicos… De Alguna Manera...

Palabra autorizada: hablan los chicos…



Para saber cómo piensan, qué les gusta, con qué sueñan y cuáles son sus temores y preocupaciones, Revista Cabal Digital entrevistó a un grupo de chicos de entre 4 y 13 años, en el mes del Día del Niño.

Ariel Bufano, histórico titiritero y gran conocedor de los niños, sostenía: “No hay rosas para chicos y rosas para adultos, no hay paisajes para chicos y paisajes para adultos. El paisaje es el mismo, la obra es la misma, pero con eso un niño de dos años hará una experiencia y el adulto hará otra”. Del mismo modo, puede afirmarse: los chicos habitan el mismo mundo que sus padres, cumplen con rutinas familiares y comparten con sus compañeros de escuela las normas institucionales, pero lo viven a su modo, a través de su punto de vista, generacional y personal. Por eso, en el Mes del Niño nos propusimos saber cómo piensan y qué opinan los chicos respecto de la infancia, de la escuela, y de la realidad social, cómo definen sus temores y qué ilusiones los movilizan.

Con ese objetivo Revista Cabal Digital convocó a un grupo de niños que, además de jugar y divertirse, se prestó al desafío de compartir con los lectores y espectadores sus ideas, opiniones y fantasías, en un video que acompaña esta nota.
Los chicos disfrutan la etapa que transitan, y así lo demostraron: según explican, lo que más les gusta es el tiempo de juego, y el que comparten con amigos. Son conscientes de que tienen algunos beneficios, y también que hay cosas que sólo llegarán con el tiempo. Lo que los diferencia de los niños de generaciones pasadas, es que están definitivamente más informados: Internet, la televisión, el contacto permanente con las redes sociales los convierten en pequeños ciudadanos informados sobre lo que pasa en el país y en el mundo.
Consultados acerca de lo que consideran lo mejor de la infancia, casi todos coinciden en que se trata de la época destinada a los juegos y al aprendizaje, y que eso la convierte en una etapa estimulante y divertida. “Lo mejor es que tenés una vida por delante”, opina Gonzalo (12). Para Tobías (8), lo más divertido es “tener muchos amigos”, y para Juana (8) “tener alguien que te cuida”. Invitados a pensar “Lo peor de ser niños”,  varios opinan que “despertarse temprano para ir a la escuela” es por lo menos incómodo. “¡Hay que Aguantar a los padres…!”, opina Franco.

Como la mayoría de los niños, sueñan con poder concretar en el futuro sus sueños, y plasmar sus pasiones en una profesión o un oficio.  Luca (8), que es fanático de los Beatles, proyecta ser escritor y futbolista. Tobías –que además escucha al grupo Calle 13- quiere ser músico y futbolista. Franco, que quiere ser baterista: “La música me permite expresar lo que siento”, dice. Ramiro se suma a la banda de pequeños soñadores: quiere ser “estrella de rock, para dar conciertos como Ringo, el baterista de los Beatles, porque lo admiro”. Benjamín (4) afirma que  no va a trabajar, de grande: “Prefiero quedarme todo el día jugando en la Play porque es más divertido”, asume, y el grupo es un coro de risas.

Cuando se los consulta sobre las medidas que tomarían de poder ejercer la presidencia de su país, casi todos apelan a su costado solidario, y a aportar soluciones a los que consideran los problemas más acuciantes: “Cuidaría a la gente, para que no le robaran tanto”, dice Bautista (10). “Yo haría escuelas y hospitales públicos para todos, para que ricos y pobres tuvieran las mismas oportunidades; y donaría una casa por familia”, aporta Franco. Ramiro (8) “ayudaría a los que tienen menos plata a conseguir trabajo y haría donaciones, para que todos ayudaran a los más necesitados”, mientras que Gonzalo (12) “pondría más escuelas y asistencia para la gente que no tiene”. “Si fuera presidente…¡Ipads para todos!”, remata el pequeño Benjamín (4), sin temor a que alguien pueda acusarlo de demagogo.

©Publicado por Revista Cabal Digital del Banco Credicoop Cooperativo Limitado el 1º de Agosto de 2012