domingo, 27 de junio de 2021

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Arribó al país el A.R.A. Piedrabuena (P-52)…


A.R.A. Piedrabuena (P-52)

El nuevo patrullero oceánico de la Armada Argentina tomó puerto en la Base Naval Mar del Plata. Se efectuaron una revista naval de bienvenida y una ceremonia que estuvieron presididas por el Ministro de Defensa y el Jefe de la Armada.

© Publicado el miércoles 23/06/2021 por el Periódico Gaceta Marinera de la Ciudad de Punta Alta, Provincia de Buenos Aires, República Argentina. 

Mar del Plata –  Este mediodía se llevó a cabo la ceremonia de arribo al país del nuevo patrullero oceánico multipropósito A.R.A. Piedrabuena (P-52), el cual se incorporará a la División Patrullado Marítimo de la Armada Argentina. La misma estuvo presidida por el Ministro de Defensa, Agustín Rossi, acompañado por el Jefe del Estado Mayor General de la Armada, Vicealmirante Julio Horacio Guardia. 

Participaron además el Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, General de División Juan Martín Paleo; los jefes de los Estados Mayores del Ejército y Fuerza Aérea, General de División Agustín Cejas y Brigadier Mayor VGM Xavier Isaac; el Comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada, Contralmirante Juan Carlos Daniel Abbondanza y el Secretario General de la Armada Diego Eduardo Suárez del Solar, entre otras autoridades civiles y militares.

Previo al ingreso a la dársena de la Base Naval Mar del Plata (BNMP), el Ministro Rossi y las autoridades militares embarcaron en el patrullero oceánico A.R.A. Bouchard (P-51) desde donde presenciaron una revista naval de bienvenida cuya formación estuvo compuesta por el recién llegado A.R.A. Piedrabuena (P-52), acompañado por la corbeta AR.A. Granville (P-33) y la fragata A.R.A. Libertad  (Q-2).

Acto seguido, el A.R.A. Bouchard (P-51) tomó puerto para oficiar de plataforma de observación de la maniobra de ingreso que, por primera vez, hizo el A.R.A. Piedrabuena (P-52) a su apostadero natural en suelo argentino. Para ello, embarcó también el Intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, y otras autoridades civiles y militares.

Tras más de veinte días de navegación, el nuevo patrullero de la Armada fue recibido con honores por la Banda de Música de la BNMP, invitados especiales, Veteranos de Malvinas ex tripulantes del destructor A.R.A. Piedrabuena (P-52) y familiares de los tripulantes.

Luego del saludo del Ministro Rossi a todos los presentes y de entonar las estrofas del Himno Nacional, se llevó a cabo la lectura de la orden de incorporación del buque a la División Patrullado Marítimo de la Armada. A continuación, la Asociación de Veteranos de la Guerra de Malvinas y ex tripulantes del destructor A.R.A. Piedrabuena (P-52) hicieron entrega de la Bandera de Guerra al comandante del nuevo patrullero, Capitán de Fragata Gastón Vega, que fue bendecida con una invocación religiosa por el párroco castrense Luis María Berthoud.

Con toda la tripulación formada y luego de agradecer a quienes hicieron posible esta adquisición, el Vicealmirante Guardia se dirigió a todos los presentes destacando que “esta unidad junto al patrullero A.R.A. Storni (P-53) y A.R.A. Cordero (P-54) que llegarán en los próximos meses, conforman el primer proyecto de incorporación de nuevas unidades en los últimos 40 años desde la construcción de las corbetas MEKO 140”. 

“El arribo del ‘Piedrabuena’ es una muestra del avance de los proyectos que hemos encarado. Confiamos en que los instrumentos que se han puesto en marcha, entre los que se destaca el Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF), permitan que este sea un hito más en el proceso de actualización y modernización de los medios navales de la Nación”, continuó.

Luego, dirigiéndose al Capitán Vega, expresó: “Lo felicito por haber cumplido la misión de traer el buque a su apostadero natural. Ha sido un despliegue de más de cuatro meses para su capacitación, incluyendo pruebas en el mar y una travesía de más de veinte días hasta aquí […] la historia de quienes los precedieron en el compromiso con la Nación les muestra cuáles son las exigencias de nuestro Servicio con el País”.

Para finalizar, el Ministro Rossi se dirigió a todos los presentes remarcando “es un motivo de mucha alegría para la Armada Argentina, para las Fuerzas Armadas, para el Ministerio de Defensa y para la Nación Argentina, la posibilidad de incorporación del A.R.A. Piedrabuena (P-52), que viene a fortalecer las capacidades de la Armada en todo lo que significan sus tareas de vigilancia y control de nuestro extenso litoral marítimo, garantizando nuestra presencia en las 200 millas, de las que tanto se ha hablado en los últimos tiempos”. 

“Esta es una decisión de incorporación de cuatro patrulleros que se tomó en la gestión anterior y que nosotros continuamos con el compromiso asumido, abonando casi la totalidad durante nuestra gestión […] quiero destacar los esfuerzos económicos que realiza el Estado Argentino, en es esta oportunidad con una inversión de casi 5.000 millones de pesos durante este año que emanaremos del FONDEF, haciendo uso de estos recursos con los que por primera vez en la historia argentina cuentan las Fuerzas Armadas para su reequipamiento”.

