domingo, 1 de marzo de 2015

Godoy Cruz de Mendoza 2 vs. Huracán 1... De Alguna Manera...

Un vuelo a Belo con escala en Mendoza…


Huracán perdió esta noche por dos a uno frente a Godoy Cruz por la tercera fecha del Torneo de Primera División en el estado Malvinas Argentinas.

En la primera parte, el recambio Quemero demostró ganas y actitud aunque tuvo escasez de orden y juego. De todas maneras, plantearon un papel digno en todas las líneas. Guillermo Sotelo apareció más adelantado en el campo y supo romper las líneas “tombinas” con centros cruzados para las diagonales de Ramón Ábila quién no pudo convertir en reiteradas ocasiones. Los de Mendoza también tuvieron las suyas y la caída del arco visitante llegaría en la última pelota del primer acto. Todo comenzó en los pies de Leandro Fernández quién encaraba de frente al arco custodiado por Matías Giordano. Abrió hacia su izquierda donde entraba sólo Iván Bella para enviar un centro a ras del suelo que encontró al ecuatoriano Jaime Ayoví en soledad para definir y convertir el tanto. Así, el Globo mereció más sin embargo la falta de eficacia y la mala toma de decisiones le impidieron no sólo estar en ventaja sino que significaron irse perdiendo al descanso.

En la segunda etapa, saber aprovechar los momentos fue determinante para ambos equipos. Tras veinte intrascendentes minutos, dónde Godoy Cruz cedió la pelota y retrocedió en el campo, Huracán controlaba las acciones pero no sabía entrar y lastimar al rival. Con el ingreso de Iván Borghello, llegó el gol. Con el pivoteo característico de Ramón Ábila, a los setenta y cinco de juego, el “Memo” disparó con la cara interna del botín derecho y la complicidad del arquero local, Sebastián Moyano, fue la consecuencia de la igualdad en Mendoza.

Luego de la expulsión de Eduardo Dominguez, los dirigidos por Néstor Apuzzo se dormirían en una jugada puntual. A los 88 minutos, desde un lateral, cuatro cabezazos concluyeron con el disparo de Juan Fernando Garro y la estirada de Giordano que nada pudo hacer. El abuso del pelotazo para Wanchope, la falta de puntas, la poca creación, la desatención en jugadas puntuales, la escasez de conversión y la ausencia de muchas figuras fueron la ecuación para este magro producto. Sin embargo, Huracán deberá pensar en lo que viene, el martes nuevamente por la Copa Bridgestone Libertadores viaja a Brasil, luego de esta escala en Mendoza.

Godoy Cruz de Mendoza: 2

Sebastián Moyano, Diego Viera, Leonel Galeano, Juan Alvacete; Lucas Ceballos, Fernando Zuqui, Emanuel García, Iván Bella; Agustín Díaz; Leandro Fernández. DT: Daniel Oldrá.

Huracán: 1

Matías Giordano; Martín Nervo, Santiago Echeverría, Eduardo Dominguez, Luciano Balbi, Iván Moreno y Fabianesi, Ezequiel Gallegos, Gabriel Robledo, Guillermo Sotelo, Daniel Montenegro, Ramón Ábila. DT: Néstor Apuzzo- Gabriel Rinaldi.

Cambios: Iván Borghello, Nicolás Bruna y Santiago Carrera por Robledo, Moreno y Fabianesi y Ábila respectivamente.

Goles: 46′ Jaime Ayoví (GC); 75′ Iván Borghello (H); 88′ Juan Fernando Garro (GC).

Expulsado: Eduardo Dominguez 38′ ST.

Árbitro: Luis Alvarez.

Estadio: Malvinas Argentinas (Godoy Cruz)
 
© Publicado el sábado 28/02/2015 por el Departamento de Prensa del Club Atlético Huracán de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



 


¿Hay justicia?... De Alguna Manera...


¿Hay justicia?


Strassera: la muerte del simbólico fiscal promueve reflexión. Foto: Marcelo Aballay


La Justicia es un sistema, pero K y anti K viven futboleramente repudiando al árbitro cuando cobra en contra.
 
La simbólica muerte del fiscal más emblemático de la Argentina pocas horas después de que el juez Rafecas desestimara la denuncia del fiscal Nisman –y del codenunciante fiscal Pollicita– sosteniendo en su fallo que el Gobierno no sólo no buscó encubrir la investigación sobre el atentado a la AMIA, sino que hizo todo lo posible por esclarecerlo, llenó de perplejidad a muchos, dejando omnipresente la pregunta sobre si existe la justicia. Para tener dimensión del fallo de Rafecas, vale imaginar que si Nisman hubiera sido un particular denunciando judicialmente a otro particular, podría hoy ser demandado por falsa denuncia y responsabilizado por el daño que produjo su acusación.