“Tengo que hacer un reconocimiento en este tiempo al personal militar, porque más allá de todas las directivas que emana el Presidente, hemos percibido un fuerte compromiso de las Fuerzas Armadas, que sale desde el interior, desde el convencimiento y la convicción y no sólo de la obediencia, para llevar adelante todas las tareas subsidiarias que le fueron encomendadas. Pero eso no nos hace olvidar de nuestra misión principal que es llevar adelante una política de Defensa para nuestro país. Una política reactiva, cooperativa (con los países del mundo, pero particularmente con los de la región); autónoma y disuasiva. Para ello es necesario impulsar, como lo estamos haciendo, un proceso de reequipamiento”, explicó Rossi.

Para concluir, el Ministro se dirigió a la tripulación expresando: 

“Estamos felices de poder recibirlos. Felicitaciones por la tarea de estos meses porque es realmente muy importante el hecho que estamos viviendo hoy aquí. Mi reconocimiento también para las familias que esperan el reencuentro después de tanto tiempo a la distancia, en un momento tan difícil para todos, donde los afectos son tan importantes. Quiero finalizar con mi homenaje y reconocimiento a cada uno de los 44 camaradas submarinistas del A.R.A. San Juan (S-42) y mi reconocimiento y acompañamiento a las 44 familias”.

Las fotos del arribo:



 

Las fotos del arribo en el mar:



Empresario Obispo. Eurnekian: "Quiero ser enterrado en Malvinas"... @dealgunamanera...

Eurnekian: "Quiero ser enterrado en Malvinas"...


Tumbas. Eduardo Eurnekian frente a una de las centenas de cruces argentinas en Malvinas. Fotografías: CEDOC Perfil 

Una historia de vida que cruza las identidades nacionales, los sentimientos y resulta un paradójico espejo de la Argentina de las últimas décadas.  

© Escrito por Jorge Fontevecchia el domingo 27/06/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos. 

El viernes en la sede de la embajada británica en Buenos Aires, el embajador Mark Kent, en nombre de la reina Isabel II, concedió a Eduardo Eurnekian la medalla de Oficial de la Orden del Imperio Británico, por sus servicios a las relaciones entre el Reino Unido y la Argentina. 

El embajador que el miércoles próximo regresa a Londres después de cinco años de representar a su país en Buenos Aires, dijo que clausuraba con esta ceremonia sus años de gestión marcados por el acercamiento entre dos países que se enfrentaron en un guerra. Visiblemente emocionado Mark Kent dijo: “Sin usted, Eduardo, la relaciones entre Inglaterra y Argentina no hubieran sido las mismas”.

Condecorado. Eurnekian junto a Mark Kent, embajador inglés.

La Guerra de Malvinas fue en 1982, quince años después los cuerpos de los soldados argentinos caídos en combate en las islas no tenían un cementerio y como gesto de distención Inglaterra propuso que Argentina construyera en Malvinas un monumento funerario con tumbas para cada argentino. Nadie de los gobiernos argentinos de 1999 y 2003 se interesó: Malvinas era una causa que todos preferían no recordar al mismo tiempo que nuestro país atravesaba la peor crisis de su historia con cinco presidentes en una semana. La embajada inglesa buscó empresarios dispuestos a donar el costo del cementerio y Eduardo Eurnekian fue quien aceptó afrontar la obra  y durante estas dos últimas décadas facilitar los recursos para que los familiares pudieran viajar a las islas a visitar la tumba de sus seres queridos. 

Esos acercamientos humanitarios sumados a los encuentros de militares de ambos bandos confraternizando varias décadas después, fueron aminorando la visión hostil que los kelpers tenían hacia los argentinos  y sin borrar las heridas de la guerra, la que los argentinos tenían hacia Inglaterra.  

Maradona. Mark Kent contó que, paradójicamente, en su última semana como embajador recibió la mayor cantidad de periodistas requiriendo su comentario al cumplirse los 35 años del gol de Maradona a la selección inglesa. Al polifacético Eurnekian también lo atraviesa esa historia. Cuando era textil y fabricaba las zapatillas Puma como Maradona era la cara de su marca generaron una amistad. Años después siendo dueño de Aeropuertos recibió a Maradona que regresaba de un viaje del exterior y el futbolista le dijo: “Eduardo acá me tenés que hacer un monumento”. Eurnekian le respondió que sí y tras su muerte lo hizo fabricar para cumplir su promesa. La estatua que eligió hacer construir es del gol conocido como  “la mano de Dios”, pero cuando la fue a colocar en el aeropuerto de Ezeiza le dijeron que se trataba de un mal ejemplo por ser un gol con la mano. Eurnekian hizo hacer otro monumento de Maradona con la pelota en los pies y puso en su propia casa el monumento de Maradona con “la mano de Dios”.

 

Darwin. El cementerio se encuentra en la isla Soledad. 

De Armenia a Malvinas. El padre de Eduardo Eurnekian fue un inmigrante armenio, una colectividad que se mantuvo unida en su diáspora por todo el mundo tras el genocidio que realizó Turquía a principio de siglo pasado.  

La historia de Armenia  es milenaria: es el jardín del Edén de la Biblia y en su monte Ararat fue donde Noé posó su barca después del Diluvio universal. El siglo XX fue especialmente complejo tras el genocidio, la Primera Guerra Mundial y luego la anexión a la ex Unión Soviética como uno de estados.  

En Argentina viven alrededor de 80 mil armenios, la mayoría llegados a principios de siglo pasado siendo  la tercera mayor comunidad de armenios del mundo. Fiel a la tradición de solidaridad con su tierra natal y su gente Eurnekian se convirtió en el mayor inversor extranjero en la actual República de Armenia incluyendo además el aeropuerto de su capital Ereván. 

 

La visita de parte de los familiares de los 227 soldados que pudieron ser identificados. 

Y hasta que llegara a su vida la posibilidad de construir el cementerio argentino en las islas Malvinas Eduardo Eurnekian siempre pensó que que deseaba ser enterrado en Armenia junto a sus familiares. Pero un día visitando el cementerio argentino en Malvinas vio que una tumba de un soldado estaba vacía. Preguntó qué había pasado y le explicaron que los familiares llevaron los restos de ese soldado a la Argentina y Eurnekian sin pensarlo dijo: “en esa tumba que quedó vacía, quiero ser enterrado yo”. 

Eduardo Eurnekian cuenta que en la casa de su padre los domingos se juntaban a almorzar otros parientes llegados de Armenia y tenía un tío que era del Ejército de Salvación. Cada domingo al terminar el almuerzo el tío salía a la vereda, se subía a una silla, comenzaba a predicar y lo terminaba rodeando la gente del barrio para escuchar su sermón.  

Ese tío le insistía siempre al  padre de Eduardo Eurnekian que ese niño de 10 años tenía dotes para ser obispo y lo tenía que enviar a estudiar teología. No fue obispo sino empresario, pero algo de obispo le quedó. 

 

En Malvinas. Eurnekian y los dos últimos embajadores ingleses Robin Christopher y Mark Kent visitan el monumento funerario.

Su  discurso. 

Cada uno de los dos fue Caín, y cada uno, Abel...” 

Las palabras que Eduardo Eurnekian leyó durante la ceremonia en la embajada inglesa: 

“Aún tengo presentes los pasos previos que me llevaron a participar en el ‘Proyecto Cementerio Darwin’, en memoria de los soldados argentinos caídos en las islas. 

Fue el 14 de julio de 1999, fecha en que los cancilleres Di Tella y Cook firmaron la resolución conjunta que delegó en los familiares de los muertos en las islas, la responsabilidad por el mantenimiento y cuidado del cementerio militar. 

Posteriormente, recibí el llamado  de Sir Robin Christopher, embajador a la sazón del Reino Unido en la República Argentina, convocándome para la construcción del nuevo monumento funerario, y finalmente, el 13 de septiembre de 2016, la resolución Foradori-Duncan, dio lugar a la identificación de los cuerpos sepultados en dicho cementerio de Darwin. 

En este contexto, fue para mí un privilegio ser vehículo de consuelo, en medio de tanto luto y dolor. Estos gestos, sumados a los conmovedores reencuentros protagonizados por soldados de ambos países  son prueba de que la paz es un bien, una virtud un proceso dinámico y constructivo, que requiere un continuo cuidado de las causas que la perturban. Tenemos sobradas pruebas de la relación global que vivimos, y los procesos  que  la fomentan: asistencia humanitaria, así como el intercambio de bienes, servicios, información, ciencia y tecnología. 

 

El presente nos impone, que seamos capaces de articular lo diferente, según un proyecto común que no pueda ser separado, a riesgo de perder la confianza entre las naciones. 

Señor embajador más allá de los puntos de vista particulares, nos encontramos frente a seres humanos caídos en cumplimiento del deber, y en  dramáticas  circunstancias, por la furia destructiva de la guerra .de un lado y del otro. 

Recordar el pasado, es comprometerse con el futuro, y es por eso mismo que el Cementerio de Darwin se levanta como  un  ‘Monumento a la Paz’. 

Quienes aprecian la vida, saben que los derechos y diferencias se pueden defender y dirimir en términos civilizados, humanos sin renuncia, pero evitando la barbarie. 

Con palabras del poema de Jorge Luis Borges puedo decir que: 

“A nuestros soldados les tocó una época extraña, hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez – cara a cara, en unas islas demasiado famosas, y cada uno de los dos fue Caín, y cada uno, Abel”. 

Hago votos para que nunca se marchiten las energías creadoras de nuestros pueblos, y que todos los testimonios que podamos dejar, sirvan de estímulo para continuar sosteniendo los pilares y la complementación fructífera entre ambos países”. 

 

Familiares de los soldados argentinos visitan su tumba en Malvinas.