Los abogados siempre les explican a sus clientes que la justicia es una virtud que, como a todas, los humanos nos acercamos a su cumplimiento siempre imperfectamente, pero a  lo que los tribunales de todo el mundo se dedican es a aplicar el derecho, a decir si los hechos se adecuan a las normas sancionadas sin entrar en esencia a discernir sobre la calidad de esas normas.  “Los hechos” tampoco son necesariamente los hechos porque los jueces ponderan evidencias sobre los hechos y no pocas veces distintas personas consideran evidencia a distintas cosas. Y luego viene la interpretación sobre esa evidencia. Cualquier persona que pasó por un juicio convencida de su razón escuchó de su abogado la advertencia sobre que “hay media biblioteca a favor y media biblioteca en contra”.


Si Nisman fuera un particular que acusó a otro particular, hoy podría ser demandado por falsa denuncia


La pregunta sobre si hay justicia es muy parecida a la pregunta sobre si existe la objetividad en el periodismo. La prédica que reclama “el fin de la hipocresía”, sustituyendo el periodismo profesional (“una mera máscara para esconder sentimientos y preferencias personales”) por el periodismo militante, tiene el mismo fundamento que la que propone jueces y fiscales comprometidos con una orientación determinada. En ellos hay algunos aciertos en el diagnóstico del problema de la subjetividad humana, pero la terapia que proponen para corregirlo daña más que lo que repara.


Otro ejemplo son los países de partido único donde el Poder Judicial, junto con la prensa, depende del poder político. Por eso, cuando se aspira a la justicia aplicando un estricto rigor como si se tratara de una ciencia, inexorablemente se cae en la frustración. La justicia sólo puede ser humanamente alcanzada como un sistema dentro del cual haya diferentes instancias y que cada una pueda rever la anterior junto con un sistema de división de poderes que amortigüe las consecuencias de la subjetividad humana.


Personalmente, siempre desconfié de la intencionalidad política de Nisman, inicialmente a favor del kirchnerismo y al final en contra, por sus anacronismos al desestimar casi ofensivamente la denuncia de Eliaschev dos años antes de que se firmara el acuerdo con Irán, y luego esperar otros dos años para recién presentar su acusación cuando la mayoría de las escuchas en las que basó su presentación eran previas aun a la firma del tratado con Irán.


Habiendo sido Perfil el diario que publicó la denuncia de Eliaschev, sin tener intereses comerciales ni sociales para odiar especialmente a este gobierno y habiendo sido crítico del kirchnerismo desde el primer día, nunca este diario sobreactuó republicanismo ni santificó a Nisman tras su muerte. Lo que también le permitió poder criticar libremente a quienes hacían uso político del cadáver de Nisman dando como cierta una hipótesis de su muerte, aunque fuera la más probable.


En la última contratapa titulada “Inflación de significantes” se criticó el sensacionalismo de la retórica oficialista al usar expresiones como “terrorismo mediático”, “golpe blando” y “partido judicial”. Lo mismo le cabe a la oposición, especialmente a Elisa Carrió, cuando apela al efectismo de anunciar ahora un “autogolpe” y repetidamente referirse a la muerte de Nisman como “magnicidio”.


La Justicia es un sistema, pero K y anti K viven futboleramente repudiando al árbitro cuando cobra en contra.


Ayer la escritora Mori Ponsowy publicó una columna en el diario La Nación, titulada “Había tierra fértil para el kirchnerismo”, y refiriéndose a las motivaciones del 25% que todavía apoya a la Presidenta, analizó la posibilidad de que antes del surgimiento del kirchnerismo ya hubiera “una base formada de millones de personas que de verdad piensan en términos de conspiraciones, gente que no puede leer la política más que como un juego de suma cero, que cree en la posibilidad de golpes de Estado en nuestro país después de treinta años de democracia, y que está convencida de que hay un enemigo por vencer”.


Tesis sostenidamente compartida por estas columnas con el agregado del pronóstico de que esa forma de ver la realidad continuará tras la finalización del kirchnerismo porque incluye también a parte de la oposición, como se percibe en el in crescendo del discurso de Carrió, que al “autogolpe” que dará el Gobierno mañana domingo –al inaugurarse el año legislativo– sumó que “la designación de Wado de Pedro, actual miembro del Consejo de la Magistratura, seguramente es producto de haber negociado con el juez Rafecas la desestimación de la denuncia del fiscal Nisman y de la acusación del fiscal Pollicita, ya que éste estaba acusado ante el Consejo de la Magistratura por su actuación en el caso Boudou, un acuerdo con el Gobierno que incluye la salida de Capitanich y su reemplazo por Aníbal Fernández”.


Si cada sector al que le toque ser la oposición del momento se comportara como esos fanáticos del fútbol para quienes el árbitro merece siempre ser insultado cuando cobra en contra de su equipo y es un groso cuando lo hace a favor, aunque se vaya el kirchnerismo, no habrá justicia porque la Justicia es un sistema de valores compartidos.


© Escrito por Jorge Fontevecchia el sábado 28/02/2015 y  publicado por el Diario Perfil de la ciudad Autónoma de Buenos Aires.


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